Hasta el 30 de septiembre estará abierta la convocatoria, en tres categorías: Infantil, Juvenil, Adultos, para participar en el concurso Bogotá en 100 palabras. Logo: Leer es volar |
Ricardo
Rondón Ch.
¿Se acuerdan del cuento más corto y célebre de habla
hispana, autoría del escritor guatemalteco Augusto
Monterroso?
Cuando
despertó, el dinosaurio todavía estaba allí.
Siete palabras, cuarenta y tres letras, un microrrelato
que, desde su publicación en 1959, no ha parado de motivar sesudos ensayos y
cuestionamientos, y de imponerse a la fecha como material de análisis en facultades
de filosofía y letras, o en academias de literatura.
Bogotá
en 100 palabras es la convocatoria de la Alcaldía Mayor y la Cámara Colombiana del Libro para que
niños, jóvenes y adultos participen en este concurso de relato breve, que en el
marco del Plan Distrital de Lectura y
Escritura Leer es volar, incentiva
el pulso y la imaginación para respirar, vivir y sentir la ciudad a través de su
narrativa.
Bien se sabe que la capital es, desde todos los ángulos,
una fuente de inspiración permanente, no solo para la escritura sino para todas
las artes. Siempre encontrarás un lugar, una situación, un personaje, que jamás
podrás desprender de tu memoria.
El programa Libro
al viento, también de la Alcaldía Mayor de Bogotá y de la Secretaría de Cultura, Recreación y Deporte,
ha publicado media docena de volúmenes sobre crónicas y relatos de Bogotá, con reconocidas plumas del
quehacer narrativo latinoamericano y local.
Ahora la oportunidad para públicos de todas las edades
apunta al microrrelato, con un máximo de 100 palabras, en el que se pone a
prueba el poder de síntesis de un escrito, el argumento, su estructura y la
belleza de su lenguaje.
El concurso Bogotá
en 100 palabras es un proyecto inspirado en Santiago en 100 palabras, de Chile,
que nació hace diecisiete años por iniciativa de la poeta, escritora, socióloga
y tallerista Carmen García, a través
de la creación de la Fundación Plagio
y de la revista literaria que lleva el mismo nombre.
Cuenta García
que en la primera convocatoria de Santiago
en 100 palabras -sin las herramientas y los dispositivos tecnológicos
actuales- se recibió un promedio de 270
relatos, y que fue tal la expectativa que despertó en lectores y escritores
(Chile, uno de los países con mayor
índice de lecturabilidad en Latinoamérica, con Argentina, Uruguay y México),
que se vieron obligados a abrir concursos en otras ciudades como Antofagasta, Valparaíso y Concepción, y más adelante retomaron el
modelo capitales del mundo como Puebla
(México) y Budapest (Hungría).
Panel de presentación oficial de Bogotá 100 palabras, encabezado por el alcalde Enrique Peñalosa. Foto: Carlos Mario Lema |
En la presentación oficial de Bogotá en 100 palabras, acto que se realizó en la Biblioteca Virgilio Barco, y en la que se
concertó un conversatorio en el que participó el alcalde Enrique Peñalosa, el presidente ejecutivo de la Cámara Colombiana del Libro Enrique González
Villa, la escritora y gestora cultural chilena Carmen García y la escritora bogotana Irene Vasco, con moderación del periodista, economista y
catedrático Mauricio Rodríguez Múnera,
el burgomaestre enfatizó que la construcción de una ciudad no sólo está en las
obras físicas, que son importantes, sino en la construcción de una sociedad
encausada en una óptima calidad de vida a través de la cultura y el amor por
los libros.
“La lectura nos hace mejores seres humanos, más
tolerantes y respetuosos, cuidadosos del entorno y con un alto sentido de
solidaridad y convivencia”, recalcó Peñalosa.
De ahí su preocupación por incentivar la lectura en los
niños, y lo más importante, la comprensión de la misma, que es el obstáculo que
no permite que una población importante de lectores fluya y se multiplique.
De hecho, el presupuesto para el fomento de la lectura en
la capital, es el más alto del país, con una cifra ambiciosa de $150.000.000.000, que incluye programas
como Leer es volar y la infraestructura
de escenarios y bibliotecas, de cincuenta más que está pactado Peñalosa entregará durante su
administración.
Para Enrique
González Villa, de la Cámara
Colombiana del Libro, Bogotá en 100
palabras es una invitación para que los habitantes de la ciudad cuenten de
manera espontánea sus experiencias y la relación con su territorio, esto para estimular
el amor por la escritura y la lectura, como se observa en la Feria
del Libro de Bogotá, que años tras año supera su caudal de visitantes. La
cifra de la edición de este año: 550.000.
El concurso, respaldado por las secretarías de cultura y
educación del distrito, tendrá como jurados a los narradores Hugo Chaparro Valderrama, Darío Jaramillo
Agudelo e Irene Vasco.
La convocatoria estará abierta hasta el 30 de septiembre del año en curso. Los aspirantes
podrán inscribirse en una de las tres categorías habilitadas: Infantil (menores de 13 años), Juvenil (14 a 17 años) y Adultos (18 años en adelante).
De cada una de esas tres categorías saldrá el cuento
ganador, cuyo autor recibirá un generoso premio equivalente a $8.000.000. El jurado seleccionará un primer
puesto y tres menciones especiales por categoría. A su vez, los 100 mejores relatos serán publicados en
un libro de bolsillo de distribución gratuita, y los diez mejores serán
ilustrados y divulgados en espacios públicos: parques, plazas, transporte
masivo, etc.
Programa bandera de la Alcaldía Mayor de Bogotá y de las secretarías distritales de cultura y educación, con una ambiciosa inversión de $150.000.000.000. Foto: Bogotá Mejor para Todos |
Los concursantes deberán ingresar a www.bogotaen100palabras.com ,
diligenciar el formulario con sus datos personales y montar su relato (de
máximo 100 palabras) en la plataforma. Los relatos deben ser inéditos y sus
autores deben tener domicilio en Bogotá.
Sólo se recibirá un microrrelato por participante.
El concurso, además, estará acompañado de un componente
de formación que tiene como objetivo dar herramientas de escritura creativa
para sus aspirantes. Los talleres se realizarán en instituciones educativas,
bibliotecas públicas y comunitarias, universidades y librerías.
El fallo de los ganadores se conocerá el 30 de noviembre.
Algunos ejemplos de microrrelatos, tomado del libro Antofagasta en 100 palabras (los
mejores 100 cuentos en su VI edición):
El
loco Z
Fue oveja negra. Fue cantante de prostíbulo. Fue rockero
con famita y drogadicto. Fue solitario y putero. Fue obrero y hasta capataz.
Ahora es ilusionista de sueños, fundidor de cuarzo reciclado, constructor de
casas en el aire, despistado con pierna enyesada en el hospital de Antofagasta,
y candidato al manicomio.
(Valérie Silvestre, 46 años, San Pedro de Atacama).
Papa pescador
De chico veía a mi viejo sacar pejerreyes en La Chimba,
cabrillas en el puerto y apañaos en Juan López. Hoy madrugo, recorro casi los
mismos lugares, sonrío después de horas sin éxito y lla mo a mi viejo pa’que me
invite a almorzar.
(Rodrigo Álvarez Mazú, 31 años, Antofagasta).
El Colombia
En la pega me pusieron a trabajar con un colombiano. Mi
cara fue de espanto, pero terminamos la pega al tiro y nos ganamos el tremendo
bono al fin de mes. Lo invité a mi casa y juntos con nuestras señoras hicimos
un asado: Nuestros hijos jugaban play. Las mujeres intercambiaban recetas de
cocina. Semanas después mi mujer me esperaba con arepas calientitas. Le llevé unas
cuantas al Colombia, como le puse, “un manjarsh”, dijo.
(Yerko Ayán Figueroa, 28 años, Antofagasta).
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