La actriz Yuri Vargas, en compañía del maestro Fausto Cabrera y del actor Nikolás Rincón. Foto: RCN |
Ricardo Rondón Ch.
No en vano Gabriel García Márquez -en los tiempos en que cometía
periodismo- bautizó al cronista de época Felipe González Toledo como “el
inventor de la crónica roja”, el más audaz y expedito en este género, como en
su época también lo fueron Isamael Enrique Arenas (que se daba el lujo de ‘chiviar’
a la Corte Suprema de Justicia), Miguel Ángel Osorio, pionero del ‘amarillismo’
en Colombia; y el mismo José Joaquín Jiménez, quien bajo el seudónimo de ‘Ximenez’,
firmó cantidad de historias del
prontuario judicial bogotano, memorables en el escenario del Salto del Tequendama,
personaje que inspiró al joven periodista y escritor bogotano Andrés Ospina
para escribir una magnífica novela que se publicó el año anterior.
‘Doctor Mata’, la serie que por estos días tiene en vilo a
los colombianos, es un homenaje a este género periodístico que día a día viene
desapareciendo de los diarios, y que en tiempos pretéritos fue el habitual
atractivo de cientos de lectores, ávidos de enterarse del hecho delictivo del día, que por ese entonces
y en singular importancia, se publicaba en varias entregas. En consecuencia, el
arsenal de primera mano para reconfortar las arcas de los empresarios editoriales.
Los llamados ‘sabuesos’ en este tipo de información, eran
tan intrépidos y apasionados por el oficio, que llegaban a esclarecer los crímenes
primero que las autoridades. Uno de ellos fue Felipe González Toledo (Bogotá,
27 de julio de 1911- Bogotá, 31 de
agosto de 1991), cronista inagotable, de un lenguaje “quijotesco y cervantino”,
como lo reseñó en el prólogo de su libro de crónicas el poeta Rogelio
Echavarría, memorabilia que marcó un estilo y una impronta para generaciones posteriores
en el quehacer judicial. (En la saga televisiva, Felipe González es
interpretado por Luis Fernando Hoyos, respaldado por la astucia y el coraje de
Benito Capote, que también existió, encarnado por Nikolás Rincón).
Autor de crónicas y reportajes de largo aliento como: ‘El
cadáver viajero’, ‘La muerte llamó tres veces’, ‘Cuerpo de mujer por libras’, ‘Los
misterios gozosos y dolorosos del 301’, ‘La fritanguera y el retratista’ y ‘El
caso de la peluca’, entre otros, González Toledo se hizo célebre con uno de los
capítulos sangrientos de mayor cobertura y expectativa en los años 40 y 50, el
del falso abogado boyacense Nepomuceno Matallana, asesino en serie, que gracias
al heroísmo de una humilde mujer, al servicio de un ciudadano de bien (Alfredo
Forero, Alfredo Ferro Villegas en la serie, con la rúbrica catedrática de Jairo
Camargo), logra desentrañar la siniestra identidad de ‘Mata’ (apócope de
Matallana para que no sobrepasara los límites de los titulares de prensa), rastrear
con sigilo sus huellas sangrientas y propiciar su encarcelamiento.
En esta extraordinaria serie de formato cinematográfico, con
la batuta maestra de Sergio Cabrera, la impecable adaptación y libretos de
Nubia Barreto y su equipo; y el elenco de primera línea que se le atribuye, ‘Doctor Mata’ es un documento valioso
para aquellos que saben apreciar el talento, el trabajo y el esfuerzo
mancomunado que se invierte en una excelente producción, en este caso, una
historia de época, en la que no se reprimieron recursos en materia de
ambientación, vestuario, locaciones y, lo más importante, los perfiles
fidedignos de sus personajes, obviamente con ese toque solaz e imaginativo que
la hace más atractiva al televidente.
El regreso de Enrique Carriazo, uno de los firmes bastiones
de la escena criolla, acompañado de la experiencia y el virtuosismo de figuras
como Humberto Dorado, Jairo Camargo, Alberto Valdiri, Jorge Herrera, César
Mora, Luis Fernando Hoyos, Germán Escallón, Julio del Mar, Florina Lemaitre,
Judy Henriquez, Margalida Castro, el mismo Fausto Cabrera, entre otros, pone de
presente el vigor, la pasión y el brillo histriónico con que fue concebida y
desarrollada esta serie, distante de las ligeras novelas, los
desesperantes remakes y los ‘culebrones’ internacionales de los que está plagada
la franja prime.
Para su rol de Mercedes Ramos, Yuri Vargas consultó cualquier cantidad de documentos de hemeroteca |
Sin lugar a dudas, una de las grandes revelaciones en ‘Doctor
Mata’, tiene que ver con el rol protagónico en manos de la joven actriz paisa
Yuri Vargas, quien da vida a Mercedes Ramos (Mercedes López en la realidad), un
personaje ganado a pundonor, si se tiene en cuenta el seguimiento minucioso que
le hizo al mismo, tanto en documentos de hemeroteca, audios, incunables,
alterno al trabajo de campo, hasta dar con el perfil preciso que estaba anhelando
su director.
Después de una India Catalina por Nancy, la hermana de
Marbelle en la serie que lleva su nombre, Yuri le confiere al público, en ‘Doctor
Mata’, una mujer de provincia, silvestre, humilde sí; pero honesta y valiente,
capaz de denunciar la maldad hasta el punto de poner en riesgo su existencia.
Una Mercedes ahora abrigada en el
corazón de muchas mujeres colombianas, dispuestas a seguir su ejemplo.
La Pluma & La Herida la entrevistó.
Se comenta que Yuri Vargas se ganó el rol de Mercedes Ramos
entre varias actrices, algunas de ellas hace tiempo consagradas. ¿Quiénes
fueron?
“Sí, este fue un reto grande. Todo empezó desde la primera
llamada que me hicieron para convocar al casting. Cuando cumplí al primer
filtro de grabación, no pensé que me iba a ganar este protagónico. Lo único que
dije fue, ‘que sea lo que Dios quiera’, pero a partir de la propuesta que le
llevé a Sergio (Cabrera) para el primer casting, que a él le gustó mucho, me
sentí más segura y confiada de que Mercedes era para mí”.
Y de las actrices reconocidas, ¿quiénes estaban?
“Había un número considerable, pero de las más duras en
competencia, en el examen final: Angélica Blandón y Martina García”.
Pues estamos hablando de dos figuras de grandes ligas:
Martina, por ejemplo, que ya ha hecho cine en México y en Europa,
particularmente en España.
“Sí, claro. Pero yo tenía el personaje metido en la cabeza y
en el cuerpo las 24 horas del día y lo trabajé con dedicación, independiente de
rivalidades. Y cuando uno da lo mejor de sí se ven los resultados”.
¿Qué comentario hizo Sergio Cabrera cuando le dio la
aprobación?
“Él desde el principio fue muy honesto conmigo y lo que más
le gustó, además del trabajo histriónico, es que me haya empapado de la
historia, de los personajes, no sólo del que yo iba a desarrollar. Incluso le
llamó la atención que me hubiera leído muchos documentos alrededor del
protagonista: Nepomuceno Matallana, como el perfil más fidedigno de este personaje,
escrito por el cronista Felipe González Toledo”.
Se puede decir que el de Mercedes Ramos, con una India
Catalina de por medio, ¿es a la fecha el rol más importante en su carrera?
“Sí, por supuesto. Mercedes es un escalón más con el que
abrigo nuevas ilusiones en mi camino actoral”.
Cómo fue el laboratorio de construcción de Mercedes Ramos,
con la reportería y el trabajo de campo que el personaje exige.
“Yo empecé a trabajar por las plazas de mercado, porque en
estos escenarios, en cualquier región que sea, hay muchas Mercedes: mujeres
trabajadoras, humildes, con su belleza silvestre, pero también con su
ingenuidad. Cuando fui a Sesquilé me pasó algo curioso, porque allí encontré en
definitiva a la Mercedes que yo estaba buscando para la serie: una mujer ceñida
al perfil de la historia, con sus tics, su sencillez, su ternura, pero también
con su fortaleza y templanza”.
Porque Mercedes Ramos
no es el común denominador de las campesinas colombianas, trabajadoras, sí;
pero la mayoría abnegadas: la de Doctor Mata es casi una heroína.
“Justamente lo que rescaté de ella fue su valentía, su
coraje, su intuición para detectar y denunciar la maldad, incluso poniendo en
juego su propia vida. Mercedes, en medio de su legítima ingenuidad de
campesina, no come entero. Y ese es el atractivo que se ganó en la crónología
de ese entonces, y espero que ahora en la serie”.
¿Y cómo definió el tono, auténtico por cierto, del acento
del altiplano cundiboyacense de época?, porque no es impostado sino muy suyo,
muy laboratorio.
“Pues ese fue uno de los aspectos que más le gustó a Sergio.
Yo lo trabajé solita, horas enteras, en mi casa, a donde fuera. Fue un trabajo introspectivo,
pero también de imaginación. Cuando Sergio me escuchó hablar así, me dijo:
‘déjalo así quietico, no le cambies nada. Se escucha bien natural’. Y así se
hizo”.
Trabajar en una serie de hechos verídicos, pero más de
antología, es un gran aliciente para toda actriz que se respete. Usted lo logró
por su talento, con un pellizquito de suerte. ¿Qué le ha representado ese marco
histórico como protagonista?
“Para mí ha sido una fantasía, al punto que me da la
impresión de que lo he estado viviendo en carne propia, es decir, como si yo
fuera la Mercedes Ramos real. Es una
experiencia gratificante tanto en lo personal como en los profesional, porque
si tú analizas, no es una historia que se repite: cada capítulo es contundente
y tiene cantidad de claves y enigmas qué resolver, esto gracias a la virtud de
la libretista, Nubia Barreto. De modo que es una serie con calidad y argumento,
distante de la reiteración y de los lugares comunes que se ven en otras
novelas”.
Además de la puesta en escena, con una plataforma, un
diseño, un vestuario y una ambientación que se ajusta al universo
cinematográfico. Ahí está impreso el sello de Sergio Cabrera.
“Por supuesto, y que no tiene nada qué envidiarle a las
grandes producciones internacionales que observamos a diario en la televisión
por cable. En cada capítulo de ‘Doctor Mata’ siempre paso algo. Si tú te
pierdes uno, lo más seguro es que te desvíes de la historia”.
Vale la pena destacar que muchas domésticas se habrán
identificado con Mercedes. Pero más las de época, las que ya peinan canas. ¿La
han parado en la calle para reiterárselo?
“Es muy hermoso ese reconocimiento, pero no sólo de las
empleadas sino de diversas personas que vienen siguiendo la serie y que dan su
opinión, no sólo de Mercedes sino de todos los personajes, cada uno con un sello propio. Ahí hay para escoger lo que quieras”.
Y el elenco que la rodea. ¿Qué se siente estar al lado de
grandes figuras de la televisión como las que en ‘Doctor Mata’ la rodean?
“Pues cada capítulo, cada escena, fue como asistir a una
clase de actuación. Por eso no me canso de decir que haber logrado este
protagónico es una bendición para mi carrera, no sólo por las enseñanzas que he
recibido, sino por la forma cariñosa y cordial como me han tratado”.
Por ejemplo, ¿qué se le aprende a Carriazo?
“El sentido de generosidad del que él goza, pero también
rigor y disciplina”.
¿A Jairo Camargo?
“El trabajo puntual y preciso en las escenas y en los
textos. Jairo es un perfeccionista a morir”.
¿A Humberto Dorado?
“Él es una cátedra de mundo y de vida, pero también un
caballero con sobrado carácter”.
¿A César Mora?
“César es diversión y pasión por el arte”.
¿A Florina Lemaitre?
“Florina es complicidad, altruismo; una señora artista en
todo el sentido de la palabra”.
¿Y a la gran Señora de la Actuación, Judy Henríquez, que
acaba de recibir el premio India Catalina a Toda una Vida?
“Por ella siento gran respeto y admiración”.
Qué decir de Sergio Cabrera, el director de orquesta.
“Con él hay que convertirse en una esponja, porque sus
conocimientos y su experiencia no tienen límites”.
¿Existe la posibilidad, con el genio de Sergio, de que ‘Doctor
Mata’, a largo plazo, se pueda ver en cine? Porque merece una película. ¿O no?
“Bueno, esa idea no está descartada y mucha gente, imagino,
coincidirá contigo: verla en pantalla grande. Pero amanecerá y veremos”.
¿Le hubiera gustado vivir la época en que se desarrolla ‘Doctor
Mata’, la de los años 40?
“A mí me seducen muchos elementos que confluyen en la serie,
empezando por el vestuario, por la clase y el glamour de las mujeres. Y, por
supuesto, la elegancia de los hombres, algo que desapareció en la Bogotá de hoy
en día”.
Bueno, usted ya acabó las grabaciones de ‘Doctor Mata’. ¿A
qué está dedicada ahora?, ¿en qué anda Yuri Vargas?
“Estoy preparando una
obra de teatro que se estrena en agosto, se llama ‘La serotonina’, y también
una película que se filmará en Medellín, a mediados de este año. En televisión
cursan ahora mismo dos casting para RCN, que me tienen muy entusiasmada”.
Alguna vez me enteré, cuando lanzaba sus productos exfoliantes,
de cuatro elementos que la identificaban: amor, dulzura, pureza y camino. ¿Esa
es Yuri Vargas?
“Sí, para mí esas palabras han marcado profundamente mi
vida, porque esa es la esencia de la mujer: de la mujer que debe ser valorada,
amada y respetada. Por eso me parece cruel y denigrante todas estas noticias
que están pasando de los ataques con ácido. Es inconcebible, no hay derecho”.
Como buena paisa, empresaria, ¿no se le ocurrirá comercializar
más adelante el pañolón que identifica a Mercedes Ramos, pero con un toquecito de
glamour?
“Sí, claro, está buena la idea. Pero mientras eso suceda van
a ver cuando Mercedes se despoje del pañolón. Ahí les paso un adelanto”.
¿Y Mercedes va hasta el final?
“Eso no lo puedo adelantar porque se perdería el interés por
la serie”.
¿A quién le dedica su personaje de Mercedes?
“A mi hermanita, que es el centro de mi vida, y que está
estudiando actuación”.
'DoctorMata' es un homenaje a la crónica roja en
Colombia. ¿Qué opina de los tabloides que se dedican a este tipo de
información?
“Que son necesarios porque cumplen con una labor de
denuncia. Fíjate no más lo que pasó con el agresor de Natalia Ponce de León. Si
no hubiera sido por los medios, en colaboración con la ciudadanía y el respaldo
de la policía, pues no hubieran dado con el paradero del delincuente. A mí me gustan los tabloides. Es un trabajo
respetable. Y es que todo no puede ser color rosa”.
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