tag:blogger.com,1999:blog-64037044310569215542024-03-19T23:56:55.454-05:00La Pluma & La HeridaRicardo Rondónhttp://www.blogger.com/profile/02023732023252028316noreply@blogger.comBlogger518125tag:blogger.com,1999:blog-6403704431056921554.post-41202451113130813632024-03-19T17:11:00.005-05:002024-03-19T23:55:52.844-05:00Réquiem por el poeta Eduardo Escobar: “Soy un santo libidinoso”<p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiIyOk2i5pyH73QvmxYYBXsVfdrP66ZDllv_xwcSKZW_K8xZljNm4D9Ssasik8r7xeGgTd9efDbUsEKVZj5ymfW81fC9vc8mUreI5Ib3-EPcJ1jOXb0jVHpvInCtO_hRi_1TB1y57ZxEUuQSmxCAHfEB5h-lkK4Pn7WFk5efjf_x7rg3wtCNAoOT7M-igE/s2560/Eduardo%20Escobar01.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1920" data-original-width="2560" height="480" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiIyOk2i5pyH73QvmxYYBXsVfdrP66ZDllv_xwcSKZW_K8xZljNm4D9Ssasik8r7xeGgTd9efDbUsEKVZj5ymfW81fC9vc8mUreI5Ib3-EPcJ1jOXb0jVHpvInCtO_hRi_1TB1y57ZxEUuQSmxCAHfEB5h-lkK4Pn7WFk5efjf_x7rg3wtCNAoOT7M-igE/w640-h480/Eduardo%20Escobar01.jpg" width="640" /></a></div><br /><p></p><p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span face="Arial, sans-serif" style="font-size: 12pt;"><i>Entrevista nadaísta con el bardo y
columnista antioqueño, fallecido a sus 80 años en una cl</i><span style="text-align: left;"><i>í</i></span><i>nica de Envigado</i></span></p>
<p class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">Ricardo
Rondón Chamorro<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-weight: bold;">Fotos: Ricardo Rondón<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-weight: bold;">Eduardo Escobar, uno de los grandes
pilares del Nadaísmo, podría padecer una que otra las quejumbres de la vejez,
pero no la vejez. Por el contrario, a su considerable edad le saca el cuerpo a
los viejos, por más amigos que sean, dice, lo deprimen.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">Por eso se hace acompañar de nínfulas treintañeras con las
que comparte el verso, el pan y el vino, y a veces un solaz de hamaca en la
terraza de sus quimeras que es su finca ‘La Trapa’, en el municipio de San
Francisco (Cundinamarca), donde en la soledad escribe, ama y pernocta desde
hace más de veinte años.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal"><span></span></p><a name='more'></a><p></p><p class="MsoNormal"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-weight: bold;">Poeta mayor del movimiento
transgresor y contestatario que fundó en los años 60 el fallecido profeta
Gonzalo Arango, Escobar da cuenta de una vitalidad atortolante, como la de
disfrutar en la cantina del pueblo de una bohemia de rocola y aguardiente hasta
la madrugada, tomar su jeep de regreso a casa por un camino estrecho y
escarpado, darles de comer a sus cuatro mastines, dirigirse al estudio donde
trabaja, encender su cigarro con pitillera y ver completa ‘Fanny y Alexander’,
esa joya de Ingmar Bergman, un director que ha retomado con atención y deleite.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">Eduardo lleva una dieta de anacoreta. Escasamente come. Lo
hace una vez al día. Una sopa con buen recado le basta. O, medio mondongo con
porción de arroz y carne molida en una fonda de carretera, cercana al municipio
de La Vega. Un par de cervezas frías para nivelar la resaca, y un llamado
urgente a su vecina de confianza, Diana Carreño, viuda a los 32 años, son
suficientes para estar de nuevo en forma.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">Autor de una veintena de libros, una novela inédita,
ensayos, poemarios, manifiestos, crónicas, perfiles, cientos de columnas en El
Tiempo, algunos títulos de la primera etapa del poeta de Envigado (Antioquia), como
‘Fuga canónica’ y ‘Cucarachas en la cabeza’, escasean en las librerías
modernas, salvo en las de anticuario.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">Como la romántica Merlín, en el sector de los libreros del
centro capitalino, donde Alejandro Bejarano, su dependiente, desempolva entre
incunables una edición de ‘La invención de la uva’, su primer libro de poemas, de
1966; otra de ‘Buenos días noche’, de 1973; y una más de ‘Confesión mínima’, de
1975, donde aparece en portada una foto de Escobar, mezcla de hippie y santo,
retrato fidedigno de esa época turbulenta de rebeldía y desmitificaciones que
fue el nadaísmo.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">Prueba de ello, uno de sus poemas demoledores: <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">Señor,
tú que no te afeitas con Gillette/ Que no te lavas la cara ni los dientes/ Que
no usas vestido ni zapatos/ Que no te dejas ver a los ateos/ Déjate ver de mí/
Ven y juguemos/. Acariciemos juntos las serpientes que tocan su cascabel/
Leamos juntos la vida de Tarzán, sus inquietudes/. Déjate ver de mí/ Ven y
juguemos/. Te pido hace dos años/ No has venido, Señor/. Mejor no vengas/ Que
te escupo.<o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">Trashumante desde la adolescencia, luego de desertar de los
aposentos del Seminario de Yarumal , poeta mil oficios, Escobar no ha dejado un
sólo día de leer y escribir, alterno a los quehaceres que buena o medianamente
le han dado para subsistir: mensajero de banco, ayudante de supermercado,
fabricante de lámparas y de estuches de joyería, artesano de la madera y el
cobre, editor de libros y revistas, locutor y productor de programas de radio y
televisión, publicista, anticuario, tabernero, criador de gallinas y abejas, y
hasta cultivador de papas, tomates y hortalizas.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">“Es que no he sabido quedarme quieto -recalca-, aunque a
estas horas el legendario <span style="mso-bidi-font-weight: bold;">Beremundo el
Lelo</span> fue un simple holgazán que vivió de gorra, sin oficio ni beneficio
para nadie”.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">Pero su escepticismo y su visión profunda de la vida y del
hombre, específicamente de la palabra, de los bemoles de la literatura y del Nadaísmo,
que ha plasmado en ensayos como <span style="mso-bidi-font-weight: bold;">‘Cuando
nada concuerda’</span> (Siglo del Hombre), no le resta el agudo humor y
desparpajo con que, a la orilla de sus 80 años, se toma la existencia sin resentimientos,
con la convicción de que “ese infierno que nos inventamos para no renunciar al
optimismo de que existe un lugar peor que el mundo como lo hemos hecho”, sólo
puede ser redimido por la poderosa fuerza del amor.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">Y, Eduardo Escobar, en su soledad monástica, es un
enamorado impenitente.</span></p><p class="MsoNormal"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjVxNCcGtgfkmZfBnyl9VnvEiSDp1tPVHi9_C46ObLfdEvCQE-0aBwjewOgKeqXL64zrO-lZiZKp4JOFv8gvlTcW3MMLXTp1_48WiVALED_lowb2pQygzBOvP49M4htNYkXY6dj0ElPwgBsd44N7Uz2K0Bn2y3RZ6CgDlACT3qib_CIL7_AdsxoyDoWHCw/s816/Eduardo%20Escobar0.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="612" data-original-width="816" height="480" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjVxNCcGtgfkmZfBnyl9VnvEiSDp1tPVHi9_C46ObLfdEvCQE-0aBwjewOgKeqXL64zrO-lZiZKp4JOFv8gvlTcW3MMLXTp1_48WiVALED_lowb2pQygzBOvP49M4htNYkXY6dj0ElPwgBsd44N7Uz2K0Bn2y3RZ6CgDlACT3qib_CIL7_AdsxoyDoWHCw/w640-h480/Eduardo%20Escobar0.jpg" width="640" /></a></div><br /><i> En la Casa de Poes<span style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 18.4px;">í</span></span>a Silva en uno de sus recitales </i><p></p>
<p class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">-"Yo
era un adolescente sin esperanzas y feliz de carecer de ilusiones. Fungía de
poeta", dice usted en uno de los capítulos de 'Prosa incompleta'. A los catorce
años ya estaba enfermo de poesía. ¿Cómo fue su bautizo con la poesía?<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">Dicen que se nace poeta. Yo no sé. Sé que el gusto por el
misterio de las palabras nos toca a todos desde la primera infancia. Algunas de
las oraciones que nos hacían rezar a los niños de antes, antes de acostarnos,
eran verdaderos poemas a los ángeles y a las vírgenes. Y estaban los cuentos de
familia que se echaban los adultos. Y las fábulas de los primeros libros que
nos regalaron… <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">Muchas cosas ayudaron a afinar y educar la sensibilidad. La
poesía está presente en la vida desde siempre. Pero por cualquier razón algunos
pasan a su lado sin advertirla. Es una desgracia, como dijo el poeta <span style="mso-bidi-font-weight: bold;">Jaime Jaramillo Escobar</span>, que algunos
pasen por este mundo sin preocuparse por saber a qué sabe.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">-En su
caso, ¿fue primero la poesía que el sexo? No me diga que su "desfloración" intelectual fue con Alejandra Pizarnik... ¿O acaso con Safo de Mitilene?<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">Nacemos sexuados. Y el instinto amoroso nos acompaña desde
temprano. El olor de las primas mayores, la presencia de las tías con sus
cabelleras y sus escotes, y el placer que los niños normales sienten cuando los
alzan las amigas de la familia. A <span style="mso-bidi-font-weight: bold;">Safo </span>y
a <span style="mso-bidi-font-weight: bold;">Pizarnik </span>las conocí mucho más
tarde, claro.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">-Pero
también se erigían en pantalla Marilyn Monroe, Ava Gardner, Rita Hayworth y
Vivien Leigh. ¿Cuál de todas le hizo empuñar con heroísmo la diestra en los
ardorosos años de la adolescencia?<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">El cine, más allá de las excitantes películas de aventuras
de <span style="mso-bidi-font-weight: bold;">Tarzán</span> y la versión yanqui de
La Odisea con <span style="mso-bidi-font-weight: bold;">Kirk Douglas</span>,
debió contribuir también al lento y delicioso descubrimiento de la sensualidad.
Pero mis actrices, las que más me inquietaban, eran otras: la <span style="mso-bidi-font-weight: bold;">Lollobrigida</span>… y la mejicana <span style="mso-bidi-font-weight: bold;">Silvia Pinal</span> y <span style="mso-bidi-font-weight: bold;">Diana Dors</span>, casi todas pechugonas, cuyas fotografías, sacadas de
la revista <span style="mso-bidi-font-weight: bold;">Visión</span>, pegaba en un
cuaderno que guardaba bajo la almohada”.<span style="mso-spacerun: yes;">
</span><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">-¿Qué
recuerdos resume del teatro de Envigado donde se dejó seducir por el milagro
del cine?<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">“Iba poco a cine en <span style="mso-bidi-font-weight: bold;">Envigado</span>.
Y en general, no fui jamás un apasionado cinéfilo, como se dice… El cine
comenzó a interesarme cuando ya estaba militando en el n<span style="mso-bidi-font-weight: bold;">adaísmo</span> y comenzaron a llegar las películas de la <span style="mso-bidi-font-weight: bold;">Nueva Ola francesa</span> y los tratados
filosóficos de <span style="mso-bidi-font-weight: bold;">Ingmar Bergman</span>, a
quien estoy revisando otra vez por internet, con más provecho que entonces. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">Hay que haber vivido, supongo, hay que haber sufrido para
entender de veras a <span style="mso-bidi-font-weight: bold;">Bergman</span>. Es
una especie de <span style="mso-bidi-font-weight: bold;">Shakespeare</span><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"> </b>de la historia del cine. Magnífico y
profundo. Es una lástima que a los muchachos ahora los despisten con las
guerras de las galaxias y las fantasías de <span style="mso-bidi-font-weight: bold;">Matrix</span>. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">El cine acabó por convertirse en otra alienación vía <span style="mso-bidi-font-weight: bold;">Hollywood</span>. Y por eso se sabe que los
senadores y los expresidentes y los ministros se divierten jugando los juegos
que les ofrecen en la red. La gente ya no madura. Protegidos por sus padres
hasta que comienzan a envejecer, tal vez por eso existe tanta corrupción:
porque la mayoría de los hombres se muere sin haber superado el egoísmo del
adolescente.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">-¿Cuáles
fueron los primeros libros que llegaron a sus manos?<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">En la infancia, los cuentos de los <span style="mso-bidi-font-weight: bold;">hermanos Grimm</span>. Fue un libro que me regalaron cuando hice la
primera comunión. Y en el seminario conocí a <span style="mso-bidi-font-weight: bold;">Emilio Salgari</span>, un italiano fantasioso, el creador <span style="mso-bidi-font-weight: bold;">de</span><b style="mso-bidi-font-weight: normal;">
</b><span style="mso-bidi-font-weight: bold;">Sandokán</span>, que fue el autor
que me envició a la lectura para siempre. Y de <span style="mso-bidi-font-weight: bold;">Salgari</span><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"> </b>salté a <span style="mso-bidi-font-weight: bold;">Dickens</span> a los doce años. Y de ahí para
adelante jamás he dejado de leer ni un solo día en mi vida.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"></b></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgAFXeK6EZCjQRspm4894fgAWWkDBXIz4yt4TBdmudqq6eB6EIJ3xF_35JfDMAD6S0w1k6ewhD0XtBQfLWV4-RxwtQQDWlWzDN45XFFb48RzlAsnhLyT5SYAORAtGb6fbypydd1EeWu7zsP8mGt12uLAGf7nXCvRNN0PffyDIWALYoP984vDtyJ7Oi8zBM/s1088/Eduardo%20Escobar04%20(1).jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="612" data-original-width="1088" height="360" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgAFXeK6EZCjQRspm4894fgAWWkDBXIz4yt4TBdmudqq6eB6EIJ3xF_35JfDMAD6S0w1k6ewhD0XtBQfLWV4-RxwtQQDWlWzDN45XFFb48RzlAsnhLyT5SYAORAtGb6fbypydd1EeWu7zsP8mGt12uLAGf7nXCvRNN0PffyDIWALYoP984vDtyJ7Oi8zBM/w640-h360/Eduardo%20Escobar04%20(1).jpg" width="640" /></a></b></div><p></p><p class="MsoNormal"><span face="Arial, sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><i>El estudio y biblioteca de su finca en el municipio de San Francisco</i></span></p><p class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">-¿Leía
a Vargas Vila a escondidas en el baño, cuando no Playboy?<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">“<span style="mso-bidi-font-weight: bold;">Playboy</span>,
que yo sepa, no llegaba a Envigado cuando yo vivía mi pubertad. <span style="mso-bidi-font-weight: bold;">Vargas Vila</span>, desde que lo conocí, en
la adolescencia, me pareció fatal, un escritor inflado de vanidad, un mártir
espectacular, que hacía de su vida un circo. Lo detesté siempre. <span style="mso-bidi-font-weight: bold;">Jotamario Arbeláez</span> lo comparó con <span style="mso-bidi-font-weight: bold;">Fernando González</span>… pero debe ser
porque Jota no ha leído en serio a <span style="mso-bidi-font-weight: bold;">Fernando
González</span><b style="mso-bidi-font-weight: normal;">.</b> <span style="mso-bidi-font-weight: bold;">Fernando González</span> es un escritor
esencial, que los colombianos deberíamos convertir en imprescindible<b style="mso-bidi-font-weight: normal;">. </b><span style="mso-bidi-font-weight: bold;">Vargas Vila</span>, oropel, ramplonería de lupanar. Apenas un personaje
pintoresco que no merece un lugar en la historia de la literatura.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">-Dicen
que era un angelito luciferino de bucles rubios y mirada de basilisco, pero
también solitario y desamparado. Fuera de los libros, ¿en qué más se refugiaba?<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">Los libros fueron siempre un espacio alterno de mi vida.
Pero jamás fueron para mí un refugio contra la vida sino una forma de ahondar
en la vida. No leo para divertirme. Sino para enriquecerme. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">-¿De
dónde esas aspiraciones hacia la santidad como para haberse decidido por el seminario?
¿Es verdad que quería ser papa?<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">“Mi familia era muy religiosa por la línea paterna y por la
línea materna. Había mucha gente de iglesia en mi familia. Y yo fui un niño muy
religioso, en consecuencia. Y al mismo tiempo un niño de trastiendas perversas plagadas
de demonios por dentro y de pequeños odios y terrores. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">La santidad ha sido siempre mi vocación, aunque jamás haya
pasado de ser un aspirante libidinoso a la purificación. Y sí, quería ser papa…
el primer papa latinoamericano, y la gente se burlaba de mis aspiraciones
ingenuas, esos días cuando los papas eran italianos todos. Es que la gente que
me rodeaba decía algo que yo quizás preludiaba en mis sueños: que había un
argentino haciendo cola.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">-¿Qué
le dejó el seminario?<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">El seminario me enseñó a tomarme la vida en serio. Y esa
sombra de <span style="mso-bidi-font-weight: bold;">Dios</span>, que es
indeleble, imborrable para siempre cuando ha conseguido inquietarnos. Y sí, el
gusto por el conocimiento.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">-¿Quedan
amigos vivos de aquella época de beatitud y encierro?<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">“No. Todos mis verdaderos amigos ahora están muertos, aunque
muertos a medias, porque en mi vida de sobreviviente continúa en cierto modo el
diálogo con ellos. Y la cautela que pongo en no decepcionarlos.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">-¿Hubo
flirteos con algún efebo empecinado en transmutarse en arcángel a fuerza de
oración y penitencia?<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">Jamás le hice avances a ningún efebo por santo que
aparentara ser. En el seminario donde estuve, el de <span style="mso-bidi-font-weight: bold;">Yarumal</span>, todo era muy serio, hasta donde supe. Mis maestros eran
unos muchachos viriles y virtuosos, entregados a su misión salvadora. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">-¿Cuáles
eran las dudas más urgentes que lo asaltaban de muchacho?<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">Las mismas que ahora. Por qué hay cosas y no más bien nada.
Por qué pensamos. Quiénes somos. En qué consiste lo que llamamos realidad. Qué
significado tiene este universo inconmensurable, sin fondo, en fuga de sí
mismo. Y cómo es que todo pudo tener origen en un punto invisible que lo
contenía virtualmente. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">Es extraño que el Dios del seminario, incalificable,
imponderable, invisible y actuante, se parezca tanto a lo que los físicos de
hoy llaman <span style="mso-bidi-font-weight: bold;">La Singularidad</span>. Tal
vez el teólogo antiguo anticipó el conocimiento de ahora con sus abstracciones
poéticas.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">-Qué
le inspiraban esas imágenes de yeso de los altares, las procesiones de Semana
Santa, la solemnidad de los oficios, la comunión, la castidad<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">Todo formaba parte de una aventura. La estética y el deber.
Las aspiraciones y el vuelo de campanas. El misterio de la transubstanciación.
Y el empeño en la castidad y la mansedumbre y la caridad. La liturgia tiene un
elemento teatral, una solemnidad que ayuda a mantener la dignidad del ser. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">-¿Hasta
qué edad fue casto?<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">La castidad es un concepto relativo. Hay personas como yo
que podemos acostarnos con una mujer, con perfecta inocencia, respetándola como
un ser sagrado, aceptándola como un regalo, y hay personas reprimidas,
retorcidas, que ensucian todo lo que ven, lo que tocan, y lo que piensan.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"></p><div class="separator" style="clear: both; font-weight: bold; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEglWvJa8sZ1k-e3e_GMQgtFe24ISCzIHMgNLisT9GYE87wMURPEXVX4JyMvgPNgRcdJc9FnMZDSlj40Kkcf0dwZ0nrzJpPv4CvcdFpTlKr68qoyoBoKsYPMlVPJcfKFMpblaA92GR7hvTtZyl5zqZeWyiloB6XiBL0-C4-BhU1vcaj7_5KC-e3Nc3U1xcI/s2560/eduardo%20escobar%20111.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1920" data-original-width="2560" height="480" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEglWvJa8sZ1k-e3e_GMQgtFe24ISCzIHMgNLisT9GYE87wMURPEXVX4JyMvgPNgRcdJc9FnMZDSlj40Kkcf0dwZ0nrzJpPv4CvcdFpTlKr68qoyoBoKsYPMlVPJcfKFMpblaA92GR7hvTtZyl5zqZeWyiloB6XiBL0-C4-BhU1vcaj7_5KC-e3Nc3U1xcI/w640-h480/eduardo%20escobar%20111.jpg" width="640" /></a></div><br /><span face="Arial, sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><i>El poeta en la Librer</i></span><span face="Arial, sans-serif" style="font-size: 16px;"><i>ía Lerner presentando su libro 'Cuando nada concuerda'</i></span><p></p><p class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">-Quizás
la iglesia perdió un pontífice, pero la literatura ganó para Colombia uno de
sus firmes bastiones. ¿De qué manera lo sedujo Gonzalo Arango para reclutarlo
en las huestes del Nadaísmo, a contracorriente de su familia?<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">Yo busqué a los nadaístas, ellos no me buscaron a mí. Y
pronto me hice muy amigo de <span style="mso-bidi-font-weight: bold;">Gonzalo
Arango</span>, primero, y después de<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"> </b><span style="mso-bidi-font-weight: bold;">Amílcar Osorio</span>, dos personas que amé
mucho y me amaron mucho y que sigo amando y quizás me siguen amando desde su
clausura en el reino de los invisibles. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">-Gonzalo,
como tenía mucha cosa en la cabeza, le puso a usted un 'padre sustituto': <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Amílcar Osorio. ¿Por qué terminó obedeciendo
más al poeta marihuano que a su papá biológico, don Germán Escobar, empleado
del Banco Industrial Colombiano?<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">El Nadaísmo canceló mucho tiempo mis relaciones con mis
padres, que me expulsaron del hogar a las tinieblas exteriores, a la calle. Y
los <span style="mso-bidi-font-weight: bold;">nadaístas</span> se convirtieron
para mí en una familia sustituta. Pero hay que aclarar una cosa. Yo le enseñé a
<span style="mso-bidi-font-weight: bold;">Amílcar</span> a fumar marihuana. Y no
le gustó. <span style="mso-bidi-font-weight: bold;">Y Gonzalo Arango</span> la
conoció ya pasados sus cuarenta años, cuando yo ya estaba de regreso y me había
desinteresado de la hierba maldita. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">-Sagitario,
su signo en el Zodiaco, no puede ser más preciso con usted: errante, aventurero
incorregible, creativo, laborioso, inquieto ante todo riesgo, divertido, sin
ataduras, mujeriego, infiel, libidinoso irreductible, nómada y proclive a las
adicciones. ¿Falta algo?<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">El reconocimiento público de mi dignidad… y la riqueza, el
plutonismo.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">-¿Qué
cuadre de caja hace hoy con el amor? <o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">Estoy profundamente enamorado de una mujercita con novio.
Hermosa, inteligente y dulce. Es una relación muy bonita y muy trágica, porque
le llevo treinta y cinco años… Pero a ella parece no importarle y yo siento
como un honor cuando me dice: ‘ayer estuve pensando en ti’. O, <span style="mso-bidi-font-weight: bold;">‘cuando te veo, algo hace clic en mí’</span>.
Es mucha gracia para un ángel viejo como yo, que ha perdido ya todas las
gracias físicas de su adolescencia y ya tiene mustias las alas.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Ojalá me dure esa amistad. Es lo único que
quiero ahora.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">-Ha
dicho que “no hay nada que lo ponga a uno a decir más huevonadas que el amor”.
¿Cuántas cartas y sonetos, acaso una novela, dan cuenta de ese itinerario
sentimental?<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">Yo, como todo el mundo, he caído en la ridiculez, en el
esfuerzo por rendir tributo al amor. Pero, qué importa…<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">-¿Por
qué no le duran las mujeres?<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">Esto habría que preguntárselo a ellas. Pero en cierto modo
me duran. Me siguen queriendo a distancia, por lo que sé… Y doliéndose de mí y
haciendo mis alabanzas, según el día y la hora. Las mujeres son muy volubles,
como se sabe, animales lunares.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">-¿Es
cierto que el escritor Manuel Mejía Vallejo le quitó su primera novia, Amparo,
o sólo es un desvarío de Gonzalo Arango en su 'Biografía de un santo sin
aureola'?<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">No, mi primera novia se llamó <span style="mso-bidi-font-weight: bold;">Ana</span><b style="mso-bidi-font-weight: normal;">, </b>y sí, se me fue
con <span style="mso-bidi-font-weight: bold;">Manuel</span>. Pero después volvió.
Para volver a irse, claro… Aún nos vemos a veces. Y la sigo queriendo de un
modo incomprensible. <span style="mso-bidi-font-weight: bold;">Gonzalo</span> era
un gran inventor de cosas. En el fondo, creo que intentaba hacer con su
inventico del n<span style="mso-bidi-font-weight: bold;">adaísmo</span><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"> </b>una mitología.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">-¿Qué
ha buscado en las mujeres y que busca usted en ellas?<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">La ternura de la carne, el olor de la manzana, la música de
la voz femenina… Y a Dios, quizás. Fernando González dijo que Dios se escondía
en las muchachas.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Y quién sabe, las
mujeres son maravillosamente misteriosas. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">-¿Ha
tenido las mujeres que ha querido?<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">Digamos que muchas se han escapado de mis redes. Pero en el
recuerdo de la frustración, las que no pude poseer se mantienen vivas como un
deseo. Y deberían agradecerme esta forma de la inmortalidad que les concedo. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">-¿Cómo
es ser novio al borde de los 80 años?<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">Dulciamargo. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">-¿Será
cierto, como dice el escritor Manuel Vicent, que “uno está acabado cuando la
belleza lo pone triste”?<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">Entonces yo estoy acabado desde el principio. La belleza
siempre me entristeció. La sensación maligna de que jamás poseemos por completo
una mujer, aunque la tengamos entre nuestros brazos, en una cama. La
imposibilidad de la comunicación perfecta. Y la conciencia de que somos
mortales por más que nos juremos amores eternos. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">-Ana,
Inés, Mechas, Mariela, Betsabé, Diana, ¿quiere usted completar, como en el
tango, la larga cadena?<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">Mi poema de los amores realizados debería completarse con
el de los amores imaginarios. Y es una tarea imposible… o en todo caso,
dispendiosa. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">-¿Qué malas
hierbas hay ahora mismo en el solar del poeta?<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">Fui muy aficionado al desarreglo de los sentidos en mi adolescencia
y mi juventud. Ahora soy mucho más parco. He querido tomar yagé hace muchos
años, pero me huye, se me esconde.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">-¿Puede
haber hoy una droga más poderosa que la televisión, y hoy por hoy, el fluido
cibernético?<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">La televisión que vemos, casi siempre es mucho menos
inteligente que el aparato emisor. Pero también el cine que vemos y los libros
que leemos y… todo. El fluido cibernético es otra cosa. Es un gran milagro la
biblioteca infinita..<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"></p><div class="separator" style="clear: both; font-weight: bold; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjV6s-XU7DoIoj2dVhXHsSfS-jyUgBpS6HLF_yavNkdPPxfQFoi-_ZtWm7XNtbDY6OApQrgGSTW_pLb6_Hp-UdR_BDM0KzbfFShXNwft-OLvKxyaVBbVIUoj9Jj1Sl_kP27ZAfb5lVy152PxC9Lcw-IOLIt7v1vDOnUMpHFMAms1VoDARrtpr6duT10Svw/s2560/Eduardo%20Escobar02.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1920" data-original-width="2560" height="480" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjV6s-XU7DoIoj2dVhXHsSfS-jyUgBpS6HLF_yavNkdPPxfQFoi-_ZtWm7XNtbDY6OApQrgGSTW_pLb6_Hp-UdR_BDM0KzbfFShXNwft-OLvKxyaVBbVIUoj9Jj1Sl_kP27ZAfb5lVy152PxC9Lcw-IOLIt7v1vDOnUMpHFMAms1VoDARrtpr6duT10Svw/w640-h480/Eduardo%20Escobar02.jpg" width="640" /></a></div><br /><span face="Arial, sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><i>Nunca abandon</i></span><span face="Arial, sans-serif" style="font-size: 16px;"><i>ó su cigarrillo con pitillera</i></span><p></p><p class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">-Alguna
vez dijo que por el ácido lisérgico había conocido la divinidad, pero también
el terror demoníaco. En ese viaje de sicodelia ¿cómo vio a Dios y cómo al
diablo?<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">A <span style="mso-bidi-font-weight: bold;">Dios</span> lo vi
como la armonía universal, como un recogimiento amoroso que abarcaba todo,
desde el núcleo de la célula hasta la última estrella. Música callada. El
diablo es la fealdad, el miedo, la desesperación de la exclusión. La miseria
del bufón hambriento. En mi libro de ensayos, <span style="mso-bidi-font-weight: bold;">‘Cuando nada concuerda’</span>, tengo dos artículos más bien extensos
sobre estos dos invitados en la historia del hombre.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">-¿Cómo
ha salido de esos laberintos de la inconsciencia?<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">La buena suerte me ha salvado. Y el dios interior que a
todos nos asiste. O por lo menos a los que no nos hacemos los sordos.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">-¿Se
ha asomado al borde del precipicio del crimen?<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">Solo por curiosidad. Llevé una adolescencia atorrante,
demencial y suicida que me ayudó a formar el alma que tengo.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">-Claro,
el suicidio, como cuando perdido en la selva, casi se lo trastea el maligno.
¿Quién lo rescató de ese limbo?<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">La psiquiatría siempre es una ayuda cuando falla la voluntad
de vivir. La solidaridad de una mujer y la perspicacia de un amigo siquiatra me
salvaron del hoyo de la paranoia en aquella crisis, después de una larga
estadía en el <span style="mso-bidi-font-weight: bold;">Putumayo</span>.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">-¿Ha
sucumbido a la fiebre del opio?<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">El opio también se me escabulle siempre… Me encantaría
probar el opio. Debe ser un entresueño magnífico.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">-¿Cómo
lo pone hoy la marihuana?<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">La marihuana es apenas un roce elegante con el submundo. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Ahora siembran esa que llaman <i style="mso-bidi-font-style: normal;">cripi </i>y que más que apaciguarnos nos
irrita, nos inquieta. Me gustan más las yerbitas normales que siembran nuestros
campesinos normales.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">-¿También
la utiliza en pomada para aliviar coyunturas y articulaciones?<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">Soy una persona muy sana. Por fortuna todavía no me aquejan
esos males de la vida vivida.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">-¿Entonces
sólo le faltaría probar el yagé y el peyote?<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">¡Ah!… el peyote. Hay mucha cosa que nos falta por probar. La
farmacopea de aquellas sustancias reveladoras que nos conducen a la realidad
encantada, es casi infinita.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">-¿Cómo
se imagina el viaje sin regreso para el que todos estamos programados?<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">Eso espera. Ahí está, vigilando siempre. Y es una
insensatez tratar de preimaginarlo. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">-¿Cuál
es su idea de Dios?<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">“Dios es una idea poderosa. Ahora mismo hay un montón de
locos matándose por sus dioses… Dios existe, dijo Descartes, puesto que
nosotros, que existimos, lo pensamos. Más claro no canta el gallo de la pasión.
<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">-¿Qué
puede haber más allá de la muerte?<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">Me gusta lo que dijo Fernando González: ‘Y para dónde nos
van a sacar de la vida… si cuando cadáveres estamos viviendo como cadáveres… y
cuando polvo, como polvo…’. No nos pueden sacar de la vida. Todo lo que existe
ahora, existía desde siempre, si existe una lógica, y seguirá existiendo para
siempre… Supongo que la nada, que era La Singularidad, ya nos pensaba, ya nos
contenía como un huevo a la espera del día de la manifestación.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">-¿Cuál
es su teoría científica del universo?<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">El universo sigue siendo una hipótesis. Apenas estamos
saliendo del huevo de lo inerte a la conciencia plena.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">-Usted
ha sido un estudioso constante del cerebro. ¿Qué es lo que más lo asombra de
ese universo? <o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">Somos el instrumento a través del cual la materia se
conoce, se pesa, se mide, se hace consciente de sí misma, se canta y se abraza.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">-También
ha abonado en terrenos del esoterismo, incluso es supersticioso. Me dijo alguna
vez que le crepitan las células con las mujeres Géminis. ¿Cree en hechizos,
pócimas y transfiguraciones del espíritu?<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">Eso es muy misterioso en mi vida. Casi todas las mujeres
que amé y que amaron o dijeron amarme, fueron Géminis.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">-¿De dónde
ese espíritu joven, lúdico, cuando dice que le deprimen los viejos?<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">Es que la vejez es otro concepto relativo. Conozco muchos
jóvenes que ya parecen unos muertos. Y he conocido muchos viejos, como <span style="mso-bidi-font-weight: bold;">Fernando González</span> que, a pesar de los
achaques, parecen como si acabaran de nacer.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">-¿Le
han dicho que usted parece un adolescente octogenario?<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">Esa es una buena definición para mí. Un adolescente de 80
años, lleno de ilusiones todavía, lleno de intereses, de cosas por resolver.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">-Parafraseando
al artista Norman Mejía, '¿perdiendo el tiempo se ha ganado la vida'?<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">Bueno, he tratado de hacer lo que me ha dado la gana, sin
atender al respeto humano y he tratado de pensar mi vida por mi cuenta y
riesgo. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">-De
los múltiples oficios que ha hecho, ¿cuál de todos ha sido el más rentable?<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">Ninguno. <span style="mso-bidi-font-weight: bold;">Norman Mejía</span>
también solía decirme que el peor negocio es cualquier negocio. Tuve un café,
el <span style="mso-bidi-font-weight: bold;">Café de los poetas</span>, el
primero de los cafés culturales en Colombia, y no me dejó plata, pero me
divertí mucho. En ese sentido es el mejor negocio que hice, aunque también
acabó en bancarrota.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">-Pero
la poesía, la literatura, le dejó sus buenos dividendos cuando editores y
directores de medios sabían valorar y remunerar bien la palabra. ¿En qué
momento la poesía perdió interés en los editores que se resisten a publicarla?<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">A mí la literatura me ayudó a vivir, pero casi siempre tuve
que trabajar en otras cosas. Esperemos que la poesía, que ahora es ese babosear
que se estila en los festivales de poetas donde todos dicen las mismas
pendejadas, despierte un día renovada, a decir el mundo, cuando comencemos a
digerir el nuevo orden cibernético que apenas se inicia.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"></p><div class="separator" style="clear: both; font-weight: bold; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjWvZgaM2F6jOzkstNHzA1kBKqKp0t098ApII5j6db_NUOHqSo9haHBEp9wdtelMQwLMThMUomnLfyxpQWkBIXRhXDlXZ59Z6PFegeo6xvG2H3mLXipYiv0mNFyA8JKUD4MqARXdGvynZv0EvhMZAO7kLuSThh_B5WXHmo22QniscNy6B_NQDzmswn48Kc/s1088/Eduardo%20Escobar10.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="612" data-original-width="1088" height="360" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjWvZgaM2F6jOzkstNHzA1kBKqKp0t098ApII5j6db_NUOHqSo9haHBEp9wdtelMQwLMThMUomnLfyxpQWkBIXRhXDlXZ59Z6PFegeo6xvG2H3mLXipYiv0mNFyA8JKUD4MqARXdGvynZv0EvhMZAO7kLuSThh_B5WXHmo22QniscNy6B_NQDzmswn48Kc/w640-h360/Eduardo%20Escobar10.jpg" width="640" /></a></div><br /><span face="Arial, sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><i>"Soy un campesino que no trabaja el campo"</i></span><p></p><p class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">-¿Y en
qué instante se hundió el barco ebrio del Nadaísmo?<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">El nadaísmo fue una cosa muy efímera, una especie de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">coitus interruptus</i>. Para mí el Nadaísmo
fue el de los primeros años de Medellín, cuando éramos inconscientes de lo que
hacíamos. Después se volvió un <i style="mso-bidi-font-style: normal;">modus
vivendi</i>, un espectáculo, una especie de profesión, una maquinación.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">-¿Cree
que hoy en día hay jóvenes que siguen esas huellas? ¿O se puede decir que el nadaismo
fue un movimiento del pasado?<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">Esa postura que los nadaístas encarnamos es intemporal y
vuelve siempre bajo distintos nombres. Digamos que los profetas como Jeremías, éramos
nosotros… y Jesús y Francisco de Asís y Artaud y Ginsberg y Kerouac… eran lo
que fuimos nosotros. La protesta del alma lastimada por la hipocresía, y el
sinsentido. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">-¿Por
qué nunca pudo publicar 'Ejemplos de anamorfosis', su primera novela? ¿De qué
habla ella?<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">Es una historia muy intrincada y muy bella que voy a
retomar algún día. Es un párrafo de cuatrocientas páginas que narra la vida de
un muchacho que nace con el lomo impoluto en un pueblo de jorobados.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">-¿En
qué estaba pensando cuando se le vino a la cabeza 'La invención de la uva', su
primer poemario?<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">Esos poemas los hice porque sí… surgieron en el fondo de un
muchacho que se aburría en <span style="mso-bidi-font-weight: bold;">Medellín</span>.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">-¿Y
cuando escribió 'Cucarachas en la cabeza'?<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">Ese poema fue inspirado. Lo escribí de un tirón. Y un amigo
mío que además es un gran poeta dice que es un poema esencial en el siglo XX
colombiano. A lo mejor es así.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">-Uno
de sus mejores títulos es 'Vámonos de fracasos por el aire desnudo'. Eso ya es
un poema...<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">Y el poema es un poco gongorino, según recuerdo. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">-'Fuga
canónica', ¿quizás el libro de sus mayores afectos?<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">Ese es un libro hermosísimo que pasó casi desapercibido,
pero que volvió a ponerse de moda, transitoriamente. El <span style="mso-bidi-font-weight: bold;">Chapín Quevedo</span>, un músico bogotano del siglo XIX. Eso lo
justifica. Quizás lo reescriba. He acumulado desde entonces mucha información
sobre la historia de la música en <span style="mso-bidi-font-weight: bold;">América</span><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"> </b>desde los precolombinos.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">¿Por
qué dice que su libro de ensayos, titulado ‘Cuando nada concuerda’, <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>no es una obra para todo el mundo? <o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">Creo que lo disfruta mejor una persona que haya leído mucho
la literatura de la modernidad. Es una guía de lecturas, digamos… Y el titulo
quiere decir que es la crónica de un tiempo cuando la palabra nada era lo único
concordante con el mundo.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"></p><div class="separator" style="clear: both; font-weight: bold; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiDdZJF__tB3H9G4B58291wWeygwB10AUa2yMXJ7_hghAQhfDL-s8vIujFGrn6W9QXj4q7PNn-eXkCCVnNGie2C6PZ1Yx4_dMSGMVwwlFS5XfqbbBIpEMbgb99tC6_79oJZsfJdnE6Ph9RL_tc0yGPffW4NUGKV4yafKBO1VSx5YeWT-J0IeqN67scvoCk/s1088/Eduardo%20Escobar09.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="612" data-original-width="1088" height="360" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiDdZJF__tB3H9G4B58291wWeygwB10AUa2yMXJ7_hghAQhfDL-s8vIujFGrn6W9QXj4q7PNn-eXkCCVnNGie2C6PZ1Yx4_dMSGMVwwlFS5XfqbbBIpEMbgb99tC6_79oJZsfJdnE6Ph9RL_tc0yGPffW4NUGKV4yafKBO1VSx5YeWT-J0IeqN67scvoCk/w640-h360/Eduardo%20Escobar09.jpg" width="640" /></a></div><br /><span face="Arial, sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><i>Con Diana Carreño, una de sus amigas entrañables</i></span><p></p><p class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">-Después
de todo, como decía Sartre, ¿será que ahora somos más desgraciados, pero más
simpáticos?<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">Eso era en tiempos de <span style="mso-bidi-font-weight: bold;">Sartre</span>… ahora somos más desgraciados, pero más bobos. Basta ver la
literatura que hoy triunfa, la pintura que se exhibe en las galerías, el cine
que hace las delicias de la gente… la música que se oye.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">-¿Sigue
leyendo a Albert Camus?<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">Ya no. Esa gente ya dijo lo que tenía que decirnos.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">-¿Y a
Vladimir Mayakovski?<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">A veces vuelvo a sus poemas de cinco en cinco años. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">-¿Qué
le gusta de Barba Jacob?<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">Barba tiene un poema, <span style="mso-bidi-font-weight: bold;">‘Los desposados de la muerte’</span>, y una docena de versos que lo
salvan de ese modernismo de cacorro ilustrado que lo mató.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">-¿Y de
Rogelio Echavarría?<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">‘El poema de los jubilados’.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">-¿De
León de Greiff?<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-weight: bold;">León de Greiff</span><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"> es el
gran poeta colombiano de todos los tiempos. Pero más que eso. Los relatos son
grandes poemas en la literatura castellana. Es un personaje singularísimo y
complejo, con su desfile de heterónimos y soles sonoros y ríos y mujeres de
nombres exóticos.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">-¿Cómo
son sus afectos por la obra de Mario Rivero?<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">Mario, envigadeño como yo, tiene un montón de poemas muy
bellos. Era un vividor con una sensibilidad innegable, que hizo una síntesis a
veces muy sabia entre la poesía china de la antigüedad y la norteamericana del
siglo XX.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">-¿Qué
rescata de Cobo Borda?<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">“Cobo ha sido un gran divulgador de la cultura. Ha empleado
bien su vida en la reseña de la vida cultural del siglo XX en Latinoamérica.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">-¿Y de
Jotamario Arbeláez, su compañero en la justa nadaísta?<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">Me gustan sus poemas de juventud.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">-A
propósito, ¿a cuántos nadaístas ha enterrado ya?<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">Cuenta larga.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">-¿Vive
aún Elkin Gómez?<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">Elkin se me murió aquí, en mi casa, hace años, cuando yo ya
estaba a punto de enloquecerme con él. Era un huésped impotable.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">-¿Cómo
recuerda a Raúl Gómez Jattin?<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">Como un gran animal vociferante y estentóreo que además fue
un gran poeta. El mejor de los poetas posteriores al <span style="mso-bidi-font-weight: bold;">nadaísmo</span>.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"></p><div class="separator" style="clear: both; font-weight: bold; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgtYxNGrZSoAAT0kjNGJd2RvOvoiZgS1eS_IbMJ8wGJN9VXAItAXRNI1B-JT0xCeeSicZXaHnNpKNyx_0yU3pADiAphXt1wkp5_3ZQaQtNZGb9iS7hCVzsYiPmNLkJ-GwAPZWRlL2_zC5a5bpf6PqvEptdDOl6EOeFbd1ZkrRVESoO5OK0RAj1FgAmbnsg/s873/Eduardo%20Escobar17.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="655" data-original-width="873" height="480" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgtYxNGrZSoAAT0kjNGJd2RvOvoiZgS1eS_IbMJ8wGJN9VXAItAXRNI1B-JT0xCeeSicZXaHnNpKNyx_0yU3pADiAphXt1wkp5_3ZQaQtNZGb9iS7hCVzsYiPmNLkJ-GwAPZWRlL2_zC5a5bpf6PqvEptdDOl6EOeFbd1ZkrRVESoO5OK0RAj1FgAmbnsg/w640-h480/Eduardo%20Escobar17.jpg" width="640" /></a></div><br /><i><span face="Arial, sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">Sus primeros libros en las estanter</span><span face="Arial, sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 18.4px;">í</span><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">as de la Librer</span><span face="Arial, sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 18.4px;">í</span><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">a Merl</span><span face="Arial, sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 18.4px;">í</span><span face="Arial, sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">n</span></i><p></p><p class="MsoNormal"><b><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">-Ustedes,
los buenos poetas, son quienes deberían oficiar la misa de los domingos, porque la
de los católicos ya se torna reiterativa, y casi siempre aburrida… ¿No le
parece?</span></b></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">Puede decir así. El ritual católico se ha vaciado de
contenido, pero una misa bien entendida sigue siendo la reelaboración de un
mito maravilloso, triste y con un buen final. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">-¿Cuánto
hace que no se confiesa?<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">Con un cura, no me acuerdo… <span style="mso-bidi-font-weight: bold;">Pero a veces uno se confiesa con las mujeres entre dos coitos</span>. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">-¿Cuáles
podrían ser sus pecados mayores?<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">Yo no peco. Yo vivo lo mejor que puedo mis equivocaciones.
Y mis tendencias. <span style="mso-bidi-font-weight: bold;">Soy un santo
libidinoso</span>. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">-¿Y de
los capitales?<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">Soy inocente como una piedra a la deriva. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">-¿Tiene
fresquitas las oraciones que doña Elisa, su mamá, le inculcó desde niño?<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">Lástima que se me han ido olvidando. Había unas muy
hermosas.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">-Cuando
siente temor en la soledad de su finca, en esas noches de tempestad y truenos,
¿se larga a rezar padrenuestros y avemarías?<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">No temo a las tempestades. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">-¿Cuáles
son los temores que hoy más lo asaltan?<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">Soy un indolente. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">-¿Con
cuántos aguardientes queda listo para irse a la cama?<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">“Unos pocos son suficientes. Detesto la borrachera.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">-¿Sus
cuatro perros lo asisten en el sueño?<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">Mis perros son mis ángeles de la guarda.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">-¿Qué recomienda
para recuperarse de una resaca nadaísta?<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">El <i style="mso-bidi-font-style: normal;">bloody Mary</i>… o
en su defecto, echarse a morir en una hamaca hasta que el hígado tenga la
bondad de desintoxicarse. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">-Ya
sabe qué es criar un marrano para llevarlo al desolladero, también le es familiar
un manicomio, como cuando se pasó por loco para escribir una crónica memorable
en Soho. ¿Qué más le falta por hacer?<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">Quiero un yate y un avión pequeño para llevar de paseo a <span style="mso-bidi-font-weight: bold;">Marcela</span>. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">-¿Le
quedan amigos del pasado, o como decía el poeta Julio Florez: “¿Amigos?, no hay
amigos, es mentira, la amistad verdadera es ilusión”?<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">Un amigo relativo me enseñó que existen dos clases de
amigos: los buenos y los malos. Y todos son imprescindibles en una vida vivida
a plenitud. <span style="mso-bidi-font-weight: bold;">Los malos amigos a veces
son los mejores</span>.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"></b></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg9zEegJ8xzs9wVuDPFM6hkRwmeyKn7-2kBfu2I9_-rOO_eQalVKfG2p9ZL3tzY2nY2hvH4hY___4XAqznZr94Ib5R43TDCh5zgAz-0RW51V6imbhJI8EkqU9xlGRJV7ZvAT-cnaFDpw6rinvquhmKCkX-6-mv_yKwWlzAqbK59GIFU8KtRRquoRJv5jkU/s1184/Eduardo%20Escobar36.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="666" data-original-width="1184" height="360" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg9zEegJ8xzs9wVuDPFM6hkRwmeyKn7-2kBfu2I9_-rOO_eQalVKfG2p9ZL3tzY2nY2hvH4hY___4XAqznZr94Ib5R43TDCh5zgAz-0RW51V6imbhJI8EkqU9xlGRJV7ZvAT-cnaFDpw6rinvquhmKCkX-6-mv_yKwWlzAqbK59GIFU8KtRRquoRJv5jkU/w640-h360/Eduardo%20Escobar36.jpg" width="640" /></a></b></div><p></p><p class="MsoNormal"><i><span face="Arial, sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">No par</span></i><span style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 18.4px;"><i>ó</i></span></span><i><span face="Arial, sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"> de escribir hasta el fin de sus d</span><span face="Arial, sans-serif" style="font-size: 16px;">í</span><span face="Arial, sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">as </span></i></p><p class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">-¿Cuándo
fue la última vez que visitó al médico?<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">Después de que me sacaron un meningioma del tamaño de una
mandarina, hace como diez años.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">-¿Hoy
se queja de algo?<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">Me quejo por costumbre, para alejar a los envidiosos. O por
compasión con ellos. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">¿Ve
bien?, ¿oye bien?<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">Soy capaz de leer a oscuras… y una de mis actividades
habituales es escuchar música, cuartetos de cuerdas, sobre todo. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">-¿Cómo
le va con el sexo?<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">Vivo en un apartamiento tan casi perfecto, que ahora mismo
me parece que he recobrado mi virginidad. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">-¿Qué
chocheras le viven restregando las mujeres con las que ha vivido?<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">El gusto por la soledad es mi chochera desde hace mil años.
<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">-¿Qué
es ser viejo?<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">La vejez no es más que la falta de intereses, cuando
dejamos marchitar el cerebro.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">-¿Cuál
es la más terapéutica de las músicas?<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">“El jazz… el buen jazz <span style="mso-bidi-font-weight: bold;">de Miles Davis</span> y <span style="mso-bidi-font-weight: bold;">Thelonius
Monk</span>, por ejemplo. Enjuaga los pecados del alma, la desanquilosa. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">-¿Cuáles
son los tangos que más tararea de Virginia Luque, una de sus favoritas?<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">Me gustan mucho los tangos. Me sé todos los tangos. Y los
canto bien. A <span style="mso-bidi-font-weight: bold;">Virginia Luque la conocí
no hace muchos años… Me gusta como canta ‘Soy un arlequín’. <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">-¿Y de
Gardel?<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">Dicen que <span style="mso-bidi-font-weight: bold;">Gardel </span>canta
mejor todos los días… Pero me gusta más el de antes de que los gringos lo
cooptaran y lo pusieran a cantar canciones higiénicas con orquesta.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">-¿Tiene
tangos suyos inéditos?<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">En el <span style="mso-bidi-font-weight: bold;">nadaísmo</span>
el de los tangos era <span style="mso-bidi-font-weight: bold;">Mario Rivero</span>.
Pero claro que me gustaría componer un tango algún día.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiwIZzVb9rNm5Jo_-bqtENLZiMRwe6-UvTe_SY9HGYXHhMuVXDQigz2QZ3bhxBU_kDJ4-s9ZZdJ4Y0_gMwMZVe0vrLwUy2Jg5Ywh4HWxi3Y_lf5KR8XkJ5Voob314gLTGN_paviE-_1tJuB4QcSVkExE73qxccfp_OWo_MnvS6qVuhx2jsvvkjKlCxyeOI/s1164/Eduardo%20Escobar08.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="655" data-original-width="1164" height="360" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiwIZzVb9rNm5Jo_-bqtENLZiMRwe6-UvTe_SY9HGYXHhMuVXDQigz2QZ3bhxBU_kDJ4-s9ZZdJ4Y0_gMwMZVe0vrLwUy2Jg5Ywh4HWxi3Y_lf5KR8XkJ5Voob314gLTGN_paviE-_1tJuB4QcSVkExE73qxccfp_OWo_MnvS6qVuhx2jsvvkjKlCxyeOI/w640-h360/Eduardo%20Escobar08.jpg" width="640" /></a></div><i><br /><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">Fue un solitario irredento a quien nunca le faltó el amor</span></i><p></p>
<p class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">-Como
buen antioqueño, ¿le gusta la música de carrilera?<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">Me parece espantosa la música de carrilera. En cambio, me
gustan los bambucos de <span style="mso-bidi-font-weight: bold;">Obdulio y Julián</span>.
<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">¿Qué
tal le va como bailarín?<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">Soy un bailarín desafinado, de canilla floja. De diez en
diez años… sin embargo me sale el ángel en alguna fiesta de familia y no lo
hago tan mal.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">-¿Para
qué ha sido un desastre?<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">“Somos un desastre. Todos. Pero un hermoso desastre.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">-¿De
qué se ha venido desprendido?<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">Es que nunca he tenido muchas cosas que me sobren… De vez
en cuando purgo mi biblioteca y me desprendo de los libros malos que se van
colando.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">-¿De
qué se arrepiente?<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">De haber hecho sufrir a las mujeres que me amaron. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">-¿Qué
es lo primero que hace cuando se despierta?<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">Encender un cigarrillo y pronunciar el nombre de esa mujer…<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">¿Cree,
como los viejos de antes, que el mejor lugar para guardar el dinero es el
colchón?<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">Tampoco me ha sobrado el dinero. Como todo pobre, volador
hecho, volador quemado.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">-¿Qué
es el fracaso, maestro?<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">Todo es fracaso. Sobre todo, el éxito vano… No hay que
temer al fracaso. <span style="mso-bidi-font-weight: bold;">Frente a la muerte,
dijo el apóstol, no hay victoria</span>. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">-¿Cómo
observa el país que nos acontece?<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">“Todo es episódico. El país, poco o nada, tiene que ver con
el estado de mi alma. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">¿Usted
si cree que llegue a buen término el prolongado proceso de paz?<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">La guerra es una constante… y a los colombianos ya nos
encontraron los españoles matándonos… la guerra será superada por un proceso…
que quizás tarde todavía.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">-¿Repasa
la páginas de los obituarios?<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">No me interesan los muertos, si no el hecho de que somos
mortales y lo que esto significa.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">-¿Se
resiste a asistir a pompas fúnebres?<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">No me invitan casi nunca a funerales. Y cuando hay alguno,
siempre puedo contar con la representación de mi amigo <span style="mso-bidi-font-weight: bold;">Jotamario</span>.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">-Sigue
teniendo fe de que en cualquier momento se va a ganar el Baloto…<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">Eso está escrito desde el principio de los tiempos. Yo solo
tengo que usar la constancia… y cinco mil pesos.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">-¿Cómo
es su ritual en la hamaca que tiene guindada en su finca?<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">La hamaca me sirve para pasar los guayabos suspendido sobre
el abismo de los ahorcados… y para contemplar algunos crepúsculos cuando me
parece que vale la pena ver cómo se consumen.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">-¿Piensa
a menudo en la muerte?<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">La muerte es hermana mía… mi hermana gemela. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">-¿Se
ha imaginado de qué manera lo sorprendería?<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">Le dejo la ventaja de la sorpresa…<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">-¿Le
gustaría que lo despidieran con la 5° Sinfonía de Malher o con el Adagio de
Albinoni?<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">Con el <span style="mso-bidi-font-weight: bold;">Réquiem de
Mozart</span>… o con el de <span style="mso-bidi-font-weight: bold;">Paderewski</span>,
que es más patético y sirvió para hacer rabiar a los estalinistas en los
funerales del martirizado cardenal <span style="mso-bidi-font-weight: bold;">Mindszenty</span>.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">-¿Ya
tiene pensado su epitafio?<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">Eso ya no se usa. Ahora te queman y te mandan para la casa.
<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">-¿Repetiría
esta vida?<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">Cómo no. No me pareció tan pesada como un valle de lágrimas,
aunque a veces me hizo llorar.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">-¿Qué
será al final de cuentas el cielo, y qué el infierno?<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">Supongo que el infierno es el lugar a donde van los
pesimistas, para concederles la razón… y del cielo no hablemos, que de pronto
se nos cae encima.<o:p></o:p></span></p>Ricardo Rondónhttp://www.blogger.com/profile/02023732023252028316noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6403704431056921554.post-10932775982039566852024-03-08T06:03:00.001-05:002024-03-08T06:04:48.365-05:00"Nunca me casé porque no se me dio la gana": Patricia González, leyenda viva del bolero<p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjKE7UwHR9Yj_J0ov3oXupCjc_asiN7PPQRKfmYT6MU0mFmqkq21LAT0SSKuJMsP3lcok400rS-bVP1D27mUDWRlZGxUmGSWSPH4wyKAx9mF5nwbt1hLVdla0EhZVHMERFDdJIQSw8o3913VWXxUtCmN2ZrcTHy34kWAlBo3eMIRboBt1mkWjhtvsOrams/s3264/paty.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="2448" data-original-width="3264" height="480" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjKE7UwHR9Yj_J0ov3oXupCjc_asiN7PPQRKfmYT6MU0mFmqkq21LAT0SSKuJMsP3lcok400rS-bVP1D27mUDWRlZGxUmGSWSPH4wyKAx9mF5nwbt1hLVdla0EhZVHMERFDdJIQSw8o3913VWXxUtCmN2ZrcTHy34kWAlBo3eMIRboBt1mkWjhtvsOrams/w640-h480/paty.jpg" width="640" /></a></div><br /><p></p><p align="center" class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: center;"><i><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO; mso-font-kerning: 0pt; mso-ligatures: none;">La gran intérprete ecuatoriana celebra en
Bogotá el Día Internacional de la Mujer con un concierto íntimo en Casa E
Borrero<o:p></o:p></span></i></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><b><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO; mso-font-kerning: 0pt; mso-ligatures: none;">Ricardo Rondón Chamorro<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span face="Arial, sans-serif" style="font-size: 12pt;">Fotos: Ricardo Rondón y archivo particular</span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span face="Arial, sans-serif" style="background: white; font-size: 12pt;">N</span><span face="Arial, sans-serif" style="background: white; color: #212529; font-size: 12pt;">o había
culminado el bachillerato cuando reparó que el nombre de Patricia Lucía
Alexandra González Avellán era muy largo para marcar libros y cuadernos,
responder el llamado a lista y al incisivo "cómo te llamas", y esa
tediosa costumbre de firmar los memorandos de atención por su rebeldía.</span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span></span></p><a name='more'></a><p></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span face="Arial, sans-serif" style="background-color: white; color: #212529; font-size: 12pt;">Entonces optó
por el de Patricia González, a secas, tan común y silvestre como el nombre de
la recepcionista de la oficina de telégrafos, la vecina de la miscelánea, la
dependiente de la farmacia, y la peluquera y chismosa del barrio, donde en
medio de tinturas y alisados, la comunidad se enteraba, en voz baja, y con la
complicidad de los secadores a toda marcha, de lo que lengua rígida no se
atrevía en la vecindad.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span face="Arial, sans-serif" style="background-color: white; color: #212529; font-size: 12pt;">Las
revistas color rosa resaltan que a Patricia en su adolescencia le gustaba
correr en bicicleta por las playas de Salinas, que floreció en una familia
de frondosas ramificaciones artísticas, que a temprana edad empezó a aprender a
tocar piano, y que tiempo después se decidió por la guitarra, con la que
interpretaba tonadas, bombitas, pasacalles, pasillos y valses del bello y
variopinto patrimonio musical ecuatoriano.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span face="Arial, sans-serif" style="background-color: white; color: #212529; font-size: 12pt;">Ese
instrumento de cuerdas que ha sido su compañera de vida por los meandros de la
canción romántica en Latinoamérica y en las antípodas que, con su virtud y
magia interpretativas, y en un trayecto artístico de 54 años, le ha conferido
títulos como 'La Voz de Oro', 'La Primera Dama del Bolero', o 'La Ronca
González', apelativo que le acomodó la vieja guardia radial del espectáculo en
el país hermano que la vio nacer hace 80 años. Además de múltiples
reconocimientos como el Premio “Eugenio Espejo”, prestigioso galardón artístico
del gobierno ecuatoriano.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO; mso-font-kerning: 0pt; mso-ligatures: none;"><o:p> </o:p></span><span face="Arial, sans-serif" style="background-color: white; color: #212529; font-size: 12pt;">González
estaba destinada para brillar en el firmamento de la música, y agregado a su
brío y talento, contó con la fortuna de tener como padrinos a dos inmensos
pilares del romanticismo hecho canción: la cantautora peruana Chabuca Granda y
don Armando Manzanero, legado y testimonio del cancionero mexicano.</span><span face="Arial, sans-serif" style="font-size: 12pt;"> </span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh6L3ND5XI8ZK-Q48p3nrt5Mu4uipFVzsydO6_IXNyC3oh4krnbvCgnLUzyXx0pg996p0L47GcHKm4aNY_6xNMtMyClgGVHgUy65p0G3UDTxtvVdOmw7p0o-DU2EBcN6QFQmA91tG6gaIDchTBCoRvtxz3ve2sODlTjKYMkM5Egg7Ww6rFgp1poug71AKQ/s2379/paty%203.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1748" data-original-width="2379" height="470" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh6L3ND5XI8ZK-Q48p3nrt5Mu4uipFVzsydO6_IXNyC3oh4krnbvCgnLUzyXx0pg996p0L47GcHKm4aNY_6xNMtMyClgGVHgUy65p0G3UDTxtvVdOmw7p0o-DU2EBcN6QFQmA91tG6gaIDchTBCoRvtxz3ve2sODlTjKYMkM5Egg7Ww6rFgp1poug71AKQ/w640-h470/paty%203.jpg" width="640" /></a></div><br /><b><i><span face="Arial, sans-serif" style="font-size: 12pt;">Patricia </span><span face="Arial, sans-serif" style="background-color: white; color: #212529; font-size: 16px;">González y su madrina de carrera musical Chabuca Granda</span></i></b><p></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: center;"><b><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO; mso-font-kerning: 0pt; mso-ligatures: none;">De alto vuelo<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span face=""Arial",sans-serif" style="background: white; color: #212529; font-size: 12pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO; mso-font-kerning: 0pt; mso-ligatures: none;"><o:p> </o:p></span><span face="Arial, sans-serif" style="background-color: white; color: #212529; font-size: 12pt;">En su
interminable periplo por todas las cartografías a donde la ha llevado su
vocación por la música, que es su razón de ser, siempre con su guitarra bajo el
brazo o en el compartimento de equipaje de los aviones, Patricia González ha
llenado, desde majestuosos escenarios en ciudades capitales, hasta graderías y
recintos modestos de remotas provincias. </span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span face="Arial, sans-serif" style="background-color: white; color: #212529; font-size: 12pt;">Ha grabado
más de 40 discos, en solitario y a viva voz con rutilantes amigos cantores y
compositores, entre los que se cuentan, entre otros: Rolando Laserie, Mercedes
Sosa, Roberto Ledesma, Nelson Ned, María Dolores Pradera, María Martha Serra
Lima, Marco Antonio Muñiz, Daniel Santos, Piero, Silvana Di Lorenzo, Virginia
López, María Conchita Alonso, Silvio Rodríguez, Rocío Jurado, José Luis
Rodríguez 'El Puma', Paloma San Basilio, y por supuesto Chabuca Granda, Armando
Manzanero y Alberto Cortez.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span face="Arial, sans-serif" style="background-color: white; color: #212529; font-size: 12pt;">Su primera
salida musical de Ecuador fue a Colombia, donde grabó en Bogotá, en 1968, su
primer disco: 'En un rincón del alma', tiquete de su consagración
internacional. Lleva a nuestro país en sus fibras. Aquí también grabó, en 1988,
el álbum que ella considera el más entrañable y vigente de su aclamada carrera
musical: '20 boleros'. Hacía un tiempo considerable que no se presentaba en
Bogotá, hasta que los directivos de Casa E Borrero, en el atractivo Parkway La
Soledad, pensaron en ella para celebrar con su poderosa voz y sus vibrantes
cuerdas, el Día Internacional de la Mujer, este 8 de marzo.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span face="Arial, sans-serif" style="background-color: white; color: #212529; font-size: 12pt;">Fue un
placer volver a hablar después de muchos almanaques con Patricia González, esta
vez en el patio de paredes tachonadas de enredaderas de la casona teatral, bajo
el cielo primoroso de estos días veraniegos, y ella degustando de una copa de
vino.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span face="Arial, sans-serif" style="background-color: white; color: #212529; font-size: 12pt;">Bella,
coloquial, memoriosa, dispuesta a rebobinar el carrete de viejos tiempos, de
desempolvar el vívido paisaje de sus añoranzas y de disfrutar en su voz, con
sus cuerdas y a capela, ese rosario de lindos y sentidos boleros, que perennes
se acuñan "en un rincón del alma". En el alma de puertas abiertas de
Patricia González.</span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEikziibhr2JiqPkaY0dkv1z1DuGYPq3OryhHCBBz4vCCMsIeyneu9XTHOcvwRJ2-j34urTAd4JMLPDy5IbJaV2X4pCUN4fIIAYLN1_f2L5_2JpVJedXAgJRNbdLifyOJsXghBGdVXmMSm9bs9mIDz2MHmksQKNMrl3zXA1LaTCBiQljS353ctR3R1gOxhY/s1277/paty%204.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1015" data-original-width="1277" height="508" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEikziibhr2JiqPkaY0dkv1z1DuGYPq3OryhHCBBz4vCCMsIeyneu9XTHOcvwRJ2-j34urTAd4JMLPDy5IbJaV2X4pCUN4fIIAYLN1_f2L5_2JpVJedXAgJRNbdLifyOJsXghBGdVXmMSm9bs9mIDz2MHmksQKNMrl3zXA1LaTCBiQljS353ctR3R1gOxhY/w640-h508/paty%204.jpg" width="640" /></a></div><br /><span face="Arial, sans-serif" style="background-color: white; color: #212529; font-size: 12pt;"><b><i>En estudio, la 'Voz de oro', grabando con Armando Manzanero</i></b></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><b><span face=""Arial",sans-serif" style="color: #263238; font-size: 12pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO; mso-font-kerning: 0pt; mso-ligatures: none;">-Maestra, ¿cuánto tiempo sin venir a Colombia?</span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; mso-margin-bottom-alt: auto; text-align: justify;"><span face=""Arial",sans-serif" style="color: #263238; font-size: 12pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO; mso-font-kerning: 0pt; mso-ligatures: none;">-Por lo
menos diez años sin presentarme en público. Solo de paseo, por invitaciones de
mis amigas a sus cumpleaños y fiestas, algunas de ellas en la adorable
Cartagena. </span><span face=""Arial",sans-serif" style="color: #222222; font-size: 12pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO; mso-font-kerning: 0pt; mso-ligatures: none;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; mso-margin-bottom-alt: auto; text-align: justify;"><b><span face=""Arial",sans-serif" style="color: #222222; font-size: 12pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO; mso-font-kerning: 0pt; mso-ligatures: none;">-Porque a Colombia viene desde los inicios de su periplo artístico...<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; mso-margin-bottom-alt: auto; text-align: justify;"><span face=""Arial",sans-serif" style="color: #222222; font-size: 12pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO; mso-font-kerning: 0pt; mso-ligatures: none;">-Pero si es
que Colombia es mi segunda patria. Yo amo a Colombia. Aquí grabé mi primer
disco. Aquí hice mi carrera. Gratos recuerdos de tantos lugares donde me he
presentado: Bogotá, Manizales, Medellín, Cartagena. En Cali estuve en el local
de Gerardo De Francisco, 'El Zaguán del Viejo Conde', una belleza de lugar para
disfrutar de la bohemia.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; mso-margin-bottom-alt: auto; text-align: justify;"><b><span face=""Arial",sans-serif" style="color: #222222; font-size: 12pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO; mso-font-kerning: 0pt; mso-ligatures: none;">-Y, en la Media Torta, en Bogotá...<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; mso-margin-bottom-alt: auto; text-align: justify;"><span face=""Arial",sans-serif" style="color: #222222; font-size: 12pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO; mso-font-kerning: 0pt; mso-ligatures: none;">-¡Cómo no!,
en los años 70. Los artistas que veníamos del exterior, teníamos que
presentarnos por decreto en la Media Torta. Recuerdo una presentación, por allá
en el 75, o en el 76, cuando me tocó alternar con Rocío Jurado. La flamante
Rocío, acompañada por tremenda orquesta, y yo con mi guitarrita. Pero conecté
con el público. Al final recibí una ovación que no esperaba. Es que en Colombia
adoran el bolero.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; mso-margin-bottom-alt: auto; text-align: justify;"><b><span face=""Arial",sans-serif" style="color: #222222; font-size: 12pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO; mso-font-kerning: 0pt; mso-ligatures: none;">-Ha grabado bellas páginas del bolero, de grandes letristas
latinoamericanos. ¿También colombianos?<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; mso-margin-bottom-alt: auto; text-align: justify;"><span face=""Arial",sans-serif" style="color: #222222; font-size: 12pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO; mso-font-kerning: 0pt; mso-ligatures: none;">-Sí, de un
compositor maravilloso como lo fue Jaime R. Echavarría. Todo un personaje: cariñoso,
amable, además de gran letrista. Al principio me pareció curioso como firmaba:
Jaime R. Echavarría. ¿Qué será la R?, me preguntaba. Un día no aguanté y le
pregunté. "Rudecindo", dijo el maestro. Y así lo seguí llamando. Me
invitaba a su casa, se sentaba al piano y se nos iba la noche cantando y
tomando vino. Canté con él lo más bello de su repertorio: 'Noches de
Cartagena'.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; mso-margin-bottom-alt: auto; text-align: justify;"><b><span face=""Arial",sans-serif" style="color: #222222; font-size: 12pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO; mso-font-kerning: 0pt; mso-ligatures: none;">-También grabó con Helenita Vargas, 'La Ronca de Oro', ¿cómo la
recuerda?<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; mso-margin-bottom-alt: auto; text-align: justify;"><span face=""Arial",sans-serif" style="color: #222222; font-size: 12pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO; mso-font-kerning: 0pt; mso-ligatures: none;">-Helenita,
por supuesto, qué mujer tan extraordinaria. Era una cajita de sorpresas. Con
ella canté en la celebración de mis 25 años de carrera musical, en el Club El
Nogal. Nos acompañó en el piano Rudecindo. También grabé con ella la ranchera
'Amnesia', para su álbum 'Helenita Vargas y sus amigos'. Inolvidable: qué
empatía con Helena, con su personalidad y con su voz. Es que en Ecuador a mí me
llaman 'La Ronca González'. Ese disco es precioso. Entre otros amigos aparecen,
que recuerde: Margarita Rosa de Francisco, Alci Acosta, Vicky, Víctor Hugo
Ayala, Beatriz Arellano, Fausto, Galy Galiano y Jaime Rudecindo Echavarría.
Cómo te parece...<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; mso-margin-bottom-alt: auto; text-align: justify;"><b><span face=""Arial",sans-serif" style="color: #222222; font-size: 12pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO; mso-font-kerning: 0pt; mso-ligatures: none;">-Maestra, usted en Colombia grabó, en 1988, con el sello BMG, el álbum
más representativo de su trayectoria como intérprete romántica: '20 boleros'.
Una joya. La productora de ese disco fue Josefina Severino...<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; mso-margin-bottom-alt: auto; text-align: justify;"><span face=""Arial",sans-serif" style="color: #222222; font-size: 12pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO; mso-font-kerning: 0pt; mso-ligatures: none;">-¡Ayyy, la
Pepa Severino! Tú lo has dicho. Es el mejor disco de boleros que tengo. Mi
cédula sentimental. La Pepa, qué fino talento el de esa mujer. Y qué oído...<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; mso-margin-bottom-alt: auto; text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; font-weight: bold; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjXABl8psbkb_HZUS-C6CJ_RDaomtE6zHt8-qe3NnMOM6dbHtTkYpDw2-Av8kaKDqM08GyB3vYPxMbUqXzJUHQo3Rr-AcNc1TlWcMVfyxk8v-ePi01K2XL749Vh7gZgUSlyptDc9yTaT51NcFptT9vtvJDvsZ_2msC6BdNSdjhcjkgxFvTvlkww9W_fgTQ/s4000/paty%201.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="3000" data-original-width="4000" height="480" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjXABl8psbkb_HZUS-C6CJ_RDaomtE6zHt8-qe3NnMOM6dbHtTkYpDw2-Av8kaKDqM08GyB3vYPxMbUqXzJUHQo3Rr-AcNc1TlWcMVfyxk8v-ePi01K2XL749Vh7gZgUSlyptDc9yTaT51NcFptT9vtvJDvsZ_2msC6BdNSdjhcjkgxFvTvlkww9W_fgTQ/w640-h480/paty%201.jpg" width="640" /></a></div><br /><span face="Arial, sans-serif" style="color: #222222; font-size: 12pt;"><i><b>En el bello patio de Casa E Borrero, frente a una copa de vino</b></i></span><p></p><p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; mso-margin-bottom-alt: auto; text-align: justify;"><b><span face=""Arial",sans-serif" style="color: #222222; font-size: 12pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO; mso-font-kerning: 0pt; mso-ligatures: none;">-La canción estrella de ese álbum es 'En un rincón del alma', de Alberto
Cortez. Esa sentida página que a usted le inspiró la apertura de un bar con el
nombre de la melodía: 'El Rincón del Alma'. ¿Existe todavía ese lugar en su
natal Guayaquil?<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; mso-margin-bottom-alt: auto; text-align: justify;"><span face=""Arial",sans-serif" style="color: #222222; font-size: 12pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO; mso-font-kerning: 0pt; mso-ligatures: none;">-¡Nooo!,
eso fue hace muchos años, cuando estaba chiquitica, ahora estoy grandecita
(risas). Funcionó hasta que me dieron las ganas y la atención del lugar, porque
tú sabes las correrías de una artista, de aquí para allá, las giras, se pierde
el hilo y se cumple el ciclo. Ese fue un homenaje que le hice a Alberto Cortez,
un ser muy especial, con quien compartí escenario varias veces, y con muchos
cantores y cantoras de Ecuador y Latinoamérica".<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; mso-margin-bottom-alt: auto; text-align: justify;"><b><span face=""Arial",sans-serif" style="color: #222222; font-size: 12pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO; mso-font-kerning: 0pt; mso-ligatures: none;">-¿Qué ha representado en su vida el privilegio de haber tenido como
padrinos de su carrera artística a dos leyendas inmortales de la canción
romántica: Armando Manzanero y Chabuca Granda?<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; mso-margin-bottom-alt: auto; text-align: justify;"><span face=""Arial",sans-serif" style="color: #222222; font-size: 12pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO; mso-font-kerning: 0pt; mso-ligatures: none;">-Una
bendición de Dios que me puso en mi camino a esos dos grandes de la música, de
una larga lista de bellos artistas y personas de las que he estado rodeada
siempre. De Chabuca y de Manzanero aprendí no solo de música, sino de la vida,
de la cátedra maestra de la vida, porque este es un curso que acaba con la
muerte, y quedan infinidad de cosas por aprender".<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; mso-margin-bottom-alt: auto; text-align: justify;"><b><span face=""Arial",sans-serif" style="color: #222222; font-size: 12pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO; mso-font-kerning: 0pt; mso-ligatures: none;">-¿Cómo la descubrió Manzanero?<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; mso-margin-bottom-alt: auto; text-align: justify;"><span face=""Arial",sans-serif" style="color: #222222; font-size: 12pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO; mso-font-kerning: 0pt; mso-ligatures: none;">-Eso fue en
octubre de 1970, en el Hotel Colón, de la cadena Hilton. Yo estaba de concierto
cantando con mi guitarra y rematé la tanda con el bolero 'Te extraño', y al
final llegó el maestro (Manzanero), pone una silla al lado mío, y me dice:
"cantas precioso". <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; mso-margin-bottom-alt: auto; text-align: justify;"><span face=""Arial",sans-serif" style="color: #222222; font-size: 12pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO; mso-font-kerning: 0pt; mso-ligatures: none;">Yo le
respondí: "maestro, no tengo palabras para expresar la alegría y el
sentimiento de que usted venga al escenario a saludarme, y oír lo que me está
diciendo". Y él me propone: "te invito a mi habitación para
acompañarte con el piano y para que cantemos el resto de la noche". <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; mso-margin-bottom-alt: auto; text-align: justify;"><span face=""Arial",sans-serif" style="color: #222222; font-size: 12pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO; mso-font-kerning: 0pt; mso-ligatures: none;">Lo miré
sorprendida y le dije: maestro, son las 2 de la madrugada, ¿no le parece que es
demasiado tarde? Otra vez será... Nos despedimos, me fui a mi habitación y puse
en la puerta la plaquita de "por favor no interrumpir". <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; mso-margin-bottom-alt: auto; text-align: justify;"><span face=""Arial",sans-serif" style="color: #222222; font-size: 12pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO; mso-font-kerning: 0pt; mso-ligatures: none;">Al
siguiente día coincidimos en el mismo vuelo, rumbo a Guayaquil, donde los dos
nos presentamos. Recuerdo que cantamos 'Somos novios'. Ese fue el comienzo de
una larga y bonita amistad".<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; mso-margin-bottom-alt: auto; text-align: justify;"><b><span face=""Arial",sans-serif" style="color: #222222; font-size: 12pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO; mso-font-kerning: 0pt; mso-ligatures: none;">-Maestra, ¿cómo es que, a sus 80 años, de los 54 que lleva cantando,
conserva su voz intacta? ¿Cuál es la receta, o el truco?<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; mso-margin-bottom-alt: auto; text-align: justify;"><span face=""Arial",sans-serif" style="color: #222222; font-size: 12pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO; mso-font-kerning: 0pt; mso-ligatures: none;">-Ah, debe
ser el buen vino tinto (bromea y sonríe). Y gracias por recordar mi edad porque
nunca he tenido problema de revelarla. Pero lo que no digo es el peso...<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; mso-margin-bottom-alt: auto; text-align: justify;"><b><span face=""Arial",sans-serif" style="color: #222222; font-size: 12pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO; mso-font-kerning: 0pt; mso-ligatures: none;">-¿Cómo... el peso? ¿Habla de kilos o de plata?<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; mso-margin-bottom-alt: auto; text-align: justify;"><span face=""Arial",sans-serif" style="color: #222222; font-size: 12pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO; mso-font-kerning: 0pt; mso-ligatures: none;">-Ese es
otro secreto bien guardado.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; mso-margin-bottom-alt: auto; text-align: justify;"><b><span face=""Arial",sans-serif" style="color: #222222; font-size: 12pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO; mso-font-kerning: 0pt; mso-ligatures: none;">-Como secreto “bien guardado” cuando una periodista en Ecuador le
preguntó que cómo era posible que una artista romántica como usted, que toda la
vida le ha cantado al amor, no se haya casado...<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; mso-margin-bottom-alt: auto; text-align: justify;"><span face=""Arial",sans-serif" style="color: #222222; font-size: 12pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO; mso-font-kerning: 0pt; mso-ligatures: none;">-Y yo le
respondí en seco y mirándola fijo a los ojos: "porque no se me ha dado la
gana". La muchacha quedó muda y no me hizo más preguntas.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; mso-margin-bottom-alt: auto; text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjY2yeoF8gduP1qirEg8fDj0NgIPC1h8geHoaQ2cq7i-uIhRxfFCAOLh3GK9yfRG5dgjgf_c2rwsU1nWYSDks8NEUzaUA9I0YXUaDYbs5XFjti6wWNoW6O1WYvlFi4T3tITgPEccBYIrbhS7D_5MW5mWxmM3BZZbJ-FCn8h3y4HGsncRP_Um9mlT_9jB_s/s2504/paty%205.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="2474" data-original-width="2504" height="632" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjY2yeoF8gduP1qirEg8fDj0NgIPC1h8geHoaQ2cq7i-uIhRxfFCAOLh3GK9yfRG5dgjgf_c2rwsU1nWYSDks8NEUzaUA9I0YXUaDYbs5XFjti6wWNoW6O1WYvlFi4T3tITgPEccBYIrbhS7D_5MW5mWxmM3BZZbJ-FCn8h3y4HGsncRP_Um9mlT_9jB_s/w640-h632/paty%205.jpg" width="640" /></a></div><br /><b><i><span face=""Arial",sans-serif" style="color: #222222; font-size: 12pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO; mso-font-kerning: 0pt; mso-ligatures: none;">El disco entrañable y vigente en la brillante carrera de 'La Ronca </span><span face="Arial, sans-serif" style="color: #212529; font-size: 16px;">González'</span></i></b><p></p><p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; mso-margin-bottom-alt: auto; text-align: justify;"><b><span face=""Arial",sans-serif" style="color: #222222; font-size: 12pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO; mso-font-kerning: 0pt; mso-ligatures: none;">-También se dice de usted, que muy joven, en un acto de rebeldía, fue la
primera mujer en lucir un bikini, en una época en que las mujeres iban a la
playa de pantalón largo.</span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; mso-margin-bottom-alt: auto; text-align: justify;"><span face=""Arial",sans-serif" style="color: #222222; font-size: 12pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO; mso-font-kerning: 0pt; mso-ligatures: none;">-Sí, así
fue. Estaba por los 18 años. Y no porque fuera rebelde, sino porque tenía la
figura para lucirlo. ¿Quién me lo iba a impedir? Hoy no lo podría hacer porque
me demandarían por alteración del orden público (risas).<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; mso-margin-bottom-alt: auto; text-align: justify;"><b><span face=""Arial",sans-serif" style="color: #222222; font-size: 12pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO; mso-font-kerning: 0pt; mso-ligatures: none;">-No puedo escapar de tocar el tema sensible y calamitoso de la situación
que, de unos años a la fecha, está sufriendo Ecuador por culpa del
narcotráfico, que ha sembrado el terror y ha sepultado vidas como la del
candidato Fernando Villavicencio.<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; mso-margin-bottom-alt: auto; text-align: justify;"><span face=""Arial",sans-serif" style="color: #222222; font-size: 12pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO; mso-font-kerning: 0pt; mso-ligatures: none;">-Estamos
pasando por una época similar a la que ustedes vivieron con el narcoterrorismo
de los carteles, pero gracias a Dios contamos con la suerte de un presidente
como Daniel Noboa que, con apenas 35 años, está poniendo las cosas en su lugar,
reorganizando la casa, despejando el norte; porque tú sabes lo difícil que es
acabar con la droga en cualquier lugar del mundo, ya que donde penetra esa
maldición, lo corrompe y lo daña todo. Pero en el Ecuador, con Noboa, corren
vientos de esperanza. Recién publicaron que su gestión de sus primeros 100 días
marca el 80% de favorabilidad.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; mso-margin-bottom-alt: auto; text-align: justify;"><b><span face=""Arial",sans-serif" style="color: #222222; font-size: 12pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO; mso-font-kerning: 0pt; mso-ligatures: none;">-Usted se ha caracterizado por ser una mujer librepensadora, pero al
mismo tiempo arraigada a su fe católica. ¿Cómo maneja ese contraste? ¿De qué se
confiesa Patricia González?<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; mso-margin-bottom-alt: auto; text-align: justify;"><span face=""Arial",sans-serif" style="color: #222222; font-size: 12pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO; mso-font-kerning: 0pt; mso-ligatures: none;">-Yo sí voy
a misa, pero no me confieso. Rezo el rosario todos los días, a la 7 de la
mañana, al Señor de la Misericordia. Soy una mujer de fe. Tengo mi carácter y
digo las cosas por su nombre y sin arandelas. Y si no me confieso, es porque no
tengo nada de qué arrepentirme. Nunca le he hecho mal a nadie. Por el
contrario, me he pasado la vida cantándole al amor y uniendo corazones. Ya
puedo decir que estoy redimida.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; mso-margin-bottom-alt: auto; text-align: justify;"><b><span face=""Arial",sans-serif" style="color: #222222; font-size: 12pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO; mso-font-kerning: 0pt; mso-ligatures: none;">-Maestra, ¿cuántos vinos se ha tomado en esta tarde soleada, en este
bello patio de Casa E Borrero?<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; mso-margin-bottom-alt: auto; text-align: justify;"><span face=""Arial",sans-serif" style="color: #222222; font-size: 12pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO; mso-font-kerning: 0pt; mso-ligatures: none;">-Tres.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; mso-margin-bottom-alt: auto; text-align: justify;"><b><span face=""Arial",sans-serif" style="color: #222222; font-size: 12pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO; mso-font-kerning: 0pt; mso-ligatures: none;">-¿Y con cuántas copas se suelta a contar lo que lengua mortal decir no
pudo?<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; mso-margin-bottom-alt: auto; text-align: justify;"><span face=""Arial",sans-serif" style="color: #222222; font-size: 12pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO; mso-font-kerning: 0pt; mso-ligatures: none;">-Con 20 ya
empiezo a soltar la lengua (risas).<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; mso-margin-bottom-alt: auto; text-align: justify;"><span face=""Arial",sans-serif" style="color: #222222; font-size: 12pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO; mso-font-kerning: 0pt; mso-ligatures: none;">Patricia
González suelta una carcajada, se aferra a su guitarra, y retoma el hilo del
bolero que ya perdió la cuenta de cuántas veces lo ha interpretado en sus giras
de pomposos teatros y escenarios de cámara como este de Casa E Borrero, donde
la 'Voz del amor' rendirá tributo a la mujer, este 8 de marzo, a partir de las
9 de la noche.</span><span face=""Arial",sans-serif" style="color: #263238; font-size: 12pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO; mso-font-kerning: 0pt; mso-ligatures: none;"> </span><span face=""Arial",sans-serif" style="color: #222222; font-size: 12pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO; mso-font-kerning: 0pt; mso-ligatures: none;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; mso-margin-bottom-alt: auto; text-align: justify;"><span face=""Arial",sans-serif" style="color: #222222; font-size: 12pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO; mso-font-kerning: 0pt; mso-ligatures: none;">"En un
rincón del alma, donde tengo la pena que me dejó tu adiós..."<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; mso-margin-bottom-alt: auto; text-align: justify;"><b><span face=""Arial",sans-serif" style="color: #222222; font-size: 12pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO; mso-font-kerning: 0pt; mso-ligatures: none;">Informes de boletas: @atrapalo y taquilla Casa E Borrero: 3142944506 y 322
3180259</span></b></p>Ricardo Rondónhttp://www.blogger.com/profile/02023732023252028316noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6403704431056921554.post-62735086310931623382024-02-03T06:56:00.000-05:002024-02-03T06:56:09.779-05:00El primer maestro del torero César Rincón pasa el día con una sola comida, y se está quedando ciego<p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjJQuNY72iUFsonFej3t5oYwc_oXolpyaH0kMXAZa96YPHAixXgsfCPmzyzpnzBWePMG0svnUfMEjcsVpp-1sZUsVS0kJEPpaYer1H40Umnnuwejd2Cxx_JyGaTzjAed3l76h2flHwoP7_aQK80MxRnRnUjckC9uv3gfp7Ir8K8O3W9_Wn_jtAPmrL6YH0/s4160/brillo%2001.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="3120" data-original-width="4160" height="480" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjJQuNY72iUFsonFej3t5oYwc_oXolpyaH0kMXAZa96YPHAixXgsfCPmzyzpnzBWePMG0svnUfMEjcsVpp-1sZUsVS0kJEPpaYer1H40Umnnuwejd2Cxx_JyGaTzjAed3l76h2flHwoP7_aQK80MxRnRnUjckC9uv3gfp7Ir8K8O3W9_Wn_jtAPmrL6YH0/w640-h480/brillo%2001.jpg" width="640" /></a></div><br /><p></p><p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><i><span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%;">Íngrimo
y en extrema pobreza, Alfonso Brillón, de 85 años, sobrevive en medio de la
precariedad en un cuarto que le habilitó una buena señora en el barrio Samper
Mendoza <o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b><span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%;">Ricardo Rondón Chamorro<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%;">(Fotos: Ricardo Rondón)<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%;">De pie, mirada melancólica y lánguida
figura, como la del caballero andante de La Mancha, Alfonso Rodríguez Tibaduzo,
o "Alfonso Brillón", como lo conocen en los corrillos del toro,
observa lelo una partida de ajedrez que se disputa en una de las tantas mesas
al aire libre de la carrera 7ª de Bogotá, frente a la Iglesia de Las Nieves.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span></span></p><a name='more'></a><p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%;">Bajo un cielo espeso de
nubarrones grises, un relámpago amenaza chaparrón, y los primeros goterones
diluyen en paro la jugarreta de los ajedrecistas. Brillón apura el paso apoyado
en un escombro de bastón, y desemboca en el Club Lasker, de la 7ª con veintiuna,
querencia de los maestros del juego ciencia, y refugio de sonámbulos y
desocupados, para quienes el tiempo solo existe en los relojes que entre
tableros registran los movimientos de las fichas.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%;">A sus 85 años, en su rutina de
calle arriba y calle abajo, Alfonso Brillón tiene por <i>escampaderos</i> el
Club Lasker o un bingo de la avenida 19 con carrera 9ª, donde luego de
deambular por la 7ª, si es su día de suerte, algún conocido lo invita a un
café, le deja un billetico enrollado en la mano, o por lo menos le ofrece un
saludo para reconocerle que sigue vivo de milagro.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%;">Cualquier día, para marcar
diferencia en su ruta del desasosiego, al viejo instructor y mozo de espadas
bogotano le da por recoger los pasos de las prenderías de la carrera 10ª con
calle 9ª, La Primavera, donde toreros de tiempos idos, venidos a menos, empeñaban
sus trajes de luces o sus trastos toricidas (las espadas), urgidos por deudas,
el atraso del arriendo, una urgente receta médica, o el mercado de sus
familias. <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEghYYUe-36wRupVjW5FI1sga-08MBT6VFV7JEiazsfNvJERe0RlAq_Xd-52UFSkME4mY7NCYL13vJk_afXtpCvU8Lw-rRpTvAc1Wpk_XfF0qrcvn1R1fk7fxP1VhPWoI2pB5cod_4ak-pc_JLA_mk12H54sVqgOv5t1X2AlxkrGUqC2Cdgdu3rFakVGiAs/s4000/brillon%2024.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="3000" data-original-width="4000" height="480" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEghYYUe-36wRupVjW5FI1sga-08MBT6VFV7JEiazsfNvJERe0RlAq_Xd-52UFSkME4mY7NCYL13vJk_afXtpCvU8Lw-rRpTvAc1Wpk_XfF0qrcvn1R1fk7fxP1VhPWoI2pB5cod_4ak-pc_JLA_mk12H54sVqgOv5t1X2AlxkrGUqC2Cdgdu3rFakVGiAs/w640-h480/brillon%2024.jpg" width="640" /></a></div><br /><i><span style="font-family: Arial, sans-serif;"><b>R</b></span><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 16px;"><b>eportaje de la revista destinos, donde aparece</b> </span><b><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12pt; line-height: 17.12px;">César Rincón cuando era niño</span></b><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 16px;"> </span></i><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%;">Brillón, hijo de un
talabartero del barrio Las Cruces que tuvo veinte hijos con dos mujeres, soñó
de chiquillo con ser figura del toreo, motivado por aquellos domingos cuando se
escapaba de casa para vivir la fiesta desde afuera de la Plaza de Santamaría:
el tumulto y la algarabía de los aficionados, la vocinglería de los vendedores
de chubasqueros, botas, manzanilla, frituras y cerveza, las bocinas de los
pregoneros de espectáculos, y lo que más le henchía el pecho, los pasodobles
toreros.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%;">La ilusión se hizo más fuerte cuando
en el antiguo Teatro Faenza vio ‘El niño y el toro’, película dirigida por
Irving Rapper, que narra las aventuras de un adolescente campesino mejicano que
salva de la muerte a un astado al que había cuidado desde pequeño, justo cuando
en el anillo del redondel, un famoso torero se perfilaba a ejecutarlo con la
espada.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%;">El amago del aguacero no pasa
de ser lo que los provincianos antiguos llamaban un "espanta bobos".
Brillón reaparece en la 7ª con el trajinado bastón que guía su paso cansino y
la pesadez de la vida del hombre longevo, enfermo y sin recursos, que se
esfuerza en capotear su subsistencia alimentaria con la ayuda mensual de
120.000 pesos que le concede el distrito.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjFh5AANrF25x0d1t_1WnRzGbZWWJGhGqyWGz6irxtD_-VDXED5I9UZR25nn_-6MGNDpYVERNh9_Rql3MPc_lJWXUQmcOzSgWo0sVJrc7xmEj6-LvdaiVymhPavoIGWPO7hTtAqc1Gn6nGisln9dfeU5v5l8s29yPIMJozmgKSWZ1M7XQayNo0ArDX3nAU/s3718/brillo%2004.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="3113" data-original-width="3718" height="536" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjFh5AANrF25x0d1t_1WnRzGbZWWJGhGqyWGz6irxtD_-VDXED5I9UZR25nn_-6MGNDpYVERNh9_Rql3MPc_lJWXUQmcOzSgWo0sVJrc7xmEj6-LvdaiVymhPavoIGWPO7hTtAqc1Gn6nGisln9dfeU5v5l8s29yPIMJozmgKSWZ1M7XQayNo0ArDX3nAU/w640-h536/brillo%2004.jpg" width="640" /></a></div><br /><span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%;"><b><i>El instructor toreando con el viento en el Parque Renacimiento de la capital</i></b></span><p></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><b><span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%;">Los
tiempos de César<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%;">Antes de que la tarde se
apague, Brillón retorna a pie al barrio Samper Mendoza, donde una dama
caritativa, hace ya cerca de veinte años, le habilitó en su casa un pequeño
cuarto. Bajo el brazo lleva un cartapacio de plástico donde guarda sus dibujos,
además de recortes de prensa de los días de esplendor en los ruedos, y un libro
que narra sus vivencias taurinas: en la solapa aparece la foto de él y la del
torero César Rincón, cuando apenas contaba siete años de edad.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b><span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%;">-Maestro, ¿tiene tiempo mañana
para que charlemos de largo?<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%;">-Claro. Si quiere cáigame a
las nueve al Parque Renacimiento. Allí voy a estar entrenando.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%;">En efecto, ahí está Brillón,
puntual, bajo el espléndido cielo azul de una mañana soleada de enero. Luce
traje negro, camisa y zapatos del mismo color, y una pañoleta enroscada como
una mamba al cuello. Un torero mexicano bautizó como Brillón al niño maletilla,
cuando el chicuelo le echaba el carretón en la arena de la Santamaría: <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%;">-«Eh, tú, chamaco, tienes
brillo, eres un brillón, sigue así que vas bien-, le dijo. Y se cumplió el
bautizo: Alfonso Brillón. El Parque Renacimiento está solo, y lo de entrenar,
para el octogenario y ya vencido hombre de la fiesta, es dibujar en el aire,
con una muleta de niño, compases, circulares, naturales, forzados de pecho y
trincherazos, con el temple y el mando de los que nacieron para jugarse la vida
con un astado de 500 kilos en los alberos de las plazas <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiHK12h0fxHjzRmF8jzrhrUSycFAur47vRyAcVHGT7jyxj3JPZDcRWquL2JJK_nFF2-6h0P2GYgZPUjFlwqhK8J1IVDBZYc2KOuT3eF10zyJ9vCexaF5i89VQPzjp7kt1WZ6cT2ZiD8YTEc6fIuROxKkN_ZwQc7DpNUIZfUI2XiTWQAjfQPUnIaMvhWwAw/s3463/brillon%2020.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="3037" data-original-width="3463" height="562" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiHK12h0fxHjzRmF8jzrhrUSycFAur47vRyAcVHGT7jyxj3JPZDcRWquL2JJK_nFF2-6h0P2GYgZPUjFlwqhK8J1IVDBZYc2KOuT3eF10zyJ9vCexaF5i89VQPzjp7kt1WZ6cT2ZiD8YTEc6fIuROxKkN_ZwQc7DpNUIZfUI2XiTWQAjfQPUnIaMvhWwAw/w640-h562/brillon%2020.jpg" width="640" /></a></div><br /><b><i><span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%;">Alfonso </span><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 16px;">Brillón con el libro 'Vivencias taurinas', de su puño y letra</span></i></b><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%;">Brillón soñó la gloria de la
tauromaquia, pero careció de padrino y de 'parné' (como le dicen los gitanos al
dinero), y una tarde negra, de esas innombrables de la calamidad y la derrota,
para los que se visten de oro y de plata, sufrió en una plaza de Costa Rica el
golpe demoledor de un astado en el hombro derecho, que lo hizo claudicar como
novillero, y resignarse al rol de mozo de espadas, hombre de confianza en
oficios varios, al servicio de las figuras del toreo.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%;">Antes de ese infortunado
episodio, Brillón rememora las tardes azules en la primera plaza de Colombia,
la Santamaría, cuando tuvo el privilegio de ver a su ídolo de niño, el diestro
español Luis Miguel Dominguín (padre del cantante Miguel Bosé), y a los mexicanos
Luis Procuna, 'El Berrendito de San Juan', Luis Briones y Luis Castro 'El
Soldado', igual que a figuras nacionales de época como Joselillo de Colombia y
Manolo Zúñiga.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%;">A finales de la década del 60,
Brillón fue el primer espada que protagonizó una huelga, porque fue excluido
del cartel de una novillada en La Santamaría: un empresario lo reemplazó sin
mediar explicaciones por un novillero extranjero. Lo de Brillón fue un acto de
locura, más que de rebeldía, cuando trepó cual "hombre araña" a la
terraza del céntrico edificio de Colseguros.</span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhT0sMTJXeXhDnh5jt5NPEBywhJ48-3SsBFkbV8SCFVpTfR2xmFl-ZHnjFGIX36DhBJ9dhgzmBqSkkinTRcdGxASYct4iB-S8zzCLTsZD12gH53jTvQAIOmX_cvGMvKQi2iPuhrFb2oT0oa8sV2YY-NFTHbZydLUISWrz0dxm6ixHeCgl0qru_3Y3kd0Us/s3713/brillo%2014.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="3120" data-original-width="3713" height="538" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhT0sMTJXeXhDnh5jt5NPEBywhJ48-3SsBFkbV8SCFVpTfR2xmFl-ZHnjFGIX36DhBJ9dhgzmBqSkkinTRcdGxASYct4iB-S8zzCLTsZD12gH53jTvQAIOmX_cvGMvKQi2iPuhrFb2oT0oa8sV2YY-NFTHbZydLUISWrz0dxm6ixHeCgl0qru_3Y3kd0Us/w640-h538/brillo%2014.jpg" width="640" /></a></div><br /><span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%;"><b><i>La noticia de su huelga registrada por El Tiempo, a mediados de los años 60 </i></b></span><p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%;">La disparatada protesta
repercutió en noticia. Dividió opiniones entre los que pensaron que se trataba
de un suicida, y las habladurías de quienes lo señalaron de demente o de ladrón
de película. Intervinieron bomberos y policía, y el gentío durante horas a la
expectativa, alrededor de la edificación. Brillón guarda entre retazos
amarillentos el recorte del periódico El Tiempo que registró semejante
barbaridad.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%;">El mozo de espadas de pelo
cenizo, ojos claros y frente surcada y curtida de soles inclementes y del paso
de los años, insiste en sus muletazos al viento, compone la figura, exhibe dos
pasos adelante la pañosa, y explica cómo fueron las primeras lecciones que le
dio al pequeño César Rincón.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%;">«Yo le enseñé a taparse, sin
arriesgar el cuerpo, poniendo de frente la muleta a ras de tórax, y ayudándose
con la cintura, abriendo el compás, sin perder de vista el astado. Le di las
bases del mando, el temple y la seguridad. No fue sino verlo a primera vista
para darme cuenta de que en ese chico había un diamante en bruto, una figura
del toreo. No me equivoqué».<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjMftiEoFqQj7iJIwKpL80B3dLP9EvT2oy_lxJyBzSp9gkgGyNElZoRiJiBK9ZL-ZWhp6WJkgWAEy-XBx5tdk4E9JwVxDHDs0PAhN6uQb21AoBovlr3jlDRUA4yvxFZol07gAUZZbfQOxN2b59aa9jrg8WEp7l9Es72EurAdXr6pQ0W77B2dJJD5cMRQho/s3597/brillo%203.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="3120" data-original-width="3597" height="556" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjMftiEoFqQj7iJIwKpL80B3dLP9EvT2oy_lxJyBzSp9gkgGyNElZoRiJiBK9ZL-ZWhp6WJkgWAEy-XBx5tdk4E9JwVxDHDs0PAhN6uQb21AoBovlr3jlDRUA4yvxFZol07gAUZZbfQOxN2b59aa9jrg8WEp7l9Es72EurAdXr6pQ0W77B2dJJD5cMRQho/w640-h556/brillo%203.jpg" width="640" /></a></div><br /><b><i><span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%;">En la plaza bogotana donde Alfonso </span><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 16px;">Brillón</span><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 16px;"> </span><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12pt; line-height: 107%;"> soñ</span><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 16px;">ó de niño ser figura del toreo</span></i></b><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b><span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%;">-¿Cómo llegó Rincón a su vida
de instructor?<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%;">Por su padre, Gonzalo Rincón,
que era fotógrafo de calle y eventos, y después del periódico El Espacio. Me
llevó a su vivienda del barrio Fátima y me lo presentó: era un muchachito de
ojos vivaces, delgado, menudo, de brazos cortos, pero muy despierto, que le
pegaba <i>trapazos</i> con un suéter a su gozquecito. Lloraba de <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>rabia cuando no podía dibujar los lances del
toreo de salón. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b><span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%;">-¿Cuánto tiempo duró con
Rincón?<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%;">No más de dos años. Le enseñé
lo que sabía, lo que había aprendido de las grandes figuras, sin cobrarle un
céntimo a su padre porque vivía con estrecheces económicas. A Gonzalo apenas le
alcanzaba para el sustento de su familia. Es más, cuando César era invitado a
capeas y becerradas, corría a empeñar la máquina de retratar para los pasajes y
los gastos.<o:p></o:p></span></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><b><span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%;">“Ojo
con ese”<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%;">Pero no fueron en vano
esfuerzos y sacrificios. El chaval prometía. Lo confirmó el maestro español
Paco Camino, cuando en un tentadero en las afueras de Bogotá, un ganadero
filántropo le echó una becerra a un ansioso César Rincón de doce años, que
recibió la vaquilla con una tanda de ceñidos y vistosos lances con el capote.
«¡Ojo con ese...!», exclamó Camino, y el eco llegó a la España de los
Dominguín, los Ordóñez y los Bienvenida. Lo demás está consignado en los
anaqueles de la tauromaquia.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjtFmCkPUgqQAA32PzwFPM6qBRnqd86nNHSlu_6PPXCif1g4w_ZqtQ65DpW8Ppx1XHdi32U05rAAoBYBbPtLhCy_rPZVNNmM4py2iCVZJZYJEqY0NSTa1dpkaKflrWnrKboYXP8boBnvze-liHf62nnKTPGVGmK2a9ZtLTFzPUstoJwWr3lfySOvX9_79M/s3490/brillo%2012.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="3120" data-original-width="3490" height="572" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjtFmCkPUgqQAA32PzwFPM6qBRnqd86nNHSlu_6PPXCif1g4w_ZqtQ65DpW8Ppx1XHdi32U05rAAoBYBbPtLhCy_rPZVNNmM4py2iCVZJZYJEqY0NSTa1dpkaKflrWnrKboYXP8boBnvze-liHf62nnKTPGVGmK2a9ZtLTFzPUstoJwWr3lfySOvX9_79M/w640-h572/brillo%2012.jpg" width="640" /></a></div><br /><span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%;"><b><i>Las obras del instructor taurino que conserva en su nicho del barrio Samper Mendoza</i></b></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b><span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%;">-¿En qué momento se le fue
César Rincón de sus manos?<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%;">Cuando empresarios y padrinos
vieron que el chico tenía garra y horizonte en el mundo del toro, y se fijaron
no solo en su valor y destreza, sino en su carácter y disciplina: era un
muchacho serio y dedicado, diferente a sus contemporáneos, sabía lo que quería.
Por empresarios como Pedro Domingo y el destacado matador colombiano Efraín
Olano, radicado en Madrid, César tuvo sus primeras apariciones como novillero
en España. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%;">En esos años Rincón sufrió la
tragedia de su vida: su señora madre y su hermana murieron asfixiadas en un
incendio en su casa de Bogotá, por una veladora que le prendieron a la virgen
para que al chico le fuera bien en ruedos españoles. Tiempo después, en 1991,
recogería los frutos de esas plegarias cuando tocó el cielo de Las Ventas en
una gesta de tres tardes apoteósicas de salida a hombros por la puerta de la
primera plaza del mundo, con un público enloquecido. Y lo que vino después.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgSyCmCznhnZ0Vztyo-xMDmeEHFNmdytgUTl_8KCBSbTwLA7zjEh87n5NBYmBjn98Hb8WVlGyN0eavBCk075nr0n4FHz7cxbjIBUxwaskUvxS0r8oZScslonqFbegX-A3O2jmWy3g-hK8eEREdL7SIrHXuMLYhRS_RTOW3pg05SuYTXHgtSR34lvgoSv0M/s4160/brillo%205.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="3120" data-original-width="4160" height="480" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgSyCmCznhnZ0Vztyo-xMDmeEHFNmdytgUTl_8KCBSbTwLA7zjEh87n5NBYmBjn98Hb8WVlGyN0eavBCk075nr0n4FHz7cxbjIBUxwaskUvxS0r8oZScslonqFbegX-A3O2jmWy3g-hK8eEREdL7SIrHXuMLYhRS_RTOW3pg05SuYTXHgtSR34lvgoSv0M/w640-h480/brillo%205.jpg" width="640" /></a></div><br /><span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%;"><b><i>El maestro exhibe los dibujos que realiza de noche en la soledad de su cuarto </i></b></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b><span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%;">-¿Rincón le reconoció alguna
vez la mano oportuna que usted le dio cuando lo instruyó de niño?<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%;">Nunca he recibido nada de él.
Hace un mes largo, en el Congreso de la República, cuando se debatía el futuro
de la fiesta, me acerqué para preguntarle sobre su padre, Gonzalo, de quien un
conocido del toro me había dicho que sufría quebrantos de salud. Su actitud fue
áspera: «regular, regular», contestó en seco. Volteó la espalda y se fue.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%;">Pablo Becerra, septuagenario
subalterno colombiano, curtido en plazas de Colombia y del planeta taurino,
argumenta que figuras como Rincón solo se dan cada siglo: «César hizo de su
virtud una carrera brillante y aclamada como profesional del toreo. Brotó entre
piedras y abrojos por la pobreza de sus años de infancia y adolescencia, pero a
fuerza de músculo, convicción y disciplina, se hizo a la gloria merecida. Hablo
del maestro de la tauromaquia mundial, pero me reservo comentar o juzgar al ser
humano».<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%;">Con César Rincón, fueron
varios los toreros a los que Brillón prestó sus servicios como instructor y
mozo de espadas, entre ellos Gitanillo de América, El Gino, y Leandro de
Andalucía, el último a quien acompañó en capeas y plazas de ciudades y de
provincia. Pero si la buena suerte con el toro estuvo negada para él, en el
amor también. Dos matrimonios frustrados y seis hijos desperdigados por el
mundo dan cuenta de su triste soledad y precariedad en los duros años de su
vejez.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiS5vuJoITxomumnQKvOZ3figLUV-ZARvDvtwF1JNnKRmmzmPCbqUTwI3yu3aK8ZFUFFtdv2rOo8X1dliVSBjgYf9kv_8BuRNiYK_MjWEXTgm8BUDaOlo8nckiLnDUU0qlQ9WVzGaHe0xHTHKRFdc9mhwEzm4RuJHynRVNl6AmxiMJnzYrzFOWjFqpSkgo/s4160/brillon%2022.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="3120" data-original-width="4160" height="480" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiS5vuJoITxomumnQKvOZ3figLUV-ZARvDvtwF1JNnKRmmzmPCbqUTwI3yu3aK8ZFUFFtdv2rOo8X1dliVSBjgYf9kv_8BuRNiYK_MjWEXTgm8BUDaOlo8nckiLnDUU0qlQ9WVzGaHe0xHTHKRFdc9mhwEzm4RuJHynRVNl6AmxiMJnzYrzFOWjFqpSkgo/w640-h480/brillon%2022.jpg" width="640" /></a></div><br /><span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%;"><b><i>El ajedrez, uno de los pasatiempos favoritos del viejo mozo de espadas </i></b></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%;">Over Jelaín Fresneda Félix,
cucuteño de 62 años, legendario matador de toros, empresario y activista de su
gremio, también recibió las primeras pinceladas con el capote y la muleta del
maestro Alfonso Brillón, a principios de la década de los 80.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%;">Con 1.375 corridas a lo largo
y ancho de la geografía taurina de Colombia, y en otras latitudes, entre plazas
de primera categoría y empalizadas improvisadas de remotas comarcas, capoteando
no solo astados sino peligrosos "toretes" camuflados del conflicto
armado, Gitanillo, o Gitano, como lo conocen en tascas y mentideros de la
fiesta, dice profesar gratitud por el "viejo Brillón", de quien
asegura le ha ayudado cuando ha podido:<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%;">«Mi padre, José Over Fresneda
Franco, fue uno de los pioneros del toreo bufo en Colombia, con su espectáculo
Disneylandia Internacional, al igual que James Valencia, creador de Superlandia
Internacional, ambos con sus cuadrillas de maromeros y enanitos cómicos: de
esas camadas, en España y Colombia, surgieron figuras como Espartaco, José Mari
Manzanares, el Niño de la Capea, y el mismo César Rincón, entre muchos».<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjup48o5CIXaS1iQ5V1XLoaXL6GAshBx5BqaKwd_NZsdPJuqZEBa1lk9QgIAvDFlp4EgHKyQN5LmAUvqfveIhND1wzmo_IpKBOp9M-4BUj8g3TWThhcAqLOoPrprJDudmE-qF_9PukEwkS2xo_bNXgbjZE-Y43LYRxOvo_ebgp8iC3JnSaYw2CGU3VcChA/s4160/brillo%2017.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="3120" data-original-width="4160" height="480" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjup48o5CIXaS1iQ5V1XLoaXL6GAshBx5BqaKwd_NZsdPJuqZEBa1lk9QgIAvDFlp4EgHKyQN5LmAUvqfveIhND1wzmo_IpKBOp9M-4BUj8g3TWThhcAqLOoPrprJDudmE-qF_9PukEwkS2xo_bNXgbjZE-Y43LYRxOvo_ebgp8iC3JnSaYw2CGU3VcChA/w640-h480/brillo%2017.jpg" width="640" /></a></div><br /><span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%;"><b><i>Con la muleta de niño amoldada bajo el brazo como un cartucho de flores</i></b></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%;">«Mi padre, quien por muchos
años fue anunciado en los carteles como el 'Indio veloz', le encargaba a
Brillón la hechura de las máscaras para las cuadrillas. Él las hacía en papel
maché y las pintaba con colores: Mickey Mouse, Pluto, el Pato Donald, Tío Rico,
todos esos personajes que eran la diversión de chicos y grandes». <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%;">«Uno en la vida tiene que ser
agradecido con quien le da la mano, y más cuando está empezando. No sabía que
Alfonso (Brllón) estaba en semejantes condiciones. Me comprometo a liderar una
campaña para colaborarle, sobre todo por su salud, en una edad avanzada. Vamos
a por él con todos los que lo conocemos y le guardamos gratitud».<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%;">Un subalterno entrado en años,
hace tiempo retirado de los ruedos, que conoce a César Rincón de cuando todavía
no era figura, y que encomendó se le reservara su identidad, también comentó al
respecto:<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%;">«En todo oficio y profesión
está el más y el menos. El que pone el punto más alto y el que se lamenta de su
fracaso. A César Rincón nada le fue regalado. Por el contrario, le tocó pasar
las duras y las maduras con sacrificios, tragedias, pérdidas irreparables, y
enfermedades que lo tuvieron a un pelín de la muerte».<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%;">«Todo lo que logró fue a
fuerza de huevos y disciplina, porque nació para eso. No en vano llegó a ser el
más grande de la torería colombiana, aclamado y respetado aquí, en España,
Francia, México, y en otros países. Pero una cosa es el hombre y otra el torero».
<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%;">«César ha tenido carácter
fuerte, hasta con su mismo padre. A mis oídos llegó que hace unos años tenía al
viejo Gonzalo (Rincón) cuidando de noche un parqueadero de él en Madrid,
España. Entonces, si ese era el trato con quien contribuyó con su sangre a
traerlo a este mundo, y en medio de su pobreza a respaldarlo y a acompañarlo
cuando César hasta ahora daba los primeros pasos como torero, qué más se puede
esperar».<o:p></o:p></span></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><b><span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%;">Doña
Magnolia<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhZe2Kbl2VubL66XcIS5XbapzowwkQvzG_MtxNdJuheMF3gArH8jSG6zRDJTJgaDZqacosdl9ym8VtbF4RtRlAElsLbHTvNmC3ZzQgT77pBHIfSQB7JXh7qwLZ8gPbrNZgz4PoUQVSEZnKy7aIzKb1gFxxn45A-dB1ksOEMvTeWSki_PU7sfPttqnTIGFs/s3580/brillo.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="3097" data-original-width="3580" height="554" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhZe2Kbl2VubL66XcIS5XbapzowwkQvzG_MtxNdJuheMF3gArH8jSG6zRDJTJgaDZqacosdl9ym8VtbF4RtRlAElsLbHTvNmC3ZzQgT77pBHIfSQB7JXh7qwLZ8gPbrNZgz4PoUQVSEZnKy7aIzKb1gFxxn45A-dB1ksOEMvTeWSki_PU7sfPttqnTIGFs/w640-h554/brillo.jpg" width="640" /></a></div><b><i><br /><span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%;">Brillón con doña Magnolia Vallejo, su casera y protectora en sus años precarios</span></i></b><p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12pt;">Es medio día. Brillón enrolla la
muleta de párvulo y la amolda bajo el brazo como un cartucho de flores. Dice
que ya es suficiente por hoy. Le propongo que almorcemos en el centro, y él
responde que lo acompañe primero a su vivienda a guardar la pañosa.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%;">En el segundo piso de una casa
antigua del barrio Samper Mendoza, el veterano personaje de la tauromaquia
habita en un estrecho cuarto de misericordia donde no hay más espacio que para
una cama sencilla con nochero, un tubo atravesado donde cuelga vestidos y
camisas, y una radiograbadora de casetera. Todo se ve limpio y ordenado.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%;">Brillón extrae de un
cartapacio una serie de dibujos inspirados en el universo taurino, que él pinta
con esferos y lápices de colores sobre los reveses de almanaques, avisos publicitarios
y cartulinas que seguramente en algún momento desecharon colegiales. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%;">«En la noche, cuando llego de
mi caminata por el centro, me pongo a dibujar y a oír música clásica o
colombiana de las emisoras de la Universidad Nacional o de la Radio Nacional de
Colombia. Se me van las horas en este pasatiempo. Sin darme cuenta, a veces me
sorprende la madrugada. También leo y escribo», destaca Brillón.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjzpQnres2_PlerTSKkIoQMuCMFfiMG4FGSy14fA5tUR_KUXgJ29tkmD8a6NxirznHRkTBx2O6hwhD9LNmYb9V5LIfRbHLkmarJdD7KyBUmCHDOGcu93hfHIWD9JLGwZimAfr1BqPrG_rqsGJcz8Ty3DpgXy4lvC9LsnWyY7geQ_sbfdM8wmY0XxESrS28/s3586/brillo%2013.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="3005" data-original-width="3586" height="536" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjzpQnres2_PlerTSKkIoQMuCMFfiMG4FGSy14fA5tUR_KUXgJ29tkmD8a6NxirznHRkTBx2O6hwhD9LNmYb9V5LIfRbHLkmarJdD7KyBUmCHDOGcu93hfHIWD9JLGwZimAfr1BqPrG_rqsGJcz8Ty3DpgXy4lvC9LsnWyY7geQ_sbfdM8wmY0XxESrS28/w640-h536/brillo%2013.jpg" width="640" /></a></div><br /><span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%;"><b><i>Postales, carteles y reminiscencias de tiempos idos</i></b></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%;">De los dibujos, que los hay
por docenas, Brillón pasa a mostrar las fotos envejecidas de papel, y los
recortes cerosos y pajizos de revistas y periódicos, guardados por años. «Aquí,
con César, cuando estaba chavalito. Esa foto la utilicé para mí libro
'Vivencias taurinas'. Aquí en la ganadería de Mondoñedo. Vea, esta fue la noticia
que publicó El Tiempo cuando hice la huelga».<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%;">Es el único inventario de un
viejo sumido en la pobreza y en una soledad de <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>ermitaño de la urbe, presa de un romanticismo
irremediable, y de una resignación de apóstol de la orfandad, como la de los
personajes olvidados de Dios en las novelas de Alejandro Dumas.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%;">¿Qué suerte sería hoy la de
Alfonso Brillón si no hubiera sido por el espíritu compasivo de doña Magnolia
Vallejo, la dueña de casa? La buena señora que nos ofrece café dice que Brillón
no da disgustos porque no es borrachín ni cascarrabias. «Tiene pasos de gato:
ni se siente cuando sube las escaleras», aclara.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%;">Doña Magnolia cuenta que
acogió a Brillón hace ya dieciocho años, cuando su hija le informó que lo había
visto devastado y sin para donde ir, en un parque cercano a su residencia,
después de que en una vecindad le sacaron los corotos a la calle. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%;">«Él (Brillón) venía trabajando
con el matador Nelson Segura. Fue prácticamente el último trabajo que tuvo.
Segura me adelantó tres meses de arriendo, pero no volvió a aparecer. Mis hijos
me pidieron que le diera posada. Le habilité el cuarto donde está», relata la
samaritana.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjD7MbIBisyL9gc-TvG0lVJgRUaadsb5bqSF8Hx8Tv9Auu48fgj_FX34pvp_Ns7P1yupUltb-nDIX2osRnbLN0AZREk_d5kSmRH3qgzeIKUsvV5FsmE8FYeUifNuDRAoL9mv63FAbgEYp8Djq96caxlAmP7HdXMiHKRKqTsRs3onfmnCFWnhGH-omCKG5U/s4160/brillo%201.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="3120" data-original-width="4160" height="480" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjD7MbIBisyL9gc-TvG0lVJgRUaadsb5bqSF8Hx8Tv9Auu48fgj_FX34pvp_Ns7P1yupUltb-nDIX2osRnbLN0AZREk_d5kSmRH3qgzeIKUsvV5FsmE8FYeUifNuDRAoL9mv63FAbgEYp8Djq96caxlAmP7HdXMiHKRKqTsRs3onfmnCFWnhGH-omCKG5U/w640-h480/brillo%201.jpg" width="640" /></a></div><br /><b><i><span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%;">Alfonso </span><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 16px;">Brillón y su romanticismo irremediable por la fiesta brava </span></i></b><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b><span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%;">-Y ninguno de los hijos lo
ayuda?</span></b><span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%;">-, le pregunto a doña Magnolia.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%;">¡Qué, nada!, aquí en Bogotá
tiene un hijo, que es como si no existiera. Es que no consigue ni para él. Todo
lo contrario, si le puede sacar al papá algo de la triste ayuda que le da el
gobierno, lo hace. Más bien, Carmen, una hermana de don Alfonso le dejó pago el
seguro exequial. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%;">Nos despedimos de doña
Magnolia y subimos al centro. Tomo del brazo al viejo mozo de espadas que se
aferra a su desgatado bastoncito para tantear resquicios y andenes. Lo que más
lo atormenta por estos días es que está perdiendo la visión:<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%;">«Ya me acostumbré a pasar el
día con una sola comida. Pero lo que me preocupa es que me estoy quedando
ciego. Sufro de cataratas. El ojo izquierdo es el más afectado. Solo veo
siluetas. El derecho va por el mismo camino. He ido innumerables veces al Sisbén
del Olaya, pero no me paran bolas. Me salen con cuentos chinos, seguramente
porque me ven viejo, solo e indefenso. Estoy decidido a hacerles una huelga
allá. Así sea lo último que haga».<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhL-aCXnCixGLSUVYhQ0U0pL3YGfsxy0nIS2EMZVD9g5lJJE4-hu9g2moyxXbETWRrxhEGm_bBSkwO6U3SxCeT_ZWaLs__I3ejqMc0vdKeKhiuzvRYIzrmfTzgl-AWyKJ_BQX4ixbU21wPCgJ_sVDuSb5zURXNWqo1ixAy7UDzcitpazsjDZXCoEIPVam8/s3813/brillo%204.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="3089" data-original-width="3813" height="518" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhL-aCXnCixGLSUVYhQ0U0pL3YGfsxy0nIS2EMZVD9g5lJJE4-hu9g2moyxXbETWRrxhEGm_bBSkwO6U3SxCeT_ZWaLs__I3ejqMc0vdKeKhiuzvRYIzrmfTzgl-AWyKJ_BQX4ixbU21wPCgJ_sVDuSb5zURXNWqo1ixAy7UDzcitpazsjDZXCoEIPVam8/w640-h518/brillo%204.jpg" width="640" /></a></div><br /><span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%;"><b><i>En el Club Lasker de ajedrez, uno de sus refugios favoritos</i></b></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%;">Camino al ombligo de la
ciudad, le tomo un par de fotos en la Plaza de Toros de Santamaría, cuna de sus
frustrados sueños de infancia. Otras, frente al Planetario Distrital, en un
quiosco de galguerías que atiende una muchacha peliroja con la que Brillón solía
jugar ajedrez. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%;">Anclamos en la que fue la
última tasca taurina de postín en el centro capitalino: Casa Picardías,
epicentro de concurridos remates de corrida, frecuentada por ganaderos,
empresarios, toreros, periodistas, bellas y elegantes damas, y aficionados de
ley, hoy reducida a un restaurante popular.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%;">Mientras llega el servicio que
ordenamos, le pregunto a Brillón:<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b><span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%;">-Maestro, ¿en qué momento se
nos jode la vida, y todo se va al traste?<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%;">Eso es como el destino. Yo no
fui un tipo derrochador ni llevado por ningún vicio. Es que ni cigarrillo he
fumado. Mujeriego sí fui. Trabajé y me sostuve hasta donde me dieron las
energías, teniendo en cuenta que la fiesta de los toros está hace rato de capa
caída. Me sorprendió la vejez sin un peso, cuando ya a uno no le dan trabajo y
le hacen el quite. De no haber sido por la solidaridad de doña Magnolia, no me
imagino qué sería de mí. A lo mejor ya habría pasado a mejor vida.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%;">Alfonso Brillón hace una
pausa. Se contrae la nuez de su garganta, y su mirada azul turquesa se pone
vidriosa. Pienso que este hombre ya carece hasta de lágrimas, y que en medio de
su desventura, todavía le quedan arrestos para seguir viviendo, como los toros
en la arena con la espada sembrada en sus carnes, que en su agonía se recuestan
en los tableros y se resisten a caer. </span></p>Ricardo Rondónhttp://www.blogger.com/profile/02023732023252028316noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6403704431056921554.post-67012975176296293112024-01-12T11:51:00.002-05:002024-01-12T11:51:35.322-05:00El rito impredecible de la vida y la muerte en la obra del maestro Juan Torres Posada<p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjfDZcr5BnAqoqr3iqXJHYCXFrA7rXs7txD5VtKkkg80QBJS_c0vVmKSD7v_lneaK3DacUnWeFRzp7ro69COwNPi_haWGY5fdRlixkucX8-E3BR0Xx8zaVLTB3LFGAUJi9IFqRLvPPydS_m2gH2MoM2E9iXOGSEv5ZiWkd7RNqFqIbju67YZe_5Ul_z-xc/s1351/juanto.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1351" data-original-width="1105" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjfDZcr5BnAqoqr3iqXJHYCXFrA7rXs7txD5VtKkkg80QBJS_c0vVmKSD7v_lneaK3DacUnWeFRzp7ro69COwNPi_haWGY5fdRlixkucX8-E3BR0Xx8zaVLTB3LFGAUJi9IFqRLvPPydS_m2gH2MoM2E9iXOGSEv5ZiWkd7RNqFqIbju67YZe_5Ul_z-xc/w524-h640/juanto.jpg" width="524" /></a></div><br /><p></p><p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><i><span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%;">El
afamado escultor bogotano ha sido cadete, ingeniero pecuario, farmaceuta veterinario, aficionado taurino y bohemio de solera<o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b><span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%;">Ricardo Rondón Chamorro<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%;"><b>Fotos: Rubén Darío Escobar y
archivo particular </b><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%;">En el principio fue el barro y
la arcilla, y la palma ingeniosa del hombre que moldeó la réplica de su
compañera de ruta, y de las criaturas y las cosas que poblaban el mundo para
celebrar jubiloso el milagro de la vida.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span></span></p><a name='more'></a><p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%;">Como si de emular un párrafo
del Génesis se tratara, el artista bogotano de los altos de Chapinero Juan
Torres Posada, de 77 años, ha hecho de su virtud un tributo al creador de
creadores, cuando se habla de la escultura como el origen de lo divino: ese soplo
arcilloso de la inmortalidad que sublimaron Miguel Ángel, Donatello, Leonardo y
Rafael, genios del Renacimiento italiano.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%;">En estas lides de amalgama,
moldeo y vaciado, el maestro Juan tuvo sus primeras luces creativas con la
plastilina, elemento primario de inspiración y trabajo en las aulas escolares,
cuando acompañaba de niño a su padre veterinario en sus faenas por las fincas
de ganado de leche de las sabanas bogotanas: al llegar a casa, el pequeño hacía
grumos de masilla para moldear vacas, caballos y astados, sin advertir en su
inocencia que también estaba jugando al anatomista.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%;">Un pasatiempo más de la edad
temprana, porque Juan Torres Posada, cadete de la Escuela Militar José María
Córdova, se inclinó por la ingeniería pecuaria, motivado por el legado de su
padre. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%;">Por varios años, ofició como
administrador de hatos de producción de leche en sabanas de Cundinamarca, y en
Puerto Salgar y La Dorada estuvo al frente de almacenes veterinarios<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%;">No fue sino hasta hace treinta
y dos años que se tomó en serio y para el resto de sus días el arte de la
escultura, desmoralizado por la usurpación de una finca suya en el municipio de
Tota, Boyacá, por parte de las FARC. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%;">A la par del taller del
artista y del universo provocador y surrealista que envuelve ese duende, Torres
tiró del carretón de los placeres y sutilezas de la bohemia, y de los néctares
liberadores que acrecentaron su afición por la fiesta brava y los caballos de
alta escuela ecuestre.</span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%;"><b>Juan y Pepe</b></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, sans-serif; line-height: 107%;"></span></p><div class="separator" style="clear: both; font-size: 12pt; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEidBk0hjfP2QE28xgjG4AMPiIM39sB77XUYf7NefQoH9BE0A64J8pNPLVKaVPHEQ67X5nJi26LnlCJ_Oau6Xhl4yq3gqVTGGNzv7i6CTzQcMzE8R_uL4f3mD-sFd1pHZsY4shslc3pZiNJzhf32aCy4C2AzPOKymAMf4_3KqCBxxN5TsWtOn3NdvIVM5kY/s3714/Juanto%201.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="2704" data-original-width="3714" height="466" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEidBk0hjfP2QE28xgjG4AMPiIM39sB77XUYf7NefQoH9BE0A64J8pNPLVKaVPHEQ67X5nJi26LnlCJ_Oau6Xhl4yq3gqVTGGNzv7i6CTzQcMzE8R_uL4f3mD-sFd1pHZsY4shslc3pZiNJzhf32aCy4C2AzPOKymAMf4_3KqCBxxN5TsWtOn3NdvIVM5kY/w640-h466/Juanto%201.jpg" width="640" /></a></div><br /><b><i>El escultor junto a una foto de Pepe </i></b><span style="font-family: Arial, sans-serif;"><i><b>Cáceres</b>, <b>su amigo de juergas de juventud</b></i></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%;">En su juventud, en La Dorada,
había trabado amistad con el torero Pepe Cáceres, un espada en crescendo de
afilado <i>feeling</i> para cautivar Dulcineas, y una ambición furiosa de
querer comerse la esfera del mundo de un solo tarascazo.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%;">Con ácido humor, Torres trae a
colación la broma pesada que su compinche, el diestro tolimense, le jugó una
noche:<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%;">«La Dorada, por ser el
principal puerto del Río Magdalena, donde anclaban gentes de distintos saberes
y oficios, la mayoría comerciantes, trabajadores del ferrocarril, matarifes,
militares, aventureros de todos los pelambres, artistas y extranjeros, estaba
poblada de griles y lenocinios, de lo más refinado, hasta lo más rastrero».<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%;">«Los más frecuentados por sus
mujeres y la música en vivo eran <i>La Chata</i>, <i>La Peruana</i> y <i>La
Patecatre</i>. Pepe (Cáceres) era un <i>enfant terrible</i>, con una
personalidad arrolladora y un hado mefistofélico capaz de provocar lo
indecible».<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%;">«Una noche, en <i>La Chata</i>
(porque ese era el apodo de la madame de la mancebía), me pasé de alcoholes y
terminé dormido con la cabeza recostada sobre una mesa. Pepe, con una cuchilla,
cortó el espaldar de mi camisa, y con labial escribió en mis paletas: 'Estoy
donde las putas'. Luego salió a llamar a medio pueblo para que me viera. Ese
era Cáceres, ¡una bomba con el tic tac a toda marcha!, como bien lo retrata su
hijo Sebastián, el actor y cineasta, en su gran largometraje».<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%;">Escultor autodidacta, con un
concepto arraigado de las formas clásicas y volumétricas del expresionismo italiano,
y estudioso de la obra del escultor mexicano Hernando Peraza Ojeda, Torres
instaló el taller en su casa de Chapinero Alto, donde ha trascendido como uno
de los artistas más relevantes y cotizados de la afición taurina y ecuestre,
por su técnica de la cera perdida.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%;">Él mismo elabora la piedra
madre con los minerales básicos: marmolina, talco, sílice, cera de abejas y
óxido de zinc. Dicha amalgama se demora en secar, pero al final arroja una
textura más fuerte que la del mármol.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%;">En otro taller especializado
en fundiciones retoca la cera que sale de los moldes y la funde con el bronce,
para que salga derretida. Por último, se procesa el vaciado, que define la
figura deseada.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: center;"><b><span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%;">En Manizales<o:p></o:p></span></b></p><p class="MsoNormal"><b></b></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><b><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjD-KN76MMhSwbNPFUaVReicbHfkV6nhC_wYT5gk5-O5Hu6MY0Jy1DxNdq12GQvuxqE7Saw522wgWuWSTIShv2GgncyWAVgIoADwooHIllEn177iqUVREy_w7YTUsQTjQNQmPc_JJQ4Yh6ImwZvuUeHo_UT0h5XjWmyW1qaxIEAE2sqDXcZJ5xjr-RCZN8/s1280/juan%201.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="720" data-original-width="1280" height="360" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjD-KN76MMhSwbNPFUaVReicbHfkV6nhC_wYT5gk5-O5Hu6MY0Jy1DxNdq12GQvuxqE7Saw522wgWuWSTIShv2GgncyWAVgIoADwooHIllEn177iqUVREy_w7YTUsQTjQNQmPc_JJQ4Yh6ImwZvuUeHo_UT0h5XjWmyW1qaxIEAE2sqDXcZJ5xjr-RCZN8/w640-h360/juan%201.jpg" width="640" /></a></b></div><b><br /><i><span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%;">El maestro y su obra en el </span><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 16px; text-align: justify;">Salón Picasso, del Hotel Carretero, de Manizales</span><span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%;"> </span></i></b><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%;">Su capital, como virtuoso y
afamado artista escultórico, traza la línea de ganaderos, empresarios taurinos,
toreros, caballistas, aficionados de estas tierras y del otro lado del
Atlántico: portugueses, españoles, franceses e italianos. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%;">El maestro Torres ha sido por
varios años el escultor oficial de los trofeos a los matadores y ganaderos
triunfadores de las temporadas taurinas en Colombia; también requerido para
estos menesteres en México, Venezuela, Perú y Ecuador.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%;">Invitado de honor a la Feria
Taurina de Manizales, Torres Posada cumple este año a su cita número quince
como expositor de su flamante obra en el Salón Picasso del emblemático Hotel
Carretero.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%;">Para esta ocasión, rinde
homenaje al recién fallecido maestro Fernando Botero con las esculturas de un
cornúpeta y una bailarina a su aire, entre otras majestades alegóricas
inspiradas en el mito del toro cretense, de sus amados corceles, y del Eros y
el Tánatos que representa el arte del toreo, el último rito pagano de la
humanidad, esa danza impredecible entre la vida y la muerte que se pacta en un
redondel.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%;">Cuando se le pregunta al
escultor bogotano Juan Torres Posada qué celebridades de todos los tiempos
guarda en el cofrecito de sus añoranzas, él, llevando su mano al mentón,
responde:<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%;">«Aunque soy más torista que
torerista, conservo profundos afectos por el terrible Pepe Cáceres, recordado
amigo; y por Santiago Martín (El Viti), Palomo Linares, César Rincón, Enrique
Ponce, y de la última generación, el peruano Andrés Roca Rey».<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b><span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%;">-¿Maestro, y aún liba usted de
las copas pletóricas de bebidas espirituosas?</span></b><span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%;">- le preguntamos en la
despedida.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%;">«Desde luego. No puede faltar
en el taller y en la mesa la ambrosía de la inspiración. Y si el médico me la
llegara a prohibir, ¡cambio de médico!» <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%;">Y se aleja el genial artista
con sus andares marciales en compañía de Yesid Aguilar, su "alguacilillo"
de turno, guarda y mentor de la Barra 5.</span><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12pt;"> </span></p>Ricardo Rondónhttp://www.blogger.com/profile/02023732023252028316noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6403704431056921554.post-59135003261355558062023-07-01T04:03:00.003-05:002023-07-01T04:08:26.113-05:00Con solo 25 años, la periodista Beatriz Valdés Correa, oriunda de Lorica, Córdoba, gana el codiciado Premio Gabo<p></p><p align="center" class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: center;"><i></i></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><i><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhWXLfmODKiYUinq37LqkbYKx3VFoN6BuRMUH2e1cqoZ7sZ-03HmhHyyTrtvfquqnSrZN2135wtk2cgrCVBKJspbFCT9dSErDo_iyLDt06jhjIgydSzCH0HdcaJCG1sMnH88e3oLUWgBz6W-PQ58QOKRb3TTLXmB2C-dprmvOV25fI2gS_VcVfhspLTCyo/s1536/Beatriz%20Col%C3%B3n.jpeg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1024" data-original-width="1536" height="426" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhWXLfmODKiYUinq37LqkbYKx3VFoN6BuRMUH2e1cqoZ7sZ-03HmhHyyTrtvfquqnSrZN2135wtk2cgrCVBKJspbFCT9dSErDo_iyLDt06jhjIgydSzCH0HdcaJCG1sMnH88e3oLUWgBz6W-PQ58QOKRb3TTLXmB2C-dprmvOV25fI2gS_VcVfhspLTCyo/w640-h426/Beatriz%20Col%C3%B3n.jpeg" width="640" /></a></i></div><i><span face=""Arial",sans-serif" style="color: #222222; font-size: 12pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO; mso-font-kerning: 0pt; mso-ligatures: none;"><p align="center" class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: center;"><i><span face=""Arial",sans-serif" style="color: #222222; font-size: 12pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO; mso-font-kerning: 0pt; mso-ligatures: none;"><br /></span></i></p><div style="text-align: center;"><i><span face=""Arial",sans-serif" style="color: #222222; font-size: 12pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO; mso-font-kerning: 0pt; mso-ligatures: none;">El galardón está representado en
35.000.000 de pesos colombianos, un diploma y un ejemplar de la escultura
'Gabriel', del artista Antonio Caro. Otros ganadores.</span></i></div></span></i><p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm;"><span face=""Arial",sans-serif" style="color: #222222; font-size: 12pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO; mso-font-kerning: 0pt; mso-ligatures: none;"><o:p> </o:p></span><b><span face=""Arial",sans-serif" style="color: #222222; font-size: 12pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO; mso-font-kerning: 0pt; mso-ligatures: none;">Ricardo Rondón Chamorro </span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm;"><span face=""Arial",sans-serif" style="color: #222222; font-size: 12pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO; mso-font-kerning: 0pt; mso-ligatures: none;"><o:p> </o:p></span><span face="Arial, sans-serif" style="color: #222222; font-size: 12pt;">(Con información y fotos de la Fundación Gabo)</span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm;"><span face="Arial, sans-serif" style="color: #222222; font-size: 12pt;">La joven periodista colombiana Beatriz Valdés
Correa fue galardonada con el Premio Gabo 2023, en ceremonia realizada en el
Teatro Colón, en el marco del Festival Gabo, que en su 11° edición, se
desarrolla en el Gimnasio Moderno de la capital de la República.</span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm;"><span></span></p><a name='more'></a><p></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm;"><span face="Arial, sans-serif" style="color: #222222; font-size: 12pt;">Valdés, de veinticinco años, oriunda de Lorica,
Córdoba, y egresada de la facultad de periodismo de la Universidad de
Antioquía, se hizo acreedora del preciado galardón por el reportaje 'El grito
por justicia y reparación de las mujeres afro violentadas sexualmente', escrito
para Colombia + del diario El Espectador.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm;"><span face="Arial, sans-serif" style="color: #222222; font-size: 12pt;">Debido a prejuicios racistas, las mujeres
afrocolombianas sufrieron crímenes sexuales cargados de sevicia durante el
conflicto armado. </span><span face="Arial, sans-serif" style="color: #222222; font-size: 12pt;"><o:p> </o:p></span><span face="Arial, sans-serif" style="color: #222222; font-size: 12pt;">A pesar de que organismos estatales han reconocido
esta afectación diferenciada, poco se ha hecho para repararlas. </span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm;"><span face="Arial, sans-serif" style="color: #222222; font-size: 12pt;">En este trabajo se cuenta la historia de Aura, una
mujer negra de los Montes de María que sufrió violencia sexual por parte de
miembros de la fuerza pública, y se ahonda en las consecuencias de este delito
en su cuerpo y en los cuerpos de otras mujeres. </span><span face="Arial, sans-serif" style="color: #222222; font-size: 12pt;">De esta forma, se narra un relato colectivo que
desemboca en dos propuestas de reparación que ellas hacen.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm;"><span face="Arial, sans-serif" style="color: #222222; font-size: 12pt;">«Un reportaje impresionante en todos sus aspectos:
la factura, la reportería, la escritura. Estremece porque permite desentrañar
un tema tan asfixiado como las violaciones sistemáticas que hicieron parte del
accionar de los actores armados durante el tiempo de mayor crudeza del
conflicto armado en Colombia.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm;"><span face="Arial, sans-serif" style="color: #222222; font-size: 12pt;">Así es como este trabajo pone el foco sobre un
tópico más bien opaco, que necesita hablarse con claridad, narrarse, porque los
delitos sexuales siguen siendo una brutal herida en Colombia. Emociona cómo se
van desenvolviendo todos los aspectos del personaje, que se puede conocer en su
totalidad gracias a una apuesta maravillosa que equilibra redacción y
estructura», resaltó el acta del jurado.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: center;"><b><span face=""Arial",sans-serif" style="color: #222222; font-size: 12pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO; mso-font-kerning: 0pt; mso-ligatures: none;">Compromiso humanitario </span></b></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm;"><b></b></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><b><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjsGAu3-ZNwO7pveHh5QIEMd9ocrvFWVP2-mw9AxVB19NRJYEeTrdUjUaoxPY7ri9YYhQf5SkbGiImhpajLdGQUiPZdq3bQS-TfgArCNA3KOadI1ArTqRQdSfkiGEAtxwIc2bKaj9jCkHO4uDaJZqmUykxqAIaAqUKcLrXgVV7jb2G7RMWuHAvErkUT7pc/s2560/Beatriz%20Valdes.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1920" data-original-width="2560" height="480" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjsGAu3-ZNwO7pveHh5QIEMd9ocrvFWVP2-mw9AxVB19NRJYEeTrdUjUaoxPY7ri9YYhQf5SkbGiImhpajLdGQUiPZdq3bQS-TfgArCNA3KOadI1ArTqRQdSfkiGEAtxwIc2bKaj9jCkHO4uDaJZqmUykxqAIaAqUKcLrXgVV7jb2G7RMWuHAvErkUT7pc/w640-h480/Beatriz%20Valdes.jpg" width="640" /></a></b></div><b><br /><span face=""Arial",sans-serif" style="color: #222222; font-size: 12pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO; mso-font-kerning: 0pt; mso-ligatures: none;"><i>Lorica, Córdoba, celebra emocionada el Premio Gabo de Beatriz Valdés Correa </i></span></b><p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm;"><span face="Arial, sans-serif" style="color: #222222; font-size: 12pt;">En los once años del Premio Gabo, es la primera vez
que una periodista colombiana obtiene esta presea en la categoría de Texto. Se
trata de un relato de las consecuencias de la violencia sexual en los cuerpos
de las mujeres negras y sus propuestas de reparación.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm;"><span face="Arial, sans-serif" style="color: #222222; font-size: 12pt;">En marzo de 2022, Valdés Correa obtuvo el Premio
Mundial de Mujeres, Paz y Seguridad por el reportaje 'Pobres, desplazadas y en
prostitución: de la violencia de la guerra a la explotación sexual', también
publicado en El Espectador.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm;"><span face="Arial, sans-serif" style="color: #222222; font-size: 12pt;">No obstante, su corta edad, Valdés, en el periplo de
su prolífica carrera, se ha dedicado a informar y narrar historias escritas y
en formato podcast sobre temas relacionados con implementación de acuerdos de
paz, justicia transicional, mujeres víctimas del conflicto armado, violencia
sexual, población LGTBI+ y población étnica.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm;"><span face="Arial, sans-serif" style="color: #222222; font-size: 12pt;">Además de su experiencia y rigor periodístico,
destaca su compromiso social como orientadora de líderes de poblaciones
vulnerables, en la enseñanza del oficio: producción y edición de contenidos
sobre salud, educación, infraestructura y servicios públicos.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm;"><span face="Arial, sans-serif" style="color: #222222; font-size: 12pt;">En la actualidad, Beatriz Valdés Correa está
integrada a la Fundación para la Libertad de Prensa (FLIP), como coordinadora
de la Red Consonante en los municipios de El Carmen de Atrato y Tadó, en el
departamento del Chocó.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: center;"><b><span face=""Arial",sans-serif" style="color: #222222; font-size: 12pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO; mso-font-kerning: 0pt; mso-ligatures: none;">Otros ganadores</span></b></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm;"></p><div class="separator" style="clear: both; font-weight: bold; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiPDFNG1og6QZJIslEH-A2pI24rGPvBaNEkFQ_ZDMxFLcrjgM9_sAC5FelBWBthCEIDzpt3_C6v5NeHJDIm_iEwGWIZh8zHdgiqNoOiRvfgrrGcKSFPQhlpmhIRAjD3AsHprbyYurHqMQfvxBrtYxKxLCYvyaN0BPgd3rSxfjMomcN3WWErBTN0Sa9W-mU/s1600/ganadores.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1070" data-original-width="1600" height="428" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiPDFNG1og6QZJIslEH-A2pI24rGPvBaNEkFQ_ZDMxFLcrjgM9_sAC5FelBWBthCEIDzpt3_C6v5NeHJDIm_iEwGWIZh8zHdgiqNoOiRvfgrrGcKSFPQhlpmhIRAjD3AsHprbyYurHqMQfvxBrtYxKxLCYvyaN0BPgd3rSxfjMomcN3WWErBTN0Sa9W-mU/w640-h428/ganadores.jpg" width="640" /></a></div><br /><span face="Arial, sans-serif" style="color: #222222; font-size: 12pt;"><i><b>En pleno, los ganadores del Premio Gabo 2023, en el Teatro Colón de Bogotá</b></i></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm;"><span face="Arial, sans-serif" style="color: #222222; font-size: 12pt;">El periodismo español se hizo acreedor en las dos
categorías que se agregaron al certamen en su anterior edición: Fotografía y
Audio.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm;"><span face="Arial, sans-serif" style="color: #222222; font-size: 12pt;">Santi Donaire se impuso en la categoría de
Fotografía por su trabajo para National Geografhic, bajo el título:
'¿Conseguiría la ley de Memoria Democrática reparar los daños del franquismo?',
derivado de seis años de documentación sobre las consecuencias actuales de los
crímenes y violaciones de derechos humanos en la dictadura de Francisco Franco.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm;"><span face="Arial, sans-serif" style="color: #222222; font-size: 12pt;">En la categoría de Audio resultó premiado 'Costa
Nostra', podcast de la productora española La Maldita, para Amazon Music, que
narra en diez episodios las historias de narcotraficantes, mafiosos y policías
que habitan y trabajan en los 90 kilómetros de la Costa del Sol de España.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm;"><span face="Arial, sans-serif" style="color: #222222; font-size: 12pt;">En Imagen, el premio fue concedido a 'Ayacucho':
radiografía de homicidios', una reconstrucción realizada por Rosa Laura y César
Prado para IDL- Reporteros, que reveló seis ejecuciones extrajudiciales
cometidas por militares durante protestas en Ayacucho, Perú.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm;"><span face="Arial, sans-serif" style="color: #222222; font-size: 12pt;">Y, en la categoría Cobertura, el lauro fue para
'Nome aos bois', investigación liderada por Ana Magalhães y Marina Rossi para
Repòrter Brasil, trabajo que expuso los problemas ambientales de los
principales ganaderos del gigante suramericano.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm;"><span face="Arial, sans-serif" style="color: #222222; font-size: 12pt;">Las cinco piezas ganadoras en Texto, Cobertura,
Audio, Imagen y Fotografía, fueron seleccionadas entre 1.943 postulaciones, que
fue el recaudo de la convocatoria del Premio Gabo en su edición 2023. Los
ganadores, en cada categoría, recibieron 35.000.000 de pesos colombianos, y un
ejemplar de la escultura 'Gabriel', creación del artista Antonio Caro.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: center;"><b><span face=""Arial",sans-serif" style="color: #222222; font-size: 12pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO; mso-font-kerning: 0pt; mso-ligatures: none;">Premio a la Excelencia </span></b></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm;"></p><div class="separator" style="clear: both; font-weight: bold; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh4RfzgBk1Col5D98pnBMPbqFxXJlN3k-PcwFg5SdpCbvLbU2DF_ZdI03cDaTU4ATOxYz3PblAPe1VDq4Nfhku8JlCN9wG3R8RXmsn2dkDqRgakiHsmPPxs6-E9P8a-LGmVAwFfR_ioirrVjOR8vnI-p517EGUydeVQUYtOScSGSJDrcRC7o49L5BSHvAg/s1040/Jennifer%20%C3%81vila.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="780" data-original-width="1040" height="480" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh4RfzgBk1Col5D98pnBMPbqFxXJlN3k-PcwFg5SdpCbvLbU2DF_ZdI03cDaTU4ATOxYz3PblAPe1VDq4Nfhku8JlCN9wG3R8RXmsn2dkDqRgakiHsmPPxs6-E9P8a-LGmVAwFfR_ioirrVjOR8vnI-p517EGUydeVQUYtOScSGSJDrcRC7o49L5BSHvAg/w640-h480/Jennifer%20%C3%81vila.jpg" width="640" /></a></div><br /><span face="Arial, sans-serif" style="color: #222222; font-size: 12pt;"><i><b>Jennifer Ávila, periodista hondureña, Reconocimiento a la Excelencia Premio Gabo</b></i></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm;"><span face="Arial, sans-serif" style="color: #222222; font-size: 12pt;">En la ceremonia, se priorizó el homenaje a la
periodista hondureña Jennifer Ávila, ganadora del Reconocimiento a la
Excelencia del Premio Gabo, que recibió de manos del cronista estadounidense
John Lee Anderson. </span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm;"><span face="Arial, sans-serif" style="color: #222222; font-size: 12pt;">Ávila fue merecedora del máximo galardón «por su
ejemplo inspirador al frente del medio nativo digital Contracorriente,
considerado una fuerza transformadora en Centroamérica, y más allá, desde un
país asediado por la violencia, la corrupción y el crimen organizado», y de su
liderazgo «que destaca en un entorno en el que no es claro cómo se puede seguir
haciendo periodismo».</span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm;"><span face="Arial, sans-serif" style="color: #222222; font-size: 12pt;">En la misma ceremonia fue homenajeado el francés
Jean-François Fogel, periodista y filósofo de la comunicación, quien hasta su
fallecimiento, el pasado 19 de marzo, presidió el consejo rector de la
Fundación Gabo. </span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm;"><span face="Arial, sans-serif" style="color: #222222; font-size: 12pt;">Fogel fue uno de los pioneros de la transformación
digital del periodismo, al que dio luces por ser un gran visionario del oficio.
Por invitación de Gabriel García Márquez, estuvo ligado por más de dos décadas
a la Fundación, con sus valiosos y permanentes aportes.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm;"><span face="Arial, sans-serif" style="color: #222222; font-size: 12pt;">Por último, se manifestó el rechazo por la condena
en Guatemala del periodista José Rubén Zamora, fundador de El Periódico, y uno
de los principales críticos de los gobiernos de esa nación.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm;"><span face="Arial, sans-serif" style="color: #222222; font-size: 12pt;">El pasado 14 de junio, Zamora fue condenado a seis
años de prisión después de un juicio repleto de irregularidades que los
organismos de derechos humanos han criticado con vehemencia: «Mi papá cumple
366 días de estar secuestrado por el Estado de Guatemala, porque en Guatemala
hacer periodismo es un crimen», enfatizó José C. Zamora, hijo de 'Chepe'
Zamora.</span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm;"><span face="Arial, sans-serif" style="color: #222222; font-size: 12pt;"><b>Texto ganador de la colombina Beatriz Valdés Corres, publicado en El Espectador + 20</b></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm;"><a href="https://www.elespectador.com/colombia-20/conflicto/las-afro-violentadas-sexualmente-exigen-justicia-fiscal-y-reparacion/" style="--tw-border-spacing-x: 0; --tw-border-spacing-y: 0; --tw-ring-color: #3b82f680; --tw-ring-offset-color: #fff; --tw-ring-offset-shadow: 0 0 #0000; --tw-ring-offset-width: 0px; --tw-ring-shadow: 0 0 #0000; --tw-rotate: 0; --tw-scale-x: 1; --tw-scale-y: 1; --tw-scroll-snap-strictness: proximity; --tw-shadow-colored: 0 0 #0000; --tw-shadow: 0 0 #0000; --tw-skew-x: 0; --tw-skew-y: 0; --tw-text-opacity: 1; --tw-translate-x: 0; --tw-translate-y: 0; border: 0px solid rgb(229, 231, 235); box-sizing: border-box; text-decoration-line: none;"><span color="currentcolor" style="--tw-border-spacing-x: 0; --tw-border-spacing-y: 0; --tw-ring-color: #3b82f680; --tw-ring-offset-color: #fff; --tw-ring-offset-shadow: 0 0 #0000; --tw-ring-offset-width: 0px; --tw-ring-shadow: 0 0 #0000; --tw-rotate: 0; --tw-scale-x: 1; --tw-scale-y: 1; --tw-scroll-snap-strictness: proximity; --tw-shadow-colored: 0 0 #0000; --tw-shadow: 0 0 #0000; --tw-skew-x: 0; --tw-skew-y: 0; --tw-translate-x: 0; --tw-translate-y: 0; border: 0px solid rgb(229, 231, 235); box-sizing: border-box;"><span style="font-family: arial;">El grito por justicia y reparación de las mujeres afro violentadas sexualmente</span></span></a></p><br /><p></p>Ricardo Rondónhttp://www.blogger.com/profile/02023732023252028316noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6403704431056921554.post-34072792859125917022023-06-28T06:36:00.001-05:002023-06-28T06:39:23.116-05:00Festival Gabo 2023 despega con el cineasta Rodrigo García Barcha y remata con Fruko y sus Tesos<p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh8u1FtULmo7Kc-Bq57zcFQiToTuLc2DxD8tryzSpsDFzjrbLQyfQseYSelcJq7QEVwhCRExYBAal18UpDbBX2AwsrfM7qfjKjv3YhSEQGb77NR0TUN-LRWX9B-nDAdSrWZz4pHbkHD1T3gRxA5lSR9i2G01ljUkPvS6rwOs9lIx8GDflL9e2LnQrwCmWg/s1600/Gabo%200.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="900" data-original-width="1600" height="360" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh8u1FtULmo7Kc-Bq57zcFQiToTuLc2DxD8tryzSpsDFzjrbLQyfQseYSelcJq7QEVwhCRExYBAal18UpDbBX2AwsrfM7qfjKjv3YhSEQGb77NR0TUN-LRWX9B-nDAdSrWZz4pHbkHD1T3gRxA5lSR9i2G01ljUkPvS6rwOs9lIx8GDflL9e2LnQrwCmWg/w640-h360/Gabo%200.jpg" width="640" /></a></div><br /><i style="text-align: center;"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 107%;">Entre
el 30 de junio y el 2 de julio, lo mejor del periodismo y la narrativa, con
invitados de lujo, y una extraordinaria agenda musical para todos los gustos</span></i><p></p>
<p class="MsoNormal"><b><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 107%;">Ricardo Rondón Chamorro<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 107%;">(Con información y fotos del Festival Gabo 2023)</span></p><p class="MsoNormal"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 107%;">Por segunda vez consecutiva, Bogotá vuelve a ser escenario
del Festival Gabo que, en su 11° edición 2023, tendrá como sede las amplias
instalaciones del Gimnasio Moderno, con activa repercusión en distintos puntos
de la ciudad.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal"><span></span></p><a name='more'></a><p></p><p class="MsoNormal"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 107%;">Con una ambiciosa y variada programación para públicos de
distintas edades, el certamen inspirado en la vida y obra del consagrado
periodista y Premio Nobel de Literatura colombiano Gabriel García Márquez,
congregará a destacadas plumas nacionales y de diversas latitudes, estudiantes
de periodismo, narradores y público en general, en una gran celebración, como
ha sido habitual, alrededor del poder y la magia de la palabra, y las historias que se construyen.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhsq86CadfDL1_Yf0CZSuohoD8v3oJKxG7QmpuMNKvgWmXPI4NnHrxQtXXVdGp2L29zcKpcleKf2n36i53LjJXh0wMXNub5JH1_PF6KxQwI0wz_qzK7tsyXFlNeVEAbQDln3QIlcc5w8eVhORMl0mJla8acDQWlMp5Tvq-7-xV5NupddxPVyp0UEvl9Utw/s500/rodrigo.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="444" data-original-width="500" height="568" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhsq86CadfDL1_Yf0CZSuohoD8v3oJKxG7QmpuMNKvgWmXPI4NnHrxQtXXVdGp2L29zcKpcleKf2n36i53LjJXh0wMXNub5JH1_PF6KxQwI0wz_qzK7tsyXFlNeVEAbQDln3QIlcc5w8eVhORMl0mJla8acDQWlMp5Tvq-7-xV5NupddxPVyp0UEvl9Utw/w640-h568/rodrigo.jpg" width="640" /></a></div><br /><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 107%;"><b><i>El director de cine colombiano Rodrigo García Barcha</i></b></span><p></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 107%;">Entre los invitados de honor se destaca la presencia de la
periodista hondureña Jennifer Ávila, cofundadora y directora de
Contracorriente, medio independiente de línea contrapoder, galardonada en el
presente año con el <b>Reconocimiento a la Excelencia del Premio Gabo</b>: «por
ejercer un periodismo comprometido con la verdad y la justicia, y combativo
contra la corrupción, la censura, el abuso y la violencia estructural de los
gobiernos».<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 107%;">A su vez, el 30 de junio, en una gala nocturna que se
llevará a cabo en el Teatro Colón, se revelarán los nombres de los ganadores
del Premio Gabo 2023, por los mejores trabajos presentados a la convocatoria de lo
más selecto del periodismo iberoamericano, en las categorías de <b>Texto, Audio,
Imagen, Fotografía </b>y <b>Cobertura</b>, con la presencia de los finalistas.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhhfE8d1T4JY6BtZwaOs6NzLv9VY3FOKnF1amn41CzZy3SOSFCZfy3q7lwNSrs80YCzh3Fwo_XzaDNQZmf0VdU9QX_XwOEQyJ6-XMxvY5Cc_hhXzECLh2ZfwSwsAYe7CURV_ENkc8C-VCWnvQCEOFdVVXWQGcW2U10bTZj9WqtPAt7BK8HMGxhD2s0i3-I/s1000/Leila.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="667" data-original-width="1000" height="426" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhhfE8d1T4JY6BtZwaOs6NzLv9VY3FOKnF1amn41CzZy3SOSFCZfy3q7lwNSrs80YCzh3Fwo_XzaDNQZmf0VdU9QX_XwOEQyJ6-XMxvY5Cc_hhXzECLh2ZfwSwsAYe7CURV_ENkc8C-VCWnvQCEOFdVVXWQGcW2U10bTZj9WqtPAt7BK8HMGxhD2s0i3-I/w640-h426/Leila.jpg" width="640" /></a></div><p></p><p style="--tw-border-spacing-x: 0; --tw-border-spacing-y: 0; --tw-ring-color: #3b82f680; --tw-ring-offset-color: #fff; --tw-ring-offset-shadow: 0 0 #0000; --tw-ring-offset-width: 0px; --tw-ring-shadow: 0 0 #0000; --tw-rotate: 0; --tw-scale-x: 1; --tw-scale-y: 1; --tw-scroll-snap-strictness: proximity; --tw-shadow-colored: 0 0 #0000; --tw-shadow: 0 0 #0000; --tw-skew-x: 0; --tw-skew-y: 0; --tw-translate-x: 0; --tw-translate-y: 0; background-color: white; border: 0px solid rgb(229, 231, 235); box-sizing: border-box; color: #3d3d3d; margin: 1.25em 0px;"><span style="--tw-border-spacing-x: 0; --tw-border-spacing-y: 0; --tw-ring-color: #3b82f680; --tw-ring-offset-color: #fff; --tw-ring-offset-shadow: 0 0 #0000; --tw-ring-offset-width: 0px; --tw-ring-shadow: 0 0 #0000; --tw-rotate: 0; --tw-scale-x: 1; --tw-scale-y: 1; --tw-scroll-snap-strictness: proximity; --tw-shadow-colored: 0 0 #0000; --tw-shadow: 0 0 #0000; --tw-skew-x: 0; --tw-skew-y: 0; --tw-translate-x: 0; --tw-translate-y: 0; border: 0px solid rgb(229, 231, 235); box-sizing: border-box; font-family: arial;"><b><i>La destacada cronista argentina Leila Guerriero, presente en el Festival Gabo 2023 </i></b></span></p><p style="--tw-border-spacing-x: 0; --tw-border-spacing-y: 0; --tw-ring-color: #3b82f680; --tw-ring-offset-color: #fff; --tw-ring-offset-shadow: 0 0 #0000; --tw-ring-offset-width: 0px; --tw-ring-shadow: 0 0 #0000; --tw-rotate: 0; --tw-scale-x: 1; --tw-scale-y: 1; --tw-scroll-snap-strictness: proximity; --tw-shadow-colored: 0 0 #0000; --tw-shadow: 0 0 #0000; --tw-skew-x: 0; --tw-skew-y: 0; --tw-translate-x: 0; --tw-translate-y: 0; background-color: white; border: 0px solid rgb(229, 231, 235); box-sizing: border-box; color: #3d3d3d; margin: 1.25em 0px;"><span style="--tw-border-spacing-x: 0; --tw-border-spacing-y: 0; --tw-ring-color: #3b82f680; --tw-ring-offset-color: #fff; --tw-ring-offset-shadow: 0 0 #0000; --tw-ring-offset-width: 0px; --tw-ring-shadow: 0 0 #0000; --tw-rotate: 0; --tw-scale-x: 1; --tw-scale-y: 1; --tw-scroll-snap-strictness: proximity; --tw-shadow-colored: 0 0 #0000; --tw-shadow: 0 0 #0000; --tw-skew-x: 0; --tw-skew-y: 0; --tw-translate-x: 0; --tw-translate-y: 0; border: 0px solid rgb(229, 231, 235); box-sizing: border-box; font-family: arial;">Los premiados recibirán 35 millones de pesos colombianos, un diploma y un ejemplar de la escultura </span><i style="--tw-border-spacing-x: 0; --tw-border-spacing-y: 0; --tw-ring-color: #3b82f680; --tw-ring-offset-color: #fff; --tw-ring-offset-shadow: 0 0 #0000; --tw-ring-offset-width: 0px; --tw-ring-shadow: 0 0 #0000; --tw-rotate: 0; --tw-scale-x: 1; --tw-scale-y: 1; --tw-scroll-snap-strictness: proximity; --tw-shadow-colored: 0 0 #0000; --tw-shadow: 0 0 #0000; --tw-skew-x: 0; --tw-skew-y: 0; --tw-translate-x: 0; --tw-translate-y: 0; border: 0px solid rgb(229, 231, 235); box-sizing: border-box; font-family: arial;">Gabriel</i><span style="--tw-border-spacing-x: 0; --tw-border-spacing-y: 0; --tw-ring-color: #3b82f680; --tw-ring-offset-color: #fff; --tw-ring-offset-shadow: 0 0 #0000; --tw-ring-offset-width: 0px; --tw-ring-shadow: 0 0 #0000; --tw-rotate: 0; --tw-scale-x: 1; --tw-scale-y: 1; --tw-scroll-snap-strictness: proximity; --tw-shadow-colored: 0 0 #0000; --tw-shadow: 0 0 #0000; --tw-skew-x: 0; --tw-skew-y: 0; --tw-translate-x: 0; --tw-translate-y: 0; border: 0px solid rgb(229, 231, 235); box-sizing: border-box; font-family: arial;"> del artista Antonio Caro. Durante la ceremonia también se rendirá homenaje a Jean-François Fogel, asesor de medios francés y </span><span style="--tw-border-spacing-x: 0; --tw-border-spacing-y: 0; --tw-ring-color: #3b82f680; --tw-ring-offset-color: #fff; --tw-ring-offset-shadow: 0 0 #0000; --tw-ring-offset-width: 0px; --tw-ring-shadow: 0 0 #0000; --tw-rotate: 0; --tw-scale-x: 1; --tw-scale-y: 1; --tw-scroll-snap-strictness: proximity; --tw-shadow-colored: 0 0 #0000; --tw-shadow: 0 0 #0000; --tw-skew-x: 0; --tw-skew-y: 0; --tw-translate-x: 0; --tw-translate-y: 0; border: 0px solid rgb(229, 231, 235); box-sizing: border-box; font-family: arial;">presidente del Consejo Rector de la Fundación Gabo, fallecido en marzo a los 76 años.</span></p><p style="--tw-border-spacing-x: 0; --tw-border-spacing-y: 0; --tw-ring-color: #3b82f680; --tw-ring-offset-color: #fff; --tw-ring-offset-shadow: 0 0 #0000; --tw-ring-offset-width: 0px; --tw-ring-shadow: 0 0 #0000; --tw-rotate: 0; --tw-scale-x: 1; --tw-scale-y: 1; --tw-scroll-snap-strictness: proximity; --tw-shadow-colored: 0 0 #0000; --tw-shadow: 0 0 #0000; --tw-skew-x: 0; --tw-skew-y: 0; --tw-translate-x: 0; --tw-translate-y: 0; background-color: white; border: 0px solid rgb(229, 231, 235); box-sizing: border-box; color: #3d3d3d; margin: 1.25em 0px;"><span style="font-family: arial;">Jennifer Ávila conversará sobre el periodismo que ilumina a Centroamérica en medio de la represión, mientras que los autores de los 15 trabajos finalistas tendrán un espacio de encuentro con los jurados de cada categoría para discutir sobre el periodismo, sus inspiraciones, métodos de investigación, narrativas y desafíos al elaborar sus piezas.</span></p><p style="--tw-border-spacing-x: 0; --tw-border-spacing-y: 0; --tw-ring-color: #3b82f680; --tw-ring-offset-color: #fff; --tw-ring-offset-shadow: 0 0 #0000; --tw-ring-offset-width: 0px; --tw-ring-shadow: 0 0 #0000; --tw-rotate: 0; --tw-scale-x: 1; --tw-scale-y: 1; --tw-scroll-snap-strictness: proximity; --tw-shadow-colored: 0 0 #0000; --tw-shadow: 0 0 #0000; --tw-skew-x: 0; --tw-skew-y: 0; --tw-translate-x: 0; --tw-translate-y: 0; background-color: white; border: 0px solid rgb(229, 231, 235); box-sizing: border-box; color: #3d3d3d; margin: 1.25em 0px;"><span style="font-family: arial;">A continuación, todos los trabajos finalistas en cada categoría del Premio Gabo 2023:</span></p><p style="--tw-border-spacing-x: 0; --tw-border-spacing-y: 0; --tw-ring-color: #3b82f680; --tw-ring-offset-color: #fff; --tw-ring-offset-shadow: 0 0 #0000; --tw-ring-offset-width: 0px; --tw-ring-shadow: 0 0 #0000; --tw-rotate: 0; --tw-scale-x: 1; --tw-scale-y: 1; --tw-scroll-snap-strictness: proximity; --tw-shadow-colored: 0 0 #0000; --tw-shadow: 0 0 #0000; --tw-skew-x: 0; --tw-skew-y: 0; --tw-translate-x: 0; --tw-translate-y: 0; background-color: white; border: 0px solid rgb(229, 231, 235); box-sizing: border-box; color: #3d3d3d; margin: 1.25em 0px;"><span color="currentcolor" style="--tw-border-spacing-x: 0; --tw-border-spacing-y: 0; --tw-ring-color: #3b82f680; --tw-ring-offset-color: #fff; --tw-ring-offset-shadow: 0 0 #0000; --tw-ring-offset-width: 0px; --tw-ring-shadow: 0 0 #0000; --tw-rotate: 0; --tw-scale-x: 1; --tw-scale-y: 1; --tw-scroll-snap-strictness: proximity; --tw-shadow-colored: 0 0 #0000; --tw-shadow: 0 0 #0000; --tw-skew-x: 0; --tw-skew-y: 0; --tw-translate-x: 0; --tw-translate-y: 0; border: 0px solid rgb(229, 231, 235); box-sizing: border-box;"><span style="font-family: arial;"><b>Texto</b></span></span></p><p style="--tw-border-spacing-x: 0; --tw-border-spacing-y: 0; --tw-ring-color: #3b82f680; --tw-ring-offset-color: #fff; --tw-ring-offset-shadow: 0 0 #0000; --tw-ring-offset-width: 0px; --tw-ring-shadow: 0 0 #0000; --tw-rotate: 0; --tw-scale-x: 1; --tw-scale-y: 1; --tw-scroll-snap-strictness: proximity; --tw-shadow-colored: 0 0 #0000; --tw-shadow: 0 0 #0000; --tw-skew-x: 0; --tw-skew-y: 0; --tw-translate-x: 0; --tw-translate-y: 0; background-color: white; border: 0px solid rgb(229, 231, 235); box-sizing: border-box; color: #3d3d3d; margin: 1.25em 0px;"><a href="https://www.elespectador.com/colombia-20/conflicto/las-afro-violentadas-sexualmente-exigen-justicia-fiscal-y-reparacion/" style="--tw-border-spacing-x: 0; --tw-border-spacing-y: 0; --tw-ring-color: #3b82f680; --tw-ring-offset-color: #fff; --tw-ring-offset-shadow: 0 0 #0000; --tw-ring-offset-width: 0px; --tw-ring-shadow: 0 0 #0000; --tw-rotate: 0; --tw-scale-x: 1; --tw-scale-y: 1; --tw-scroll-snap-strictness: proximity; --tw-shadow-colored: 0 0 #0000; --tw-shadow: 0 0 #0000; --tw-skew-x: 0; --tw-skew-y: 0; --tw-text-opacity: 1; --tw-translate-x: 0; --tw-translate-y: 0; border: 0px solid rgb(229, 231, 235); box-sizing: border-box; text-decoration-line: none;"><span color="currentcolor" style="--tw-border-spacing-x: 0; --tw-border-spacing-y: 0; --tw-ring-color: #3b82f680; --tw-ring-offset-color: #fff; --tw-ring-offset-shadow: 0 0 #0000; --tw-ring-offset-width: 0px; --tw-ring-shadow: 0 0 #0000; --tw-rotate: 0; --tw-scale-x: 1; --tw-scale-y: 1; --tw-scroll-snap-strictness: proximity; --tw-shadow-colored: 0 0 #0000; --tw-shadow: 0 0 #0000; --tw-skew-x: 0; --tw-skew-y: 0; --tw-translate-x: 0; --tw-translate-y: 0; border: 0px solid rgb(229, 231, 235); box-sizing: border-box;"><span style="font-family: arial;">El grito por justicia y reparación de las mujeres afro violentadas sexualmente</span></span></a></p><ul style="--tw-border-spacing-x: 0; --tw-border-spacing-y: 0; --tw-ring-color: #3b82f680; --tw-ring-offset-color: #fff; --tw-ring-offset-shadow: 0 0 #0000; --tw-ring-offset-width: 0px; --tw-ring-shadow: 0 0 #0000; --tw-rotate: 0; --tw-scale-x: 1; --tw-scale-y: 1; --tw-scroll-snap-strictness: proximity; --tw-shadow-colored: 0 0 #0000; --tw-shadow: 0 0 #0000; --tw-skew-x: 0; --tw-skew-y: 0; --tw-translate-x: 0; --tw-translate-y: 0; background-color: white; border: 0px solid rgb(229, 231, 235); box-sizing: border-box; color: #3d3d3d; list-style-image: initial; list-style-position: initial; margin: 1.25em 0px; padding: 0px 0px 0px 1.625em;"><li style="--tw-border-spacing-x: 0; --tw-border-spacing-y: 0; --tw-ring-color: #3b82f680; --tw-ring-offset-color: #fff; --tw-ring-offset-shadow: 0 0 #0000; --tw-ring-offset-width: 0px; --tw-ring-shadow: 0 0 #0000; --tw-rotate: 0; --tw-scale-x: 1; --tw-scale-y: 1; --tw-scroll-snap-strictness: proximity; --tw-shadow-colored: 0 0 #0000; --tw-shadow: 0 0 #0000; --tw-skew-x: 0; --tw-skew-y: 0; --tw-translate-x: 0; --tw-translate-y: 0; border: 0px solid rgb(229, 231, 235); box-sizing: border-box; margin-bottom: 0.5em; margin-top: 0.5em; padding-left: 0.375em;"><span style="font-family: arial;"><span color="currentcolor" style="--tw-border-spacing-x: 0; --tw-border-spacing-y: 0; --tw-ring-color: #3b82f680; --tw-ring-offset-color: #fff; --tw-ring-offset-shadow: 0 0 #0000; --tw-ring-offset-width: 0px; --tw-ring-shadow: 0 0 #0000; --tw-rotate: 0; --tw-scale-x: 1; --tw-scale-y: 1; --tw-scroll-snap-strictness: proximity; --tw-shadow-colored: 0 0 #0000; --tw-shadow: 0 0 #0000; --tw-skew-x: 0; --tw-skew-y: 0; --tw-translate-x: 0; --tw-translate-y: 0; border: 0px solid rgb(229, 231, 235); box-sizing: border-box; margin-top: 1.25em;">Autor: </span><span style="--tw-border-spacing-x: 0; --tw-border-spacing-y: 0; --tw-ring-color: #3b82f680; --tw-ring-offset-color: #fff; --tw-ring-offset-shadow: 0 0 #0000; --tw-ring-offset-width: 0px; --tw-ring-shadow: 0 0 #0000; --tw-rotate: 0; --tw-scale-x: 1; --tw-scale-y: 1; --tw-scroll-snap-strictness: proximity; --tw-shadow-colored: 0 0 #0000; --tw-shadow: 0 0 #0000; --tw-skew-x: 0; --tw-skew-y: 0; --tw-translate-x: 0; --tw-translate-y: 0; border: 0px solid rgb(229, 231, 235); box-sizing: border-box; margin-bottom: 1.25em;"><b>Beatriz Valdés</b></span></span></li><li style="--tw-border-spacing-x: 0; --tw-border-spacing-y: 0; --tw-ring-color: #3b82f680; --tw-ring-offset-color: #fff; --tw-ring-offset-shadow: 0 0 #0000; --tw-ring-offset-width: 0px; --tw-ring-shadow: 0 0 #0000; --tw-rotate: 0; --tw-scale-x: 1; --tw-scale-y: 1; --tw-scroll-snap-strictness: proximity; --tw-shadow-colored: 0 0 #0000; --tw-shadow: 0 0 #0000; --tw-skew-x: 0; --tw-skew-y: 0; --tw-translate-x: 0; --tw-translate-y: 0; border: 0px solid rgb(229, 231, 235); box-sizing: border-box; margin-bottom: 0.5em; margin-top: 0.5em; padding-left: 0.375em;"><span style="font-family: arial;"><span color="currentcolor" style="--tw-border-spacing-x: 0; --tw-border-spacing-y: 0; --tw-ring-color: #3b82f680; --tw-ring-offset-color: #fff; --tw-ring-offset-shadow: 0 0 #0000; --tw-ring-offset-width: 0px; --tw-ring-shadow: 0 0 #0000; --tw-rotate: 0; --tw-scale-x: 1; --tw-scale-y: 1; --tw-scroll-snap-strictness: proximity; --tw-shadow-colored: 0 0 #0000; --tw-shadow: 0 0 #0000; --tw-skew-x: 0; --tw-skew-y: 0; --tw-translate-x: 0; --tw-translate-y: 0; border: 0px solid rgb(229, 231, 235); box-sizing: border-box; margin-top: 1.25em;">Medio:</span><span style="--tw-border-spacing-x: 0; --tw-border-spacing-y: 0; --tw-ring-color: #3b82f680; --tw-ring-offset-color: #fff; --tw-ring-offset-shadow: 0 0 #0000; --tw-ring-offset-width: 0px; --tw-ring-shadow: 0 0 #0000; --tw-rotate: 0; --tw-scale-x: 1; --tw-scale-y: 1; --tw-scroll-snap-strictness: proximity; --tw-shadow-colored: 0 0 #0000; --tw-shadow: 0 0 #0000; --tw-skew-x: 0; --tw-skew-y: 0; --tw-translate-x: 0; --tw-translate-y: 0; border: 0px solid rgb(229, 231, 235); box-sizing: border-box; margin-bottom: 1.25em;"> <b>Colombia +20 El Espectador (Colombia)</b></span></span></li></ul><p style="--tw-border-spacing-x: 0; --tw-border-spacing-y: 0; --tw-ring-color: #3b82f680; --tw-ring-offset-color: #fff; --tw-ring-offset-shadow: 0 0 #0000; --tw-ring-offset-width: 0px; --tw-ring-shadow: 0 0 #0000; --tw-rotate: 0; --tw-scale-x: 1; --tw-scale-y: 1; --tw-scroll-snap-strictness: proximity; --tw-shadow-colored: 0 0 #0000; --tw-shadow: 0 0 #0000; --tw-skew-x: 0; --tw-skew-y: 0; --tw-translate-x: 0; --tw-translate-y: 0; background-color: white; border: 0px solid rgb(229, 231, 235); box-sizing: border-box; color: #3d3d3d; margin: 1.25em 0px;"><span style="font-family: arial;"><span style="--tw-border-spacing-x: 0; --tw-border-spacing-y: 0; --tw-ring-color: #3b82f680; --tw-ring-offset-color: #fff; --tw-ring-offset-shadow: 0 0 #0000; --tw-ring-offset-width: 0px; --tw-ring-shadow: 0 0 #0000; --tw-rotate: 0; --tw-scale-x: 1; --tw-scale-y: 1; --tw-scroll-snap-strictness: proximity; --tw-shadow-colored: 0 0 #0000; --tw-shadow: 0 0 #0000; --tw-skew-x: 0; --tw-skew-y: 0; --tw-translate-x: 0; --tw-translate-y: 0; border: 0px solid rgb(229, 231, 235); box-sizing: border-box;">Debido a prejuicios racistas, las mujeres afrocolombianas sufrieron crímenes sexuales cargados de sevicia durante el conflicto armado. A pesar de que organismos estatales han reconocido esta afectación diferenciada, poco se ha hecho para repararlas. En este trabajo se cuenta la historia de Aura, una mujer negra de los Montes de María que sufrió violencia sexual por parte de miembros de </span><span style="--tw-border-spacing-x: 0; --tw-border-spacing-y: 0; --tw-ring-color: #3b82f680; --tw-ring-offset-color: #fff; --tw-ring-offset-shadow: 0 0 #0000; --tw-ring-offset-width: 0px; --tw-ring-shadow: 0 0 #0000; --tw-rotate: 0; --tw-scale-x: 1; --tw-scale-y: 1; --tw-scroll-snap-strictness: proximity; --tw-shadow-colored: 0 0 #0000; --tw-shadow: 0 0 #0000; --tw-skew-x: 0; --tw-skew-y: 0; --tw-translate-x: 0; --tw-translate-y: 0; border: 0px solid rgb(229, 231, 235); box-sizing: border-box;">la Fuerza Pública, y se ahonda en las consecuencias de este delito en su cuerpo y en los cuerpos de otras mujeres. De esta forma, se narra un relato colectivo que desemboca en dos propuestas de reparación que ellas hacen.</span></span></p><p style="--tw-border-spacing-x: 0; --tw-border-spacing-y: 0; --tw-ring-color: #3b82f680; --tw-ring-offset-color: #fff; --tw-ring-offset-shadow: 0 0 #0000; --tw-ring-offset-width: 0px; --tw-ring-shadow: 0 0 #0000; --tw-rotate: 0; --tw-scale-x: 1; --tw-scale-y: 1; --tw-scroll-snap-strictness: proximity; --tw-shadow-colored: 0 0 #0000; --tw-shadow: 0 0 #0000; --tw-skew-x: 0; --tw-skew-y: 0; --tw-translate-x: 0; --tw-translate-y: 0; background-color: white; border: 0px solid rgb(229, 231, 235); box-sizing: border-box; color: #3d3d3d; margin: 1.25em 0px;"><a href="https://www.abi.bo/index.php/reportajes/34849-las-llaves-del-cielo-en-la-tierra-sin-mal-3" style="--tw-border-spacing-x: 0; --tw-border-spacing-y: 0; --tw-ring-color: #3b82f680; --tw-ring-offset-color: #fff; --tw-ring-offset-shadow: 0 0 #0000; --tw-ring-offset-width: 0px; --tw-ring-shadow: 0 0 #0000; --tw-rotate: 0; --tw-scale-x: 1; --tw-scale-y: 1; --tw-scroll-snap-strictness: proximity; --tw-shadow-colored: 0 0 #0000; --tw-shadow: 0 0 #0000; --tw-skew-x: 0; --tw-skew-y: 0; --tw-text-opacity: 1; --tw-translate-x: 0; --tw-translate-y: 0; border: 0px solid rgb(229, 231, 235); box-sizing: border-box; text-decoration-line: none;"><span color="currentcolor" style="--tw-border-spacing-x: 0; --tw-border-spacing-y: 0; --tw-ring-color: #3b82f680; --tw-ring-offset-color: #fff; --tw-ring-offset-shadow: 0 0 #0000; --tw-ring-offset-width: 0px; --tw-ring-shadow: 0 0 #0000; --tw-rotate: 0; --tw-scale-x: 1; --tw-scale-y: 1; --tw-scroll-snap-strictness: proximity; --tw-shadow-colored: 0 0 #0000; --tw-shadow: 0 0 #0000; --tw-skew-x: 0; --tw-skew-y: 0; --tw-translate-x: 0; --tw-translate-y: 0; border: 0px solid rgb(229, 231, 235); box-sizing: border-box;"><span style="font-family: arial;">Las llaves del cielo en la tierra sin mal</span></span></a></p><ul style="--tw-border-spacing-x: 0; --tw-border-spacing-y: 0; --tw-ring-color: #3b82f680; --tw-ring-offset-color: #fff; --tw-ring-offset-shadow: 0 0 #0000; --tw-ring-offset-width: 0px; --tw-ring-shadow: 0 0 #0000; --tw-rotate: 0; --tw-scale-x: 1; --tw-scale-y: 1; --tw-scroll-snap-strictness: proximity; --tw-shadow-colored: 0 0 #0000; --tw-shadow: 0 0 #0000; --tw-skew-x: 0; --tw-skew-y: 0; --tw-translate-x: 0; --tw-translate-y: 0; background-color: white; border: 0px solid rgb(229, 231, 235); box-sizing: border-box; color: #3d3d3d; list-style-image: initial; list-style-position: initial; margin: 1.25em 0px; padding: 0px 0px 0px 1.625em;"><li style="--tw-border-spacing-x: 0; --tw-border-spacing-y: 0; --tw-ring-color: #3b82f680; --tw-ring-offset-color: #fff; --tw-ring-offset-shadow: 0 0 #0000; --tw-ring-offset-width: 0px; --tw-ring-shadow: 0 0 #0000; --tw-rotate: 0; --tw-scale-x: 1; --tw-scale-y: 1; --tw-scroll-snap-strictness: proximity; --tw-shadow-colored: 0 0 #0000; --tw-shadow: 0 0 #0000; --tw-skew-x: 0; --tw-skew-y: 0; --tw-translate-x: 0; --tw-translate-y: 0; border: 0px solid rgb(229, 231, 235); box-sizing: border-box; margin-bottom: 0.5em; margin-top: 0.5em; padding-left: 0.375em;"><span style="font-family: arial;"><span color="currentcolor" style="--tw-border-spacing-x: 0; --tw-border-spacing-y: 0; --tw-ring-color: #3b82f680; --tw-ring-offset-color: #fff; --tw-ring-offset-shadow: 0 0 #0000; --tw-ring-offset-width: 0px; --tw-ring-shadow: 0 0 #0000; --tw-rotate: 0; --tw-scale-x: 1; --tw-scale-y: 1; --tw-scroll-snap-strictness: proximity; --tw-shadow-colored: 0 0 #0000; --tw-shadow: 0 0 #0000; --tw-skew-x: 0; --tw-skew-y: 0; --tw-translate-x: 0; --tw-translate-y: 0; border: 0px solid rgb(229, 231, 235); box-sizing: border-box; margin-top: 1.25em;">Autor: </span><span style="--tw-border-spacing-x: 0; --tw-border-spacing-y: 0; --tw-ring-color: #3b82f680; --tw-ring-offset-color: #fff; --tw-ring-offset-shadow: 0 0 #0000; --tw-ring-offset-width: 0px; --tw-ring-shadow: 0 0 #0000; --tw-rotate: 0; --tw-scale-x: 1; --tw-scale-y: 1; --tw-scroll-snap-strictness: proximity; --tw-shadow-colored: 0 0 #0000; --tw-shadow: 0 0 #0000; --tw-skew-x: 0; --tw-skew-y: 0; --tw-translate-x: 0; --tw-translate-y: 0; border: 0px solid rgb(229, 231, 235); box-sizing: border-box; margin-bottom: 1.25em;"><b>Mauricio Carrasco</b></span></span></li><li style="--tw-border-spacing-x: 0; --tw-border-spacing-y: 0; --tw-ring-color: #3b82f680; --tw-ring-offset-color: #fff; --tw-ring-offset-shadow: 0 0 #0000; --tw-ring-offset-width: 0px; --tw-ring-shadow: 0 0 #0000; --tw-rotate: 0; --tw-scale-x: 1; --tw-scale-y: 1; --tw-scroll-snap-strictness: proximity; --tw-shadow-colored: 0 0 #0000; --tw-shadow: 0 0 #0000; --tw-skew-x: 0; --tw-skew-y: 0; --tw-translate-x: 0; --tw-translate-y: 0; border: 0px solid rgb(229, 231, 235); box-sizing: border-box; margin-bottom: 0.5em; margin-top: 0.5em; padding-left: 0.375em;"><span style="font-family: arial;"><span color="currentcolor" style="--tw-border-spacing-x: 0; --tw-border-spacing-y: 0; --tw-ring-color: #3b82f680; --tw-ring-offset-color: #fff; --tw-ring-offset-shadow: 0 0 #0000; 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--tw-border-spacing-y: 0; --tw-ring-color: #3b82f680; --tw-ring-offset-color: #fff; --tw-ring-offset-shadow: 0 0 #0000; --tw-ring-offset-width: 0px; --tw-ring-shadow: 0 0 #0000; --tw-rotate: 0; --tw-scale-x: 1; --tw-scale-y: 1; --tw-scroll-snap-strictness: proximity; --tw-shadow-colored: 0 0 #0000; --tw-shadow: 0 0 #0000; --tw-skew-x: 0; --tw-skew-y: 0; --tw-translate-x: 0; --tw-translate-y: 0; background-color: white; border: 0px solid rgb(229, 231, 235); box-sizing: border-box; color: #3d3d3d; margin: 1.25em 0px;"><span style="--tw-border-spacing-x: 0; --tw-border-spacing-y: 0; --tw-ring-color: #3b82f680; --tw-ring-offset-color: #fff; --tw-ring-offset-shadow: 0 0 #0000; --tw-ring-offset-width: 0px; --tw-ring-shadow: 0 0 #0000; --tw-rotate: 0; --tw-scale-x: 1; --tw-scale-y: 1; --tw-scroll-snap-strictness: proximity; --tw-shadow-colored: 0 0 #0000; --tw-shadow: 0 0 #0000; --tw-skew-x: 0; --tw-skew-y: 0; --tw-translate-x: 0; --tw-translate-y: 0; border: 0px solid rgb(229, 231, 235); box-sizing: border-box;"><span style="font-family: arial;">En febrero de 2023, un adolescente de la comunidad religiosa menonita fue sentenciado por la justicia boliviana a cuatro años de privación de su libertad por las salvajes agresiones sexuales a cinco mujeres de las colonias menonitas Belice y Piedras II, asentadas en el municipio de Pailón. Era parte de un nuevo grupo de menonitas violadores en serie, cuyo caso recordó a las agresiones sexuales en la colonia menonita de Manitoba en 2009. Este trabajo hace un retrato de las agresiones sexuales que sufrieron decenas de mujeres de esas colonias menonitas cerradas. </span></span></p><p style="--tw-border-spacing-x: 0; --tw-border-spacing-y: 0; --tw-ring-color: #3b82f680; --tw-ring-offset-color: #fff; --tw-ring-offset-shadow: 0 0 #0000; --tw-ring-offset-width: 0px; --tw-ring-shadow: 0 0 #0000; --tw-rotate: 0; --tw-scale-x: 1; --tw-scale-y: 1; --tw-scroll-snap-strictness: proximity; --tw-shadow-colored: 0 0 #0000; --tw-shadow: 0 0 #0000; --tw-skew-x: 0; --tw-skew-y: 0; --tw-translate-x: 0; --tw-translate-y: 0; background-color: white; border: 0px solid rgb(229, 231, 235); box-sizing: border-box; color: #3d3d3d; margin: 1.25em 0px;"><span style="--tw-border-spacing-x: 0; --tw-border-spacing-y: 0; --tw-ring-color: #3b82f680; --tw-ring-offset-color: #fff; --tw-ring-offset-shadow: 0 0 #0000; --tw-ring-offset-width: 0px; --tw-ring-shadow: 0 0 #0000; --tw-rotate: 0; --tw-scale-x: 1; --tw-scale-y: 1; --tw-scroll-snap-strictness: proximity; --tw-shadow-colored: 0 0 #0000; --tw-shadow: 0 0 #0000; --tw-skew-x: 0; --tw-skew-y: 0; --tw-translate-x: 0; --tw-translate-y: 0; border: 0px solid rgb(229, 231, 235); box-sizing: border-box;"><span style="font-family: arial;">De acuerdo con la investigación, los abusadores se embriagaban, escogían una vivienda, esparcían un químico adormecedor por las ventanas y después ingresaban “para tenerlas a su disposición y abusarlas sexualmente”. En 2009, en Manitoba pensaron que algunos demonios estaban violando a las mujeres del pueblo. No había otra explicación. En Belice y Piedras II, una década después, pensaron lo mismo. Las mujeres, de entre 13 y 60 años, despertaban con las sábanas cubiertas de sangre y semen, sin recordar nada de la noche anterior. Otras amanecían a campo abierto, desnudas y golpeadas</span></span></p><p style="--tw-border-spacing-x: 0; --tw-border-spacing-y: 0; --tw-ring-color: #3b82f680; --tw-ring-offset-color: #fff; --tw-ring-offset-shadow: 0 0 #0000; --tw-ring-offset-width: 0px; --tw-ring-shadow: 0 0 #0000; --tw-rotate: 0; --tw-scale-x: 1; --tw-scale-y: 1; --tw-scroll-snap-strictness: proximity; --tw-shadow-colored: 0 0 #0000; --tw-shadow: 0 0 #0000; --tw-skew-x: 0; --tw-skew-y: 0; --tw-translate-x: 0; --tw-translate-y: 0; background-color: white; border: 0px solid rgb(229, 231, 235); box-sizing: border-box; color: #3d3d3d; margin: 1.25em 0px;"><a href="https://elpais.com/internacional/2022-08-27/penultimos-recuerdos-de-un-balsero-cubano.html" style="--tw-border-spacing-x: 0; --tw-border-spacing-y: 0; --tw-ring-color: #3b82f680; --tw-ring-offset-color: #fff; --tw-ring-offset-shadow: 0 0 #0000; --tw-ring-offset-width: 0px; --tw-ring-shadow: 0 0 #0000; --tw-rotate: 0; --tw-scale-x: 1; --tw-scale-y: 1; --tw-scroll-snap-strictness: proximity; 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margin-top: 0.5em; padding-left: 0.375em;"><span style="font-family: arial;"><span color="currentcolor" style="--tw-border-spacing-x: 0; --tw-border-spacing-y: 0; --tw-ring-color: #3b82f680; --tw-ring-offset-color: #fff; --tw-ring-offset-shadow: 0 0 #0000; --tw-ring-offset-width: 0px; --tw-ring-shadow: 0 0 #0000; --tw-rotate: 0; --tw-scale-x: 1; --tw-scale-y: 1; --tw-scroll-snap-strictness: proximity; --tw-shadow-colored: 0 0 #0000; --tw-shadow: 0 0 #0000; --tw-skew-x: 0; --tw-skew-y: 0; --tw-translate-x: 0; --tw-translate-y: 0; border: 0px solid rgb(229, 231, 235); box-sizing: border-box; margin-top: 1.25em;">Autor: </span><span style="--tw-border-spacing-x: 0; --tw-border-spacing-y: 0; --tw-ring-color: #3b82f680; --tw-ring-offset-color: #fff; --tw-ring-offset-shadow: 0 0 #0000; --tw-ring-offset-width: 0px; --tw-ring-shadow: 0 0 #0000; --tw-rotate: 0; --tw-scale-x: 1; --tw-scale-y: 1; --tw-scroll-snap-strictness: proximity; --tw-shadow-colored: 0 0 #0000; --tw-shadow: 0 0 #0000; --tw-skew-x: 0; --tw-skew-y: 0; --tw-translate-x: 0; --tw-translate-y: 0; border: 0px solid rgb(229, 231, 235); box-sizing: border-box; margin-bottom: 1.25em;"><b>Carlos Manuel Álvarez</b></span></span></li><li style="--tw-border-spacing-x: 0; --tw-border-spacing-y: 0; --tw-ring-color: #3b82f680; --tw-ring-offset-color: #fff; --tw-ring-offset-shadow: 0 0 #0000; --tw-ring-offset-width: 0px; --tw-ring-shadow: 0 0 #0000; --tw-rotate: 0; --tw-scale-x: 1; --tw-scale-y: 1; --tw-scroll-snap-strictness: proximity; --tw-shadow-colored: 0 0 #0000; --tw-shadow: 0 0 #0000; --tw-skew-x: 0; --tw-skew-y: 0; --tw-translate-x: 0; --tw-translate-y: 0; border: 0px solid rgb(229, 231, 235); box-sizing: border-box; margin-bottom: 0.5em; margin-top: 0.5em; padding-left: 0.375em;"><span style="font-family: arial;"><span color="currentcolor" style="--tw-border-spacing-x: 0; --tw-border-spacing-y: 0; --tw-ring-color: #3b82f680; --tw-ring-offset-color: #fff; --tw-ring-offset-shadow: 0 0 #0000; --tw-ring-offset-width: 0px; --tw-ring-shadow: 0 0 #0000; --tw-rotate: 0; --tw-scale-x: 1; --tw-scale-y: 1; --tw-scroll-snap-strictness: proximity; --tw-shadow-colored: 0 0 #0000; --tw-shadow: 0 0 #0000; --tw-skew-x: 0; --tw-skew-y: 0; --tw-translate-x: 0; --tw-translate-y: 0; border: 0px solid rgb(229, 231, 235); box-sizing: border-box; margin-top: 1.25em;">Medio: </span><span style="--tw-border-spacing-x: 0; --tw-border-spacing-y: 0; --tw-ring-color: #3b82f680; --tw-ring-offset-color: #fff; --tw-ring-offset-shadow: 0 0 #0000; --tw-ring-offset-width: 0px; --tw-ring-shadow: 0 0 #0000; --tw-rotate: 0; --tw-scale-x: 1; --tw-scale-y: 1; --tw-scroll-snap-strictness: proximity; --tw-shadow-colored: 0 0 #0000; --tw-shadow: 0 0 #0000; --tw-skew-x: 0; --tw-skew-y: 0; --tw-translate-x: 0; --tw-translate-y: 0; border: 0px solid rgb(229, 231, 235); box-sizing: border-box; margin-bottom: 1.25em;"><b>El País América (México)</b></span></span></li></ul><p style="--tw-border-spacing-x: 0; --tw-border-spacing-y: 0; --tw-ring-color: #3b82f680; --tw-ring-offset-color: #fff; --tw-ring-offset-shadow: 0 0 #0000; --tw-ring-offset-width: 0px; --tw-ring-shadow: 0 0 #0000; --tw-rotate: 0; --tw-scale-x: 1; --tw-scale-y: 1; --tw-scroll-snap-strictness: proximity; --tw-shadow-colored: 0 0 #0000; --tw-shadow: 0 0 #0000; --tw-skew-x: 0; --tw-skew-y: 0; --tw-translate-x: 0; --tw-translate-y: 0; background-color: white; border: 0px solid rgb(229, 231, 235); box-sizing: border-box; color: #3d3d3d; margin: 1.25em 0px;"><span style="--tw-border-spacing-x: 0; --tw-border-spacing-y: 0; --tw-ring-color: #3b82f680; --tw-ring-offset-color: #fff; --tw-ring-offset-shadow: 0 0 #0000; --tw-ring-offset-width: 0px; --tw-ring-shadow: 0 0 #0000; --tw-rotate: 0; --tw-scale-x: 1; --tw-scale-y: 1; --tw-scroll-snap-strictness: proximity; --tw-shadow-colored: 0 0 #0000; --tw-shadow: 0 0 #0000; --tw-skew-x: 0; --tw-skew-y: 0; --tw-translate-x: 0; --tw-translate-y: 0; border: 0px solid rgb(229, 231, 235); box-sizing: border-box;"><span style="font-family: arial;">Julio César Capote es un joven balsero cubano que estuvo trece días a la deriva en las aguas del Estrecho de la Florida hasta que fue encontrado cerca de Fowey Rocks, unas ocho millas al sureste de Miami. Los balseros son los héroes trágicos del exilio cubano, la figura que realmente sustenta el relato colectivo de la supervivencia. Esta historia, sus motivos y secuelas, narra la amarga travesía de uno de ellos.</span></span></p><p style="--tw-border-spacing-x: 0; --tw-border-spacing-y: 0; --tw-ring-color: #3b82f680; --tw-ring-offset-color: #fff; --tw-ring-offset-shadow: 0 0 #0000; --tw-ring-offset-width: 0px; --tw-ring-shadow: 0 0 #0000; --tw-rotate: 0; --tw-scale-x: 1; --tw-scale-y: 1; --tw-scroll-snap-strictness: proximity; --tw-shadow-colored: 0 0 #0000; --tw-shadow: 0 0 #0000; --tw-skew-x: 0; --tw-skew-y: 0; --tw-translate-x: 0; --tw-translate-y: 0; background-color: white; border: 0px solid rgb(229, 231, 235); box-sizing: border-box; color: #3d3d3d; margin: 1.25em 0px;"><span color="currentcolor" style="--tw-border-spacing-x: 0; --tw-border-spacing-y: 0; --tw-ring-color: #3b82f680; --tw-ring-offset-color: #fff; --tw-ring-offset-shadow: 0 0 #0000; --tw-ring-offset-width: 0px; --tw-ring-shadow: 0 0 #0000; --tw-rotate: 0; --tw-scale-x: 1; --tw-scale-y: 1; --tw-scroll-snap-strictness: proximity; --tw-shadow-colored: 0 0 #0000; --tw-shadow: 0 0 #0000; --tw-skew-x: 0; --tw-skew-y: 0; --tw-translate-x: 0; --tw-translate-y: 0; border: 0px solid rgb(229, 231, 235); box-sizing: border-box;"><span style="font-family: arial;"><b>Cobertura</b></span></span></p><p style="--tw-border-spacing-x: 0; --tw-border-spacing-y: 0; --tw-ring-color: #3b82f680; --tw-ring-offset-color: #fff; --tw-ring-offset-shadow: 0 0 #0000; --tw-ring-offset-width: 0px; --tw-ring-shadow: 0 0 #0000; --tw-rotate: 0; --tw-scale-x: 1; --tw-scale-y: 1; --tw-scroll-snap-strictness: proximity; --tw-shadow-colored: 0 0 #0000; --tw-shadow: 0 0 #0000; --tw-skew-x: 0; --tw-skew-y: 0; --tw-translate-x: 0; --tw-translate-y: 0; background-color: white; border: 0px solid rgb(229, 231, 235); box-sizing: border-box; color: #3d3d3d; margin: 1.25em 0px;"><a href="https://investigacioneslaposta.com/" style="--tw-border-spacing-x: 0; --tw-border-spacing-y: 0; --tw-ring-color: #3b82f680; --tw-ring-offset-color: #fff; --tw-ring-offset-shadow: 0 0 #0000; --tw-ring-offset-width: 0px; 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--tw-ring-color: #3b82f680; --tw-ring-offset-color: #fff; --tw-ring-offset-shadow: 0 0 #0000; --tw-ring-offset-width: 0px; --tw-ring-shadow: 0 0 #0000; --tw-rotate: 0; --tw-scale-x: 1; --tw-scale-y: 1; --tw-scroll-snap-strictness: proximity; --tw-shadow-colored: 0 0 #0000; --tw-shadow: 0 0 #0000; --tw-skew-x: 0; --tw-skew-y: 0; --tw-translate-x: 0; --tw-translate-y: 0; background-color: white; border: 0px solid rgb(229, 231, 235); box-sizing: border-box; color: #3d3d3d; list-style-image: initial; list-style-position: initial; margin: 1.25em 0px; padding: 0px 0px 0px 1.625em;"><li style="--tw-border-spacing-x: 0; --tw-border-spacing-y: 0; --tw-ring-color: #3b82f680; --tw-ring-offset-color: #fff; --tw-ring-offset-shadow: 0 0 #0000; --tw-ring-offset-width: 0px; --tw-ring-shadow: 0 0 #0000; --tw-rotate: 0; --tw-scale-x: 1; --tw-scale-y: 1; --tw-scroll-snap-strictness: proximity; --tw-shadow-colored: 0 0 #0000; --tw-shadow: 0 0 #0000; --tw-skew-x: 0; --tw-skew-y: 0; --tw-translate-x: 0; --tw-translate-y: 0; border: 0px solid rgb(229, 231, 235); box-sizing: border-box; margin-bottom: 0.5em; margin-top: 0.5em; padding-left: 0.375em;"><span style="font-family: arial;"><span color="currentcolor" style="--tw-border-spacing-x: 0; --tw-border-spacing-y: 0; --tw-ring-color: #3b82f680; --tw-ring-offset-color: #fff; --tw-ring-offset-shadow: 0 0 #0000; --tw-ring-offset-width: 0px; --tw-ring-shadow: 0 0 #0000; --tw-rotate: 0; --tw-scale-x: 1; --tw-scale-y: 1; --tw-scroll-snap-strictness: proximity; --tw-shadow-colored: 0 0 #0000; --tw-shadow: 0 0 #0000; --tw-skew-x: 0; --tw-skew-y: 0; --tw-translate-x: 0; --tw-translate-y: 0; border: 0px solid rgb(229, 231, 235); box-sizing: border-box; margin-top: 1.25em;">Autores: </span><span style="--tw-border-spacing-x: 0; --tw-border-spacing-y: 0; --tw-ring-color: #3b82f680; --tw-ring-offset-color: #fff; --tw-ring-offset-shadow: 0 0 #0000; --tw-ring-offset-width: 0px; --tw-ring-shadow: 0 0 #0000; --tw-rotate: 0; --tw-scale-x: 1; --tw-scale-y: 1; --tw-scroll-snap-strictness: proximity; --tw-shadow-colored: 0 0 #0000; --tw-shadow: 0 0 #0000; --tw-skew-x: 0; --tw-skew-y: 0; --tw-translate-x: 0; --tw-translate-y: 0; border: 0px solid rgb(229, 231, 235); box-sizing: border-box; margin-bottom: 1.25em;"><b>Andersson Boscán, Mónica Velásquez, Jeff Sanguña, Doménica Vivanco, Christian Torres, Juan José Albán, Danilo Castro, Estefanía Vaca y Javier Montenegro.</b></span></span></li><li style="--tw-border-spacing-x: 0; --tw-border-spacing-y: 0; --tw-ring-color: #3b82f680; --tw-ring-offset-color: #fff; --tw-ring-offset-shadow: 0 0 #0000; --tw-ring-offset-width: 0px; --tw-ring-shadow: 0 0 #0000; --tw-rotate: 0; --tw-scale-x: 1; --tw-scale-y: 1; --tw-scroll-snap-strictness: proximity; --tw-shadow-colored: 0 0 #0000; --tw-shadow: 0 0 #0000; --tw-skew-x: 0; --tw-skew-y: 0; --tw-translate-x: 0; --tw-translate-y: 0; border: 0px solid rgb(229, 231, 235); box-sizing: border-box; margin-bottom: 0.5em; margin-top: 0.5em; padding-left: 0.375em;"><span style="font-family: arial;"><span color="currentcolor" style="--tw-border-spacing-x: 0; --tw-border-spacing-y: 0; --tw-ring-color: #3b82f680; --tw-ring-offset-color: #fff; --tw-ring-offset-shadow: 0 0 #0000; --tw-ring-offset-width: 0px; --tw-ring-shadow: 0 0 #0000; --tw-rotate: 0; --tw-scale-x: 1; --tw-scale-y: 1; --tw-scroll-snap-strictness: proximity; --tw-shadow-colored: 0 0 #0000; --tw-shadow: 0 0 #0000; --tw-skew-x: 0; --tw-skew-y: 0; --tw-translate-x: 0; --tw-translate-y: 0; border: 0px solid rgb(229, 231, 235); box-sizing: border-box; margin-top: 1.25em;">Medio: </span><span style="--tw-border-spacing-x: 0; --tw-border-spacing-y: 0; --tw-ring-color: #3b82f680; --tw-ring-offset-color: #fff; --tw-ring-offset-shadow: 0 0 #0000; --tw-ring-offset-width: 0px; --tw-ring-shadow: 0 0 #0000; --tw-rotate: 0; --tw-scale-x: 1; --tw-scale-y: 1; --tw-scroll-snap-strictness: proximity; --tw-shadow-colored: 0 0 #0000; --tw-shadow: 0 0 #0000; --tw-skew-x: 0; --tw-skew-y: 0; --tw-translate-x: 0; --tw-translate-y: 0; border: 0px solid rgb(229, 231, 235); box-sizing: border-box; margin-bottom: 1.25em;"><b>La Posta (Ecuador) </b></span></span></li></ul><p style="--tw-border-spacing-x: 0; --tw-border-spacing-y: 0; --tw-ring-color: #3b82f680; --tw-ring-offset-color: #fff; --tw-ring-offset-shadow: 0 0 #0000; --tw-ring-offset-width: 0px; --tw-ring-shadow: 0 0 #0000; --tw-rotate: 0; --tw-scale-x: 1; --tw-scale-y: 1; --tw-scroll-snap-strictness: proximity; --tw-shadow-colored: 0 0 #0000; --tw-shadow: 0 0 #0000; --tw-skew-x: 0; --tw-skew-y: 0; --tw-translate-x: 0; --tw-translate-y: 0; background-color: white; border: 0px solid rgb(229, 231, 235); box-sizing: border-box; color: #3d3d3d; margin: 1.25em 0px;"><span style="--tw-border-spacing-x: 0; --tw-border-spacing-y: 0; --tw-ring-color: #3b82f680; --tw-ring-offset-color: #fff; --tw-ring-offset-shadow: 0 0 #0000; --tw-ring-offset-width: 0px; --tw-ring-shadow: 0 0 #0000; --tw-rotate: 0; --tw-scale-x: 1; --tw-scale-y: 1; --tw-scroll-snap-strictness: proximity; --tw-shadow-colored: 0 0 #0000; --tw-shadow: 0 0 #0000; --tw-skew-x: 0; --tw-skew-y: 0; --tw-translate-x: 0; --tw-translate-y: 0; border: 0px solid rgb(229, 231, 235); box-sizing: border-box;"><span style="font-family: arial;">Esta investigación periodística sobre corrupción y narcotráfico llevó a una acusación de juicio político contra el presidente de Ecuador, Guillermo Lasso. Un equipo de nueve periodistas de la Posta, liderados por Andersson Boscán, dieron seguimiento a una investigación de corrupción de personas involucradas en empresas públicas, que desembocó en una historia de padrinazgos políticos del más alto nivel y en narcopolítica. El proyecto El Gran Padrino recopila en un sitio web multimedia toda la información recabada durante siete meses ante amenazas incluso del mismo gobierno central del Ecuador.</span></span></p><p style="--tw-border-spacing-x: 0; --tw-border-spacing-y: 0; --tw-ring-color: #3b82f680; --tw-ring-offset-color: #fff; --tw-ring-offset-shadow: 0 0 #0000; --tw-ring-offset-width: 0px; --tw-ring-shadow: 0 0 #0000; --tw-rotate: 0; --tw-scale-x: 1; --tw-scale-y: 1; --tw-scroll-snap-strictness: proximity; --tw-shadow-colored: 0 0 #0000; --tw-shadow: 0 0 #0000; --tw-skew-x: 0; --tw-skew-y: 0; --tw-translate-x: 0; --tw-translate-y: 0; background-color: white; border: 0px solid rgb(229, 231, 235); box-sizing: border-box; color: #3d3d3d; margin: 1.25em 0px;"><a href="https://nomeaosbois.reporterbrasil.org.br/" style="--tw-border-spacing-x: 0; --tw-border-spacing-y: 0; --tw-ring-color: #3b82f680; --tw-ring-offset-color: #fff; --tw-ring-offset-shadow: 0 0 #0000; --tw-ring-offset-width: 0px; --tw-ring-shadow: 0 0 #0000; 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--tw-ring-offset-color: #fff; --tw-ring-offset-shadow: 0 0 #0000; --tw-ring-offset-width: 0px; --tw-ring-shadow: 0 0 #0000; --tw-rotate: 0; --tw-scale-x: 1; --tw-scale-y: 1; --tw-scroll-snap-strictness: proximity; --tw-shadow-colored: 0 0 #0000; --tw-shadow: 0 0 #0000; --tw-skew-x: 0; --tw-skew-y: 0; --tw-translate-x: 0; --tw-translate-y: 0; background-color: white; border: 0px solid rgb(229, 231, 235); box-sizing: border-box; color: #3d3d3d; list-style-image: initial; list-style-position: initial; margin: 1.25em 0px; padding: 0px 0px 0px 1.625em;"><li style="--tw-border-spacing-x: 0; --tw-border-spacing-y: 0; --tw-ring-color: #3b82f680; --tw-ring-offset-color: #fff; --tw-ring-offset-shadow: 0 0 #0000; --tw-ring-offset-width: 0px; --tw-ring-shadow: 0 0 #0000; --tw-rotate: 0; --tw-scale-x: 1; --tw-scale-y: 1; --tw-scroll-snap-strictness: proximity; --tw-shadow-colored: 0 0 #0000; --tw-shadow: 0 0 #0000; --tw-skew-x: 0; --tw-skew-y: 0; --tw-translate-x: 0; --tw-translate-y: 0; border: 0px solid rgb(229, 231, 235); box-sizing: border-box; margin-bottom: 0.5em; margin-top: 0.5em; padding-left: 0.375em;"><span style="font-family: arial;"><span color="currentcolor" style="--tw-border-spacing-x: 0; --tw-border-spacing-y: 0; --tw-ring-color: #3b82f680; --tw-ring-offset-color: #fff; --tw-ring-offset-shadow: 0 0 #0000; --tw-ring-offset-width: 0px; --tw-ring-shadow: 0 0 #0000; --tw-rotate: 0; --tw-scale-x: 1; --tw-scale-y: 1; --tw-scroll-snap-strictness: proximity; --tw-shadow-colored: 0 0 #0000; --tw-shadow: 0 0 #0000; --tw-skew-x: 0; --tw-skew-y: 0; --tw-translate-x: 0; --tw-translate-y: 0; border: 0px solid rgb(229, 231, 235); box-sizing: border-box; margin-top: 1.25em;">Autores: </span><span style="--tw-border-spacing-x: 0; --tw-border-spacing-y: 0; --tw-ring-color: #3b82f680; --tw-ring-offset-color: #fff; --tw-ring-offset-shadow: 0 0 #0000; --tw-ring-offset-width: 0px; --tw-ring-shadow: 0 0 #0000; --tw-rotate: 0; --tw-scale-x: 1; --tw-scale-y: 1; --tw-scroll-snap-strictness: proximity; --tw-shadow-colored: 0 0 #0000; --tw-shadow: 0 0 #0000; --tw-skew-x: 0; --tw-skew-y: 0; --tw-translate-x: 0; --tw-translate-y: 0; border: 0px solid rgb(229, 231, 235); box-sizing: border-box; margin-bottom: 1.25em;"><b>Ana Magalhães, Marina Rossi, Álvaro Justen, Bruno Ventura, Flávio Vivório, Mario Medina, Andressa Liebermann y Diego Junqueira.</b></span></span></li><li style="--tw-border-spacing-x: 0; --tw-border-spacing-y: 0; --tw-ring-color: #3b82f680; --tw-ring-offset-color: #fff; --tw-ring-offset-shadow: 0 0 #0000; --tw-ring-offset-width: 0px; --tw-ring-shadow: 0 0 #0000; --tw-rotate: 0; --tw-scale-x: 1; --tw-scale-y: 1; --tw-scroll-snap-strictness: proximity; --tw-shadow-colored: 0 0 #0000; --tw-shadow: 0 0 #0000; --tw-skew-x: 0; --tw-skew-y: 0; --tw-translate-x: 0; --tw-translate-y: 0; border: 0px solid rgb(229, 231, 235); box-sizing: border-box; margin-bottom: 0.5em; margin-top: 0.5em; padding-left: 0.375em;"><span style="font-family: arial;"><span color="currentcolor" style="--tw-border-spacing-x: 0; --tw-border-spacing-y: 0; --tw-ring-color: #3b82f680; --tw-ring-offset-color: #fff; --tw-ring-offset-shadow: 0 0 #0000; --tw-ring-offset-width: 0px; --tw-ring-shadow: 0 0 #0000; --tw-rotate: 0; --tw-scale-x: 1; --tw-scale-y: 1; --tw-scroll-snap-strictness: proximity; --tw-shadow-colored: 0 0 #0000; --tw-shadow: 0 0 #0000; --tw-skew-x: 0; --tw-skew-y: 0; --tw-translate-x: 0; --tw-translate-y: 0; border: 0px solid rgb(229, 231, 235); box-sizing: border-box; margin-top: 1.25em;">Medio:<b> </b></span><span style="--tw-border-spacing-x: 0; --tw-border-spacing-y: 0; --tw-ring-color: #3b82f680; --tw-ring-offset-color: #fff; --tw-ring-offset-shadow: 0 0 #0000; --tw-ring-offset-width: 0px; --tw-ring-shadow: 0 0 #0000; --tw-rotate: 0; --tw-scale-x: 1; --tw-scale-y: 1; --tw-scroll-snap-strictness: proximity; --tw-shadow-colored: 0 0 #0000; --tw-shadow: 0 0 #0000; --tw-skew-x: 0; --tw-skew-y: 0; --tw-translate-x: 0; --tw-translate-y: 0; border: 0px solid rgb(229, 231, 235); box-sizing: border-box; font-weight: bold; margin-bottom: 1.25em;">Repórter Brasil (Brasil) </span></span></li></ul><p style="--tw-border-spacing-x: 0; --tw-border-spacing-y: 0; --tw-ring-color: #3b82f680; --tw-ring-offset-color: #fff; --tw-ring-offset-shadow: 0 0 #0000; --tw-ring-offset-width: 0px; --tw-ring-shadow: 0 0 #0000; --tw-rotate: 0; --tw-scale-x: 1; --tw-scale-y: 1; --tw-scroll-snap-strictness: proximity; --tw-shadow-colored: 0 0 #0000; --tw-shadow: 0 0 #0000; --tw-skew-x: 0; --tw-skew-y: 0; --tw-translate-x: 0; --tw-translate-y: 0; background-color: white; border: 0px solid rgb(229, 231, 235); box-sizing: border-box; color: #3d3d3d; margin: 1.25em 0px;"><span style="font-family: arial;"><span style="--tw-border-spacing-x: 0; --tw-border-spacing-y: 0; --tw-ring-color: #3b82f680; --tw-ring-offset-color: #fff; --tw-ring-offset-shadow: 0 0 #0000; --tw-ring-offset-width: 0px; --tw-ring-shadow: 0 0 #0000; --tw-rotate: 0; --tw-scale-x: 1; --tw-scale-y: 1; --tw-scroll-snap-strictness: proximity; --tw-shadow-colored: 0 0 #0000; --tw-shadow: 0 0 #0000; --tw-skew-x: 0; --tw-skew-y: 0; --tw-translate-x: 0; --tw-translate-y: 0; border: 0px solid rgb(229, 231, 235); box-sizing: border-box;">Esta investigación rompe el silencio en torno a la élite agroindustrial de Brasil revelando quiénes son, dónde trabajan y qué problemas tienen los mayores ganaderos del país: nueve de los diez principales tienen al menos una finca ganadera legal en la Amazonía (pese a la importancia de este ecosistema para </span><span style="--tw-border-spacing-x: 0; --tw-border-spacing-y: 0; --tw-ring-color: #3b82f680; --tw-ring-offset-color: #fff; --tw-ring-offset-shadow: 0 0 #0000; --tw-ring-offset-width: 0px; --tw-ring-shadow: 0 0 #0000; --tw-rotate: 0; --tw-scale-x: 1; --tw-scale-y: 1; --tw-scroll-snap-strictness: proximity; --tw-shadow-colored: 0 0 #0000; --tw-shadow: 0 0 #0000; --tw-skew-x: 0; --tw-skew-y: 0; --tw-translate-x: 0; --tw-translate-y: 0; border: 0px solid rgb(229, 231, 235); box-sizing: border-box;">contener la crisis climática, allí se concentra el 43% de la ganadería del país), y seis crían todo su ganado en el bioma. </span></span></p><p style="--tw-border-spacing-x: 0; --tw-border-spacing-y: 0; --tw-ring-color: #3b82f680; --tw-ring-offset-color: #fff; --tw-ring-offset-shadow: 0 0 #0000; --tw-ring-offset-width: 0px; --tw-ring-shadow: 0 0 #0000; --tw-rotate: 0; --tw-scale-x: 1; --tw-scale-y: 1; --tw-scroll-snap-strictness: proximity; --tw-shadow-colored: 0 0 #0000; --tw-shadow: 0 0 #0000; --tw-skew-x: 0; --tw-skew-y: 0; --tw-translate-x: 0; --tw-translate-y: 0; background-color: white; border: 0px solid rgb(229, 231, 235); box-sizing: border-box; color: #3d3d3d; margin: 1.25em 0px;"><span style="font-family: arial;"><span style="--tw-border-spacing-x: 0; --tw-border-spacing-y: 0; --tw-ring-color: #3b82f680; --tw-ring-offset-color: #fff; --tw-ring-offset-shadow: 0 0 #0000; --tw-ring-offset-width: 0px; --tw-ring-shadow: 0 0 #0000; --tw-rotate: 0; --tw-scale-x: 1; --tw-scale-y: 1; --tw-scroll-snap-strictness: proximity; --tw-shadow-colored: 0 0 #0000; --tw-shadow: 0 0 #0000; --tw-skew-x: 0; --tw-skew-y: 0; --tw-translate-x: 0; --tw-translate-y: 0; border: 0px solid rgb(229, 231, 235); box-sizing: border-box;">Los diez suman más de 100 millones de dólares en multas del Ibama (Instituto Brasileño de Medio Ambiente y Recursos Naturales Renovables) y les fue embargada prácticamente toda el área de la ciudad de São Paulo por deforestación ilegal (1.400 km²). De estos diez nombres, cinco fueron multados por el Ministerio de Trabajo por haber sometido a un total de 163 trabajadores a condiciones similares a la esclavitud.</span></span></p><p style="--tw-border-spacing-x: 0; --tw-border-spacing-y: 0; --tw-ring-color: #3b82f680; --tw-ring-offset-color: #fff; --tw-ring-offset-shadow: 0 0 #0000; --tw-ring-offset-width: 0px; --tw-ring-shadow: 0 0 #0000; --tw-rotate: 0; --tw-scale-x: 1; --tw-scale-y: 1; --tw-scroll-snap-strictness: proximity; --tw-shadow-colored: 0 0 #0000; --tw-shadow: 0 0 #0000; --tw-skew-x: 0; --tw-skew-y: 0; --tw-translate-x: 0; --tw-translate-y: 0; background-color: white; border: 0px solid rgb(229, 231, 235); box-sizing: border-box; color: #3d3d3d; margin: 1.25em 0px;"><span color="var(--tw-prose-bold)" style="--tw-border-spacing-x: 0; --tw-border-spacing-y: 0; --tw-ring-color: #3b82f680; --tw-ring-offset-color: #fff; --tw-ring-offset-shadow: 0 0 #0000; --tw-ring-offset-width: 0px; --tw-ring-shadow: 0 0 #0000; --tw-rotate: 0; 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--tw-border-spacing-y: 0; --tw-ring-color: #3b82f680; --tw-ring-offset-color: #fff; --tw-ring-offset-shadow: 0 0 #0000; --tw-ring-offset-width: 0px; --tw-ring-shadow: 0 0 #0000; --tw-rotate: 0; --tw-scale-x: 1; --tw-scale-y: 1; --tw-scroll-snap-strictness: proximity; --tw-shadow-colored: 0 0 #0000; --tw-shadow: 0 0 #0000; --tw-skew-x: 0; --tw-skew-y: 0; --tw-translate-x: 0; --tw-translate-y: 0; background-color: white; border: 0px solid rgb(229, 231, 235); box-sizing: border-box; color: #3d3d3d; list-style-image: initial; list-style-position: initial; margin: 1.25em 0px; padding: 0px 0px 0px 1.625em;"><li style="--tw-border-spacing-x: 0; --tw-border-spacing-y: 0; --tw-ring-color: #3b82f680; --tw-ring-offset-color: #fff; --tw-ring-offset-shadow: 0 0 #0000; --tw-ring-offset-width: 0px; --tw-ring-shadow: 0 0 #0000; --tw-rotate: 0; --tw-scale-x: 1; --tw-scale-y: 1; --tw-scroll-snap-strictness: proximity; --tw-shadow-colored: 0 0 #0000; --tw-shadow: 0 0 #0000; --tw-skew-x: 0; --tw-skew-y: 0; --tw-translate-x: 0; --tw-translate-y: 0; border: 0px solid rgb(229, 231, 235); box-sizing: border-box; margin-bottom: 0.5em; margin-top: 0.5em; padding-left: 0.375em;"><span style="font-family: arial;"><span color="currentcolor" style="--tw-border-spacing-x: 0; --tw-border-spacing-y: 0; --tw-ring-color: #3b82f680; --tw-ring-offset-color: #fff; --tw-ring-offset-shadow: 0 0 #0000; --tw-ring-offset-width: 0px; --tw-ring-shadow: 0 0 #0000; --tw-rotate: 0; --tw-scale-x: 1; --tw-scale-y: 1; --tw-scroll-snap-strictness: proximity; --tw-shadow-colored: 0 0 #0000; --tw-shadow: 0 0 #0000; --tw-skew-x: 0; --tw-skew-y: 0; --tw-translate-x: 0; --tw-translate-y: 0; border: 0px solid rgb(229, 231, 235); box-sizing: border-box; margin-top: 1.25em;">Autoras: </span><b><span style="--tw-border-spacing-x: 0; --tw-border-spacing-y: 0; --tw-ring-color: #3b82f680; --tw-ring-offset-color: #fff; --tw-ring-offset-shadow: 0 0 #0000; --tw-ring-offset-width: 0px; --tw-ring-shadow: 0 0 #0000; --tw-rotate: 0; --tw-scale-x: 1; --tw-scale-y: 1; --tw-scroll-snap-strictness: proximity; --tw-shadow-colored: 0 0 #0000; --tw-shadow: 0 0 #0000; --tw-skew-x: 0; --tw-skew-y: 0; --tw-translate-x: 0; --tw-translate-y: 0; border: 0px solid rgb(229, 231, 235); box-sizing: border-box;">Bruna de Lara, Tatiana Dias y Paula Guimarães</span><span color="currentcolor" style="--tw-border-spacing-x: 0; --tw-border-spacing-y: 0; --tw-ring-color: #3b82f680; --tw-ring-offset-color: #fff; --tw-ring-offset-shadow: 0 0 #0000; --tw-ring-offset-width: 0px; --tw-ring-shadow: 0 0 #0000; --tw-rotate: 0; --tw-scale-x: 1; --tw-scale-y: 1; --tw-scroll-snap-strictness: proximity; --tw-shadow-colored: 0 0 #0000; --tw-shadow: 0 0 #0000; --tw-skew-x: 0; --tw-skew-y: 0; --tw-translate-x: 0; --tw-translate-y: 0; border: 0px solid rgb(229, 231, 235); box-sizing: border-box; margin-bottom: 1.25em;">.</span></b></span></li><li style="--tw-border-spacing-x: 0; --tw-border-spacing-y: 0; --tw-ring-color: #3b82f680; --tw-ring-offset-color: #fff; --tw-ring-offset-shadow: 0 0 #0000; 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--tw-border-spacing-y: 0; --tw-ring-color: #3b82f680; --tw-ring-offset-color: #fff; --tw-ring-offset-shadow: 0 0 #0000; --tw-ring-offset-width: 0px; --tw-ring-shadow: 0 0 #0000; --tw-rotate: 0; --tw-scale-x: 1; --tw-scale-y: 1; --tw-scroll-snap-strictness: proximity; --tw-shadow-colored: 0 0 #0000; --tw-shadow: 0 0 #0000; --tw-skew-x: 0; --tw-skew-y: 0; --tw-translate-x: 0; --tw-translate-y: 0; border: 0px solid rgb(229, 231, 235); box-sizing: border-box; margin-bottom: 1.25em;"><b>Portal Catarinas y The Intercept (Brasil)</b></span></span></li></ul><p style="--tw-border-spacing-x: 0; --tw-border-spacing-y: 0; --tw-ring-color: #3b82f680; --tw-ring-offset-color: #fff; --tw-ring-offset-shadow: 0 0 #0000; --tw-ring-offset-width: 0px; --tw-ring-shadow: 0 0 #0000; --tw-rotate: 0; --tw-scale-x: 1; --tw-scale-y: 1; --tw-scroll-snap-strictness: proximity; --tw-shadow-colored: 0 0 #0000; --tw-shadow: 0 0 #0000; --tw-skew-x: 0; --tw-skew-y: 0; --tw-translate-x: 0; --tw-translate-y: 0; background-color: white; border: 0px solid rgb(229, 231, 235); box-sizing: border-box; color: #3d3d3d; margin: 1.25em 0px;"><span style="--tw-border-spacing-x: 0; --tw-border-spacing-y: 0; --tw-ring-color: #3b82f680; --tw-ring-offset-color: #fff; --tw-ring-offset-shadow: 0 0 #0000; --tw-ring-offset-width: 0px; --tw-ring-shadow: 0 0 #0000; --tw-rotate: 0; --tw-scale-x: 1; --tw-scale-y: 1; --tw-scroll-snap-strictness: proximity; --tw-shadow-colored: 0 0 #0000; --tw-shadow: 0 0 #0000; --tw-skew-x: 0; --tw-skew-y: 0; --tw-translate-x: 0; --tw-translate-y: 0; border: 0px solid rgb(229, 231, 235); box-sizing: border-box;"><span style="font-family: arial;">En Santa Catarina, Brasil, los tribunales negaron el derecho a un aborto legal a una niña de 11 años embarazada tras una violación, a pesar de ser una de las tres condiciones en que la legislación del país lo permite. La jueza y la fiscal persuadieron a la niña para que continuara con un embarazo peligroso. </span></span></p><p style="--tw-border-spacing-x: 0; --tw-border-spacing-y: 0; --tw-ring-color: #3b82f680; --tw-ring-offset-color: #fff; --tw-ring-offset-shadow: 0 0 #0000; --tw-ring-offset-width: 0px; --tw-ring-shadow: 0 0 #0000; --tw-rotate: 0; --tw-scale-x: 1; --tw-scale-y: 1; --tw-scroll-snap-strictness: proximity; --tw-shadow-colored: 0 0 #0000; --tw-shadow: 0 0 #0000; --tw-skew-x: 0; --tw-skew-y: 0; --tw-translate-x: 0; --tw-translate-y: 0; background-color: white; border: 0px solid rgb(229, 231, 235); box-sizing: border-box; color: #3d3d3d; margin: 1.25em 0px;"><span style="--tw-border-spacing-x: 0; --tw-border-spacing-y: 0; --tw-ring-color: #3b82f680; --tw-ring-offset-color: #fff; --tw-ring-offset-shadow: 0 0 #0000; --tw-ring-offset-width: 0px; --tw-ring-shadow: 0 0 #0000; --tw-rotate: 0; --tw-scale-x: 1; --tw-scale-y: 1; --tw-scroll-snap-strictness: proximity; --tw-shadow-colored: 0 0 #0000; --tw-shadow: 0 0 #0000; --tw-skew-x: 0; --tw-skew-y: 0; --tw-translate-x: 0; --tw-translate-y: 0; border: 0px solid rgb(229, 231, 235); box-sizing: border-box;"><span style="font-family: arial;">Un reportaje en video del Portal Catarinas y The Intercept Brasil mostró el interrogatorio de la jueza, lo que generó indignación y llevó al Ministerio Público a recomendar el aborto, que finalmente se realizó. Sin embargo, políticos conservadores abrieron una comisión para investigar a la niña, a su familia, a los médicos y a los medios responsables del reportaje. El caso fue llevado a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, donde se denunció la violación de los derechos sexuales y reproductivos de niñas y mujeres en el país.</span></span></p><p style="--tw-border-spacing-x: 0; --tw-border-spacing-y: 0; --tw-ring-color: #3b82f680; --tw-ring-offset-color: #fff; --tw-ring-offset-shadow: 0 0 #0000; --tw-ring-offset-width: 0px; --tw-ring-shadow: 0 0 #0000; --tw-rotate: 0; --tw-scale-x: 1; --tw-scale-y: 1; --tw-scroll-snap-strictness: proximity; --tw-shadow-colored: 0 0 #0000; --tw-shadow: 0 0 #0000; --tw-skew-x: 0; --tw-skew-y: 0; --tw-translate-x: 0; --tw-translate-y: 0; background-color: white; border: 0px solid rgb(229, 231, 235); box-sizing: border-box; color: #3d3d3d; margin: 1.25em 0px;"><span color="currentcolor" style="--tw-border-spacing-x: 0; --tw-border-spacing-y: 0; --tw-ring-color: #3b82f680; --tw-ring-offset-color: #fff; --tw-ring-offset-shadow: 0 0 #0000; --tw-ring-offset-width: 0px; --tw-ring-shadow: 0 0 #0000; --tw-rotate: 0; --tw-scale-x: 1; --tw-scale-y: 1; --tw-scroll-snap-strictness: proximity; --tw-shadow-colored: 0 0 #0000; --tw-shadow: 0 0 #0000; --tw-skew-x: 0; --tw-skew-y: 0; --tw-translate-x: 0; --tw-translate-y: 0; border: 0px solid rgb(229, 231, 235); box-sizing: border-box;"><span style="font-family: arial;"><b>Imagen</b></span></span></p><p style="--tw-border-spacing-x: 0; --tw-border-spacing-y: 0; --tw-ring-color: #3b82f680; --tw-ring-offset-color: #fff; --tw-ring-offset-shadow: 0 0 #0000; --tw-ring-offset-width: 0px; --tw-ring-shadow: 0 0 #0000; --tw-rotate: 0; --tw-scale-x: 1; --tw-scale-y: 1; --tw-scroll-snap-strictness: proximity; --tw-shadow-colored: 0 0 #0000; --tw-shadow: 0 0 #0000; --tw-skew-x: 0; --tw-skew-y: 0; --tw-translate-x: 0; --tw-translate-y: 0; background-color: white; border: 0px solid rgb(229, 231, 235); box-sizing: border-box; color: #3d3d3d; margin: 1.25em 0px;"><a href="https://www.youtube.com/watch?v=OJlEWGgz__4" style="--tw-border-spacing-x: 0; --tw-border-spacing-y: 0; --tw-ring-color: #3b82f680; --tw-ring-offset-color: #fff; --tw-ring-offset-shadow: 0 0 #0000; --tw-ring-offset-width: 0px; --tw-ring-shadow: 0 0 #0000; --tw-rotate: 0; --tw-scale-x: 1; --tw-scale-y: 1; --tw-scroll-snap-strictness: proximity; --tw-shadow-colored: 0 0 #0000; --tw-shadow: 0 0 #0000; --tw-skew-x: 0; --tw-skew-y: 0; --tw-text-opacity: 1; --tw-translate-x: 0; --tw-translate-y: 0; border: 0px solid rgb(229, 231, 235); box-sizing: border-box; text-decoration-line: none;"><span color="currentcolor" style="--tw-border-spacing-x: 0; --tw-border-spacing-y: 0; --tw-ring-color: #3b82f680; --tw-ring-offset-color: #fff; --tw-ring-offset-shadow: 0 0 #0000; --tw-ring-offset-width: 0px; --tw-ring-shadow: 0 0 #0000; --tw-rotate: 0; --tw-scale-x: 1; --tw-scale-y: 1; --tw-scroll-snap-strictness: proximity; --tw-shadow-colored: 0 0 #0000; --tw-shadow: 0 0 #0000; --tw-skew-x: 0; --tw-skew-y: 0; --tw-translate-x: 0; --tw-translate-y: 0; border: 0px solid rgb(229, 231, 235); box-sizing: border-box;"><span style="font-family: arial;">Ayacucho: Radiografía de homicidios</span></span></a></p><ul style="--tw-border-spacing-x: 0; --tw-border-spacing-y: 0; --tw-ring-color: #3b82f680; --tw-ring-offset-color: #fff; --tw-ring-offset-shadow: 0 0 #0000; --tw-ring-offset-width: 0px; --tw-ring-shadow: 0 0 #0000; --tw-rotate: 0; --tw-scale-x: 1; --tw-scale-y: 1; --tw-scroll-snap-strictness: proximity; --tw-shadow-colored: 0 0 #0000; --tw-shadow: 0 0 #0000; --tw-skew-x: 0; --tw-skew-y: 0; --tw-translate-x: 0; --tw-translate-y: 0; background-color: white; border: 0px solid rgb(229, 231, 235); box-sizing: border-box; color: #3d3d3d; list-style-image: initial; list-style-position: initial; margin: 1.25em 0px; padding: 0px 0px 0px 1.625em;"><li style="--tw-border-spacing-x: 0; --tw-border-spacing-y: 0; --tw-ring-color: #3b82f680; --tw-ring-offset-color: #fff; --tw-ring-offset-shadow: 0 0 #0000; --tw-ring-offset-width: 0px; --tw-ring-shadow: 0 0 #0000; --tw-rotate: 0; --tw-scale-x: 1; --tw-scale-y: 1; --tw-scroll-snap-strictness: proximity; --tw-shadow-colored: 0 0 #0000; --tw-shadow: 0 0 #0000; --tw-skew-x: 0; --tw-skew-y: 0; --tw-translate-x: 0; --tw-translate-y: 0; border: 0px solid rgb(229, 231, 235); box-sizing: border-box; margin-bottom: 0.5em; margin-top: 0.5em; padding-left: 0.375em;"><span style="font-family: arial;"><span color="currentcolor" style="--tw-border-spacing-x: 0; --tw-border-spacing-y: 0; --tw-ring-color: #3b82f680; --tw-ring-offset-color: #fff; --tw-ring-offset-shadow: 0 0 #0000; --tw-ring-offset-width: 0px; --tw-ring-shadow: 0 0 #0000; --tw-rotate: 0; --tw-scale-x: 1; --tw-scale-y: 1; --tw-scroll-snap-strictness: proximity; --tw-shadow-colored: 0 0 #0000; --tw-shadow: 0 0 #0000; --tw-skew-x: 0; --tw-skew-y: 0; --tw-translate-x: 0; --tw-translate-y: 0; border: 0px solid rgb(229, 231, 235); box-sizing: border-box; margin-top: 1.25em;">Autores:</span><span style="--tw-border-spacing-x: 0; --tw-border-spacing-y: 0; --tw-ring-color: #3b82f680; --tw-ring-offset-color: #fff; --tw-ring-offset-shadow: 0 0 #0000; --tw-ring-offset-width: 0px; --tw-ring-shadow: 0 0 #0000; --tw-rotate: 0; --tw-scale-x: 1; --tw-scale-y: 1; --tw-scroll-snap-strictness: proximity; --tw-shadow-colored: 0 0 #0000; --tw-shadow: 0 0 #0000; --tw-skew-x: 0; --tw-skew-y: 0; --tw-translate-x: 0; --tw-translate-y: 0; border: 0px solid rgb(229, 231, 235); box-sizing: border-box; margin-bottom: 1.25em;"> <b>Rosa Laura y César Prado Malca</b></span></span></li><li style="--tw-border-spacing-x: 0; --tw-border-spacing-y: 0; --tw-ring-color: #3b82f680; --tw-ring-offset-color: #fff; --tw-ring-offset-shadow: 0 0 #0000; --tw-ring-offset-width: 0px; --tw-ring-shadow: 0 0 #0000; --tw-rotate: 0; --tw-scale-x: 1; --tw-scale-y: 1; --tw-scroll-snap-strictness: proximity; --tw-shadow-colored: 0 0 #0000; --tw-shadow: 0 0 #0000; --tw-skew-x: 0; --tw-skew-y: 0; --tw-translate-x: 0; --tw-translate-y: 0; border: 0px solid rgb(229, 231, 235); box-sizing: border-box; margin-bottom: 0.5em; margin-top: 0.5em; padding-left: 0.375em;"><span style="font-family: arial;"><span color="currentcolor" style="--tw-border-spacing-x: 0; --tw-border-spacing-y: 0; --tw-ring-color: #3b82f680; --tw-ring-offset-color: #fff; --tw-ring-offset-shadow: 0 0 #0000; --tw-ring-offset-width: 0px; --tw-ring-shadow: 0 0 #0000; --tw-rotate: 0; --tw-scale-x: 1; --tw-scale-y: 1; --tw-scroll-snap-strictness: proximity; --tw-shadow-colored: 0 0 #0000; --tw-shadow: 0 0 #0000; --tw-skew-x: 0; --tw-skew-y: 0; --tw-translate-x: 0; --tw-translate-y: 0; border: 0px solid rgb(229, 231, 235); box-sizing: border-box; margin-top: 1.25em;">Medio:</span><span style="--tw-border-spacing-x: 0; --tw-border-spacing-y: 0; --tw-ring-color: #3b82f680; --tw-ring-offset-color: #fff; --tw-ring-offset-shadow: 0 0 #0000; --tw-ring-offset-width: 0px; --tw-ring-shadow: 0 0 #0000; --tw-rotate: 0; --tw-scale-x: 1; --tw-scale-y: 1; --tw-scroll-snap-strictness: proximity; --tw-shadow-colored: 0 0 #0000; --tw-shadow: 0 0 #0000; --tw-skew-x: 0; --tw-skew-y: 0; --tw-translate-x: 0; --tw-translate-y: 0; border: 0px solid rgb(229, 231, 235); box-sizing: border-box; margin-bottom: 1.25em;"> <b>IDL Reporteros (Perú)</b></span></span></li></ul><p style="--tw-border-spacing-x: 0; --tw-border-spacing-y: 0; --tw-ring-color: #3b82f680; --tw-ring-offset-color: #fff; --tw-ring-offset-shadow: 0 0 #0000; --tw-ring-offset-width: 0px; --tw-ring-shadow: 0 0 #0000; --tw-rotate: 0; --tw-scale-x: 1; --tw-scale-y: 1; --tw-scroll-snap-strictness: proximity; --tw-shadow-colored: 0 0 #0000; --tw-shadow: 0 0 #0000; --tw-skew-x: 0; --tw-skew-y: 0; --tw-translate-x: 0; --tw-translate-y: 0; background-color: white; border: 0px solid rgb(229, 231, 235); box-sizing: border-box; color: #3d3d3d; margin: 1.25em 0px;"><span style="--tw-border-spacing-x: 0; --tw-border-spacing-y: 0; --tw-ring-color: #3b82f680; --tw-ring-offset-color: #fff; --tw-ring-offset-shadow: 0 0 #0000; --tw-ring-offset-width: 0px; --tw-ring-shadow: 0 0 #0000; --tw-rotate: 0; --tw-scale-x: 1; --tw-scale-y: 1; --tw-scroll-snap-strictness: proximity; --tw-shadow-colored: 0 0 #0000; --tw-shadow: 0 0 #0000; --tw-skew-x: 0; --tw-skew-y: 0; --tw-translate-x: 0; --tw-translate-y: 0; border: 0px solid rgb(229, 231, 235); box-sizing: border-box;"><span style="font-family: arial;">Esta investigación surge como una respuesta ante la opacidad de la información sobre las circunstancias de la muerte de 10 personas en las protestas de Ayacucho, y las versiones oficiales que trataban de ocultar la responsabilidad del Estado. A través de un riguroso trabajo de reconstrucción, se reveló que al menos 6 de las 10 muertes ocurridas en esta región el 15 de diciembre del 2022 fueron ejecuciones extrajudiciales perpetradas por militares. </span></span></p><p style="--tw-border-spacing-x: 0; --tw-border-spacing-y: 0; --tw-ring-color: #3b82f680; --tw-ring-offset-color: #fff; --tw-ring-offset-shadow: 0 0 #0000; --tw-ring-offset-width: 0px; --tw-ring-shadow: 0 0 #0000; --tw-rotate: 0; --tw-scale-x: 1; --tw-scale-y: 1; --tw-scroll-snap-strictness: proximity; --tw-shadow-colored: 0 0 #0000; --tw-shadow: 0 0 #0000; --tw-skew-x: 0; --tw-skew-y: 0; --tw-translate-x: 0; --tw-translate-y: 0; background-color: white; border: 0px solid rgb(229, 231, 235); box-sizing: border-box; color: #3d3d3d; margin: 1.25em 0px;"><a href="https://vimeo.com/721289535" style="--tw-border-spacing-x: 0; --tw-border-spacing-y: 0; --tw-ring-color: #3b82f680; --tw-ring-offset-color: #fff; --tw-ring-offset-shadow: 0 0 #0000; --tw-ring-offset-width: 0px; --tw-ring-shadow: 0 0 #0000; --tw-rotate: 0; --tw-scale-x: 1; --tw-scale-y: 1; --tw-scroll-snap-strictness: proximity; --tw-shadow-colored: 0 0 #0000; --tw-shadow: 0 0 #0000; --tw-skew-x: 0; --tw-skew-y: 0; --tw-text-opacity: 1; --tw-translate-x: 0; --tw-translate-y: 0; border: 0px solid rgb(229, 231, 235); box-sizing: border-box; text-decoration-line: none;"><span color="currentcolor" style="--tw-border-spacing-x: 0; --tw-border-spacing-y: 0; --tw-ring-color: #3b82f680; --tw-ring-offset-color: #fff; --tw-ring-offset-shadow: 0 0 #0000; --tw-ring-offset-width: 0px; --tw-ring-shadow: 0 0 #0000; --tw-rotate: 0; --tw-scale-x: 1; --tw-scale-y: 1; --tw-scroll-snap-strictness: proximity; --tw-shadow-colored: 0 0 #0000; --tw-shadow: 0 0 #0000; --tw-skew-x: 0; --tw-skew-y: 0; --tw-translate-x: 0; --tw-translate-y: 0; border: 0px solid rgb(229, 231, 235); box-sizing: border-box;"><span style="font-family: arial;">Páramos, el país de las nieblas</span></span></a></p><ul style="--tw-border-spacing-x: 0; --tw-border-spacing-y: 0; --tw-ring-color: #3b82f680; --tw-ring-offset-color: #fff; --tw-ring-offset-shadow: 0 0 #0000; --tw-ring-offset-width: 0px; --tw-ring-shadow: 0 0 #0000; --tw-rotate: 0; --tw-scale-x: 1; --tw-scale-y: 1; --tw-scroll-snap-strictness: proximity; --tw-shadow-colored: 0 0 #0000; --tw-shadow: 0 0 #0000; --tw-skew-x: 0; --tw-skew-y: 0; --tw-translate-x: 0; --tw-translate-y: 0; background-color: white; border: 0px solid rgb(229, 231, 235); box-sizing: border-box; color: #3d3d3d; list-style-image: initial; list-style-position: initial; margin: 1.25em 0px; padding: 0px 0px 0px 1.625em;"><li style="--tw-border-spacing-x: 0; --tw-border-spacing-y: 0; --tw-ring-color: #3b82f680; --tw-ring-offset-color: #fff; --tw-ring-offset-shadow: 0 0 #0000; --tw-ring-offset-width: 0px; --tw-ring-shadow: 0 0 #0000; --tw-rotate: 0; --tw-scale-x: 1; --tw-scale-y: 1; --tw-scroll-snap-strictness: proximity; --tw-shadow-colored: 0 0 #0000; --tw-shadow: 0 0 #0000; --tw-skew-x: 0; --tw-skew-y: 0; --tw-translate-x: 0; --tw-translate-y: 0; border: 0px solid rgb(229, 231, 235); box-sizing: border-box; margin-bottom: 0.5em; margin-top: 0.5em; padding-left: 0.375em;"><span style="font-family: arial;"><span color="currentcolor" style="--tw-border-spacing-x: 0; --tw-border-spacing-y: 0; --tw-ring-color: #3b82f680; --tw-ring-offset-color: #fff; --tw-ring-offset-shadow: 0 0 #0000; --tw-ring-offset-width: 0px; --tw-ring-shadow: 0 0 #0000; --tw-rotate: 0; --tw-scale-x: 1; --tw-scale-y: 1; --tw-scroll-snap-strictness: proximity; --tw-shadow-colored: 0 0 #0000; --tw-shadow: 0 0 #0000; --tw-skew-x: 0; --tw-skew-y: 0; --tw-translate-x: 0; --tw-translate-y: 0; border: 0px solid rgb(229, 231, 235); box-sizing: border-box; margin-top: 1.25em;">Autores:</span><span style="--tw-border-spacing-x: 0; --tw-border-spacing-y: 0; --tw-ring-color: #3b82f680; --tw-ring-offset-color: #fff; --tw-ring-offset-shadow: 0 0 #0000; --tw-ring-offset-width: 0px; --tw-ring-shadow: 0 0 #0000; --tw-rotate: 0; --tw-scale-x: 1; --tw-scale-y: 1; --tw-scroll-snap-strictness: proximity; --tw-shadow-colored: 0 0 #0000; --tw-shadow: 0 0 #0000; --tw-skew-x: 0; --tw-skew-y: 0; --tw-translate-x: 0; --tw-translate-y: 0; border: 0px solid rgb(229, 231, 235); box-sizing: border-box; margin-bottom: 1.25em;"> <b>Alejandro Calderón, Carlos Rincón Kalú, Sebastián González Dixon, Laura Gómez Unda, Natalia Cano y Hernán Ospina.</b></span></span></li><li style="--tw-border-spacing-x: 0; --tw-border-spacing-y: 0; --tw-ring-color: #3b82f680; --tw-ring-offset-color: #fff; --tw-ring-offset-shadow: 0 0 #0000; --tw-ring-offset-width: 0px; --tw-ring-shadow: 0 0 #0000; --tw-rotate: 0; --tw-scale-x: 1; --tw-scale-y: 1; --tw-scroll-snap-strictness: proximity; --tw-shadow-colored: 0 0 #0000; --tw-shadow: 0 0 #0000; --tw-skew-x: 0; --tw-skew-y: 0; --tw-translate-x: 0; --tw-translate-y: 0; border: 0px solid rgb(229, 231, 235); box-sizing: border-box; margin-bottom: 0.5em; margin-top: 0.5em; padding-left: 0.375em;"><span style="font-family: arial;"><span color="currentcolor" style="--tw-border-spacing-x: 0; --tw-border-spacing-y: 0; --tw-ring-color: #3b82f680; --tw-ring-offset-color: #fff; --tw-ring-offset-shadow: 0 0 #0000; --tw-ring-offset-width: 0px; --tw-ring-shadow: 0 0 #0000; --tw-rotate: 0; --tw-scale-x: 1; --tw-scale-y: 1; --tw-scroll-snap-strictness: proximity; --tw-shadow-colored: 0 0 #0000; --tw-shadow: 0 0 #0000; --tw-skew-x: 0; --tw-skew-y: 0; --tw-translate-x: 0; --tw-translate-y: 0; border: 0px solid rgb(229, 231, 235); box-sizing: border-box; margin-top: 1.25em;">Medio:</span><span style="--tw-border-spacing-x: 0; --tw-border-spacing-y: 0; --tw-ring-color: #3b82f680; --tw-ring-offset-color: #fff; --tw-ring-offset-shadow: 0 0 #0000; --tw-ring-offset-width: 0px; --tw-ring-shadow: 0 0 #0000; --tw-rotate: 0; --tw-scale-x: 1; --tw-scale-y: 1; --tw-scroll-snap-strictness: proximity; --tw-shadow-colored: 0 0 #0000; --tw-shadow: 0 0 #0000; --tw-skew-x: 0; --tw-skew-y: 0; --tw-translate-x: 0; --tw-translate-y: 0; border: 0px solid rgb(229, 231, 235); box-sizing: border-box; margin-bottom: 1.25em;"> <b>Señal Colombia</b></span></span></li></ul><p style="--tw-border-spacing-x: 0; --tw-border-spacing-y: 0; --tw-ring-color: #3b82f680; --tw-ring-offset-color: #fff; --tw-ring-offset-shadow: 0 0 #0000; --tw-ring-offset-width: 0px; --tw-ring-shadow: 0 0 #0000; --tw-rotate: 0; --tw-scale-x: 1; --tw-scale-y: 1; --tw-scroll-snap-strictness: proximity; --tw-shadow-colored: 0 0 #0000; --tw-shadow: 0 0 #0000; --tw-skew-x: 0; --tw-skew-y: 0; --tw-translate-x: 0; --tw-translate-y: 0; background-color: white; border: 0px solid rgb(229, 231, 235); box-sizing: border-box; color: #3d3d3d; margin: 1.25em 0px;"><span style="--tw-border-spacing-x: 0; --tw-border-spacing-y: 0; --tw-ring-color: #3b82f680; --tw-ring-offset-color: #fff; --tw-ring-offset-shadow: 0 0 #0000; --tw-ring-offset-width: 0px; --tw-ring-shadow: 0 0 #0000; --tw-rotate: 0; --tw-scale-x: 1; --tw-scale-y: 1; --tw-scroll-snap-strictness: proximity; --tw-shadow-colored: 0 0 #0000; --tw-shadow: 0 0 #0000; --tw-skew-x: 0; --tw-skew-y: 0; --tw-translate-x: 0; --tw-translate-y: 0; border: 0px solid rgb(229, 231, 235); box-sizing: border-box;"><span style="font-family: arial;">Se trata de una revisión sobre la situación de la minería en los páramos de Colombia expuesta de manera documental y transmedia en una plataforma interactiva. Entre la exuberancia de una riqueza natural que se entreteje con la dinámica minera, campesinos, expertos y comunidades indígenas de la nación U ‘wa cuentan sobre el tesoro, la magia y los riesgos causados por la minería que esconden los páramos de la cordillera oriental colombiana.</span></span></p><p style="--tw-border-spacing-x: 0; --tw-border-spacing-y: 0; --tw-ring-color: #3b82f680; --tw-ring-offset-color: #fff; --tw-ring-offset-shadow: 0 0 #0000; --tw-ring-offset-width: 0px; --tw-ring-shadow: 0 0 #0000; --tw-rotate: 0; --tw-scale-x: 1; --tw-scale-y: 1; --tw-scroll-snap-strictness: proximity; --tw-shadow-colored: 0 0 #0000; --tw-shadow: 0 0 #0000; --tw-skew-x: 0; --tw-skew-y: 0; --tw-translate-x: 0; --tw-translate-y: 0; background-color: white; border: 0px solid rgb(229, 231, 235); box-sizing: border-box; color: #3d3d3d; margin: 1.25em 0px;"><a href="https://cnnportugal.iol.pt/videos/documentario-a-ultima-fronteira/6404db0b0cf2c84d7fcaf635" style="--tw-border-spacing-x: 0; --tw-border-spacing-y: 0; --tw-ring-color: #3b82f680; --tw-ring-offset-color: #fff; --tw-ring-offset-shadow: 0 0 #0000; --tw-ring-offset-width: 0px; --tw-ring-shadow: 0 0 #0000; --tw-rotate: 0; --tw-scale-x: 1; --tw-scale-y: 1; --tw-scroll-snap-strictness: proximity; --tw-shadow-colored: 0 0 #0000; --tw-shadow: 0 0 #0000; --tw-skew-x: 0; --tw-skew-y: 0; --tw-text-opacity: 1; --tw-translate-x: 0; --tw-translate-y: 0; border: 0px solid rgb(229, 231, 235); box-sizing: border-box; text-decoration-line: none;"><span color="currentcolor" style="--tw-border-spacing-x: 0; --tw-border-spacing-y: 0; --tw-ring-color: #3b82f680; --tw-ring-offset-color: #fff; --tw-ring-offset-shadow: 0 0 #0000; --tw-ring-offset-width: 0px; --tw-ring-shadow: 0 0 #0000; --tw-rotate: 0; --tw-scale-x: 1; --tw-scale-y: 1; --tw-scroll-snap-strictness: proximity; --tw-shadow-colored: 0 0 #0000; --tw-shadow: 0 0 #0000; --tw-skew-x: 0; --tw-skew-y: 0; --tw-translate-x: 0; --tw-translate-y: 0; border: 0px solid rgb(229, 231, 235); box-sizing: border-box;"><span style="font-family: arial;">A Última Fronteira</span></span></a></p><ul style="--tw-border-spacing-x: 0; --tw-border-spacing-y: 0; --tw-ring-color: #3b82f680; --tw-ring-offset-color: #fff; --tw-ring-offset-shadow: 0 0 #0000; --tw-ring-offset-width: 0px; --tw-ring-shadow: 0 0 #0000; --tw-rotate: 0; --tw-scale-x: 1; --tw-scale-y: 1; --tw-scroll-snap-strictness: proximity; --tw-shadow-colored: 0 0 #0000; --tw-shadow: 0 0 #0000; --tw-skew-x: 0; --tw-skew-y: 0; --tw-translate-x: 0; --tw-translate-y: 0; background-color: white; border: 0px solid rgb(229, 231, 235); box-sizing: border-box; color: #3d3d3d; list-style-image: initial; list-style-position: initial; margin: 1.25em 0px; padding: 0px 0px 0px 1.625em;"><li style="--tw-border-spacing-x: 0; --tw-border-spacing-y: 0; --tw-ring-color: #3b82f680; --tw-ring-offset-color: #fff; --tw-ring-offset-shadow: 0 0 #0000; --tw-ring-offset-width: 0px; --tw-ring-shadow: 0 0 #0000; --tw-rotate: 0; --tw-scale-x: 1; --tw-scale-y: 1; --tw-scroll-snap-strictness: proximity; --tw-shadow-colored: 0 0 #0000; --tw-shadow: 0 0 #0000; --tw-skew-x: 0; --tw-skew-y: 0; --tw-translate-x: 0; --tw-translate-y: 0; border: 0px solid rgb(229, 231, 235); box-sizing: border-box; margin-bottom: 0.5em; margin-top: 0.5em; padding-left: 0.375em;"><span style="font-family: arial;"><span color="currentcolor" style="--tw-border-spacing-x: 0; --tw-border-spacing-y: 0; --tw-ring-color: #3b82f680; --tw-ring-offset-color: #fff; --tw-ring-offset-shadow: 0 0 #0000; --tw-ring-offset-width: 0px; --tw-ring-shadow: 0 0 #0000; --tw-rotate: 0; --tw-scale-x: 1; --tw-scale-y: 1; --tw-scroll-snap-strictness: proximity; --tw-shadow-colored: 0 0 #0000; --tw-shadow: 0 0 #0000; --tw-skew-x: 0; --tw-skew-y: 0; --tw-translate-x: 0; --tw-translate-y: 0; border: 0px solid rgb(229, 231, 235); box-sizing: border-box; margin-top: 1.25em;">Autor:</span><span style="--tw-border-spacing-x: 0; --tw-border-spacing-y: 0; --tw-ring-color: #3b82f680; --tw-ring-offset-color: #fff; --tw-ring-offset-shadow: 0 0 #0000; --tw-ring-offset-width: 0px; --tw-ring-shadow: 0 0 #0000; --tw-rotate: 0; --tw-scale-x: 1; --tw-scale-y: 1; --tw-scroll-snap-strictness: proximity; --tw-shadow-colored: 0 0 #0000; --tw-shadow: 0 0 #0000; --tw-skew-x: 0; --tw-skew-y: 0; --tw-translate-x: 0; --tw-translate-y: 0; border: 0px solid rgb(229, 231, 235); box-sizing: border-box; margin-bottom: 1.25em;"> <b>André Carvalho Ramos</b></span></span></li><li style="--tw-border-spacing-x: 0; --tw-border-spacing-y: 0; --tw-ring-color: #3b82f680; --tw-ring-offset-color: #fff; --tw-ring-offset-shadow: 0 0 #0000; --tw-ring-offset-width: 0px; --tw-ring-shadow: 0 0 #0000; --tw-rotate: 0; --tw-scale-x: 1; --tw-scale-y: 1; --tw-scroll-snap-strictness: proximity; --tw-shadow-colored: 0 0 #0000; --tw-shadow: 0 0 #0000; --tw-skew-x: 0; --tw-skew-y: 0; --tw-translate-x: 0; --tw-translate-y: 0; border: 0px solid rgb(229, 231, 235); box-sizing: border-box; margin-bottom: 0.5em; margin-top: 0.5em; padding-left: 0.375em;"><span style="font-family: arial;"><span color="currentcolor" style="--tw-border-spacing-x: 0; --tw-border-spacing-y: 0; --tw-ring-color: #3b82f680; --tw-ring-offset-color: #fff; --tw-ring-offset-shadow: 0 0 #0000; --tw-ring-offset-width: 0px; --tw-ring-shadow: 0 0 #0000; --tw-rotate: 0; --tw-scale-x: 1; --tw-scale-y: 1; --tw-scroll-snap-strictness: proximity; --tw-shadow-colored: 0 0 #0000; --tw-shadow: 0 0 #0000; --tw-skew-x: 0; --tw-skew-y: 0; --tw-translate-x: 0; --tw-translate-y: 0; border: 0px solid rgb(229, 231, 235); box-sizing: border-box; margin-top: 1.25em;">Medio:</span><span style="--tw-border-spacing-x: 0; --tw-border-spacing-y: 0; --tw-ring-color: #3b82f680; --tw-ring-offset-color: #fff; --tw-ring-offset-shadow: 0 0 #0000; --tw-ring-offset-width: 0px; --tw-ring-shadow: 0 0 #0000; --tw-rotate: 0; --tw-scale-x: 1; --tw-scale-y: 1; --tw-scroll-snap-strictness: proximity; --tw-shadow-colored: 0 0 #0000; --tw-shadow: 0 0 #0000; --tw-skew-x: 0; --tw-skew-y: 0; --tw-translate-x: 0; --tw-translate-y: 0; border: 0px solid rgb(229, 231, 235); box-sizing: border-box; margin-bottom: 1.25em;"> <b>CNN Portugal</b></span></span></li></ul><p style="--tw-border-spacing-x: 0; --tw-border-spacing-y: 0; --tw-ring-color: #3b82f680; --tw-ring-offset-color: #fff; --tw-ring-offset-shadow: 0 0 #0000; --tw-ring-offset-width: 0px; --tw-ring-shadow: 0 0 #0000; --tw-rotate: 0; --tw-scale-x: 1; --tw-scale-y: 1; --tw-scroll-snap-strictness: proximity; --tw-shadow-colored: 0 0 #0000; --tw-shadow: 0 0 #0000; --tw-skew-x: 0; --tw-skew-y: 0; --tw-translate-x: 0; --tw-translate-y: 0; background-color: white; border: 0px solid rgb(229, 231, 235); box-sizing: border-box; color: #3d3d3d; margin: 1.25em 0px;"><span style="--tw-border-spacing-x: 0; --tw-border-spacing-y: 0; --tw-ring-color: #3b82f680; --tw-ring-offset-color: #fff; --tw-ring-offset-shadow: 0 0 #0000; --tw-ring-offset-width: 0px; --tw-ring-shadow: 0 0 #0000; --tw-rotate: 0; --tw-scale-x: 1; --tw-scale-y: 1; --tw-scroll-snap-strictness: proximity; --tw-shadow-colored: 0 0 #0000; --tw-shadow: 0 0 #0000; --tw-skew-x: 0; --tw-skew-y: 0; --tw-translate-x: 0; --tw-translate-y: 0; border: 0px solid rgb(229, 231, 235); box-sizing: border-box;"><span style="font-family: arial;">Este documental pone de manifiesto las políticas reales de Europa hacia los refugiados a raíz de la guerra de Ucrania. A los ucranianos se les concede automáticamente protección internacional. Para quienes provienen de Medio Oriente y África del Norte, la realidad no podría ser más diferente: o mueren en el mar o pasan varios años esperando el proceso de asilo. Muchos ahora están sin hogar en el corazón de Europa, en Bruselas, a pocas cuadras del edificio de la Comisión Europea. </span></span></p><p style="--tw-border-spacing-x: 0; --tw-border-spacing-y: 0; --tw-ring-color: #3b82f680; --tw-ring-offset-color: #fff; --tw-ring-offset-shadow: 0 0 #0000; --tw-ring-offset-width: 0px; --tw-ring-shadow: 0 0 #0000; --tw-rotate: 0; --tw-scale-x: 1; --tw-scale-y: 1; --tw-scroll-snap-strictness: proximity; --tw-shadow-colored: 0 0 #0000; --tw-shadow: 0 0 #0000; --tw-skew-x: 0; --tw-skew-y: 0; --tw-translate-x: 0; --tw-translate-y: 0; background-color: white; border: 0px solid rgb(229, 231, 235); box-sizing: border-box; color: #3d3d3d; margin: 1.25em 0px;"><span style="--tw-border-spacing-x: 0; --tw-border-spacing-y: 0; --tw-ring-color: #3b82f680; --tw-ring-offset-color: #fff; --tw-ring-offset-shadow: 0 0 #0000; --tw-ring-offset-width: 0px; --tw-ring-shadow: 0 0 #0000; --tw-rotate: 0; --tw-scale-x: 1; --tw-scale-y: 1; --tw-scroll-snap-strictness: proximity; --tw-shadow-colored: 0 0 #0000; --tw-shadow: 0 0 #0000; --tw-skew-x: 0; --tw-skew-y: 0; --tw-translate-x: 0; --tw-translate-y: 0; border: 0px solid rgb(229, 231, 235); box-sizing: border-box;"><span style="font-family: arial;">En los últimos años, los Estados europeos han retirado todos los medios de rescate en el mar, reforzado todas las fronteras y pagado a estados como Libia o Turquía para evitar la llegada de nuevos barcos con refugiados. Al mismo tiempo, abrieron las puertas a los ucranianos, demostrando que, después de todo, sí era posible acoger a los que morían a las puertas de Europa.</span></span></p><p style="--tw-border-spacing-x: 0; --tw-border-spacing-y: 0; --tw-ring-color: #3b82f680; --tw-ring-offset-color: #fff; --tw-ring-offset-shadow: 0 0 #0000; --tw-ring-offset-width: 0px; --tw-ring-shadow: 0 0 #0000; --tw-rotate: 0; --tw-scale-x: 1; --tw-scale-y: 1; --tw-scroll-snap-strictness: proximity; --tw-shadow-colored: 0 0 #0000; --tw-shadow: 0 0 #0000; --tw-skew-x: 0; --tw-skew-y: 0; --tw-translate-x: 0; --tw-translate-y: 0; background-color: white; border: 0px solid rgb(229, 231, 235); box-sizing: border-box; color: #3d3d3d; margin: 1.25em 0px;"><span color="var(--tw-prose-bold)" style="--tw-border-spacing-x: 0; --tw-border-spacing-y: 0; --tw-ring-color: #3b82f680; --tw-ring-offset-color: #fff; --tw-ring-offset-shadow: 0 0 #0000; --tw-ring-offset-width: 0px; --tw-ring-shadow: 0 0 #0000; --tw-rotate: 0; --tw-scale-x: 1; --tw-scale-y: 1; --tw-scroll-snap-strictness: proximity; --tw-shadow-colored: 0 0 #0000; --tw-shadow: 0 0 #0000; --tw-skew-x: 0; --tw-skew-y: 0; --tw-translate-x: 0; --tw-translate-y: 0; border: 0px solid rgb(229, 231, 235); box-sizing: border-box;"><span style="font-family: arial;"><b>Fotografía</b></span></span></p><p style="--tw-border-spacing-x: 0; --tw-border-spacing-y: 0; --tw-ring-color: #3b82f680; --tw-ring-offset-color: #fff; --tw-ring-offset-shadow: 0 0 #0000; --tw-ring-offset-width: 0px; --tw-ring-shadow: 0 0 #0000; --tw-rotate: 0; --tw-scale-x: 1; --tw-scale-y: 1; --tw-scroll-snap-strictness: proximity; --tw-shadow-colored: 0 0 #0000; --tw-shadow: 0 0 #0000; --tw-skew-x: 0; --tw-skew-y: 0; --tw-translate-x: 0; --tw-translate-y: 0; background-color: white; border: 0px solid rgb(229, 231, 235); box-sizing: border-box; color: #3d3d3d; margin: 1.25em 0px;"><a href="https://www.nationalgeographic.es/historia/2022/07/conseguira-la-ley-de-memoria-democratica-reparar-los-danos-del-franquismo" style="--tw-border-spacing-x: 0; --tw-border-spacing-y: 0; --tw-ring-color: #3b82f680; --tw-ring-offset-color: #fff; --tw-ring-offset-shadow: 0 0 #0000; --tw-ring-offset-width: 0px; --tw-ring-shadow: 0 0 #0000; --tw-rotate: 0; --tw-scale-x: 1; --tw-scale-y: 1; --tw-scroll-snap-strictness: proximity; --tw-shadow-colored: 0 0 #0000; --tw-shadow: 0 0 #0000; --tw-skew-x: 0; --tw-skew-y: 0; --tw-text-opacity: 1; --tw-translate-x: 0; --tw-translate-y: 0; border: 0px solid rgb(229, 231, 235); box-sizing: border-box; text-decoration-line: none;"><span color="currentcolor" style="--tw-border-spacing-x: 0; --tw-border-spacing-y: 0; --tw-ring-color: #3b82f680; --tw-ring-offset-color: #fff; --tw-ring-offset-shadow: 0 0 #0000; --tw-ring-offset-width: 0px; --tw-ring-shadow: 0 0 #0000; --tw-rotate: 0; --tw-scale-x: 1; --tw-scale-y: 1; --tw-scroll-snap-strictness: proximity; --tw-shadow-colored: 0 0 #0000; --tw-shadow: 0 0 #0000; --tw-skew-x: 0; --tw-skew-y: 0; --tw-translate-x: 0; --tw-translate-y: 0; border: 0px solid rgb(229, 231, 235); box-sizing: border-box;"><span style="font-family: arial;">¿Conseguirá la Ley de Memoria Democrática reparar los daños del franquismo?</span></span></a></p><ul style="--tw-border-spacing-x: 0; --tw-border-spacing-y: 0; --tw-ring-color: #3b82f680; --tw-ring-offset-color: #fff; --tw-ring-offset-shadow: 0 0 #0000; --tw-ring-offset-width: 0px; --tw-ring-shadow: 0 0 #0000; --tw-rotate: 0; --tw-scale-x: 1; --tw-scale-y: 1; --tw-scroll-snap-strictness: proximity; --tw-shadow-colored: 0 0 #0000; --tw-shadow: 0 0 #0000; --tw-skew-x: 0; --tw-skew-y: 0; --tw-translate-x: 0; --tw-translate-y: 0; background-color: white; border: 0px solid rgb(229, 231, 235); box-sizing: border-box; color: #3d3d3d; list-style-image: initial; list-style-position: initial; margin: 1.25em 0px; padding: 0px 0px 0px 1.625em;"><li style="--tw-border-spacing-x: 0; --tw-border-spacing-y: 0; --tw-ring-color: #3b82f680; --tw-ring-offset-color: #fff; --tw-ring-offset-shadow: 0 0 #0000; --tw-ring-offset-width: 0px; --tw-ring-shadow: 0 0 #0000; --tw-rotate: 0; --tw-scale-x: 1; --tw-scale-y: 1; --tw-scroll-snap-strictness: proximity; --tw-shadow-colored: 0 0 #0000; --tw-shadow: 0 0 #0000; --tw-skew-x: 0; --tw-skew-y: 0; --tw-translate-x: 0; --tw-translate-y: 0; border: 0px solid rgb(229, 231, 235); box-sizing: border-box; margin-bottom: 0.5em; margin-top: 0.5em; padding-left: 0.375em;"><span style="font-family: arial;"><span color="currentcolor" style="--tw-border-spacing-x: 0; --tw-border-spacing-y: 0; --tw-ring-color: #3b82f680; --tw-ring-offset-color: #fff; --tw-ring-offset-shadow: 0 0 #0000; --tw-ring-offset-width: 0px; --tw-ring-shadow: 0 0 #0000; --tw-rotate: 0; --tw-scale-x: 1; --tw-scale-y: 1; --tw-scroll-snap-strictness: proximity; --tw-shadow-colored: 0 0 #0000; --tw-shadow: 0 0 #0000; --tw-skew-x: 0; --tw-skew-y: 0; --tw-translate-x: 0; --tw-translate-y: 0; border: 0px solid rgb(229, 231, 235); box-sizing: border-box; margin-top: 1.25em;">Autor: </span><span style="--tw-border-spacing-x: 0; --tw-border-spacing-y: 0; --tw-ring-color: #3b82f680; --tw-ring-offset-color: #fff; --tw-ring-offset-shadow: 0 0 #0000; --tw-ring-offset-width: 0px; --tw-ring-shadow: 0 0 #0000; --tw-rotate: 0; --tw-scale-x: 1; --tw-scale-y: 1; --tw-scroll-snap-strictness: proximity; --tw-shadow-colored: 0 0 #0000; --tw-shadow: 0 0 #0000; --tw-skew-x: 0; --tw-skew-y: 0; --tw-translate-x: 0; --tw-translate-y: 0; border: 0px solid rgb(229, 231, 235); box-sizing: border-box; margin-bottom: 1.25em;"><b>Santi Donaire</b></span></span></li><li style="--tw-border-spacing-x: 0; --tw-border-spacing-y: 0; --tw-ring-color: #3b82f680; --tw-ring-offset-color: #fff; --tw-ring-offset-shadow: 0 0 #0000; --tw-ring-offset-width: 0px; --tw-ring-shadow: 0 0 #0000; --tw-rotate: 0; --tw-scale-x: 1; --tw-scale-y: 1; --tw-scroll-snap-strictness: proximity; --tw-shadow-colored: 0 0 #0000; --tw-shadow: 0 0 #0000; --tw-skew-x: 0; --tw-skew-y: 0; --tw-translate-x: 0; --tw-translate-y: 0; border: 0px solid rgb(229, 231, 235); box-sizing: border-box; margin-bottom: 0.5em; margin-top: 0.5em; padding-left: 0.375em;"><span style="font-family: arial;"><span color="currentcolor" style="--tw-border-spacing-x: 0; --tw-border-spacing-y: 0; --tw-ring-color: #3b82f680; --tw-ring-offset-color: #fff; --tw-ring-offset-shadow: 0 0 #0000; --tw-ring-offset-width: 0px; --tw-ring-shadow: 0 0 #0000; --tw-rotate: 0; --tw-scale-x: 1; --tw-scale-y: 1; --tw-scroll-snap-strictness: proximity; --tw-shadow-colored: 0 0 #0000; --tw-shadow: 0 0 #0000; --tw-skew-x: 0; --tw-skew-y: 0; --tw-translate-x: 0; --tw-translate-y: 0; border: 0px solid rgb(229, 231, 235); box-sizing: border-box; margin-top: 1.25em;">Medio: </span><b><span style="--tw-border-spacing-x: 0; --tw-border-spacing-y: 0; --tw-ring-color: #3b82f680; --tw-ring-offset-color: #fff; --tw-ring-offset-shadow: 0 0 #0000; --tw-ring-offset-width: 0px; --tw-ring-shadow: 0 0 #0000; --tw-rotate: 0; --tw-scale-x: 1; --tw-scale-y: 1; --tw-scroll-snap-strictness: proximity; --tw-shadow-colored: 0 0 #0000; --tw-shadow: 0 0 #0000; --tw-skew-x: 0; --tw-skew-y: 0; --tw-translate-x: 0; --tw-translate-y: 0; border: 0px solid rgb(229, 231, 235); box-sizing: border-box;">National Geographic (España)</span><span color="currentcolor" style="--tw-border-spacing-x: 0; --tw-border-spacing-y: 0; --tw-ring-color: #3b82f680; --tw-ring-offset-color: #fff; --tw-ring-offset-shadow: 0 0 #0000; --tw-ring-offset-width: 0px; --tw-ring-shadow: 0 0 #0000; --tw-rotate: 0; --tw-scale-x: 1; --tw-scale-y: 1; --tw-scroll-snap-strictness: proximity; --tw-shadow-colored: 0 0 #0000; --tw-shadow: 0 0 #0000; --tw-skew-x: 0; --tw-skew-y: 0; --tw-translate-x: 0; --tw-translate-y: 0; border: 0px solid rgb(229, 231, 235); box-sizing: border-box; margin-bottom: 1.25em;"> </span></b></span></li></ul><p style="--tw-border-spacing-x: 0; --tw-border-spacing-y: 0; --tw-ring-color: #3b82f680; --tw-ring-offset-color: #fff; --tw-ring-offset-shadow: 0 0 #0000; --tw-ring-offset-width: 0px; --tw-ring-shadow: 0 0 #0000; --tw-rotate: 0; --tw-scale-x: 1; --tw-scale-y: 1; --tw-scroll-snap-strictness: proximity; --tw-shadow-colored: 0 0 #0000; --tw-shadow: 0 0 #0000; --tw-skew-x: 0; --tw-skew-y: 0; --tw-translate-x: 0; --tw-translate-y: 0; background-color: white; border: 0px solid rgb(229, 231, 235); box-sizing: border-box; color: #3d3d3d; margin: 1.25em 0px;"><span style="font-family: arial;"><span style="--tw-border-spacing-x: 0; --tw-border-spacing-y: 0; --tw-ring-color: #3b82f680; --tw-ring-offset-color: #fff; --tw-ring-offset-shadow: 0 0 #0000; --tw-ring-offset-width: 0px; --tw-ring-shadow: 0 0 #0000; --tw-rotate: 0; --tw-scale-x: 1; --tw-scale-y: 1; --tw-scroll-snap-strictness: proximity; --tw-shadow-colored: 0 0 #0000; --tw-shadow: 0 0 #0000; --tw-skew-x: 0; --tw-skew-y: 0; --tw-translate-x: 0; --tw-translate-y: 0; border: 0px solid rgb(229, 231, 235); box-sizing: border-box;">La Ley de Memoria Democrática, fruto de los años de lucha de las organizaciones memorialistas, recoge por primera vez la potestad del Estado español para investigar los crímenes de la dictadura de Francisco Franco, además de declarar ilegales todas las sentencias de carácter político emitidas durante los 40 años de represión militar. </span></span></p><p style="--tw-border-spacing-x: 0; --tw-border-spacing-y: 0; --tw-ring-color: #3b82f680; --tw-ring-offset-color: #fff; --tw-ring-offset-shadow: 0 0 #0000; --tw-ring-offset-width: 0px; --tw-ring-shadow: 0 0 #0000; --tw-rotate: 0; --tw-scale-x: 1; --tw-scale-y: 1; --tw-scroll-snap-strictness: proximity; --tw-shadow-colored: 0 0 #0000; --tw-shadow: 0 0 #0000; --tw-skew-x: 0; --tw-skew-y: 0; --tw-translate-x: 0; --tw-translate-y: 0; background-color: white; border: 0px solid rgb(229, 231, 235); box-sizing: border-box; color: #3d3d3d; margin: 1.25em 0px;"><span style="font-family: arial;"><span style="--tw-border-spacing-x: 0; --tw-border-spacing-y: 0; --tw-ring-color: #3b82f680; --tw-ring-offset-color: #fff; --tw-ring-offset-shadow: 0 0 #0000; --tw-ring-offset-width: 0px; --tw-ring-shadow: 0 0 #0000; --tw-rotate: 0; --tw-scale-x: 1; --tw-scale-y: 1; --tw-scroll-snap-strictness: proximity; --tw-shadow-colored: 0 0 #0000; --tw-shadow: 0 0 #0000; --tw-skew-x: 0; --tw-skew-y: 0; --tw-translate-x: 0; --tw-translate-y: 0; border: 0px solid rgb(229, 231, 235); box-sizing: border-box;">Desde hace más de seis años Santi Donaire ha centrado su trabajo </span><span style="--tw-border-spacing-x: 0; --tw-border-spacing-y: 0; --tw-ring-color: #3b82f680; --tw-ring-offset-color: #fff; --tw-ring-offset-shadow: 0 0 #0000; --tw-ring-offset-width: 0px; --tw-ring-shadow: 0 0 #0000; --tw-rotate: 0; --tw-scale-x: 1; --tw-scale-y: 1; --tw-scroll-snap-strictness: proximity; --tw-shadow-colored: 0 0 #0000; --tw-shadow: 0 0 #0000; --tw-skew-x: 0; --tw-skew-y: 0; --tw-translate-x: 0; --tw-translate-y: 0; border: 0px solid rgb(229, 231, 235); box-sizing: border-box;">en documentar las consecuencias de los crímenes y violaciones de los derechos humanos cometidas durante este periodo histórico. Ha documentado a familiares de represaliados y ha mostrado cuán presente está en la actual sociedad española una herida que nunca se cerró. La fotografía es un intento por encapsular los hechos y la memoria, por resistir al olvido colectivo, y como un camino para entender el porqué del comportamiento social de la España actual.</span></span></p><p style="--tw-border-spacing-x: 0; --tw-border-spacing-y: 0; --tw-ring-color: #3b82f680; --tw-ring-offset-color: #fff; --tw-ring-offset-shadow: 0 0 #0000; --tw-ring-offset-width: 0px; --tw-ring-shadow: 0 0 #0000; --tw-rotate: 0; --tw-scale-x: 1; --tw-scale-y: 1; --tw-scroll-snap-strictness: proximity; --tw-shadow-colored: 0 0 #0000; --tw-shadow: 0 0 #0000; --tw-skew-x: 0; --tw-skew-y: 0; --tw-translate-x: 0; --tw-translate-y: 0; background-color: white; border: 0px solid rgb(229, 231, 235); box-sizing: border-box; color: #3d3d3d; margin: 1.25em 0px;"><a href="https://www1.folha.uol.com.br/ambiente/2022/08/garimpo-ilegal-de-ouro-divide-terra-indigena-no-sul-do-para.shtml" style="--tw-border-spacing-x: 0; --tw-border-spacing-y: 0; --tw-ring-color: #3b82f680; --tw-ring-offset-color: #fff; --tw-ring-offset-shadow: 0 0 #0000; --tw-ring-offset-width: 0px; --tw-ring-shadow: 0 0 #0000; --tw-rotate: 0; --tw-scale-x: 1; --tw-scale-y: 1; --tw-scroll-snap-strictness: proximity; --tw-shadow-colored: 0 0 #0000; --tw-shadow: 0 0 #0000; --tw-skew-x: 0; --tw-skew-y: 0; --tw-text-opacity: 1; --tw-translate-x: 0; --tw-translate-y: 0; border: 0px solid rgb(229, 231, 235); box-sizing: border-box; text-decoration-line: none;"><span color="currentcolor" style="--tw-border-spacing-x: 0; --tw-border-spacing-y: 0; --tw-ring-color: #3b82f680; --tw-ring-offset-color: #fff; --tw-ring-offset-shadow: 0 0 #0000; --tw-ring-offset-width: 0px; --tw-ring-shadow: 0 0 #0000; --tw-rotate: 0; --tw-scale-x: 1; --tw-scale-y: 1; --tw-scroll-snap-strictness: proximity; --tw-shadow-colored: 0 0 #0000; --tw-shadow: 0 0 #0000; --tw-skew-x: 0; --tw-skew-y: 0; --tw-translate-x: 0; --tw-translate-y: 0; border: 0px solid rgb(229, 231, 235); box-sizing: border-box;"><span style="font-family: arial;">Resistência</span></span></a></p><ul style="--tw-border-spacing-x: 0; --tw-border-spacing-y: 0; --tw-ring-color: #3b82f680; --tw-ring-offset-color: #fff; --tw-ring-offset-shadow: 0 0 #0000; --tw-ring-offset-width: 0px; --tw-ring-shadow: 0 0 #0000; --tw-rotate: 0; --tw-scale-x: 1; --tw-scale-y: 1; --tw-scroll-snap-strictness: proximity; --tw-shadow-colored: 0 0 #0000; --tw-shadow: 0 0 #0000; --tw-skew-x: 0; --tw-skew-y: 0; --tw-translate-x: 0; --tw-translate-y: 0; background-color: white; border: 0px solid rgb(229, 231, 235); box-sizing: border-box; color: #3d3d3d; list-style-image: initial; list-style-position: initial; margin: 1.25em 0px; padding: 0px 0px 0px 1.625em;"><li style="--tw-border-spacing-x: 0; --tw-border-spacing-y: 0; --tw-ring-color: #3b82f680; --tw-ring-offset-color: #fff; --tw-ring-offset-shadow: 0 0 #0000; --tw-ring-offset-width: 0px; --tw-ring-shadow: 0 0 #0000; --tw-rotate: 0; --tw-scale-x: 1; --tw-scale-y: 1; --tw-scroll-snap-strictness: proximity; --tw-shadow-colored: 0 0 #0000; --tw-shadow: 0 0 #0000; --tw-skew-x: 0; --tw-skew-y: 0; --tw-translate-x: 0; --tw-translate-y: 0; border: 0px solid rgb(229, 231, 235); box-sizing: border-box; margin-bottom: 0.5em; margin-top: 0.5em; padding-left: 0.375em;"><span style="font-family: arial;"><span color="currentcolor" style="--tw-border-spacing-x: 0; --tw-border-spacing-y: 0; --tw-ring-color: #3b82f680; --tw-ring-offset-color: #fff; --tw-ring-offset-shadow: 0 0 #0000; --tw-ring-offset-width: 0px; --tw-ring-shadow: 0 0 #0000; --tw-rotate: 0; --tw-scale-x: 1; --tw-scale-y: 1; --tw-scroll-snap-strictness: proximity; --tw-shadow-colored: 0 0 #0000; --tw-shadow: 0 0 #0000; --tw-skew-x: 0; --tw-skew-y: 0; --tw-translate-x: 0; --tw-translate-y: 0; border: 0px solid rgb(229, 231, 235); box-sizing: border-box; margin-top: 1.25em;">Autor: </span><span style="--tw-border-spacing-x: 0; --tw-border-spacing-y: 0; --tw-ring-color: #3b82f680; --tw-ring-offset-color: #fff; --tw-ring-offset-shadow: 0 0 #0000; --tw-ring-offset-width: 0px; --tw-ring-shadow: 0 0 #0000; --tw-rotate: 0; --tw-scale-x: 1; --tw-scale-y: 1; --tw-scroll-snap-strictness: proximity; --tw-shadow-colored: 0 0 #0000; --tw-shadow: 0 0 #0000; --tw-skew-x: 0; --tw-skew-y: 0; --tw-translate-x: 0; --tw-translate-y: 0; border: 0px solid rgb(229, 231, 235); box-sizing: border-box; margin-bottom: 1.25em;"><b>Lalo de Almeida</b></span></span></li><li style="--tw-border-spacing-x: 0; --tw-border-spacing-y: 0; --tw-ring-color: #3b82f680; --tw-ring-offset-color: #fff; --tw-ring-offset-shadow: 0 0 #0000; --tw-ring-offset-width: 0px; --tw-ring-shadow: 0 0 #0000; --tw-rotate: 0; --tw-scale-x: 1; --tw-scale-y: 1; --tw-scroll-snap-strictness: proximity; --tw-shadow-colored: 0 0 #0000; --tw-shadow: 0 0 #0000; --tw-skew-x: 0; --tw-skew-y: 0; --tw-translate-x: 0; --tw-translate-y: 0; border: 0px solid rgb(229, 231, 235); box-sizing: border-box; margin-bottom: 0.5em; margin-top: 0.5em; padding-left: 0.375em;"><span style="font-family: arial;"><span color="currentcolor" style="--tw-border-spacing-x: 0; --tw-border-spacing-y: 0; --tw-ring-color: #3b82f680; --tw-ring-offset-color: #fff; --tw-ring-offset-shadow: 0 0 #0000; --tw-ring-offset-width: 0px; --tw-ring-shadow: 0 0 #0000; --tw-rotate: 0; --tw-scale-x: 1; --tw-scale-y: 1; --tw-scroll-snap-strictness: proximity; --tw-shadow-colored: 0 0 #0000; --tw-shadow: 0 0 #0000; --tw-skew-x: 0; --tw-skew-y: 0; --tw-translate-x: 0; --tw-translate-y: 0; border: 0px solid rgb(229, 231, 235); box-sizing: border-box; margin-top: 1.25em;">Medio: </span><span style="--tw-border-spacing-x: 0; --tw-border-spacing-y: 0; --tw-ring-color: #3b82f680; --tw-ring-offset-color: #fff; --tw-ring-offset-shadow: 0 0 #0000; --tw-ring-offset-width: 0px; --tw-ring-shadow: 0 0 #0000; --tw-rotate: 0; --tw-scale-x: 1; --tw-scale-y: 1; --tw-scroll-snap-strictness: proximity; --tw-shadow-colored: 0 0 #0000; --tw-shadow: 0 0 #0000; --tw-skew-x: 0; --tw-skew-y: 0; --tw-translate-x: 0; --tw-translate-y: 0; border: 0px solid rgb(229, 231, 235); box-sizing: border-box; margin-bottom: 1.25em;"><b>Folha de S.Paulo (Brasil)</b></span></span></li></ul><p style="--tw-border-spacing-x: 0; --tw-border-spacing-y: 0; --tw-ring-color: #3b82f680; --tw-ring-offset-color: #fff; --tw-ring-offset-shadow: 0 0 #0000; --tw-ring-offset-width: 0px; --tw-ring-shadow: 0 0 #0000; --tw-rotate: 0; --tw-scale-x: 1; --tw-scale-y: 1; --tw-scroll-snap-strictness: proximity; --tw-shadow-colored: 0 0 #0000; --tw-shadow: 0 0 #0000; --tw-skew-x: 0; --tw-skew-y: 0; --tw-translate-x: 0; --tw-translate-y: 0; background-color: white; border: 0px solid rgb(229, 231, 235); box-sizing: border-box; color: #3d3d3d; margin: 1.25em 0px;"><span style="font-family: arial;">Parece una contradicción, pero el resultado de cuatro años de gobierno de Jair Bolsonaro, quien fomentó constantemente la destrucción de la selva y de las comunidades que la habitan, fue una población indígena más consciente de sus derechos, más combativa, más organizada y más conectada, opuesta a las acciones destructivas de ese gobierno en la Amazonía. Con el objetivo de mostrar la resistencia indígena al gobierno de Bolsonaro, esta serie fotográfica siguió a tres pueblos diferentes y documentó cómo enfrentaron estas presiones y amenazas.</span></p><p style="--tw-border-spacing-x: 0; --tw-border-spacing-y: 0; --tw-ring-color: #3b82f680; --tw-ring-offset-color: #fff; --tw-ring-offset-shadow: 0 0 #0000; --tw-ring-offset-width: 0px; --tw-ring-shadow: 0 0 #0000; --tw-rotate: 0; --tw-scale-x: 1; --tw-scale-y: 1; --tw-scroll-snap-strictness: proximity; --tw-shadow-colored: 0 0 #0000; --tw-shadow: 0 0 #0000; --tw-skew-x: 0; --tw-skew-y: 0; --tw-translate-x: 0; --tw-translate-y: 0; background-color: white; border: 0px solid rgb(229, 231, 235); box-sizing: border-box; color: #3d3d3d; margin: 1.25em 0px;"><a href="https://www.revista5w.com/temas/planeta/tierra-de-llamas-y-cenizas-59992" style="--tw-border-spacing-x: 0; --tw-border-spacing-y: 0; --tw-ring-color: #3b82f680; --tw-ring-offset-color: #fff; --tw-ring-offset-shadow: 0 0 #0000; --tw-ring-offset-width: 0px; --tw-ring-shadow: 0 0 #0000; --tw-rotate: 0; --tw-scale-x: 1; --tw-scale-y: 1; --tw-scroll-snap-strictness: proximity; --tw-shadow-colored: 0 0 #0000; --tw-shadow: 0 0 #0000; --tw-skew-x: 0; --tw-skew-y: 0; --tw-text-opacity: 1; --tw-translate-x: 0; --tw-translate-y: 0; border: 0px solid rgb(229, 231, 235); box-sizing: border-box; text-decoration-line: none;"><span color="currentcolor" style="--tw-border-spacing-x: 0; --tw-border-spacing-y: 0; --tw-ring-color: #3b82f680; --tw-ring-offset-color: #fff; --tw-ring-offset-shadow: 0 0 #0000; --tw-ring-offset-width: 0px; --tw-ring-shadow: 0 0 #0000; --tw-rotate: 0; --tw-scale-x: 1; --tw-scale-y: 1; --tw-scroll-snap-strictness: proximity; --tw-shadow-colored: 0 0 #0000; --tw-shadow: 0 0 #0000; --tw-skew-x: 0; --tw-skew-y: 0; --tw-translate-x: 0; --tw-translate-y: 0; border: 0px solid rgb(229, 231, 235); box-sizing: border-box;"><span style="font-family: arial;">Tierra de llamas y ceniza</span></span></a></p><ul style="--tw-border-spacing-x: 0; --tw-border-spacing-y: 0; --tw-ring-color: #3b82f680; --tw-ring-offset-color: #fff; --tw-ring-offset-shadow: 0 0 #0000; --tw-ring-offset-width: 0px; --tw-ring-shadow: 0 0 #0000; --tw-rotate: 0; --tw-scale-x: 1; --tw-scale-y: 1; --tw-scroll-snap-strictness: proximity; --tw-shadow-colored: 0 0 #0000; --tw-shadow: 0 0 #0000; --tw-skew-x: 0; --tw-skew-y: 0; --tw-translate-x: 0; --tw-translate-y: 0; background-color: white; border: 0px solid rgb(229, 231, 235); box-sizing: border-box; color: #3d3d3d; list-style-image: initial; list-style-position: initial; margin: 1.25em 0px; padding: 0px 0px 0px 1.625em;"><li style="--tw-border-spacing-x: 0; --tw-border-spacing-y: 0; --tw-ring-color: #3b82f680; --tw-ring-offset-color: #fff; --tw-ring-offset-shadow: 0 0 #0000; --tw-ring-offset-width: 0px; --tw-ring-shadow: 0 0 #0000; --tw-rotate: 0; --tw-scale-x: 1; --tw-scale-y: 1; --tw-scroll-snap-strictness: proximity; --tw-shadow-colored: 0 0 #0000; --tw-shadow: 0 0 #0000; --tw-skew-x: 0; --tw-skew-y: 0; --tw-translate-x: 0; --tw-translate-y: 0; border: 0px solid rgb(229, 231, 235); box-sizing: border-box; margin-bottom: 0.5em; margin-top: 0.5em; padding-left: 0.375em;"><span style="font-family: arial;"><span color="currentcolor" style="--tw-border-spacing-x: 0; --tw-border-spacing-y: 0; --tw-ring-color: #3b82f680; --tw-ring-offset-color: #fff; --tw-ring-offset-shadow: 0 0 #0000; --tw-ring-offset-width: 0px; --tw-ring-shadow: 0 0 #0000; --tw-rotate: 0; --tw-scale-x: 1; --tw-scale-y: 1; --tw-scroll-snap-strictness: proximity; --tw-shadow-colored: 0 0 #0000; --tw-shadow: 0 0 #0000; --tw-skew-x: 0; --tw-skew-y: 0; --tw-translate-x: 0; --tw-translate-y: 0; border: 0px solid rgb(229, 231, 235); box-sizing: border-box; margin-top: 1.25em;">Autor: </span><span style="--tw-border-spacing-x: 0; --tw-border-spacing-y: 0; --tw-ring-color: #3b82f680; --tw-ring-offset-color: #fff; --tw-ring-offset-shadow: 0 0 #0000; --tw-ring-offset-width: 0px; --tw-ring-shadow: 0 0 #0000; --tw-rotate: 0; --tw-scale-x: 1; --tw-scale-y: 1; --tw-scroll-snap-strictness: proximity; --tw-shadow-colored: 0 0 #0000; --tw-shadow: 0 0 #0000; --tw-skew-x: 0; --tw-skew-y: 0; --tw-translate-x: 0; --tw-translate-y: 0; border: 0px solid rgb(229, 231, 235); box-sizing: border-box; margin-bottom: 1.25em;"><b>Ollo: Vanessa Casteleiro, Óscar Corral, Sara García, Agostiño Iglesias, Daniel Lázare, Brais Lorenzo, Adra Pallón, Paula Quiroga y Óscar Pinal.</b></span></span></li><li style="--tw-border-spacing-x: 0; --tw-border-spacing-y: 0; --tw-ring-color: #3b82f680; --tw-ring-offset-color: #fff; --tw-ring-offset-shadow: 0 0 #0000; --tw-ring-offset-width: 0px; --tw-ring-shadow: 0 0 #0000; --tw-rotate: 0; --tw-scale-x: 1; --tw-scale-y: 1; --tw-scroll-snap-strictness: proximity; --tw-shadow-colored: 0 0 #0000; --tw-shadow: 0 0 #0000; --tw-skew-x: 0; --tw-skew-y: 0; --tw-translate-x: 0; --tw-translate-y: 0; border: 0px solid rgb(229, 231, 235); box-sizing: border-box; margin-bottom: 0.5em; margin-top: 0.5em; padding-left: 0.375em;"><span style="font-family: arial;"><span color="currentcolor" style="--tw-border-spacing-x: 0; --tw-border-spacing-y: 0; --tw-ring-color: #3b82f680; --tw-ring-offset-color: #fff; --tw-ring-offset-shadow: 0 0 #0000; --tw-ring-offset-width: 0px; --tw-ring-shadow: 0 0 #0000; --tw-rotate: 0; --tw-scale-x: 1; --tw-scale-y: 1; --tw-scroll-snap-strictness: proximity; --tw-shadow-colored: 0 0 #0000; --tw-shadow: 0 0 #0000; --tw-skew-x: 0; --tw-skew-y: 0; --tw-translate-x: 0; --tw-translate-y: 0; border: 0px solid rgb(229, 231, 235); box-sizing: border-box; margin-top: 1.25em;">Medio: </span><span style="--tw-border-spacing-x: 0; --tw-border-spacing-y: 0; --tw-ring-color: #3b82f680; --tw-ring-offset-color: #fff; --tw-ring-offset-shadow: 0 0 #0000; --tw-ring-offset-width: 0px; --tw-ring-shadow: 0 0 #0000; --tw-rotate: 0; --tw-scale-x: 1; --tw-scale-y: 1; --tw-scroll-snap-strictness: proximity; --tw-shadow-colored: 0 0 #0000; --tw-shadow: 0 0 #0000; --tw-skew-x: 0; --tw-skew-y: 0; --tw-translate-x: 0; --tw-translate-y: 0; border: 0px solid rgb(229, 231, 235); box-sizing: border-box; margin-bottom: 1.25em;"><b>Revista 5w (España)</b></span></span></li></ul><p style="--tw-border-spacing-x: 0; --tw-border-spacing-y: 0; --tw-ring-color: #3b82f680; --tw-ring-offset-color: #fff; --tw-ring-offset-shadow: 0 0 #0000; --tw-ring-offset-width: 0px; --tw-ring-shadow: 0 0 #0000; --tw-rotate: 0; --tw-scale-x: 1; --tw-scale-y: 1; --tw-scroll-snap-strictness: proximity; --tw-shadow-colored: 0 0 #0000; --tw-shadow: 0 0 #0000; --tw-skew-x: 0; --tw-skew-y: 0; --tw-translate-x: 0; --tw-translate-y: 0; background-color: white; border: 0px solid rgb(229, 231, 235); box-sizing: border-box; color: #3d3d3d; margin: 1.25em 0px;"><span style="--tw-border-spacing-x: 0; --tw-border-spacing-y: 0; --tw-ring-color: #3b82f680; --tw-ring-offset-color: #fff; --tw-ring-offset-shadow: 0 0 #0000; --tw-ring-offset-width: 0px; --tw-ring-shadow: 0 0 #0000; --tw-rotate: 0; --tw-scale-x: 1; --tw-scale-y: 1; --tw-scroll-snap-strictness: proximity; --tw-shadow-colored: 0 0 #0000; --tw-shadow: 0 0 #0000; --tw-skew-x: 0; --tw-skew-y: 0; --tw-translate-x: 0; --tw-translate-y: 0; border: 0px solid rgb(229, 231, 235); box-sizing: border-box;"><span style="font-family: arial;">Muestra una mirada crítica y reflexiva a través del medio fotográfico; una visión descarnada y franca alrededor de un problema medioambiental que asola Galicia, región del norte de España, de forma endémica: los incendios forestales. Este proyecto hace una cartografía del desasosiego a través de imágenes tomadas en los últimos diez años por diversos profesionales de la imagen del colectivo Ollo.</span></span></p><p style="--tw-border-spacing-x: 0; --tw-border-spacing-y: 0; --tw-ring-color: #3b82f680; --tw-ring-offset-color: #fff; --tw-ring-offset-shadow: 0 0 #0000; --tw-ring-offset-width: 0px; --tw-ring-shadow: 0 0 #0000; --tw-rotate: 0; --tw-scale-x: 1; --tw-scale-y: 1; --tw-scroll-snap-strictness: proximity; --tw-shadow-colored: 0 0 #0000; --tw-shadow: 0 0 #0000; --tw-skew-x: 0; --tw-skew-y: 0; --tw-translate-x: 0; --tw-translate-y: 0; background-color: white; border: 0px solid rgb(229, 231, 235); box-sizing: border-box; color: #3d3d3d; margin: 1.25em 0px;"><span color="currentcolor" style="--tw-border-spacing-x: 0; --tw-border-spacing-y: 0; --tw-ring-color: #3b82f680; --tw-ring-offset-color: #fff; --tw-ring-offset-shadow: 0 0 #0000; --tw-ring-offset-width: 0px; --tw-ring-shadow: 0 0 #0000; --tw-rotate: 0; --tw-scale-x: 1; --tw-scale-y: 1; --tw-scroll-snap-strictness: proximity; --tw-shadow-colored: 0 0 #0000; --tw-shadow: 0 0 #0000; --tw-skew-x: 0; --tw-skew-y: 0; --tw-translate-x: 0; --tw-translate-y: 0; border: 0px solid rgb(229, 231, 235); box-sizing: border-box;"><span style="font-family: arial;"><b>Audio</b></span></span></p><p style="--tw-border-spacing-x: 0; --tw-border-spacing-y: 0; --tw-ring-color: #3b82f680; --tw-ring-offset-color: #fff; --tw-ring-offset-shadow: 0 0 #0000; --tw-ring-offset-width: 0px; --tw-ring-shadow: 0 0 #0000; --tw-rotate: 0; --tw-scale-x: 1; --tw-scale-y: 1; --tw-scroll-snap-strictness: proximity; --tw-shadow-colored: 0 0 #0000; --tw-shadow: 0 0 #0000; --tw-skew-x: 0; --tw-skew-y: 0; --tw-translate-x: 0; --tw-translate-y: 0; background-color: white; border: 0px solid rgb(229, 231, 235); box-sizing: border-box; color: #3d3d3d; margin: 1.25em 0px;"><a href="https://lamaldita.tv/costa-nostra/" style="--tw-border-spacing-x: 0; --tw-border-spacing-y: 0; --tw-ring-color: #3b82f680; --tw-ring-offset-color: #fff; --tw-ring-offset-shadow: 0 0 #0000; --tw-ring-offset-width: 0px; --tw-ring-shadow: 0 0 #0000; --tw-rotate: 0; --tw-scale-x: 1; --tw-scale-y: 1; --tw-scroll-snap-strictness: proximity; --tw-shadow-colored: 0 0 #0000; --tw-shadow: 0 0 #0000; --tw-skew-x: 0; --tw-skew-y: 0; --tw-text-opacity: 1; --tw-translate-x: 0; --tw-translate-y: 0; border: 0px solid rgb(229, 231, 235); box-sizing: border-box; text-decoration-line: none;"><span color="currentcolor" style="--tw-border-spacing-x: 0; --tw-border-spacing-y: 0; --tw-ring-color: #3b82f680; --tw-ring-offset-color: #fff; --tw-ring-offset-shadow: 0 0 #0000; --tw-ring-offset-width: 0px; --tw-ring-shadow: 0 0 #0000; --tw-rotate: 0; --tw-scale-x: 1; --tw-scale-y: 1; --tw-scroll-snap-strictness: proximity; --tw-shadow-colored: 0 0 #0000; --tw-shadow: 0 0 #0000; --tw-skew-x: 0; --tw-skew-y: 0; --tw-translate-x: 0; --tw-translate-y: 0; border: 0px solid rgb(229, 231, 235); box-sizing: border-box;"><span style="font-family: arial;">Costa Nostra</span></span></a></p><ul style="--tw-border-spacing-x: 0; --tw-border-spacing-y: 0; --tw-ring-color: #3b82f680; --tw-ring-offset-color: #fff; --tw-ring-offset-shadow: 0 0 #0000; --tw-ring-offset-width: 0px; --tw-ring-shadow: 0 0 #0000; --tw-rotate: 0; --tw-scale-x: 1; --tw-scale-y: 1; --tw-scroll-snap-strictness: proximity; --tw-shadow-colored: 0 0 #0000; --tw-shadow: 0 0 #0000; --tw-skew-x: 0; --tw-skew-y: 0; --tw-translate-x: 0; --tw-translate-y: 0; background-color: white; border: 0px solid rgb(229, 231, 235); box-sizing: border-box; color: #3d3d3d; list-style-image: initial; list-style-position: initial; margin: 1.25em 0px; padding: 0px 0px 0px 1.625em;"><li style="--tw-border-spacing-x: 0; --tw-border-spacing-y: 0; --tw-ring-color: #3b82f680; --tw-ring-offset-color: #fff; --tw-ring-offset-shadow: 0 0 #0000; --tw-ring-offset-width: 0px; --tw-ring-shadow: 0 0 #0000; --tw-rotate: 0; --tw-scale-x: 1; --tw-scale-y: 1; --tw-scroll-snap-strictness: proximity; --tw-shadow-colored: 0 0 #0000; --tw-shadow: 0 0 #0000; --tw-skew-x: 0; --tw-skew-y: 0; --tw-translate-x: 0; --tw-translate-y: 0; border: 0px solid rgb(229, 231, 235); box-sizing: border-box; margin-bottom: 0.5em; margin-top: 0.5em; padding-left: 0.375em;"><span style="font-family: arial;"><span color="currentcolor" style="--tw-border-spacing-x: 0; --tw-border-spacing-y: 0; --tw-ring-color: #3b82f680; --tw-ring-offset-color: #fff; --tw-ring-offset-shadow: 0 0 #0000; --tw-ring-offset-width: 0px; --tw-ring-shadow: 0 0 #0000; --tw-rotate: 0; --tw-scale-x: 1; --tw-scale-y: 1; --tw-scroll-snap-strictness: proximity; --tw-shadow-colored: 0 0 #0000; --tw-shadow: 0 0 #0000; --tw-skew-x: 0; --tw-skew-y: 0; --tw-translate-x: 0; --tw-translate-y: 0; border: 0px solid rgb(229, 231, 235); box-sizing: border-box; margin-top: 1.25em;">Autores: </span><span style="--tw-border-spacing-x: 0; --tw-border-spacing-y: 0; --tw-ring-color: #3b82f680; --tw-ring-offset-color: #fff; --tw-ring-offset-shadow: 0 0 #0000; --tw-ring-offset-width: 0px; --tw-ring-shadow: 0 0 #0000; --tw-rotate: 0; --tw-scale-x: 1; --tw-scale-y: 1; --tw-scroll-snap-strictness: proximity; --tw-shadow-colored: 0 0 #0000; --tw-shadow: 0 0 #0000; --tw-skew-x: 0; --tw-skew-y: 0; --tw-translate-x: 0; --tw-translate-y: 0; border: 0px solid rgb(229, 231, 235); box-sizing: border-box; margin-bottom: 1.25em;"><b>Juan Pablo Abait, Lucas Mirvois, Pablo Ferreira y Pedro García Campos.</b></span></span></li><li style="--tw-border-spacing-x: 0; --tw-border-spacing-y: 0; --tw-ring-color: #3b82f680; --tw-ring-offset-color: #fff; --tw-ring-offset-shadow: 0 0 #0000; --tw-ring-offset-width: 0px; --tw-ring-shadow: 0 0 #0000; --tw-rotate: 0; --tw-scale-x: 1; --tw-scale-y: 1; --tw-scroll-snap-strictness: proximity; --tw-shadow-colored: 0 0 #0000; --tw-shadow: 0 0 #0000; --tw-skew-x: 0; --tw-skew-y: 0; --tw-translate-x: 0; --tw-translate-y: 0; border: 0px solid rgb(229, 231, 235); box-sizing: border-box; margin-bottom: 0.5em; margin-top: 0.5em; padding-left: 0.375em;"><span style="font-family: arial;"><span color="currentcolor" style="--tw-border-spacing-x: 0; --tw-border-spacing-y: 0; --tw-ring-color: #3b82f680; --tw-ring-offset-color: #fff; --tw-ring-offset-shadow: 0 0 #0000; --tw-ring-offset-width: 0px; --tw-ring-shadow: 0 0 #0000; --tw-rotate: 0; --tw-scale-x: 1; --tw-scale-y: 1; --tw-scroll-snap-strictness: proximity; --tw-shadow-colored: 0 0 #0000; --tw-shadow: 0 0 #0000; --tw-skew-x: 0; --tw-skew-y: 0; --tw-translate-x: 0; --tw-translate-y: 0; border: 0px solid rgb(229, 231, 235); box-sizing: border-box; margin-top: 1.25em;">Medio:</span><span style="--tw-border-spacing-x: 0; --tw-border-spacing-y: 0; --tw-ring-color: #3b82f680; --tw-ring-offset-color: #fff; --tw-ring-offset-shadow: 0 0 #0000; --tw-ring-offset-width: 0px; --tw-ring-shadow: 0 0 #0000; --tw-rotate: 0; --tw-scale-x: 1; --tw-scale-y: 1; --tw-scroll-snap-strictness: proximity; --tw-shadow-colored: 0 0 #0000; --tw-shadow: 0 0 #0000; --tw-skew-x: 0; --tw-skew-y: 0; --tw-translate-x: 0; --tw-translate-y: 0; border: 0px solid rgb(229, 231, 235); box-sizing: border-box; margin-bottom: 1.25em;"> <b>La Maldita para Amazon Music (España)</b></span></span></li></ul><p style="--tw-border-spacing-x: 0; --tw-border-spacing-y: 0; --tw-ring-color: #3b82f680; --tw-ring-offset-color: #fff; --tw-ring-offset-shadow: 0 0 #0000; --tw-ring-offset-width: 0px; --tw-ring-shadow: 0 0 #0000; --tw-rotate: 0; --tw-scale-x: 1; --tw-scale-y: 1; --tw-scroll-snap-strictness: proximity; --tw-shadow-colored: 0 0 #0000; --tw-shadow: 0 0 #0000; --tw-skew-x: 0; --tw-skew-y: 0; --tw-translate-x: 0; --tw-translate-y: 0; background-color: white; border: 0px solid rgb(229, 231, 235); box-sizing: border-box; color: #3d3d3d; margin: 1.25em 0px;"><span style="--tw-border-spacing-x: 0; --tw-border-spacing-y: 0; --tw-ring-color: #3b82f680; --tw-ring-offset-color: #fff; --tw-ring-offset-shadow: 0 0 #0000; --tw-ring-offset-width: 0px; --tw-ring-shadow: 0 0 #0000; --tw-rotate: 0; --tw-scale-x: 1; --tw-scale-y: 1; --tw-scroll-snap-strictness: proximity; --tw-shadow-colored: 0 0 #0000; --tw-shadow: 0 0 #0000; --tw-skew-x: 0; --tw-skew-y: 0; --tw-translate-x: 0; --tw-translate-y: 0; border: 0px solid rgb(229, 231, 235); box-sizing: border-box;"><span style="font-family: arial;">La Europol sitúa la Costa del Sol entre las tres zonas más violentas de Europa. 22 asesinatos entre 2018 y 2021. 113 grupos criminales de 59 nacionalidades. Todo, metido a presión en 90 kilómetros de playas que son un imán para turistas y un escaparate del lujo y el glamour. A lo largo de diez episodios, el periodista Antonio Pampliega visita en su territorio a los principales protagonistas de esta guerra oculta entre narcotraficantes y policía, para mostrar el lado oculto de la Costa del Sol.</span></span></p><p style="--tw-border-spacing-x: 0; --tw-border-spacing-y: 0; --tw-ring-color: #3b82f680; --tw-ring-offset-color: #fff; --tw-ring-offset-shadow: 0 0 #0000; --tw-ring-offset-width: 0px; --tw-ring-shadow: 0 0 #0000; --tw-rotate: 0; --tw-scale-x: 1; --tw-scale-y: 1; --tw-scroll-snap-strictness: proximity; --tw-shadow-colored: 0 0 #0000; --tw-shadow: 0 0 #0000; --tw-skew-x: 0; --tw-skew-y: 0; --tw-translate-x: 0; --tw-translate-y: 0; background-color: white; border: 0px solid rgb(229, 231, 235); box-sizing: border-box; color: #3d3d3d; margin: 1.25em 0px;"><a href="https://open.spotify.com/show/4wBAhAvoZlbEPceWMNHi9t" style="--tw-border-spacing-x: 0; --tw-border-spacing-y: 0; --tw-ring-color: #3b82f680; --tw-ring-offset-color: #fff; --tw-ring-offset-shadow: 0 0 #0000; --tw-ring-offset-width: 0px; --tw-ring-shadow: 0 0 #0000; --tw-rotate: 0; --tw-scale-x: 1; --tw-scale-y: 1; --tw-scroll-snap-strictness: proximity; --tw-shadow-colored: 0 0 #0000; --tw-shadow: 0 0 #0000; --tw-skew-x: 0; --tw-skew-y: 0; --tw-text-opacity: 1; --tw-translate-x: 0; --tw-translate-y: 0; border: 0px solid rgb(229, 231, 235); box-sizing: border-box; text-decoration-line: none;"><span color="currentcolor" style="--tw-border-spacing-x: 0; --tw-border-spacing-y: 0; --tw-ring-color: #3b82f680; --tw-ring-offset-color: #fff; --tw-ring-offset-shadow: 0 0 #0000; --tw-ring-offset-width: 0px; --tw-ring-shadow: 0 0 #0000; --tw-rotate: 0; --tw-scale-x: 1; --tw-scale-y: 1; --tw-scroll-snap-strictness: proximity; --tw-shadow-colored: 0 0 #0000; --tw-shadow: 0 0 #0000; --tw-skew-x: 0; --tw-skew-y: 0; --tw-translate-x: 0; --tw-translate-y: 0; border: 0px solid rgb(229, 231, 235); box-sizing: border-box;"><span style="font-family: arial;">Misterio en La Moraleja</span></span></a></p><ul style="--tw-border-spacing-x: 0; --tw-border-spacing-y: 0; --tw-ring-color: #3b82f680; --tw-ring-offset-color: #fff; --tw-ring-offset-shadow: 0 0 #0000; --tw-ring-offset-width: 0px; --tw-ring-shadow: 0 0 #0000; --tw-rotate: 0; --tw-scale-x: 1; --tw-scale-y: 1; --tw-scroll-snap-strictness: proximity; --tw-shadow-colored: 0 0 #0000; --tw-shadow: 0 0 #0000; --tw-skew-x: 0; --tw-skew-y: 0; --tw-translate-x: 0; --tw-translate-y: 0; background-color: white; border: 0px solid rgb(229, 231, 235); box-sizing: border-box; color: #3d3d3d; list-style-image: initial; list-style-position: initial; margin: 1.25em 0px; padding: 0px 0px 0px 1.625em;"><li style="--tw-border-spacing-x: 0; --tw-border-spacing-y: 0; --tw-ring-color: #3b82f680; --tw-ring-offset-color: #fff; --tw-ring-offset-shadow: 0 0 #0000; --tw-ring-offset-width: 0px; --tw-ring-shadow: 0 0 #0000; --tw-rotate: 0; --tw-scale-x: 1; --tw-scale-y: 1; --tw-scroll-snap-strictness: proximity; --tw-shadow-colored: 0 0 #0000; --tw-shadow: 0 0 #0000; --tw-skew-x: 0; --tw-skew-y: 0; --tw-translate-x: 0; --tw-translate-y: 0; border: 0px solid rgb(229, 231, 235); box-sizing: border-box; margin-bottom: 0.5em; margin-top: 0.5em; padding-left: 0.375em;"><span style="font-family: arial;"><span color="currentcolor" style="--tw-border-spacing-x: 0; --tw-border-spacing-y: 0; --tw-ring-color: #3b82f680; --tw-ring-offset-color: #fff; --tw-ring-offset-shadow: 0 0 #0000; --tw-ring-offset-width: 0px; --tw-ring-shadow: 0 0 #0000; --tw-rotate: 0; --tw-scale-x: 1; --tw-scale-y: 1; --tw-scroll-snap-strictness: proximity; --tw-shadow-colored: 0 0 #0000; --tw-shadow: 0 0 #0000; --tw-skew-x: 0; --tw-skew-y: 0; --tw-translate-x: 0; --tw-translate-y: 0; border: 0px solid rgb(229, 231, 235); box-sizing: border-box; margin-top: 1.25em;">Autores:</span><span style="--tw-border-spacing-x: 0; --tw-border-spacing-y: 0; --tw-ring-color: #3b82f680; --tw-ring-offset-color: #fff; --tw-ring-offset-shadow: 0 0 #0000; --tw-ring-offset-width: 0px; --tw-ring-shadow: 0 0 #0000; --tw-rotate: 0; --tw-scale-x: 1; --tw-scale-y: 1; --tw-scroll-snap-strictness: proximity; --tw-shadow-colored: 0 0 #0000; --tw-shadow: 0 0 #0000; --tw-skew-x: 0; --tw-skew-y: 0; --tw-translate-x: 0; --tw-translate-y: 0; border: 0px solid rgb(229, 231, 235); box-sizing: border-box; margin-bottom: 1.25em;"> <b>Eva Lamarca Viña y Álvaro de Cózar</b></span></span></li><li style="--tw-border-spacing-x: 0; --tw-border-spacing-y: 0; --tw-ring-color: #3b82f680; --tw-ring-offset-color: #fff; --tw-ring-offset-shadow: 0 0 #0000; --tw-ring-offset-width: 0px; --tw-ring-shadow: 0 0 #0000; --tw-rotate: 0; --tw-scale-x: 1; --tw-scale-y: 1; --tw-scroll-snap-strictness: proximity; --tw-shadow-colored: 0 0 #0000; --tw-shadow: 0 0 #0000; --tw-skew-x: 0; --tw-skew-y: 0; --tw-translate-x: 0; --tw-translate-y: 0; border: 0px solid rgb(229, 231, 235); box-sizing: border-box; margin-bottom: 0.5em; margin-top: 0.5em; padding-left: 0.375em;"><span style="font-family: arial;"><span color="currentcolor" style="--tw-border-spacing-x: 0; --tw-border-spacing-y: 0; --tw-ring-color: #3b82f680; --tw-ring-offset-color: #fff; --tw-ring-offset-shadow: 0 0 #0000; --tw-ring-offset-width: 0px; --tw-ring-shadow: 0 0 #0000; --tw-rotate: 0; --tw-scale-x: 1; --tw-scale-y: 1; --tw-scroll-snap-strictness: proximity; --tw-shadow-colored: 0 0 #0000; --tw-shadow: 0 0 #0000; --tw-skew-x: 0; --tw-skew-y: 0; --tw-translate-x: 0; --tw-translate-y: 0; border: 0px solid rgb(229, 231, 235); box-sizing: border-box; margin-top: 1.25em;">Medio: </span><span style="--tw-border-spacing-x: 0; --tw-border-spacing-y: 0; --tw-ring-color: #3b82f680; --tw-ring-offset-color: #fff; --tw-ring-offset-shadow: 0 0 #0000; --tw-ring-offset-width: 0px; --tw-ring-shadow: 0 0 #0000; --tw-rotate: 0; --tw-scale-x: 1; --tw-scale-y: 1; --tw-scroll-snap-strictness: proximity; --tw-shadow-colored: 0 0 #0000; --tw-shadow: 0 0 #0000; --tw-skew-x: 0; --tw-skew-y: 0; --tw-translate-x: 0; --tw-translate-y: 0; border: 0px solid rgb(229, 231, 235); box-sizing: border-box; margin-bottom: 1.25em;"><b>TrueStory para Spotify Studios (España)</b></span></span></li></ul><p style="--tw-border-spacing-x: 0; --tw-border-spacing-y: 0; --tw-ring-color: #3b82f680; --tw-ring-offset-color: #fff; --tw-ring-offset-shadow: 0 0 #0000; --tw-ring-offset-width: 0px; --tw-ring-shadow: 0 0 #0000; --tw-rotate: 0; --tw-scale-x: 1; --tw-scale-y: 1; --tw-scroll-snap-strictness: proximity; --tw-shadow-colored: 0 0 #0000; --tw-shadow: 0 0 #0000; --tw-skew-x: 0; --tw-skew-y: 0; --tw-translate-x: 0; --tw-translate-y: 0; background-color: white; border: 0px solid rgb(229, 231, 235); box-sizing: border-box; color: #3d3d3d; margin: 1.25em 0px;"><span style="font-family: arial;"><span style="--tw-border-spacing-x: 0; --tw-border-spacing-y: 0; --tw-ring-color: #3b82f680; --tw-ring-offset-color: #fff; --tw-ring-offset-shadow: 0 0 #0000; --tw-ring-offset-width: 0px; --tw-ring-shadow: 0 0 #0000; --tw-rotate: 0; --tw-scale-x: 1; --tw-scale-y: 1; --tw-scroll-snap-strictness: proximity; --tw-shadow-colored: 0 0 #0000; --tw-shadow: 0 0 #0000; --tw-skew-x: 0; --tw-skew-y: 0; --tw-translate-x: 0; --tw-translate-y: 0; border: 0px solid rgb(229, 231, 235); box-sizing: border-box;">Mayo de 2021. Los vecinos de la sección 35 de La Moraleja, el barrio más rico de España, acuden a votar en las elecciones autonómicas. Nadie espera sorpresas; como siempre el PP ganará de calle en esa circunscripción donde la izquierda es inexistente. Pero cuando se produce el recuento de votos hay una sorpresa. El resultado es el esperado, pero hay una papeleta, solo una, que ha ido a parar… A Podemos. ¿Quién se atrevió a semejante audacia? Un año después, la periodista </span><span style="--tw-border-spacing-x: 0; --tw-border-spacing-y: 0; --tw-ring-color: #3b82f680; --tw-ring-offset-color: #fff; --tw-ring-offset-shadow: 0 0 #0000; --tw-ring-offset-width: 0px; --tw-ring-shadow: 0 0 #0000; --tw-rotate: 0; --tw-scale-x: 1; --tw-scale-y: 1; --tw-scroll-snap-strictness: proximity; --tw-shadow-colored: 0 0 #0000; --tw-shadow: 0 0 #0000; --tw-skew-x: 0; --tw-skew-y: 0; --tw-translate-x: 0; --tw-translate-y: 0; border: 0px solid rgb(229, 231, 235); box-sizing: border-box;">Eva Lamarca acude a La Moraleja para tratar de averiguar quién fue el votante misterioso.</span></span></p><p style="--tw-border-spacing-x: 0; --tw-border-spacing-y: 0; --tw-ring-color: #3b82f680; --tw-ring-offset-color: #fff; --tw-ring-offset-shadow: 0 0 #0000; --tw-ring-offset-width: 0px; --tw-ring-shadow: 0 0 #0000; --tw-rotate: 0; --tw-scale-x: 1; --tw-scale-y: 1; --tw-scroll-snap-strictness: proximity; --tw-shadow-colored: 0 0 #0000; --tw-shadow: 0 0 #0000; --tw-skew-x: 0; --tw-skew-y: 0; --tw-translate-x: 0; --tw-translate-y: 0; background-color: white; border: 0px solid rgb(229, 231, 235); box-sizing: border-box; color: #3d3d3d; margin: 1.25em 0px;"><a href="https://radioambulante.org/audio/superman-en-chile" style="--tw-border-spacing-x: 0; --tw-border-spacing-y: 0; --tw-ring-color: #3b82f680; --tw-ring-offset-color: #fff; --tw-ring-offset-shadow: 0 0 #0000; --tw-ring-offset-width: 0px; --tw-ring-shadow: 0 0 #0000; --tw-rotate: 0; --tw-scale-x: 1; --tw-scale-y: 1; --tw-scroll-snap-strictness: proximity; --tw-shadow-colored: 0 0 #0000; --tw-shadow: 0 0 #0000; --tw-skew-x: 0; --tw-skew-y: 0; --tw-text-opacity: 1; --tw-translate-x: 0; --tw-translate-y: 0; border: 0px solid rgb(229, 231, 235); box-sizing: border-box; text-decoration-line: none;"><span color="currentcolor" style="--tw-border-spacing-x: 0; --tw-border-spacing-y: 0; --tw-ring-color: #3b82f680; --tw-ring-offset-color: #fff; --tw-ring-offset-shadow: 0 0 #0000; --tw-ring-offset-width: 0px; --tw-ring-shadow: 0 0 #0000; --tw-rotate: 0; --tw-scale-x: 1; --tw-scale-y: 1; --tw-scroll-snap-strictness: proximity; --tw-shadow-colored: 0 0 #0000; --tw-shadow: 0 0 #0000; --tw-skew-x: 0; --tw-skew-y: 0; --tw-translate-x: 0; --tw-translate-y: 0; border: 0px solid rgb(229, 231, 235); box-sizing: border-box;"><span style="font-family: arial;">Superman en Chile</span></span></a></p><ul style="--tw-border-spacing-x: 0; --tw-border-spacing-y: 0; --tw-ring-color: #3b82f680; --tw-ring-offset-color: #fff; --tw-ring-offset-shadow: 0 0 #0000; --tw-ring-offset-width: 0px; --tw-ring-shadow: 0 0 #0000; --tw-rotate: 0; --tw-scale-x: 1; --tw-scale-y: 1; --tw-scroll-snap-strictness: proximity; --tw-shadow-colored: 0 0 #0000; --tw-shadow: 0 0 #0000; --tw-skew-x: 0; --tw-skew-y: 0; --tw-translate-x: 0; --tw-translate-y: 0; background-color: white; border: 0px solid rgb(229, 231, 235); box-sizing: border-box; color: #3d3d3d; list-style-image: initial; list-style-position: initial; margin: 1.25em 0px; padding: 0px 0px 0px 1.625em;"><li style="--tw-border-spacing-x: 0; --tw-border-spacing-y: 0; --tw-ring-color: #3b82f680; --tw-ring-offset-color: #fff; --tw-ring-offset-shadow: 0 0 #0000; --tw-ring-offset-width: 0px; --tw-ring-shadow: 0 0 #0000; --tw-rotate: 0; --tw-scale-x: 1; --tw-scale-y: 1; --tw-scroll-snap-strictness: proximity; --tw-shadow-colored: 0 0 #0000; --tw-shadow: 0 0 #0000; --tw-skew-x: 0; --tw-skew-y: 0; --tw-translate-x: 0; --tw-translate-y: 0; border: 0px solid rgb(229, 231, 235); box-sizing: border-box; margin-bottom: 0.5em; margin-top: 0.5em; padding-left: 0.375em;"><span style="font-family: arial;"><span color="currentcolor" style="--tw-border-spacing-x: 0; --tw-border-spacing-y: 0; --tw-ring-color: #3b82f680; --tw-ring-offset-color: #fff; --tw-ring-offset-shadow: 0 0 #0000; --tw-ring-offset-width: 0px; --tw-ring-shadow: 0 0 #0000; --tw-rotate: 0; --tw-scale-x: 1; --tw-scale-y: 1; --tw-scroll-snap-strictness: proximity; --tw-shadow-colored: 0 0 #0000; --tw-shadow: 0 0 #0000; --tw-skew-x: 0; --tw-skew-y: 0; --tw-translate-x: 0; --tw-translate-y: 0; border: 0px solid rgb(229, 231, 235); box-sizing: border-box; margin-top: 1.25em;">Autores: </span><span style="--tw-border-spacing-x: 0; --tw-border-spacing-y: 0; --tw-ring-color: #3b82f680; --tw-ring-offset-color: #fff; --tw-ring-offset-shadow: 0 0 #0000; --tw-ring-offset-width: 0px; --tw-ring-shadow: 0 0 #0000; --tw-rotate: 0; --tw-scale-x: 1; --tw-scale-y: 1; --tw-scroll-snap-strictness: proximity; --tw-shadow-colored: 0 0 #0000; --tw-shadow: 0 0 #0000; --tw-skew-x: 0; --tw-skew-y: 0; --tw-translate-x: 0; --tw-translate-y: 0; border: 0px solid rgb(229, 231, 235); box-sizing: border-box; margin-bottom: 1.25em;"><b>Nicolás Alonso, Camila Segura, Daniel Alarcón, Desirée Yépez, Bruno Scelza, Andrés Azpiri y Rémy Lozano.</b></span></span></li><li style="--tw-border-spacing-x: 0; --tw-border-spacing-y: 0; --tw-ring-color: #3b82f680; --tw-ring-offset-color: #fff; --tw-ring-offset-shadow: 0 0 #0000; --tw-ring-offset-width: 0px; --tw-ring-shadow: 0 0 #0000; --tw-rotate: 0; --tw-scale-x: 1; --tw-scale-y: 1; --tw-scroll-snap-strictness: proximity; --tw-shadow-colored: 0 0 #0000; --tw-shadow: 0 0 #0000; --tw-skew-x: 0; --tw-skew-y: 0; --tw-translate-x: 0; --tw-translate-y: 0; border: 0px solid rgb(229, 231, 235); box-sizing: border-box; margin-bottom: 0.5em; margin-top: 0.5em; padding-left: 0.375em;"><span style="font-family: arial;"><span color="currentcolor" style="--tw-border-spacing-x: 0; --tw-border-spacing-y: 0; --tw-ring-color: #3b82f680; --tw-ring-offset-color: #fff; --tw-ring-offset-shadow: 0 0 #0000; --tw-ring-offset-width: 0px; --tw-ring-shadow: 0 0 #0000; --tw-rotate: 0; --tw-scale-x: 1; --tw-scale-y: 1; --tw-scroll-snap-strictness: proximity; --tw-shadow-colored: 0 0 #0000; --tw-shadow: 0 0 #0000; --tw-skew-x: 0; --tw-skew-y: 0; --tw-translate-x: 0; --tw-translate-y: 0; border: 0px solid rgb(229, 231, 235); box-sizing: border-box; margin-top: 1.25em;">Medio: </span><span style="--tw-border-spacing-x: 0; --tw-border-spacing-y: 0; --tw-ring-color: #3b82f680; --tw-ring-offset-color: #fff; --tw-ring-offset-shadow: 0 0 #0000; --tw-ring-offset-width: 0px; --tw-ring-shadow: 0 0 #0000; --tw-rotate: 0; --tw-scale-x: 1; --tw-scale-y: 1; --tw-scroll-snap-strictness: proximity; --tw-shadow-colored: 0 0 #0000; --tw-shadow: 0 0 #0000; --tw-skew-x: 0; --tw-skew-y: 0; --tw-translate-x: 0; --tw-translate-y: 0; border: 0px solid rgb(229, 231, 235); box-sizing: border-box; margin-bottom: 1.25em;"><b>Radio Ambulante (Estados Unidos)</b></span></span></li></ul><p class="MsoNormal"><span style="font-family: arial;"><span style="line-height: 107%;"></span></span></p><p style="--tw-border-spacing-x: 0; --tw-border-spacing-y: 0; --tw-ring-color: #3b82f680; --tw-ring-offset-color: #fff; --tw-ring-offset-shadow: 0 0 #0000; --tw-ring-offset-width: 0px; --tw-ring-shadow: 0 0 #0000; --tw-rotate: 0; --tw-scale-x: 1; --tw-scale-y: 1; --tw-scroll-snap-strictness: proximity; --tw-shadow-colored: 0 0 #0000; --tw-shadow: 0 0 #0000; --tw-skew-x: 0; --tw-skew-y: 0; --tw-translate-x: 0; --tw-translate-y: 0; background-color: white; border: 0px solid rgb(229, 231, 235); box-sizing: border-box; color: #3d3d3d; margin: 1.25em 0px 0px;"><span style="font-family: arial;"><span style="--tw-border-spacing-x: 0; --tw-border-spacing-y: 0; --tw-ring-color: #3b82f680; --tw-ring-offset-color: #fff; --tw-ring-offset-shadow: 0 0 #0000; --tw-ring-offset-width: 0px; --tw-ring-shadow: 0 0 #0000; --tw-rotate: 0; --tw-scale-x: 1; --tw-scale-y: 1; --tw-scroll-snap-strictness: proximity; --tw-shadow-colored: 0 0 #0000; --tw-shadow: 0 0 #0000; --tw-skew-x: 0; --tw-skew-y: 0; --tw-translate-x: 0; --tw-translate-y: 0; border: 0px solid rgb(229, 231, 235); box-sizing: border-box;">78 actores, actrices y dramaturgos fueron amenazados de muerte durante la dictadura de Pinochet: si no abandonaban el país en un mes, serían asesinados. Pero decidieron resistir, querían dar el ejemplo a un país que necesitaba abandonar el miedo para ser libre. Y para eso crearon un plan arriesgadísimo: esperar la noche del ultimátum todos juntos, en un acto público, apostando sus vidas a la llegada de un invitado secreto: el superhéroe más grande del mundo. Superman frente a la dictadura de Pinochet. </span></span></p><p style="--tw-border-spacing-x: 0; --tw-border-spacing-y: 0; --tw-ring-color: #3b82f680; --tw-ring-offset-color: #fff; --tw-ring-offset-shadow: 0 0 #0000; --tw-ring-offset-width: 0px; --tw-ring-shadow: 0 0 #0000; --tw-rotate: 0; --tw-scale-x: 1; --tw-scale-y: 1; --tw-scroll-snap-strictness: proximity; --tw-shadow-colored: 0 0 #0000; --tw-shadow: 0 0 #0000; --tw-skew-x: 0; --tw-skew-y: 0; --tw-translate-x: 0; --tw-translate-y: 0; background-color: white; border: 0px solid rgb(229, 231, 235); box-sizing: border-box; color: #3d3d3d; margin: 1.25em 0px 0px;"><span style="font-family: arial;"><span style="--tw-border-spacing-x: 0; --tw-border-spacing-y: 0; --tw-ring-color: #3b82f680; --tw-ring-offset-color: #fff; --tw-ring-offset-shadow: 0 0 #0000; --tw-ring-offset-width: 0px; --tw-ring-shadow: 0 0 #0000; --tw-rotate: 0; --tw-scale-x: 1; --tw-scale-y: 1; --tw-scroll-snap-strictness: proximity; --tw-shadow-colored: 0 0 #0000; --tw-shadow: 0 0 #0000; --tw-skew-x: 0; --tw-skew-y: 0; --tw-translate-x: 0; --tw-translate-y: 0; border: 0px solid rgb(229, 231, 235); box-sizing: border-box;">La increíble trama que trajo a Christopher Reeve a Chile, el 30 de noviembre de 1987, es una peripecia de solidaridad internacional: una estrella de Hollywood que se toma un avión hacia un país del que no sabe nada, porque unos colegas desesperados le han pedido ayuda. Y decide esperar con ellos, en un escenario, lo que depare la noche más peligrosa de su vida. ¿Qué piensa un </span><span style="--tw-border-spacing-x: 0; --tw-border-spacing-y: 0; --tw-ring-color: #3b82f680; --tw-ring-offset-color: #fff; --tw-ring-offset-shadow: 0 0 #0000; --tw-ring-offset-width: 0px; --tw-ring-shadow: 0 0 #0000; --tw-rotate: 0; --tw-scale-x: 1; --tw-scale-y: 1; --tw-scroll-snap-strictness: proximity; --tw-shadow-colored: 0 0 #0000; --tw-shadow: 0 0 #0000; --tw-skew-x: 0; --tw-skew-y: 0; --tw-translate-x: 0; --tw-translate-y: 0; border: 0px solid rgb(229, 231, 235); box-sizing: border-box;">superhéroe de ficción cuando conoce a un grupo de héroes de carne y hueso? Este episodio cuenta por primera vez, en voces de todos sus protagonistas, una historia de resistencia que había quedado en el olvido.</span></span></p><p style="--tw-border-spacing-x: 0; --tw-border-spacing-y: 0; --tw-ring-color: #3b82f680; --tw-ring-offset-color: #fff; --tw-ring-offset-shadow: 0 0 #0000; --tw-ring-offset-width: 0px; --tw-ring-shadow: 0 0 #0000; --tw-rotate: 0; --tw-scale-x: 1; --tw-scale-y: 1; --tw-scroll-snap-strictness: proximity; --tw-shadow-colored: 0 0 #0000; --tw-shadow: 0 0 #0000; --tw-skew-x: 0; --tw-skew-y: 0; --tw-translate-x: 0; --tw-translate-y: 0; background-color: white; border: 0px solid rgb(229, 231, 235); box-sizing: border-box; color: #3d3d3d; margin: 1.25em 0px 0px;"><span style="font-family: arial;"></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="font-family: arial;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi_93ldieo90rGyr9R25Fba8ecVn9zjPJcwFc4kFQKXWkAWreDza7ZNHW5cPElncWZ4Z3HFZSriXieiPwZLwU8oMs9baFxPf-nu_kjavfbQuIQI5UvosuvhTa8kAGhhu9YFwKkoH7mKGr16QMwzItPPGZkvFhIVm2xw1_e1aK5NMHMjMjNCkSfynuu_Clw/s863/V%C3%A1squez.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="485" data-original-width="863" height="360" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi_93ldieo90rGyr9R25Fba8ecVn9zjPJcwFc4kFQKXWkAWreDza7ZNHW5cPElncWZ4Z3HFZSriXieiPwZLwU8oMs9baFxPf-nu_kjavfbQuIQI5UvosuvhTa8kAGhhu9YFwKkoH7mKGr16QMwzItPPGZkvFhIVm2xw1_e1aK5NMHMjMjNCkSfynuu_Clw/w640-h360/V%C3%A1squez.jpg" width="640" /></a></span></div><span face="Arial, sans-serif" style="background-color: transparent; font-size: 12pt;"><p style="--tw-border-spacing-x: 0; --tw-border-spacing-y: 0; --tw-ring-color: #3b82f680; --tw-ring-offset-color: #fff; --tw-ring-offset-shadow: 0 0 #0000; --tw-ring-offset-width: 0px; --tw-ring-shadow: 0 0 #0000; --tw-rotate: 0; --tw-scale-x: 1; --tw-scale-y: 1; --tw-scroll-snap-strictness: proximity; --tw-shadow-colored: 0 0 #0000; --tw-shadow: 0 0 #0000; --tw-skew-x: 0; --tw-skew-y: 0; --tw-translate-x: 0; --tw-translate-y: 0; background-color: white; border: 0px solid rgb(229, 231, 235); box-sizing: border-box; color: #3d3d3d; margin: 1.25em 0px 0px;"><span face="Arial, sans-serif" style="background-color: transparent; font-size: 12pt;"><b><i>El escritor colombiano Juan Gabriel Vásquez, otro de los invitados a FestiGabo 2023</i></b></span></p><p style="--tw-border-spacing-x: 0; --tw-border-spacing-y: 0; --tw-ring-color: #3b82f680; --tw-ring-offset-color: #fff; --tw-ring-offset-shadow: 0 0 #0000; --tw-ring-offset-width: 0px; --tw-ring-shadow: 0 0 #0000; --tw-rotate: 0; --tw-scale-x: 1; --tw-scale-y: 1; --tw-scroll-snap-strictness: proximity; --tw-shadow-colored: 0 0 #0000; --tw-shadow: 0 0 #0000; --tw-skew-x: 0; --tw-skew-y: 0; --tw-translate-x: 0; --tw-translate-y: 0; background-color: white; border: 0px solid rgb(229, 231, 235); box-sizing: border-box; color: #3d3d3d; margin: 1.25em 0px 0px;"><span style="background-color: transparent; font-size: 12pt;">La versión 11° del Festival Gabo 2023 se fortalece en la capital
de la república, gracias a las alianzas con la Alcaldía de Bogotá, la
Secretaría de Cultura y Bibliored, que abrirán puertas de bibliotecas y centros
culturales a disposición de interesados en las charlas y actividades
programadas, de manera gratuita.</span></p></span><p></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 107%;">Las Bibliotecas Manuel Zapata Olivella, Gabriel García
Márquez, Virgilio Barco, y Julio Mario Santo Domingo, propiciarán encuentros y
actividades que abordan objetivos específicos de la política pública LEO,
proyectados en cinco enfoques: derechos humanos, población diferencial,
territorial, ambiental y género.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 107%;">En el marco de dichas actividades, la población, previa
inscripción y selección, podrá disfrutar de charlas y talleres sobre periodismo
narrativo, crónicas de viajes, y fronteras entre la realidad y la ficción en la
construcción de las historias.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 107%;">En FestiGabo 23, la inclusión será uno de los temas
principales a tratar, asociado a poblaciones afro, LGTBIQ+, cobertura y
desarrollo ambiental, antirracismo, migraciones; igual que conferencias y
reflexiones alrededor de libertad de expresión, medios nativos digitales,
inteligencia artificial, y un apartado especial con el Festival Podcast al Oído
RTVC, de dos días consecutivos en la Universidad EAN.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjc68uT2Hn8Jww2Y3VemA28K0RtsBHe3hcLDIOEmsYSE9vFlHzO3-NS-wy9igWOPj684cM2wlf4ip1sIteUfjpN8kZYKsna9c1wi6yEXxkmjz6cejK5DE488R0oF2fmK3b6Ktisz48lvbHSptWN1VQlI-w7m7nKYYgYL8KUuVgREnZ235sGFYBInJ9ysds/s2560/Beatriz%20Valdes.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1920" data-original-width="2560" height="480" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjc68uT2Hn8Jww2Y3VemA28K0RtsBHe3hcLDIOEmsYSE9vFlHzO3-NS-wy9igWOPj684cM2wlf4ip1sIteUfjpN8kZYKsna9c1wi6yEXxkmjz6cejK5DE488R0oF2fmK3b6Ktisz48lvbHSptWN1VQlI-w7m7nKYYgYL8KUuVgREnZ235sGFYBInJ9ysds/w640-h480/Beatriz%20Valdes.jpg" width="640" /></a></div><br /><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 107%;"><b><i>Beatriz Valdés, periodista de Lorica, Córdoba, especializada en temas de mujeres, posconflicto, población étnica y justicia transicional</i></b></span><p></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 107%;">Más de 100 actividades, entre clases magistrales, charlas,
encuentros de podcast, talleres, exposiciones, conciertos musicales, hacen
parte del atractivo menú del Festival Gabo 2023, con invitados de lujo como el
guionista y director de cine Rodrigo García Barcha, los cronistas argentinos
Martín Caparrós y Leila Guerriero, el poeta español Luis García Montero, el
escritor y cronista estadounidense John Lee Anderson, y los colombinos Juan
Gabriel Vásquez, María Teresa Ronderos, Juanita León, Felipe Restrepo Pombo,
entre otros.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 107%;">«Igual que le ocurrió a nuestro fundador Gabriel García
Márquez, que siempre tuvo razones para retornar a Bogotá, su Fundación y su
Festival han encontrado en esta gran urbe latinoamericana una recepción cálida
y un espacio idóneo de creatividad y diversidad para celebrar las mejores historias
e impulsar las transformaciones del periodismo y el oficio de narrar», ha
suscrito Jaime Abello Banfi, director de la Fundación Gabo, promotora y organizadora
del certamen.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 107%;">En este tránsito, y bajo la premisa 'Todos en las
Historias', categorías intelectuales y artísticas como periodismo, literatura,
música, cine, fotografía, poesía, podcast y avances tecnológicos de información
y entretenimiento, serán los platos fuertes, en diferentes escenarios, a lo
largo de los tres días del Festival Gabo 2023.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjNQuMrgJJkPhSahGvy4v6GHsb4jmPUllac0wNvjR09Sx58mB1NXw374ebKWlp1Xd3muovFD2_a1YbNGnetr2w4-nZdj_lrtCw6CFUtJGttLvRiey_xfz0nd5ZPv-FWLBSUpFomYZdmUNQcDIlK9lGbTqCiBPaiuMVKrPt5TmwEJ3UrVTTEG3iUlV0DLkA/s1800/fruko%205.JPG" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1200" data-original-width="1800" height="426" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjNQuMrgJJkPhSahGvy4v6GHsb4jmPUllac0wNvjR09Sx58mB1NXw374ebKWlp1Xd3muovFD2_a1YbNGnetr2w4-nZdj_lrtCw6CFUtJGttLvRiey_xfz0nd5ZPv-FWLBSUpFomYZdmUNQcDIlK9lGbTqCiBPaiuMVKrPt5TmwEJ3UrVTTEG3iUlV0DLkA/w640-h426/fruko%205.JPG" width="640" /></a></div><br /><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 107%;"><b><i>El maestro Julio Ernesto Estrada, invitado especial a la clausura del Festival Gabo 2023 con su agrupación Fruko y sus Tesos </i></b></span><p></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 107%;">Como ha sido costumbre en esta cita anual, la música, con
su paleta de colores de variados ritmos y tendencias, tendrá su espacio propio
con ocho conciertos, en una agenda que incluye a intérpretes y colectivos para
todos los gustos, entre ellos: La Boa, Mismo Perro, N. Hardem, Nicolás y los
Fumadores, Andrés Correa, Laura Pérez, Edson Velandia y Adriana Lizcano, y el
golpe salsero representado en La 33 y Fruko y sus Tesos, este último, invitado
de honor a la clausura del festival, el 2 de julio, a las 7:30 P.M., en el
Gimnasio Moderno.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 107%;">Apenas para este puente festivo de San Pedro, el Festival
Gabo 2023 será una oportuna comunión de tres días con la palabra, el
pensamiento y la disertación, pero también con el vuelo espiritual que nos
depara la música, ese viaje extraordinario en el que cabemos todos.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 107%;">Si le interesa:</span></p><p class="MsoNormal"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 107%;"><b>Leila Guerriero, El Nuevo Periodismo de hoy en día (Zenda):</b></span></p><p class="MsoNormal"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 107%;">https://www.zendalibros.com/leila-guerriero-nuevo-periodismo-hoy-dia/ </span></p><p class="MsoNormal"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 107%;"><b>Programación Festival Gabo 2023:</b> <b>https://festivalgabo.com/ </b></span></p><p class="MsoNormal"><span face=""Arial",sans-serif" style="font-size: 12pt; line-height: 107%;"><b>Boletería Festival Gabo 2023: </b></span><span face="Arial, sans-serif"><b>https://www.entradasamarillas.com/</b></span></p>Ricardo Rondónhttp://www.blogger.com/profile/02023732023252028316noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6403704431056921554.post-33474682586563285212023-06-24T12:39:00.000-05:002023-06-24T12:39:57.581-05:00El hombre entre bambalinas de los grandes espectáculos del Teatro Jorge Eliécer Gaitán en sus 50 años de historia<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg_Yhr1AJSvSpYt18zognAq_Fe6OIktdhBuQFCf0q4fRM8sxsJfloxqVY2V9w4bOT4Mexmx6W9GaDuAVQUPvHSFMkqsufKpTWZkd9aZetEVGPqWD3zZ7orR77tBYguhol6SeDqNJFKgq6eXM1pRapjSKhY6V9-dL-altJUhWQL9KHdjLvOEyk1hplLdHP0/s4160/tramo%2001.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="3120" data-original-width="4160" height="480" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg_Yhr1AJSvSpYt18zognAq_Fe6OIktdhBuQFCf0q4fRM8sxsJfloxqVY2V9w4bOT4Mexmx6W9GaDuAVQUPvHSFMkqsufKpTWZkd9aZetEVGPqWD3zZ7orR77tBYguhol6SeDqNJFKgq6eXM1pRapjSKhY6V9-dL-altJUhWQL9KHdjLvOEyk1hplLdHP0/w640-h480/tramo%2001.jpg" width="640" /></a></div><br /> <i style="text-align: justify;"><span style="color: #222222; font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO; mso-font-kerning: 0pt; mso-ligatures: none;">Diego Campos Cardona llegó de
veinte años como celador, y a lo largo de cuatro décadas hizo carrera como
tramoyista, hasta alcanzar el puesto de jefe de escenario</span></i><p></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><b><span style="color: #222222; font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO; mso-font-kerning: 0pt; mso-ligatures: none;">Ricardo Rondón Chamorro</span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="color: #222222; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12pt;">En la parte trasera (punto de
embarque, lo llaman) del amplio escenario del Teatro Jorge Eliécer Gaitán, se
erige cual custodio en penumbras, de hace veintitrés años, la imagen en tríplex,
con brazos articulados, del Cristo de las Fiestas de San Pacho.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="color: #222222; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12pt;">El nazareno llegó de Quibdó para
quedarse en Bogotá, porque fue un regalo que los organizadores de las
celebraciones chocoanas le hicieron al teatro, luego de la aclamada
presentación de las tradicionales alegorías al santo de Asís en el año 2.000.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="color: #222222; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12pt;">De esa época, el crucificado
pachuno ha sido motivo de fe y devoción entre operarios y auxiliares del
proscenio, incluido el jefe de equipo entre bambalinas, que antes de cada
función, le oran para que todo salga de maravilla.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="color: #222222; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12pt;">Fijar los pies en las tablas del
Jorge Eliécer Gaitán, y desde allí hacer un paneo en cámara lenta a su
imponente auditorio de herradura, con capacidad para 1.745 espectadores, su
platea, los balcones, el cielo estrellado que es la iluminada techumbre, la obra
de arte en fina madera de su infraestructura acústica, es un privilegio que
compromete los sentidos y agudiza la imaginación.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="color: #222222; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12pt;">En el escenario se percibe una
poderosa carga energética de perfumados besos de trágicas Julietas a Romeos
desdichados, partículas de sublimes arias incrustadas como diamantes en las
pilastras, la erótica radiación de los tu tus de las libélulas de La bella
durmiente, el triunfal do de pecho de Nessun Dorma del príncipe Calaf
transmutado en un encaje de filigrana, y la condensada sal del llanto de las
habaneras de Carmen que se derrama como la niebla.</span><span style="color: #222222; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12pt;"> </span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="color: #222222; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12pt;">Es que, en medio siglo de
actividades, por el tablado del Jorge Eliécer Gaitán, de dieciocho metros por
veintiuno de diámetro, se ha subido el gran telón innumerables veces para dar
paso a cientos de espectáculos y figuras estelares de Colombia, América, y del
otro lado del Atlántico, que han dejado un residuo de su alma, y el recuerdo
imborrable de sus actuaciones entre risas, sollozos y fervorosos aplausos.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="color: #222222; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12pt;">Por citar uno, la temporada del
musical Evita, con Paloma San Basilio, a principios de los 80, de boletería
agotada, con público que se quedó esperando afuera, y la española sublime y
arrolladora con su voz y su fuerza histriónica, provocando el lagrimeo y el
agite de pañuelos blancos, como vuelo de palomas.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="color: #222222; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12pt;">En el escenario y su tramoya de
cuerdas de astillero, telón mayor, trasfondos, barra de luces, efectos y
sonido, personal técnico y de utilería que se desplaza veloz y en puntillas
detrás de las telas, se siente la potencia de la onda electromagnética
acumulada.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="color: #222222; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12pt;">Que lo testimonie el señor
Campos con su experiencia de cuarenta años en estas lides de tramoya, jefe
operativo de escenario del Teatro Jorge Eliécer Gaitán, de lo que ocurre entre
bastidores, ese espacio secreto y entre sombras, donde se produce parte de la
magia: «Es como si nosotros estuviéramos desarrollando una puesta en escena
alterna, de la que no se entera el público».</span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="color: #222222; font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO; mso-font-kerning: 0pt; mso-ligatures: none;"><o:p> </o:p></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiYwf6nfVyhnaQOXMQgi5LZy9kpzFrFB_PZhQbw6f034nf7p7wdN2OGwi1Qzbk4u5yCqGMgsH4ILTiDdEdnL42DT6Ft1UQmoUtUba6Lcq8eFP2ZcloyMZvMPH3tPv5OJr6dcTA7h31Dh7I_UttVb_cG3NfUXlm_T-09V0GIS2h4OYz9rHa2fJH3otr9Gk0/s4160/tramo%203.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="3120" data-original-width="4160" height="480" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiYwf6nfVyhnaQOXMQgi5LZy9kpzFrFB_PZhQbw6f034nf7p7wdN2OGwi1Qzbk4u5yCqGMgsH4ILTiDdEdnL42DT6Ft1UQmoUtUba6Lcq8eFP2ZcloyMZvMPH3tPv5OJr6dcTA7h31Dh7I_UttVb_cG3NfUXlm_T-09V0GIS2h4OYz9rHa2fJH3otr9Gk0/w640-h480/tramo%203.jpg" width="640" /></a></div><b><i><p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="color: #222222; font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO; mso-font-kerning: 0pt; mso-ligatures: none;"><o:p><b><i><br /></i></b></o:p></span></p>Don Diego: cuarenta años subiendo el telón del Teatro Jorge Eliécer Gaitán </i></b><p></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: center;"><b><span style="color: #222222; font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO; mso-font-kerning: 0pt; mso-ligatures: none;">Entre telones</span></b><span style="color: #222222; font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO; mso-font-kerning: 0pt; mso-ligatures: none;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="color: #222222; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12pt;">Diego Campos Cardona tenía
veinte años cuando llegó como celador al Teatro Jorge Eliécer Gaitán, donde
supo por primera qué era un tramoyista.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="color: #222222; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12pt;">Modelo 62, un metro y ochenta y
siete centímetros de estatura, noventa kilos de peso, tez blanca, hechuras de
maquinista de carga pesada, nacido en el barrio Salesiano de Tuluá, Valle, el
maestro Campos dice tener material como para un libro sobre el aprendizaje y el
recorrido de cuatro décadas, «¡una vida!», al frente de la tramoya de uno de
los escenarios más bellos y relevantes de Colombia y Latinoamérica.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="color: #222222; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12pt;">Asido a las cuerdas de fique,
Campos explica el mecanismo artesanal con el que sube y baja el enorme fondo
de terciopelo vino tinto, símbolo mayestático del proscenio que, en
guardadas proporciones, sugiere un ejercicio similar al del grumete que leva
las velas de un galeón. De hecho, dice, que antes las cuerdas del telón estaban
marcadas con nudos, como las que se utilizan en los navíos.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="color: #222222; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12pt;">Arriba, la barra de iluminación
y micrófonos de ambiente (tan sensibles que captan hasta la respiración), y el sistema
de poleas y contrapesos de equilibrio que hace posible subir y bajar el telón
mayor de veintiún metros de ancho por diez de alto, con sus respectivos fondos,
cinco en total, de acuerdo al espectáculo que los demande: ciclorama (para
efectos cinematográficos o teatrales), comodín, negro y blanco (ideal para
sombras chinas).</span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="color: #222222; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12pt;">Todo, “a puro brazo", como
se ha operado de tiempos idos en los grandes escenarios del mundo. «Subir el
telón para dar paso a una función, y oír el murmullo y el aplauso del público,
es una gran emoción para uno como tramoyista. La primera vez que lo hice, en
1995, ha sido, como el nacimiento de mis siete hijos, uno de los momentos
inolvidables de mi vida, mezcla de nervios y de inmensa alegría», argumenta don
Diego.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="color: #222222; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12pt;">Cuando Campos habla de la
"puesta en escena" entre bambalinas, se refiere al libreto técnico
previamente estudiado y calculado, igual que la parafernalia que se utiliza en
el proceso de una función, llámese ópera, concierto sinfónico, mega
representación teatral (como las del Festival Iberoamericano de Teatro de
Bogotá), solistas, orquestas, circo, montajes infantiles, revistas folclóricas,
etcétera.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="color: #222222; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12pt;">Días antes de una función, el
jefe de escenario se reúne con su equipo para plantear el contenido de la obra,
y los elementos que se necesitan:</span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="color: #222222; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12pt;">"Se trata de un trabajo técnico
y logístico, acorde con los requerimientos y las conclusiones que salgan de la
reunión con directores y productores escénicos o musicales. Uno expone el
instrumental con el que cuenta el teatro. Ellos, a su vez, aportan ideas y equipos:
luces, sonido, escenografía, previa inspección de escenario y tramoya".</span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="color: #222222; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12pt;">En su periplo de cuarenta años
de curtido tramoyista, Campos acumula satisfacciones de grandes producciones
que, en distintas épocas, se han presentado en el Teatro Jorge Eliécer Gaitán.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="color: #222222; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12pt;">De los montajes de más trabajo y
concentración, don Diego rememora 'Sugar', su primer musical tras la cortina
(con María Cecilia Botero, Pacheco y un elenco estelar); el andamiaje de
Carmina Burana, con la Orquesta Filarmónica de Bogotá y el Coro Santa Fe; la
monumental puesta en escena sobre agua de 'El infierno', inspirado en el pasaje
de La Divina Comedia, del recordado director esloveno Tomâz Pandur; y el súper
montaje operático de 'Turandot', de Puccini, a cargo de la Ópera de Colombia.</span></p><p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: center;"><span style="color: #222222; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12pt;"><b>De celador a tramoyista</b></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: right;"><br /></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhHmw-vFs446W7uYC23_LeQXQh0ZEUy9HJ83gAhPHGqzPQG9QKGxZ8lo420qWoDtYTMSzcu4Bw4qctNdKgGJpCGagCcX-pLyyem2c7d8ofoSfOj7Waed1FRh9IX7pqpfB9kSEzhkShfNVw82GeJXztTcQFSauhT9gWvWKk7y43IrHLIm-zmaSoVeRsoRfc/s4160/tramo%200.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="3120" data-original-width="4160" height="480" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhHmw-vFs446W7uYC23_LeQXQh0ZEUy9HJ83gAhPHGqzPQG9QKGxZ8lo420qWoDtYTMSzcu4Bw4qctNdKgGJpCGagCcX-pLyyem2c7d8ofoSfOj7Waed1FRh9IX7pqpfB9kSEzhkShfNVw82GeJXztTcQFSauhT9gWvWKk7y43IrHLIm-zmaSoVeRsoRfc/w640-h480/tramo%200.jpg" width="640" /></a></div><br /><span style="color: #222222; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12pt;"><b><i>El jefe operativo de escenario, en pleno trabajo, horas antes de la función</i></b></span><p></p><p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="color: #222222; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12pt;">Horas antes de la función,
Campos y su personal se preparan física y mentalmente «como si fuera la final
de un torneo de fútbol». A las seis de la tarde, se citan en la cafetería para
despejar dudas y ultimar detalles sobre el libreto técnico.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="color: #222222; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12pt;">A las siete y treinta de la
noche, operarios y auxiliares regresan a escenario y se ubican en puntos
estratégicos de la tras-escena. Radioteléfono en mano, y a través de un cifrado
de claves, Campos coordina el desarrollo técnico de tramoya, y en un lapso de
aproximadamente treinta minutos, entre el primer y último llamado, se sube el
telón.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="color: #222222; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12pt;">Al tiempo que inicia la función,
comienza el “corre corre invisible" del personal de tramoya para los
respectivos cambios: escenografía, decorados, mobiliario, vestuario, o lo que
se necesite en el desarrollo de grandes producciones: teatro, musicales, ópera,
zarzuela, entre otros divertimentos que requieren de considerable soporte
técnico y logístico.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="color: #222222; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12pt;">Don Diego, en los cuarenta años
que lleva como tramoyista senior del Teatro Jorge Eliécer Gaitán, dice que cada
día hay algo por aprender, máxima derivada de la gran escuela empírica, al
subrayar que «es la experiencia la que hace al maestro».</span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="color: #222222; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12pt;">Lo corrobora Campos, quien llegó
joven de Tuluá, Valle, a Bogotá, con sus padres y hermanos, huyendo de la
cruenta violencia bipartidista, a levantar un rancho con tela de parói,
esterilla y techo de zinc, en un peladero del barrio Lucero Bajo, localidad
Ciudad Bolívar, a merced de las faenas agropecuarias de su progenitor y de las
arepas que hacía su señora madre para vender en tiendas y asaderos.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="color: #222222; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12pt;">«Al principio fue tan dramática
la pobreza, que nos tocaba caminar horas para encontrar a los repartidores de
agua que distribuían en canecas transportadas por burros. También recuerdo que
en las tiendas vendían a veinte centavos la bolsa de boronas de chocorramo, y con
ellas mi madrecita nos hacía chocolate, que servía con arepas, y nos despachaba
al colegio».</span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="color: #222222; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12pt;">Entre pupitres, mientras el
profesor llenaba el tablero con sesudas ecuaciones algebraicas y logaritmos
infinitesimales, Campos anhelaba ser un crack del fútbol como el 'Tigre' Gareca
o Hugo Gottardi, sus ídolos, pero la ilusión solo le alcanzó para brillar con
el número 9 en los torneos intercolegiados organizados por la alcaldía de
Ciudad Bolívar.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="color: #222222; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12pt;">No fue en vano, porque gracias a
su destreza con el balón, y en el afán de buscar trabajo, un alto funcionario
de la Secretaría de Gobierno lo contactó con el entonces concejal Telésforo
Pedraza, y este lo recomendó, tarjeta firmada, con Alberto Upegui Acevedo,
promotor y mecenas del arte lírico y la música colombiana en Bogotá, director
del Instituto Distrital de Cultura y Turismo (hoy Idartes).</span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="color: #222222; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12pt;">-Bueno, ¿y tú qué sabes hacer?-,
le preguntó Upegui, mirando de arriba a abajo al veinteañero Campos.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="color: #222222; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12pt;">-Doctor, yo lo único que sé, es
hacer caso-, le contestó respetuoso.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgmqgulba9Z0GRiIcsnPuMz3_77zz73CdQsc4wmuJ8BteLW6b_-0SsS84cHVNmmY5mO1QPjHQ3VytCl02Xx_h8T4hNOZBsbL62npWZftgduA-9tioKw6bVXJqc7oe2rD6U6ost01xT4xR1oS_yy2wEBGzL_d2DY7b2d3pHK7Yu73maMWw5-XuLqpPxfT1g/s4160/tramo%201.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="3120" data-original-width="4160" height="480" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgmqgulba9Z0GRiIcsnPuMz3_77zz73CdQsc4wmuJ8BteLW6b_-0SsS84cHVNmmY5mO1QPjHQ3VytCl02Xx_h8T4hNOZBsbL62npWZftgduA-9tioKw6bVXJqc7oe2rD6U6ost01xT4xR1oS_yy2wEBGzL_d2DY7b2d3pHK7Yu73maMWw5-XuLqpPxfT1g/w640-h480/tramo%201.jpg" width="640" /></a></div><br /><span style="color: #222222; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12pt;"><b><i>En el teatro, Campos ha forjado una selecta escuela de tramoyistas </i></b></span><p></p><p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="color: #222222; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12pt;">Y esa respuesta del aspirante
fue suficiente para que le dieran un puesto de celaduría en el Teatro Jorge
Eliécer Gaitán. Un día se enfermó Guillermo Cadena, 'El Camello', uno de los
técnicos de tramoya, y el administrador, viendo el porte macanudo de Campos, lo
asignó como reemplazo.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="color: #222222; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12pt;">"Eso fue en mayo de 1983.
Yo tenía veinte años, y gracias al 'Camello', que fue mi gran maestro, me quedé
en el escenario. Este bello oficio de la tramoya no se aprende sentado en un
pupitre sino viendo a los que saben, y en la práctica. Añoro con gratitud a
todos los que me enseñaron: Marcos Alarcón, pensionado, y Germán Velandia,
fallecido en un accidente de moto. El 'Camello', alma bendita, se fue hace
cuatro años».</span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="color: #222222; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12pt;">En estas cuatro décadas de
trabajo en el Jorge Eliécer, Diego Campos Cardona también ha forjado su propia
escuela de tramoyistas. Pupilos como Idelfonso Díaz, Robinson Cisneros, Nelson
Acosta, Olga Castillo, Yuvernei Salcedo, Miguel Lasprilla, Bryan Campos (su
sobrino), Alex Martínez, Miller Torres y John Chará hacen parte de su staff.
Visualiza, en unos diez años, que cualquiera de ellos, el más aventajado, será
elegido como su digno reemplazo.</span></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: center;"><b><span style="color: #222222; font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO; mso-font-kerning: 0pt; mso-ligatures: none;">El ritual del telón</span></b><span style="color: #222222; font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO; mso-font-kerning: 0pt; mso-ligatures: none;"><o:p></o:p></span></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: center;"><span style="color: #222222; font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO; mso-font-kerning: 0pt; mso-ligatures: none;"><o:p></o:p></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj72AL2msQHH-0Ztaq2o2w2FD5XrNiOm8RF1TmRJMLzaiduvNnGUGEc8NWbF3WU20MDYIEm5rwVTu9aWigwAfFxu3Qh2njmZeqlknUH6k3o2EiEFjl6ua7EaUKwuSvOSeMcudC8tHH71yP-RrdkZ6XB4bDutcU4n5lxWlNqZx3bYtukRndLjC0v1hXjnMw/s4160/tramo.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="3022" data-original-width="4160" height="464" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj72AL2msQHH-0Ztaq2o2w2FD5XrNiOm8RF1TmRJMLzaiduvNnGUGEc8NWbF3WU20MDYIEm5rwVTu9aWigwAfFxu3Qh2njmZeqlknUH6k3o2EiEFjl6ua7EaUKwuSvOSeMcudC8tHH71yP-RrdkZ6XB4bDutcU4n5lxWlNqZx3bYtukRndLjC0v1hXjnMw/w640-h464/tramo.jpg" width="640" /></a></div><br /><div style="text-align: left;"><i style="font-size: 12pt;"><b>El maestro Campos, orgulloso de su trabajo en la institución cultural </b></i></div><p></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="color: #222222; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12pt;">Simultáneo a su rol de
tramoyista, Campos Cardona se ha enriquecido de cultura y conocimiento de las
artes, gracias al permanente contacto con directores, productores, diseñadores,
elencos, y de primera mano, con el caudal de representaciones artísticas que
suceden en el escenario, cada vez que sube el terciopelo.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="color: #222222; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12pt;">Honor para él haber subido el
telón de consagrados artistas como Carmiña Gallo, Marta Senn, Alfredo Sadel,
Alberto Cortés, Mercedes Sosa, Facundo Cabral, Silvio Rodríguez, el Trío Los
Panchos, o de colectivos musicales de envergadura como la Orquesta Sinfónica
Simón Bolívar de Venezuela, con la batuta de Gustavo Dudamel, la Filarmónica de
Bogotá, y de música tropical, las orquestas de Pacho Galán y Lucho Bermúdez, o
espectáculos sorprendentes como el Ballet Beriozka, el Bolshoi, Los Niños de
Kiev, de una interminable lista.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="color: #222222; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12pt;">Por estas fechas de
celebraciones de los 50 años del Teatro Jorge Eliecer Gaitán, con una
programación cultural digna de un aniversario de campanillas, su directora
Maura Achury y el maestro Campos atienden recorridos de grupos, la mayoría
estudiantes, llevados por la curiosidad que inspira el majestuoso edificio art
déco, de la Carrera 7ª con calle 22, su historia, el auditorio, el escenario,
el foso, los camerinos, y demás laberintos y recovecos insospechados que lo componen.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="color: #222222; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12pt;">Campos responde a los
interrogantes de los interesados, los ilustra sobre el mecanismo artesanal
con que sube y baja el telón, les explica la composición y utilización del
engranaje de la barra de tramoya, y los invita a las cuerdas para que prueben,
como él lo hizo hace años, el placer de subir el telón vino tinto.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="color: #222222; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12pt;">-Maestro, a propósito de las
sofisticadas herramientas tecnológicas, ¿qué llegaría a pasar si al telón le
ajustan un dispositivo digital para subir y bajarlo?</span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="color: #222222; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12pt;">El jefe de escenario mira con
extrañeza y responde.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="color: #222222; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12pt;">“El día que eso llegue a pasar,
se borraría un ritual de muchos años, y me afectaría profundamente. Ni pensarlo”.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="color: #222222; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12pt;">-Qué hace usted en sus días
libres, señor Campos.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="color: #222222; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12pt;">«Compartir con mi esposa y mis
hijos. Salir a pasear, ir a almorzar a algún lado. Si me quedo en casa,
descansar, leer, oír música clásica».</span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="color: #222222; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12pt;">-¿Y cuáles son los compositores
de su predilección?</span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="color: #222222; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12pt;">«Beethoven, Mozart, Vivaldi, Mahler y Strauss».</span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="color: #222222; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12pt;">A sus sesenta y un años, Diego
Campos Cardona afirma sentirse como un roble, y por carrera administrativa,
aspira continuar hasta los setenta en el escenario que lo vio nacer tramoyista:
el del Jorge Eliécer Gaitán.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="color: #222222; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12pt;">Todavía quedan muchas lunas de
por medio para su última función.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="color: #222222; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12pt;">¡Aplausos! </span></p>Ricardo Rondónhttp://www.blogger.com/profile/02023732023252028316noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6403704431056921554.post-54017657581034561372023-04-29T13:10:00.001-05:002023-04-29T13:10:48.511-05:00El viejo albañil caleño que con 4° de primaria ha escrito 30 libros de salsa y música afroantillana<p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgal40uAICjVH5-LLEEFDUH0u1a4ZbjPNk8lCc6_qps1yf0m3uu4dOcTzCaVKeXPPHQU3HxpvxhBSVGe17bP4NFOUPbE6XO054AQQtAVXqLwr-2z6kJqtzAl6tql3Z6pthXnnYosQ-Q4ujlXV_bsFsuspa8F3y3rjjL3QVjUV2s_1z2qtbdVrZx28ij/s3941/hera.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="3089" data-original-width="3941" height="502" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgal40uAICjVH5-LLEEFDUH0u1a4ZbjPNk8lCc6_qps1yf0m3uu4dOcTzCaVKeXPPHQU3HxpvxhBSVGe17bP4NFOUPbE6XO054AQQtAVXqLwr-2z6kJqtzAl6tql3Z6pthXnnYosQ-Q4ujlXV_bsFsuspa8F3y3rjjL3QVjUV2s_1z2qtbdVrZx28ij/w640-h502/hera.jpg" width="640" /></a></div><br /><p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: center;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">En
la Feria del Libro de Bogotá, Heraclio Parra Barona, de 86 años, cuenta que
aprendió a escribir leyendo los periódicos y revistas que vendía en la calle.
Entrevista.<o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">Ricardo
Rondón Chamorro<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">Fotos: Ricardo Rondón <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">«¿No dizque que le gusta la
rumba, bailar, desfilar en las fiestas, las mujeres lindas, el calor, sobre
todo el humano? En Las Tres Cruces de Cali, allí vive el diablo» ('El diablo
vive en Cali').<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span></span></p><a name='more'></a><p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">Cuando lo vi en el stand de
Salsa y Literatura de Cali, en la Feria del Libro de Bogotá, lo asocié con un
viejo bongosero cubano de alguna orquesta de cabaret hace muchos años
desaparecida. Por su figura magra de músico de puerto y sus ojos de dromedario,
seguro que a la pintora María Paz Jaramillo le inspiraría un óleo <span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">Heraclio Parra Barona,
vallecaucano, 86 años, fue vendedor de periódicos y revistas, cantó boleros y
tangos en griles y escenarios de postín, ha sido oficial de albañilería, y con
apenas cuarto de primaria, es autor de más de treinta libros de Salsa y melodía
afroantillana, que ha escrito a pulso, con micro punta, en cientos de cuadernos
que luego manda a levantar en computador, para enviar a sus correctores de
confianza.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">Parra Barona no aparece en
los catálogos de las grandes marcas editoriales, ni en el boletín cultural del
Banco de la República, ni en los archivos de prestigiosas publicaciones. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">De su firma no dan razón
periodistas culturales ni críticos de música. Todo lo que ha publicado ha sido
por su cuenta, y en ese mismo tren ha vendido sus libros en el correcorre de la
calle, los amigos y vecinos, el voz a voz.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">-Don
Heraclio, ¿usted dónde nació? <o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">«En el barrio La Pilota, de
Buenaventura, pero muy pequeño me llevaron a Buga. Después me fui a vivir del
todo a Cali. Quíteme el don. Dígame Heraclio, como me conoce todo el mundo. ¿Ha
oído hablar de La Pilota?», pregunta el escritor, que hace un corte en la
conversación para atender un racimo de visitantes que han llegado a preguntar
por sus títulos.<o:p></o:p></span></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">La
Pilota que inspiró a Mutis<o:p></o:p></span></b></p><p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"></b></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgFuQ9XUY0RqG8AUanoJFFS1j1z1A7CvbOoo3UWtjUOfdxfOu1rzISt5FJ4ylO8pY2cmdGahRUwL-k5YMRC_D5iAHopIkxTPYx13AECBzsXMA8_BqoSxuOhAahXHWzMM_xV7PnByMxx49Qd3-s2QTsju7PVultb2BBRc9BG8PrgseELdMpmzJt4OGrV/s4160/hera%201.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="3120" data-original-width="4160" height="480" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgFuQ9XUY0RqG8AUanoJFFS1j1z1A7CvbOoo3UWtjUOfdxfOu1rzISt5FJ4ylO8pY2cmdGahRUwL-k5YMRC_D5iAHopIkxTPYx13AECBzsXMA8_BqoSxuOhAahXHWzMM_xV7PnByMxx49Qd3-s2QTsju7PVultb2BBRc9BG8PrgseELdMpmzJt4OGrV/w640-h480/hera%201.jpg" width="640" /></a></b></div><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><br /><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><i>Parra Barona lo sabe de hace años que ha vivido a su aire la movida caleña</i> </span></b><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">De La Pilota escribió en El
País de Cali (octubre 9 de 2014) el periodista y narrador bonaverense Medardo
Arias Satizábal, a propósito de una remembranza de Álvaro Mutis y sus afectos
por el "bello puerto de mar" que inmortalizó en su rutilante página
el maestro Petronio Álvarez:<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">«Mutis me preguntó una vez
si todavía existía La Pilota, la que fuera la zona de tolerancia más asombrosa
del sur de América. Le expliqué que La Pilota había desaparecido a inicios de
los 70, cuando un alcalde decidió ir con la tropa y un hisopo para cerrar
definitivamente este lugar que había sido comparado con el barrio chino de La
Zanja, en La Habana».<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">«Los soldados descendían de
un camión, mientras el alcalde, personalmente, sellaba los burdeles, y un
sacerdote regaba agua bendita en las puertas».<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">«Las locas del lupanar, las
coperas, los razoneros, las consuetas, y celestinas, los calanchines y
chirimbolos, las putas de alta montaña, las mulatas y coquimbas, corrían calle
abajo presas de pánico, mientras la voz corría por el puerto como una serpiente
de fuego: '¡Se acabo La Pilota!'».<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">«'Me encantaba dormir ahí,
entre el calor y la charanga', me diría Mutis. Me pregunto si estas siestas
juveniles del poeta, acompañado por pájaras complacientes, fueron en la casa de
citas de Guillermo, en el Puerto Rico, en Aurora, donde se veía el mar y se
tocaban tangos al amanecer:<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">Qué
bien se baila sobre la tierra firme / mañana al alba tenemos que zarpar.<o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">«O, donde 'La Che', aquella
mujer que sólo iba a la cama con argentinos. Mutis conoció bien esa calle, lo
constatamos ahora por las menciones precisas que hace en su novela 'Abdul
Bashur, soñador de navíos': la calle en una loma, la más alta del puerto, por
la que 'soplaba una brisa piadosa', era La Pilota».<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">«Ahí, además de una refinada
prostitución enclavada en una cima que daba al mar, en una casa en la que solo
aceptaban capitanes y oficiales de navío, estaba el bar conocido como 'La
Barata', donde se dio inicio a lo que se llamó salsa en esta parte de
Colombia».<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">«En las puertas de este
lugar bailaba descalzo Watussi, un bailarín callejero con una cortada en la
cara que inventó una forma de deslizarse. Los marineros arrojaban monedas y
chiclet's a sus pies. Buenaventura, semilla de inspiración para Mutis, que
habla en el lenguaje de los vaporinos».<o:p></o:p></span></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">Voceador
de prensa<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"></b></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjua4PtJaZ8AG3GmxbSd0eTf69cL1GuSlYHnSs-qvhBusbPDLAXaqre8YcrdGQ9lpl_tCXM0ZvHfA7IKrU7ds9XmbMTtCfPkIhB7v1J5bluz70T36vBTjy94rp8YwbRjFR9V5GXNm2US8d57H4YBTC8--PAsytR7AehAH684lulPGFKMsWuvWBKLtPT/s4160/hera%206.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="3120" data-original-width="4160" height="480" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjua4PtJaZ8AG3GmxbSd0eTf69cL1GuSlYHnSs-qvhBusbPDLAXaqre8YcrdGQ9lpl_tCXM0ZvHfA7IKrU7ds9XmbMTtCfPkIhB7v1J5bluz70T36vBTjy94rp8YwbRjFR9V5GXNm2US8d57H4YBTC8--PAsytR7AehAH684lulPGFKMsWuvWBKLtPT/w640-h480/hera%206.jpg" width="640" /></a></b></div><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-family: arial;"><i><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b><span style="font-family: arial;"><i>Heraclio interactuando con interesados de sus títulos en el stand Salsa y Literatura </i></span></b></p></i></span></b><p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">-Heraclio,
¿usted se habla con el escritor Medardo Arias?<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">-Claro, somos amigos.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">-¿Y
cómo es que Arias no ha escrito una línea sobre sus libros?<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">El viejo literato se tapa la
boca y voltea la cara por un ataque de tos. Al rato se recupera y responde:<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">-Así es la vida. Pero yo sí
he escrito de él. Con esto de los libros siempre ha habido recelos, intereses,
envidias.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">-¿Y
de La Pilota hay algo escrito por usted?<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">-No, porque a mí llevaron
chiquito para Buga, y eso se acabó en los 70. Y yo escribo de lo que veo, vivo
y siento».<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">El diálogo se vuelve a
interrumpir porque llegan otros interesados en las obras de Parra Barona, y él
no tiene asistentes, ni agente literario, ni jefe de prensa, ni mucho menos
editorial. Como dicen: "le toca cantar, silbar, aplaudir y cobrar al
tiempo". Pero me alegra que llegue gente a comprarle sus libros, y a
hacérselos firmar.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">Vuelve y juega.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">-¡Cómo
es que con cuarto de primaria, usted ha escrito más de treinta libros!<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">-Es que yo fui voceador de
prensa en Buga, y en Cali tuve puesto de periódicos y revistas. Leía todo lo
que llegaba: El Tiempo, El Espectador, Vanguardia, las revistas Semana, Cromos,
Life, Selecciones, entre otras. Así me fui formando en la escritura. Hasta que
me lancé y le fui cogiendo el tiro.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">-¡Por
favor, Life!, venia en formato grande, abundante en crónicas y fotografías, y
con tremendas firmas como las de Norman Mailer y Truman Capote.<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">-Ah, era una maravilla leer
eso, y Selecciones, y los periódicos de antes. Es que yo leí y vendí las
noticias de la muerte del torero Manolete y del crimen de Jorge Eliécer Gaitán,
así por encima, para que haga sus cuentas.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">-¿Ha
sido lector de novelas?<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">-No, solo prensa. De pelado
me gustaban las tiras cómicas. Había una revista especializada en eso: La
Peneka, y las aventuras dominicales de El Tiempo: Tarzán, El Fantasma, Dick
Tracy, Mandrake, el mago, todo eso. Ese era el entretenimiento a mano. Había
gente que llevaba solo el cuerpo informativo y dejaba las tiras cómicas que
venían en un cuadernillo. Después de leerlo, yo lo vendía a cinco centavos.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">-¿Con
qué libro se lanzó al agua?<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">-Con 'Santiago', la historia
de un albañil que trabajó conmigo. Un tipo solitario, melancólico, cliente
asiduo de prostíbulos, aferrado a la música antillana, al Trío Matamoros y a la
Sonora Matancera. Murió de Sida. Se enteró que padecía el virus ocho días antes
de su fallecimiento.<o:p></o:p></span></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">¡Azúcar
y jalajala!<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj-k7b59GRiW1o8cWmlilKNZDg8gSCGWiHk77ck0jfI0pK3BRSj9Ha8cFE5bEQ5OLSF4msFB4uQb95c5twS1-ngkmHkazBblO5lTxfhoqQGqm67VXbYRc-lgb8hx0qF9hWJ77jhoc7Yl-629D7DIS89XMohb7ypaD5VdIUqrZkQmAADYY7Yh3uxKvkL/s3818/hera%202.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="3035" data-original-width="3818" height="508" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj-k7b59GRiW1o8cWmlilKNZDg8gSCGWiHk77ck0jfI0pK3BRSj9Ha8cFE5bEQ5OLSF4msFB4uQb95c5twS1-ngkmHkazBblO5lTxfhoqQGqm67VXbYRc-lgb8hx0qF9hWJ77jhoc7Yl-629D7DIS89XMohb7ypaD5VdIUqrZkQmAADYY7Yh3uxKvkL/w640-h508/hera%202.jpg" width="640" /></a></div><br /><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><b><i>Heraclio hace historia en la FilBo con sus libros de música afroantillana</i></b></span><p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">Persiste la tos del
escritor, que vuelve otra vez al ruedo de la venta.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">El parlante del stand
despacha 'Acuyeyé', y una esbelta mulata curvilínea, de afro, le sigue el paso.
Aprovecho para seguir ojeando los libros de Heraclio Parra Barona acomodados en
el exhibidor.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">Al son de 'Santiago', están
las memorias de sesenta y una ferias de Cali, que data de la primera, en 1956,
organizada por el gobierno distrital para apaciguar en diciembre el insufrible
luto de los caleños, luego de la catástrofe ocurrida el 7 de agosto de ese año,
cuando siete camiones cargados con 1053 cajas de dinamita explotaron en la
ciudad, dejando como saldo 1.300 muertos, 4.300 heridos, y más de cien millones
de pesos en pérdidas materiales.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">Otro libro, 'Prostitutas
alegres',<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>semblanzas de las trabajadoras
de griles y burdeles de Cali y Juanchito en distintas épocas, que según
Heraclio controvierte el título de 'Memoria de mis putas tristes', de Gabriel
García Márquez: «Yo, por respeto y prudencia, las llamo prostitutas, y enfoco
el trabajo de ellas por sus vivencias en los antros y su relación con la
música».<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">'Lo que no se ha dicho de
Bobby Cruz y Celia Cruz, ¡Azúcar y Jalajala!', narra anécdotas inéditas de
estos grandes pilares (la Guarachera, Bobby, con Richie Ray, por supuesto) que
corrieron el telón de la salsa en la Sultana, en los albores de los 70, y
desataron la incontrolable fiebre del "sonido bestial" que marcó para
siempre a 'La sucursal del cielo'.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">'El amor y el bolero'
incluye 102 perfiles con los grandes intérpretes de todos los tiempos: Armando
Manzanero, Javier Solís, Leo Marini, Don Lucho Ramírez, Pedro Vargas, Carlos
Julio Ramírez, Alfonso Ortiz Tirado, Nelson Pinedo, Daniel Santos, Bienvenido
Granda, entre otros.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">'Hotel Aristi' y 'La
Matraca', narran acontecimientos y reminiscencias de dos establecimientos
icónicos del jolgorio, la bohemia y la idiosincrasia caleña.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">El primero, en su época
dorada, epicentro de la glamurosa vida artística y social, donde se alojaron
por décadas rutilantes figuras de la música afroantillana, capítulo aparte las
pomposas y concurridas fiestas, que a todo timbal se celebraban. Y, 'La Matraca',
templo del bailarín, el son, el tango y la milonga.<o:p></o:p></span></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">Tarimas,
chorro y bohemia<o:p></o:p></span></b></p><p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"></b></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhTb498SKeZz-CXaNH3zKweePzvP6oDp2QfbcBnDPsQdMcD8lt9q4N59YUd3UGYPcFYxgCrUzO7-ys-Zi98J0aAYEoO_KcBr1psLIMjbStnH8DY7yRCEG3IUKaxSFQDZIHVs9OydjscSXCjal7cctUu7CvHvC4HBcWjlhfZ6wA1E5hXzylZPJFzLgdy/s4160/hera%204.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="3120" data-original-width="4160" height="480" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhTb498SKeZz-CXaNH3zKweePzvP6oDp2QfbcBnDPsQdMcD8lt9q4N59YUd3UGYPcFYxgCrUzO7-ys-Zi98J0aAYEoO_KcBr1psLIMjbStnH8DY7yRCEG3IUKaxSFQDZIHVs9OydjscSXCjal7cctUu7CvHvC4HBcWjlhfZ6wA1E5hXzylZPJFzLgdy/w640-h480/hera%204.jpg" width="640" /></a></b></div><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><br /><div style="text-align: left;"><b><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><i>La abogada y salsera Diana Moreno Ortiz, complacida con la firma del autor </i></span></b></div></b><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">-Heraclio,
no me equivoqué cuando lo vi, y sin conocerlo, lo figuré como un viejo y ya
retirado hombre de orquesta.<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">«Tuve el privilegio, en el
Club Colombia, de presentar a figuras de la talla de Olga Guillot, Juan Bruno
Carranza, Luisito Rey, y de alternar como <i style="mso-bidi-font-style: normal;">crooner</i>
de la Orquesta Pepe, con Machito, cuando él estuvo en Cali con La Lupe: eso
pocos lo saben. Lo cuento en mis libros de la feria».<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">«También canté con Rafico
Bolaños y con la Fórmula 8, orquestas de los años 60, cuando aún no se había
impuesto la salsa en Cali, pero ya se oían pasos grandes». <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">«Nosotros interpretábamos
porro, rumba, merecumbé, guaracha, boleros, que era otro de mis fuertes. En
México estuve acompañado por el mariachi Vargas. En Venezuela también
interpreté melodía romántica con tríos y orquestas».<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">«Es que hasta tango canté,
porque en Buga me críe oyendo en la radio a Gardel, Magaldi, Hugo del Carril, y
a los grandes boleristas, los argentinos y mexicanos, los de la Sonora
Matancera. Fui por ocho años el cantante de planta del Club Campestre de Cali».<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">-¿Existen
grabaciones suyas con las orquestas que lo acompañaron?<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">«No, qué va. Se vivía al
día, o mejor a la noche, el horario del sentimiento, la rumba y la bohemia, y
el trago, que nos llegaba gratis a la mesa, y del mejor, whisky fino».<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">-¿De
qué vive hoy, Heraclio? <o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">«De los libros, de vez en
cuando. Pero sigo en el oficio de la albañilería. Ya no como para subirme a un
andamio con batea de cemento, llana y palustre, sino como contratista de obra.
Lo que salga».<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">-¿Pero
tiene techo propio?<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">«El que dejaron mis padres
en el Barrio Popular. Estoy reuniendo para hacerle reparaciones».<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">-¿Quién
le corrige los libros?<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">«Antes los corregía Ernesto
Fernández, escritor y editor, heredero de la Editorial Seriva, hasta que esta
se acabó. Ahora los revisa un buen amigo, Luis Alberto Martínez, quien también
trabajó en la editorial».<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">-¿Qué
anécdotas guarda de Celia Cruz?<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">«Muchas, porque fueron
varios los encuentros con ella desde que empezó a ir a Cali. La primera vez,
ella llegó del aeropuerto con Alberto Beltrán, directo a RCN. Yo estaba
pendiente afuera y les dije que les subía las maletas. Y así fue, me dejaron
entrar. En cabina, Celia cantó Burundanga, y Alberto Beltrán 'El Negrito del
Batey'».<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">-¿Tiene
alguna anécdota con Daniel Santos?<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">«Pues cómo le parece que el
13 de junio de 1953, Daniel Santos estaba cantando en la emisora RCO (hoy
Caracol Radio), cuando se produjo la noticia del golpe militar de Rojas
Pinilla. ¡Y todos firmes! Tengo por lo menos 1.000 anécdotas que cuento en mis
libros. Óscar D'León, tiene varios de ellos. Es mi amigo, desde cuando yo
trabajaba en construcción en Caracas, y lo iba a ver con la Sonora Dinamita».<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">-¿Qué
le falta por hacer, Heraclio?<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">«Vender los libros que me
quedan para regresar contento a Cali».<o:p></o:p></span></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">El
diablo en Cali<o:p></o:p></span></b></p><p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"></b></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgPHywSVGm2eB6ADIvHnbwdrr8usd1xgWK0vwtOjbWgbBpufsYvXZ2LVmta7Cst3TvJgSUvKXBALBsmjyYW78a7Ah2gQMixeI7KAzITI9QgRSALLiFBpClGAQ8Ti_evYxRPqMkSKtaC1-gEfVRz_Zq5zxvj0kPnCQph52eqwwUV3jP87Kd7mPO-5wDq/s3776/hera%207.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="3120" data-original-width="3776" height="528" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgPHywSVGm2eB6ADIvHnbwdrr8usd1xgWK0vwtOjbWgbBpufsYvXZ2LVmta7Cst3TvJgSUvKXBALBsmjyYW78a7Ah2gQMixeI7KAzITI9QgRSALLiFBpClGAQ8Ti_evYxRPqMkSKtaC1-gEfVRz_Zq5zxvj0kPnCQph52eqwwUV3jP87Kd7mPO-5wDq/w640-h528/hera%207.jpg" width="640" /></a></b></div><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><br /><div style="text-align: left;"><b><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><i>Heraclio, memoria viva de la melodía afroantillana y la bohemia caleña</i></span></b></div></b><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">Llegan más visitantes a
averiguar por libros. Algunos preguntan y pasan de largo, otros los adquieren
gustosos con la firma del autor. Diana Moreno Ortiz, abogada bogotana y asesora
de Colsanitas se lleva 'El amor por la salsa', lo hace firmar, y expone sus
motivos:<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">«Vengo de familia salsera,
llevo alrededor de veinticinco años con este gusto por la música afroantillana,
inicié en este recorrido asistiendo a las fiestas de vieja guardia, y lo digo
en tono jocoso porque comencé con lo más 'bravo', escuchando y aprendiendo de
mambo, son cubano, guaguancó, danzón, chachachá, y a la par el baile. No soy
coleccionista, pero conozco a varios cultores y melómanos, y cuando puedo, voy
a la feria de Cali».<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">Heraclio le hace quites a la
tos. Regresa de vender y firmar, y en su mirada de dromedario de agrestes caminos
y arduas batallas, hay un brillo que delata su entusiasmo por la vida, sus
libros, la música, por todo lo que ha hecho, pese a los tropiezos y la adversidad.
En el remate de la conversa le lanzo la pregunta de cierre:<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">-Heraclio,
¿el diablo vive en Cali?<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">«Cómo que si qué, lo
sostengo en mi libro. Vive a sus anchas por La Alameda, San Antonio, Las Tres
Cruces, Barrio Obrero, por donde le huela a rumba, y por el Pascual Guerrero,
cuando juega el América, y ni se diga con el alboroto de la feria».<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">Me despido de Heraclio. Le
digo que me alegra haberlo conocido y de enterarme de su vida y obra, de su
admirable lucidez, del trajín en su movida rumbera a sus 86 años. Pero también
le recomiendo que se cuide de la tos.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">"Ah, sí, gracias, esa
se me quita con un chorrito de whisky, o con una aguadepanela con limón y
aguardiente. Es que el cambio de clima ha sido muy brusco. Cuando vaya por Cali
no olvide llamarme, por allá a la orden».<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">Y retorna Heraclio Parra
Barona a atender otra entrevista, esta vez<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>con un medio radial, mientras las notas al piano de 'Sofrito' se amoldan
a sus pausados andares.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">35
Feria Internacional del Libro de Bogotá. Pabellón Colombia. Cali Ciudad
Invitada. Stand 166. Salsa y Literatura.</span></b><span face="Arial, "sans-serif"" style="font-size: 12pt;"> </span></p>Ricardo Rondónhttp://www.blogger.com/profile/02023732023252028316noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6403704431056921554.post-85258686415520571092023-04-23T08:28:00.000-05:002023-04-23T08:28:00.849-05:00“Las máquinas están hablando mejor español que las personas”: Cleóbulo Sabogal, en el Día del Idioma<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEggclvt3_rL3qs9RXbGnRZSYTR0YvQL6wzz7VrQbmhYZ8GpzPrRKAdgew6aDpmO01h-hzS9x50oRphzoJTUAzSoqQ3z2CWBetgEfCIAmExibLsmuT_1f0vu3j8I1R5RdEiyogT4w5kAvVa45YC6LfuhVCqs09pwR5OSAPWtHhjP53xqvX_y9jJ2Euaw/s4160/clao%201.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="3120" data-original-width="4160" height="480" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEggclvt3_rL3qs9RXbGnRZSYTR0YvQL6wzz7VrQbmhYZ8GpzPrRKAdgew6aDpmO01h-hzS9x50oRphzoJTUAzSoqQ3z2CWBetgEfCIAmExibLsmuT_1f0vu3j8I1R5RdEiyogT4w5kAvVa45YC6LfuhVCqs09pwR5OSAPWtHhjP53xqvX_y9jJ2Euaw/w640-h480/clao%201.jpg" width="640" /></a></div><br /><p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><i style="text-align: left;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">El catedrático tolimense Cleóbulo Sabogal Cárdenas, licenciado en filosofía y letras, consultor de la Academia Colombiana de la Lengua</span></i></p>
<p class="MsoNormal"><b><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Ricardo
Rondón Chamorro<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Fotos: Ricardo Rondón<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Quien no lo haya visto de cuerpo presente, se lo imaginará
entrado en años, poblado de canas, el rostro cetrino surcado de arrugas, unos
ojillos inquisitivos de roedor de biblioteca, protegidos por unos anteojos
gruesos como culos de botella, apoltronado en su oficina en medio de arrumes de
mamotretos, incunables y periódicos amarillentos, picados por el tenebroso
ácaro de la sarna; retrato sombrío similar al del recordado Godofredo Cínico
Caspa de Jaime Garzón, pero no...<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Cleóbulo Sabogal Cárdenas, el suspicaz y diligente
custodio del idioma, es un hombre relativamente joven, sin una hebra plateada
que delate vejez, con más aires de notario municipal, secretario de juzgado o
cajero de banco.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><b><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">-¿Qué
se echa que no le salen canas?-,</span></b><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"> le pregunto.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">-Me echo a dormir temprano, porque soy muy malo para
trasnochar-, responde con un veloz lance sarcástico.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">En la puerta de su oficina, a la que se llega luego de
atravesar un largo, entapetado y melancólico vestíbulo –como el corredor del
tenebroso hotel donde, a órdenes de Stanley Kubrick, Jack Nicholson perseguía
enloquecido a su familia con un hacha en <i>El
Resplandor,</i> 1980)-, hay una inscripción que dice: Sala Rafael Maya. Oficina
de información. Comisión de vocabulario técnico.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Íngrimo, en ese amplio salón, el profesor Sabogal está
próximo a cumplir veinticinco años como consultor del buen uso del castellano para Colombia, no
rodeado de incunables y mamotretos salpicados de cagarrutas de bichos endémicos,
sino de muchos diccionarios, más de cuarenta, de remotos tiempos y
actualizados, dispuestos en su vitrina personal y en su escritorio, con un
orden y una simetría de neurótico irremediable.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">A vuelo de pájaro tomamos nota de algunos de las decenas
de títulos que lo acompañan en su rutina diaria, sin contar los que tiene en
casa: el Diccionario del Español Actual. El Manual de Estilo de la Lengua
Española. El Nuevo Diccionario de Dudas y Dificultades de la Lengua Española.
El Diccionario Panhispánico de Dudas. Los seis tomos del Atlas Lingüístico
Etnográfico de Colombia. El Diccionario Manual e Ilustrado de la Lengua
Española. El Diccionario de Gentilicios de Colombia. El Diccionario de
Expresiones Extranjeras. El Diccionario de Bibliología y Ciencias Afines. El
Diccionario para la Enseñanza de la Lengua Española (de la Universidad Alcalá
de Henares). La quinta edición del Manual de Estilo de la Lengua Española. El
Manual de Estilo Chicago. Y pare de
contar.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: center;"><b><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Filósofo<o:p></o:p></span></b></p><p class="MsoNormal"><b></b></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><b><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjvBJwJSMrZEReJXCKiNSdeX6Jk1hGhKN0e6Lj9SjeiSkiZ1qe0mu0PdBsgEV1zUiAmfUZOag_vkKrLXZCVR9XfE1xm4Uu1s_EDlf82tmJPTW5jurqNqMu2KWFw26XeSfGIP5DMy-oi-PD6TXbWjGBXYl9-zP8HnpwRhA6Jzh9ttY9iQnG4dmQVAqy_/s4160/IMG_20230420_143609648.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="3120" data-original-width="4160" height="480" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjvBJwJSMrZEReJXCKiNSdeX6Jk1hGhKN0e6Lj9SjeiSkiZ1qe0mu0PdBsgEV1zUiAmfUZOag_vkKrLXZCVR9XfE1xm4Uu1s_EDlf82tmJPTW5jurqNqMu2KWFw26XeSfGIP5DMy-oi-PD6TXbWjGBXYl9-zP8HnpwRhA6Jzh9ttY9iQnG4dmQVAqy_/w640-h480/IMG_20230420_143609648.jpg" width="640" /></a></b></div><b><br /><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><i>El profesor Sabogal Cárdenas junto al bronce de Cervantes, del escultor Juan de Ávalos Taborda</i></span></b><p></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Esa obsesión por los diccionarios del profesor Sabogal se
remite a su infancia, en Cunday (Tolima), cuando llegó a sus manos el Pequeño
Larousse que exigía la lista de útiles escolares, y de ahí en adelante en el Seminario
Mayor de la capital tolimense que le concedió el título de bachiller.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Embebido por la belleza inalcanzable de las potestades
celestiales y la quintaesencia de la fe católica, y aterrorizado ante los
pecados del mundo y las trémulas debilidades de la carne, entre relicarios y
devocionarios, cursos de latín y griego, y <i>Las
Confesiones</i>, de San Agustín de Hipona, el buen Cleóbulo, con todos los
ardores de la adolescencia, soñó lucir los ornamentos sacerdotales y cursó la
carrera completa en el Seminario Mayor de Ibagué.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Si no se ordenó, como lo instruye y legitima la Iglesia,
fue porque cuando prestaba sus labores, ya con ministerios en la parroquia del
municipio tolimense de Santa Isabel, muy a su pesar se dio cuenta de que la del
sacerdocio no era su vocación. Así que claudicó en su intento.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">A escasos meses de llegar a Bogotá, el 18 de agosto de1998,
tuvo la fortuna de emplearse como jefe de información y divulgación de la
Academia Colombiana de la Lengua, y para complementar estudios y conocimientos
en aras de la responsabilidad de su nuevo cargo, cursó una licenciatura en
Filosofía y Letras, en la Universidad de la Salle.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">De ese año, a la fecha, el profesor Cleóbulo Sabogal es
el encargado de dilucidar y responder a cualquier tipo de dudas de
profesionales de diferentes áreas: abogados, catedráticos, publicistas,
correctores de estilo, señoras de entre casa empeñadas en embolatar el tedio
llenando crucigramas, y, vaya paradoja, muy de vez en cuando, uno que otro periodista o
comunicador social. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: center;"><b><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">500.000 palabras<o:p></o:p></span></b></p><p class="MsoNormal"><b></b></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><b><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgb-F_vcj2VGmyZinNzQHrSXxXK9nZCAzhEn0Z8ANFN7FKZnD6gifQtDXr2gxPrS2Q9h0jEGwN1LZ6Y-FmipbygZA_r3g8Xfv9WSXbpu6ollk1e3zD44-4m44nsN7mWJoZApLUR4EwW4jingXS2raF49V6JAcGICOcg1pf4eY2VZHpGHyX081N_-UR-/s1024/cleobulo%2002.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="768" data-original-width="1024" height="480" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgb-F_vcj2VGmyZinNzQHrSXxXK9nZCAzhEn0Z8ANFN7FKZnD6gifQtDXr2gxPrS2Q9h0jEGwN1LZ6Y-FmipbygZA_r3g8Xfv9WSXbpu6ollk1e3zD44-4m44nsN7mWJoZApLUR4EwW4jingXS2raF49V6JAcGICOcg1pf4eY2VZHpGHyX081N_-UR-/w640-h480/cleobulo%2002.jpg" width="640" /></a></b></div><b><br /><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><i>Sabogal, rodeado de diccionarios en su oficina de consultoría, la sala Rafael Maya</i></span></b><p></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Sabogal se duele de cómo se maltrata el idioma, sobre
todo en los medios de comunicación, cuando se da a la tarea de cazar gazapos.
Dice, que de las más de quinientas mil palabras que en promedio ostenta el
castellano, un colombiano raso -que puede ser un <i>cargaladrillos</i>-, no alcanza a manejar cinco mil.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">“Hay considerable descuido y negligencia en el uso de la
palabra. Las alocuciones en radio y televisión, sobre todo en las secciones de
entretenimiento y farándula, están plagadas de yerros. Ni hablar de periódicos
y otras publicaciones, la mayoría empedradas de errores”, añade Sabogal
Cárdenas.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Parte de ese descuido, aduce el filósofo y lingüista,
tiene que ver con que no hay el mismo rigor de enseñanza de gramática y
ortografía de otros tiempos: “Ya no se exige en los colegios la Gramática de
don Andrés Bello, o la Gramática Latina de Rufino José Cuervo y Miguel Antonio
Caro. Menos el Tratado de Ortología y Ortografía, de José Manuel Marroquín. A
la gente ya no le importa hablar bien, sino que se le entienda”, agrega
Sabogal.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Tercio entonces para compartirle al consultor de la
Academia Colombiana de la Lengua las reflexiones del escritor vallecaucano
Gustavo Álvarez Gardeazábal, a propósito del despiadado maltrato que se le da
en estos tiempos al idioma que heredamos de Castilla, en el hablar cotidiano,
ni se diga en las redes sociales:<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">“(…) El idioma español tiene cerca de 500.000 palabras.
En el libro Don Quijote, Cervantes usó 22.939 palabras diferentes. En una
conversación entre dos profesionales pensionados se usan más de 3.200 palabras.
Una canción de reguetón tiene, en promedio, 30 palabras. La mayoría de los
jóvenes de la actual generación se comunican con 300 palabras (de estas, 78 son
groserías y 37 emoticones). Ya se pueden imaginar el nivel de comprensión de
lectura y pensamiento crítico que poseen.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">La generación de ahora no habla, garrapatea en su
pantalla para comunicarse por wasap o por correo electrónico. En sus colegios
no les enseñan redacción. Ellos se las inventan con tal de no hablar. Prefieren
el texto escrito como si sufrieran sordera, pero la verdad es que, como andan
con audífonos oyendo música, lo que han suprimido no es la audición sino la lengua.
Y cuando se quitan esos aparatos que los vuelven <i>zombies</i>, hablan con una absoluta escasez de lenguaje.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Hace unos días, en una sala de espera de un aeropuerto,
tuve que oír una charla entre dos <i>milenials,</i>
bien vestidos y arrogantes (al subirme al avión vi que iban en primera clase),
y en veintidós minutos de espera dijeron 138 veces entre los dos <i>marica</i> y <i>huevón </i>como estribillos de un vallenato mal cantado (…)”.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjeeOw3PpoPHZ7TqwMV86lon0K2jPHWaMlz6dkzLE2PZAQDHeKCaD7qMiDOazu7Ur_piKti91eAODkJs_rORzbBwSQsICc4T9znDtj_zdp4lfZI8y6Bj66j9t-qzYBEaEfi5hqXQe6fcUp_6BfanI_rLBKoB6bSn0ucIgn0NC1_MqV80mQnouDrXoUx/s1024/cleobulo%205.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="768" data-original-width="1024" height="480" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjeeOw3PpoPHZ7TqwMV86lon0K2jPHWaMlz6dkzLE2PZAQDHeKCaD7qMiDOazu7Ur_piKti91eAODkJs_rORzbBwSQsICc4T9znDtj_zdp4lfZI8y6Bj66j9t-qzYBEaEfi5hqXQe6fcUp_6BfanI_rLBKoB6bSn0ucIgn0NC1_MqV80mQnouDrXoUx/w640-h480/cleobulo%205.jpg" width="640" /></a></div><br /><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><i><b>En el portal de la academia que custodia el expresidente, filólogo, escritor, humanista y periodista colombiano </b></i></span><p></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Me afianzo en la reflexión de Gardeazábal para indagarle al
maestro Sabogal sobre las nuevas jergas que imponen los jóvenes. Tomo aire para
soltarle un terminacho que al ortógrafo en cuestión le podría incendiar las
mejillas.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><b><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">-¿Sabía
usted, profesor, que la muchachada toma por abreviatura de gonorrea -con la que
a diario se tratan- el barbarismo <i>nea</i><o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">“Pues no me extraña, porque las jergas no son de ahora
sino de siempre. Y los jóvenes se apropian de vocablos para comunicarse. Pero
no es para asombrarse ni para sufrir por eso.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><b><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">-¿Vamos
de mal en peor en el maltrato del lenguaje?<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">“Eso es relativo y sucede en cualquier país, España,
México, Argentina, Colombia. En todas partes se habla mal o se habla bien, ya
que siempre habrá personas que se preocupan por hablar y escribir bien, y otras
que no les interesan y se las arreglan para comunicarse como mejor les parezca”.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><b><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">-¿Sigue
siendo Bogotá la ciudad donde mejor se habla el español, dicho por los mismos
españoles?<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">“En realidad, no hay un lugar en el que se pueda decir
que se habla o se escribe el mejor idioma. Hace años lo dejó muy claro el
Instituto Cervantes de España. Primero, en una de sus obras: Las 500 Preguntas
más Frecuentes del Español. Si a un español le preguntan dónde hablan el mejor
español, él seguramente no va a decir que en Buenos Aires, en Caracas, en
Quito, Montevideo o Bogotá, sino en Valladolid. Pero no se puede desconocer que
Colombia fue cuna de grandes filólogos y maestros de la oratoria como Rufino
José Cuervo”.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><b><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">-¿Son
más notorias hoy en día las faltas de ortografía que antes?<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">“Sí, porque no hay una preocupación constante al
respecto, ni de los educadores ni de los educandos. En épocas pasadas, era de
rigor en el pensum incentivar en la claridad del lenguaje, en la precisión de
sus normas gramaticales, de ortografía y de sintaxis. Eso se ha perdido
considerablemente. Por ejemplo, un libro que se publicó hace cuarenta y cinco
años, Ortografía y Ciencia del Lenguaje, del profesor español José Polo, que se
aplicaba en los primeros años de estudio, desapareció como por encanto”.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><b><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">-¿Qué
libros de interés general recomienda para no cometer esas faltas de ortografía
tan frecuentes?<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">“Recomiendo tres libros: El Buen Uso del Español, de la
Real Academia de la Lengua. El Libro de Estilo, también de la Real Academia y
Las 100 Dudas Más Frecuentes del Español, del Instituto Cervantes”.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><b><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">-De
los más de cuarenta diccionarios que tiene en su biblioteca y maneja en su
escritorio, ¿qué nuevas adquisiciones ha hecho?<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">“La III Crónica de la Lengua Española 2022-2023, que
justamente fue presentada en el reciente Congreso Internacional de la Lengua
Española, que se celebró en Cádiz, compilación de artículos, crónicas,
modismos, refranes, ponencias y avances de las obras. También la nueva edición
del Diccionario Panhispánico de Dudas, edición del congreso de Cádiz, y el Diccionario
Histórico de la Morfología del Español”.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: center;"><b><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Por
el idioma<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi9kh3L-SVv6m-FiXZClXeGnkVWqt9-AUadR8jXvv-r8HT_N4fPpMpLgHFFpNHYtb9rsX2h_itLLDifY2NyFle7CliL-JCSzwohqQxXVBGwztrYx9irUkNOVo4XrEa-bpA2gTsWYE0fB7zZaYwHaQOiXVV47laW8CCO0angJlOqWmtK4CmrYLTLRsrE/s1024/cleo%203.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="768" data-original-width="1024" height="480" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi9kh3L-SVv6m-FiXZClXeGnkVWqt9-AUadR8jXvv-r8HT_N4fPpMpLgHFFpNHYtb9rsX2h_itLLDifY2NyFle7CliL-JCSzwohqQxXVBGwztrYx9irUkNOVo4XrEa-bpA2gTsWYE0fB7zZaYwHaQOiXVV47laW8CCO0angJlOqWmtK4CmrYLTLRsrE/w640-h480/cleo%203.jpg" width="640" /></a></div><br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt; text-align: left;"><b><i>Sabogal Cárdenas: veinticinco años al servicio del buen uso del idioma </i></b></span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt; text-align: left;"><br /></span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt; text-align: left;">Sabogal Cárdenas recibe en su escritorio un promedio de
cuarenta consultas telefónicas y por correo electrónico, no más de veinte. No
lee otro asunto que no tenga que ver con el lenguaje en todos sus niveles. Para
él no hay palabras bonitas o feas. “Para mí las palabras son significativas,
dicientes, pero no más. Tengo que reconocer que me disgustan las palabrotas, es
decir, las groserías”.</span></div><p></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Aunque no tiene un jefe inmediato y cumple a un horario
de empelado público, a Sabogal le desconsuela que, con todos los estudios
realizados y las pestañas chamuscadas de tanto consultar y devorar
diccionarios, el sueldo que gana no sea el más coherente con su profesión: “La
Academia Colombia de la Lengua depende del Ministerio de Educación, y bien se
sabe que el presupuesto es escaso”.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Para redondear ganancias, el profesor Cleóbulo Sabogal
dicta clases particulares a estudiantes y profesionales, talleres de redacción,
gramática y ortografía en las altas cortes y en el Consejo de Estado, esto,
para ahorrar e invertir en lo que ha sido su pasión y entrega de toda la vida:
diccionarios y manuales de lenguaje que, en su caso, es lo que más le demanda
dinero desde su condición de soltero feliz, al borde de los cincuenta años, que
no fuma, no bebe, no trasnocha, y los domingos y fiestas de guardar los divide
entre lecturas eucarísticas en templos como el de la Sagrada Eucaristía, de
Pablo VI, y el del Corpus Christi, en Nicolás de Federmán, amén de almuerzos y
onces con sus tías adorables, o en la casa de su mejor amiga, Clara Lucía
Delgado, quien fue discípula suya en la Universidad Javeriana.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhKae4AxKicm_ff8v24Wq05W2qwieSSgDdcwDe8jahBwk-r10u_7h5M4T7T5P7-xkzmsIDWnCw0-xljD24Z44sBEH4SXGGBhOJwdB_q6_eJTmgqLOoxiT-TbfMH2Wq661HrmIX0YhMDYJVWnXFSPxC6Qort6iWfbClLJB1TyIZDFGnjNnBsMc7TTsEQ/s1024/cleobulo%2006.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="768" data-original-width="1024" height="480" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhKae4AxKicm_ff8v24Wq05W2qwieSSgDdcwDe8jahBwk-r10u_7h5M4T7T5P7-xkzmsIDWnCw0-xljD24Z44sBEH4SXGGBhOJwdB_q6_eJTmgqLOoxiT-TbfMH2Wq661HrmIX0YhMDYJVWnXFSPxC6Qort6iWfbClLJB1TyIZDFGnjNnBsMc7TTsEQ/w640-h480/cleobulo%2006.jpg" width="640" /></a></div><br /><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><b><i>Al lado de los teléfonos de consultoría, las imágenes de su devoción</i></b></span><p></p><p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Cuando se celebra el Día Internacional del Idioma (23 de
abril), Sabogal atiende a estudiantes duchos en ortografía y gramática de
diferentes colegios, o a personas particulares. Les comparte un tour por los
aposentos de la Academia, en especial la biblioteca y el archivo, les habla de
la historia de la institución y de las funciones que cumple.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">A mediodía, no falta el amigo o la amiga que lo invite a
almorzar con una copa de vino por cuenta de don Miguel de Cervantes Saavedra, o
de algunos de la pléyade de doctos y eruditos del castellano que abundan en
óleos y fotografías en su oficina, con el friso de la Literatura Colombiana,
del maestro Luis Alberto Acuña, como telón de fondo.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">En esas solemnes paredes, aparecen entre otros: el padre
Félix Restrepo, a quien se debe el edificio de estilo neoclásico de la Academia
Colombiana de la Lengua, diseñado por el arquitecto español Alfredo Rodríguez
Ordaz, que empezó a construirse a mediados de los años 50 y fue terminado a
comienzos de los 60. Un retrato al óleo de don Hernando Domínguez Camargo, de
los más representativos del parnaso de la Nueva Granada. Otro del venezolano
Andrés Bello, junto con Elio Antonio de Nebrija, autor de la Primera Gramática
del Español; uno más de Monseñor José Telésforo Paul, miembro de la Academia
Colombia de la Lengua, y por supuesto, el del gran Cervantes en tintilla, que
un letrado de entreguerras trajo de España en el siglo antepasado, como de la
Madre Patria el imponente bronce de don Juan de Ávalos, que custodia la entrada
del edificio.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Son las cinco de la tarde y el profesor Cleóbulo Sabogal
Cárdenas se despoja de sus cubre mangas de cajero de banco, porque es hora de
partir. Se perfila, se pone el saco, y ajusta con parsimonia el nudo Windsor de
su corbata. De la solapa pende una medalla del Espíritu Santo.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><b><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">-
¿Siempre lleva ahí esa medallita?<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">-Sí, ¿por qué?<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><b><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">-
¿Por agüero?<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">-Por agüero, no. Porque es la tercera persona de la
Santísima Trinidad, y es fuente de conocimiento y sabiduría.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Cruzamos el largo vestíbulo cinematográfico que conecta
con las escaleras que conducen al primer piso donde está el paraninfo.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">En el antepecho de la Academia Colombiana de la Lengua,
justo al borde de la estatua de don Miguel Antonio Caro, Sabogal cruza unas
palabras con el señor Uñate, su hombre de confianza, el funcionario que tiene a
cargo las llaves y la custodia del recinto sagrado del idioma, el mismo que con
los años le transmitirá a sus nietos que fue compañero y amigo de aquel hombre,
silente y solitario, que nunca se apenó del nombre griego que con orgullo lo
bautizó su padre, y que por encima de todas las riquezas y tentaciones
terrenales, amaba los diccionarios.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">De salida, aprovecho para tomarle una última fotografía
al lado de la estatua de don Miguel Antonio Caro.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">- ¿Usted por qué me toma tantas fotografías?, ¿es que va
a hacer un álbum conmigo?-, me espeta el académico como mirando a un bicho
raro.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">-Maestro, usted es todo un personaje. Mis respetos-.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiQjsmVEliBtAXA1Tl_zaF-ulVHLhP3gGST_R1zmH3GLWGSr9HN6_DA9okeE00VmOtoUSjw7T9SxRI0s-OpODWRP7T8C2rAyqwBFnpshtCoiAKFMFRt4XkTLjTEkpy02_IbxTA_orrIpyQzhCZ5vdxrysvcBDjydSuvKBzOQs_VPKKsIs1ABo5LKS58/s4160/cle%200.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="3120" data-original-width="4160" height="480" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiQjsmVEliBtAXA1Tl_zaF-ulVHLhP3gGST_R1zmH3GLWGSr9HN6_DA9okeE00VmOtoUSjw7T9SxRI0s-OpODWRP7T8C2rAyqwBFnpshtCoiAKFMFRt4XkTLjTEkpy02_IbxTA_orrIpyQzhCZ5vdxrysvcBDjydSuvKBzOQs_VPKKsIs1ABo5LKS58/w640-h480/cle%200.jpg" width="640" /></a></div><b><i><br /><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">"No confío en el chat GPT de corrección; Cleóbulo Sabogal Cárdenas</span></i></b><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: center;"><b><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">De tintillas
y tinteros<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">-¿<b>Cómo han sido
las relaciones con sus padres a partir del nombre con que lo bautizaron?<o:p></o:p></b></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">“Fue una relación de gratitud la que tuve con ellos,
porque los dos fallecieron. Sin embargo, agradezco a mi padre el haber escogido
este nombre griego, Cleóbulo, que tiene un gran significado y que, al decir de
muchos, hago honor a él”.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><b><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">-¿Por
ese nombre fue que decidió en su juventud seguir los caminos del sacerdocio?<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">“No, el nombre no tuvo nada que ver con mi carrera
sacerdotal”.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><b><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">-¿Qué
lo motivó entonces?<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">“La vocación que desde niño sentí y por la que estuve
diez años interno en el Seminario de Ibagué”.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><b><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">-¿Tiene</span></b><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"> <b>un</b> <b>diario
donde cuenta esta vida y la otra al servicio de Dios?<o:p></o:p></b></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">“Nunca he llevado diarios”.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><b><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">-Pero
con diez años de encierro monástico debe tener muchas cosas que contar...<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">“Hay un conjunto de anécdotas, tristezas, alegrías y
satisfacciones, pero tampoco como para publicar un libro”.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><b><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">-Cuando
se observa al espejo, ¿no le da la leve impresión de que está tomando la
sospechosa curvatura de una interrogación?</span></b><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">“Me doy cuenta de que estoy tomando la forma de un signo
de exclamación, porque cada vez me admiro más de lo que desconozco”.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><b><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">-¿En
instantes neuróticos lo asaltan tempestades de tildes, apóstrofos y comas?<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">“No, las tempestades que me asaltan tienen que ver con
problemas sintácticos”.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><b><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">-¿Es
usted un obsesionado de la letra H?<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">“Sí lo soy, porque muchas veces me quedo como una H, es
decir, mudo, ante el conocimiento inabarcable de nuestro idioma”.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><b><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">-¿Cuál
es para usted la letra más sensual del alfabeto?<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">“Podríamos retomar la H, puesto que con ella se escriben
muchas interjecciones como hum, huy y hey. Esta última dio nombre a una de las
célebres canciones de Julio Iglesias”.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><b><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">-¿Tiene
alguna aversión contra la Ñ?<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">“En absoluto, porque es una letra indispensable en
nuestro idioma”.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><b><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">-¿Por
cuál signo de puntuación siente más simpatía?<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">“Por la coma, porque es el signo que más usos tiene y el
que más se presta a discusión”.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><b><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">-¿Es
verdad que es difícil ingresar a su domicilio por</span></b><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"> <b>la cantidad de</b> <b>diccionarios y libros de gramática que existen?</b><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">“No es verdad, puesto que soy una persona muy organizada
y casi todos mis libros están en el estudio de mi apartamento”.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><b><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">-¿Cuál
es el diccionario en español más confiable en este momento?<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">“Aparte del Diccionario de la Real Academia Española,
consulto otros muy importantes como el Diccionario de Uso del Español y el
Diccionario del Español Actual”.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><b><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">-¿Sigue</span></b><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"> <b>consultando a María Moliner?</b><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">“Sí señor, porque es uno de los diccionarios más
importantes de nuestra lengua y la editorial Gredos se ha encargado de
actualizarlo”.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><b><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">-¿Con
la impetuosa evolución con que viene trascendido la inteligencia artificial,
¿cree que los correctores de estilo están en vías de extinción?<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">“Sería insensato adelantarme a esa irremediable pérdida,
pero la Real Academia de la Lengua Española viene trabajando en un programa que
se llama LEIA (Lengua, Español e Inteligencia Artificial) para perfeccionar el
idioma, partiendo del hecho de que las máquinas están hablando mejor español
que las personas. Esa alianza para el buen uso del idioma y la redacción de
textos la están desarrollando con Amazon, Microsoft y Google. De modo que
amanecerá y veremos… Pero sí se puede advertir que muchos correctores de estilo
de carne y hueso están condenados a desaparecer por su mala preparación y por
su desconocimiento del idioma, que es la herramienta esencial de su trabajo”.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><b><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">-¿Leería
una novela procesada por inteligencia artificial?<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"> “No señor. De
hecho no leo novelas. Me concentro en los libros que tienen que ver con el buen
uso del idioma”.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><b><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">-¿Tampoco
confía en el chat GPT de corrección?<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">“Menos. Es como confiarse en los de Whatsaap. Me ha
ocurrido que cuando saludo a una amiga periodista que se llama Panchita, a ella
le sale panochita”. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><b><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">-¿Y,
el solo, con tilde o sin tilde?<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">“El Diccionario Panhispánico ha cambiado la norma: debe
escribirse con tilde opcional, cuando hay casos de ambigüedad. Ejemplo:
almuerzo sólo a las tres. Si hay compañía, no va tilde”<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><b><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">-¿Los
colombianos somos unos malhablados?<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">“Más que malhablados, diría que hay mucho desconocimiento
de nuestro idioma y que lo maltratamos a menudo”.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><b><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">-¿Tiene
por afición cazar gazapos como en su momento lo hizo el profesor Roberto
Cadavid Misas, el recordado Argos?<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">“No tengo esa afición, pero los detecto fácilmente cuando
estoy leyendo”.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><b><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">-¿Cuál
es la palabra más extraña que conoce?<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">“Calipedia, una palabra de origen griego que designa el
arte quimérica de procrear hijos hermosos”.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><b><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">-¿Cuál
es el verbo que más conjuga? <o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">“Leer”.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><b><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">¿Y
del que más rehúye?<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">“Emperezar, es decir, dejarse dominar por la pereza”.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><b><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">-¿Es
usted un artículo de fe?<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">“No lo soy, porque los artículos de fe solo pueden ser propuestos
por la Iglesia”.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><b><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">-¿Lo
conmueven las diéresis?</span></b><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">“No me conmueve su presencia, sino su ausencia, ya que
muchos creen que este signo diacrítico ya no se emplea”.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><b><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">-¿A
qué sabe una lengua muerta?<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">“A nostalgia, porque es un sistema de comunicación ya perdido”.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><b><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">-¿Cuál
es su pesadilla más frecuente?, ¿acaso la mala ortografía?</span></b><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">“La ortografía es por definición escritura correcta;
luego, ‘mala ortografía’, es una contradicción y ‘buena ortografía’ es un
pleonasmo o redundancia”.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><b><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">-¿Entonces,
cómo se dice, profesor? <o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">“Se dice cacografía, es decir, la escritura contra las
normas de la ortografía.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><b><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">-¿Y
usted es el verdugo implacable de los cacógrafos?<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">“Si me dan la oportunidad, me convierto en un censor, más
que en un verdugo”.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><b><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">-¿Cuál
es el antónimo de cacógrafo?<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">“Ortógrafo, y ese soy yo”.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><b><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">-¿Qué
pecados puede tener un hombre aparentemente puro como usted? <o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">“El orgullo”.</span><span style="font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;"> </span></p>Ricardo Rondónhttp://www.blogger.com/profile/02023732023252028316noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6403704431056921554.post-1543988065633712532023-04-15T13:40:00.003-05:002023-04-15T13:55:49.552-05:00Tumaco a ritmo de Plu con Pla, 'Pura actitud' ante los fuertes desafíos de una de las regiones más vulnerables de Colombia<p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg7v3xEZAcpNKfsRZ9WXYKCNt3TEPJx8yA9u0BfllXb43sOVqIRNnbC3oMSQnkZvNddSOPZwKEo9jApihPl05akdu1wLz04mvGvPCz0yXQqPYpsxrnIVSWu5wS_pfW81NM95A917H_wE7jrCOBlHf_oQG2WPGotibyrm4uMDZSmn9IpNYZePhTNWpeu/s4032/plu.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="3024" data-original-width="4032" height="480" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg7v3xEZAcpNKfsRZ9WXYKCNt3TEPJx8yA9u0BfllXb43sOVqIRNnbC3oMSQnkZvNddSOPZwKEo9jApihPl05akdu1wLz04mvGvPCz0yXQqPYpsxrnIVSWu5wS_pfW81NM95A917H_wE7jrCOBlHf_oQG2WPGotibyrm4uMDZSmn9IpNYZePhTNWpeu/w640-h480/plu.jpg" width="640" /></a></div><br /><p></p><p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">El
colectivo artístico orientado por el maestro Harold Tenorio Quiñones, presenta
su nueva y enriquecedora propuesta musical, proyectada a la reivindicación
social<o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">Ricardo
Rondón Chamorro<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">Fotos: <b>Rubén Darío Escobar</b> y archivo particular<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">«En Tumaco todo puede estar bien, hasta que se meten con
alguien...»<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">La máxima es de Harold Tenorio Quiñones, cuarenta y cinco
años, antropólogo de la Universidad de los Andes, profesor de música y danza
africana tradicional y contemporánea, egresado de la escuela Sankofa
("volver a la raíz"), del maestro Rafael Palacios, con una maestría
de la Sorbona de París en ingeniería social y musicología.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal"><span></span></p><a name='more'></a><p></p><p class="MsoNormal"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">La casa de Tenorio, que es la casa paterna de toda la
vida, sede de la Fundación Escuela del Pacífico Surtuma, sembrada en Pantano de
Vargas, barrio popular de Tumaco, huele a corteza de chonta, chimbusa, baba,
cedro, entre otras maderas de selva húmeda tropical, materia prima de los
instrumentos musicales que con esmero fabrica don Francisco Tenorio, su padre.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">En esa estancia, macerada por el paso del tiempo y el
vapor salitroso de los puertos, hay arrumes de leños secos, troncos que no
llegaron a ser balsas, pero como en el verso de William Ospina, su
"follaje de sonidos enardece al guerrero", las maderas transmutan en
cununos, bombos, tamboras, guasás y marimbas, esos bien llamados pianos de la
jungla, entre otros instrumentos autóctonos de San Andrés de Tumaco, y de los
pueblos que circundan la exuberante línea costera del Pacífico colombiano.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiUAoUVO7ECO9nmoZo7lyc6m9EtDYtt66tsIbwZ-v52j3EniPVz_T6DZiQMOJpQb8GZWBMJEmneDhMbcEpx_6iXs-Br8JdtXOPjo7j4LPWIe5tO45uh8g1I9YEA3oc5hgg-uCBX6QHRAxFXFGjUAjij6at4CUhf6WF4pIAHL19UQM6PmgEprJBSUp4p/s4928/plu%202.JPG" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="3264" data-original-width="4928" height="424" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiUAoUVO7ECO9nmoZo7lyc6m9EtDYtt66tsIbwZ-v52j3EniPVz_T6DZiQMOJpQb8GZWBMJEmneDhMbcEpx_6iXs-Br8JdtXOPjo7j4LPWIe5tO45uh8g1I9YEA3oc5hgg-uCBX6QHRAxFXFGjUAjij6at4CUhf6WF4pIAHL19UQM6PmgEprJBSUp4p/w640-h424/plu%202.JPG" width="640" /></a></div><br /><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><b><i>El inspirador Pacífico tumaqueño con sus talentos e instrumentos autóctonos </i></b></span><p></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">En la morada de los Tenorio Quiñones pervive el espíritu
ancestral, los saberes, sabores y haberes de sus antepasados, como la partería,
la educación sentimental afrodescendiente impartida por el amor al entorno, su
gastronomía, el sentido de pertenencia por la tierra madre, la música y sus
bailes tradicionales, lumbre inagotable de libertad y resistencia en uno de los
territorios más azotados por la violencia, la criminalidad, la pobreza y el
desplazamiento.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">Cuando Harold Tenorio Quiñones habla de que «en Tumaco
todo puede estar bien hasta que se meten con alguien», se remite al paisaje de
marcados contrastes en el que ha trasegado su pueblo: la supervivencia a
ultranza -valga el oxímoron-, en un espacio en constante lucha y tensión como
grupo étnico vulnerable ante el flagelo armado y sus prolíficas ramificaciones.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">«El acecho, la persecución y la muerte, han sido
constantes en Tumaco. Nuestra actitud ante esas fuerzas oscuras y depredadoras
es poner la frente en alto con la música, la danza y nuestras tradiciones. El
arte y la creación como simbología, estética y lenguaje: un acto de fe y
dignidad», explica el músico, maestro de danza, gestor cultural, y director y
bajista del colectivo raizal Plu con Pla.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: center;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">Leyendas
y juglares <o:p></o:p></span></b></p><p class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"></b></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhyx-0PsbpW42jkJa2N13TpLTWk8x6JvRgK9y36opAC6oYjHnXRAv-VHVVpwHFM_KFPDCiYFUnvy38vMjdlxEQqLn2QpXr5keX6Zhv1bKsAFo-hKEML-eR3EKAa0gf7cQO5UX6ysVLu8OOcHztFN7FASUSjBIHrNMFQUL79PjyPgexbun19IBO6ec0-/s2506/plu%203.JPG" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="2288" data-original-width="2506" height="584" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhyx-0PsbpW42jkJa2N13TpLTWk8x6JvRgK9y36opAC6oYjHnXRAv-VHVVpwHFM_KFPDCiYFUnvy38vMjdlxEQqLn2QpXr5keX6Zhv1bKsAFo-hKEML-eR3EKAa0gf7cQO5UX6ysVLu8OOcHztFN7FASUSjBIHrNMFQUL79PjyPgexbun19IBO6ec0-/w640-h584/plu%203.JPG" width="640" /></a></b></div><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-family: arial;"><p class="MsoNormal"><b><span style="font-family: arial;"><i>John Jairo Cortés, maestro del piano de la selva </i></span></b></p></span></b><p></p><p class="MsoNormal"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">Fiel al legado del viejo luthier, por sus manos han
pasado las maderas con las que ha elaborado bombos y cununos, esos tambores
cilíndricos parecidos a las congas, forrados con piel de venado y tatabra, un
puerco salvaje similar al jabalí.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">De la marimba de chonta, Tenorio argumenta que es uno de
los instrumentos más difíciles de construir, comenzando por la palma del
chontaduro amarillo, que es de las maderas más ásperas de trabajar, por su dura
corteza, «y por sus espinas como de erizo, de hasta tres pulgadas, que hay que
cortar con machete, porque a fuerza de pulir, es la vara indicada en virtud de
su sonoridad».<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">En esta Perla del Pacífico que vio nacer y crecer a
consagrados deportistas como Willington Ortiz, Silvio Salazar y Leider
Preciado, el acervo musical de Tenorio Quiñones ha estado retroalimentado desde
la infancia por la riqueza de su folclor ancestral, mayorazgo de sus primeros
pobladores afrodescendientes.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">Pero también por la salsa, la timba, el <i style="mso-bidi-font-style: normal;">reggae</i>, el blues, la herencia africana,
el bossa nova, la salsa Tumaco adentro de los maestros Mario Mar y Caballito
Garcés, la rumba cubana, el rap, el <i style="mso-bidi-font-style: normal;">flow</i>,
el <i style="mso-bidi-font-style: normal;">dancehall</i>, la salsa choque, el
bolero en todas sus vertientes, la de Faustino Arias Reinel y sus 'Noches de
Bocagrande', y la del mentor insigne de la tierra, el inolvidable Tito Cortés y
su precioso himno 'Alma tumaqueña': «sueño con la angustiosa / sensación
emotiva/ de buscar en la vida / algo que no se alcanza».<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: center;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">Veladas
de antología <o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj-7JrQC9qefF-G3V1QCdAc-yG3ZWapFPWsSW1Nj0bktT__jcomOnKJiiCCbcF1sRvXyjUUw2NHsIpYd3cfHXwD-GTt1UsMG5rNHCvYyo_OsoSnb2so9RGLP95UMkljng_Qqev2TsugivsXfR2WAVWNqdJ4jZpmFnJK6SgpTC1KVcioig7PTZIdHFCK/s1600/plu%2006.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1064" data-original-width="1600" height="426" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj-7JrQC9qefF-G3V1QCdAc-yG3ZWapFPWsSW1Nj0bktT__jcomOnKJiiCCbcF1sRvXyjUUw2NHsIpYd3cfHXwD-GTt1UsMG5rNHCvYyo_OsoSnb2so9RGLP95UMkljng_Qqev2TsugivsXfR2WAVWNqdJ4jZpmFnJK6SgpTC1KVcioig7PTZIdHFCK/w640-h426/plu%2006.jpg" width="640" /></a></div><br /><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><b><i>Plu con Pla: talento, raza y confraternidad musical</i></b></span><p></p><p class="MsoNormal"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">«El Pantano de Vargas ha sido testigo de una enorme
transformación social y cultural. Cuando éramos niños, habían lotes y baldíos
que se habilitaban para jugar fútbol, o para secar pescado, porque esta ha sido
una comunidad de pescadores», relata Tenorio.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">«Los fines de semana, en las noches, los vecinos sacaban
al andén los taburetes para la tertulia, que se prolongaba hasta la madrugada,
y viejos y muchachos armábamos un fiestón de pincha discos que daba cuenta de
nuestro sincretismo musical y de las novedades que emitía la radio, sobre todo
en diciembre: Fruko y sus tesos, Wilson Manyoma, Joe Arroyo, la época dorada
del bolero, la Sonora Matancera, la música tropical y sus grandes intérpretes».<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">«Hoy, la música de nuestro arraigo sigue primando:
chirimía, currulao, bunde y bambuco tradicionales, aguabajo, alabao, makerule,
levantapolvo, mapalé, contradanza, que contrasta con los gustos de la juventud:
salsa choque, hip hop, rap, entre otras variaciones de la cultura urbana,
lenguaje vivencial y contestatario de los grupos emergentes».<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: center;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">Pescado
de pobre<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjzNcNrp2zofMGphs3ZrsGMH78r4PaMTo7Phjfmuk1iEpQWObMBoYwfe6sxHga2kaQAp7t00BGFiVgKoK-uirhlMr-yDJos68TYjrFfqY-87URaefBEu_vRTgRDJXpdGWuL8aU8pwvOqYrjs6Fnf_85lmvvifS_crN1-qTxmh3ej7aGwSJ50kkrsLFq/s1928/plu%201.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1277" data-original-width="1928" height="424" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjzNcNrp2zofMGphs3ZrsGMH78r4PaMTo7Phjfmuk1iEpQWObMBoYwfe6sxHga2kaQAp7t00BGFiVgKoK-uirhlMr-yDJos68TYjrFfqY-87URaefBEu_vRTgRDJXpdGWuL8aU8pwvOqYrjs6Fnf_85lmvvifS_crN1-qTxmh3ej7aGwSJ50kkrsLFq/w640-h424/plu%201.jpg" width="640" /></a></div><br /><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-family: arial; font-size: 12pt; line-height: 115%;"><b><i>El profesor Harold Tenorio Quiñones, bajista y director de Plu con Pla</i></b></span><p></p><p class="MsoNormal"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">Las plazas de mercado de Tumaco, como la del Centro y la
Platanera, de mayor acopio, reflejan por qué este distrito esquinero del
departamento de Nariño, ubicado a 300 kilómetros de su capital San Juan de
Pasto, tiene como patrimonio a uno de los mercados más abundantes de pescados y
mariscos de Colombia.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">El penetrante olor salobre conduce a congeladores y
vitrinas con bloques de hielo, donde se aprecia una tumultuosa y variopinta
gama de corvinas, meros, alguaciles, bagres, abundancias, pianguas, conchas,
camarones, langostinos, cardumas y plumudas, entre otras especies; irresistible
espectáculo para deleite de los sentidos, la fotografía, el paladar y la
imaginación.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">La plumuda es un pez de mar, pelágico (pequeño, similar a
la sardina), de alto potencial nutritivo, pero con muchas espinas, y por ende
de dificultoso consumo, sobre todo para el foráneo.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">«Siendo un pez de un alimento poderoso, a la plumuda se
le conoce en Tumaco como 'pescado de pobre'. En una época prometedora, los
pescadores la regalaban, pero hoy, a precio cómodo, continúa como la proteína
infaltable en la canasta de las clases populares y emergentes», confirma
Tenorio Quiñones.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">«No obstante la abundancia de productos agrícolas como
yuca, chilma (tubérculo parecido a la papa), plátano, coco y el infaltable
chontaduro, en comedores precarios la plumuda se sirve con plátano verde, y se
acompaña con aguadepanela, limonada o zumo de borojó».<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">«Para nosotros, creadores artísticos y gestores
culturales, y por mi visión como antropólogo, la plumuda con plátano es una
metáfora del poder y la resistencia de nuestros pueblos, del arraigo y de la
pureza de nuestra raza, y del combate diario por la supervivencia, traducido en
el músculo firme y la esperanza que no nos deja vencer».<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">A
ritmo de Plu con Pla<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj-bdrnfnh1r_-kuT2Sxl_26L6J0xFU6LFYmYkotyUflNFztgk74dl1ApC8pw4btHaH3sClE8a6_v-nMO9x027F4CvdOtmJVk6fFV41D6DmttvK1ptiLD-NLdLAazxy5D52f0MMdPa4kqt7OsXnL_8KEAcJX1vP-hzqqvw28ZX6t3wz9Gtwq5g1JQiR/s1404/plu%2003.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="948" data-original-width="1404" height="432" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj-bdrnfnh1r_-kuT2Sxl_26L6J0xFU6LFYmYkotyUflNFztgk74dl1ApC8pw4btHaH3sClE8a6_v-nMO9x027F4CvdOtmJVk6fFV41D6DmttvK1ptiLD-NLdLAazxy5D52f0MMdPa4kqt7OsXnL_8KEAcJX1vP-hzqqvw28ZX6t3wz9Gtwq5g1JQiR/w640-h432/plu%2003.jpg" width="640" /></a></div><br /><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><i><b>Pese a las dificultades y los grandes desafíos, siempre hay un motivo para sonreír</b> </i></span><p></p><p class="MsoNormal"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">La fusión de los acrónimos de plumuda y plátano, Plu con
Pla, encendió la chispa para que el profesor Harold Tenorio Quiñones y un grupo
de virtuosos músicos y creadores, la mayoría raizales, construyeran un
laboratorio de cultura musical y social, con bases sólidas en ancestralidad, folclor
y tradiciones de su pueblo, en confabulación con ritmos urbanos como <i style="mso-bidi-font-style: normal;">rap, reggae, folk, dancehall</i>, entre
otros.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">El proyecto Plu con Pla tuvo forma y contenido hace cinco
años, cuando Tenorio regresó de un viaje mochilero de estudio, aventura y
descubrimiento por Europa, luego de aplicar a la maestría de ingeniería social
y musicología en la Sorbona, y de un itinerario por varios países, hasta llegar
a África.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">«Además de Francia, estuve en España, Alemania, Letonia,
Lituania. Me detuve en Burkina Faso, donde bailé danza africana contemporánea.
Volví a París, trabajé en un restaurante de comidas rápidas, y como artista
pasé el sombrero en el metro y en espacios públicos, tocando el bongó con
músicos emergentes de Brasil, México, Costa de Marfil, y hasta con un colectivo
del pacifico colombiano».<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">«La experiencia fue extraordinaria y formadora, pero
suficiente, cuando el alma y el cuerpo me reclamaron Tumaco. Regresé por el
amor a mi tierra, con todos sus contrastes: la buena onda del tumaqueño, el
entorno natural, mi familia, mis padres docentes, mi hija Layli, las maderas y
herramientas de trabajo, el caos cotidiano, todo está en el ADN», recuerda el
profe Harold.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">«Cuando aterricé en Tumaco, ya traía claro el proyecto
musical que iba orientar. Me reuní con talentos calificados, vecinos de barrio,
familiares, alumnos de la fundación, gente que desde el principio despertó
expectativas y se comprometió a fondo con esta iniciativa».<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">«Así fueron madurando las ideas a través de los vasos
comunicantes de este laboratorio musical llamado Plu con Pla, inspirados en la
energía que nos transmite nuestro pueblo, en sus sueños y frustraciones, en los
sabedores, botánicos, narradores orales, artesanos, luthiers como mi padre; y
en la magia de la naturaleza que nos rodea, un paraíso de la biodiversidad que
lleva años clamando por un acto redención».<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: center;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">'Pura
actitud'<o:p></o:p></span></b></p><p class="MsoNormal"></p><div class="separator" style="clear: both; font-weight: bold; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgWV9i_ZQqgxt8lDTza0GYgnwR9akGswhq7KtqPZ6AuV-AQKtTveoT_oV238mw2FwnAq2V3_zXbsbm9G_iojs2H61RBlry7B7i6WyQeZWl9Bx6M5qc8nZBxmUNp2Hhmqhh3Nx332i6ySTy6ftPtnVflhVvNezPJ6k5PCYuKhXyfr5Pv5FbRvMplahsa/s640/plu%2004.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="640" data-original-width="640" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgWV9i_ZQqgxt8lDTza0GYgnwR9akGswhq7KtqPZ6AuV-AQKtTveoT_oV238mw2FwnAq2V3_zXbsbm9G_iojs2H61RBlry7B7i6WyQeZWl9Bx6M5qc8nZBxmUNp2Hhmqhh3Nx332i6ySTy6ftPtnVflhVvNezPJ6k5PCYuKhXyfr5Pv5FbRvMplahsa/w640-h640/plu%2004.jpg" width="640" /></a></div><br /><span face="Arial, sans-serif"><i><b>El primer álbum de Plu con Pla, testimonio de vida, libertad y esperanza</b></i></span><p></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">«Cinco años atrás grabamos por nuestra cuenta un EP
(extended play) de cinco canciones, con un primer objetivo: 'No más velorio',
que pegó de entrada, nos fue muy bien, al punto que el sello disquero 'Galletas
calientes', se interesó por la distribución y nos imprimió un vinilo de
remixes».<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">«Vinilo también tendrá nuestro primer álbum 'Pura
actitud' (gracias a ADA Warner), lanzado en Tumaco a finales de marzo, gracias
a la Corporación Manos Visibles. 'Pura actitud', como su nombre lo indica, fue
concebido para proyectar nuestra conexión con el territorio, y de cómo asumimos
y sentimos nuestro rol como portadores y difusores de arte musical ante la
sociedad».<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">«Creemos, crecemos, trabajamos y nos nutrimos en la
confianza por una nación posible, en donde todos quepamos sin distingos de
credos, ideologías, género y razas». <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">«El gran potencial es nuestro pueblo, nosotros, los
olvidados de la periferia, que soñamos y aspiramos a contradecir el ultimátum
de Cien años de soledad, por una segunda oportunidad sobre la tierra», expresa
Tenorio.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">En 'Pura actitud', que ya está en plataformas, hay una
versión Plu con Pla del himno nacional titulada 'Somos inmarcesibles', una
suerte de oración, según su director, inspirada en la vida simple, en el
cuidado y protección del territorio, la medicina tradicional, la negación ante
el consumismo, la espiritualidad.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">'La visita', otro de los nueve temas,<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>habla del poder y de las fuerzas misteriosas
de la naturaleza: el mar, los terremotos, como los devastadores de Tumaco en
1906 y en 1957.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">'Agua', es un clamor urgente de la fuente de vida que
peligra y se agota ante la mirada indiferente de los poderosos. «Aquí
expresamos los errores que se están cometiendo por el egoísmo y la mezquindad
humanas, y los riesgos y consecuencias irreparables».<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">'Pura actitud', título de la publicación musical, es una
alegoría al voltaje de energía que irradia y contagia la agrupación, para no
permitir que las dificultades y las durezas de la vida los agobie. «Hay que
persistir, pese a todo, y continuar la marcha, el camino es largo».<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">El profe Harold se enorgullece en presentar a su familia
artística. Compañeros de entrega y compromiso en este arduo y no menos
satisfactorio viaje de<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>creación e
interpretación:<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">John Jairo Cortés, marimba. Luis Quiñones, bombo.
Fernanda Tenorio y Lina Alejandra Macuacé, vocalistas. Jair Angulo, guitarra y
voz. Kevin Cortés, batería. Invitados a participar en este álbum: Alexis Play,
de Chocó, y la intérprete ecuatoriana Melissa Mourelle, y en el bajo y la
dirección general, Harold Tenorio Quiñones, con todos los hierros.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: center;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">El
Morro <o:p></o:p></span></b></p><p class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"></b></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgEovrW6D1ZA0Us31oNGkqKRHxlbo-mtLntHtj-OGizViW6KlXWnph5AmyEYzwVs8jD_D7J4SuY4tDo3roqBUmz2XCuw1Fe6z2aAPNPtdNSrS-o7m_tew9LD4jYpJ0PCaGNkmUAsMp1Cwne4KUpt50D5T1BcqyHQoJzt313AbCLJ06uzzLoj8UmJEFR/s1280/Plu%200.jpeg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="904" data-original-width="1280" height="452" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgEovrW6D1ZA0Us31oNGkqKRHxlbo-mtLntHtj-OGizViW6KlXWnph5AmyEYzwVs8jD_D7J4SuY4tDo3roqBUmz2XCuw1Fe6z2aAPNPtdNSrS-o7m_tew9LD4jYpJ0PCaGNkmUAsMp1Cwne4KUpt50D5T1BcqyHQoJzt313AbCLJ06uzzLoj8UmJEFR/w640-h452/Plu%200.jpeg" width="640" /></a></b></div><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><br /></b><span face="Arial, "sans-serif"" style="font-size: 16px;"><b><i>El "follaje de sonidos enardece al guerrero" (Wiiliam Ospina)</i></b></span><p></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">Entre el fragor y el intenso flujo húmedo y salobre, las
calles de Tumaco son de cinemascope. Una vía larga une las tres islas que
integran el distrito, flanqueado por locales, vendedores informales,
restaurantes y bares.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">No hay cómo librarse del trepidar y la estridencia de los
mototaxis con sus pitos y bocinas: ese caos sin remedio que el profesor Tenorio
Quiñones relaciona con el ADN tumaqueño.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">Sobre el puente, un moderno bulevar es el punto de
encuentro de los lugareños: una plazoleta a modo de 'media torta', otra con
quioscos y terrazas, y a lo largo y ancho racimos de niños y jóvenes que
aprovechan el crepúsculo para jugar con las crestas del mar, mientras los
mayores aseguran en sus cordeles las sartas de pescado para la merienda.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">Le pregunto al profe Harold cuáles son los bares más
frecuentados por los tumaqueños.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">«Está El Baúl de los Recuerdos, que queda en Pantano de
Vargas. Allí ponen música en vinilo, y es como la sede del bolero y de la
melodía de antaño. También está Canalete y La Casa del Curao, que botan
Pacífico puro».<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">-Y
su rumba personal.<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">«La música cubana y sus grandes intérpretes: Issac
Delgado, Los Van Van, Manolito y su Trabuco, la Orquesta Aragón, la Original de
Manzanillo, Polo Montañez, entre otros, y por supuesto Fania, Héctor Lavoe,
Rubén Blades, la salsa de mi tierra».<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">-¿Y
de frescos y frascos?<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">«El viche, bebida ancestral del Pacífico, no puede
faltar, y en guardadas porciones, Ron Viejo de Caldas».<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">Cámara al hombro y con la frente perlada de sudor, el
fotoperiodista Rubén Darío Escobar sugiere el colofón de las gráficas en El
Morro, playa emblemática de Tumaco, objetivo paradisíaco de turistas del mundo.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">En la ensenada, bajo el primoroso plafondo de un azul
mineral, posa el maestro Harold Tenorio Quiñones con un retazo de guadua que
simula su bajo. Luce bluejean y camiseta negra, con una inscripción en blanco:
"Verdades que vos sabes", y en su cabeza, como mitra identitaria de
su raza, el promontorio de rastas sujetas por una tela gris.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">-¿Cuánto
hace que no se las corta?<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">«Uff, desde 2009».<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">-¿Cada
cuánto las lava?<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">«Cada ocho días, primero las enjuago con jabón Rey, para
quitarles el polvo, y luego aplico champú. Eso le da textura compacta».<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">-¿Y
cuánto pueden pesar?<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">«Por lo menos tres kilos. Me sirven de almohada».<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">Imagino al profe Harold en las azarosas bregas de
mantenimiento de sus <i style="mso-bidi-font-style: normal;">dreadlocks</i>, como
las conocen los rastas insulares, como quien lava y seca con devoción y
paciencia un telar primitivo de lianas y fibras de bejucos, raíces, semillas y
saturadas flores carnívoras, adquirido en algún anticuario de Ankara.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">Ahí está impresa la simbología de su quehacer en el arte,
como credo y praxis, razón de ser en el albedrío de sus motivaciones y
quimeras. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">En el prodigioso preámbulo de la noche en El Morro, y con
el rumor de las aguas, se oye el dum dum de cununos, bombos y guasás, cadencia
sensual que incita al goce, y que el cronista fascinado acompaña con las
palmas: ¡Plu con Pla, Plu con Pla, Plu con Pla...! </span><span face="Arial, "sans-serif"" style="font-size: 12pt;"> </span></p>Ricardo Rondónhttp://www.blogger.com/profile/02023732023252028316noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6403704431056921554.post-28037132654058205692023-04-05T17:40:00.016-05:002023-04-06T06:13:14.336-05:00'Luzmatracas', la campesina ramiriquense que hace fiestas con sus rústicos sonajeros en el centro de Bogotá<p align="center" class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: center;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 16pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;"></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhET_XafBZ5tn7HxKD34yIuEmD2RTHFl7H1TbAfVJ9Dmx9DmTmJNaDPK53LfLr5YQERJUAO-eupKROWjzRaWvYTsFTgGP6ex6FipXGS-nFJ9oQ6BpWdsLS8pdAGlR8U4HrPC5loRB0LMhuSoOh1iP5-kV6AixAn5WWuaw5iKAYfIF7JKLASE1Tw_bCN/s4160/luzma%203.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="3120" data-original-width="4160" height="480" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhET_XafBZ5tn7HxKD34yIuEmD2RTHFl7H1TbAfVJ9Dmx9DmTmJNaDPK53LfLr5YQERJUAO-eupKROWjzRaWvYTsFTgGP6ex6FipXGS-nFJ9oQ6BpWdsLS8pdAGlR8U4HrPC5loRB0LMhuSoOh1iP5-kV6AixAn5WWuaw5iKAYfIF7JKLASE1Tw_bCN/w640-h480/luzma%203.jpg" width="640" /></a></div><br /><div style="text-align: center;"> <i><span face=""Arial","sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;">Luz Marina Reyes
Castro lleva 27 años en la informalidad, vendiendo matracas y chucherías. Su bella historia de vida es como para
una telenovela</span></i></div><p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: left;"><b style="text-align: justify;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;">Ricardo Rondón
Chamorro</span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: left;"><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt; text-align: justify;">Fotos: Ricardo Rondón </span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt;">«¡¿Qué hace usted con tantos chinos?!», le preguntó la emperifollada
señorita Rosalbina Pulido Gómez, de la aristocracia ramiriquense, a la
campesina Ana Cecilia Castro de Reyes.</span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span></span></p><a name='more'></a><p></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt;">«Sumercé, allá en ese costal hay una chirriquitica. Si quiere,
llévesela, bien pueda», dizque contestó Ana.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt;">«Y la señorita Rosalbina, sin mediar palabra, cogió el costal y me llevó
pa' su casa, como llevar una gallina de la plaza de mercado», dice sonriente y
sin ruborizarse Luz Marina Reyes Castro, oriunda de Ramiriquí, provincia de
Márquez, Boyacá, mientras hace tronar una matraca en su puesto ambulante,
vecino del Pasaje Rivas, centro de Bogotá.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt;">«Eso, en ese tiempo, donde yo nací (no le voy a decir cuántos años), las
mamás regalaban los chinos cuando eran muchos y no había con qué criarlos. Yo
era la octava de nueve guámbitos, y pues la señorita Rosalbina era de las ricas
del pueblo, y le gusté yo y me llevó», confirma.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><b><span face=""Arial","sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;">-¿Cuántos años
tenía usted cuando la regaló su mamá?</span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt;">«Años, no, fue de meses, cuatro dizque tenía yo. La señorita Rosalbina
me crío hasta los once años, y ya crecidita cogí la vida por mi cuenta,
haciendo mandados, vendiendo melcochas en el pueblo, lo que saliera».</span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><b><span face=""Arial","sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;">-¿No volvió donde
su mamá?</span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt;">«De vez en cuando iba, porque a mí me daba mucho pesar por mis padres,
que eran muy pobres, lo que se dice requete pobres. Mi taita Pompilio era
lustrabotas y mi mamita Ana cargaba y repartía pan en canastos por las casas
del pueblo».</span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt;">«Vivían con mis ocho hermanos, todos en una pieza, y dormían en el
suelo. Ahí mismo cocinaban en un fogón de leña, con tres piedras. Yo, de mis
ahorros, mandé a hacer una cama a un preso carpintero del penal, por quinientos
pesos, y se la regalé a mi mamá».</span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt;">«Es que yo fui empleada del director de la cárcel, el doctor Roberto
Rosas Caro. Ahí les trabajé varios años, hasta que su esposa me convidó pa' que
me fuera a trabajar a Bogotá». </span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt;">«Y pues sí, le cogí la flota y llegué a la capital con tres mudas de
ropa en una caja, y mis dos trenzas a empezar una nueva vida en la casa de doña
Emma Rosas Caro, hermana del ‘dotor’, que era administradora de empresas, y ahí
trabajé hasta que conocí a José del Carmen Torres Barreto, que era torero, el
'Tigre de Tibaná', con el que tuve mis dos hijas».</span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><b><span face=""Arial","sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;">De lo puro criolla</span></b></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><b></b></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><b><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhYzRcl_aZLNMUrL97prB4jRD2SpYWqQT3Ir6u_MPCvBDG5Gx3UZ5hyt9OhGcolqVpy773Lpi1cHSKqbUxHS84-DrnT09CYh9tGSlSkMT9wqOidvMC0BHYfAryvZq3ftohvRnQbTH7ZqeYy4F6wMNB3_YD-gA9iOYhH8KiGG6urdVhdmvmdECxV8iEU/s4160/luzma%202.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="3120" data-original-width="4160" height="480" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhYzRcl_aZLNMUrL97prB4jRD2SpYWqQT3Ir6u_MPCvBDG5Gx3UZ5hyt9OhGcolqVpy773Lpi1cHSKqbUxHS84-DrnT09CYh9tGSlSkMT9wqOidvMC0BHYfAryvZq3ftohvRnQbTH7ZqeYy4F6wMNB3_YD-gA9iOYhH8KiGG6urdVhdmvmdECxV8iEU/w640-h480/luzma%202.jpg" width="640" /></a></b></div><b><span style="font-family: arial;"><i><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><b style="text-align: left;"><span style="font-family: arial;"><i>Las mochilas tricolor que Luz Marina aprendió a tejer en cuatro puntos </i></span></b></p></i></span></b><p></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt;">Qué personaje más bello y poético es Luz Marina Reyes Castro, o ‘Luzmatracas’,
como la conocen de tiempo atrás en este concurrido camellón que conduce a la
Plaza de Bolívar.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt;">Es que Luz Marina parece del mismo paisaje costumbrista de 'Siervo sin
tierra', novela épica y contestataria de Eduardo Caballero Calderón. </span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt;">Campesina de las purísimas, con el acento criollo de la comarca
boyacense que mantiene intacto, no obstante haber vivido tanto tiempo en
Bogotá. </span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt;">Mirada franca, las trenzas de toda la vida, rostro requemado por el sol
y las brisas paramunas, pecas relucientes, su enorme mochila terciada y esas fachas de jipi trotamundos; el vigor y el espíritu ramiriquense
que no la deja vencer, impreso en su amor por el trabajo, y su sonrisa amplia y
generosa que inspira y contagia.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><b><span face=""Arial","sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;">-¿Cómo así, ‘Luzmatracas’,
su marido fue torero?</span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt;">"Sí, torero de lo que le pusieran por delante, de esos que llaman toros
de casta, o cebús, toros criollos, de lo que fuera». </span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt;">«El José del Carmen no paraba en la casa porque se la pasaba de correría
por los pueblos. Mucho trajinar ese hombre con los cachos. Murió en su ley y hoy descansa en la
paz del señor».</span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt;">«Yo, con el favor de Dios, me eché al hombro a mis muchachas, y a
trabajar en lo que saliera por ellas: la mayor, Flor Marleny, de
treinta y siete años, es contadora de la Universidad Nacional».</span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt;">«Se casó con un veterinario de la misma universidad en la catedral
primada y se fueron a vivir a España. Me dio un hermoso nieto, que ya va pa' los catorce años».</span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt;">«La otra, Olga Lucía, cumplió treinta y cuatro años en febrero, y es la
que me acompaña. Ella es sorda de nacimiento, pero se comunica con el lenguaje
de señas que le enseñó la hermana Hilda en el Instituto de Nuestra Señora de la
Sabiduría. Además es una estrella del fútbol. Ha participado en varios paralímpicos
y tiene colgadas las medallas en las paredes del rancho».</span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt;">«Qué no he hecho yo para ganar el sustento de mis hijas, madre
santísima: empleada en casas de familia, fui lotera, aprendí a fabricar títeres
y a tejer mochilas en cuatro puntos, y a negociar, porque de eso hemos vivido,
del trabajo informal. Ya llevamos veintisiete años en este puesto ambulante».</span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt;">«Por Flor Marleny, mi hija mayor, aprendí a leer y a escribir, a manejar
una calculadora, porque yo salí de mi pueblo analfabeta, es que ni siquiera
conocía el reloj». </span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt;">«Por ella también vine a conocer el mar. Me llevó a Santa Marta para
celebrar mis cincuenta años. Nos quedamos en el hotel Tayrona. Ella vive muy
pendiente de su hermanita y de mí. Mis hijas son el mejor regalo que me ha dado
la vida».</span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><b><span face=""Arial","sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;">A punta de matracas</span></b></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><b></b></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><b><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj-c4yBy1AWOiDCPTaqdZht1oO4zUOqnqelLojnDUREzXXpeykS881iysvzn8Cl0OH5zyYQ4048d8dlP9zNZNEvX9JVUoRSzsw5-ZRhKKpvlesZ5UT4UF9QFTyTJTvfrYX-0dN-nkpa41pgoqcoH5IbLu8SkdE2Ntu2uAEMu82P2eac6N2gZh2XqDUV/s4160/luzma%205.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="3120" data-original-width="4160" height="480" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj-c4yBy1AWOiDCPTaqdZht1oO4zUOqnqelLojnDUREzXXpeykS881iysvzn8Cl0OH5zyYQ4048d8dlP9zNZNEvX9JVUoRSzsw5-ZRhKKpvlesZ5UT4UF9QFTyTJTvfrYX-0dN-nkpa41pgoqcoH5IbLu8SkdE2Ntu2uAEMu82P2eac6N2gZh2XqDUV/w640-h480/luzma%205.jpg" width="640" /></a></b></div><b><br /></b><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt;"><b><i>Hace 27 años que 'Luzmatracas' se hizo popular en el centro de Bogotá</i></b></span><p></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt;">Un niño quiere una matraca. El pequeño, con unos mofletes como los del actor mexicano Carlos Villagrán en su representación de Kiko, en el Chavo del 8, jala las faldas de su madre para que se la compre. Pero quiere la que 'Luzmatracas' hace traquear. Ella se la alcanza. El niño intenta hacerla sonar, pero no se da mañas.</span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;"><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt;">Luz </span><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt;">Marina aconseja a la madre una matraca pequeñita, y se la pasa, pero
el párvulo la rechaza y arma el berrinche porque quiere «la de la señora, esa,
la grande...», señala con el índice, insiste con su vocecita entrecortada,
mientras la mamá le explica que las matracas de los niños son las chiquitas,
pero la criatura porfía y rompe en llanto. La señora, exasperada por la
pataleta, lo toma de la mano y reanuda su marcha.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt;">Las crónicas de la fe católica coinciden en que las matracas, de tiempos
inmemoriales, en España y en México, han hecho tradición en días santos para
reemplazar las campanas, que guardan luto en esta temporada.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt;">Pero solo Dios sabe quién fue el artesano inventor, y de dónde el nombre
con el que bautizaron este sonajero de madera innoble, que no es más que una
caña sostenida a un engranaje de aspas o dientes, que al ser friccionadas con
un palito a manera de manivela, produce un ruido torvo, ensordecedor.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt;">De hecho, en La RAE, se encuentran sinónimos de matraca como pesadez,
cantinela, machaconería, carraca, tabarda, lata, porfía, monserga, fastidio. En
Guatemala, una matraca es una borrachera con pérdida de conocimiento. En Castilla, mi barrio, hay una fonda que se llama Matraca, el Chupe, y un salsero a quien distingo, transmite vinilos y descargas desde La Matraca de Cerón.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt;">Pero de las matracas, Luz Marina Reyes Castro ha vivido todos estos
años.</span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><br /><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiSm5Wz1E9QtAbru756XOKdtjtVW0jomy728hu-rmyRast27Ui-j47FQqPizlIYej110xGBU2x4I_7l2O8XjizAtGxMv4C5VuicPlJsQHvheCd6ilKpT1b197rCVK4NYaRiIxgTZeZkFMtYC0FqIloISSB53-Cl-YAaZLMuEBY0GFdtIvokKGDidcFo/s4160/luzma%2011.jpg" imageanchor="1" style="font-size: medium; margin-left: 1em; margin-right: 1em; text-align: center;"><img border="0" data-original-height="3120" data-original-width="4160" height="480" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiSm5Wz1E9QtAbru756XOKdtjtVW0jomy728hu-rmyRast27Ui-j47FQqPizlIYej110xGBU2x4I_7l2O8XjizAtGxMv4C5VuicPlJsQHvheCd6ilKpT1b197rCVK4NYaRiIxgTZeZkFMtYC0FqIloISSB53-Cl-YAaZLMuEBY0GFdtIvokKGDidcFo/w640-h480/luzma%2011.jpg" width="640" /></a></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="color: #222222; font-family: arial; font-size: 12pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;"><i><b>'Luzmatracas' a espaldas de la Iglesia de la Concepción donde tiene su puesto</b></i></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><b><span face=""Arial","sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;">-¿En dónde las
compra para negocio?</span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt;">«Me las hace don Juan, un carpintero de Belén, el barrio donde vivo,
cerca de los lavaderos Gaitán y de la antigua fábrica de loza».</span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt;">«Las llevo vendiendo desde que estoy en este puesto, hace más de veinte
años, pero no crea que las piden únicamente pa' semana santa. También las
utilizan pa' bodas, piñatas, fiesta de velitas, pa' recibir el año nuevo, pa'
hacer bulla».</span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt;">-Claro, ‘Luzmatracas’, me hizo acordar del porro decembrino de Billo's
Caracas: «Entre pitos y matracas / entre música y sonrisas / el reloj ya nos
avisa/ que ha llegado un año más».</span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt;">«A punta de matracas y de todas las chucherías que vendo, ya estoy a
unos cuantos garbanzos de pagar mi casita». </span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt;">«Mi hija Flor Marleny me ayudó a hacer los papeles con el Fondo Nacional
del Ahorro. Mantengo mi ranchito como una tacita de plata. Para mí es un
castillo bendecido por Dios».</span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt;">«El padre Edilson, de la parroquia de Belén, me enseñó a proclamar la
santa palabra. Todos los días, apenas me despierto, encomiendo mis hijas a la
virgencita del Carmen».</span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><b><span face=""Arial","sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;">Pomadas y
sobijos </span></b></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><b></b></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><b><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiABcem2MDrL5jhynkbWT_Hg0cm0LyNq8g7cZbAD3nJRkZyM3T5S5iTBR0F1RWl81eC94FugxPl_aLp1fY5jolgw2xSgX3YdQvkxOx4dA1NbDRVCQsYMC4wtUmOBXUpxQL5GOWXHob6JVHPxJi7s1xPs6ffP2IRsV2CORbjTR0aT0mhDOChM1xpOwfN/s4160/luzma%200.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="3120" data-original-width="4160" height="480" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiABcem2MDrL5jhynkbWT_Hg0cm0LyNq8g7cZbAD3nJRkZyM3T5S5iTBR0F1RWl81eC94FugxPl_aLp1fY5jolgw2xSgX3YdQvkxOx4dA1NbDRVCQsYMC4wtUmOBXUpxQL5GOWXHob6JVHPxJi7s1xPs6ffP2IRsV2CORbjTR0aT0mhDOChM1xpOwfN/w640-h480/luzma%200.jpg" width="640" /></a></b></div><b><br /><span face=""Arial","sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;"><i>Pese a todas sus bregas y padeceres, Luz Marina no se queja de nada </i></span></b><p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt;">El inventario de las chucherías que expone Luz Marina, es variado y
abundante. </span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt;">Bajo el sistema informal del agáchese, el interesado encuentra
plantillas de calzado, cordones, piedra pomex, piedras de amolar, rascadores,
masajeadores, cuchillas, afiladores, rejillas de lavaplatos, perinolas,
ocarinas de barro, exprimidores, reductores de calor, pilones de madera y
piedra, caucheras, mochilas de yute y de fique, trampas para ratones, y hasta patos de caucho para espantar gatos entrometidos.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt;">Si uno se agacha más y le duele la cintura, se topa con bálsamos y
pomadas para la ciática, el lumbago, las tronchaduras y torceduras de tobillos
y cuello.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt;">«La pomada verde es bendita para sacar los fríos concentrados de espalda
y rabadilla. Y la pomada Andrinas, para los críos descuajados». </span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt;">«Para esas descuajaduras de recién nacidos yo sé hacer el sobijo y el
amarre con tela de garza, que es la misma que se cortaba para los pañales de
los culicagados. En el campo, en vez de pomada, utilizábamos nata de leche. Y
santo remedio».</span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt;">Me hace gracia la parla sin rodeos de Luzmatracas, sus modismos
campesinos, su sinceridad y desenfado, su arrolladora belleza espiritual.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt;">Pero sobre todo, su valor y sabiduría de mujer rural, que pese a la
orfandad y las dificultades, no se ha dejado doblegar de los peligros y las adversidades del
monstruo de la gran ciudad.</span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;"><b style="text-align: justify;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;">-Luz Marina,
¿guarda resentimientos por todo lo sufrido?</span></b></div><p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt;">«Para nada. Mi abuela acariciaba las gallinas antes de torcerles el
pescuezo. Eso me quedó grabado, porque la vida tiene sus durezas pero también
sus recompensas».</span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt;">«Doy gracias a Dios por mis hijas, por mi rancho, porque tengo salud pa'
levantarme todos los santos días a trabajar, de domingo a domingo, de ocho de
la mañana a cinco de la tarde». </span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt;">«De vez en cuando, saco un día entre semana pa' las vueltas personales,
citas médicas, todo eso que hay que hacer. No me quejo de nada, vivo con
alegría cada día de mi vida, y le saco el cuerpo a los amargados».</span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt;">Luz Marina atiza los tarros de carbones encendidos con incienso,
estoraque, mirra, menjú, palitos de romero y palosanto, alhucema, goma de
Arabia, entre otras fragancias agoreras de Semana Santa, para limpias y rezos,
y mientras atiza con la zurda, con la diestra hace traquear sus matracas, como
en un rito guajiro de Blacaman, como si entre esa rotunda y espesa humareda, ‘Luzmatracas’,
en cualquier instante, se fuera a elevar por los cielos como Remedios, la bella.</span></p>Ricardo Rondónhttp://www.blogger.com/profile/02023732023252028316noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6403704431056921554.post-856939263775433482023-03-19T17:54:00.001-05:002023-03-19T18:12:42.844-05:00Las venerables matronas del Pasaje Rivas en sus 130 años de historia<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEimrZxilmNGkyJN5Bqw_D5v3rl2Ipy8-RRsgFmVtj2H883rOFJ0JssiqEUf1NtgZQTp1M2ZKGj84qXECHrCw30vW-kiPh7or-yk5qZbGPEKQKvvBRsynHgsrhaUveZuejR3Hs7Ymi55aYsg3xvwXWVh62oiNHNtQ9lX50n8lNLcgNVFZ6FMK4RlWapK/s4160/rivas%2000.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="3120" data-original-width="4160" height="480" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEimrZxilmNGkyJN5Bqw_D5v3rl2Ipy8-RRsgFmVtj2H883rOFJ0JssiqEUf1NtgZQTp1M2ZKGj84qXECHrCw30vW-kiPh7or-yk5qZbGPEKQKvvBRsynHgsrhaUveZuejR3Hs7Ymi55aYsg3xvwXWVh62oiNHNtQ9lX50n8lNLcgNVFZ6FMK4RlWapK/w640-h480/rivas%2000.jpg" width="640" /></a></div><br /><i style="text-align: center;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">Vida
y obra de estas mujeres corajudas y trabajadoras, que a pulso y por muchos años han hecho empresa a la par de la crianza y educación de sus hijos</span></i><p></p>
<p class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">Ricardo
Rondón Chamorro<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">Fotos: Ricardo Rondón y Fernando Gutiérrez (cortesía
Pasaje Rivas)<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">Chilla la 'puerca' y el gentío quiebra el pescuezo para
atisbar de dónde viene.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">«La 'puerca', o 'marrana', es un totumo hueco cubierto
con pellejo de res. En el centro tiene un orificio por el que se introduce un
palo delgado untado de sebo que produce un chillido seco, como de 'caribajito'
degollado. Es un instrumento musical. Lo utilizan los opitas para los rajaleñas»,
explica con acento criollo Ivaldo Bermúdez, de Típicos Bermúdez.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal"><span></span></p><a name='more'></a><p></p><p class="MsoNormal"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">En el local 108, Mireya Cortés Ruiz exhibe un manojo de
'robaindias', una suerte de falanges parecidas a los alfandoques de El Guamo.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">-¿Qué
es eso de 'robaindias'-</span></b><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">, le pregunto.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">«Están hechos de 'kondú', como llaman los indígenas del
Vichada a la corteza del bambú. Ellos las utilizan para llevarse a las indias
cuando van a caballo. Les introducen un dedo en el 'robaindias' y lo jalan.
Entre más jalan, más aprieta. Y se las trastean. También las usan para escurrir
la leche de la yuca, con la que preparan casabe: pan de indio».<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">Como "la puerca", "el robaindias",
"los canasticos de San José", "las amarraderas", "los
atrapasueños", o "los masajeadores" de maderoterapia para
devastar celulitis, turupes musculares en brazos, piernas, glúteos y espalda,
hay cientos de artículos con sus secretos y curiosidades en el gran pabellón de
la ingeniería típica y artesanal colombiana que es el Pasaje Rivas, ubicado en
el centro de Bogotá: carrera 10#10-54.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">Mireya está acompañada de su señora madre, doña María del
Carmen Ruiz viuda de Cortés, quien despacha "canasticos de San José",
a propósito de la celebración del santo carpintero, patrono de los artesanos:
19 de marzo. Un día como este, hace 130 años, se inauguró el Pasaje Rivas,<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>patrimonio arquitectónico y de interés
cultural de la capital.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"></b></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjuzhgyj8oohfnMHLiCk7vh1rNazA3z6Kd8OG6-iUI7HeqE_eeAdE57oaGn7ujjYzo935q7UnWcNVDvN35OwezIEqZOrWdGzLndcJ-V0dXEIusqVtF8J4aVg781VO3x5nXfs1ZrzG9eyK3rOnXsV8ysUltvwdvqq3qvSopXqQjzXvjp0u10IFbPzjJl/s4160/rivas%2011.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="3120" data-original-width="4160" height="480" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjuzhgyj8oohfnMHLiCk7vh1rNazA3z6Kd8OG6-iUI7HeqE_eeAdE57oaGn7ujjYzo935q7UnWcNVDvN35OwezIEqZOrWdGzLndcJ-V0dXEIusqVtF8J4aVg781VO3x5nXfs1ZrzG9eyK3rOnXsV8ysUltvwdvqq3qvSopXqQjzXvjp0u10IFbPzjJl/w640-h480/rivas%2011.jpg" width="640" /></a></b></div><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><p class="MsoNormal"><i><b><span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">Mireya Cortés Ruiz explica el uso de las 'ro</span></b><b><span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">baindias', de la cultura indígena del Vichada</span></b></i></p></span></b><p></p><p class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">-Doña
María del Carmen, ¿cuál es el cuento de "los canasticos de San José"?<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">«Los llevan para las peticiones de la fiesta. Sumercé le
escribe una cartica al santo y le pide lo que más esté necesitando. Le hace su
oración. Dobla el papelito y lo mete en el canastico. El resto ya es fe y
devoción».<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">«¡Es efectivo, San José es muy cumplido!», exclama doña
María de los Ángeles Neuta, clienta del Rivas, que lleva cinco canastos de
fique por falta de uno. «Pídale y lo verá...», ilustra.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">Al rato, la señora Neuta regresa con una estampita de San
José, plastificada, que incluye una medalla plateada. Al respaldo, la oración.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">«Mire, señor, haga lo que le dice doña Carmen, pero órele
con el corazón, se acordará de mí», sugiere la dama, mientras deposita la
estampa en la palma de mi mano.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">-Buena señora, muchas gracias.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"></p><div class="separator" style="clear: both; font-weight: bold; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhIVl8ulWkOv9UEi5QtBbNFwSmpp6lPAf3HHFmFJ100tmoyZqa6TR9MYuo55GVgAPQ3XS2719R3V57kffHa8LEomvvsMMLPQFIjEqGYWqpa5xhzSXogIBSRbovjp2Pu9wEtDv01TNul-_ujWRVaEiy31-dcZWJaRBTYQhYDr1PWI4RQqDPj3fwc2L4M/s1600/rivas%20001.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1200" data-original-width="1600" height="480" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhIVl8ulWkOv9UEi5QtBbNFwSmpp6lPAf3HHFmFJ100tmoyZqa6TR9MYuo55GVgAPQ3XS2719R3V57kffHa8LEomvvsMMLPQFIjEqGYWqpa5xhzSXogIBSRbovjp2Pu9wEtDv01TNul-_ujWRVaEiy31-dcZWJaRBTYQhYDr1PWI4RQqDPj3fwc2L4M/w640-h480/rivas%20001.jpg" width="640" /></a></div><br /><span face="Arial, "sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><i><b>Del ingenio y las manos laboriosas de Mireya Cortés Ruiz</b></i></span><p></p><p class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">A la
sombra de Silva<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">«Mi mamita me trajo al Pasaje Rivas de tres meses de
nacida. Me acostaba en una artesa de madera cubierta con una manta de dulce
abrigo. Más grandecita, me pasó a una cuna de fique. Muchas señoras del pasaje
hicieron lo mismo con sus hijos. De chicos jugábamos en los zaguanes a la
lleva, a las escondidas», reanuda Mireya, simpática ella, diseñadora industrial,
quien gerencia tres locales de artesanías, patrimonio familiar.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">«Así nos ha tocado», corrobora María del Carmen, su
señora madre, quien cita la fecha (18 de marzo de 1966), cuando llegó a
trabajar de diecisiete años al almacén de don Audelino Gutiérrez Sánchez, uno
de los comerciantes pioneros del Pasaje Rivas, y sus vecinos, el Paul y el
Colonial.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">Madre de cuatro hijos, María del Carmen, de 71 años,
enterró a su esposo hace 5, fallecido en un absurdo accidente de tránsito, y el
21 de junio de 2021, despedía desconsolada a Nidia Elizabeth, su hija
arquitecta, de 41, víctima del Covid-19. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">En los 130 años del Pasaje Rivas, se han escrito leguas
de su origen y trayectoria: que su construcción fue iniciativa de don Luis G.
Rivas, un acaudalado hombre de negocios empecinado en levantar un bulevar
estilo parisino para deleite y confort de la burguesía bogotana.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjyO-bxaQ2tHvJ1QkiOD7NwudPxD0ya65ZaXLjmjy18QPaAbMuq63z_SZDH2sfYE-NVQAOCu3flR5IKW15L49fb0XYnbqtPWlqpaIOhWFKi3Idw6lrpOgggTCIwlwR2Mxtph2Bqg_drRs1tz8el9xZ4J0VJT7FzTV0f7P40ePPhy7ZAjN4ioFgnWyGz/s4160/rivas%2018.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="3120" data-original-width="4160" height="480" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjyO-bxaQ2tHvJ1QkiOD7NwudPxD0ya65ZaXLjmjy18QPaAbMuq63z_SZDH2sfYE-NVQAOCu3flR5IKW15L49fb0XYnbqtPWlqpaIOhWFKi3Idw6lrpOgggTCIwlwR2Mxtph2Bqg_drRs1tz8el9xZ4J0VJT7FzTV0f7P40ePPhy7ZAjN4ioFgnWyGz/w640-h480/rivas%2018.jpg" width="640" /></a></div><br /><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><b><i>Doña María del Carmen y Mireya: amor, dedicación y trabajo</i></b></span><p></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">Que el anhelo del filántropo Rivas (dicen que ayudó a
costear los leprosorios de Agua de Dios) se vio frustrado porque ese no era el
punto para construir un establecimiento de caché, ya que colindaba con la plaza
de mercado, agite <i style="mso-bidi-font-style: normal;">lichiguero</i><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"> </b>desde la madrugada, además de las
fuertes emanaciones de vísceras y pellejos de pollo, cerdo, pescado y res, y
del cagajón empedrado de las bestias de arrastre, transporte de la mercadería.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">Que al fin de cuentas, el edificio de estilo republicano
neoclásico, que años atrás había sido lavadero comunitario, fue destinado como
depósito de mercancía popular, y en la segunda planta, habitaciones de alquiler
donde pernoctaban campesinos, lugareños y foráneos.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">Añaden las citas cronológicas que al festejo de apertura
del Pasaje Rivas, 19 de marzo de 1893, pleno mandato de Rafael Núñez, fueron
invitadas distinguidas personalidades del acontecer nacional, entre ellas el
insigne y trágico poeta José Asunción Silva, quien tres años después, acosado
por las deudas y por la muerte de su amada hermana Elvira, se descerrajó un
plomazo de revólver en el orificio, a la altura del miocardio, que le remarcó
con lápiz de cirugía su médico de confianza, Juan Evangelista Manrique.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">Las
matronas<o:p></o:p></span></b></p><p class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"></b></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhbzE8I0WlXWcl-IpPBbbTxCyYZWtBcOJsJm6EmSsIZFuuh6ZyBkt7c23161WoKOKajhWF-ayTCaXRo3iQuZ-1JJ6BT0GnfZhx9d5wXDY24LSFxMLgwHHJCq5qpM1uoSb8t1voEtTXy2FHtf7Iyo_3ZxVB0mWPrVwFCjgtUaxvQNXEpLxbzKDNqYWBX/s1600/rivas%2004.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1200" data-original-width="1600" height="480" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhbzE8I0WlXWcl-IpPBbbTxCyYZWtBcOJsJm6EmSsIZFuuh6ZyBkt7c23161WoKOKajhWF-ayTCaXRo3iQuZ-1JJ6BT0GnfZhx9d5wXDY24LSFxMLgwHHJCq5qpM1uoSb8t1voEtTXy2FHtf7Iyo_3ZxVB0mWPrVwFCjgtUaxvQNXEpLxbzKDNqYWBX/w640-h480/rivas%2004.jpg" width="640" /></a></b></div><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><p class="MsoNormal"><b><span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><i>Espectáculo multicolor en el festejo de los 130 años del Pasaje Rivas </i></span></b></p></span></b><p></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">Se han firmado cientos de cuartillas alrededor del Pasaje
Rivas, pero los escribas han pasado por alto las historias de sus valiosas
mujeres, forjadoras del auge y el progreso de esta monumental galería del
ingenio artesanal,<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>costumbres, creencias
y arraigo popular, que identifica a Colombia. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">La historia del pasaje jala del carro de estas laboriosas
señoras, trabajadoras a cual más, de tiro largo, domingos y fiestas de guardar.
El trabajo como credo y el consagrado levante de los hijos como misión
maternal.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">Así lo testimonian: María del Carmen Ruiz viuda de Cortés
(73 años), Dora Acosta (85), Rosita Robayo viuda de Mahecha (68), Myriam
Pascagaza (70), Nohora Mora viuda de Gutiérrez (71), Rosalba Gutiérrez viuda de
Sosa (83), María del Carmen Páez (81), todas con el overol puesto, y pujantes
historias que contar. Ellas, las venerables matronas del Pasaje Rivas, en sus
130 años.<o:p></o:p></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhNruV8G3C8tS9zSUtCZpnuyxNqF2Kwttd8Lv3qRk5GO0Tn3qHAnOQA6CYEsC5WP1eQ15J-9k9wm2R7bUa0uQ3WseBpynxM8xBThbK0lNGfp6gK6Xgp9fCH5zDnf7mdJBgj47teIBLTFosnpnlrEiY0agAqXXF4R_Mq6sL7M017ubZWYqa_rTOtnxuv/s702/rivas%2003.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="635" data-original-width="702" height="578" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhNruV8G3C8tS9zSUtCZpnuyxNqF2Kwttd8Lv3qRk5GO0Tn3qHAnOQA6CYEsC5WP1eQ15J-9k9wm2R7bUa0uQ3WseBpynxM8xBThbK0lNGfp6gK6Xgp9fCH5zDnf7mdJBgj47teIBLTFosnpnlrEiY0agAqXXF4R_Mq6sL7M017ubZWYqa_rTOtnxuv/w640-h578/rivas%2003.jpg" width="640" /></a></div><br /><p class="MsoNormal"><span face="Arial, "sans-serif"" style="font-size: 12pt;"><b><i>La ruta SITP del Pasaje Rivas por el centro histórico de la capital</i></b></span></p><p class="MsoNormal"><span face="Arial, "sans-serif"" style="font-size: 12pt;">María del Carmen recuerda cuando llegó en la flor de su
juventud a trabajar donde don Audelino Gutiérrez Sánchez:</span></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">«Mi primer sueldo fue de 80 pesos. Estudiaba bachillerato
y trabajaba, esa era otra enseñanza: aprender cómo es que se mueven los
negocios. Echar matemática con papel y lápiz. En el pasaje conocí a Jacobo
Cortés, mi esposo, alma bendita, y padre de mis cuatro hijos, todos
profesionales, a Dios gracias, los sacamos adelante a punta de esfuerzos y
sacrificios».<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">«Dejé de ser empleada y abrí negocio propio con mi
marido. La rutina se repartía entre atender el almacén, cuadrar cuentas,
recibir proveedores y revisarles las tareas a los muchachos, estar pendientes de
ellos. Porque la educación empieza por casa».<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgzmpKV1LJewA_tLBMffSKAQuaaijrko4YZ7qM7a8VfU8wx_QHfaW9k71HMK1mDFAeqn9EINrJi6xV8epStxvgnAA3qCVZ1YCNzP7X1Mvz0UsBdfAXs1wftOsOpgdSak-4wvYPSKCWs4PkTwuqPYREZQuKL1vEVs2BlpQwdK5Euf0U4ox--BiJMYncX/s1280/rivas%2009.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="960" data-original-width="1280" height="480" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgzmpKV1LJewA_tLBMffSKAQuaaijrko4YZ7qM7a8VfU8wx_QHfaW9k71HMK1mDFAeqn9EINrJi6xV8epStxvgnAA3qCVZ1YCNzP7X1Mvz0UsBdfAXs1wftOsOpgdSak-4wvYPSKCWs4PkTwuqPYREZQuKL1vEVs2BlpQwdK5Euf0U4ox--BiJMYncX/w640-h480/rivas%2009.jpg" width="640" /></a></div><br /><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><b><i>Don Audelino Gutiérrez, comerciante pionero del Pasaje Rivas, llegó de 17 años </i></b> </span><p></p>
<p class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">De
paladares<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">Mireya Cortés Ruiz recrea la memoria gustativa de las
delicias gastronómicas de los dos afamados restaurantes del Pasaje Rivas, hace
tiempo desaparecidos: La Pepita, de Uvaldina y Jeremías, los esposos Ávila; y
el Maracaibo, de Ana y José, los Pachón, especializados en comida criolla, con
una clientela variopinta y democrática a manteles: desde "doctores de la
ley" y funcionarios del capitolio nacional, hasta verduleros, marchantas y
<i style="mso-bidi-font-style: normal;">bulteadores </i>de la plaza de mercado,
que a la par de empacharse de viandas, desocupaban a cual más canastas de
cerveza a pico de botella.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">Mireya cita a <i style="mso-bidi-font-style: normal;">doña
Presenta</i> por la exquisita sazón de los platos más solícitos: la chanfaina,
los pescuezos de gallina rellenos, la pepitoria, y el banquete estrella
representado en el cordero al horno.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">Quien escribe estos párrafos recuerda que por La Pepita y
el Maracaibo pasaron decenas de serenateros que animaban francachelas
pantagrúelicas, igual que los infaltables terapistas de los nervios, que con un
dínamo operado con manivela y dos tubos de acero asidos a las manos, producía
choques eléctricos. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjJlrIj2NvVhU9vR06FfYsc_2KBAIxSpiNFh_t_KD6FAncmYYoSLQKziaWaPNTfMkHvJsQKMz0YAK6_9G56TScm0WSkVxDD3x-m_VD-Z_L7UMRHAF_3KRo9E7jS_qAIOA3ITqxdOyv8AXPbu3tqSy54ZI_0Y3yGwvGLkM0prnUjxNWb468_w7t7z475/s1265/rivas%20010.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1265" data-original-width="1200" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjJlrIj2NvVhU9vR06FfYsc_2KBAIxSpiNFh_t_KD6FAncmYYoSLQKziaWaPNTfMkHvJsQKMz0YAK6_9G56TScm0WSkVxDD3x-m_VD-Z_L7UMRHAF_3KRo9E7jS_qAIOA3ITqxdOyv8AXPbu3tqSy54ZI_0Y3yGwvGLkM0prnUjxNWb468_w7t7z475/w608-h640/rivas%20010.jpg" width="608" /></a></div><br /><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><b><i>Don Audelino Gutierrez, su hijo Fernando (periodista y galerista) y su nieta</i></b></span><p></p><p class="MsoNormal"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">Vuelvo con doña María del Carmen para averiguarle qué
tipo de mercancía encontró cuando llegó por primera vez al Pasaje Rivas:<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">«La mayoría de los locales eran de mobiliario: camas de
madera y de hierro, catres de campaña, baúles para internados, toldillos,
hamacas, colchones con relleno de paja, batán, que es todo lo relacionado con
ruanas, cobijas, cubrelechos, sábanas». <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">«Aquí llegaban los recién casados a comprar sus juegos de
alcoba, como la cama 'pechoe'palomo', la cuna de fique para los recién nacidos.
Se vendían barriles, empaque de yute y fique, artículos en cuero, mucha
mercancía, que con los años ha venido evolucionando en artesanías y decorativos
de distintas regiones del país, ollas y cazuelas de barro, cucharas de palo,
rodillos, cocas, yoyos, zurriagos, canastos, hamacas, mochilas, sombreros,
ponchos, el inventario es bien grande».<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">«De la iglesia salí casada un domingo y el lunes ya
estábamos trabajando, y aquí ya llevo más de cincuenta años. Mi Mireyita está
al frente de los negocios. Ella es una hormiguita desde que inicia la jornada a
las ocho y treinta de la mañana, hasta las seis de la tarde que se cierra. Mis
dos hijos varones, uno es ingeniero electrónico y el otro es graduado en
telecomunicaciones. La historia del Pasaje Rivas también es la historia de mi
vida, hasta que Dios lo permita», subraya doña María del Carmen.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">Trabajo
bendito<o:p></o:p></span></b></p><p class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"></b></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhhAHBbAaQyNpsfRgquYqkvWFEmDkX0ChYXqcHbWeV3jcHwxOtQ-tMhBddlz9LTCC73g_qBViiwghQCNUKOExVUD7SVFLnIlqv0CS0b7_Lo22EiY_ukA8H2REE355ikfdSCcDougCFWTnm3R8lGqCPW-uO0f0mhq-QawuXf6oaJkqKDtNPlWPGsf_5E/s4160/rivas%2015.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="3120" data-original-width="4160" height="480" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhhAHBbAaQyNpsfRgquYqkvWFEmDkX0ChYXqcHbWeV3jcHwxOtQ-tMhBddlz9LTCC73g_qBViiwghQCNUKOExVUD7SVFLnIlqv0CS0b7_Lo22EiY_ukA8H2REE355ikfdSCcDougCFWTnm3R8lGqCPW-uO0f0mhq-QawuXf6oaJkqKDtNPlWPGsf_5E/w640-h480/rivas%2015.jpg" width="640" /></a></b></div><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><br /><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><i>Doña Nohora, atenta a la lectura de los salmos y de las crónicas de El Tiempo</i></span></b><p></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">En el mostrador del local 111, propiedad de doña Nohora
Mora viuda de Gutiérrez, hay una biblia abierta en el apartado de los salmos.
Al lado, un ejemplar del periódico El Tiempo.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">De sus 71 años de edad, doña Nohora lleva 50 en el Pasaje
Rivas. Madre de dos hijos: Fernando y Diana, frutos de su unión con don
Audelino Gutiérrez Sánchez (fallecido). Fernando, comunicador social y
galerista, y Diana, sicóloga al servicio de las fuerzas militares.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">Doña Nohora manifiesta que pese a la cultura patriarcal
de la época, contó con la suerte de un buen marido, respetuoso y dedicado al
trabajo y a la familia, con quien hizo empresa y sacó sus hijos profesionales.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">«Las mujeres, si queremos avanzar, lo logramos, pero si
nos ensimismamos en la tristeza y el abandono, nos hundimos. El trabajo
dignifica a la persona. Y ese es el ejemplo que les hemos dado a nuestros
hijos».<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh71vmcejgSlm86NzQgVk94cjXC1bUzJr5xZgu1QJ8c7OHy_CjD2Qd3iMmXrXNY4mHUNiiF52tanob2Fxpa4ZdOeitA0gdyrhhqO2IsuRcQdg_cOx-jU3lHhlXF_dZ514oJ3AGQGZkD-W5Ia8teK6FC_jypyCweet0F0KiBVEGIALYVqGALjq6Vl7q-/s1600/rivas%2002.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1200" data-original-width="1600" height="480" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh71vmcejgSlm86NzQgVk94cjXC1bUzJr5xZgu1QJ8c7OHy_CjD2Qd3iMmXrXNY4mHUNiiF52tanob2Fxpa4ZdOeitA0gdyrhhqO2IsuRcQdg_cOx-jU3lHhlXF_dZ514oJ3AGQGZkD-W5Ia8teK6FC_jypyCweet0F0KiBVEGIALYVqGALjq6Vl7q-/w640-h480/rivas%2002.jpg" width="640" /></a></div><br /><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><i><b>El frecuentado pasillo del Paul, límite con la Iglesia de La Concepción </b></i></span><p></p>
<p class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">-Doña
Nohora, y ¿don Audelino se tomaba sus cervezas en La Pepita o en El Maracaibo?<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">«Sí, claro, en cualquiera de los dos restaurantes, con
los vecinos del pasaje, clientes, amigos, proveedores. Bueno, a veces se
entusiasmaba y había que mandar a los muchachos para recordarle el cierre y
retornar a casa. Pero mi esposo fue un hombre responsable y trabajador».<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">Doña Nohora aún conserva algo del inventario de época,
pero dice que hoy por hoy los productos de mayor demanda son hamacas, ruanas,
sombreros de distintas regiones: aguadeños, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">vueltiaos</i>,
sanjacinteros y tolimenses.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">De
temple<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjaRdJcZpc8uIuve-JhBRw1a16hMWMmwN1nHpBooDqPgo-g7fRFc8KHJK4d0NzORhraP2CJEmPmKkOua_qjSHWpamHFjjw17mvmPkZ3Wz8NFtJDDluK1x9F4dTiDkNZ9tRIMeOEsna26-K_5eI7_LS90R6oXM1ZoULWQ_aKzI98P4a2zC9uDVyOmCEe/s4160/rivas%2019.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="3120" data-original-width="4160" height="480" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjaRdJcZpc8uIuve-JhBRw1a16hMWMmwN1nHpBooDqPgo-g7fRFc8KHJK4d0NzORhraP2CJEmPmKkOua_qjSHWpamHFjjw17mvmPkZ3Wz8NFtJDDluK1x9F4dTiDkNZ9tRIMeOEsna26-K_5eI7_LS90R6oXM1ZoULWQ_aKzI98P4a2zC9uDVyOmCEe/w640-h480/rivas%2019.jpg" width="640" /></a></div><br /><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><b><i>Doña Dora Acosta, 85 años, otra de las grandes protagonistas del Pasaje Rivas </i></b></span><p></p><p class="MsoNormal"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">A sus 85 años, sorprende la energía, el carácter y la
vitalidad de doña Dora Acosta, quien en 2023 sumó 73 años de estar en el
corredor del Paul, apéndice del Pasaje Rivas. Criada en el antiguo barrio
Eduardo Santos, doña Dora llegó de 11 años al almacén de don Ubaldo Acosta, su
padre, quien surtía las estanterías de baúles, colchones, esteras, alpargatas,
ruanas, y que luego se dedicó a la mueblería fina.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">Cuenta la señora que se dio el lujo de estudiar primaria
y bachillerato en los colegios María Auxiliadora y El Rosario, y aunque no
terminó las carreras, por su dedicación a los negocios, cursó administración
de<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>empresas en la Javeriana, e inglés en
el Instituto Colombo Americano.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">Hoy, sus dos locales de herencia, están atiborrados de
típicos y<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>artesanías de la
pluriculturidad criolla, y de muebles y cestería. Muebles de bambú, armarios, mesas
de noche, repisas, escaparates, baúles en mimbre, canastas guardarropa,
cortinas en fique y semillas de eucalipto.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">A su edad, manifiesta que no tiene inconveniente en
subirse a una butaca a bajar mercancía, que va "todos los sagrados
días" a atender sus locales; que le gusta estar de pie para vigilar y
"repasar inventario a ojímetro", y que su temperamento, vocación
laboral y disciplina, no solo lo ha aplicado con sus negocios sino en la
crianza de sus hijos, que tienen por costumbre invitarla los domingos a
almorzar a Chía.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">-¿Se
duele de algo, doña Dora?<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">«La última vez que me examinó el médico, dijo que me veía
muy bien, que mi salud es envidiable, gracias a Dios».<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">-¿Pero
no descansa?<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">“Pues lo necesario, cuando duermo. Qué más va a descansar
uno. Dejar para cuando llegue el descanso eterno».<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">Sagrado
corazón<o:p></o:p></span></b></p><p class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"></b></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEie6mDR8fcSRUMY0i0XWFA7fvnZewO06VHkmHVICESoqmSL2ZnCBXfZqwh14vt3T_v4G0ZXc4J1ifGUPPSw23_eOisg9YUA_b7NKuLR8Am0cG5YhxDuwWIrKycaeBJTRcxMzZO52baSa5OK4gXQgt9F-PiYwp6TU0g8vy0_PWMZuWmrTSJwpJFZyFeZ/s4160/rivas%2031.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="3120" data-original-width="4160" height="480" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEie6mDR8fcSRUMY0i0XWFA7fvnZewO06VHkmHVICESoqmSL2ZnCBXfZqwh14vt3T_v4G0ZXc4J1ifGUPPSw23_eOisg9YUA_b7NKuLR8Am0cG5YhxDuwWIrKycaeBJTRcxMzZO52baSa5OK4gXQgt9F-PiYwp6TU0g8vy0_PWMZuWmrTSJwpJFZyFeZ/w640-h480/rivas%2031.jpg" width="640" /></a></b></div><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><br /><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">Doña Rosita hace reminiscencias de la evolución generacional del pasaje </span></b><p></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">Doña Rosita Robayo viuda de Mahecha, 68 años, 42 de ellos
en el Pasaje Rivas, tres locales hechos a pulso con su finado esposo Abelardo y
su hijo, el abogado y politólogo Juan Carlos Mahecha Robayo, tiene en lo alto
de la puerta de su almacén un cuadro del Sagrado Corazón de Jesús.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">La imagen de Jesús con su miocardio en llamas, ha servido
de custodio y "sismógrafo" en todos estos años de eventos telúricos.
Unas veces se inclina a la derecha, otras a la izquierda, pero jamás se ha
desprendido del puntillón de donde está clavado. Igual que un cuadro más
pequeño de la última cena. «La fe nos salva, doña Rosita», le digo, y ella
asiente: «Y que Jesucristo bendito nos cubra con su sangre y su manto».<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">Como sus vecinos, recuerda la mercancía que vio crecer el
pasaje en su tránsito generacional, y la que en el momento es de mayor demanda:
loza de barro, ollas, moyos, platos, bandejas y cazuelas para negocios típicos;
sombreros, hamacas, alpargatas; mesas y silletería; artesanías por doquier.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">Doña Rosita, robusta y de buen apetito, viaja en las
delicias del pasado en El Maracaibo y la Pepita: la carne al carbón, el guiso
de cola y los pescuezos de gallina, sus viandas preferidas. Y recuerda a
'Panzuto' y a 'Maravilla', dos personajes novelescos del acarreo que hicieron
historia por los pasillos del Rivas, y que cuando se prendían con lúpulo y
aguardiente, resultaban bailando en pareja bambucos, pasillos y torbellinos.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">«Y aquí, hasta que Dios nos la preste», remata.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">Típicos
y artesanías<o:p></o:p></span></b></p><p class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"></b></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhBJA-aDMRBvxCw149a6lIPiN92s50fQeA1torFWDjWFdb43U_ERLuOXyd6d1VLMm0Eb5fvS5oLH0fP6TD1mcYjGFlvnmhoxRuFoyXvxC1mYdLaLMlCIUCqkhhsh2J5dw_X7MjbawrwH_T5jPDNz-UqFGSpJgASPLVJoSLrie_QRik8Q4YtrRljOkAn/s500/rivas%2005.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="335" data-original-width="500" height="428" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhBJA-aDMRBvxCw149a6lIPiN92s50fQeA1torFWDjWFdb43U_ERLuOXyd6d1VLMm0Eb5fvS5oLH0fP6TD1mcYjGFlvnmhoxRuFoyXvxC1mYdLaLMlCIUCqkhhsh2J5dw_X7MjbawrwH_T5jPDNz-UqFGSpJgASPLVJoSLrie_QRik8Q4YtrRljOkAn/w640-h428/rivas%2005.jpg" width="640" /></a></b></div><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><br /><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><i>Postal de recordación del Pasaje Rivas a principios de los años 80 </i></span></b><p></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">«Trabajar todos los días se vuelve una rutina que el
cuerpo reclama», expresa doña Myriam Pascagaza Corredor, bogotana del barrio
Bravo Páez, 70 años, con su hermana Rosa María, herederas de los locales que
forjaron sus padres desde la juventud.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">«Nosotras llegamos al Pasaje Rivas a trabajar y aprender
en estos almacenes que por el poder de Dios y nuestro trabajo, nos ha dado para
vivir y educar a nuestros hijos. Pero los negocios no son para todo el mundo.
Mi hijo, por ejemplo, es diseñador gráfico, es muy bueno en su profesión, pero
de negocios, nada», dice la señora Pascagaza, mientras atiende una señorita que
pregunta por el precio de unas campanas de mimbre.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal"><span face="Arial, "sans-serif"" style="font-size: 12pt;">Doña Myriam rememora aquellos diciembres de su juventud
despachando al por mayor canastas para anchetas, cuando el Tía y el Ley eran
los almacenes de cadena de vanguardia.</span></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">Su galería, muy bien organizada, es un referente de
típicos y artesanías donde se puede conseguir desde esteras de enea, pasando
por repisas en pino de distintas figuras geométricas, centros de mesa,
individuales y tapetes de fique, hasta materas, palas, cucharones, artesas y
loza de Ráquira y de Chamba, entre una variedad de productos.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">Concluye que seguirá al frente de su negocio, todos los
días, hasta que el cuerpo aguante. Visualiza, que a futuro, tendrá que buscar
un empresario o empresaria, que con responsabilidad y experiencia, de
continuidad a un patrimonio familiar de toda una vida, como la mayoría en este
complejo artesanal.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">Matrona
Rosalba<o:p></o:p></span></b></p><p class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"></b></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhYxVO1D2MO15JRNDD3lRljL1dpUcRE0ondb_d8bd6jTjqUWXnB5shsIE5bdZzqw0XynZr1ENYEhAJkemsBq6Mb0-PDzo9braYBXJTRrzwMJ5svLVvr-mPptxFz5Y4MmEcJOIQZSQvMozl7cki29vNlInGf1NMCytHNifjuAsAX7T4AdH9zWW0k9NA6/s4160/rivas%2016.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="3120" data-original-width="4160" height="480" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhYxVO1D2MO15JRNDD3lRljL1dpUcRE0ondb_d8bd6jTjqUWXnB5shsIE5bdZzqw0XynZr1ENYEhAJkemsBq6Mb0-PDzo9braYBXJTRrzwMJ5svLVvr-mPptxFz5Y4MmEcJOIQZSQvMozl7cki29vNlInGf1NMCytHNifjuAsAX7T4AdH9zWW0k9NA6/w640-h480/rivas%2016.jpg" width="640" /></a></b></div><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><br /><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><i>La jefa de Artesanías de mi Tierra, mujer inspiradora y de armas tomar </i></span></b><p></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">Doña Rosalba Gutiérrez viuda de Sosa, hermana de don
Audelino Gutiérrez, frisa 83 años y cuenta 70 en el gran pabellón de la
mercadería popular del centro capitalino. Empezó de ceros, trabajando con su
hermano en el Rivas, al tiempo que cursaba bachillerato. También estudió
enfermería en el Hospital San Juan de Dios. A los 20 años se casó con don
Gonzalo Sosa (fallecido hace 22), a quien conoció en el mismo comercio, y entre
los dos abrieron local propio en el Colonial.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">De resaltar la vitalidad y la lucidez de esta venerable
señora, madre de tres hijos: Gonzalo, psicólogo, quien trabaja para Naciones
Unidas; y Martha y Luz Marina tras los mostradores de Artesanías de mi Tierra,
local 103, con 58 años de existencia. Martha, contabilista, de ritmo acelerado
y con una aguda visión para los negocios, madre de María Paula Moncada Sosa,
futura médica de la Juan N. Corpas. Luz Marina, profesional de hotelería y
turismo, dedicada al negocio familiar.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgH-8IfkfzQvKdDSwxfeo09H-UCfswuUiCeyz0EZG1z_UHpM3iJafiaThAVmvNJlbqdO9JMhYh0hAWlQAHEaBWM6spq3jqg3QGc7H7c2fN7yJxYiHx0UMzNED9ayqGAfpEOG67_1tuJJpz_H-wzcQDuCIeGbCz2Ofbq71x8AZo3uFN9vFNcCNJ-RTmg/s4160/rivas%2017.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="3120" data-original-width="4160" height="480" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgH-8IfkfzQvKdDSwxfeo09H-UCfswuUiCeyz0EZG1z_UHpM3iJafiaThAVmvNJlbqdO9JMhYh0hAWlQAHEaBWM6spq3jqg3QGc7H7c2fN7yJxYiHx0UMzNED9ayqGAfpEOG67_1tuJJpz_H-wzcQDuCIeGbCz2Ofbq71x8AZo3uFN9vFNcCNJ-RTmg/w640-h480/rivas%2017.jpg" width="640" /></a></div><br /><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><b><i>El gusto mayor que se ha dado doña Rosalba, ha sido el de viajar por el mundo</i></b></span><p></p><p class="MsoNormal"><span face="Arial, "sans-serif"" style="font-size: 12pt;">«Cuando llegué con mi hermano -relata doña Rosalba-, esto
era una zaguán inmenso. Conserva la misma baldosa. En la reja, los campesinos
parqueaban las bestias de carga. Vendían costales, lazos, enjalmas, canastos
para la plaza que quedaba al frente, zurriagos, juncos, colchones de fique y de
paja. En la esquina de la décima con décima, donde está el semáforo, era el
paradero del tranvía. Al lado la iglesia de la Concepción. Más abajo la agencia
de las flotas».</span></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">«Aquí en el Colonial funcionó la famosa Tipografía Prag,
en donde decían, mandaban a timbrar papelería del gobierno. También me acuerdo
del almacén de don Samuel Samacá, donde los campesinos compraban la camiseta
salchichón, las alpargatas de fique y los pantaloncillos de amarrar al dedo
gordo». <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">«Cuando llegué con Gonzalo, mi marido, a donde ahora
estamos, nos tocó contratar muchos viajes de tierra para nivelar el piso,
porque esto era un hueco. Venga le muestro -señala la doña en la pared-, lo que
quedó de un aljibe. La de nosotros ha sido una labor dura y de largo camino,
emparejada con el crecimiento de los hijos, de ahí su amor y compromiso por
hacer empresa».<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEijxAlaR32GxII0z7besKRVwCdEsM2otNPpHQYvu9HZq8BWIvkJEw6TExReke0MoetQ12sY-qLByZGRM7PYHIg2Yukeo4JKk-yRYvSs9DUVeTrzwxRLReGwg6f9BXikkfJ-SIrsvDfrLExBenid5PiTLT17OLilIJp2tSo5ziGwZhJP0z4wY48fVwry/s4160/rivas%2012.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="3120" data-original-width="4160" height="480" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEijxAlaR32GxII0z7besKRVwCdEsM2otNPpHQYvu9HZq8BWIvkJEw6TExReke0MoetQ12sY-qLByZGRM7PYHIg2Yukeo4JKk-yRYvSs9DUVeTrzwxRLReGwg6f9BXikkfJ-SIrsvDfrLExBenid5PiTLT17OLilIJp2tSo5ziGwZhJP0z4wY48fVwry/w640-h480/rivas%2012.jpg" width="640" /></a></div><br /><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><i><b>Doña Rosalba, abrigada por sus hijas Martha y Luz Marina, y su nieta María Paula </b></i></span><p></p>
<p class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">-¿Pero
se ha dado gusto, doña Rosalba?<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">«Cómo que si qué... ¿A qué viene uno a este mundo? Yo
digo que a educarse, comer bien, vestirse y viajar. Y eso sí que me gusta. Aquí
donde me ve conozco Roma, la Ciudad Eterna, Egipto, Argentina, Chile, algo de
Perú, Machu Picchu, México, Miami, y de Colombia, ni se diga. Para eso he
trabajado toda mi vida, para darme gusto. ¿Qué se lleva uno al final?: la
mudita de ropa y chao». <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">El fuerte en el comercio de Artesanías de mi Tierra son
los trajes típicos para danza, de una variedad de regiones donde los bailes
folclóricos, por fortuna, siguen dejando huella. A la par de los vestidos, un
nutrido catálogo de sombreros, carrieles, ruanas, ponchos, mochilas, la wayú,
que<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>llevan para hacer obras de arte con
bordados, apliques y pedrería.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">En octubre, doña Rosalba Gutiérrez viuda de Sosa
completará 84 años, y espera celebrarlos con el mismo jolgorio del año anterior:
mariachi a todo dar, buena comida, rodeada de sus hijos y nietos.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">-¿Cuál
es el secreto de su vitalidad, doña Rosalba?<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">«Una vida sana, tranquilidad de conciencia, el amor de mi
familia, venir todos los días al almacén, sentirme útil y positiva todavía, y
la protección y la bendición de los doce apóstoles, San Nicolás de Tolentino,
la Virgen Santísima y el espíritu santo».<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">-Qué
platos son de su predilección?<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">«Extraño la fritanga de La Pepita y el cordero al horno
de El Maracaibo».<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">-¿Y
todavía se toma su cervezas?<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">«Nunca tomo cerveza. De vez en cuando, para una ocasión
especial, una champaña o un whisky».<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">Me inspira la poderosa energía que irradia matrona
Rosalba. Cuadro las últimas fotos con ella, sus hijas y su nieta, y antes de
despedirme le estrecho un abrazo y ella me concede su bendición.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">Entre
bregas<o:p></o:p></span></b></p><p class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"></b></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi0tmmDB4-YmefzC6xyXcVZgkaWH8bhQMvL2NbZdvaRx1Y_6dpw2fmmODLj1bi9uHSwElvrDEfsCBWUmGcphIASZXGetUx3UQ5rXWIKaeoZfkxIIdY68nAIV-EYS9JHt_J0bfm5-TZG1ccmhi-ncyE0AEvA5CSSKXIoe50QtnKXsOh5Q3ZUocKzEZBu/s4160/rivas%2007.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="3120" data-original-width="4160" height="480" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi0tmmDB4-YmefzC6xyXcVZgkaWH8bhQMvL2NbZdvaRx1Y_6dpw2fmmODLj1bi9uHSwElvrDEfsCBWUmGcphIASZXGetUx3UQ5rXWIKaeoZfkxIIdY68nAIV-EYS9JHt_J0bfm5-TZG1ccmhi-ncyE0AEvA5CSSKXIoe50QtnKXsOh5Q3ZUocKzEZBu/w640-h480/rivas%2007.jpg" width="640" /></a></b></div><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><br /><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><i>El arduo camino de doña Carmencita: toda una vida de esfuerzos y sacrificios</i></span></b><p></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">Doña María del Carmen Páez, oriunda de Gachetá,
Cundinamarca, está próxima a cumplir 83 años y 63 en el corredor del Paul. A su
edad, refleja el brío y la templanza de las mujeres que superan a pundonor los
tropiezos, el infortunio y la fatalidad. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">En estas bregas de la vida está desde la adolescencia.
Quería ser maestra de escuela, pero sus padres no contaban con recursos para
darle educación. Cuando su abuelo materno la trajo a trabajar a Bogotá, lo
único que traía, además del joto de ropa, era un taller de costuras que había
cursado con las monjas de la comunidad Siervas de Cristo Sacerdote.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">En una mueblería de Chapinero (63 con Caracas, de la
Bogotá de principios de los 60) la recibieron para acordonar tela de colchones.
Recuerda que doña Anita de Tenjo, su patrona, al ver la destreza de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Carmencita</i>, como la llamaba, la trasladó
al almacén del Pasaje Rivas, que requería más trabajo.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">Allí inició su carrera en el mundo de los negocios,
primero como empleada a sueldo, y con el tiempo y la evolución de la mercancía,
como emprendedora y propietaria de su marca: <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Típicos Almacén Carmenza</i>, especializado en cestería, vasijas de
arcilla y artesanías de fique y madera.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">Madre cabeza de familia después de un matrimonio que duró
dieciséis años, doña Carmenza ha visto por los ojos de sus cuatro hijos, uno
que falleció de cáncer a temprana edad (el golpe más duro que ha sentido en su
vida); una odontóloga, y dos que siguieron sus pasos en el comercio de las
artesanías: Carmenza Elizabeth y Omar, al frente de sus propios locales. Curada
de toda adversidad, la admirable dama rubrica su ejemplar testimonio con una
tierna mirada y su dulce sonrisa.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiswvXEZjtRElLnA7T3wu-4uAS0HWQNGSchckwDWNJGoolqmXiFzuE9mC37wSTuR9gSt31QlEldypusEGYcDrfpepMlPJSoCdRPSHDvw5p0YD-5w0amLn2jfrHgyWf12MR7fjpAkYb-wf6n5cB4vKthVHREBFpULu6XsT-I67uQ2dCX9oBWzXMGuyRb/s4160/rivas%2008.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="3120" data-original-width="4160" height="480" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiswvXEZjtRElLnA7T3wu-4uAS0HWQNGSchckwDWNJGoolqmXiFzuE9mC37wSTuR9gSt31QlEldypusEGYcDrfpepMlPJSoCdRPSHDvw5p0YD-5w0amLn2jfrHgyWf12MR7fjpAkYb-wf6n5cB4vKthVHREBFpULu6XsT-I67uQ2dCX9oBWzXMGuyRb/w640-h480/rivas%2008.jpg" width="640" /></a></div><br /><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><b><i>Doña María del Carmen Páez y su hija Carmen Elizabeth en su almacén de artesanías</i></b></span><p></p>
<p class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">130
años<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">Es sábado 18 de febrero de 2023, y el Pasaje Rivas se ha
despertado con manojos de globos y serpentinas. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">Del entramado de vigas y columnas de madera penden
hermosas hamacas multicolores. También se ha dispuesto de una mesa de madera,
mantel blanco, decorada con canastos y floreros de cerámica para que el padre
Miguel Ángel Hernández, rector del templo de La Concepción, oficie la misa de
celebración. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">Al presbítero lo acompaña el abogado Juan Carlos Mahecha,
y el coronel retirado de la Armada Nacional Horacio Zea Zuluaga, hijo de doña
Tulia Zuluaga de Zea (95 años), propietaria del Pasaje Rivas.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">El coronel está vestido para la ocasión. No con el
elegante traje marcial de insignias, heráldicas y charreteras, sino a la usanza
de los campesinos paramunos de la región andina: pantalón de dril color beige,
camisa de algodón azul oscura, ruana de lana de chivo, sombrero y zurriago.<o:p></o:p></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEixU6wcv5YDWLnujC6EOOgf3a9hRx9u6JXxLfml0E1AkvOxbF7lTnO7J66ncr7-QWDniadkLqgeQ1AOKw2oT6ykHgNPImGpaa756MSSztfRLAFPzP1MIxgRl3Tt5CtP0rtle7O7YFUjkjTyH3lcL5FGtispMOh12Qh58OloNaJL_k5PsRZW_CSeViXb/s1600/rivas.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1200" data-original-width="1600" height="480" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEixU6wcv5YDWLnujC6EOOgf3a9hRx9u6JXxLfml0E1AkvOxbF7lTnO7J66ncr7-QWDniadkLqgeQ1AOKw2oT6ykHgNPImGpaa756MSSztfRLAFPzP1MIxgRl3Tt5CtP0rtle7O7YFUjkjTyH3lcL5FGtispMOh12Qh58OloNaJL_k5PsRZW_CSeViXb/w640-h480/rivas.jpg" width="640" /></a></div><br /><p class="MsoNormal"><span face="Arial, "sans-serif"" style="font-size: 12pt;"><b><i>El padre Miguel Ángel Hernández y el coronel (r) Horacio Zea Zuluaga</i></b></span></p><p class="MsoNormal"><span face="Arial, "sans-serif"" style="font-size: 12pt;">Antes de que inicie la eucaristía, le pregunto a Zea
Zuluaga que representa para él esta celebración de los 130 años del emblemático
Pasaje Rivas:</span></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">«Es motivo de orgullo y satisfacción celebrar esta fecha,
y ser testigo del entusiasmo, la dedicación y el sentido de pertenecía de este
grupo de comerciantes de muchos años, y de los más recientes, quienes han
contribuido a que el Pasaje Rivas se mantenga firme como lo que ha sido
siempre: un símbolo nacional de la cultura artesanal, del ingenio de las manos
laboriosas de nuestro país, que se multiplica en cadena tanto por la producción
como por la generación de empleo. De aquí viven muchas familias».<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">«Recordar que el Pasaje Rivas ha tenido momentos
difíciles en su historia, como la violencia del 48, cuando la turba ebria y desquiciada
intentó saquearlo e incendiario. El coraje de quienes estuvieron al frente de
sus negocios, no lo permitieron. A ellos, y a los que han hecho parte de este
conglomerado y ahora gozan de la vida eterna, nuestro sentido y respetuoso
homenaje de gratitud».<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">Al final, con la bendición y el “podéis ir en paz”, vísperas
de la fiesta de San José, patrono de los artesanos, la comunidad del Pasaje
Rivas repartió buñuelos, colaciones, almojábanas, en fraterno acción de gracias
por todo lo vivido y por los años venideros. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">Es que el Pasaje Rivas tiene hasta ruta y paradero del
SITP, como lo tuvo el tranvía en tiempo añejo. ¡Feliz 130 años, y que suenen ‘puercas’,
campanitas, matracas y calabazos!<o:p></o:p></span></p>Ricardo Rondónhttp://www.blogger.com/profile/02023732023252028316noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6403704431056921554.post-34006674882528116242023-02-22T11:29:00.004-05:002023-02-22T16:47:01.958-05:001.200 viajes a paso de mulas para construir una escuela en Labranzagrande, Boyacá <p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjuzrUq26WJq7Mc2PKI1-j1rUuB_ABh-LwL6SEbv_9LpR8MayCYTGn5iExT4LtiBu7EUytAe3XmJhUB4t9dts2CXdAueG4jZ0FLc8SUi1HxlVPB1t-MpnQ7d4LurCzZSMcxH0N2H5IehOpWYziN0VJzrOz4LWzPynxS4IyRJSvy-LBxvvazS9BUIe2J/s1600/labra%203.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="778" data-original-width="1600" height="312" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjuzrUq26WJq7Mc2PKI1-j1rUuB_ABh-LwL6SEbv_9LpR8MayCYTGn5iExT4LtiBu7EUytAe3XmJhUB4t9dts2CXdAueG4jZ0FLc8SUi1HxlVPB1t-MpnQ7d4LurCzZSMcxH0N2H5IehOpWYziN0VJzrOz4LWzPynxS4IyRJSvy-LBxvvazS9BUIe2J/w640-h312/labra%203.jpg" width="640" /></a></div><br /><p></p><p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">Crónica
monte adentro del humilde profesor rural Germán Yanquén Ávila, y del milagro
representado en un plantel digno para sus niños, gracias a una llamada que hizo
a la W Radio.<o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">Ricardo
Rondón Chamorro<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">Fotos: W Radio y archivo particular <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">«Hace tres años, cuando llegué a esta mediagua sucia y
abandonada, porque de escuela no tiene presentación, vi que los vidrios de las
ventanas estaban rotos. El único baño estaba hecho un muladar, con un hedor
insoportable». <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal"><span></span></p><a name='more'></a><p></p><p class="MsoNormal"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">«Al levantar la colchoneta que me serviría para dormir,
encontré enroscada una serpiente talla X, de las más venenosas. La salvación
fue que llegué de día, porque de lo contrario no lo estaría contando. Me tocó
matarla con una tabla». <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">«Por la noche, agotado del viaje, dispuesto a descansar,
sin electricidad, alumbrado por una linterna y un cabo de esperma, recibí una
bienvenida de murciélagos con su aletear pavoroso. Me di cuenta que eran muchos
por la cantidad de ojos que titilaban».<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">El espeluznante relato, como arañado de la imaginación de
Poe o de Lovecraft, es del profesor Germán Ricardo Yanquén <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Ávila, 48 años, oriundo de Tunja, una suerte
de apóstol de la educación rural en riesgosas y apartadas regiones del departamento
de Boyacá.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><span face="Arial, "sans-serif"" style="font-size: 12pt; text-align: left;">El país se enteró del drama del profesor Yanquén por una
llamada que él hizo a la emisora W Radio, el 8 de abril de 2022, a las 5:50 de
la mañana, con la fe fincada en la donación de una batería de panel solar para
reemplazar la que se la había dañado, ya que es el único recurso que le provee
de electricidad.</span></div><p></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">La petición del docente tomó vuelo noticioso por la
entrevista del director Julio Sánchez Cristo, que arrojó un testimonio
impresionante y desolador ante las precarias e indignas instalaciones en las
que el maestro dictaba sus clases.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">Yanquén explicó las coordenadas de la escuela, de difícil
acceso, ubicada en la vereda Guayabal, sector Cueta, zona montañosa de
Labranzagrande, nororiente de Boyacá, a media hora en carro o en moto, hasta
donde termina la carretera, y de ahí, cuesta arriba por trocha, hora y media a
pie o en semoviente.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">El profesor recalcó en la necesidad de la batería del
panel solar, o del mantenimiento del mismo, imprescindible para él y sus
alumnos: "Aquí vivimos como en 1930 o 1940: sin luz y sin agua potable. Yo
cocino y duermo en la escuela y de noche me toca alumbrarme con linterna o
esperma", señaló el educador.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">También precisó en los sacrificios que tienen que hacer
los niños para cumplir con sus clases, cruzando caños y quebradas por puentes
maltrechos, en un trayecto de más de una hora, que en época de invierno es
imposible transitar.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">Primeras
soluciones<o:p></o:p></span></b></p><p class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"></b></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjoyggKC_R-SwBBp2quP2TwtjwBxpiXc9VtG2oB51MKx4prHKVYrl8ucds3sEG2tRyGIiAZfUjJ7FkCvj-r4-jkAMCeNsPNid8ob5mLh-HkCXJP40u3Xn8ryL74vq45R-OElxj6rhDCTTTtNZiVflr03j1RGb5OAZB3jl22L96Hr8sg8zuL-gQpVX13/s1600/IMG-20230221-WA0004.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1200" data-original-width="1600" height="480" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjoyggKC_R-SwBBp2quP2TwtjwBxpiXc9VtG2oB51MKx4prHKVYrl8ucds3sEG2tRyGIiAZfUjJ7FkCvj-r4-jkAMCeNsPNid8ob5mLh-HkCXJP40u3Xn8ryL74vq45R-OElxj6rhDCTTTtNZiVflr03j1RGb5OAZB3jl22L96Hr8sg8zuL-gQpVX13/w640-h480/IMG-20230221-WA0004.jpg" width="640" /></a></b></div><p></p><p class="MsoNormal"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><b><i>Hora de almuerzo en el nuevo comedor de la escuela, iluminado y en condiciones dignas</i></b></span></p><p class="MsoNormal"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">Finalizada la entrevista, del sombrero de prestidigitador
de Sánchez Cristo fueron aflorando las primeras ayudas: dos paneles solares de
última tecnología, donados por Vicente Casas, de Rancho Aparte, además de
útiles escolares, ropa y botas pantaneras. Un televisor, un congelador y
mercado, obsequios de la señora Patricia Estefan. Una nevera de parte de don Juan
Carlos Arango. Cinco <i style="mso-bidi-font-style: normal;">tablets </i>enviadas
por doña Margareth Ojalvo. Dos cajas de libros (didácticos, preescolar,
novelas, cuentos para colorear), aporte de don Felipe Ossa, de la Librería
Nacional. Un kit escolar de Nelson Pacheco, ingeniero de sonido de la W.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">Pero la extraordinaria noticia se dio a conocer quince
días después de Semana Santa de 2022: El grupo empresarial Ethuss, de la
familia Vélez, a través de la funcionaria Ángela Villegas, le comunicó al
profesor Germán Ricardo Yanquén Ávila que se comprometía a brindarle una
escuela con instalaciones dignas y adecuadas.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">Dicho y hecho. A los veinte días del feliz anuncio
-constata el profesor Yanquén-, llegaron un arquitecto, un ingeniero de suelos
y un representante de la firma constructora Su Casa, a poner manos en la obra.
Pidieron el favor a padres de familia y campesinos de la vereda que emparejaran
el suelo para sentar la placa donde se levantaría la edificación.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">Transcurrido un mes, empezaron a llegar los materiales
cargados en diez mulas que fueron contratadas a un arriero del pueblo. En
total, los animales hicieron 1.200 viajes de arena, gravilla, cemento, y las
placas prefabricadas de concreto, con un peso aproximado de 35 kilos cada una.
La obra fue terminada en diciembre de 2022, y se inauguró el jueves 16 de
febrero de 2023.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">Ese día, el de la entrega oficial, como en la 'Fiesta' de
Serrat, los potreros circundantes de la nueva escuela se llenaron de banderas y
colorines, de pancartas alusivas a la W Radio y a las firmas y personas
donantes, con emotivos mensajes de agradecimiento. Maestro, padres de familia y
vecinos de la vereda lucieron sus mejores galas para celebrar el
acontecimiento: <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">Una escuela con un área de 275 metros cuadrados, techado
de Eternit, <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>plena de iluminación, con
enchapes, baldosas, acabados, pintura, que comprende un amplio salón de clases
dotado de mesas y sillas para quince estudiantes, una habitación con baño
decente para el docente, otro para niños y niñas; una cocina con estufa de gas
y un comedor confortable y de buena ventilación.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">Por
los niños<o:p></o:p></span></b></p><p class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"></b></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiJKdrtb1rvDiu2nDvL3bk2nFJi_GDZtRIAAumN2Gcqw0I-WnbMw-z35h3lrYadK7kzU8P5KPp-ML0WBUKeak02rCN61Jg6JyksAFiwInru6clLds1u5SIzEJylPiR2edQsmrvEZA65Z4oL_sJfpdSs_UEOphRq7nTc1ehunSsyMBsE5L65A0zKv_IG/s780/labra%201.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="780" data-original-width="706" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiJKdrtb1rvDiu2nDvL3bk2nFJi_GDZtRIAAumN2Gcqw0I-WnbMw-z35h3lrYadK7kzU8P5KPp-ML0WBUKeak02rCN61Jg6JyksAFiwInru6clLds1u5SIzEJylPiR2edQsmrvEZA65Z4oL_sJfpdSs_UEOphRq7nTc1ehunSsyMBsE5L65A0zKv_IG/w580-h640/labra%201.jpg" width="580" /></a></b></div><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><br /><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><i>El profesor Yanquén entregando a los niños las oportunas donaciones</i></span></b><p></p><p class="MsoNormal"><span face="Arial, "sans-serif"" style="font-size: 12pt;">Al acto inaugural de la moderna escuela asistieron los
representantes del Grupo Ethuus y de la constructora Su Casa; periodistas de la
W Radio, el coronel Alexis Cárdenas, del Batallón Tarquí; el cura párroco de la
municipalidad, encargado de la eucaristía y la bendición del inmueble; el
educador Publio Suárez de la Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia
UPTC (director de tesis del profesor Yanquén); Erika Paola Peña, alcaldesa de
Labranzagrande, y la rectora delegada de la Secretaría de Educación de Boyacá.</span></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">Es importante aclarar, como lo hace constar el profesor
Yanquén, que ni la señora alcaldesa ni la rectora hicieron nada por la escuela:
«Yo duré más de un año pidiéndoles el favor de que nos socorrieran una batería
o nos ayudaran con el mantenimiento del panel solar, pero nunca me pararon
bolas, por aquí no apareció nadie». Como quien dice, las ilustrísimas damas
solo arribaron para la foto, como suele suceder en estos casos.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">El profesor Yanquén pronunció las palabras de
agradecimiento a la W Radio, a su director Julio Sánchez Cristo y a su equipo
de trabajo, «porque si no hubiera sido por ellos no se habría logrado concretar
este anhelado sueño, que fue posible gracias al Grupo Empresarial Ethuss, a la
constructora Su Casa, y a todas las personas de buen corazón que se
comprometieron con esta causa, incluido el Ejército Nacional que nos colaboró
con seguridad y logística, y que se echó al hombro gran parte de los
materiales».<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgRiU4aIf_wVzgBVhbGEXZGajDFKBytZMxNNi7V_jr3sjbfi-VjnKensq0rkq9SZL7LBKYs1UWr7QliUM2PHXSVauavj-AJ3cOQRD6kw_Ts5wJCHY4K4xAxSOotKHsSBKgdRrtVBRToj3f-tTQGe7qlRoHWh_zKmvGJbHk7E3BZ_YgrvrF7CckxMaRV/s1280/IMG-20230221-WA0007.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="720" data-original-width="1280" height="360" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgRiU4aIf_wVzgBVhbGEXZGajDFKBytZMxNNi7V_jr3sjbfi-VjnKensq0rkq9SZL7LBKYs1UWr7QliUM2PHXSVauavj-AJ3cOQRD6kw_Ts5wJCHY4K4xAxSOotKHsSBKgdRrtVBRToj3f-tTQGe7qlRoHWh_zKmvGJbHk7E3BZ_YgrvrF7CckxMaRV/w640-h360/IMG-20230221-WA0007.jpg" width="640" /></a></div><br /><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><b><i>Mensaje elaborado en cartulina por los niños de la vereda </i></b></span><p></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">Al final, conmovieron las palabras de la alumna Nancy
Mireya Chaparro, de ocho años, quien pronunció de memoria un sentido texto
redactado por su profesor. Acto seguido, los oferentes invitaron a compartir el
asado de una novilla obsequiada por los campesinos Próspero Durán y Ángel
Parasica, vecinos de la vereda. Remató la comilona un brindis con masato.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">«Ninguna persona se cruza con otra por algo innecesario –argumenta
el profesor Yanquén- <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Si Dios me trajo
aquí fue por algo. El año pasado, después de la llamada a la W Radio, en la que
estuve insistiendo más de media hora para salir al aire, y del buen pálpito que
me produjo hablar con don Julio Sánchez, convoqué a los niños que llegaron esa
mañana a clase».<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">«Niños, les dije, roguemos porque esta llamada sea para
beneficio de todos. Y Dios oyó nuestro ruego. Él sabe disponer de los
instrumentos para lograr lo imposible. Si no hubiera sido por la atención que
nos prestó don Julio, y todo lo que vino después gracias al buen corazón de los
donantes, seguiríamos como en 1930 o 1940. Los milagros existen, y aquí estamos
celebrando uno de ellos».<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">Poderosa
historia<o:p></o:p></span></b></p><p class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"></b></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjva4tnwW2g8KLjKDjg_AmVZ_B1eqRRBjRAz5i72HEZjzvokUkw5F0SS127_63tdOLf_ltjWMoGvI_N1Ws-ZY6-C7NJPo4p2QHxhV8ULs4A-usyNxvAuqFA5yQcy3POB03giOGzm7prSMe-8x9squMNukGi7NQjo7f7JXRKYrIJmv5Wlb_fcr_iukC2/s1600/labra%207.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1200" data-original-width="1600" height="480" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjva4tnwW2g8KLjKDjg_AmVZ_B1eqRRBjRAz5i72HEZjzvokUkw5F0SS127_63tdOLf_ltjWMoGvI_N1Ws-ZY6-C7NJPo4p2QHxhV8ULs4A-usyNxvAuqFA5yQcy3POB03giOGzm7prSMe-8x9squMNukGi7NQjo7f7JXRKYrIJmv5Wlb_fcr_iukC2/w640-h480/labra%207.jpg" width="640" /></a></b></div><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><br /><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><i>Yanquén representa la humildad, el esfuerzo y la vocación de los maestros rurales</i></span></b><p></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">Detrás del relato épico del modesto profesor rural que
ejerce su noble misión en las montañas de Labranzagrande, capital de la
provincia de La Libertad, a 210 kilómetros de Tunja, hay una historia de
fortaleza, sacrificios, resistencia y entera vocación por la enseñanza.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">«Lo más triste fue la infancia –relata el maestro-.
Éramos catorce hermanos (once vivos en la actualidad). Vivimos una dura pobreza.
Mi padre, analfabeta, panadero de oficio, con serios problemas de alcohol,
llegaba borracho en la noche a pegarle a mi madrecita, que ayudaba con el
sustento lavando ropas en la vecindad. Eso fue lo más doloroso».<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">«Para colaborar en la casa, porque mi papá nos sacaba en
cara la comida y hasta los cuadernos y los lápices, empecé a trabajar en
construcción. A los quince años, después de terminar el 9° grado, me fui a
Bogotá a buscar otros rumbos».<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">«Con unos ahorros, alquilé una habitación en el barrio La
Victoria y me puse a buscar trabajo. En vista de que no me salía nada, recurrí
a vender bolsas de plástico por barrios y laderas de Ciudad Bolívar. Con ese
rebusque logré terminar el bachillerato en un colegio distrital de San
Cristóbal sur, en la jornada nocturna».<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">«Conseguí trabajo en una empresa de vigilancia privada,
pero mi ilusión era ser profesor. Y me fijé esa meta. Laborando como celador y
cursando mi carrera a distancia en la Universidad Pedagógica y Tecnológica de
Colombia (UPTC), logré mi título de Educación básica. Ocupé el primer puesto
entre 33 estudiantes, y me gradué por ventanilla porque no tuve para comprar el
vestido de la ceremonia».<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">«En medio de todas las dificultades que me ha tocado
pasar y de las adversidades que con esfuerzos he podido superar, no guardo
rencores con la vida ni con nadie, ni siquiera con mi padre, que tanto nos hizo
sufrir, sobre todo a mi madrecita. Pienso que él de niño también padeció la
violencia de casa, y careció de ese gran derecho que es el de la educación».<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">Apostolado<o:p></o:p></span></b></p><p class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"></b></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjFhmHbGpywdeCJZ7OR3Ij1AH69MmSdvaryRyF_ZLC7pJKKx48tGAcEmja1vgfiTEnWGe76HNK2mcyFnj8pCSCfcmjiA1-UmrUiOOfxQNcpCt-M_ynfw2KD9TNPniD2Ye25EX9JHiPMVVE2taWXtLd_zVqkW-HC0tBFIIHi_e6ytveuJ8Y7VqSGQIPl/s769/labra%205.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="769" data-original-width="683" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjFhmHbGpywdeCJZ7OR3Ij1AH69MmSdvaryRyF_ZLC7pJKKx48tGAcEmja1vgfiTEnWGe76HNK2mcyFnj8pCSCfcmjiA1-UmrUiOOfxQNcpCt-M_ynfw2KD9TNPniD2Ye25EX9JHiPMVVE2taWXtLd_zVqkW-HC0tBFIIHi_e6ytveuJ8Y7VqSGQIPl/w568-h640/labra%205.jpg" width="568" /></a></b></div><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><br /><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><i>El profesor y su señora esposa Marlén Mendivelso Duarte</i></span></b><p></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">Sin embargo, con su título y el estímulo de haber
alcanzado el primer puesto de graduación, al profesor Yanquén le fue difícil al
principio conseguir trabajo como maestro. Gracias a su experiencia en
seguridad, encontró empleo como coordinador de vigilancia de la Siderúrgica de
Tuta, Boyacá, pero le mortificaba no poder ejercer en lo que estudió.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">A fuerza de golpear puertas, inició su periplo por
escuelas veredales de Labranzagrande, desprovistas de las condiciones y
herramientas esenciales para una educación digna, donde además de cumplir a sus
clases, le tocaba cocinar para sus estudiantes.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">«Era de tal grado la situación de pobreza, que aportaba
de mi sueldo para comprarles ropa y alimentos a los niños. Me acordé de mi
infancia y de las necesidades que teníamos, como cuando a mi madrecita le
regalaban ropa usada en las casas donde ella lavaba, y esa era la que nosotros
'estrenábamos'».<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">«Incluso, compré dos ovejas para adelantar un proyecto de
productividad con los estudiantes, en la medida de su reproducción, con el
propósito de recaudar recursos para el sostenimiento de la escuela, y la
alimentación de los niños. Eso fue en la vereda La Lorena, que de la cabecera
municipal a la escuela, se gastan seis horas en mula».<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj-ahr03VQ5RXdu4jSXmT4uj3wtJIVnpD8NgavzOm5ntXv6HlGWRdVVCXDEtgK311RUIa12X_In9NwQ7LFAkwQ92HgzWmzE6vBybEUr0xmZq8_XNGjAeoJOXa2jCEbTcmhzpbyTaXFCX7vQ3W3f8v2mRqK70c39mtzA7EXlKFvwZOsMad0Ezb8GwZBl/s1600/labra%206.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1200" data-original-width="1600" height="480" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj-ahr03VQ5RXdu4jSXmT4uj3wtJIVnpD8NgavzOm5ntXv6HlGWRdVVCXDEtgK311RUIa12X_In9NwQ7LFAkwQ92HgzWmzE6vBybEUr0xmZq8_XNGjAeoJOXa2jCEbTcmhzpbyTaXFCX7vQ3W3f8v2mRqK70c39mtzA7EXlKFvwZOsMad0Ezb8GwZBl/w640-h480/labra%206.jpg" width="640" /></a></div><p></p><p class="MsoNormal"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><b><i>1.200 viajes a paso de mulas para construir la moderna escuela que hoy es motivo de felicidad en la vereda</i></b></span></p><p class="MsoNormal"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">«Son muchas las barreras que toca sortear, pero una de
los más agotadoras y frustrantes ha sido la indiferencia de la secretaría de
educación con las escuelas rurales. Es como si uno, como profesor, estuviera
pagando un castigo. La actitud déspota de los directivos a los docentes
provisionales es un reflejo de acoso laboral por la ineptitud y los oídos
sordos ante nuestro clamor».<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">«Llevo once años trabajando en Labranzagrande, y gracias
a Dios ahora estamos muy felices de contar con escuela nueva, porque esta sí es
una escuela de verdad, pero aspiro a un traslado a Sogamoso, donde vive y
trabaja mi esposa Marlén Mendivelso Duarte, que labora en una inmobiliaria.
Ella ha sido mi mayor respaldo, y es momento de corresponderle como se debe:
viviendo a su lado».<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">Escuela
nueva, vida nueva<o:p></o:p></span></b></p><p class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"></b></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjxbsjEOANVLYWuFPB4XpEyfn7fIeUO8y-wLzsi3H6E6YSrrAtHt-B8uedQAvC_qABABLCdzUisn0lEq14-kSIiyOdzsldRTHHSFM4kiAbRHfoXdcPbPF2MC1hV_bfVe-V09YDWHzhHAsdnv0Ah3AsQsHkBW6WGZs-YFWLcJKZa1FQi3dT68vP2yzwb/s1280/labra%208.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="960" data-original-width="1280" height="480" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjxbsjEOANVLYWuFPB4XpEyfn7fIeUO8y-wLzsi3H6E6YSrrAtHt-B8uedQAvC_qABABLCdzUisn0lEq14-kSIiyOdzsldRTHHSFM4kiAbRHfoXdcPbPF2MC1hV_bfVe-V09YDWHzhHAsdnv0Ah3AsQsHkBW6WGZs-YFWLcJKZa1FQi3dT68vP2yzwb/w640-h480/labra%208.jpg" width="640" /></a></b></div><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><br /><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><i>El nuevo salón de clases que tiene felices al profesor y a sus estudiantes</i></span></b><p></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">El lunes 20 de febrero de 2023, a primera mañana,
iniciaron las clases en la nueva escuela. De la otra, la abandonada, la que
hasta hace una semana honró con su nombre al lancero Valentín García por su
gesta libertadora, dice el profesor que los vecinos de la vereda ya hablaron
para destinarla como sede comunal. Mucha varilla, cemento y pañete tendrán que
invertir para su remodelación. Si es que se cumple el propósito.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">Le comento al profesor que la nueva escuela debería
llevar su nombre: Germán Ricardo Yanquén Ávila, como lo sugirió Julio Sánchez
Cristo, y antes de que la señora alcaldesa y la delegada de educación se
adelanten a bautizarla con sus nombres. Nada raro sería. El maestro esboza una
sonrisa.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">En la mañana de estrene, cuando los niños llegaron,
quedaron asombrados y corretearon por todo lado en feliz algarabía. «Ayudaron a
hacer aseo y luego trabajamos en matemáticas y sociales. En el descanso, no
cabían de la felicidad contagiosa que seguimos viviendo», apunta el profesor.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgy8MqhJ6jHZErTWr7rj6KqS8drMGjoaIqmmXhyIiAgqHr5mv8D4Z7PX8VFPLdzWevy45YXV72SRA_cp4XVFzvi64GsvIH1IC7536fwgiuK4PoBg-oS48yZwkBp-zIrgI7vgt94z3lEn1nSrCgVitO-cujfXAAW0XLNBHykrAIVRzq-d8Qzn4hqc1cE/s1100/labra%204.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="699" data-original-width="1100" height="406" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgy8MqhJ6jHZErTWr7rj6KqS8drMGjoaIqmmXhyIiAgqHr5mv8D4Z7PX8VFPLdzWevy45YXV72SRA_cp4XVFzvi64GsvIH1IC7536fwgiuK4PoBg-oS48yZwkBp-zIrgI7vgt94z3lEn1nSrCgVitO-cujfXAAW0XLNBHykrAIVRzq-d8Qzn4hqc1cE/w640-h406/labra%204.jpg" width="640" /></a></div><i><b><span style="font-family: arial;">El saludo de gratitud y bienvenida de los humildes pobladores veredales</span></b></i><p></p><p class="MsoNormal"><span style="font-size: 12pt;">Una alegría por años represada, como lo refleja en su
mirada y en sus palabras la niña pilosa de tercer grado, Nancy Mireya Chaparro,
que dice que cuando grande quiere ser médica: «Estamos muy contentos, les
agradecemos mucho, todo quedó muy bonito, iluminado, que diosito les pague».</span></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">En una de las paredes blancas de la nueva escuela se
aprecia en letras grandes un mensaje que ojalá les quedé sonando a los
negociadores de paz en la actualidad, una más de las interminables negociaciones
que quedan en ascuas en Colombia: un discurso, una firma y una foto con un
estrechón de manos. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">El mensaje, que el maestro Yanquén menciona, fue un
aporte del Grupo Empresarial Ethuus:<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">«La educación es el arma más poderosa que puedes usar
para cambiar el mundo». <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">Nadie como el profesor Yanquén para tener clara dicha
máxima en su arraigada vocación, de la que hoy es símbolo inspirador. Él, que ha
sufrido la cruda pobreza, la indiferencia, el rechazo, la ineptitud y la
lentitud del Estado, y que pese a todo, en la soledad de sus días, monte
adentro, firme y honroso, continúa con su apostolado por lejanas montañas de
Labranzagrande. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">En la tierra hay santos inéditos de carne y hueso, de quienes
seguramente no dará cuenta el Vaticano.<o:p></o:p></span></p>Ricardo Rondónhttp://www.blogger.com/profile/02023732023252028316noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6403704431056921554.post-49303635126967210402023-01-28T12:06:00.000-05:002023-01-28T12:06:42.758-05:00“El fútbol es el reflejo de la vida misma, todos los días se gana y se pierde”: Hernán Peláez Restrepo<p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhy_217LXRSIUnt65WDFR8rca7uAsohE96pYO1LGO1S5eN3pLglv_xYK6yLuEHt3OfLVRi331ByVvpQ3K-8gddop3UKMTyoVkCWDgaA7jsDGJaP3KF4ymHi6yWZG79eOnZ0ZpQ_GF-JAtLmHjeLwH03WJj8on0rgbT3tCUo95qciOpfwI95UCA7Zk2b/s640/pelaez%2011.webp" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="400" data-original-width="640" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhy_217LXRSIUnt65WDFR8rca7uAsohE96pYO1LGO1S5eN3pLglv_xYK6yLuEHt3OfLVRi331ByVvpQ3K-8gddop3UKMTyoVkCWDgaA7jsDGJaP3KF4ymHi6yWZG79eOnZ0ZpQ_GF-JAtLmHjeLwH03WJj8on0rgbT3tCUo95qciOpfwI95UCA7Zk2b/w640-h400/pelaez%2011.webp" width="640" /></a></div><br /><p></p><blockquote style="border: none; margin: 0 0 0 40px; padding: 0px;"><p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: left;"><span style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;"><i>80 preguntas en el cumpleaños 80 del legendario y polifacético maestro
de la radio, el mejor comentarista de fútbol en Colombia</i></span></p></blockquote>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><span style="color: #222222; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;"><o:p><i> </i></o:p></span><b><span style="color: #222222; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;">Ricardo Rondón Chamorro</span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><span style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;">(Fotos: archivo particular)</span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><span style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;">Hernán Peláez Restrepo (el ‘doctor Peláez’), se asoma este domingo 29 de
enero de 2023 a los 80 años, con el recuerdo febril del niño que descubrió la magia
de la esférica, cuando su padre, don Ernesto, ebanista y pintor, lo llevó por
primera vez al Pascual Guerrero a ver un cotejo entre Cali y River. De ahí en
adelante, el infante detrás del balón, y con el correr de los tiempos, el
maestro detrás de los micrófonos.</span></p><p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><span></span></p><a name='more'></a><p></p><p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><span style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;">Arraigado cultor y enciclopedista de fútbol, y dueño de una memoria
privilegiada como para recordar de un tirón las alineaciones de equipos de los
años 60, Peláez Restrepo ha hecho del mayor espectáculo de multitudes un estilo
de vida, un 'vicio incorregible', en sus palabras, y desde distintos flancos:</span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><span style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;">“Lo jugué, lo vi, lo comenté en todos los medios: radiales, televisivos,
impresos”: 23 años como columnista en El Tiempo, y luego en El Espectador, y en
publicaciones internacionales como la prestigiosa revista El Gráfico, de
Argentina. Además de tres libros de su autoría: 'Nuestro fútbol: (1948-1976),
'Los mundiales de fútbol ' y 'El milagro del fútbol colombiano'.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><span style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;">“Los periodistas deportivos son unos antropófagos. Al único que respetan
es a Hernán Peláez. Hernán es sinónimo de carácter, sabiduría, honestidad y
rectitud”, resume Yamid Amat en el libro 'Las historias de Hernán Peláez',
escrito por quien fuera su compañero de mesa en La Luciérnaga: el periodista
Édgar Artunduaga.</span></p><p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgRlqlSQY7ihbORMSu4vqcWljEMR-6BVHkfCzqqbwOyQv-ul0Dco2r3h_nNeUOeCsdXWYtgVr9JOIoOqV0KPA3itavOzwEp8i9LznoVdMOOSHfthaSGYvg-b4y8T2fFraCWRiaom1uD7uhowUyA26JSyVE5sHGm8oUPxbrPIWZU7NUsvz4w65TUmqfP/s2717/pelaez%201.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="2085" data-original-width="2717" height="492" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgRlqlSQY7ihbORMSu4vqcWljEMR-6BVHkfCzqqbwOyQv-ul0Dco2r3h_nNeUOeCsdXWYtgVr9JOIoOqV0KPA3itavOzwEp8i9LznoVdMOOSHfthaSGYvg-b4y8T2fFraCWRiaom1uD7uhowUyA26JSyVE5sHGm8oUPxbrPIWZU7NUsvz4w65TUmqfP/w640-h492/pelaez%201.jpg" width="640" /></a></div><br /><span style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;"><i><b>El maestro con su familia: doña Beatriz Andrade y sus hijos Jorge Hernán, María Beatriz y José Manuel</b></i></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><span style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;">Lo de 'doctor Peláez' no es un remoquete impuesto a la ligera, o por el
mamagallismo mediático entre consolas y cabinas. Ingeniero químico de la
Universidad de América, Hernán Peláez Restrepo (Cali, 29 de enero de 1943), en
efecto lo es: “Doctor Honoris Causa en Comunicación Social y Periodismo”, título
conferido por la Universidad Autónoma del Caribe (Barranquilla), en 2011. Siete
años atrás, había recibido la máxima distinción del Premio Nacional de
Periodismo Simón Bolívar, en la categoría: Gran Premio a la Vida y Obra de un
Periodista, entre decenas de congratulaciones. </span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><span style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;">Frente a micrófonos, la química del doctor Peláez no tiene que ver con
fórmulas y aleaciones de elementos de la tabla periódica del científico
ruso Dimitri Mendeleev. Lo suyo es una mezcla de sapiencia, trabajo en equipo,
disciplina, y ese estilo coloquial y desenfadado, con el tono y la chispa
valluna que lo identifica.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><span style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;">Una vida de radio, con el cariño y la admiración de oyentes de varias
generaciones, de quienes lo han seguido como comentarista de fútbol, y de la enorme
audiencia que le retribuyeron 22 años al frente de ‘La Luciérnaga’. Y, en lo
personal, la celebración cumbre de la entrañable cosecha familiar: </span><span style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;"> </span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><span style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;">Cincuenta y dos años de matrimonio con la matemática bumanguesa Beatriz
Andrade, madre de sus tres hijos: Jorge Hernán, matemático, pianista,
columnista, autor del libro 'La vida es como el fútbol'; María Beatriz,
comunicadora social; José Manuel, ingeniero civil y arquitecto, con una
maestría en finanzas; 5 nietos, que son su adoración, 59 años de radio, 9
mundiales, y a los 80 en activo con Peláez y De Francisco, fútbol y algo más,
en W Radio.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><span style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;">80 preguntas en el cumpleaños 80 de Hernán Peláez Restrepo, maestro de
maestros. Al aire.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><b><span style="color: #222222; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;">1 ¿Se acuerda de su
primer radio?</span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><span style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;">“Fue un Philips casero, por allá en el año 50, cuando empecé a oír
radio. Con el tiempo tuve un Sony </span><span style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;"> </span><span style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;">transoceánico, onda corta, que me regaló don
Carlos Pérez Ángel, de Caracol”.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><b><span style="color: #222222; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;">2 ¿Qué programas
recuerda haber oído de esa época de la infancia y la adolescencia?</span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><span style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;">“Un programa que se llamaba ‘El circo Mejoral’, en RCN; Los catedráticos
informan, también de RCN, espacio cultural con Antonio Panesso Robledo, Otto de
Greiff, entre otros, que ellos hacían a través de cartas de los oyentes; en
Caracol, la cabalgata deportiva Gillette y Los Chaparrines, grupo de humor
ecuatoriano; y por supuesto, las transmisiones de fútbol”.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><b><span style="color: #222222; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;">3 ¿Radionovelas,
programas musicales?</span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><span style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;">"Una radionovela, cubana, que oía mi mamá: ‘El derecho de nacer’. Los programas
de radio teatro eran nocturnos, pero lo que más se oía eran los espacios
musicales, tríos mexicanos, grandes boleristas, intérpretes del tango, como
cuando se cumplieron 25 años de la muerte de Carlos Gardel: en La Voz de
Antioquia, se presentó Óscar La Roca. Mucho antes, Raúl Garcés con Los
Caballeros del Tango”.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><b><span style="color: #222222; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;">4 ¿En ese
descubrimiento primario de la radio, recuerda cuáles eran las voces más destacadas de la locución en
Colombia?</span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><span style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;">“La de Otto Greiffenstein; Alfredo Materón Miller, Bob Canel, quien
desde Nueva York emitía la Cabalgata Deportiva Gillette; Carlos Arturo Rueda
C., Joaquín Marino López, Fernando Franco García, Carlos Montalbán Merino,
famoso por la serie ‘Ojo del Águila’, que transmitía la Voz de América”.</span><span style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;"> </span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><b><span style="color: #222222; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;">5 ¿Y el pionero de
la narración deportiva? ¿Aquel que descolló en los estadios y en las primeras
competencias ciclísticas?</span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><span style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;">“Indudablemente Carlos Arturo Rueda, con quien tuve la dicha de
compartir micrófono en Caracol, en 1969, en el Maracaná y en El Campín. La voz
comercial era la del ‘Ciego’ Cortés”.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><b><span style="color: #222222; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;">6 Tenía usted
apenas ocho años, cuando se corrió la primera vuelta a Colombia en bicicleta
(1951), en la que fue campeón Efraín 'El Zipa' Forero. En su adolescencia, ¿fue
más aficionado al ciclismo que al balompié?, o ¿el fútbol desde el comienzo fue
su querencia?</span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><span style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;">“Siempre fue el fútbol mi pasión. Lo practiqué hasta que las rodillas me
lo permitieron. Lo jugué, lo vi, lo comenté en todos los medios, impresos,
radiales, televisivos”.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><b><span style="color: #222222; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;">7 ¿Conserva un
Sanyo de correa, de esos que los jornaleros llevaban terciado al hombro como
compañía en sus faenas de campo y para las clases de bachillerato de Radio
Sutatenza?</span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><span style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;">“Ese no lo tengo, pero sí otros transistores más pequeños, y micrófonos
de la RCA Víctor, Uno de ellos me lo regaló un oyente de Medellín, a través de
Pascual Gaviria, cuando dirigía ‘La Luciérnaga’”.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><b><span style="color: #222222; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;">8 Cómo fue esa
primera vez que se asomó al 'Pascual Guerrero', llevado de la mano de su padre,
don Ernesto Peláez, el pintor y ebanista, a ver el equipo con el que se matriculó
de por vida. Cuántos años tenía.</span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><span style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;">“Tendría 11 años, y sí, fui con mi padre (1952 o 1953), quien me llevó
al ‘Pascual’ a ver Cali - River Plate. Ganó el Cali 3-1. Recuerdo que empezó
ganando River por una jugada de Walter Gómez y Labruna. Y enseguida el empate
de Valeriano López”.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><b><span style="color: #222222; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;">9 Cómo fue su vida
de estudiante en el Colegio San Bartolomé La Merced, en Bogotá: ¿Bachiller
modelo?</span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><span style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;"> </span><span style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;">“No fui un estudiante brillante,
solo pensaba en jugar fútbol en los recreos. Siempre estudié con los jesuitas,
tanto en Cali como en Bogotá”.</span></p><p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjyHV033IVppJvv0tHD2PilPN0T2AFJauDJDn5ywhUqOJLQ_uf0MKSM4q_oeuBNC7bczLmk2VKLVjE0onEBrJheVQgFyUVJmwQ_Y0PGQuU4wId3id0Uj7QYLbJSxD9kPOOYvKMMGF6k8lG-1UzOCcpN4TlEM0XH3CQLbwu6aPy5Clj3WcjYPlnA4sVa/s2564/pelaez%202.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1729" data-original-width="2564" height="432" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjyHV033IVppJvv0tHD2PilPN0T2AFJauDJDn5ywhUqOJLQ_uf0MKSM4q_oeuBNC7bczLmk2VKLVjE0onEBrJheVQgFyUVJmwQ_Y0PGQuU4wId3id0Uj7QYLbJSxD9kPOOYvKMMGF6k8lG-1UzOCcpN4TlEM0XH3CQLbwu6aPy5Clj3WcjYPlnA4sVa/w640-h432/pelaez%202.jpg" width="640" /></a></div><br /><span style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;"><i><b>El doctor Peláez y algunos de sus colegas y compañeros de la radio deportiva </b></i></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><b><span style="color: #222222; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;">10 ¿Uno de sus
ejercicios prácticos para afinar la memoria fue aprender al derecho y al revés
la tabla periódica de los elementos químicos?</span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><span style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;">“No tanto la tabla periódica, pero sí las tablas de multiplicar, las
lecciones de geografía, los poemas; todo eso había que aprenderlo de memoria, y
en ese orden, las alineaciones de los equipos”.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><b><span style="color: #222222; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;">11 ¿Cómo le fue en
religión? ¿Ofició como acólito alguna vez?</span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><span style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;">“Fui monaguillo los domingos en el colegio San Juan Berchmans, en Cali.
Tenía que contestar con frases en latín como </span><i style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;">liberanos a malo</i><span style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;">, que significa líbranos de todo mal. Era la época
del latín”.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><b><span style="color: #222222; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;">12 ¿Qué materias se
le dificultaron?</span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><span style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;">“En general las matemáticas, no las de primaria o bachillerato, sino las
de cálculo y otras parecidas como termodinámica, ya en la universidad”.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><b><span style="color: #222222; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;">13 ¿Cuál era el
pecado más frecuente de los <i>bartolos</i>,
como conocían a los del San Bartolomé?</span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><span style="color: #222222; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;"><o:p> "</o:p></span><span style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;">Fumar en las afueras del colegio”.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><span style="color: #222222; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;"><o:p> </o:p></span><b><span style="color: #222222; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;">14 ¿En qué puesto
jugaba en el equipo de fútbol?</span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><span style="color: #222222; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;"><o:p> </o:p></span><span style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;">“De interior izquierdo, así llamaban en ese entonces al número 10, como
el ‘Pibe’ Valderrama”.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><span style="color: #222222; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;"><o:p> </o:p></span><b><span style="color: #222222; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;">15 ¿Cuál era el
ídolo del fútbol colombiano en esa época?</span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="color: #222222; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;"><o:p> </o:p></span></b><span style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;">“Creo que ‘Maravilla’ Gamboa. Pero mi ídolo en la niñez fue Camilo
Cervino, un delantero argentino del Cali y después del América. Me parecía
increíble que viniera de Independiente de Avellaneda”.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><span style="color: #222222; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;"><o:p> </o:p></span><b><span style="color: #222222; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;">16 ¿Qué le faltó
para llegar a ser un crack con la pelota?</span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><span style="color: #222222; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;"><o:p> </o:p></span><span style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;">“Quise ser jugador profesional, pero nunca tomé una decisión formal
sobre el asunto. Llegué a los Juegos Universitarios de Pereira (1963), pero
primero estaba el estudio”.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="color: #222222; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;"><o:p> </o:p></span></b><b><span style="color: #222222; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;">17 ¿Sigue siendo
devoto de San Ignacio de Loyola?, o ¿definitivamente de San Charbel?</span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><span style="color: #222222; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;"><o:p> </o:p></span><span style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;">“No tan ignaciano. Mi intermediario es ‘Saint Charbel’, el monje
maronita, libanés, que apareció en mi vida cuando llegó el mieloma múltiple”.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><span style="color: #222222; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;"><o:p> </o:p></span><b><span style="color: #222222; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;">18 ¿Prestó servicio
militar?</span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><span style="color: #222222; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;"><o:p> </o:p></span><span style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;">“Alcancé a presentarme en el Batallón Baraya, en Puente Aranda,</span><span style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;"> </span><span style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;">menos mal no me gané la rifa”.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><span style="color: #222222; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;"><o:p> </o:p></span><b><span style="color: #222222; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;">19 Del 'San
Bartolo' saltó a estudiar ingeniería química en la Universidad de América. ¿Por
qué le sedujo la química?</span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="color: #222222; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;"><o:p> </o:p></span></b><span style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;">“Porque un tío mío, Ramón Restrepo, ingeniero químico de la planta de
soda de Zipaquirá, y un primo, Carlos Enrique Aguirre, de la Bolivariana, en
Medellín, hicieron esa carrera. Seguramente tuve influencia de ellos”.</span></p><p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgSEyDUXX0hgion_qQ3tn0mqg7jFTZB6gw6P0nCADx4NN7P717S_EPqSkZiYwB2YPpMs8f48LvnXRdlwHzLdm0Xk6K7tzrqs3W9KVuzmiThEORyJEeO_BgRYtnmRbIxGfTLxl2mIoade273cS9iZnMF_Q4cgjo9-XwRWDsVe10TZKCS14cVdWvXjauW/s3024/pelaez%203.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1968" data-original-width="3024" height="416" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgSEyDUXX0hgion_qQ3tn0mqg7jFTZB6gw6P0nCADx4NN7P717S_EPqSkZiYwB2YPpMs8f48LvnXRdlwHzLdm0Xk6K7tzrqs3W9KVuzmiThEORyJEeO_BgRYtnmRbIxGfTLxl2mIoade273cS9iZnMF_Q4cgjo9-XwRWDsVe10TZKCS14cVdWvXjauW/w640-h416/pelaez%203.jpg" width="640" /></a></div><br /><span style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;"><b><i>Con Édgar Artunduaga, Alexandra Montoya y Guillermo Díaz Salamanca, en los albores de La Luciérnaga, de Caracol</i></b></span><p></p><p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><b><span style="color: #222222; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;">20 Pero le fue de
maravilla con la química. Trabajó con multinacionales como la Shell Colombia y
la Productora Química Esso. ¿De cuánto fue su primer salario y en qué lo
invirtió?</span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="color: #222222; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;"><o:p> </o:p></span></b><span style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;">“Mi primer salario en Shell Colombia fue de 4.000 pesos, en 1967.
Supongo que ayudé en mi casa, gastos pequeños. Y empecé a pagar por cuotas
mensuales, algo así como 2.500 pesos, para comprar un Renault Dauphine, ya
usado”.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><span style="color: #222222; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span></span><b><span style="color: #222222; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;">21 ¿Con qué emisora
hizo sus primeras apariciones como reportero de fútbol?</span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><span style="color: #222222; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;"><o:p> </o:p></span><span style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;">“Con Radio Modelo, emisora independiente del sistema AM, en Bogotá, en
1964, con ocasión del Torneo Juventud de América”.</span><span style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;"> </span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><span style="color: #222222; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;"><o:p> </o:p></span><b><span style="color: #222222; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;">22 Qué pudo pasar
con esa memorable entrevista que le hizo a Pelé en el Hotel Continental de
Bogotá, en 1963. ¿Cómo fue que se le extravió, o la borró? Frisaba usted 21
años.</span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><span style="color: #222222; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;"><o:p> </o:p></span><span style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;">“Tenía una pequeña grabadora del tamaño de un cuaderno, alguien me la
prestó, la devolví con la grabación y se perdió. Otra grabación, más adelante,
con Pelé, fue la que hice en un vuelo Bogotá-Cali. Esa está en los archivos de
Caracol. En ese año, gracias a Mario Leyva Mejía, comencé a escribir en el
diario La República”.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><span style="color: #222222; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;"><o:p> </o:p></span><b><span style="color: #222222; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;">23 ¿En qué momento
decidió dejar su trabajo como ingeniero químico para dedicarse de lleno a su
actividad de comentarista de fútbol?</span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="color: #222222; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;"><o:p> </o:p></span></b><span style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;">“Estando en Shell Colombia, por la cantidad de compromisos radiales en
Caracol, decidí en 1973 dedicarme de lleno a la radio. No sé si ganaría más,
pero era lo que me gustaba”.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><span style="color: #222222; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span></span><b><span style="color: #222222; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;">24 Pasando al tema
musical, usted sintió los primeros estertores de la salsa ¿en Cali o en Bogotá?</span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><span style="color: #222222; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;"><o:p> </o:p></span><span style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;">“Realmente la salsa me llegó tarde, y eso gracias al inolvidable Jaime
Ortiz Alvear. Yo fui de música cubana de los 50: Trío Matamoros, Celina y
Reutilio y la Sonora Matancera. Y siguen siendo mis compañeros”.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><b><span style="color: #222222; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;">25 ¿Y cuáles eran
las discotecas más frecuentadas para azotar baldosa con las descargas y el
Jalajala de Richie Ray y Bobby Cruz?</span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><span style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;">“Discotecas como tal, no. Ya con Beatriz íbamos al </span><i style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;">Drug Store</i><span style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;">, un bailadero como la Mamut Rosa, de la carrera 15 con calle
74, pero era otro tipo de ambiente, pasaban música gringa”.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><b><span style="color: #222222; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;">26 Con quién
aprendió a bailar. Se dice que usted es un estupendo bailador. Eso demuestra
que tiene un oído bien afinado y sincopado, como el del <i>chachachá del tren</i>.</span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><span style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;">“Me enseñó a bailar una prima, que con los años fue monja de clausura en
Roma. Su nombre, Dora, pero en el convento, sor Carlota. Ella trabajó en la
Clínica Nueva, en Bogotá, y por una casualidad necesitaban en Roma una monja
costurera y se ganó el tiquete. Las monjas se dedicaban a hacer ropa para
funcionarios del Vaticano, y a empastar libros. Dora murió como de 90 años en
la Ciudad Eterna”.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><b><span style="color: #222222; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;">27 ¿Cómo fue al
principio la química con doña Beatriz, su esposa y madre de sus tres hijos? ¿A
primera vista o tuvo un proceso pausado?</span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><span style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;">“A Beatriz la conocí cuando apenas tenía 10 años. Yo frecuentaba su
familia porque conocía a sus hermanas mayores y en ese momento no teníamos
química alguna. Con los años fue floreciendo el gusto, y de ahí, a un paso de
estar con ella casado, desde 1971”.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><b><span style="color: #222222; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;">28 ¿Tiene boleros
inéditos de su puño y letra que le haya dedicado a ella?</span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><span style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;">“Siempre la molesté con un bolero que dice ‘Cuánto te debo por ese amor
aventurero que me has dado’, y con ‘Tu voz’, un bolero de Celia Cruz, que a
ella le gusta mucho”.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><b><span style="color: #222222; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;">29 ¿Qué tal usted
como cantante? ¿Probó alguna vez?</span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><span style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;">“Nunca. Me sé las letras, pero no intenté cantar. Y eso que ahora canta
cualquiera. No ve a Bad Bunny?”.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><b></b></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><b><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh6bkErmKaLJ-QbstACgiAJPUNpwLT6Tnae1nCSz6-sCigtJ2jdH6FjClfIcOTPrRoy8cnMA_6n7T95Drizt3BTtA06FZPBvxMPz-_c-DhuK3HuEl8rD71s11JCBnIQ5JnNr5x65OkbUP7z92zjbP4fkLI7ZlV3OZfjiTHIcz-oxsHHQJjzhpNhn540/s680/pelaez%2013.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="457" data-original-width="680" height="430" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh6bkErmKaLJ-QbstACgiAJPUNpwLT6Tnae1nCSz6-sCigtJ2jdH6FjClfIcOTPrRoy8cnMA_6n7T95Drizt3BTtA06FZPBvxMPz-_c-DhuK3HuEl8rD71s11JCBnIQ5JnNr5x65OkbUP7z92zjbP4fkLI7ZlV3OZfjiTHIcz-oxsHHQJjzhpNhn540/w640-h430/pelaez%2013.jpg" width="640" /></a></b></div><b><br /><span style="color: #222222; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;"><i>México 86, estudios de Televisa: Hernán Peláez, Verónica Castro, el árbitro Jesús Díaz, y Ricardo Alarcón</i></span></b><p></p><p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><b><span style="color: #222222; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;">30 ¿Cuándo fue la
última vez que bailó con doña Beatriz?</span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><span style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;">“El 31 de diciembre de 2022, de celebración, estábamos solos en el año
nuevo”.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><b><span style="color: #222222; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;">31 Se dice que doña
Beatriz ha sido su inspiración y su modelo a seguir en momentos trascendentales
de la vida, como la enfermedad. Que incluso, es más fuerte que usted. ¿Eso es
cierto?</span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><span style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;">“Más fuerte, sí, de temple, a veces dura, pero independiente y capaz. Como
buena matemática es muy racional para resolver cualquier tipo de problemas,
incluidos los caseros y los crucigramas”.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><b><span style="color: #222222; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;">32¿Hoy en día, quién
cree que sería de usted sin su mujer?</span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><span style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;">“Sería desordenado en casa y desorientado para resolver los temas que
hoy soluciona Beatriz”</span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><b><span style="color: #222222; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;">33 En ese orden,
¿el único control que maneja usted en casa es el del televisor, para canalear y
grabar partidos de fútbol?</span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><span style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;">“Ella tiene la ventaja de hacerle creer a uno que es dueño del control,
pero la verdad ella prevé y maneja todo”.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><b><span style="color: #222222; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;">34 ¿Cómo se las
ingenió para que doña Beatriz le haya alcahueteado tener en casa la cantidad de
música que usted ha acumulado en todos estos años de trabajo en radio?</span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><span style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;">“Realmente no soy coleccionista. Tengo mucha música no clasificada, y no
sé cuántos títulos. Para el programa con Martín (De Francisco), ella elabora
una lista de cantantes u orquestas para no repetir títulos. Más que música
tengo una biblioteca de fútbol completa”</span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><b><span style="color: #222222; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;">35 En la época en
que Caracol Radio funcionaba en la avenida 19 con 8ª, ¿compraba discos en las
casetas que hicieron historia en ese sector?</span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><span style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;">“No, con el ‘Gato’ Ortiz íbamos al Mercado Mundial del Disco o a La
Rumbita, de Fabio Polanco, un almacén cuya frase era: ‘disco que no tengamos,
no existe’. Samuel, propietario de almacenes La Música, cerca al Teatro Metro
de la 22, también nos abastecía”.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><b><span style="color: #222222; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;">36 ¿Se acuerda cuál
fue el primer álbum que compró?</span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><span style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;">“Sí, un L.P. de Celia Cruz, donde estaba ‘Burundanga’. Se lo compré a un
primo, Álvaro Lozano. Me costaría unos 20 pesos. Año 1959 0 1960”.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><b><span style="color: #222222; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;">37 En La Luciérnaga
usted dejó más de 3.000 discos indexados. ¿De ese material tiene grabaciones en
memorias o en el disco duro del computador?</span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><span style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;">“Sí, tengo una copia de ese material, que fue adquirido mes a mes cuando
empezó el programa. No había música porque Yamid Amat había puesto la emisora
en modo noticias. Fue María del Socorro Valencia, vicepresidente de Caracol,
quien me autorizó 150.000 pesos mensuales para comprar discos. Así fuimos
consiguiendo el respaldo musical de La Luciérnaga”.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><b><span style="color: #222222; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;">38 Su gusto por
Bienvenido Granda, lo ha dicho, viene de la infancia, en Cali, cuando a
hurtadillas se asomaba al café siglo XX, de coperas y rockola, ubicado al
frente de la ebanistería de su padre. Qué fue lo que lo cautivó del ‘bigote que
canta’.</span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><span style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;">“Yo llegaba a las 6 de la mañana y ya estaba la rockola a todo taco con
Bienvenido Granda y los cubanos de ese momento. Me refiero a comienzos de los
50. Me cautivó su voz cadenciosa. Cada vez que lo escucho es sacudir la memoria
y regresar en el tiempo”.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><b><span style="color: #222222; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;">39 ¿Tiene como
ritual para disfrutar de boleros en casa, servirse un whisky, encender su pipa,
cerrar las cortinas y reposar en la <i>reclinomatic</i>?</span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><span style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;">“No tengo ‘reclinomatic’. Lo demás, sí: pipa, un buen whisky, y escuchar
no solo boleros sino tangos. Por supuesto, eso hay que hacerlo solo”.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><b><span style="color: #222222; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;">40 Cómo será ese
engranaje de sonido que lo acompaña, de parlantería de última tecnología,
tornamesa Thecnics de aguja de diamante y efecto champaña en todos los rincones
de su estancia.</span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><span style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;">“Pudiera contar con eso, pero voy a plataformas digitales y tengo dos
radios que admiten USB y está la música que quiero. Solo tengo un tocadiscos, pero
es más rápido ir a YouTube, Spotify, o a mis USB”.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"></p><div class="separator" style="clear: both; font-weight: bold; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi0BLDg_86QNLpkSB2WlIdK1ivDRMAQW3JbfQHY0jUiyxFe1TvwElJIPaEZKcvS_9HTeva1G0ZGf6R80Y0BdcKgK_cHpyLDtoMjiWeXvgUGMMHPdA3WOvk_FjQqFsG4RlqE5gDdCRqwGHiFld5fwD9VP9hZV5mqjM7N2_XQBL-g3at4U1wcy7kRgPsJ/s1200/pelaez%209.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="911" data-original-width="1200" height="486" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi0BLDg_86QNLpkSB2WlIdK1ivDRMAQW3JbfQHY0jUiyxFe1TvwElJIPaEZKcvS_9HTeva1G0ZGf6R80Y0BdcKgK_cHpyLDtoMjiWeXvgUGMMHPdA3WOvk_FjQqFsG4RlqE5gDdCRqwGHiFld5fwD9VP9hZV5mqjM7N2_XQBL-g3at4U1wcy7kRgPsJ/w640-h486/pelaez%209.jpg" width="640" /></a></div><br /><span style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;"><i><b>En El Campín, momento previo a un clásico. Peláez al lado de Pacho García, y al fondo el brasileño Mengalvio</b></i></span><p></p><p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><b><span style="color: #222222; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;">41 ¿Cree que si no
fuera por la almibarada cursilería de los boleros, el amor no tendría el duende que lo mantiene vivo?</span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><span style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;">“Los boleros tienen letra, mensaje, son vivencias de vida en su mayoría:
el amor, los celos, la traición, todas esas situaciones del día a día, están
ahí. Espero que Daniel Samper Pizano esté preparando un libro sobre si hay o no
cursilería en el reguetón y la música urbana”.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><b><span style="color: #222222; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;">42 ¿Cómo han sido
sus afectos por la ranchera?</span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><span style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;">“Con Pedro Infante, Luis Pérez Meza, Fernando Rosas, el de ‘Pénjamo’, y
algunas canciones de Antonio Aguilar”.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><b><span style="color: #222222; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;">43 ¿De intérpretes
femeninas?</span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><span style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;">“Me gustan María Dolores Pradera y Rocío Dúrcal”.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><b><span style="color: #222222; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;">44 ¿Cómo han sido
sus afectos por el tango?</span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><span style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;">“El tango fue por herencia de mis padres, Ernesto y Justa, que siempre
tuvieron el tango como compañero de vida. Por ellos los aprendí a oír”.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><b><span style="color: #222222; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;">45 ¿Sus tres tangos
preferidos de Carlos Gardel?</span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><span style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;">“’Largue a esa Mujica’, ‘Patadura’ y ‘Volver’”.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><b><span style="color: #222222; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;">46 ¿Le gusta el
tango apache, el tango malevo, el de la barriada, estilo Guayaquil años 50?</span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><span style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;">“Todos los estilos, los que tienen lunfardo, interpretados por Edmundo
Rivero; el estilo de Ángel Vargas, Andrés Falgás, y los cantantes de D’Arienzo,
Echague, Valdez, Argentino Ledesma”.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><b><span style="color: #222222; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;">47 ¿De las grandes
orquestas de tango, cuáles?</span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><span style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;">“La de Juan D’Arienzo, De Angelis y la de Aníbal Troilo”.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><b><span style="color: #222222; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;">48 ¿Le gusta el
tango largo de Astor Piazzolla?</span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><span style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;">“De las dos etapas de Piazzola, la primera, el tango antiguo”.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><b><span style="color: #222222; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;">49 ¿Cuál es ese
tango que más se parece a la vida en general?</span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><span style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;">“Pudiera ser ‘Cambalache’, por la descripción de la vida que encierra.
Todo lo que dice se cumple desde siempre”.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><b><span style="color: #222222; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;">50 ¿Añoranzas de la
mejor balada de aquellos años maravillosos?</span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><span style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;">“De Rafael, ‘Yo soy aquel’; de José José, ‘El triste’; de José Luis
Perales, ‘Y cómo es él’, y en general todos los temas de Sandro”.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><b></b></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><b><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhYp354c6Fr0qDm419mT-QhszR6eeZB6cxtpWj58Fuk6lCGEoNWERsMcRy86YHoCnE4KqQESxqlTdwikDIf72sFknSnNv4Oim0ZbMMxhrZdIrHK03GSfKwoR6BZ9EQkCqUIj0hNncv6E-sCLQv8HnzMib6r7ADn1UbMYg4ReI_HChzkOmrAlmruq7tH/s1000/pelaez%206.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="668" data-original-width="1000" height="428" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhYp354c6Fr0qDm419mT-QhszR6eeZB6cxtpWj58Fuk6lCGEoNWERsMcRy86YHoCnE4KqQESxqlTdwikDIf72sFknSnNv4Oim0ZbMMxhrZdIrHK03GSfKwoR6BZ9EQkCqUIj0hNncv6E-sCLQv8HnzMib6r7ADn1UbMYg4ReI_HChzkOmrAlmruq7tH/w640-h428/pelaez%206.jpg" width="640" /></a></b></div><b><br /><span style="color: #222222; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;"><i>Alexandra Montoya ('La Patojita') y el director de orquesta concentrado en sus partituras</i></span></b><p></p><p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><b><span style="color: #222222; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;">51 En su juventud
se dejó crecer el pelo y tuvo sus flirteos con el rock: Rolling Stones, Led
Zeppelin, Black Sabbath, The Doors, Jimmy Hendrix, Janis Joplin, entre otros?</span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><span style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;">“No tuve esas inclinaciones, pero Bill Haley y Elvis Presley me gustaron
por su estilo”.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><b><span style="color: #222222; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;">52 Menos <i>trash metal</i>, <i>harcord metal</i>, <i>death metal</i>,
<i>groove metal</i>, <i>brutal metal</i>, entre otras derivaciones metaleras, de las que se
vino a enterar por Martín de Francisco, ¿verdad?</span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><span style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;">“Es cierto, por Martín sé de una generación, entre 40 y 50 años,
seguidores fuertes del metal. Lo hemos comprobado a través del programa”.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><b><span style="color: #222222; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;">53 Además de Julio
Cortázar, Jorge Valdano, el Negro Fontanarrosa, Juan Villoro, ¿qué otros
autores son de su predilección?</span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><span style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;">“Todos ellos, pero para sorpresa, Ciorán: me lo recomendó Panesso
Robledo y me gustó”.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><b><span style="color: #222222; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;">54 ¿Cuál ha sido el
mejor técnico del Deportivo Cali?</span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><span style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;">“Pancho Villegas, porque fue quien consiguió el primer título en 1965.
Gran conversador, todo un personaje”.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><b><span style="color: #222222; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;">55 ¿El mejor
técnico de la Selección Colombia?</span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><span style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;">“Francisco Maturana”.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><b><span style="color: #222222; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;">56 ¿Y el mejor
presidente de Colombia?</span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><span style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;">“Creo que Carlos Lleras Restrepo”.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><b><span style="color: #222222; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;">57 Usted tiene
todas las virtudes de un buen liberal, o ¿me equivoco?</span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><span style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;">“Sí, y eso que el partido está agonizante por el ‘voltearepismo’ de sus
líderes”.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><b><span style="color: #222222; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;">58 ¿Qué es ser
caleño, doctor Peláez?</span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><span style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;">“En mi caso, ser descomplicado en el hablar, en el bailar, en dar
espacio a quienes tienen talento y lo demuestran”</span><span style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;"> </span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><b><span style="color: #222222; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;">59 Doctor Peláez,
después de tantos años al frente de micrófonos, nueve mundiales, dos décadas
como director de La Luciérnaga (la mejor temporada), una terrible enfermedad
superada, y cuando ya se pensaba de su retiro definitivo ¿qué poder humano lo
convence de volver a la radio con <i>Peláez
y De Francisco, fútbol y algo más</i>...?, que ha sido un éxito rotundo, al
punto que de una hora pasó a dos horas.</span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><span style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;">“Eso salió de un encuentro esporádico con Julio Sánchez Cristo y Fernán
Martínez, en el restaurante La Estancia, de Sarnari. Empezamos a hablar de
emisoras, del trasegar de la radio, y conectamos con fútbol. Yo empecé a contar
un buen rato anécdotas y cuentos de vieja data, y ellos parando bolas, hasta
cuando Julio dice: ‘Todo eso se puede contar en un programa, ¿por qué no lo
intentamos con Iván Mejía?’ Yo le dije que Iván ya estaba retirado, y que vivía
en Cartagena. Julio preguntó: ‘¿Y a quién ponemos?’. Le contesté que a Martín
de Francisco. Julio se quedó pensando, y reforcé que Martín era el indicado,
que sabía de fútbol y que su chispa ayudaba. Así fue que se dio, y aquí estamos”.
</span><span style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;"> </span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><b><span style="color: #222222; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;">60 Qué le dijo doña
Beatriz, cuando le comentó de su regreso.</span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><span style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;">“Se alegró, porque conoce de mi pasión o vicio por la radio, y por el
fútbol como tema principal”.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><b></b></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><b><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjroYCCAjG4GLMKu3HwEGQyaOj9M4vnH8gt6yT20PUDBiiAvP1gVYH-4Md5NKkUFfTqMz1DrO9RfI1oji1owoxThaXi_0QJ4Q0J_VqHWnCGkL1TbiwmWI0Zoo2nb7bIAXC6dbBgtYRSBXmVhlJrvaAqUXeoLMuKuponR1WSBoiuwW_FFDkl5ZVQgpjT/s750/pelaez%2014.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="420" data-original-width="750" height="358" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjroYCCAjG4GLMKu3HwEGQyaOj9M4vnH8gt6yT20PUDBiiAvP1gVYH-4Md5NKkUFfTqMz1DrO9RfI1oji1owoxThaXi_0QJ4Q0J_VqHWnCGkL1TbiwmWI0Zoo2nb7bIAXC6dbBgtYRSBXmVhlJrvaAqUXeoLMuKuponR1WSBoiuwW_FFDkl5ZVQgpjT/w640-h358/pelaez%2014.jpg" width="640" /></a></b></div><b><br /><span style="color: #222222; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;"><i>Peláez y De Francisco, fútbol y algo más, la combinación perfecta </i></span></b><p></p><p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><b><span style="color: #222222; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;">61 <i>Peláez y De Francisco en la W</i> ha sido un
fenómeno radial que ya es habitual hasta en oyentes que no son aficionados al
fútbol, incluso amas de casa que reportan sintonía. ¿Cuál ha sido la fórmula que
ha logrado acaparar masiva audiencia?</span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><span style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;">“Porque mezclamos música en estilos diferentes, comentamos de fútbol,
opinamos, hablamos de farándula, moda, gastronomía, echamos puyas, tocamos la situación
política y social, y como ciudadanos, nos quejamos, hacemos reclamos, todo eso
combinado con el acontecer del fútbol, con irreverencia, pero con sutileza”.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><b><span style="color: #222222; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;">62 ¿Iniciar <i>Peláez y De Francisco</i> a la una de la
tarde, fue una táctica para vapulear <i>El pulso
del fútbol</i> de César Augusto Londoño y Óscar Rentería?</span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><span style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;">“Siempre pienso en lo que debo hacer, y sin desconocer la competencia
entro a competir con la mejor voluntad, información y entretención. Iniciar a
partir de la una fue una estrategia de programación, porque a esa hora hay
muchos programas de fútbol a nivel nacional”.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><b><span style="color: #222222; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;">63 ¿’Libretean’ el programa?</span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><span style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;">“Conversamos sobre algún tema a considerar, pero la mejor manera es
siendo desorganizados, dando la sensación de ser organizados. De una palabra
que dice Martín, enhebro otra parecida y se consigue la continuidad”.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><b><span style="color: #222222; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;">64 Porque esas
salidas de Martín y sus jocosas "marranadas", como la de la olla
vieja del almuerzo donde machaca el arroz, el plátano, la papa, el huevo y las
lentejas, es una prueba maestra de espontaneidad.</span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><span style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;">“Conociendo a Martín, le nace decir lo que siente en esos instantes, y
ha logrado que sus dichos hayan hecho carrera en los oyentes, igual que su
risa, que es contagiosa. Al principio me fruncía, después aprecié que los
oyentes se los admitían, y ahora los reclaman en sus mensajes”.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><b><span style="color: #222222; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;">65 ¿Martín de
Francisco es un <i>Risaloca</i> ilustrado de
Zarzal, Valle?</span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><span style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;">“No tanto, pero tiene un humor especial, que seguramente lo atiza en La
Tele Letal”.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><b><span style="color: #222222; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;">66 Usted marca una
enorme diferencia con los periodistas deportivos, la mayoría ególatras,
pedantes, sabelotodos, de esos que se sientan en la palabra y presumen de
dirigentes y técnicos de fútbol.</span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><span style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;">“Es que yo no pierdo el papel que cumplo. Comento lo que estoy viendo, y
no lo que quisiera ver, y no me las doy de técnico. Una cosa es comentar y otra
analizar, lo que pasa es que si comentas y analizas al tiempo, caes en la
tentación de hacer recomendaciones que nadie ha pedido, y que restan
importancia al oyente. Si yo caigo en la trama de meterme con el técnico, van a
decir: ‘si sabe mucho, por qué ese señor no deja los micrófonos y se va a
dirigir’. La teoría aguanta todo”.</span><span style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;"> </span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><b><span style="color: #222222; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;">67 ¿Es usted uno de
los empleados más adinerados de Colombia?</span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><span style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;">“Adinerado, no. Vivo cómodamente. Luis Carlos Sarmiento y los Gilinski
hacen plata. Yo hago radio y millonario no fui, y ya no tengo tiempo para
lograrlo”.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><b><span style="color: #222222; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;">68 Doctor Peláez, uno
cuando está muchacho cree que los únicos que se mueren son los viejos. ¿Fue
usted la excepción al pensar que iba a llegar a los 80 años?</span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><span style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;">“Creía, cuando estaba joven, que llegaría a los 70, pero me volé la
escuadra. Estoy en el octavo piso”.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><b><span style="color: #222222; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;">69 ¿Puede decir como
Neruda “confieso que he vivido”, o como Borges, “yo que tantos hombres he
sido...”?</span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><span style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;">“Confieso que he vivido y espero me recuerden con cariño por la entrega
a este oficio, pensando siempre en quien me oye o lee. Por ello vale la pena
seguir”.</span></p><p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgxNJXXytpdSQhE3fbqDIiYBu_wx3QGGfQcYXGcmKtVXaQwV-MzQkJ2bg9iCuUb8g5q6iaqqy-TIGxvWUvsZ2oZQTDfV7wnMbgC01ZloSMM27f72aKvAr_3d9OTtssLPLlYKTzLhftD1miGEPjZnXjYsASdQkOqgZ3fVXhv0lXC0Ek3sohuWVb7st7P/s1024/pelaez12.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="683" data-original-width="1024" height="426" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgxNJXXytpdSQhE3fbqDIiYBu_wx3QGGfQcYXGcmKtVXaQwV-MzQkJ2bg9iCuUb8g5q6iaqqy-TIGxvWUvsZ2oZQTDfV7wnMbgC01ZloSMM27f72aKvAr_3d9OTtssLPLlYKTzLhftD1miGEPjZnXjYsASdQkOqgZ3fVXhv0lXC0Ek3sohuWVb7st7P/w640-h426/pelaez12.jpg" width="640" /></a></div><p></p><p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><b><span style="color: #222222; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;"><i>Hernán Peláez con Édgar Perea y Jaime Ortiz Alvear ('Ortiz para la salsa, para la salsa Ortiz') </i></span></b></p><p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><b><span style="color: #222222; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;">70 Quienes lo hemos
seguido en el dial por muchos años, sabemos que una de sus grandes virtudes
como ser humano es la lealtad al compañerismo y a la amistad, casos puntuales:
Artunduaga y Gardeazábal. ¿Ha hecho en los últimos días ese cuadre de caja de
cuántos amigos de hueso colorado le quedan, o se consuela con el ‘millón de
amigos’ de las redes sociales?</span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><span style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;">“Son pocos los amigos de verdad que tengo, comparto con ellos en
pequeñas reuniones, alrededor de una buena mesa, Varios son del fútbol, y otros
como Yamid Amat, Julio Sánchez Cristo, Gardeazábal, Toño Uribe, Gustavo Moreno,
Hugo Gallego, y el recuerdo de amigos inolvidables como Antonio José Caballero
y Jaime Ortiz Alvear”.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><b><span style="color: #222222; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;">71 6:40 PM del 23
de diciembre de 2014. Uno de los capítulos más conmovedores de su vida en
cabina, la despedida como director de La Luciérnaga después de 22 años. Usted
con la voz quebrada, un país llorándolo, y afuera de Caracol Radio (calle 67,
carrera séptima) taxis, carros particulares y hasta ambulancias agradeciéndole
al unísono con pitos y sirenas. ¿Cómo recuerda hoy ese momento?</span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><span style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;">“Con cariño por el momento vivido y la sorpresa de la cantidad de
taxistas al frente de la emisora, en la 67”.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><b><span style="color: #222222; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;">72 Claudia Morales
y Alexandra Montoya lagrimeando abrazadas a usted. ¿Se habla a menudo con
ellas?</span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><span style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;">“Con las dos tengo amistad, y de cuando en vez hablamos. Con Claudia, en
las ferias del libro”.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><b><span style="color: #222222; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;">73 Una frase suya
de ese adiós al programa vespertino de mayor sintonía en la historia de la
radio colombiana fue: “Como hombre de fútbol, siempre he creído en el sentido
de equipo, y eso lo conseguí con el tiempo en La Luciérnaga”. ¿Esa es la química
de su éxito ante micrófonos?</span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><span style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;">“Las figuras son importantes, pero un equipo, donde todos puedan
destacarse, es más importante. Quien es bueno, que aproveche la ocasión para
confirmarlo”.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><b><span style="color: #222222; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;">74 ¿Repetiría su
vida de existir esa posibilidad?</span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><span style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;">“Sí, quisiera seguir el mismo recorrido de la vida que he tenido”.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><b><span style="color: #222222; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;">75 ¿Es cierto que
uno termina queriendo más a los nietos que a los hijos?</span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><span style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;">“Eso es cierto. Los cinco nietos que tenemos han sido, increíblemente,
el mejor regalo en la vejez”.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><b><span style="color: #222222; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;">76 Anhelos pendientes
en el tiempo extra: Ver campeona del mundo a la Selección Colombia, subirse al
metro de Bogotá, celebrar la presidencia de la república de la primera mujer,
¿qué más puede ser?</span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><span style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;">“Al Metro no lo veré, menos con los genios que ha tenido la alcaldía de
Bogotá”.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><b><span style="color: #222222; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;">77 ¿Qué se siente
llegar a los 80 en activo con lo que más le gusta, un matrimonio de 52 años, y
con una memoria privilegiada como la suya?</span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><span style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;">“No estoy preparado para hacer un resumen de mi vida. Sencillamente soy
un agradecido con el de arriba”.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><b><span style="color: #222222; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;">78 ¿Qué es la
radio, doctor Peláez?</span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><span style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;">“Un fenómeno social donde hablamos pocos, nos oyen muchos, y es
indudablemente la mejor compañía, en los trancones y en el insomnio”</span><span style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;"> </span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><b><span style="color: #222222; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;">79 ¿Y el fútbol?</span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><span style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;"> </span><span style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;">“El fútbol es el reflejo de la
vida misma, todos los días se gana y se pierde”.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><b><span style="color: #222222; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;">80 ¿Cómo va a
celebrar estos bien vividos 80 años?</span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><span style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;">“Una celebración sin aspavientos ni bulla, porque la vida continúa”.</span><span style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;"> </span></p>Ricardo Rondónhttp://www.blogger.com/profile/02023732023252028316noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6403704431056921554.post-3589919926102196892023-01-08T11:09:00.000-05:002023-01-08T11:09:02.046-05:00Matías Valderrama Casallas, el niño campesino que ganó un concurso ambientalista con una cámara prestada <p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh2BgVgXvn3gzJggLkFygSAUgYC5jnc7qEu15tkw-4sI5vQkPaJmghuZxEN0nio7H2OmW70_Pnx9RzijXfaq6pclTP6wDQMfjkG0rsnlOmMm-2jfz-owR8sOfiIae8HOFzsv0imZ0rSVi44zgOwJ67TH88UUEfmVEOYIA5dwTCrS-fJ-Uhq7pp6TNrb/s4032/matias%200.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="2268" data-original-width="4032" height="360" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh2BgVgXvn3gzJggLkFygSAUgYC5jnc7qEu15tkw-4sI5vQkPaJmghuZxEN0nio7H2OmW70_Pnx9RzijXfaq6pclTP6wDQMfjkG0rsnlOmMm-2jfz-owR8sOfiIae8HOFzsv0imZ0rSVi44zgOwJ67TH88UUEfmVEOYIA5dwTCrS-fJ-Uhq7pp6TNrb/w640-h360/matias%200.jpg" width="640" /></a></div><br /><p></p><p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: center;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="color: #222222; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;">El pequeño artista de la lente vive y estudia en una vereda
de Fómeque, Cundinamarca, y es guardián del águila crestada, especie en vía de
extinción<o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: left;"><b style="text-align: justify;"><span style="color: #222222; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;">Ricardo Rondón Chamorro</span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;">(Fotos: Óscar Valderrama)</span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="background-color: white; color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;">Matías tiene la mirada vivaz de las aves a las que
les toma fotos, y la incontrolable hiperactividad de los colibríes que en su
aletear vertiginoso, pican aquí y allá.</span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="background-color: white; color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;"><span></span></span></p><a name='more'></a><p></p><p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;">En su granja, La Rana, vereda
Mortiñal, municipio de Fómeque, Cundinamarca, donde vive con su familia, Matías
Valderrama Casallas, el niño campesino que en septiembre de 2022 se ganó un
concurso de fotografía con una cámara prestada, se despierta con la feliz
obertura de cientos de aves que cruzan el cielo del Parque Natural Chingaza,
que las promociones turísticas venden como el hábitat de los osos de anteojos,
pero que una mayoría desconoce que provee cerca del 80% del agua que consume a
diario Bogotá.</span></p><p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEijaifIhFXfenXWQQ045oJmxshuzevxBMHZ8sSFsVXqyPsRfCn1ozaDQoiXrejncO0dMEYk0LcRG2-yjyzF3K0IEL4QVUpGh853FleHm2EpBCRgNaXx4fUo1oD0m2_v5nnSp5yWCcWTw4rA2UaNfnjDrfsaRXiCwq6nDDE0VsbuUohIDYas35uWcgB-/s1024/matias%2007.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="682" data-original-width="1024" height="426" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEijaifIhFXfenXWQQ045oJmxshuzevxBMHZ8sSFsVXqyPsRfCn1ozaDQoiXrejncO0dMEYk0LcRG2-yjyzF3K0IEL4QVUpGh853FleHm2EpBCRgNaXx4fUo1oD0m2_v5nnSp5yWCcWTw4rA2UaNfnjDrfsaRXiCwq6nDDE0VsbuUohIDYas35uWcgB-/w640-h426/matias%2007.jpg" width="640" /></a></div><b><i><span style="font-family: arial;">"Payasito"</span> <span style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;">('</span><span style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 16px;">myioborus ornatus'</span><span style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;">), foto de Matías, ganadora del concurso de fotografía</span><br /></i></b><span style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;"><br /></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;">Sorprende, que a sus escasos diez
años, Matías esté tan enterado del ecosistema, de la flora, la fauna, los
bosques de frailejones, sus flamantes espejos de agua, la espléndida variedad
de aves de ese paraíso llamado Chingaza, a las que él llama, no solo por su
nombre popular sino por el que le han conferido los científicos:</span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;">Arrayanes, chirimoyas, aguacates,
gaques, palos de agua, toquines, balús, saucos, eucaliptos, guamos,
granadillas, coachas, guayacanes, entre más de 400 individuos, en donde
anidan y pernoctan torcazas, colibríes, copetones, turpiales, tintines,
tucanes, mirlas, tangaras, alcaravanes, garzas y gallinazas, de más de 200
especies.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><b><span style="color: #222222; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;">El águila crestada</span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;">La semilla del amor y el interés por
el entorno natural, igual que su afición por la fotografía, viene de sus
padres: Óscar Valderrama, docente y Jaqueline Casallas, ingeniera industrial,
quienes han cultivado en Matías, y en Gabriel, su hijo menor, conciencia y
cultura ambiental, y sentido de pertenencia por el privilegiado territorio que
habitan.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;">Matías hace parte del proyecto Niños
Amigos y Guardianes del Águila Crestada, iniciativa comunitaria de varias
veredas de Fómeque, con el respaldo de Parques Nacionales de Colombia, la
National Audubon Society (rectora de la conservación aviaria científica) y la
Universidad de Ciencias Aplicadas y Ambientales (UDCA). </span></p><p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj90m9y6RuqiSNaHyzSlZzGieJMJOIkEj8NItBcy2Vmz_Mtny5_y30PozVPFijPEztZMDfKO3NOmwzdUFnykPVGI_GweHusf-SE8dMrWvGGYqGkfMONM1GI_wADrPAMpty721lYLyJ0wPfqDuRm7Cg7j0vkuN--9GkSq6AIAKni9gM_8Et-MOtrJHC8/s4032/matias%2001.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="2268" data-original-width="4032" height="360" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj90m9y6RuqiSNaHyzSlZzGieJMJOIkEj8NItBcy2Vmz_Mtny5_y30PozVPFijPEztZMDfKO3NOmwzdUFnykPVGI_GweHusf-SE8dMrWvGGYqGkfMONM1GI_wADrPAMpty721lYLyJ0wPfqDuRm7Cg7j0vkuN--9GkSq6AIAKni9gM_8Et-MOtrJHC8/w640-h360/matias%2001.jpg" width="640" /></a></div><br /><span style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;"><b><i>Matías, con las botas puestas, rodeado de naturaleza, aire puro, la vida del campo</i></b></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;">El águila crestada, soberana de los
páramos, es una especie amenazada y en vía de extinción que habita en la zona
de reserva forestal del páramo de Chingaza, a 2.700 metros de altura. «Solo
quedan 200 de ellas -refiere Óscar Valderrama -. Son blanco de cazadores
furtivos y de algunos campesinos, porque ellas bajan a buscar alimento a las
granjas, y ahí es donde se forma el conflicto».</span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;">Matías obtuvo el primer premio del
concurso de fotografía infantil aviaria organizado por la Gobernación de
Cundinamarca, con la foto de un payasito ('</span><span style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 16px;">myioborus ornatus'</span><span style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;">), subraya el
niño, «de la familia parulidae». El dinero de la gratificación, representado en
dos millones doscientos mil pesos, está guardado como base de ahorros para comprarse
una cámara profesional, con sus respectivos lentes, porque con la que concursó,
de aficionado, es propiedad del citado proyecto ambientalista. </span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;">Óscar, su padre, dice que Matías,
desde que se inició en la fotografía, hace cuatro años, ha registrado más de
2.000 fotos de aves, incluida el águila crestada, de la que ha vendido
cincuenta y cuatro cuadros, y que ese recaudo está en una cuenta de ahorros,
porque uno de los proyectos a futuro de su hijo, es dar la cuota inicial de un
bosque para la conservación de esta especie, cada vez más desprotegida y
amenazada. </span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><b><span style="color: #222222; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;">Escuela rural</span></b></p><p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><b></b></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><b><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEixOEJ-MtPH1lnU5SjVTb2f7ggeAg9oB-nU7ab2hNydgSZEWrs2CcdpPwyXxbQ32sNR8t2pxSp9ztC7qcO0L1Um-YWDKaEcrGTeKaYOYqmi_jFD1pIJqQYMjXOQxeuH3Xdiv_CJSofTIJnUbu-91gxSQ_LSZun32-ohs2dLcpyB3IQAaURWPz0Vcdop/s4160/matias%206.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="3029" data-original-width="4160" height="466" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEixOEJ-MtPH1lnU5SjVTb2f7ggeAg9oB-nU7ab2hNydgSZEWrs2CcdpPwyXxbQ32sNR8t2pxSp9ztC7qcO0L1Um-YWDKaEcrGTeKaYOYqmi_jFD1pIJqQYMjXOQxeuH3Xdiv_CJSofTIJnUbu-91gxSQ_LSZun32-ohs2dLcpyB3IQAaURWPz0Vcdop/w640-h466/matias%206.jpg" width="640" /></a></b></div><b><br /><span style="color: #222222; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;"><i>El niño ambientalista al abrigo familiar: sus padres y su abuela ejemplar</i></span></b><p></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;">El día a día de la familia Valderrama
Casallas se reparte entre la granja La Rana y el estudio fotográfico que
atiende en el pueblo, donde realizan trabajos para documentos y ceremonias:
bautizos, primeras comuniones, grados, bodas, reinados de provincia. La
fotografía es herencia de la señora madre de Óscar, doña Marlén Valderrama, una
matrona de admirar: educadora, modista, estilista, y en su momento, la
fotógrafa más solícita de la municipalidad. </span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;">La escuela rural donde estudian
Matías y Gabriel se llama Mortiñal (nombre de un árbol parecido al arrayán) y
solo tiene una maestra para todos los grados, la profesora Gertrudis. Fue
levantada en adobe, fruto del trabajo colectivo de los campesinos, enclavada en
una vertiente de la cordillera oriental, gran ventana abierta de la naturaleza,
pródiga a la admiración por la belleza y el aprendizaje de la biodiversidad.
Matías dice que quiere llegar muy lejos con la fotografía, y que cuando culmine
el bachillerato, aspira a estudiar biología.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;">La escuela Mortiñal va de la mano de
padres y madres de familia. Una de ellas, la ingeniera Jacqueline Casallas,
madre de Matías, impulsora del proyecto bandera que busca disminuir la brecha
entre el mundo contaminado de tecnología y la educación rural y experimental,
las providencias y la riqueza del campo, y el aprovechamiento comunitario de
sus recursos.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhPksRI7BLc61nU30Ao_OX9_jeMz0H5pH6XjUN7ba1mlggQaMoF0OqZZEXbABV1B6HRty9NMnzTRCaaLbV13AOi9PCniNJyINF4ut8I28HAhd6vZMObr0WjLdAkjXAKc3J4Nrrhh7WGaAO_Sr4SI-cVBOACrdTJVkslNNpQO_MoDnXr1rqTtiVDiayO/s4032/matias%204.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="2268" data-original-width="4032" height="360" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhPksRI7BLc61nU30Ao_OX9_jeMz0H5pH6XjUN7ba1mlggQaMoF0OqZZEXbABV1B6HRty9NMnzTRCaaLbV13AOi9PCniNJyINF4ut8I28HAhd6vZMObr0WjLdAkjXAKc3J4Nrrhh7WGaAO_Sr4SI-cVBOACrdTJVkslNNpQO_MoDnXr1rqTtiVDiayO/w640-h360/matias%204.jpg" width="640" /></a></div><br /><span style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;"><b><i>Matías y Gabriel en el itinerario de su expedición 2022: clase magistral de geografía </i></b></span><p></p><p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;">Y como la educación empieza por casa,
en la granja La Rana no hay televisor ni dispositivos digitales ni monitores
para videojuegos. El entretenimiento familiar gira alrededor de una biblioteca
elaborada en guadua, donde abundan atlas de Colombia, libros de biología,
botánica y geografía, juegos didácticos relacionados con la naturaleza, la
mayoría de aves, y las sagas de Narnia y Harry Potter.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;">Es el vínculo de comunicación y
esparcimiento de la familia, que deriva del proyecto de la granja y de Ondas de
Mortiñal, emisora virtual que abandera en la región todo lo relacionado con la
cultura ambiental, el respeto por los recursos naturales, su protección y
conservación, el agua como fuente de vida.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><b><span style="color: #222222; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;">Expedicionarios </span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;">En 2022, los niños Matías y Gabriel
Valderrama Casallas no fueron a la escuela rural, pero no perdieron el año.
Previo aviso a la profesora Gertudris, emprendieron con sus padres una
expedición por diecinueve departamentos de Colombia, con la casa a cuestas,
como llaman ellos a sus carpas iglú y morrales de exploradores, y la ropa necesaria
para diferentes climas, que no supera dos prendas. Rex, el pastor alemán,
guardián de la granja, también se unió al paseo.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;">Desde el primer día del viaje (1° de
enero de 2022), hasta el regreso a Fómeque (segunda semana de diciembre de 2022),
Matías llevó un diario de su puño y letra donde registró lo más relevante del
ambicioso recorrido que inició por veredas de su municipio, y se extendió a
Bogotá, Santa Marta, Sierra Nevada, Valledupar, Aracataca; Manaure y Cabo de la
Vela en la Guajira; Popayán, Pasto, Ipiales, Cumbal, para rematar en Meta y
Santander.</span></p><p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh5eR0t3Bv4SW5dZvPh86GaATPZ9bwDaajunoaArpeBjKgGHK-CYG40m01bU9vyj-ep5sPJT921YOrMXNL8bADBrb_Pb1Sq33oQqPBqOn43C9PlgbrfOhbMsFGE-aITD3ZBlHgv3LTNcU_ztrK7LNOh24BpyfFm9omIQdGaQpLLwZ4SRMnMs59ZBypb/s5838/matias%202.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="4724" data-original-width="5838" height="518" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh5eR0t3Bv4SW5dZvPh86GaATPZ9bwDaajunoaArpeBjKgGHK-CYG40m01bU9vyj-ep5sPJT921YOrMXNL8bADBrb_Pb1Sq33oQqPBqOn43C9PlgbrfOhbMsFGE-aITD3ZBlHgv3LTNcU_ztrK7LNOh24BpyfFm9omIQdGaQpLLwZ4SRMnMs59ZBypb/w640-h518/matias%202.jpg" width="640" /></a></div><b><i><span style="font-family: arial;">Soberana de las cumbres de Chingaza, paraíso de bosques y riqueza acuática</span><span style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;"><br /></span></i></b><p></p><p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;">Se transportaron en flota y en
bicicleta, "echaron infantería" en largos tramos de distintas
comarcas. Para recaudar fondos, se instalaron en parques y otros espacios
públicos donde interpretaron vallenatos, porros y pasajes andinos, al ritmo de
quenas y guacharacas. </span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;">Le pregunto a Matías qué fue lo que
más le llamó la atención de su extraordinario viaje. El niño, con su aguda
mirada de colibrí, dice que todo, pero que lo que conoció de Nariño lo dejó
impresionado, y enseña la página del diario donde escribió al respecto:</span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;">«Nos despedimos de Nariño, un
departamento hermoso, de gente muy amable y culta. Para mí Nariño es el
departamento más lindo del mundo, con sus bellas lagunas, como la Cocha, y sus
volcanes, como el Galeras y el Cumbal, y la magia y la alegría de sus
indígenas, algo mágico que no se puede explicar. Adiós Nariño».</span></p><p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiNqB7CdJbZp1gwg6udl9b6MZsZiu0QY7U7KvMtuWpZRhtRJWs0NgEvTn0tXRkjPCXilbR35qsv6_80yJUVCRIhw6n72m604wIIWksMzDdieKwHiUKVRN-KiC7R5NVQuPM8xm8U1yd2sIQceshx7G9tNYqTLR7i-m5EjgjPHZlzab3IBJpC8zZ0SLiz/s4032/foto%2000.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="2268" data-original-width="4032" height="360" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiNqB7CdJbZp1gwg6udl9b6MZsZiu0QY7U7KvMtuWpZRhtRJWs0NgEvTn0tXRkjPCXilbR35qsv6_80yJUVCRIhw6n72m604wIIWksMzDdieKwHiUKVRN-KiC7R5NVQuPM8xm8U1yd2sIQceshx7G9tNYqTLR7i-m5EjgjPHZlzab3IBJpC8zZ0SLiz/w640-h360/foto%2000.jpg" width="640" /></a></div><br /><span style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;"><b><i>Matías concentrado en su granja de la vereda Mortiñal, en Fómeque, Cundinamarca </i></b></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;">La bitácora de Matías está consignada
en un cuaderno resortado de cuadriculas, de gran formato. La mayoría de los
capítulos están acompañados de dibujos. Por estas fechas, lo ocupan las
narraciones del último tramo de su expedición. </span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;">En 2023, Matías, el niño
ambientalista, guardián del águila crestada, retornará a la escuela Mortiñal a
cursar 5° grado, pero no puede ocultar que quedó picado por el viaje. Óscar, su
padre, dice que el próximo sería por Amazonas, Guainía y</span><span style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;"> </span><span style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;">Vichada. «Fue una magnífica e inolvidable
experiencia, una clase de geografía de un año por esta Colombia megadiversa y
hermosa», concluye.</span></p><p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgFugy7xHa0McT8Bk5FvbGtjfu6YTuE-gsGX1amJG7gxGTKN04ZwGP1cBdZHcqMyFh_ZDFZVdwXoUFza3gF4ZRhMKxGV0J2zDAwFkBnW6WUCeVBuRsJHaScKCdmmyUX_aZgBQh6XJKgBZbqHLaEWg1Pf1JgHTeKpXD5q00d4yFQYAm1TvoZgN6eJ6Dg/s4032/matias%2002.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="2268" data-original-width="4032" height="360" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgFugy7xHa0McT8Bk5FvbGtjfu6YTuE-gsGX1amJG7gxGTKN04ZwGP1cBdZHcqMyFh_ZDFZVdwXoUFza3gF4ZRhMKxGV0J2zDAwFkBnW6WUCeVBuRsJHaScKCdmmyUX_aZgBQh6XJKgBZbqHLaEWg1Pf1JgHTeKpXD5q00d4yFQYAm1TvoZgN6eJ6Dg/w640-h360/matias%2002.jpg" width="640" /></a></div><br /><span style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;"><b><i>Colombia urge de familias como los Valderrama Casallas y niños como Matías y Gabriel</i></b></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;">El planeta agoniza. ¿Vieron la
reciente catástrofe de la costa este de los Estados Unidos con sus arrasadoras
tormentas de hielo y nieve que han dejado muertos y destrucción a su paso?
Vamos por el quinto aviso, El quinto jinete del apocalipsis, citando el
best-seller de Dominique Lapierre y Larry Collins.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;">Urgen familias como los Valderrama
Casallas, y niños como Matías y Gabriel, promotores de cultura y conciencia
ambiental. Que se multipliquen esas proles. Las necesitamos. Está visto que las
pomposas cumbres climáticas de los poderosos, con sus empalagosos y
reiterativos discursos, quedan en eso: solo palabras. Y en las fotos de abrazos
y sonrisas impostadas.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;">Sigue volando alto, Matías, como tu
imponente águila crestada.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;"><b>(Las personas interesadas en
apadrinar a Matías en sus nobles causas, lo pueden contactar a través del
celular de su padre, Óscar Valderrama: 3108151695)</b></span></p>Ricardo Rondónhttp://www.blogger.com/profile/02023732023252028316noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6403704431056921554.post-24698823229937372042022-12-22T13:13:00.003-05:002023-04-21T12:54:46.337-05:00Ana María Cano Morales: «La sociedad colombiana discrimina más por pobreza que por raza»<div dir="auto"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEirdQNt_Ojce81C9zu_6784DigYK-B52JIJsffRvcygpkKHuQMAjjAIc48eLjKykuj12Iv83PYpXh2BR5ooyT8HU0iizybPw3zv0ZfjeT9d-bmFDGmxJnCsUdAnYMZRuo0W4Jzlu7UzbweRcv0UCQfzNBs9mL8yxXcKMEZxL8CruJMXIaqRZ7sDPlWC/s2171/ana.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="2022" data-original-width="2171" height="596" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEirdQNt_Ojce81C9zu_6784DigYK-B52JIJsffRvcygpkKHuQMAjjAIc48eLjKykuj12Iv83PYpXh2BR5ooyT8HU0iizybPw3zv0ZfjeT9d-bmFDGmxJnCsUdAnYMZRuo0W4Jzlu7UzbweRcv0UCQfzNBs9mL8yxXcKMEZxL8CruJMXIaqRZ7sDPlWC/w640-h596/ana.jpg" width="640" /></a></div></div><div dir="auto" style="text-align: center;"><span style="font-family: arial;"><i>La docente y escritora bogotana deja jirones del alma en su novela 'Esta vida que me pesa', inspirada en mujeres vulnerables y violentadas de la capital </i></span></div><div dir="auto" style="text-align: center;"><span style="font-family: arial;"><br /></span></div><div dir="auto"><p class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">Ricardo
Rondón Chamorro<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">«Todas las mujeres que conozco parecen un largo monólogo
mío», replicaría mordaz en sus soliloquios, a manera de parodia, Clara
Margarita Linares Vergel, entre murmullos de su tormentosa soledad, después de
releer 'El transeúnte', poema insigne de Rogelio Echavarría: <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">«Calles llenas de mujeres como árboles batidos por oscura
batahola. /<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Las mujeres que hallo son
simples piedras que no sé por qué viven rodando, / Pero sé que luchan solas por
lo que buscan todas juntas. / Son un largo gemido todas las mujeres que
conozco».<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal"><span></span></p><a name='more'></a><p></p><p class="MsoNormal"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">Clara Margarita Linares Vergel es la desgarrada voz
protagónica de 'Esta vida que me pesa', novela con la que debuta como escritora
la docente bogotana Ana María Cano Morales, quien ha dedicado gran parte de su
vida a la enseñanza con mujeres de poblaciones vulnerables y en situación de
riesgo, de estratos 1 y 2, de Bogotá, particularmente de Ciudad Bolívar.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">«Son un largo gemido todas las mujeres que conozco»,
gimotearía Clara y todas las lóbregas Claras, las blanqueadas de la vida y de
futuro incierto, las desesperanzadas, las maltratadas y humilladas, las
confundidas y<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>extraviadas en su propio
ostracismo, luego de recorrer las 196 páginas de esta bella y profunda novela
confesional escrita con jirones del alma, «con tinta sangre del corazón» (diría
don Julio Jaramillo), y con el zumo salobre de todas las lágrimas que la rabia,
el pudor y la vergüenza no dejan escapar.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">'Esta vida que me pesa', que nos pesa, que se conjuga en
todos los tiempos, que no es posible ocultar, está cruzada por las indelebles
marcas de las violencias, en este país por antonomasia violento y depredador
que nos tocó en suerte, promotor de esas hondas heridas que se resisten en
cicatrizar, y que perduran más allá del olvido y la muerte, de generación en generación.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">«Nada se parece más al infierno que un matrimonio feliz»,
escribe para Graciela Gabriel García Márquez en su monólogo 'Diatriba de amor
contra un hombre sentado', que interpretó magistral la actriz Laura García. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">Pero mientras Graciela explota rotunda ante el desgaste
corrosivo y progresivo de la infelicidad de su matrimonio, Clara Margarita
Linares Vergel, protagonista de 'Esta vida que me pesa', calla. Se silencia en
la prisión que ha elegido por dependencia en su insufrible condición de esposa,
madre, ama de casa, ante un marido machista, patriarcal, ejecutor de una
violencia psicológica, sorda y farisea, que matiza con la comodidad y las
apariencias. La escritora lo resume contundente casi al final de su novela:<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">« Salgo nuevamente al sillón, donde permanezco muda,
silenciosa, estática. Puedo verme a mí misma. Mi alma, o mi propio espíritu me
observa sin sentimientos ni curiosidad. No hay pensamientos ni emociones; estoy
fuera de mi cuerpo. No puedo contenerme y las lágrimas se escapan. No es tristeza,
no es rabia; es la constatación de que para él fui insignificante, invisible,
inexistente. Una sombra, quizá una buena empleada doméstica»<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">'Esta vida que nos pesa' narra el drama de una mujer de
clase media con una infancia rota por el maltrato y las humillaciones de su
madre («doña Ligia», la llama Clara Margarita), una campesina como salida de
debajo de las piedras que se ha debatido entre la orfandad, la violencia y el
sufrimiento, y que magnífica la figura del hombre como el dador, protector y salvador:
«Dios y hombre», como proclamaban en la antigüedad las devotas patriarcales en
sus mandamientos de amor, servicio, obediencia y fidelidad a los machos que las
pedían como esposas. «Y hasta que la muerte los separe».<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">El karma y la sentencia maternal se cumplen en la oscura
vida marital de Clara Margarita Linares Vergel con José Luis Torres Bodensiek,
ególatra, trabajador y de estimable posición social, padre de Nancy Rocío y
María Isabel, dominante, parco y calculador, para quien su esposa solo cuenta
como la ama de casa ideal, responsable de la crianza de sus hijas, compañera de
cama, solo porque así lo exige el protocolo, sin derecho a opinar, menos a
disentir. Clara se traga todos los sapos de su frustrante y desdichada vida
conyugal, hasta que aparece un amante que le da un vuelco radical a su
existencia.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">Cuando advierte que está embarazada de Javier, su mancebo
clandestino, Clara acude a las consejas de su mejor amiga y resuelve que la
única vía es la del aborto. El amante desaparece y Clara queda más sola y
desconcertada que nunca, al borde del acantilado, con una culpa que le taladra
el pecho al verse en los ojos tiernos y amorosos de sus hijas. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">La muerte de su marido en un accidente de tránsito y el
descubrimiento en el funeral de una hija oculta de José Luis, de la que tenía
conocimiento su madre, «doña Ligia», la derrumba por completo al verse engañada
hasta por el ser que la trajo al mundo, y la remite a acabar con su vida, pero
hasta el intento de suicidio se frustra. "No sirvo ni para morir",
concluye Clara Margarita, inmersa en su desolación irremediable. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">Al final, la única tabla posible de salvación ante
semejantes tragedias, es el acto de contrición, el ejercicio confesional entre
madre e hija, el de «de sanar las heridas con la sal del llanto mutuo que se
mezcla y lava la piel y el alma», cita la autora, y del perdón y la
reconciliación.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">Escrita en un castellano lírico que bordea los fecundos
territorios de la metapoesía de Sor Juana Inés de la Cruz, y a un ritmo
inagotable y sin pausas de principio a fin, 'Esta vida que nos pesa' -Las
marcas de las violencias- (Ícono Editores) de Ana María Cano Morales, está
dedicado a las mujeres que en sus treinta años de docencia, le confiaron las
historias de sus vidas, con un impactante epígrafe de Jalil Gibrán extraído de
su relato 'Las Sonámbulas', que reza en su primer párrafo:<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">«Habló la madre:<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">-¡Al fin te encuentro, enemiga!<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">Aquella que destruyó mi juventud; la que cimentó su vida
sobre las ruinas de la mía. ¡No lamentaría verte muerta!».<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">Para Cano Morales, 'Esta vida que me pesa' es un viaje a
las profundidades de la condición humana, de su psique y sus emociones, del
cuerpo y del Eros; un paneo insondable en la complejidad de ser mujer en
Colombia, donde se corren a diario toda clase de riesgos y peligros, con
estadísticas alarmantes de violaciones, acoso sexual y laboral, violencia
intrafamiliar, y la cruenta cuota de feminicidios.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">Le pregunto a la escritora de dónde esta semilla
depredadora y letal que nos avergüenza, y ella responde:<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">«Somos las hijas y los hijos de nuestras mujeres
ancestrales, ultrajadas y violadas por los aventureros hispanos que la corona
española liberó para que acompañaran a Colón en la conquista de América». <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">«De ahí en adelante la mujer ha transitado con esa carga
y esa huella imborrable, sumisa y silenciosa ante todo tipo de vejámenes;
excluida, violentada, negada por mucho tiempo para la educación, el trabajo y
las oportunidades reservadas para el hombre, el amo, el señor. Agregado a esto,
y aunque suene increíble: ésta sociedad colombiana discrimina más por pobreza
que por raza».<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">No veía a Ana María Cano Morales de hace por lo menos dos
décadas, cuando coincidimos en un restaurante de La Soledad, su barrio, en
Bogotá, y ella, espontánea, cautivó a los presentes con su preciosa voz,
interpretando bulerías, romances y sevillanas de la canción antigua española.
Hoy celebro volverla a ver, ahora como escritora, con su poderosa obra: 'Esta
vida que me pesa', que nos abruma y <br />nos pesa, que nos incita a leer y releer, y
que de lo más íntimo del alma, recomiendo.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">('Esta vida que me pesa' está disponible en Panamericana,
Tornamesa y Librería Favila. Recuerda que un libro es un obsequio amoroso y
necesario para estos tiempos turbulentos).</span></p><p class="MsoNormal"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">Presentación de la novela, 35 Feria Internacional del Libro de Bogotá</span></p><p class="MsoNormal"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjuWQKnLCcEQMsEbkekM16W_7lk5C0puL8aXuxXVQZsUiP7UJcPBputquzar2rI9XMDeDGxPtEW-qHJoXu9dU75taseuXYSm90H3Mg-fSZOHuepCupC_rf4Y7XsENCMe6HK-Gzhc4V8UBjwMHEPzYc1NyBcZlgcNg1roFblEU6Z9uAuz6-WEQs9UxDV/s1024/IMG-20230414-WA0008.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="713" data-original-width="1024" height="446" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjuWQKnLCcEQMsEbkekM16W_7lk5C0puL8aXuxXVQZsUiP7UJcPBputquzar2rI9XMDeDGxPtEW-qHJoXu9dU75taseuXYSm90H3Mg-fSZOHuepCupC_rf4Y7XsENCMe6HK-Gzhc4V8UBjwMHEPzYc1NyBcZlgcNg1roFblEU6Z9uAuz6-WEQs9UxDV/w640-h446/IMG-20230414-WA0008.jpg" width="640" /></a></div><br /><p></p></div>Ricardo Rondónhttp://www.blogger.com/profile/02023732023252028316noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6403704431056921554.post-76205542181848236472022-12-12T16:52:00.004-05:002022-12-12T18:24:41.287-05:00La ejemplar historia de una humilde campesina de ciudad, que remata el año con apartamento nuevo<p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEich3DzViVDrpDm-ZCFKXenAYqHbfCUlrQyHaSKSFBHtO0rouUf1VxQ-T0c9ADmhhqNIniVU4CZ_yJ7Pmg1_daceHH3T80EDEeHtWES2vfP1ZWa1bJwBN34yK4jdWMt3I3NlUWoqcB1CRLGlH5V-IWn8ta4_hJ4PMWDAsckDyN2-RuymxQ23Yte__m0/s3272/dary%200.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="2880" data-original-width="3272" height="564" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEich3DzViVDrpDm-ZCFKXenAYqHbfCUlrQyHaSKSFBHtO0rouUf1VxQ-T0c9ADmhhqNIniVU4CZ_yJ7Pmg1_daceHH3T80EDEeHtWES2vfP1ZWa1bJwBN34yK4jdWMt3I3NlUWoqcB1CRLGlH5V-IWn8ta4_hJ4PMWDAsckDyN2-RuymxQ23Yte__m0/w640-h564/dary%200.jpg" width="640" /></a></div><br /><p></p><p align="center" class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: center;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;">Por su admirable labor con la siembra sana y sostenible, la constructora
Amarilo y <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>W Radio, premiaron con vivienda propia a doña Luz
Dary Díaz, de 57 años y madre de 6 hijos<o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;"><o:p> </o:p></span><b><span face=""Arial","sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;">Ricardo Rondón Chamorro</span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;">(Fotos: Ricardo Rondón y archivo
particular)<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt;">Como su espíritu está conectado con la tierra:
semillas, siembra, cultura agroalimentaria, manos laboriosas, preciados
haberes, doña Luz Dary Díaz Alvarado, bogotana, 57 años, campesina de ciudad,
vive envuelta en fragancias de cidrón, romero, menta, lavanda y hierbabuena,
entre otras hierbas aromáticas que ella cuida en el primoroso balcón de su
modesta vivienda en arriendo, en Bosa Laureles.</span></p><p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span></span></p><a name='more'></a><p></p><p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt;">El lunes 5 de diciembre de 2022, a
primera mañana, doña Luz Dary se desplazaba en un SITP, rumbo a Arborizadora Alta
(Ciudad Bolivar), a visitar, como es su rutina diaria, una de las cuarenta y un
huertas del colectivo Semillas de Mujeres para la Esperanza, la Vida y la Paz
(Ser-Paz), que ella coordina en distintas zonas de Bogotá y sus alrededores,
cuando le entró a su celular una llamada no identificada. Eran las 7:30 AM.</span></p><p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiFVElrikTYane8zJHSvxKeHqebJy9KRVsfvR5Jq_sUPtw-ITmFfAyzz8IDooAnbxjkDa6Oc9GBJ9BP0UnkImH0h5-zpf0vbfOtOb6zuv46OIFEh59XofmCI02KY2bhYT4r47fr_wb74boqHPc1ghaHXG_pbMG6ubUzDTdg9pMgWCx3cj3-yKg7tWey/s4160/dary%2012.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="3120" data-original-width="4160" height="480" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiFVElrikTYane8zJHSvxKeHqebJy9KRVsfvR5Jq_sUPtw-ITmFfAyzz8IDooAnbxjkDa6Oc9GBJ9BP0UnkImH0h5-zpf0vbfOtOb6zuv46OIFEh59XofmCI02KY2bhYT4r47fr_wb74boqHPc1ghaHXG_pbMG6ubUzDTdg9pMgWCx3cj3-yKg7tWey/w640-h480/dary%2012.jpg" width="640" /></a></div><br /><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222;"><b><i>Doña Luz Dary con Maitte Pérez, directora de la emisora comunitaria La Voz de mi Barrio, de la localidad de Bosa </i></b></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt;">Una reconocida voz radiofónica la
saludó con amabilidad al otro lado de la línea. El interlocutor se presentó
simplemente como «Julio... de una emisora...», y empezó a preguntarle cómo se
encontraba, cuántos años tenía, a qué se dedicaba, con quién vivía, a dónde se
dirigía, etc.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt;">Acostumbrada por su trabajo de
sembradora y cuidadora de huertas a atender llamadas de medios locales y
rurales, doña Luz Dary afirma que le pareció curiosa la forma del
interrogatorio, en detalle, que avanzaba entre la picardía y la sutileza del
enigmático entrevistador, hasta cuando él fue específico en el tema de la
vivienda: con quién la compartía, y cuánto pagaba de arriendo.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt;">Inmediatamente, a la señora se le
vino a la cabeza la postulación que su buena amiga, la abogada Gloria Erazo,
había presentado en su nombre a la convocatoria de la constructora Amarilo y la
W Radio, que cada año, para estas fechas, premian con un apartamento a personas
de mínimos recursos que carecen de techo propio, pero que realizan o promueven
labores sociales y humanitarias, sobre todo con madres de cabeza de familia.</span></p><p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgExlKyQZ1U_F5VJh0ZDr2FOQZ3jAGxCU7srlVfVwIcjTqcOavT8OtaChJ-eV8RQa-WwjTTyMyz27DtWkcYtnB5zANOs-L2na2pHyYVqgGAPyLuCHiqd5PXHDLCriyDaAvsCCfTSJU3GR_ukJCL3vg8gZwCAr7jst_ARnTAyxsyObBeAHY57eYoxnfO/s3247/dary%207.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="3120" data-original-width="3247" height="614" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgExlKyQZ1U_F5VJh0ZDr2FOQZ3jAGxCU7srlVfVwIcjTqcOavT8OtaChJ-eV8RQa-WwjTTyMyz27DtWkcYtnB5zANOs-L2na2pHyYVqgGAPyLuCHiqd5PXHDLCriyDaAvsCCfTSJU3GR_ukJCL3vg8gZwCAr7jst_ARnTAyxsyObBeAHY57eYoxnfO/w640-h614/dary%207.jpg" width="640" /></a></div><span style="font-family: arial;"><p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"><br /></span></p><b><i>Líder social, emprendedora agroalimentaria, orientadora y creadora de huertas libres de transgénicos, ella es doña Luz Dary en su patio de Bosa </i></b></span><b><i><br /></i></b><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt;"><br /></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><b><span face=""Arial","sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;">Siembra sana</span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;">Luego de casi media hora de narrar
por celular, en el transporte público, su historia de vida (su loable labor con
el proyecto comunitario de semillas de identidad, que se traduce en «sembrar
sanamente, sin químicos tóxicos, para fomentar territorios libres de
transgénicos», y de todos los obstáculos que le ha tocado superar para sacar
adelante a sus seis hijos), Julio Sánchez Cristo le reveló a doña Luz Dary Díaz
Alvarado, que ella había sido la favorecida, por veredicto del doctor Alberto
Casas Santamaría, entre 136 postulaciones, del apartamento de Amarilo, en
Ciudad Verde, de Soacha, avalado en 135 millones de pesos.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt;">Eran las 7:50 de la mañana de aquel
lunes 5 de diciembre de 2022, cuando doña Luz Dary, conmocionada, rompió en
llanto, en risas nerviosas, en palabras entrecortadas de dicha y
agradecimiento, en medio del asombro de los pasajeros que la observaban expectantes,
sin percatarse de los motivos de su exaltación.</span></p><p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiOmsWoT7pJ38yTwNXFYxPh2sBNzcK-nM-Hzn9CMFIeRVNgfkZjYCRJvM-L7dANg0D7Iv1NLax446LJeJPXc7OV2uHbdui2St72UZFCw7ao65-6k8usUfPRpfR4bdapEEQbi9L5uCLMaF4HXYIEMOXTGfOUmkfUZmJDm-u7uyBCBqXYnrBcHc39vnOv/s1600/dary%201.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1200" data-original-width="1600" height="480" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiOmsWoT7pJ38yTwNXFYxPh2sBNzcK-nM-Hzn9CMFIeRVNgfkZjYCRJvM-L7dANg0D7Iv1NLax446LJeJPXc7OV2uHbdui2St72UZFCw7ao65-6k8usUfPRpfR4bdapEEQbi9L5uCLMaF4HXYIEMOXTGfOUmkfUZmJDm-u7uyBCBqXYnrBcHc39vnOv/w640-h480/dary%201.jpg" width="640" /></a></div><br /><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt;"><i><b>La favorecida, con el doctor Andrés Orozco, de la constructora Amarilo, su padre, sus hijos y nietos, la abogada Gloria Erazo, y la periodista Laura Rozo, de W Radio</b></i></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt;">Todavía en la línea, y mientras ella
se bajaba del SITP para hacer transbordo al alimentador que la llevaría a su
destino, Julio conectó a doña Luz Dary con su hija mayor, Érika Fautoque, como
su madre, desbordada de emoción, y con su amiga, promotora y mensajera de la
feliz noticia, la abogada Gloria Erazo, que hace parte de la Red Semillas
Libres, encaminada a defender y promover el patrimonio agrario. Emotiva y
conmovedora celebración de las tres mujeres, con el hilo conductor de Sánchez
Cristo.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt;">A la afortunada noticia de doña Luz
Dary, sucedieron en cadena llamadas y mensajes de generosidad que el director
de la W Radio fue reportando a la feliz beneficiaria: que un dirigente
deportivo se comprometía a amoblarle la sala y la alcoba; que el Banco Mundial
de Alimentos le donaba el comedor y la nevera, con mercado incluido; otros
voluntarios prometieron la estufa, la lavadora y las cortinas, y un oyente, que
prefirió reservar su identidad, le obsequiaba tres millones de pesos para lo
que necesitara en su nueva vivienda.</span></p><p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgztLBoKKkNEOkpFGb7nP7I1rqIYMr8zYkvqCWYyqbYM_by1F2vXVQ_fkcopNTZ5ZGiKjvGBhznCJI5IhzQ0NrO1EtDeSXYl8HqZLOecI9-s6T65fGLae4-39GOW1HDMa0ElEQpv9DXrE19AlmWk19_1WgWmpbpzAjsyUsA1bscnHvmAMQvZXVv_swQ/s1584/dary%204.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1009" data-original-width="1584" height="408" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgztLBoKKkNEOkpFGb7nP7I1rqIYMr8zYkvqCWYyqbYM_by1F2vXVQ_fkcopNTZ5ZGiKjvGBhznCJI5IhzQ0NrO1EtDeSXYl8HqZLOecI9-s6T65fGLae4-39GOW1HDMa0ElEQpv9DXrE19AlmWk19_1WgWmpbpzAjsyUsA1bscnHvmAMQvZXVv_swQ/w640-h408/dary%204.jpg" width="640" /></a></div><br /><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt;"><b><i>Doña Luz Dary, en el balcón de su vivienda, en Bosa Laureles, donde siembra suculentas y hierbas aromáticas como cidrón, menta, romero, lavanda y hierbabuena </i></b></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt;">Doña Luz Dary y su hija Érika,
retomaron al aire el lagrimeo. Oír ofrecimientos esporádicos de gente de buen
corazón en un país sacudido por la violencia, el odio y la polarización, les
hizo de nuevo exprimir la sal del llanto, que el colombiano emergente está
habituado a repartir entre la euforia por las hazañas de la supervivencia o la
camiseta de sus amores, y los tragos amargos de la pobreza y la falta de
oportunidades.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><b><span face=""Arial","sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;">Todera de la vida</span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt;">En el último tramo vehicular de su
destino a la huerta Polinizadores de sueños, de Ciudad Bolívar, y ya con los
ánimos apaciguados por la extraordinaria noticia del apartamento, doña Luz Dary
devolvió el carrete de su azarosa vida, de sus años duros de la infancia y la
adolescencia, como cuando sus padres, campesinos boyacenses, llegaron a Bogotá
con la prole en busca de un mejor vivir, que no fue otro que asentarse en un
barrio de invasión en las goteras capitalinas, cuando el Juan Pablo I era un
baldío estéril de todos y de nadie.</span></p><p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt;"><br /></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhNCBq-6FlSyxrvmVGIFAS-riGjMk9vMnSZLy_a89I8pK6oYyprRr93e4DybllChrELgwrpvfMdzvtoSaD7lqCDuk0b6VkJYu3JsWMD8Gv09w8lZ5c7fX8lyufjrgQQFhNa3md0oCm31ZBj8gocuebOELzsNkBbWTMsuOVa6JxHPiWZO3P6j-A-iflJ/s4160/dary%203.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="3120" data-original-width="4160" height="480" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhNCBq-6FlSyxrvmVGIFAS-riGjMk9vMnSZLy_a89I8pK6oYyprRr93e4DybllChrELgwrpvfMdzvtoSaD7lqCDuk0b6VkJYu3JsWMD8Gv09w8lZ5c7fX8lyufjrgQQFhNa3md0oCm31ZBj8gocuebOELzsNkBbWTMsuOVa6JxHPiWZO3P6j-A-iflJ/w640-h480/dary%203.jpg" width="640" /></a></div><br /><p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"><b><i>Mercado de los pueblos, uno de los programas bandera de doña Luz Dary Díaz. El más reciente, en el Parque Bosanova</i></b></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt;">Recapituló las bregas y oficios que
le ha tocado realizar para sobrevivir con sus seis críos, resultado de dos
relaciones, que ella prefiere ahorrar en detalles, y que más bien resume como
un par de experiencias desafortunadas que «aseguraron con candado y triple
chapa» su ilusión de volverse a enamorar.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt;">Recordó sus años como secretaria de
taquigrafía y mecanografía (con certificado del SENA) en una fábrica de calzado
de Sibaté, alternando como operaria de planta en la misma empresa, con el propósito
de hacerse a unas extras para el sostenimiento de sus retoños.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt;">Se rio de sí misma cuando se acabó
ese empleo, y se vio obligada a asumir otro como camarera en un motel del 7 de
agosto, donde no alcanzó a durar un año por el humillante y fatigoso trajín, y
decidió irse en solitario como trabajadora informal, instalada en una esquina
de la carrera 13, con calle 60, de Chapinero, frente al antiguo teatro Aladino,
vendiendo prendas en croché y dos agujas, oficios que aprendió en el
bachillerato.</span></p><p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjsFJZWYuJDYXZmNnmPIIqnNMQMAna0DokDRLPCzm5xwCYQQRUl__8wCxFfSnXjDNhBgkNCujNypwezqqUU5YIGTnCI78UKBYhzzZSmtzY45wDV1sBEuNyAoubUtZLTA4UiiDSlRbuT3PW2C3I9zdhyvQznJdszcYHuMEHQCLMxr5iK8s010c-RIYbc/s3065/dary%2001.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="2677" data-original-width="3065" height="558" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjsFJZWYuJDYXZmNnmPIIqnNMQMAna0DokDRLPCzm5xwCYQQRUl__8wCxFfSnXjDNhBgkNCujNypwezqqUU5YIGTnCI78UKBYhzzZSmtzY45wDV1sBEuNyAoubUtZLTA4UiiDSlRbuT3PW2C3I9zdhyvQznJdszcYHuMEHQCLMxr5iK8s010c-RIYbc/w640-h558/dary%2001.jpg" width="640" /></a></div><br /><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt;"><b><i>Vida, obra y milagros de la tierra. Doña Luz Dary, campesina de ciudad y su ejemplar relato como emprendedora</i></b></span><p></p><p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt;">Trajo a colación a la estudiante de
modas que le encargaba tejidos y decorados para sus confecciones: bolsos,
sandalias, vestidos, buzos y faldas, entre otras prendas de exportación, hasta
que la incisiva persecución de la policía a los vendedores de calle se hizo
inmanejable, y tuvo que desistir del negocio. Optó entonces por emplearse por
días en casas de familia.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt;">En ese ajetreo del día a día, dejando
el cuidado de sus hijos a merced del vecindario, o en los centros de atención
del distrito para poder responder con sus ocupaciones domésticas, o como
impulsadora de productos de una empresa de aseo, hasta que Mauro, su hijo
menor, enfermó, y el refugio a mano de atención y nuevos hábitos alimentarios
corrió por cuenta del comedor comunitario de Bosa Palmar, de la Secretaría de
Integración Social, en la alcaldía de Lucho Garzón, en 2007.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><b><span face=""Arial","sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;">Cultura agroecológica</span></b></p><p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><b></b></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><b><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjzrrM3fWD-Dpet2Ni1lJMRjiS0WINUaUi8zt2249I0oIbq0IFPs6cMxU64yqsEJYYH1iitulvwqfFDQ7TvsW7luECrkCfUTng-Q86FsDffvjUWTzFxECdWhad9PVp4ZvLuVjkesREtdqFo7czhLlYI0Z9q0ixkPsBn6Er7gFA7JJuYv1B3nDwqJL-r/s1600/dary%2015.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1200" data-original-width="1600" height="480" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjzrrM3fWD-Dpet2Ni1lJMRjiS0WINUaUi8zt2249I0oIbq0IFPs6cMxU64yqsEJYYH1iitulvwqfFDQ7TvsW7luECrkCfUTng-Q86FsDffvjUWTzFxECdWhad9PVp4ZvLuVjkesREtdqFo7czhLlYI0Z9q0ixkPsBn6Er7gFA7JJuYv1B3nDwqJL-r/w640-h480/dary%2015.jpg" width="640" /></a></b></div><b><br /><span face=""Arial","sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;"><i>La feliz beneficiada con el apartamento de Amarilo, rodeada de la abogada Gloria Erazo, y las periodistas Jennifer Castañeda, de Idartes, y Laura Rozo, de W Radio </i></span></b><p></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt;">Ese comedor, con capacidad para 300
usuarios, rememora doña Luz Dary, fue el punto de partida de su inclusión y
participación como activista en procesos comunitarios ambientales, capacitación
agroalimentaria para el desarrollo de huertas con expertos de facultades de la
Universidad Nacional, la provechosa experiencia con la cultura de semillas
libres de químicos tóxicos, y la promoción del mercado de los pueblos, que
periódicamente circulan en distintos puntos de Bogotá y Cundinamarca, entre
otras actividades relacionadas con la siembra sana, que de manera progresiva
rehabilitó a su pequeño hijo de serias complicaciones de salud.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt;">De eso ha vivido doña Luz Dary en los
últimos años. Pero más que vivir, independiente de intereses personales, ha
sido de convivir y multiplicar esfuerzos y logros productivos de sostenibilidad
con los colectivos y escuelas comunitarias que se nutren a través de talleres y
orientación agroecológica, y se expanden con la creación de dispensarios de
semillas, y de la formación de custodios de las mismas, la mayoría estudiantes
de colegios distritales y escuelas rurales. "De esos custodios, niños y
niñas, tengo alrededor de 200, a quienes quiero y protejo como si fueran mis
hijos", dice ella.</span></p><p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg5KmXD8h75WULxQFubF0sXMN5mU4D6gFjPFA4HEbAsJvKSw4lSegIxkgQUu5VHZsMOSZil3ikoGssbwUIZelm9Yg2kt0I57Gan293hxzmys_pxFnJTPpjfxdRkXmUjxq7cFhBQjo-sS-6tz1abYgbFIYoVFpPJDI5JTHhQKT1QigD0KNVwpbQ3aiVs/s1600/dary%208.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1200" data-original-width="1600" height="480" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg5KmXD8h75WULxQFubF0sXMN5mU4D6gFjPFA4HEbAsJvKSw4lSegIxkgQUu5VHZsMOSZil3ikoGssbwUIZelm9Yg2kt0I57Gan293hxzmys_pxFnJTPpjfxdRkXmUjxq7cFhBQjo-sS-6tz1abYgbFIYoVFpPJDI5JTHhQKT1QigD0KNVwpbQ3aiVs/w640-h480/dary%208.jpg" width="640" /></a></div><br /><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt;"><i><b>Postres, colaciones, galletas, delicias de repostería, también hacen parte de la labor social del colectivo Semillas de Mujeres para la Esperanza, la Vida y la Paz (Ser-Paz)</b></i></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt;">«Me enorgullezco de ser activista,
guardiana, orientadora y multiplicadora de semillas. Con las huertas aprendimos
todos los días a sembrar y a sumar con los milagros que brotan sanos de la
tierra: desde hierbas medicinales, tubérculos como papa y arracacha (blanca y
amarilla), frutales, gulupa, mandarina, mora, curuba, durazno, fresa, maracuyá;
hortalizas, acelga, lechuga, cilantro, perejil, apio, tomate chonto, cherry,
milano, tomate de árbol, igual que nutrientes como quinua y amaranto», explica la
campesina de ciudad.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt;">"Hasta postres vendemos para abonar
recursos. Curiosamente los aprendimos a hacer por una señora evangelista del
barrio León XIII que nos enseñó gratis, a cambio de diez minutos de taller
bíblico. Viera la delicia de postres que preparamos. Fueron seis meses de
inducción, y al final la señora nos hizo tremendo banquete para la ceremonia de
graduación".</span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt;">"Nuestro emprendimiento con la
cultura agroalimentaria, y con otros quehaceres como postres y
habilidades manuales, está fomentado en principios con el cuidado ambiental y
la preservación de los recursos naturales, el agua, primordial como fuente de
vida. También tenemos clara la cultura del ahorro y la inversión responsable.
Falta mucho por hacer, pese al trabajo y al esfuerzo que como mujeres cabezas
de familia, algunas en situación vulnerable, dedicamos a diario en
nuestros proyectos. Pero ahí vamos, con la ayuda de Dios», argumenta doña Luz
Dary.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><b><span face=""Arial","sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;">Semillas de esperanza</span></b></p><p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><b></b></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><b><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhA5jWX55zEF5VDMinf8iGLZbyVCVX9NaJ9l99QDMRZZvVVqawXllJcLl_aZ_HblSc8_rgXjZH_vhv0LxAqQvrNBJvsMx-NbCofAHvyRYR7B5dWZxkHIhvBp84TIR2ptlKM78b6x2Nr47j8-C_XZBo9BSaL2kRNRf9d5qx-JIzmNPcFXTmTr7I4d9-y/s4160/dary%2014.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="3120" data-original-width="4160" height="480" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhA5jWX55zEF5VDMinf8iGLZbyVCVX9NaJ9l99QDMRZZvVVqawXllJcLl_aZ_HblSc8_rgXjZH_vhv0LxAqQvrNBJvsMx-NbCofAHvyRYR7B5dWZxkHIhvBp84TIR2ptlKM78b6x2Nr47j8-C_XZBo9BSaL2kRNRf9d5qx-JIzmNPcFXTmTr7I4d9-y/w640-h480/dary%2014.jpg" width="640" /></a></b></div><b><br /><span face=""Arial","sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;"><i>Los productos de Boyacá y sus campos: quesos, almojábanas, arepas, panes artesanales</i></span></b><p></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt;">La abogada Gloria Erazo,
postulante del apartamento que la constructora Amarilo y la W Radio
concedieron a doña Luz Dary Díaz Alvarado, entre 136 historias que llegaron a
la plataforma de convocatoria, pondera a su amiga y aliada de proyectos como
una líder social fuera de serie, incansable en su trabajo, ávida en aprender
más todos los días, y en compartir sus conocimientos y habilidades con la
comunidad, creando oportunidades para quienes la rodean.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt;">«Madre de seis hijos y abuela de
siete nietos, Luz Dary es un ejemplo a seguir como activista y emprendedora,
para quien no existen los imposibles. Su carácter afable, su entusiasmo en todo
lo que asume, su inquebrantable espíritu de superación, no obstante las
adversidades que le ha tocado enfrentar, es de aplaudir y admirar».</span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt;">«Su colectivo, Mujeres Semillas para la Esperanza, la Vida y la Paz (Ser-Paz), que se originó en 2007 a raíz de la enfermedad
de su hijo menor, que en la actualidad ha respondido positivamente gracias a la
saludable nutrición derivada de los procesos de la cultura agroalimentaria
sana, es un poderoso testimonio de vida, digno de replicar y fortalecer en
agrupaciones comunitarias».</span></p><p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjsYYLym6WGHYGuih6oj1zmNidTFSkS_GSzKaehOxdt8fuGCmY3UyZfx5BQENYqNrKtZPka8n3tebnBJrOQfoiGe9qK82XPs3QCdDs2QQ972jCwCH33jjQr68W-POYEoegW1dlhR3LwSWx-ZSvXyJ_ApzH-bv1ZZDIAV0haU7CVhkHeQjdvew3wcfND/s4160/dary%2011.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="3120" data-original-width="4160" height="480" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjsYYLym6WGHYGuih6oj1zmNidTFSkS_GSzKaehOxdt8fuGCmY3UyZfx5BQENYqNrKtZPka8n3tebnBJrOQfoiGe9qK82XPs3QCdDs2QQ972jCwCH33jjQr68W-POYEoegW1dlhR3LwSWx-ZSvXyJ_ApzH-bv1ZZDIAV0haU7CVhkHeQjdvew3wcfND/w640-h480/dary%2011.jpg" width="640" /></a></div><br /><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt;"><b><i>Aceites, bálsamos y gotas revitalizadoras, variedad de tés, elaborados con plantas medicinales </i></b></span><p></p><p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt;">Desde 2017, Luz Dary coordina el
comité de seguridad alimentaria, ratificado por la alcaldía local de Bosa, y
también coordina el comité de productividad local de esa conectividad, en el
que están inscritas 150 personas encargadas de fortalecer emprendimientos, con
asistencia y capacitación. Sus escuelas agroalimentarias, cuarenta y una
urbanas y veintiuna rurales, se han expandido a regiones como
Cundinamarca, Boyacá y Huila, además de la creación de la Red de Custodios
Generacionales de Semillas en escuelas públicas: 80 en Bosa, 20 en Ciudad
Bolívar, 10 en Soacha, 20 en Suba. Es impresionante todo lo que ha hecho esta
mujer, y lo que tiene en mente por desarrollar», concluye la doctora Erazo.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><b><span face=""Arial","sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;">Mercado de los pueblos</span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt;">Es domingo 11 de diciembre de 2022 y
en el Parque Bosanova, de Bosa, doña Luz Dary, fragante a cidrón, menta,
lavanda y hierbabuena, coordina el mercado de los pueblos de dicha localidad,
como lo viene haciendo de hace años en su ruta itinerante por Bogotá y vecinas
comarcas: la instalación de las carpas que le suministra la alcaldía local, la
logística, el sonido, el </span><i style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;">video beam</i><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt;">
para la proyección de las conferencias agroalimentarias, y lo más importante,
la energía positiva que ella irradia a sus compañeras sembradoras y artesanas,
que llegan a las seis de la mañana a organizar sus productos para la venta.</span></p><p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEij23dtyAOhSOqRmTjM0LE8ldrGjVFJlcfyWcmOBQqFYoAv0MYRi6lxzGnY5DqKAoMjLJohAxPTRBxIpXAL3_7jywj4SRQtU47nCy11OHptIaGhLEu_0GisAEWzwuaZomyuP-FByR0RxikyjnRGYagpV5CST56LB4WdTai99FHVBYg_XYkTwMZ_OQqb/s4160/dary%2013.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="3120" data-original-width="4160" height="480" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEij23dtyAOhSOqRmTjM0LE8ldrGjVFJlcfyWcmOBQqFYoAv0MYRi6lxzGnY5DqKAoMjLJohAxPTRBxIpXAL3_7jywj4SRQtU47nCy11OHptIaGhLEu_0GisAEWzwuaZomyuP-FByR0RxikyjnRGYagpV5CST56LB4WdTai99FHVBYg_XYkTwMZ_OQqb/w640-h480/dary%2013.jpg" width="640" /></a></div><br /><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt;"><b><i>El Mercado de los Pueblos, atractiva vitrina de los ejes comunitarios, donde se concentra la virtud de cientos de manos virtuosas</i></b></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt;">Con los ecos de la melodía decembrina
que despachan los parlantes, el buen ánimo contagia a emprendedoras de la red
agroecológica, y a artistas manuales, algunas víctimas del conflicto armado y
del desplazamiento, que coordina el colectivo Memorias de Colombia, donde
ofrecen miel de abejas, café, cacao, tortas caseras, entre otros haberes
santandereanos.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt;">En otra carpa, las hermanas Zulma y
Eulalia Ortiz exhiben quesos, almojábanas, garullas, arepas, génovas y maíz
tostado de Arcabuco, Boyacá. A escasos metros, está la tolda de Jackeline
Quintana y Alex Méndez, productores de esencias, aceites, pomadas y ungüentos
elaborados con hierbas medicinales. En el recorrido, doña Luz Dary nos
relaciona con Javier Reyes y Pablo Moreno, encargados de la articulación de
negocios a través de plataformas logísticas, y de los mercados físicos de
Lucero Alto, Lucero Bajo, y San Carlos.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt;">Maitte Pérez es la directora de La
Voz de mi Barrio, emisora que hace parte de la Red de Medios Comunitarios y
Alternativos de Bogotá, y su encuentro con doña Luz Dary Díaz se hace visible
en un estrecho abrazo. «¡Esta periodista es una dura! No se imagina lo que ha
hecho con sus micrófonos en favor de nosotras y la comunidad. Ella me va
acompañar a recibir las llaves simbólicas del apartamento, que quedaron de
entregármelo en marzo», dice doña Luz Dary, mientras las registro en la cámara.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><b><span face=""Arial","sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;">Año nuevo, vivienda nueva</span></b></p><p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><b></b></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><b><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhbKxa1bSS7ugDmi3Be1lnkpOzrBWJxparl9W2kwKUJ53XuDl_XAfExk1z5US9KC1y12BIwjBLOXrO8ULSAgcNu46W3Uzrr81RoARwtdbUAVH8R03IiAlMnNKyE04OnQmmZIknONKTDJv3sMPY7KxSDoDRGYGgyH89EJp4SN9DrMdZNCGXDbegaiCLD/s1051/dary.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1051" data-original-width="893" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhbKxa1bSS7ugDmi3Be1lnkpOzrBWJxparl9W2kwKUJ53XuDl_XAfExk1z5US9KC1y12BIwjBLOXrO8ULSAgcNu46W3Uzrr81RoARwtdbUAVH8R03IiAlMnNKyE04OnQmmZIknONKTDJv3sMPY7KxSDoDRGYGgyH89EJp4SN9DrMdZNCGXDbegaiCLD/w544-h640/dary.jpg" width="544" /></a></b></div><b><br /><span face=""Arial","sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;"><i>La postal que resume una historia de vida, esfuerzos, trabajo y sacrificios. Doña Luz Dary Díaz Alvarado... ¡A disfrutar de su merecido hogar! </i></span></b><p></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;">El lunes 12 de diciembre de 2022, quedará
registrado por doña Luz Dary Díaz Alvarado como la fecha más importante en sus
57 años de vida: "Vuelvo a sentir los nervios de cuando don Julito Sánchez
me anunció la noticia del apartamento el pasado 5 de diciembre. Esa noche la
pasé casi en vela, pensando y pensando en que por fin iba a tener un techo
propio, después de 34 años de estar pagando arriendo, de aquí para allá, trasteando
con mis seis hijos», recuerda la señora, al borde de las lágrimas.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><b><span face=""Arial","sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;">-Doña Luz Dary, ¿ya tiene la pinta lista para recibir esas llaves?</span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt;">-Sí, gracias a Dios. El vestido y los
zapatos me los regaló mi hija Érika, la mayor, tan bonita. Ahora en la tarde,
voy para el salón de belleza.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><b><span face=""Arial","sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;">-¿Tuvo la oportunidad de conocer el apartamento?</span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt;">-Sí señor, estuve en Soacha, en la
urbanización Cayena 2, de Ciudad Verde, donde me mostraron el apartamento
modelo. Me adjudicaron un tercer piso, esquinero, de 56 metros cuadrados, ¡qué
lindura, por Dios! con tres alcobas, cocina, sala-comedor, baño y cuarto de
ropas. Estoy que no quepo de la ansiedad y de la dicha.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt;">Le tomo las últimas fotos a doña Luz
Dary al lado de un canasto abundante de los benditos frutos que produce la
tierra. Ella rúbrica la postal con una sonrisa que compendia la humildad, el
amor y la satisfacción de quienes labran los surcos.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt;">Ojalá que la historia hecha a pulso por
esta gran mujer, sirva de ejemplo para que se repliquen millones de semillas. Y,
que las promesas de los gobiernos, invocando a Dios por los menos favorecidos,
no se amarillen en el papel. Por encima de la demagogia, urgen los hechos, las
acciones, para beneficio del campesinado. Que no joroben más con esos tediosos
y amañados discursos, que Dios ya puso su parte. </span><span face="Arial, "sans-serif"" style="background-color: transparent; font-size: 12pt; text-align: left;"> </span></p>Ricardo Rondónhttp://www.blogger.com/profile/02023732023252028316noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6403704431056921554.post-85390470945892926832022-11-23T10:41:00.003-05:002022-11-23T10:45:39.090-05:00El locutor mexicano que hace historia vendiendo tacos en la Plaza de Mercado de Paloquemao<p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgJCk90RCy8DytKA0PIeaqwH_1tYcQ_881F93Y6bEpuz8GeTBvvtou0XltKVQDKEqHCB2SzOg2I5p_4i0DhCPuekG_6BDfieycefI-x2lqtrOHIorLGm4eN8z8c9ZK-FHRz6g1DbKjX1-UQ34qSkD87fDGknBMNAVUd3xUFOq9PdCPkDAp-CufpfRom/s4160/taco%2003.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="3120" data-original-width="4160" height="480" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgJCk90RCy8DytKA0PIeaqwH_1tYcQ_881F93Y6bEpuz8GeTBvvtou0XltKVQDKEqHCB2SzOg2I5p_4i0DhCPuekG_6BDfieycefI-x2lqtrOHIorLGm4eN8z8c9ZK-FHRz6g1DbKjX1-UQ34qSkD87fDGknBMNAVUd3xUFOq9PdCPkDAp-CufpfRom/w640-h480/taco%2003.jpg" width="640" /></a></div><br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;"><i>Don Gonzalo Vázquez en su Taquería Viva la Lupita, frecuentado punto
gastronómico del popular centro de abastecimiento capitalino.</i></span></div><p></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;"><b><o:p></o:p></b></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;"><b style="text-align: justify;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;">Ricardo Rondón Chamorro</span></b></div>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt;">Fotos: Ricardo Rondón y archivo
particular </span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt;">Si te llamas Gonzalo Vázquez, nacido en la almendra
del D.F. mexicano, y te presentas como el hijo del Enmascarado de la Cruz Azul
y el locutor de La Bestia Grupera, tendrás asegurada una estrella en el gran
paseo de la fama.</span></p><p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span></span></p><a name='more'></a><p></p><p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt;">Frente amplia, copete entrecano,
mostacho y cejas pobladas, brazos y pecho tatuados, contextura gruesa, patillas
a lo mero macho (como las de los galanes del siglo de oro del cine mexicano),
mirada penetrante y voz de mando, Vázquez, a primera mañana, se abre paso entre
la barahúnda de coteros y mercaderes de la Plaza de Mercado de Paloquemao,
emporio de abastecimiento y referente turístico y gastronómico de la capital,
con 50 años de existencia. </span></p><p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEglrf5Wnjg775Udxk1Ty2bSwBbh2r0B2vmqWL4RshekMeM_JlGQMp05Dnbkn9OhHOIncCZRiRtRRyAcifGcLHXHnSLMHfDugJoRwjhIfjxQn4wj5c2lgLUKAW7_1SOMutxwDMHSLJRGXTyynJqjbng3dZstyAmBNYRsRU3MWeLN9axzQ2CA7qFBFQNp/s1600/taco%2011.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1197" data-original-width="1600" height="478" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEglrf5Wnjg775Udxk1Ty2bSwBbh2r0B2vmqWL4RshekMeM_JlGQMp05Dnbkn9OhHOIncCZRiRtRRyAcifGcLHXHnSLMHfDugJoRwjhIfjxQn4wj5c2lgLUKAW7_1SOMutxwDMHSLJRGXTyynJqjbng3dZstyAmBNYRsRU3MWeLN9axzQ2CA7qFBFQNp/w640-h478/taco%2011.jpg" width="640" /></a></div><br /><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt;"><b><i>La refrescante y saludable horchata con canela, una suerte de avena mexicana</i></b></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt;">"Don Gonzalo", como lo
conocen en Paloquemao, se ha hecho popular por la Taquería </span><i style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;">Viva la Lupita</i><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt;">, que abrió hace más de un año, y que desde su
inauguración se ha convertido en el punto de atracción de propios y visitantes,
la mayoría extranjeros, que a su paso degustan de las delicias de tacos que
ofrece su carta, y de otros manjares de la cocina tradicional mexicana,
acompañados de un buen tequila o de la espumosa y saludable cerveza de la casa,
en un ambiente cálido, amable, y con una decoración que llama la atención a
primera vista. </span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt;">«No tienes pierde -dice Vázquez con
su marcado acento manito del distrito federal-. Si no te trae el olor de las
especies y la sazón de las carnitas y otros ingredientes de nuestra taquería,
te orientas por la bandera de México, orgullo de nuestra nación, siempre
dispuesta en este amable rincón de la capital del país más mexicanista del
mundo: Colombia, que nos hermana en muchas cosas, en la amistad y en el buen
trato, pero sobre todo en el fervor por nuestra música».</span></p><p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjxJb6dYrvt6cerKuRJxOR9pDgqviiVwHdIcek2bStwR61WMRBfm8GRDwMZ7weau4Xmgf6xlWvUiKoCnNiDd0iB9odTTyRXzftcFQMloQcLGzzLDtheGPxxoX7GQIUCw8ih8Ujfb5y_z4TGT8TQRjSUcAYoHYvmeaKDA44bU5uo-fg62I0E1NaQ4QK2/s4160/taco%200.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="3120" data-original-width="4160" height="480" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjxJb6dYrvt6cerKuRJxOR9pDgqviiVwHdIcek2bStwR61WMRBfm8GRDwMZ7weau4Xmgf6xlWvUiKoCnNiDd0iB9odTTyRXzftcFQMloQcLGzzLDtheGPxxoX7GQIUCw8ih8Ujfb5y_z4TGT8TQRjSUcAYoHYvmeaKDA44bU5uo-fg62I0E1NaQ4QK2/w640-h480/taco%200.jpg" width="640" /></a></div><br /><span face="Arial, sans-serif" style="color: #222222;"><b><i>Intérprete de la música grupera, locutor, manager, hombre de medios y ahora cultor de la gastronomía tradicional mexicana. Así se presenta don Gonzalo </i></b></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><b><span face=""Arial","sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;">Aventurero </span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt;">Pero en qué paracaídas aterrizó por
estos lares don Gonzalo, un cuate que se precia de ser un mil batallas sin
treguas, con una terquedad inquebrantable para probarse en lo que le dicta el
corazón, sin perder la razón, y con el ímpetu que cita su ídolo, don Antonio
Aguilar, el rey de la charrería, en su legendaria ranchera: «</span><i style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;">yo soy el aventurero y hago de mí lo que
quiero. / Soy honrado, buen amigo, vacilador y sincero</i><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt;">». Qué más carta de
presentación a donde quiera que vaya.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt;">Cuenta, don Gonzalo, que llegó a
Colombia hace tres años, cuando apenas se murmuraba de los estragos que estaba
causando un extraño bicho en la región de Whan, China, en busca de una
oportunidad como locutor de música y espectáculos. Venía de Guadalajara con las
mejores credenciales al frente de La Bestia Grupera, frecuencia líder de la
capital del estado de Jalisco, fábrica a todo vapor de ídolos de la música
popular mexicana como el inolvidable Vicente Fernández, su alter ego.</span></p><p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh-tr06dFjhO_upAU6lW8Pn4_SOurq6XUicbTwwo3u2h4-bJrN2oEhxOLxUY4ebQsPZeZqKJbL16v4xAYPeQYnZtIEmAilIVvbtWHofvbRMacnOWyOxHyqse0ey9REgGcbEfggxJg65OkCC0_II2KVdLJR-zUufVuFRE5-7Y6QSxIec76fHojhth9-G/s1080/taco%206.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1080" data-original-width="1080" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh-tr06dFjhO_upAU6lW8Pn4_SOurq6XUicbTwwo3u2h4-bJrN2oEhxOLxUY4ebQsPZeZqKJbL16v4xAYPeQYnZtIEmAilIVvbtWHofvbRMacnOWyOxHyqse0ey9REgGcbEfggxJg65OkCC0_II2KVdLJR-zUufVuFRE5-7Y6QSxIec76fHojhth9-G/w640-h640/taco%206.jpg" width="640" /></a></div><br /><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt;"><b><i>Qué tal esta apetitosa torta cubana, otro de los manjares de la taquería</i></b></span><p></p><p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt;">Arribó a Bogotá con tres amigos, uno
de ellos su jefe en la mencionada estación radial de Guadalajara. No más
descargar maletas en el hotel, rastreó en el top de emisoras de mayor audiencia
musical y entretenimiento: Olímpica, La Kalle y Tropicana. Se fue con sus
mejores galas a ofrecer sus servicios como locutor profesional, pero no le
pararon bolas. "No importa", se dijo: "Me llamó Gonzalo Vázquez
y terco como yo no hay otro".</span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt;">A poco de estar recorriendo calles en
Bogotá, cundió la alarma de las prevenciones y restricciones sanitarias ante
las perturbadoras cifras en ascenso de casos de Covid-19. Justo un día antes de
conocerse la orden impajaritable de cierre de fronteras, Vázquez y sus tres
amigos lograron tiquetes de regreso a México. Afincado de nuevo en Guadalajara,
reanudó su trabajo como locutor, esta vez desde casa, en el momento álgido en
que la amenaza fatal de la pandemia estremecía al mundo.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><b><span face=""Arial","sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;">A todo dar </span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt;">"Mi vida ha sido una cadena de
afortunadas coincidencias, todas ellas en la corriente de la música, las
tarimas y los medios de comunicación. Mi padre hizo nombre en los tinglados de
la lucha libre con el remoquete del Enmascarado de la Cruz Azul. Mi abuelo
practicó la lucha grecorromana. Pero ambos han comulgado con la música, que es
la otra leche que nos identifica como mexicanos", relata don Gonzalo en su
taquería de la Plaza de Paloquemao.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; font-weight: bold; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgSYGnZmw0MkUP_uXp68ohcsmvz7aJgGsA3a_aNThiN9QDSFTfjbqiEiHw_fip9N339Iz0hPuVy6fqOonc2tKXOeciScLgWWZc5EeI3hy2cQW-8g22jGIchT0tqQNCegYGKK2WB3tcQNkH4eTT3PS8mA8p48SrsrCacRt7mbfi6tXBYKqluZAbkm2Mh/s1080/taco%209.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1080" data-original-width="1080" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgSYGnZmw0MkUP_uXp68ohcsmvz7aJgGsA3a_aNThiN9QDSFTfjbqiEiHw_fip9N339Iz0hPuVy6fqOonc2tKXOeciScLgWWZc5EeI3hy2cQW-8g22jGIchT0tqQNCegYGKK2WB3tcQNkH4eTT3PS8mA8p48SrsrCacRt7mbfi6tXBYKqluZAbkm2Mh/w640-h640/taco%209.jpg" width="640" /></a></div><br /><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt;"><i><b>Y estos provocativos tacos dorados, con sus salsas y aderezos</b></i></span><p></p><p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><b><span face=""Arial","sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;">-¿Y cómo fue a dar aquí?-</span></b><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt;">, le pregunto.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt;">«De niño me abrigaba la ilusión de
ser una estrella de la canción como la que alumbró los caminos de Pedro
Infante, Antonio Aguilar y Vicente Fernández, mis tres ídolos. Me lo propuse de
muchacho y logré abrirme campo, aunque hoy por hoy el asunto no es tan fácil
como antes, por lo competitivo, y porque se necesita buen dinero para
promocionar el nombre. Pero la música, en mi caso, fue un trampolín para los
medios, en especial la radio, que como profesional me ha dado para vivir y me
ha dejado enormes satisfacciones».</span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt;">«Le cuento esto porque una vez que se
volvió a normalizar el ambiente, después de que la tempestad del virus fue
mermando, regresé a Colombia con la obsesión de seguir insistiendo en las
estaciones radiales. Aunque todavía no ha sido posible, gracias a Dios y al
reconocimiento que en escaso tiempo (año y dos meses) tiene de abierta la
taquería, he cosechado buenos amigos de los medios, en particular de La Kalle,
RCN y Tropicana, que generosos han venido a hacer sus notas sobre mi negocio.
Confío que algo en la radio saldrá de esas amistades».</span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><b></b></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><b><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh2dpcwojoYzn-og8_uhPvbfrZal4n-RdY1M198o5KenjkfbCJfCfMw0P2J-sU0IHkccgNXswji8uQ5ugcOSpAkl30trgI0T-w7MKxAvHwiBqPHJCzPh31afS6-0x5RuB4jy3QgTfkVumIucGAd2r2scxeO0S55wIbKBTgCDfFnMEe9KTlsThDdNPeK/s1197/taco%208.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="850" data-original-width="1197" height="454" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh2dpcwojoYzn-og8_uhPvbfrZal4n-RdY1M198o5KenjkfbCJfCfMw0P2J-sU0IHkccgNXswji8uQ5ugcOSpAkl30trgI0T-w7MKxAvHwiBqPHJCzPh31afS6-0x5RuB4jy3QgTfkVumIucGAd2r2scxeO0S55wIbKBTgCDfFnMEe9KTlsThDdNPeK/w640-h454/taco%208.jpg" width="640" /></a></b></div><b><br /><span face=""Arial","sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;"><i>Los chilaquiles, plato típico mexicano, con sus carnes al gusto y en sus salsas</i></span></b><p></p><p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><b><span face=""Arial","sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;">-¿Cómo resultó de la noche a la mañana con una taquería, en esta plaza
de mercado?</span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt;">«Bueno, de algo tenía que sostenerme,
porque con los sueños no se pagan renta, comida y servicios. Pensé que si la
música mexicana era tan bien recibida en Colombia, pues la gastronomía también,
como los tacos, los burritos, las enchiladas. Me puse a rastrear mercados por
redes sociales, hasta que ubiqué este de Paloquemao, me pareció muy bonito. Por
fortuna había un puesto que estaban arrendando, donde antes había funcionado un
'corrientazo'. Y de una decidí tomarlo».</span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><b><span face=""Arial","sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;">-¡¿Así, de primerazo?!</span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt;">«Debo reconocer que no soy un experto
gastronómico, pero en este punto doy crédito de la buena fe y la oportuna ayuda
que me brindó un cuate mexicano que también tiene taquería en esta plaza: don
Alberto Pavana, de </span><i style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;">La Lupita de Cletos</i><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt;">,
quien no solo me asesoró en el montaje del negocio, sino que me participó de
varias recetas de tacos y de los insumos que se implementan en su preparación».</span></p><p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjh99suW22zzWmrvjrt_nDllcE-qMMivB124r5qlq7CKoDMSLfGzi7If_cdOjHH3IGMi2wb6OPP2jF7CJWsDuoay_WCHRuZdTS9pK5vsAOLN4_484mwc0_5XY4ilYFKYnTxpU7sVfVQ-EC-nTXiHKtucXoEUDf712YrzXRDyN9Vf1j9TkIE81YnCCB0/s4160/taco%205.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="3120" data-original-width="4160" height="480" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjh99suW22zzWmrvjrt_nDllcE-qMMivB124r5qlq7CKoDMSLfGzi7If_cdOjHH3IGMi2wb6OPP2jF7CJWsDuoay_WCHRuZdTS9pK5vsAOLN4_484mwc0_5XY4ilYFKYnTxpU7sVfVQ-EC-nTXiHKtucXoEUDf712YrzXRDyN9Vf1j9TkIE81YnCCB0/w640-h480/taco%205.jpg" width="640" /></a></div><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt;"><p class="MsoNormal" style="background: white; font-weight: bold; line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;"><b><span face=""Arial","sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;"><br /></span></b></p><i><b>En la decoración de la taquería, no pueden faltar la Guadalupana y las katrinas </b></i></span><p></p><p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><b><span face=""Arial","sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;">-Muy generoso el cuate, porque aquí entre colombianos es frecuente la
rivalidad, el revanchismo y la maldita envidia, el peor mal de nuestro pueblo.</span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt;">«Pero fíjese usted que no sucede
entre mexicanos. Por el contrario: nosotros tenemos un espíritu presto a
la colaboración y la solidaridad. Y ese lo encontré en el amigo Pavana, a quien
le agradezco».</span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><b><span face=""Arial","sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;">-¿Cómo le ha ido desde la apertura de la taquería a la fecha?</span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt;">«Muy bien, bendito sea Dios y la
Guadalupana. Han gustado mucho los productos y cuento con un buen equipo de
colaboradores que se esmeran en la preparación y la atención".</span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; font-weight: bold; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh5Fp6lg1WisBs1fqZEDxiy88ITv2glnQ4xsGF3I7NQHr7Ux83kA4tm9YUtaSfRbzKWz-OPy1CLliq9MRPTVb_bcKm-CcodOrTO8TZgKOWaZKhrWWlE1IHbpHuKFckL_u8MAxhHUXGzBcR1Wucj34Kv6j8J8zmwDAXd3v1GzidYCmPJ2Ags79gqaaLL/s1493/taco.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1383" data-original-width="1493" height="592" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh5Fp6lg1WisBs1fqZEDxiy88ITv2glnQ4xsGF3I7NQHr7Ux83kA4tm9YUtaSfRbzKWz-OPy1CLliq9MRPTVb_bcKm-CcodOrTO8TZgKOWaZKhrWWlE1IHbpHuKFckL_u8MAxhHUXGzBcR1Wucj34Kv6j8J8zmwDAXd3v1GzidYCmPJ2Ags79gqaaLL/w640-h592/taco.jpg" width="640" /></a></div><br /><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt;"><b><i>Don Gonzalo con el equipo de La Kalle, compartiendo exquisitas viandas</i></b></span><p></p><p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><b><span face=""Arial","sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;">-¿Qué tipo de tacos está ofreciendo?</span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt;">«En su variedad, los tradicionales:
al pastor, carnita, cochinita, además de las enchiladas, los tacos dorados, los
chilaquiles, la torta cubana, y la birria, un plato que ha gustado mucho y que
se compone de ternera en su caldo, con sus sazones, o en taco, como la
prefieran; acompañada de guajillo, chile morita, y de nuestra barra de salsas a
todo dar: salsa macho, de maní, salsa verde, salsa roja, y de piña con
habanera, entre otros picantes. Igual que nuestras bebidas tradicionales: Jamaica
y horchata. Y cerveza mexicana y tequila, que no pueden faltar".</span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><b><span face=""Arial","sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;">-¿Qué precios tienen?</span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt;">«Las órdenes varían entre $16.000 y
$55.000, esta última que incluye una guarnición de doce tacos en sus tres
variedades: pastor, carnita y cochinito».</span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><b><span face=""Arial","sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;">-Qué días y qué horarios de atención?</span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt;">«Como es mercado, aquí se atiende
todos los días, de ocho de la mañana, a cuatro de la tarde. Los días de mayor
afluencia de público son los viernes, sábados, domingos y lunes festivos».</span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><b></b></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><b><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjPTfOP75FuPRgaJUN5sf9ez1rZwUD_EMfULtGD3B-DD3pWgigcextPqU4eXoPWvWTpeNNhTKTV_t8TE5XyCXzxV9IVdmleun6H5191U_rB2DqL3xZjShZtmqkOrPrDbsiq74crAjw8Ta0uwiiil3NMACFN0O4dkHWkYO6FNgpWovnQfSBSrzGb2Pld/s1080/taco%207.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="808" data-original-width="1080" height="478" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjPTfOP75FuPRgaJUN5sf9ez1rZwUD_EMfULtGD3B-DD3pWgigcextPqU4eXoPWvWTpeNNhTKTV_t8TE5XyCXzxV9IVdmleun6H5191U_rB2DqL3xZjShZtmqkOrPrDbsiq74crAjw8Ta0uwiiil3NMACFN0O4dkHWkYO6FNgpWovnQfSBSrzGb2Pld/w640-h478/taco%207.jpg" width="640" /></a></b></div><b><br /><span face=""Arial","sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;"><i>La banda grupera Calibre 50 presente en la Taquería Viva la Lupita</i></span></b><p></p><p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><b><span face=""Arial","sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;">-¿También despachan domicilios?</span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt;">«Claro que sí, a través de nuestra
cuenta en Instagram: Taquería viva la Lupita. Estamos ubicados en el local
81014, Plaza de Mercado Paloquemao».</span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><b><span face=""Arial","sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;">-¿Le han llegado clientes mexicanos?</span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt;">«Pero muchos, porque el mexicano es
muy dado a los mercados. De hecho, han venido cuates artistas que me conocen de
rato como locutor y manager. Por aquí han pasado El Fantasma, Los dos Carnales,
Calibre 50, entre otros duros de la melodía grupera, que es nuestro fuerte».</span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><b></b></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><b><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjHgbTYMUnBBT52UdyWM-5SOSJF8xzBTBHrpv3MEG-Sh3j86V0z5X2ylPsch47RWHjlveereU6DKGHhDjkXd-GC5NkcPW_UdV8Eej_GbuMtzZJ15HetGU7_VJomUOsONiNO0a7zUAEV2jnLQaszkC75u_uGCbM4oWavULQXIYbBw7BCdOPGeM64VOdM/s4160/taco%202.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="3120" data-original-width="4160" height="480" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjHgbTYMUnBBT52UdyWM-5SOSJF8xzBTBHrpv3MEG-Sh3j86V0z5X2ylPsch47RWHjlveereU6DKGHhDjkXd-GC5NkcPW_UdV8Eej_GbuMtzZJ15HetGU7_VJomUOsONiNO0a7zUAEV2jnLQaszkC75u_uGCbM4oWavULQXIYbBw7BCdOPGeM64VOdM/w640-h480/taco%202.jpg" width="640" /></a></b></div><b><br /><span face=""Arial","sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;"><i>Plaza de Mercado de Paloquemao, local 81014. Domicilios vía Instagram</i></span></b><p></p><p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><b><span face=""Arial","sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;">-¿Cómo se proyecta a futuro en su rol de emprendedor gastronómico?</span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt;">«La idea es abrir nuevos espacios,
donde se puedan extender los horarios, y donde la clientela tenga vía libre al
disfrute, no solo de la comida sino de la noche mexicana, que es de
celebración, alegre y romántica, con la música y las bebidas que nos
identifican, y la amistad que nos une. Ese sería el próximo paso a seguir».</span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><b><span face=""Arial","sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;">-¿Y seguirá insistiendo por lograr una plaza como locutor en Colombia?</span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt;">«Así es, mi terquedad no tiene
límites, y espero que a través de mis amigos de los medios que he cosechado, y
que nos frecuentan, ese sueño se haga realidad».</span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><b><span face=""Arial","sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;">-¿Qué tipo de programa radial ha visualizado?</span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt;">«Se lo resumo en pocas palabras:
nadie como un mexicano para presentar la música mexicana».</span></p>Ricardo Rondónhttp://www.blogger.com/profile/02023732023252028316noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6403704431056921554.post-5160794630264790072022-10-18T01:05:00.007-05:002022-10-22T10:04:17.234-05:00Pedro Claver Téllez: las 'siete vidas' del último maestro de crónica roja en Colombia <p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgtx9Wt6r5_7g92tVU4Mc9J17uwUUDSRf3nwsA6nG8xsb0hYp2BWIMFi0l7LpRy5HJhthycOlWc7Nht38_cxkA4HrZWAcQ9Pb98QpL7sP7LbALnKPcLhI06QLF0NyO5CTQhw4EsJsKrBvesJKOFBSK-UL0JLIz2IGVYrGGRBB_A6BmeT2i7pek26w-3/s4032/pedro%203.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="3024" data-original-width="4032" height="480" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgtx9Wt6r5_7g92tVU4Mc9J17uwUUDSRf3nwsA6nG8xsb0hYp2BWIMFi0l7LpRy5HJhthycOlWc7Nht38_cxkA4HrZWAcQ9Pb98QpL7sP7LbALnKPcLhI06QLF0NyO5CTQhw4EsJsKrBvesJKOFBSK-UL0JLIz2IGVYrGGRBB_A6BmeT2i7pek26w-3/w640-h480/pedro%203.jpg" width="640" /></a></div><br /><p></p><p class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><i>El escritor santandereano vivió al día y al límite, escribió
sobre los bandoleros más sanguinarios de la violencia nacional, pero también de personajes pintorescos de la Bogotá de antes</i><o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal"><b><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">Ricardo
Rondón Chamorro<o:p></o:p></span></b></p><p class="MsoNormal"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">(Fotos: Ricardo Rondón)<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">Pedro Claver Téllez estuvo a punto de que lo matara el ELN cuando en una
emboscada, en el Catatumbo, a mediados de los 90, un lugarteniente analfabeta
ordenó que lo fusilaran. Le salvó la vida un mando medio del grupo
rebelde, quien identificó a tiempo al intrépido cronista, que en su morral solo llevaba una muda de
ropa, un par de tenis, varios libros, una grabadora y una libreta de apuntes,
todo en busca de una entrevista con el máximo comandante Nicolás Rodríguez
Bautista, alias<i> Gabino</i>. <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal"><span></span></p><a name='more'></a><p></p><p class="MsoNormal"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">A Téllez no lo mató la fiebre amarilla ni las mordeduras de
víboras o las picaduras de mosquitos endémicos de las zonas del Guaviare, el
Vichada, el Vaupés, o el Amazonas, o donde se internara en sus expediciones desafiantes. Iba
preparado para esas riesgosas travesías por la manigua con su paquete de
antídotos, desinfectante, vendas, esparadrapo y suero antitetánico. <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal">
</p><p class="MsoNormal"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">En la Sierra de la Macarena se salvó de milagro de morir
en un accidente aéreo, cuando la avioneta que lo transportaba se desplomó sobre
unos matorrales, y su <i>fijack</i> se enredó entre los bejucos: “quedé colgando como un muñeco de feria, y no sufrí ni
un rasguño”, contaba Téllez en sus amenas tertulias de tinto y cerveza en el café-
bar El Quijote (segunda planta del centro comercial Los Ángeles, antiguo
Nutabes), donde se reunía con amiguetes, poetisas seducidas por su parla, o
estudiantes de periodismo que lo buscaban para que los asesorara en tesis de
grado, la mayoría relacionadas con temas de crónica roja.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">Todo
un personaje<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjbCDZT4FJ8SIf6aHABavTAzkACG4vRGty1OB3aFUhifIT96T6pw_lAa0R9Eqm2puDnMSKap7g4TKBuq7M10LObYWKbLK5fjrI9fVhheUV0hfd5XQ6Aeq1v1xkiu0Zqp7XSGw054yJIi0dE4JjuCIAFBrxNQXRdBhQeL1exK_9Q40GxOnFuosIGgXzA/s4160/pedro%2000.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="3120" data-original-width="4160" height="480" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjbCDZT4FJ8SIf6aHABavTAzkACG4vRGty1OB3aFUhifIT96T6pw_lAa0R9Eqm2puDnMSKap7g4TKBuq7M10LObYWKbLK5fjrI9fVhheUV0hfd5XQ6Aeq1v1xkiu0Zqp7XSGw054yJIi0dE4JjuCIAFBrxNQXRdBhQeL1exK_9Q40GxOnFuosIGgXzA/w640-h480/pedro%2000.jpg" width="640" /></a></div><br /><span face="Arial, "sans-serif"" style="line-height: 115%;"><span face="Arial, Helvetica, sans-serif" style="background-color: white; color: #222222;"><i><b>Pedro Claver Téllez vivió gran parte de su vida en Bogotá. Su última morada, en un inquilinato del barrio La Concordia</b></i></span></span><p></p><p class="MsoNormal"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">Delgado, de mediana estatura, cola de caballo, barba
luenga y ceniza, halo fantasmagórico, pellejo de babilla, ojos grandes,
expresivos, blindados por unos anteojos gruesos como de culo de botella, Pedro
Claver birló muchas veces los arañazos de la muerte que se le presentó de las
formas más insospechadas, como cuando se escurría por selvas, trochas, ríos y
veredas, tras las huellas de legendarios bandidos como <i>Chispas, Sangrenegra, Desquite</i>, Jair Giraldo, Clemente Roncancio,
el <i>Jinete de la noche</i>, <i>Tarzán, Colmillo</i>, el <i>Ganso Ariza</i>, la banda de <i>Los Tiznados</i>, o su primo, Efraín
González Téllez, más conocido como <i>Efraín
González</i>, o <i>Juanito</i>, a quien él
perfiló como el <i>Bandido de los siete
colores</i>, entre otros temibles del prontuario judicial que hacen parte de su
agotado libro ‘Crónicas de la vida bandolera’ (dedicado a Angélika, su ex
mujer, y a sus hijos Aimary, Kira y Marvan). <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">
</span></b></p><p class="MsoNormal"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">Téllez también pasó de largo las amenazas de los capos de
las esmeraldas y de sus matones a sueldo, en sus riesgosas pesquisas por minas
y mentideros de comerciantes de Muzu, Chivor y Otanche, y demás reservorios de
las codiciadas gemas, en la época de las cruentas guerras que acontecieron en
los años 70, 80 y 90, no solo en Boyacá sino en Cundinamarca, Tolima y Bogotá, mientras
los tabloides no cesaban de registrar a toda página masacres y tiroteos a
cualquier hora del día, o en las cantinas de Boyacá y sus campos, y sus
intempestivos cortes de luz, donde los guaqueros, empachados de licor y
vagabundería, encendían manojos de billetes para alumbrarse. De todo eso
escribió en su libro ‘Verde’. <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">Sus
mejores amigos</span></b></p><p class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"></b></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjigoe-PTGuYq80zWNNqY6ZQBXblI07jphTFp6a3PlNoivte7cb9QpDxp63FzCJXOu0LRjXbJZpokcRatI6qPuG6WeV5vEB7LOOtzHI-Ts0Mxr79kmsJQJazeWAXXuvm42jym1my_pMTaH_oEWH2a0EPd68xEGkfZzlT-C9CN43tCkSiiYvTWHeBr6s/s4160/pedro%2005.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="3120" data-original-width="4160" height="480" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjigoe-PTGuYq80zWNNqY6ZQBXblI07jphTFp6a3PlNoivte7cb9QpDxp63FzCJXOu0LRjXbJZpokcRatI6qPuG6WeV5vEB7LOOtzHI-Ts0Mxr79kmsJQJazeWAXXuvm42jym1my_pMTaH_oEWH2a0EPd68xEGkfZzlT-C9CN43tCkSiiYvTWHeBr6s/w640-h480/pedro%2005.jpg" width="640" /></a></b></div><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><br /><i>Óscar García Montero, el 'Escribano del amor', el último bordón del connotado cronista</i></b><p></p>
<p class="MsoNormal"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><div style="background-color: white; color: #222222; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><span face="Arial, "sans-serif"" style="font-size: 12pt;">Como si le hubiera negociado el alma al mismísimo demonio,
Pedro Claver tampoco sucumbió a las afrentas de los carteles de la droga, ni
mucho menos a las feroces arremetidas de los atracadores del centro capitalino,
que lo acechaban, llevado por los tragos, camino a los </span><i style="font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;">pagadiarios </i><span face="Arial, "sans-serif"" style="font-size: 12pt;">de la calle 20 con carrera cuarta, donde solía
pernoctar por 15 o 20 mil pesos, o en los últimos años, los más dolorosos de su
precaria y trashumante existencia, camino a la pieza en arriendo que le ayudaba
a pagar su hija Aimary, en un viejo inquilinato del barrio La Concordia. Un
día, con moretones en el rostro, mostró los agujeros de puñal del morral donde
portaba su computador. Luchó a muerte para que no se lo robaran. En esa
embestida, confesó que los malhechores le pisotearon sus gafas.</span></div><div style="background-color: white; color: #222222; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><span><p class="MsoNormal"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">A Pedro Claver Téllez no lo mataron las balas ni los
caimanes ni las serpientes venenosas ni los bichos ponzoñosos que abundan en
las tenebrosas marismas de la jungla. Lo fue acabando un <i>potro</i> <i>de un kilo</i>, traducido en una hernia inguinal que le
dificultaba caminar y que lo ahogaba de dolor por temporadas. De eso da fe
Óscar Montero Arana, poeta y periodista, reconocido como el <i>escribano del amor</i> en parques y plazas
capitalinas, y en la Feria del Libro de Bogotá, por garrapatear acrósticos,
poemas, cartas piadosas y dedicatorias con una pluma de ganso pasada por tinta
china. Otro personaje de la cotidianidad citadina.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">Montero Arana fue el último bordón que tuvo Pedro Claver
en el triste final de sus días, entre la soledad y el abandono, con esa insufrible
carga de los años, agregada al <i>potro
salvaje</i> de su hernia. Fue el último que lo vio en su lecho de moribundo, en
la Clínica Colombia, en donde Téllez dejó de existir en la noche del pasado
domingo 16 de octubre, a la edad de 81 años.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">En el transcurso de este año, lo visitaba dos o tres
veces por semana, o se encontraba con él en el Oxxo, vecino del edificio de la
Procuraduría General de la Nación. Lo acompañaba a las citas médicas o a
reclamar remedios en los dispensarios. Pese al encabronado genio del cronista,
Montero Arana luchó hasta lo indecible para que se hiciera operar de la hernia
que lo consumía, siempre con una altanera negativa. Igual sucedió con el
control de oftalmología. Dice el <i>escribano</i>
que no cumplió el tratamiento indicado ante un problema delicado de los ojos.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">Montero resume la partida de su amigo, el escritor, como
“una lamentable pérdida para la literatura colombiana, y un enorme vacío por la
entrañable amistad que nos unió”.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh1d__vbD01OvnTgr-qCy7kjyIYrg-tK4LMFxYQpQ9XqKjqU8D0jTUPKkAGnLElTZHqdL34SUFSb-TTo6tPCuLMcMmDpUvtA-0bwG_1zI7KTe3L8JEjbJz2OHzPdGGZ4KNuRwrFV61WdM9Ysq3jmhE9Tk88nUxMuUP4P7RLm0VPDGkLF4VqWzyOOqqj/s4032/pedro%202.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="3024" data-original-width="4032" height="480" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh1d__vbD01OvnTgr-qCy7kjyIYrg-tK4LMFxYQpQ9XqKjqU8D0jTUPKkAGnLElTZHqdL34SUFSb-TTo6tPCuLMcMmDpUvtA-0bwG_1zI7KTe3L8JEjbJz2OHzPdGGZ4KNuRwrFV61WdM9Ysq3jmhE9Tk88nUxMuUP4P7RLm0VPDGkLF4VqWzyOOqqj/w640-h480/pedro%202.jpg" width="640" /></a></div><br /><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><i><b>Pedro Claver en el café-bar El Quijote, epicentro de su bohemia literaria</b></i></span><p></p><p class="MsoNormal"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">Fernando Cortés, periodista y asesor de la consejería de
comunicaciones de la Presidencia de la República, conocía a Pedro Claver Téllez
de 1985. Fue su alumno en la academia y compañero de trabajo en la redacción de
Cromos. Aunque Cortés siempre mantuvo en silencio la ayuda económica que con
frecuencia le aportaba, Téllez lo veía como un hijo, un gran ser humano, que
sin interés alguno, solo por la estrecha amistad, lo sacaba de aprietos.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">“No he conocido una persona tan entregada a su oficio
como el maestro Pedro Claver, y a la vez tan desprendido de todo lo material -refiere
el comunicador-. Reportero y violentólogo como el mejor, incansable en sus
investigaciones. Se aventaba al peligro sin medir consecuencias. Vivía para el
periodismo”. <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">“Era fácil encontrarlo en el centro de Bogotá, por la
avenida 19, donde tenía sus sitios fijos para tomar tinto, o en la Biblioteca
Luis Ángel Arango, a donde iba a leer, investigar y escribir, o en la noche, en
el barcito El Quijote. Fue mi maestro en muchos proyectos. Asesoró varias de
mis publicaciones, una de ellas, <i>El
asesinato de Galán</i>, el primer libro que se publicó sobre el magnicidio”.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal">
</p><p class="MsoNormal"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">“Pedro Claver, no obstante sus años, era un hombre de un
vigor y un aguante impresionantes. Gran conversador y contador de historias,
que narraba a sus contertulios con su tono grave y cautivante. Vivía al día y
al límite. La última vez que lo vi fue el pasado viernes. Su vida ya se estaba
apagando. Lo recordaré como el gran maestro”, concluye Cortés.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><b>Siete veces Pedro</b></span></p></span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><div>
<p class="MsoNormal"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiuHXAFBe3JimCYW7qvazNEQyOvlueGtN10Z5iGnoxuTaFcImSQL7kflTctdhrrWPLFIraAXRbqsAdPWLBWL7RydE3RfoxzWPx79TtwXpmrz70eHl0Xtga_JsHD3bXGvOCqgI5jK5l3b-bNkIEZO3CRxUUt4p0bANbfFGDJnDgsPUNHrHhjAvrHAP4h/s4160/pedro%2004.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="3120" data-original-width="4160" height="480" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiuHXAFBe3JimCYW7qvazNEQyOvlueGtN10Z5iGnoxuTaFcImSQL7kflTctdhrrWPLFIraAXRbqsAdPWLBWL7RydE3RfoxzWPx79TtwXpmrz70eHl0Xtga_JsHD3bXGvOCqgI5jK5l3b-bNkIEZO3CRxUUt4p0bANbfFGDJnDgsPUNHrHhjAvrHAP4h/w640-h480/pedro%2004.jpg" width="640" /></a></div><br /><p></p><div style="background-color: white; color: #222222; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><span><b><i>El cronista en la puerta de su vivienda, observando la biografía que le escribió la periodista Lorena Álvarez Restrepo</i></b></span></div><p class="MsoNormal"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"></span></p><div><span face="Arial, "sans-serif"" style="font-size: 12pt;">Lorena Álvarez Restrepo, escritora bogotana, también
conoció a Pedro Claver de cuando cursaba estudios de periodismo en la Universidad
Javeriana. Su admiración por el maestro la llevó a emprender un largo periplo
de investigación sobre su vida y obra, condensada en la biografía </span><i style="font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;">Siete veces Pedro</i><span face="Arial, "sans-serif"" style="font-size: 12pt;">, metáfora de las siete
vidas (como las del gato) del notable cronista, y de las siete mujeres que
marcaron su existencia. “Vida folletinesca y periodismo de aventura de Pedro
Claver Téllez”, cita el sumario del libro, con prólogo de Juan José Hoyos.</span></div>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">Para Álvarez Restrepo, su libro es un homenaje a quien
dedicó su vida y su oficio en aras de comprender la historia de la violencia
colombiana. “Es la lectura de un niño colombiano aterrado y al mismo tiempo
seducido por la violencia, que dio paso al escritor apasionado por los
bandoleros, guerrilleros, mafiosos y criminales; al lector insaciable de novela
negra y crónica roja, al guionista de cine, al aventurero que recorrió los
pueblos más recónditos del país, al amante errático, al bohemio, al solitario,
a Pedro Claver Téllez, maestro del periodismo colombiano”.<o:p></o:p></span></p>
</div><div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEht3oRwZSPoMZUuJ-ac1SM5HgL2jQaDEW5jSqI096KNvPt-p0RP746-y56GusJApzF4soYKrYtFs6UcfBHUlB0ameJFAx1IuGNZMzqQeYEoHdI3d2ys8Yk1xEzVoBx5dLR1xzfTrO1ZiacLvPv60cHmKG7SDun6oLuxx0mrBWqmy3SJdOAPW3JDXma8/s3653/pedro%2003.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><br /><img border="0" data-original-height="3120" data-original-width="3653" height="546" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEht3oRwZSPoMZUuJ-ac1SM5HgL2jQaDEW5jSqI096KNvPt-p0RP746-y56GusJApzF4soYKrYtFs6UcfBHUlB0ameJFAx1IuGNZMzqQeYEoHdI3d2ys8Yk1xEzVoBx5dLR1xzfTrO1ZiacLvPv60cHmKG7SDun6oLuxx0mrBWqmy3SJdOAPW3JDXma8/w640-h546/pedro%2003.jpg" width="640" /></a></div><br /><p class="MsoNormal"><span face="Arial, Helvetica, sans-serif" style="background-color: white; color: #222222;"><b><i>Los últimos días de Pedro Claver fueron dolorosos: entre la soledad, la precariedad y la enfermedad</i></b></span></p>
<p class="MsoNormal"><b><span face="Arial, "sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 18.4px;">Con Víctor Gaviria<o:p></o:p></span></b></p><p class="MsoNormal"><span face="Arial, "sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 18.4px;">En mayo del presente año, el director de cine antioqueño Víctor Gaviria, y Rafael Urrea, su hombre de confianza en asuntos cinematográficos, llevaron a Pedro Claver a Jesús María, Santander, su pueblo natal y el de su primo Efraín González Téllez, para que los asesorara en la narrativa de una serie documental basada en el perfil <i>El bandido de los siete </i>colores.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal"><span face="Arial, "sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 18.4px;">El resultado de este trabajo, un documental argumental pactado para 10 capítulos bajo el título <i>Pedro y el siete colores</i>, <i>la dramática vida de un asesino asesinado</i>, ópera prima de Rafael Urrea, que narra la novelesca y disoluta vida de Efraín por tierras santandereanas, entre 1960 y 1965. La premier de este valioso documento será en la Cinemateca de Bogotá este sábado 22 de octubre, a las 4:00 p.m., y el domingo 23, a las 8:30 p.m., su estreno por el canal TRO (Televisión Regional de Oriente), durante diez semanas consecutivas.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal"><span face="Arial, "sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 18.4px;">De los tiempos de <i>Rodrigo D</i>, Pedro Claver Téllez y Víctor Gaviria sellaron una afortunada amistad, de colaboración mutua y permanente. El pulso investigativo de Téllez fue vital para <i>Sumas y restas</i>, que además de la película retribuyó un libro de cómo se hizo la película, igual que con <i>Sangrenegra</i>, inspirado en la crónica <i>La hora de los traidores</i>. Recordar también el aporte de Pedro Claver como cronista en la realización de <i>La sargento Matacho</i>, película dirigida por William González. </span></p>
<p class="MsoNormal"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><div style="background-color: white; color: #222222; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><b style="background-color: transparent; mso-bidi-font-weight: normal;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">El
último cronista rojo</span></b></div>
<p class="MsoNormal"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg2CxzI9DhUNUXygIlcY92Z8X17FDdpTGDlZqPOso9SdMGly_15BqU2XfTY9rtbz_yURDrejgeM0rcNehz6dBeaXDFfzEQCp4qYHrEm4ljh6Hj92m98WxWb5Kb0fkHUD3Vk4fOnIh9-9DSuYX1MUBQNfY8OIiFcWC9vzUVyIzZMUzajJcXAKUhnHi6B/s4144/pedro%2001.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="2954" data-original-width="4144" height="456" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg2CxzI9DhUNUXygIlcY92Z8X17FDdpTGDlZqPOso9SdMGly_15BqU2XfTY9rtbz_yURDrejgeM0rcNehz6dBeaXDFfzEQCp4qYHrEm4ljh6Hj92m98WxWb5Kb0fkHUD3Vk4fOnIh9-9DSuYX1MUBQNfY8OIiFcWC9vzUVyIzZMUzajJcXAKUhnHi6B/w640-h456/pedro%2001.jpg" width="640" /></a></div><br /><span face="Arial, "sans-serif"" style="line-height: 115%;"><span face="Arial, Helvetica, sans-serif" style="background-color: white; color: #222222;"><b><i>Ha partido el último maestro de la crónica roja en Colombia, visionario y poderosa pluma de la cruenta historia de la violencia </i></b></span></span><p></p><p class="MsoNormal"></p><p class="MsoNormal"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">Lector de Raymond Chandler, Dashiell Hammett, Norman
Mailer, Tome Wolfe, Roberto Saviano, Gabriel García Márquez, Mario Vargas Llosa
y Bruce Chatwin (novelista y cronista de viajes), entre otros pilares de la
novela negra y el periodismo narrativo, el santandereano Pedro Claver Téllez,
con su partida, se puede inscribir como el último maestro de la crónica roja en
Colombia, permanente notario de la cruenta realidad del país en sus distintos
conflictos, con una obra que ha sido material de consulta en facultades de
literatura y periodismo, por nombrar algunos de sus libros: <i style="mso-bidi-font-style: normal;">La hora de los traidores, Crónicas de la
vida bandolera, Los tiznados, El bandido jubilado, Verde, La Pola, espía patriótica</i>
(escrita a cuatro manos con Fernando Cortés), y <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Biografía de un disparate</i>, que recoge personajes pintorescos de la
Bogotá de antes: <i style="mso-bidi-font-style: normal;">El bobo del tranvía, el
doctor Goyeneche, El artista colombiano, Pomponio, El Chivas, El conde de
Cuchicute</i>, entre otros.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">Téllez fue cronista y articulista de prestigiosas
publicaciones como El Tiempo, El Espectador, La Prensa, Cromos, el Diario de
Occidente, El Pueblo, Cambio 16. También fue docente y tallerista de crónica en
varias universidades del país, y fundador de la Agencia de Periodistas
Asociados. Señor cronista, en el mejor sentido de la palabra, cuya única
fortuna, en el discurrir de sus días, fue el trajinado morral de su computador
y la cinta roja, atada al cuello, de donde pendían las memorias de la mayoría
de sus libros. Esta fue la última entrevista que sostuvimos con él:<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">¿Por
qué la obsesión por los bandidos en su oficio de cronista?<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">Porque soy de una región supremamente violenta del
Magdalena Medio, Jesús María (Santander), generadora de bandoleros desde
tiempos remotos, especialmente después de la Guerra de los Mil Días.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">¿De
niño veía películas de vaqueros?<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">Era muy aficionado al género ‘western’ <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>lo mismo que del cine negro, y de muchos
libros y folletines de aventuras. Creo que eso también me marcó para mi labor
postrera.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">¿Vivió
en carne propia el drama de la violencia que azotó a su región?<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">Por supuesto. La primera gran impresión que tuve después
de muchos años de no ir a mi tierra natal, fue encontrar afiches de Efraín
González pegados en paredes, postes y árboles, con el rótulo de ‘Se busca’, con
$200.000 pesos de recompensa, que en ese entonces era una fortuna. Años más
tarde, cuando investigaba sobre la vida de Efraín, vine a descubrir que éramos
primos.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">¿Cómo
lo sacudió ese parentesco?<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">Fue asombroso, porque había tomado dicho personaje como
eje de investigación sobre los bandoleros de Colombia, y enterarme de esa
familiaridad, pues me dejó anonadado.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">En
un principio, en su juventud, ¿llegó a ver a Efraín como a un héroe?<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">Hay mucho de heroico en las vidas de estos colombianos
delincuentes y proscritos, por la sencilla razón de que son seres marginales
que se saben perseguidos y acosados, y porque de alguna manera son víctimas de
su propio condición. Son una especie de ángeles exterminadores.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">¿No ha
sentido vulnerada su psíquis por el hecho de haberle dedicado gran parte de su
vida a la investigación y a la escritura de la criminalidad?<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">Desde luego que afecta profundamente, porque uno está
todo el tiempo cercano a los hechos violentos y de sangre, esa sangre que ha
bañado por lustros a nuestro país.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">¿Por
qué seremos así, Pedro Claver?<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">Eso tiene que ver con los orígenes de nuestra raza, con
esas formas de injusticia y violencia que han vivido los campesinos ancestrales:
atropellados, humillados, desterrados y muchas veces asesinados vilmente. Eso
es como una herencia maldita que se cobra después con la misma sangre
derramada. De ahí que exista un profundo resentimiento acumulado de muchos años
atrás.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">Quién,
en su parecer, fue más resentido y feroz: ¿Efraín González o ‘Sangrenegra’?<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">Ahí no hay balanzas. Son dos personajes totalmente
diferentes. Efraín González se rebeló contra un superior del Ejército que
traficaba con armas y municiones, y, como registro en mi libro: ‘ahí se le
jodió la vida’. Igual pasó con ‘Sangrenegra’, víctima de una serie de
injusticias. Ya lo dijo Rosseau en su momento: ‘el hombre nace bueno, pero la
sociedad lo corrompe’.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">¿Quiere
decir que el crimen y la violencia, y todo lo nefasto que ha narrado la
historia, es obra de quienes nos gobiernan?<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">En buena parte, sí. Es el origen de mi libro ‘Verde’,
donde hago énfasis en un desgreño administrativo del Estado, en lo que respecta
al terreno esmeraldífero, ya que el hallazgo de Peñas Blancas, en 1961, fue
hecho en un territorio que había sido posesión de campesinos 30 o 40 años
atrás, y cuando descubren las minas, ahí sí el Gobierno interviene de manera
estúpida y desobligante. La mayor parte de los conflictos y de la violencia
armada es originada por la codicia de los recursos naturales y de la
administración corrupta.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">¿Habla
de esa secuencia de guerras tras de guerras, de nunca acabar?<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">Guerras del caucho, guerras de las esmeraldas, guerras
del petróleo, y la más cruenta de todas, la que más ha derramado sangre y
cobrado víctimas inocentes, la guerra interminable de la coca.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">¿Cuál
es su lectura de los bandoleros actuales?<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">La delincuencia en este país es una epidemia. Colombia,
está visto, ya no aguanta tanta corrupción y violencia. El descaro de quienes
administran los bienes y el erario es infame y supera los límites de la
ficción. Aquí se negocia en nombre de la religión, de la salud, de la educación,
con el dinero del contribuyente, con todo. Ni hablar de las maquiavélicas
alianzas entre el poder y el sector financiero, entre otros tipos de cáncer que
corroen y destruyen nuestra nación.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">¿Cree
que es más dañina y arrasadora la corrupción administrativa que el mismo
narcotráfico?<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">Mil veces peor, porque la administrativa es una
corrupción legal, permitida, en la que también están involucrados los llamados
‘padres de la patria’. Fíjate lo que pasó con los Moreno (Iván y Samuel), con
los primos Nule: son bandidos autorizados, y con la desvergonzada corruptela actual:
el descarado robo de los $70.000.000.000 de MinTic con Centros poblados, y de
delincuentes como Emilio Tapia, que ya va por el tercer escándalo, y que sin un
ápice de pudor pide desde la cárcel ‘negociar con la justicia’.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">Con
todo lo que estamos viendo, ¿qué cree que nos espera?<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">Yo soy un tipo absolutamente escéptico. Nací en plena
violencia. Tengo 81 años y sigo viviendo en un país, hoy por hoy, como te dije
antes, más corrupto y violento.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">Si se
lo pidiera ahora mismo un editor, ¿qué historia, de tantas que pululan en este
país, se pondría a investigar y escribir?<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">Sin pensarlo mucho, yo escribiría un libro que ya tengo
visualizado y titulado: ‘Bandidos de cuello blanco’.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">¿Un
libro?, o querrá decir, ¿varios libros?<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">Una saga, porque como dijo Germán Vargas Lleras: ‘En La
Picota no cabe un funcionario público más’.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">A sus
años, ¿qué lo aferra a la vida?<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">Los buenos libros y las mujeres hermosas.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">¿Qué
piensa cuando se mira al espejo con su gabardina de detective?<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">Que me siento como un detective de novela negra, como el
Marlow, de Raymond Chandler, o el agente de La Continental, de Hammett”.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">¿Qué
acostumbra llevar en los bolsillos del gabán?<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">Libretas y bolígrafos, porque soy muy obsesivo por los
apuntes.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">¿Le
teme a la muerte?<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">No le temo a nada ni a nadie.</span></p><p></p></div>Ricardo Rondónhttp://www.blogger.com/profile/02023732023252028316noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6403704431056921554.post-43185850403397412492022-08-12T10:12:00.014-05:002023-01-17T10:45:57.875-05:00Audiófilos Latin Concept, el extraordinario y fascinante sonido de la salsa en Bogotá<p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhTsJPXrXPZHBuQhoW6zcnfUcIvpA1nxAV47GsTrtMIi24vvf1tKwMLEhul27e5XDs_Ws3mpocsZ0zO4qvZ8eJnnmvI0liwaP1802aKMHH1a_yVXjjkXwsvReXWDAgAFeonTFxflJ2okQQGYPmQaB_wlasj0lhhF6U28Mu54yzuhwUEjXDXhX_bpmuX/s3757/audio%202.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="2980" data-original-width="3757" height="508" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhTsJPXrXPZHBuQhoW6zcnfUcIvpA1nxAV47GsTrtMIi24vvf1tKwMLEhul27e5XDs_Ws3mpocsZ0zO4qvZ8eJnnmvI0liwaP1802aKMHH1a_yVXjjkXwsvReXWDAgAFeonTFxflJ2okQQGYPmQaB_wlasj0lhhF6U28Mu54yzuhwUEjXDXhX_bpmuX/w640-h508/audio%202.jpg" width="640" /></a></div><br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><div style="clear: both; text-align: center;"><b style="color: #222222; font-size: 12pt; text-align: left;"><i>Hernando Gómez, reconocido empresario, melómano, coleccionista y
difusor, pone un punto alto en la cultura sonora de la música latina, en la capital de la República </i></b></div>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;"><o:p> </o:p></span><b><span face=""Arial","sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;">Ricardo Rondón
Chamorro </span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;">(<b>Fotos: La Pluma & La Herida</b>)</span></p><p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;">Hernando Gómez García contaba apenas doce años cuando descubrió el
hechizo del bugalú, por su padre, quien le encomendaba recoger a sus hermanas
mayores a las 5:30 de la tarde en las coca-colas bailables que se celebraban
los sábados en el salón comunal del barrio Gustavo Restrepo.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm;"><span></span></p><a name='more'></a><p></p><p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm;"><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt;">En esos jolgorios de adolescentes aturdidos por los subidones
incontrolables de testosterona, Hernando dice que sintió por primera vez
recorrer por sus vértebras el corrientazo febril de los barridos al piano de
Richie Ray, y en el vozarrón de Bobby Cruz, pegajosas letras que aprendía
más rápido que las lecciones de lenguaje y geografía que exigían de memoria en
el colegio.</span></p><p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm;"><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt;">Perplejo ante la carátula del álbum </span><i style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;">Jalajala
y boggaloo</i><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt;">, donde aparece la imagen de un jovencísimo Ricardo Ray con traje
de ilusionista y los brazos abiertos, el protagonista de esta historia advirtió
que la magia salsera superaba los trucos de palomas y conejos de los
nigromantes de turno. Tiempo después lo comprobaría cuando se graduó de
bailarín de salsa en las discotecas del Quiroga, el Restrepo y Ciudad Berna: la
Hollywood, el Club los dragones y Sol de medianoche, a orillas del río Fucha.</span></p><p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm;"><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt;">Con ese contagioso ritmo corrían en Bogotá los años 70, y en la radio el
locutor barranquillero Miguel Granados Arjona, el recordado ‘Viejo Mike’,
empezaba a cautivar audiencias con ‘El show de la jirafa roja’, ‘El rincón
costeño’ y ‘Una hora con la Sonora’.</span></p><p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm;"><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt;">Por sus flirteos con la salsa y por el rebusque como comerciante en
ciernes en la vía pública, Hernando confiesa, sin sonrojarse, que no terminó el
bachillerato, pese a las rabietas de su padre, convencido de haber llegado a
este mundo con el chip del negociante, que fue afinando en sus frecuentes
recorridos por las plazas más concurridas del centro bogotano: San Victorino,
Los Mártires y la plaza España.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: center;"><b><span face=""Arial","sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;">La escuela de la
calle</span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj64cw5heQXBEZec2sgxXJZhfXREe0Y8fyMrAicZpeadDU3dsJjqmP9-Y5tVuaAzCQ7YTvAF0_xzy9UiTUrnIfpZJZVcyw1FsSfVPWYhIwkKJUfMdu6KHBR9rcAseT8TmNnuq26ZFp5Qy0e0KvoyuqB429KScj03ijX551AcbZ6XyVtjUBJjC6rGWaC/s3699/audio%203.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="3063" data-original-width="3699" height="530" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj64cw5heQXBEZec2sgxXJZhfXREe0Y8fyMrAicZpeadDU3dsJjqmP9-Y5tVuaAzCQ7YTvAF0_xzy9UiTUrnIfpZJZVcyw1FsSfVPWYhIwkKJUfMdu6KHBR9rcAseT8TmNnuq26ZFp5Qy0e0KvoyuqB429KScj03ijX551AcbZ6XyVtjUBJjC6rGWaC/w640-h530/audio%203.jpg" width="640" /></a></div><br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt;">En San Victorino, argumenta, le parecía increíble ver los malabares
circenses de los vendedores de loza cuando lanzaban al aire platos, pocillos y
soperas, mientras con un micrófono pegado al pecho con esparadrapo bombardeaban
pregones estrafalarios para convocar público y "meterles por los
ojos" que esas vajillas eran las mejores del mundo, duraderas y además
baratas. Al final, la gente seducida, terminaba comprando.</span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm;"><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt;">En la plaza España y en Los Mártires, Hernando refiere que hizo el curso
de culebrero con los más avezados pitonisos de cascabel al hombro y calavera
fumadora, el atado de tabaco crudo para las limpias y los rezos, la cabeza peluda de la muñeca negra de vudú, y la baraja de los gitanos. En el
hilo de su relato y con risa burlona, expone un tramo de la jerigonza tramadora
en el redondel de curiosos y desocupados:</span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm;"><i><span face=""Arial","sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;">Guasaca, chunga,
apuchanga, gualanday, berraquín, laparanta, tanquín, chiquirina, piruchín... el
don, sí usted, caballero, el del sombrero alón que me ve con ojos amarillos de
anemia, lombrices o hígado graso, aquí le tengo el pelo del chocolo para la
baba espesa y amarga con la que se despierta por la mañana, no se me asusté, le
tengo la cura, la pura... Venga, secretario, póngame la venda que le voy a
adivinar el futuro, ¡Quieta Margarita!, no se me arisque que estamos en Bogotá,
bacatá, puchuranga, malunga, chilanga... Hábleme al revés que yo le traduzco a
la vez...</span></i></p><p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm;"><i><span face=""Arial","sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;"><br /></span></i></p><p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm;"><i></i></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><i><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgzhrpoKSWcJW8Y7Y2nr2Suw05Dl1_bk_P-FMiloZWGkmSQ2fyKFSkbm6vzsSnWkMvAivLujhAXAczBltX6DQMoeyt34c17MIr1mtkUy2G2tmkoEUqarEi8bcgKW9d72_Hb_4iptCBa5rv7m4KWf8IljzXy1hcfvFcBX1OQctTmdTP6VuHLIlj4U-xD/s4032/audio%20000.JPG" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="2268" data-original-width="4032" height="360" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgzhrpoKSWcJW8Y7Y2nr2Suw05Dl1_bk_P-FMiloZWGkmSQ2fyKFSkbm6vzsSnWkMvAivLujhAXAczBltX6DQMoeyt34c17MIr1mtkUy2G2tmkoEUqarEi8bcgKW9d72_Hb_4iptCBa5rv7m4KWf8IljzXy1hcfvFcBX1OQctTmdTP6VuHLIlj4U-xD/w640-h360/audio%20000.JPG" width="640" /></a></i></div><span style="color: #222222; font-size: 12pt;"><p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm;"><span style="color: #222222; font-size: 12pt;"><br /></span></p>Hernando Gómez no ejerció cómo culebrero, pero a la hora de vacilar, su
lengua chisporrotea dichos, caprichos y fonemas de los encantadores de
serpientes para enredar incautos, que aún merodean en espacios públicos. Con
esa escuela callejera de la ciencia del bien y del mal que no se aprende en las
100 lecciones de historia sagrada, Gómez se estrenó como vendedor ambulante
de joyería de pajarera en caballete de cuatro tubos, cuando todavía no había
cumplido la mayoría de edad. Despegó bien con el rebusque y su entusiasmo
creció porque su ilusión era negociar con música. Salsa, su preferida.</span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: center;"><b><span face=""Arial","sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;">San Victorino y las
casetas de la 19</span></b></p><p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: center;"><b></b></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;"><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt; text-align: justify;">Corría la década del 70 y en los puestos de Galerías Nariño pululaba la
mercancía y el calzado de cargazón, igual que maletas, loza, electrodomésticos,
y la </span><i style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt; text-align: justify;">raterada</i><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt; text-align: justify;"> sin agüero a cualquier
hora del día. En los alrededores de la plaza de San Victorino, el comercio del
disco era el más pujante, no solo para diciembre sino en cualquier época del
año. </span></div><p></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm;"><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt;">Curtido en la venta callejera, Hernando se relacionó con los </span><i style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;">duros </i><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt;">de la música en dicho sector:
Mario Troches, Juan Acevedo (el popular 'Tolima'); los hermanos Miguel y
Rosemberg Ballén, Ramiro Tobón (Ramito musical); Alessio Espitia, y Tito Ávila,
con sus sellos Trébol y Herradura, visionario y aventajado comerciante del
disco, guitarrista, compositor y vocalista, autor del sonado éxito </span><i style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;">Arbolito de</i><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt;"> </span><i style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;">navidad</i><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt;">, quien tuvo el privilegio de acompañar con sus cuerdas al
Trío La Rosa.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm;"><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt;">La oficina de los disqueros de San Victorino era la Taberna Inglesa de
la Jiménez con catorce, asadero, restaurante y lonchería, abierto veinticuatro
horas. En una de esas mesas, Hernando celebró su primera sociedad comercial con
Mario Troches para comprarle discos al por mayor a Tito Ávila y venderles a
caseteros, buhoneros de calle, propietarios de bares y discotecas del Restrepo,
Quiroga, Chapinero y el centro.</span></p><p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm;"><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjchKonMANIOjFYQDAfJBXHIZuqAng26tdV-buJhZ7j-ITNHf5ciKf9WK5bhuljsUhwGX82-Kt49Z8d5WGXoi4hNl-yPl7M1zLK-Edywa1i4tSgSpJEbOHvpsFMcitFtkT1MWvLSON0mh7Xc1pYkhsKMkFlNF06GOMTZ9TRhXR2uFk2u8c9Yy9ysi4K/s4032/audio%20001.JPG" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="2268" data-original-width="4032" height="360" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjchKonMANIOjFYQDAfJBXHIZuqAng26tdV-buJhZ7j-ITNHf5ciKf9WK5bhuljsUhwGX82-Kt49Z8d5WGXoi4hNl-yPl7M1zLK-Edywa1i4tSgSpJEbOHvpsFMcitFtkT1MWvLSON0mh7Xc1pYkhsKMkFlNF06GOMTZ9TRhXR2uFk2u8c9Yy9ysi4K/w640-h360/audio%20001.JPG" width="640" /></a></div><br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt; text-align: left;"><br /></span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt; text-align: left;">Por el pálpito acelerado de las tendencias artísticas y sociales que
marcaron la década de los setenta, y con el furor que desató en Bogotá la
película </span><i style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt; text-align: left;">Nuestra Cosa Latina</i><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt; text-align: left;">, las
casetas de música y libros de la avenida diecinueve entre carreras séptima y
décima eran el mejor referente para conseguir las novedades rumberas que
lanzaba la industria discográfica nacional, y más cotizada y codiciada, la que
venía de Nueva York (panacea del sello Fania), Puerto Rico, República
Dominicana, Panamá y Venezuela.</span></div><p></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm;"><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt;">Hernando, ya ducho en el comercio pulpo de los vinilos, pasó de la venta
ambulante de San Victorino y sus alrededores a negociar con los caseteros de
vieja guardia. Cita a algunos como Luis Cardona Montes, el afamado </span><i style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;">Mamboloco </i><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt;">(uno de los mejores bailadores
de salsa de Bogotá), Saúl Álvarez, Fernando Martínez y Mario Troches, su socio
del comienzo. </span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm;"><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt;">El centro capitalino era una ininterrumpida fiesta de día y de noche, y
los negocios y la camaradería musical se celebraban en cafés y salones de
billares como el Machu Picchu y el Windsor, que a la vez eran puntos de
encuentro de músicos, directores de orquestas y empresarios. En esas andanzas,
Gómez García resultó ser un taco de respeto, y en sus intervalos del comercio
de los discos dice que se ganaba sus buenos pesos </span><i style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;">pelando marranos</i><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt;"> a tres bandas.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: center;"><b><span face=""Arial","sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;">Arqueólogo de la música latina</span></b></p><p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm;"><b><span face=""Arial","sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;"></span></b></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjFpHhjQLxxh8WPnqxerUOaQH-DM4e6vN9BtmGgEiJOnwyJ4LxNFjdqymOn7R7qkhJl55AXJ7KlZD5yKLXf0jfi40L-AIWhRxpRonHIVYg5n6_yqO2HIk3oNaMVIDwI3Huh535rsMixABsiE4QBT6RXMrC3QyuFb3IhxiPRhOcQ6NqfoScVc3GzDjZW/s4032/audio%20003.JPG" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="2268" data-original-width="4032" height="360" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjFpHhjQLxxh8WPnqxerUOaQH-DM4e6vN9BtmGgEiJOnwyJ4LxNFjdqymOn7R7qkhJl55AXJ7KlZD5yKLXf0jfi40L-AIWhRxpRonHIVYg5n6_yqO2HIk3oNaMVIDwI3Huh535rsMixABsiE4QBT6RXMrC3QyuFb3IhxiPRhOcQ6NqfoScVc3GzDjZW/w640-h360/audio%20003.JPG" width="640" /></a></div><br /><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt;"><p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm;"><span face="Arial, "sans-serif"" style="font-size: 12pt;">Ahí, en ese tramo de las memoriosas casetas azul cielo, Gómez, con su buena
estrella y dotado de malicia, inició una laberíntica expedición arqueológica,
ojo avizor a los tesoros escondidos de la música latina, a la sazón del boom
que marcó la salsa, material de primera mano de radiodifusores y discotequeros,
y de aficionados y coleccionistas que dejaron huella en sótanos, tenderetes de
calle y pasadizos insospechados del centro de Bogotá.</span></p></span><div><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt;"><br /></span></div><div><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt;">Las prósperas utilidades que generaron las casetas de la diecinueve
duraron hasta 1988, cuando la alcaldía de Andrés Pastrana ordenó retirarlas, y
algunos de sus propietarios se fueron instalando en los locales del naciente
centro comercial Omni.</span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt; text-align: left;">A partir de ahí, Hernando empezó a traer música de Venezuela,
Cuba, México, Estados Unidos, Puerto Rico y Panamá, que era la que más demandaban melómanos
y coleccionistas, a la vez que compraba saldos de grandes disqueras nacionales
y colecciones de particulares. Así fue fortaleciendo su </span><i style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt; text-align: left;">Galería del coleccionista</i><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt; text-align: left;">, primero en un local en arriendo en la calle 18 # 8-61, y después con sede propia (calle 19#13A-10) que administra su hijo Harold.</span></p><p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm;"><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt;"></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt; text-align: left;">En ese itinerario del comercio musical, Gómez sufrió uno de los
quebrantos más dolorosos de su vida, cuando en un puente festivo saquearon </span><i style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt; text-align: left;">Tabogo</i><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt; text-align: left;">, su bar de salsa, en la avenida
Primero de Mayo, con más de 3.000 discos. Recuperarse de ese drama no fue
fácil, recalca, pero superado el duelo retomó "con todos los
hierros", como solía decir el gran Johnny Pacheco, músico de su entera
admiración.</span></div><p></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm;"><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt;">En estos 45 años que le ha dedicado a la cultura de la música latina en
Bogotá, Hernando resalta su trabajo como difusor de salsa a través del dial, y
hoy por hoy de los novedosos canales que brinda la tecnología. Recordado su
programa </span><i style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;">El Manicero</i><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt;">, que transmitió
por Radio Capital, amén de su empeño por la promoción y divulgación de la salsa
como patrimonio cultural de varias generaciones, a través de eventos de
integración artística, tertulias y fomento de nuevos talentos como La </span><i style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;">maratón salsera</i><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt;">, que es tradición en
espacios abiertos y centros comerciales de la capital, en sintonía con Omar
Antonio, reconocido promotor, locutor y crítico musical.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: center;"><b><span face=""Arial","sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;"><br /></span></b></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgqpadhGkr2G6f3fbeGy6Nemam_hJlMkpg9gkMQNVVafHjC2XFTg_luMVHuiFTLa-BSQ94a9t1RCKnSbuz3AqexwedcGjjaagjjaR9-BDKBwiHBEfar3zrYo4JIu0egFsDj46vrCv0-iUS6xzGBcRuxHvX4kGheQ6EBYkRmkMsUWIDepy9ZLlQoEmqW/s4160/audio%208.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="3120" data-original-width="4160" height="480" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgqpadhGkr2G6f3fbeGy6Nemam_hJlMkpg9gkMQNVVafHjC2XFTg_luMVHuiFTLa-BSQ94a9t1RCKnSbuz3AqexwedcGjjaagjjaR9-BDKBwiHBEfar3zrYo4JIu0egFsDj46vrCv0-iUS6xzGBcRuxHvX4kGheQ6EBYkRmkMsUWIDepy9ZLlQoEmqW/w640-h480/audio%208.jpg" width="640" /></a></div><br /><p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;"><span style="background-color: transparent; color: #222222; font-size: 12pt; text-align: left;">Una vida consagrada a la música le ha permitido a Hernando Gómez García
descubrir procedencia, rumbos, secretos y vericuetos insospechados del
disco: esa pasta providencial que cuenta, canta y encanta al fino roce de la
aguja de diamante del tornamesa, todavía produce en sus sentidos el mismo
efecto quimérico de la primera vez que oyó en el tocadiscos las vibrantes
salvas del piano de Richie Ray, o los boleros de medianoche en las voces
curtidas de amor, anís y bohemia del Benny Moré y Miguelito Cuní.</span></p><p></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm;"><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt;">Cuántos millares de discos han pasado por sus manos en casi medio siglo
de cultura melódica, y lo que Hernando en sus noches prolongadas de inventario ha
encontrado en el interior de los cartones o entre el plástico de las cubiertas:
dedicatorias de puño y letra de sus protagonistas, fervorosas declaraciones de
amor impresas en servilletas de etiqueta, decoradas con labiales; misivas
descorazonadas de amores imposibles que nunca llegaron a su destino, billetes
hace mucho tiempo fuera de circulación, postales en sepia de </span><i style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;">fotoaguitas</i><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt;">, pétalos marchitos, la vida
plena en un disco, que en sus infinitas vueltas se niega a renunciar a su sino,
venga de dónde provenga y en su responsable misión que de fábrica le fue
asignada. Solo el deterioro, el abandono y la ruina darán cuenta de su finitud
irremediable. Como la vida misma.</span></p><p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt; text-align: left;">Con el disco, lo sabe Hernando de tiempo atrás, sucede igual que con las
finas joyas de relojería que se valoran por su calidad y antigüedad, o por el
número de piezas que ciertos acaudalados mandan a hacer por encargo. Entre más
reducida la cifra, más valor adquieren. </span><i style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt; text-align: left;">El
resto es sentimentalismo pendejo</i><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt; text-align: left;">, dirán los comerciantes en bruto, pero
Gómez no pertenece a esa tribu. No obstante, su habilidad de negociante, como
melómano y cultor de la gran herencia latina, descuella por su espíritu
crítico, selectivo y ortodoxo, pero también por ese romántico pudoroso que lo
habita.</span></div><p></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: center;"><b><span face=""Arial","sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;">Joyas en
vinilo </span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjxPRWB7Wvv204ncPsCu45kUlXKlnOf7D4SlJGNfc1Y5yBuL-sFUfyECDCNITmmsnprI1Whwn36g4NXLVNuF8nTvqbroSnOQ6jYZub_pi4r6exm4ke4WEKm3DhYPFnrTfJIaouif-YXJi-QKw8eWeqXz_7xC9KOhI_ttKioILVCGrJ7OPKE_Y2otPoq/s4160/audio%204.jpg" style="background-color: white; font-size: 12pt; margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="3120" data-original-width="4160" height="480" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjxPRWB7Wvv204ncPsCu45kUlXKlnOf7D4SlJGNfc1Y5yBuL-sFUfyECDCNITmmsnprI1Whwn36g4NXLVNuF8nTvqbroSnOQ6jYZub_pi4r6exm4ke4WEKm3DhYPFnrTfJIaouif-YXJi-QKw8eWeqXz_7xC9KOhI_ttKioILVCGrJ7OPKE_Y2otPoq/w640-h480/audio%204.jpg" width="640" /></a></div><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt;"><p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm;"><span style="background-color: transparent; font-size: 12pt;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm;"><span style="background-color: transparent; font-size: 12pt;">De ahí su celosa colección personal de aproximadamente 3.000 vinilos, y
de la incalculable que complace los requerimientos de coleccionistas de aquí y
de fuera del país, "porque el vinilo, como la salsa, están más vivos que
nunca", y las estadísticas mundiales ratifican que entre más días, más
demanda, sobre todo en la juventud, que ve en este formato, una devoción limítrofe
con lo sagrado.</span></p></span></div><div><span face="Arial, "sans-serif"" style="background-color: white; color: #222222; font-size: 12pt;"><br /></span></div><div><span face="Arial, "sans-serif"" style="background-color: white; color: #222222; font-size: 12pt;">“El mayor patrimonio de Hernando Gómez, además de su envidiable
colección, es el tesoro material de su conocimiento. Cuenta los secretos de la
salsa y de cómo se instaló en Bogotá a través de las grabaciones. Sabe de
estilos y formas, de artistas y sellos. Conoce en profundidad la simbología y
la cartografía de la música latina de Colombia y el mundo”, argumenta el
crítico musical Éric Palacino Zamora. </span></div><div><p></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm;"><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt;">¿Qué joyas atesora Hernando en su colección privada? La lista es larga,
pero él acude a títulos de vieja data que va extrayendo de las estanterías.
Discos de más de cuarenta y cincuenta años de la polifonía cubana, piedra
angular y patrimonio de la música afroantillana en Latinoamérica y el Caribe, con repercusión mundial. Pastas asombrosamente conservadas -igual que sus
carátulas-, con el brillo intacto de los platos de las remotas prensas de
fábrica. ¿Cómo lo hace?</span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm;"><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt;">"Eso tiene que ver con el amor por la música que siente el
coleccionista, y el esmero en cuidar y proteger los discos con el paso de los
años", aduce Hernando, mientras baraja con pausas algunas de sus maravillas
musicales: René Álvarez y los astros, Arsenio Rodríguez, Félix Chapotín, Pío
Leyva, el Septeto Nacional, el Septeto Habanero, la Riverside, el Conjunto
Casino, la Orquesta América, la Cosmopolitan, Los Compadres, Antonio Machín, Francisco Raúl Gutié</span><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt;">rrez Grillo, el archifamoso <i>Machito</i>, o <i>El Padrino</i>, entre un sinnúmero de leyendas,</span><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt;"> de sellos
cubanos como Egrem, Azul, Areíto, Siboney, incluso placas de emisoras
memorables de la Cuba antigua como Radio Progreso y Radio Cadena Azul. El registro
musical es fascinante.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: center;"><b><span face=""Arial","sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;">Audiófilos Latin
Concept </span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgmVzQ81SRhtotg6LGiy4urQcmkn4WH_ON6qCprNn4RshXdwuMOtur3QWAyBk9xAi5Uawu9FnmF9yMW8KXReybQl63eUuQWyr0owQAN4qWM_sUvQNjuaJTXvucT2ry4t59INMPhT1c_aaj3r8OTWa7zMK1vnxVbgiKF26bu6m3g23nM5TtQwG52a_x0/s4160/audio%206.jpg" style="background-color: white; font-size: 12pt; margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="3120" data-original-width="4160" height="480" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgmVzQ81SRhtotg6LGiy4urQcmkn4WH_ON6qCprNn4RshXdwuMOtur3QWAyBk9xAi5Uawu9FnmF9yMW8KXReybQl63eUuQWyr0owQAN4qWM_sUvQNjuaJTXvucT2ry4t59INMPhT1c_aaj3r8OTWa7zMK1vnxVbgiKF26bu6m3g23nM5TtQwG52a_x0/w640-h480/audio%206.jpg" width="640" /></a></div><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt;"><p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm;"><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt;"><br /></span></p>La síntesis de un trabajo sin treguas de toda la vida, siempre tirando
de la carreta, y como estudioso y recopilador de música latina, empresario de
rutilantes figuras de la salsa y el jazz como el añorado Alfredo 'Chocolate'
Armenteros, y el también cubano Alfredo de la Fe, entre otros, se ve hoy
reflejada en un espacio, que en opiniones de musicólogos y entendidos se
proyecta como el primer museo de la salsa en Bogotá, no solo por el fabuloso
recaudo de su música, los libros de consulta (entrevistas, biografías y
perfiles de grandes orquestas, compositores e intérpretes, historia de la
música cubana, etcétera), el atractivo decorado con instrumentos y
recordatorios inspirado en los viejos clubes de La Habana y de Nueva York, como
el de Tito Puente (que Hernando tuvo la oportunidad de conocer en Manhattan),
pero sobre todo, por el sofisticado engranaje técnico que brinda la pureza y la
nobleza del sonido.</span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm;"><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt;"><b>Audiófilos Latin Concept</b>, ubicado en el antiguo pasaje del Banco del
Comercio (calle 12 B#8A-34, de Bogotá, local 12, vecino del Pasaje Hernández,
el primer centro comercial que tuvo la capital), es en palabras de Hernando
Gómez García, además de la consolidación de un anhelo que venía rondando por su cabeza, el resultado de muchos esfuerzos y años de trabajo, para
que melómanos y melómanas de exquisito gusto disfruten con agrado de sus
preferencias musicales, distante del sonido cutre y atropellado de la mayoría
de bares y discotecas.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm;"><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt;">El sistema integrado de </span><b style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;">Audiófilos Latin Concept</b><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt;"> comprende, entre otros
aparatos técnicos de época y de vanguardia, amplificadores y preamplificadores
de manufactura americana, que se pueden mandar a personalizar de acuerdo a las
prioridades sonoras del usuario: brillo, bajos y neutros. La cautivadora
parlantería japonesa y americana, es uno de los primeros objetivos del curioso
o del visitante que ingresa, y se ha convertido en escenario para las fotos.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: center;"><b><span face=""Arial","sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;">El sonido en su
pureza </span></b></p><p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: center;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiDQmFCv8xyFgIcjSRD0WOuB7nmNYsUCzeH8h3D-H9Uu5kjjKR3DYbqaxFqs8n0Uv7NJzn4ZC4LEZ8tHe-hpAV_wWoH7NlBnofQjHRHa8mJR4aabHcXQBVOe5YYLmasLxJ16L4_QCg-VPLYtsebK1FQtqozeFfVQ9uiWVhU-JINjWUigzmoO0sMvPWv/s3041/audio%2006.jpg" style="background-color: white; font-size: 12pt; margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="2954" data-original-width="3041" height="622" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiDQmFCv8xyFgIcjSRD0WOuB7nmNYsUCzeH8h3D-H9Uu5kjjKR3DYbqaxFqs8n0Uv7NJzn4ZC4LEZ8tHe-hpAV_wWoH7NlBnofQjHRHa8mJR4aabHcXQBVOe5YYLmasLxJ16L4_QCg-VPLYtsebK1FQtqozeFfVQ9uiWVhU-JINjWUigzmoO0sMvPWv/w640-h622/audio%2006.jpg" width="640" /></a></div><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt; text-align: left;"><p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: center;"><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt; text-align: left;"><br /></span></p><div style="text-align: justify;"><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt;">Para constatar la veracidad de sus explicaciones, Hernando ubica sobre
el plato del tornamesa Tchenics uno de sus álbumes más preciados: 'Chocolate en
sexteto', del sello Caimán, grabado en Nueva York en 1983. El diamante recorre
el surco que corresponde a </span><i style="font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;">El Manicero</i><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt;">.
La trompeta de Armenteros irrumpe en crescendo y termina devorando la estancia
con una fluidez excelsa. "Pare oído, Ricardo”, interpela Gómez.
“Es el sonido original de la grabación, en toda su pureza. Claro, si para su
gusto lo quiere modificar, le puede dar más brillo, subir el bajo, o
simplemente dejarlo en su estado natural. ¿No le da la sensación de que
estuviéramos oyendo la orquesta en vivo?". De acuerdo, Hernando, estoy
impresionado. "</span><span style="background-color: white; font-size: 12pt; text-align: left;">¿Qué más quiere oír?-, pregunta burlón?" </span></div></span>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm;"><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt;">-No, pues aquí me quedaría el resto de tarde, y la noche. Difícil
escapar al magnetismo de este sonido. ¡Bárbaro!, pero permítame
formularle unas preguntas de remate:</span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm;"><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt;"><b>-¿Cuál ha sido el disco más caro que ha tenido entre manos?</b></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm;"><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt;">-</span><i style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;">Pa'fricasse, los pollos</i><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt;">, de
la orquesta de Lou Pérez, sello Sabina. Solo se imprimieron 1.000 ejemplares
que los acaparó el empresario caleño Humberto Corredor, socio del cubano Sergio
Bofil, distribuidor de Fania en Nueva York. En los años 80, ese disco llegó a
valer 1000 dólares.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm;"><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt;"><b>-¿Y él disco más raro?</b></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm;"><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt;">-Un compilado de cuatro álbumes de la Tokio Cuban Boys, una big band
fundada en 1946 en Japón, con Pérez Prado, Xavier Cugat y Miguelito Valdés como
orquestas invitadas. Puro mambo y chachachá. Lo adquirió un coleccionista
boyacense.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm;"><b><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt;">-Cuál de todas las versiones de </span><i style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;">El
Manicero</i><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt;"> es su preferida.</span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm;"><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt;">-Pregunta difícil, porque además de la de </span><i style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;">Chocolate</i><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt;"> Armenteros, hay más de 3.000 versiones en todos los
ritmos, hasta en tango y vallenato, y con orquestas de distintas nacionalidades.
En este mismo instante, </span><i style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;">El Manicero</i><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt;">
puede estar sonando en cincuenta partes del mundo.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm;"><b><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt;">¿Y de </span><i style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;">Guantanamera</i><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt;">?</span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm;"><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt;">-Me gusta la de la orquesta de Lou Pérez.</span></p><p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm;"><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt;"><br /></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiFphlqZOhgfVaOv0iEPy58ghc_4YETa6F5ox_Ob6rsguVTvU0d6fiGMEl0hWLhhbWJ88GJAfJ8rVSvI8GxuWRFFYTtOcg_q1JqBuQm_qhuH4a6Xu_bqbYJyl-UmafL2DFax6Yl5QJMNYGQA-RLgJlGq33Q9pkQiQGwBNidycosgN9OGqbp4RqAGcz2/s4160/audio%207.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="3120" data-original-width="4160" height="480" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiFphlqZOhgfVaOv0iEPy58ghc_4YETa6F5ox_Ob6rsguVTvU0d6fiGMEl0hWLhhbWJ88GJAfJ8rVSvI8GxuWRFFYTtOcg_q1JqBuQm_qhuH4a6Xu_bqbYJyl-UmafL2DFax6Yl5QJMNYGQA-RLgJlGq33Q9pkQiQGwBNidycosgN9OGqbp4RqAGcz2/w640-h480/audio%207.jpg" width="640" /></a></div><span style="color: #222222; font-size: 12pt;"><p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm;"><span style="color: #222222; font-size: 12pt;"><br /></span></p><b>-Orquestas de salsa colombianas.</b></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm;"><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt;">-La de los hermanos Zumaqué, la Real Charanga, de Daniel Díaz; la
Conmoción Orquesta, de Jaime Rodríguez; la Mambo Big Band, de Germán
Villarreal, Fruko, por supuesto, y Alfredo de la Fe, a quien adoptamos colombiano hace muchos años, entre otras.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm;"><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt;"><b>-¿Todo el tiempo está en función de la música?</b></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm;"><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt;">-Por trabajo, sí, gran parte del día. Pero me gusta jugar ajedrez,
analizar jugadas, y el billar, las tres bandas. A propósito, quedamos
pendientes para un chico...</span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm;"><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt;"><b>-Hernando, en estos cuarenta y cinco años de trabajo ininterrumpido, y
de todo lo que ha cosechado con la música latina, ¿de qué es lo que más se
siente orgulloso?</b></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm;"><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt;">-De mi familia, si quiere póngalo en mayúsculas. Este es un patrimonio
familiar. La música me ha dado para vivir, viajar, conocer, disfrutar, cosechar
buenos amigos, pero mis seres queridos están primero: mi esposa, con la que
llevo cuarenta años de matrimonio, mi hijo Harold, que es mi mano derecha en el
negocio, mi hija Carolina, que es odontóloga, y qué más le digo... pues todo
esto que se ha logrado con trabajo y sacrificios... todo por la música, por la
salsa, ese lindo regalo que nos ha dado la vida.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm;"><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt;">A Hernando Gómez García se le quiebra la voz, mientras la aguja de
diamante, libre albedrío, continúa su curso por las prodigiosas guajiras de </span><i style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;">Chocolate</i><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt;">.</span><span face="Arial, "sans-serif"" style="background-color: transparent; font-size: 12pt;"> </span></p></div>Ricardo Rondónhttp://www.blogger.com/profile/02023732023252028316noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6403704431056921554.post-19433252719698438772022-06-03T12:35:00.000-05:002022-06-03T12:35:46.270-05:00'Chucho Bonbonbum', el legendario bailador de Salsa que prendió la rumba en Bogotá<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj7g1p2JHvao_ATOPiu5xParAKs5NqVUsJQs3Tph1dvxVtQFFqEJWtpVadac86g5AV19a-JRNpMO1nzsU2zBaynlU9Z8sY-aN_BaPDgW5NIf5sD7mPSuW51ItePOTuK1LeVUjE_1uvOd2UhP_FA2nDJnJFKjpNFSHFs5CNQmwYg6JoNMVknWKEqQ-sK/s3037/chucho%2001.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="2756" data-original-width="3037" height="580" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj7g1p2JHvao_ATOPiu5xParAKs5NqVUsJQs3Tph1dvxVtQFFqEJWtpVadac86g5AV19a-JRNpMO1nzsU2zBaynlU9Z8sY-aN_BaPDgW5NIf5sD7mPSuW51ItePOTuK1LeVUjE_1uvOd2UhP_FA2nDJnJFKjpNFSHFs5CNQmwYg6JoNMVknWKEqQ-sK/w640-h580/chucho%2001.jpg" width="640" /></a></div><i><b><span style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;">Jesús María Solarte, también conocido como </span><span style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;">El Rey del Picado, cuenta su fascinante historia
por los bailaderos capitalinos de antaño</span></b></i><p></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><b><span style="color: #222222; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;">Ricardo Rondón
Chamorro</span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><span style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;">Fotos: David Rondón Arévalo</span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><i><span style="background: white; color: #222222; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;">Chucho Bonbonbum</span></i><span style="background: white; color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;">
queda perplejo frente al espejo ámbar de sus zapatos, en el remate de la
lustrada 'americana' que ha firmado con bayetilla el embellecedor de calzado
José Antonio Borda, en su puesto vitalicio de la Avenida Diecinueve con
Séptima.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><span style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;">Si los zapatos de Manacho son de cartón, los de Chucho son unas piezas
de patrimonio que acreditan a su dueño como uno de los más grandes bailadores
de todos los tiempos, no solo de Salsa, sino de un variopinto abanico de ritmos
afroantillanos, con más de cincuenta años de trayectoria profesional y aún en
activo, "por la gracia del Santísimo".</span></p><p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><span></span></p><a name='more'></a><p></p><p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><span style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;">-¿Cuánto te debo, Toñito?-, le pregunta al veterano lustrador.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><span style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;">-Deje así, maestro, hasta el próximo aguacero.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><span style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;">-¡Ve, nooo!, qué tal, Toño, por lo menos toma lo de la cuota moderadora-
Y le extiende un billete de $2.000.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><span style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;">El calzado, para Chucho, el calzado fino, por supuesto, ocupa un lugar
especial en su guardarropa: es su principal herramienta de trabajo, es en lo
que más ha invertido, igual que en su elegante indumentaria de espectáculo
dancístico, "por respeto al público, para que pinta y calzado destellen
bajo las luces robóticas de las discotecas, las pistas multicolores, los
reflectores, las cámaras de televisión. El caché, profe, que es el sello del
artista", afirma el negro Chucho abriendo sus ojos de hechicero hutu.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><span style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;">Estamos en la esquina del movimiento, en el ombligo de Bogotá, en este
tramo que en el florecer de la década de los 70 se fueron instalando las
primeras casetas de música, que por la Diecinueve se extendieron hasta la
Décima, y cuyos parlantes no cesaban de arrojar descargas de guaguancó y
bogaloo (también sonaba rock, chucuchuco, vallenato), réplicas de esa fiebre
telúrica que estremeció a Cali cuando fue bautizada como la Capital Mundial de
la Salsa, mucho antes de la epidemia de Niche y su </span><i style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;">Cali pachanguero</i><span style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;">.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjk1lYz7h0rnGdXjCWdD7xUGJD7M6xsL7DdEaUvr_pJwJBfNmTtSVqxfjjR7GPO_WOCx50W_N7b3NH9opvqXTBzBzEKWgI-A2DkQ3kGUOgmxnhEEmg0MbkPQf6GZmPe2ZVUBEAPKjgDpzo_RpqMo4WRCGHBwUf3xaqF9UUYXc5OVpUE4J55juWbFrH6/s3955/chucho.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="3120" data-original-width="3955" height="504" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjk1lYz7h0rnGdXjCWdD7xUGJD7M6xsL7DdEaUvr_pJwJBfNmTtSVqxfjjR7GPO_WOCx50W_N7b3NH9opvqXTBzBzEKWgI-A2DkQ3kGUOgmxnhEEmg0MbkPQf6GZmPe2ZVUBEAPKjgDpzo_RpqMo4WRCGHBwUf3xaqF9UUYXc5OVpUE4J55juWbFrH6/w640-h504/chucho.jpg" width="640" /></a></div><span style="font-family: arial;"><i><b>Chuchín, el caleño bravo de las pistas, a sus 72 años, vigente y en su salsa</b></i></span><p></p><p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><span style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;">Estaba en su furor el </span><i style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;">Sonido
Bestial</i><span style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;"> de Richie Ray y Bobby Cruz, y en el viejo edificio de Caracol
Radio, de la Diecinueve con Octava, Jaime Ortiz Alvear tenía más convocatoria
que el pastor Enrique Gómez de la iglesia Bethesda, cuando los sábados, a las
ocho de la noche, despachaba desde su cabina <i>Salsa con estilo, el único show
que no tiene cover.</i></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><span style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;">Por esas fechas llegó </span><i style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;">Chucho
Bonbonbum</i><span style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;"> a Bogotá, procedente de su natal Cali. Un veinteañero de cuerpo
enjuto al que se le contaban las costillas a través de una camisa jaspeada de
seda, de puños bombachos, pantalones bota campana, zapatos dos colores, y un
afro imponente, punto de curiosidad de los cachacos cariacontecidos, en esa
época acostumbrados a ver a los foráneos como extraterrestres.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><span style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;">Chucho ya venía afilado como bailador, con un álbum de fotografías bajo
el brazo, registro de sus correrías por las pistas y tarimas de esa Cali
febril, desenfrenada y salsera, y aunque en su cédula figuraba como José María
Solarte, en el concierto discotequero de la capital sabían que había llegado un
bravo, un rumbero de cuerpo endiablado al que llamaban </span><i style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;">El Rey del Picado</i><span style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;">.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><span style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;">La vida nocturna de Bogotá era una fiesta desde que caía la tarde hasta
que a los borrachines los sorprendían las primeras luces del día en los </span><i style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;">caldoparados </i><span style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;">ambulantes, con sendas
tazas de consomé de pollo y huevo cocinado, aguadepanela con queso, y un
sanguinolento repertorio de vísceras dispuestas en braseros de atice.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><span style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;">En un tiempo récord, </span><i style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;">El Rey del
Picado</i><span style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;"> se hizo célebre y cotizado en los mejores bailaderos capitalinos,
que abundaron sin restricciones en el centro, Chapinero, el Restrepo, El 7 de
Agosto, La Estrada, cuando el soberbio espectáculo del tacón aglutinaba a
iniciados y profesionales de distintas latitudes y pelambres, los más solícitos
y aclamados, hombres y mujeres, que llegaban del Pacífico y la Sultana del
Valle.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><span style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;">Cómo no la iba a romper de entrada </span><i style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;">Chucho
Bonbonbum</i><span style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;"> en Bogotá si venía de ser pareja de baile de Amparo Ramos, la </span><i style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;">Amparo Arrebato</i><span style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;"> que inmortalizaron
Richie Ray y Bobby Cruz en ese imperio sacrosanto de los bailadores de Salsa
llamado Juanchito, y de la escuela empírica de los antiguos maestros de la
danza ancestral, inspiradores del Primer Ballet de Salsa de Cali, María
Magdalena Solarte, su abuela, "la sabia, la dura, la única mujer que tuve
de crianza", y el gran Jimmy Bogaloo. </span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjgppkv-XmR9g2vtFjxafBU2Jtpf3T6hRCokhNekNS6BXi99-E6XnCnISsIZO0uLG85R3DzQrIN1nYl3vekYYR1v7HWQBrRfx2nkX1T7StMS6VS3Qe8R1C6TmwRdcsZtsLjrYVghfYiYlb0cSbaMtmDSRR3AogYV7d0M8uq1kY8ZO0q8RbA6zrIro7I/s4032/chucho%205.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="3024" data-original-width="4032" height="480" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjgppkv-XmR9g2vtFjxafBU2Jtpf3T6hRCokhNekNS6BXi99-E6XnCnISsIZO0uLG85R3DzQrIN1nYl3vekYYR1v7HWQBrRfx2nkX1T7StMS6VS3Qe8R1C6TmwRdcsZtsLjrYVghfYiYlb0cSbaMtmDSRR3AogYV7d0M8uq1kY8ZO0q8RbA6zrIro7I/w640-h480/chucho%205.jpg" width="640" /></a></div><br /><span style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;"><b><i>Solarte con don José Antonio Borda, su lustrador de cabecera, en la 19 con Séptima</i></b></span><p></p><p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><span style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;">La abuela Solarte y Bogaloo, crestas prístinas del olimpo salsero
y modelo a seguir de una cofradía de místicos bailadores, hombres y mujeres,
que quedaron grabados en los anaqueles como los supremos del ritmo, tocados por
el don, la magia y la gracia que solo un cuerpo ejercitado y moldeado a fuego
de Salsa pudo brindarle a la raza para orgullo y posteridad. La lista es larga
en nombres de pila y exóticos remoquetes:</span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><span style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;">Watusi, Telembikin, Félix Veintemillas, Evelio Carabalí, el Profe
Benigno, El Negro Caravana, Denis, Bataclán, Diosides, el Príncipe Torres,
Orlando, El Conde; Catacolí, Damaniel, Chanlipó, Cachuclán, Guaracho, Nelson,
Efraín, Galleguín, Carlos Paz, la Ribambaramba, Hada, La Peluda, María y La
Nena (Las Tovar), Ofelia, Cristina, Esmeralda (Ramírez), La Cobriza, Amparo Caicedo,
Amparo Ramos (La Arrebato), las bailadoras de El Troncal, de El Picapiedra, de
El Pedregal, de El Estambul, de El Aguacatal, de La Escalinata, de El Séptimo
Cielo, de Terrón Colorado, de Juanchito, del San Nicolás, de El Obrero, de San
Fernando, de San Antonio, del Santa Librada, y pare de contar que </span><i style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;">El Rey del</i><span style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;"> </span><i style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;">Picado</i><span style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;"> pide pista:</span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><span style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;">"Watusi era lustrador y se hizo bailador en El Picapiedra. En el
Séptimo Cielo no dejaban entrar negros. Los únicos niches autorizados eran
Radio Bemba y Catacolí, que vendía flores en el cementerio. A Piper Pimienta le
negaron el ingreso, pero cuando se hizo famoso con Latin Brother's lo llamaron
para contratarlo y él mandó a decir que no. El Club Latino era de lo más
selecto. Allí se hizo la generación a go-gó: Óscar Golden, Harold, Vicky,
Hernando Casanova. A esa discoteca fue Daniel Santos a cantar y allí conoció a
la caleña que le robó el corazón. En La Calle del Pecado, decía mi abuela que
las mujeres se exhibían viringas como en Ámsterdam y New Orleans. Hay anécdotas
para un libro, o para la película que en los próximos días van a rodar sobre mi
vida".</span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><span style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;">"Todos los bailadores éramos bajo mundo, a la suerte de Dios, otros
a la del diablo. Hijos del desamparo, la orfandad y la pobreza. El Negro
Caravana, por ejemplo, era lavador de carros. Un día se ganó el mayor de la
lotería y pasó de ser el </span><i style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;">negro brilla
capós</i><span style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;"> de trapo a la cintura a Mister Caravana. Qué suerte la del </span><i style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;">grone</i><span style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;">. No repetía pinta, </span><i style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;">embambado</i><span style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;"> de oro hasta las orejas y
acompañado de pomposas hembras. La vida es una ruleta, profe".</span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjjzUHaE3IlxiWz6sZlC5zO8-DUbV5iJu-bkUjr9BiRX2Gw6-uHp5bjanHIm2vYdCxwN9nC48uNL-Wz8ZFD_XKzGdm-yRjFBbsDZQuqaDP-Fe2knj6mvXeE7DGNE3bZFAIhxwtb1ruLePW-W-9Sma-fTuVjiAftI4x3ONIC5UoaivgNS_DM83narkzO/s3116/chucho%200.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="3116" data-original-width="3104" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjjzUHaE3IlxiWz6sZlC5zO8-DUbV5iJu-bkUjr9BiRX2Gw6-uHp5bjanHIm2vYdCxwN9nC48uNL-Wz8ZFD_XKzGdm-yRjFBbsDZQuqaDP-Fe2knj6mvXeE7DGNE3bZFAIhxwtb1ruLePW-W-9Sma-fTuVjiAftI4x3ONIC5UoaivgNS_DM83narkzO/w638-h640/chucho%200.jpg" width="638" /></a></div><br /><span style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;"><b><i>El Rey del Picado, patrimonio de la Salsa, con más de 50 años de trayectoria</i></b></span><p></p><p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><span style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;">En Bogotá, </span><i style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;">Chucho Bonbonbum</i><span style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;">
(por el comercial que en los 70 grabó en Cali para la primera chupeta rellena
de chicle), hizo historia en salones de bailes de postín, en discotecas de
renombre, pero también en griles y amanecederos de barriada donde se empollaban
al calor de luces mortecinas los futuros </span><i style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;">Carlitos
Way</i><span style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;">, los </span><i style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;">Tony Montana,</i><span style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;"> los </span><i style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;">Pedro Navaja</i><span style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;">, porque el artista de
Salsa no está negado para nadie, porque la Salsa como el Candombe y el Tango
nacieron en los empedrados de los patios viejos, entre ruinas y lamentos que
resumen todo el dolor de la vida.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><span style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;">Chucho rebobina esos recuerdos con el parafraseo de la jerigonza que de
niño, al cuidado de su abuela, aprendió en las calles polvorientas de
Quinamayor, en las afueras de Cali, y en los entresijos de esa <i>Cali
caliente y caleidoscópica</i> (de Caicedo, Mayolo, Ospina y la </span><i style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;">Rata </i><span style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;">Carvajal), cuando mamá Solarte le
ajustaba en el brazo un canastico con postas de pescado frito, empanadas de </span><i style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;">cambrai </i><span style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;">(masa dulce y queso), rellena de
poleo, pasteles de yuca y panochas, y todas esa delicias de las sabias matronas
de fogones de leña.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><span style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;">Y así se fue moldeando Chucho, con las durezas de la errancia y la
precariedad, </span><i style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;">ventaneando</i><span style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;"> por bares, quioscos
y prostíbulos que frecuentaba "la gallada de los duros del baile, del
vacile, la batahola, el amague, el aguijoso, el aleteador, el chicanero, la </span><i style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;">corrompisiña</i><span style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;">, el ñeñe, la musaraña y
todas las mañas, porque bailador que se respete es tramador, buen vago,
canalero y elegante", lo firma Chucho que creció y se formó artista en la
pepa del </span><i style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;">caprulaje</i><span style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;">, de los
malvividos, pero no cayó en los oscuros fondos del crimen y el vicio, a pesar
de haber <i>jalado</i> gallinas con pita de sebo.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><span style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;">Con esa parla ingeniosa de buhonero </span><i style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;">calidoso</i><span style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;">
de semáforo que estalla en su bemba, Chucho también sedujo a la fanaticada
salsera cuando la noche bogotana era una pirotecnia de luces de neón en
bailaderos y discotecas: Palladium, La Jirafa Roja, El Scondite, El Tunjo de
Oro, La Negra Esperanza, La Antillana, La Montaña del Oso, Caño 53, Mozambique,
Las Catacumbas, El Abuelo Pachanguero, El Corso, La Esquina de los Recuerdos,
Palladium (del Restrepo), y hasta el Salón Rojo del Hotel Tequendama, donde se dio
el </span><i style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;">caché </i><span style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;">de alternar</span><i style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;"> </i><span style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;">con Roberto Carlos, Celia Cruz, la
cantante palestina Yaffa Yarconi, entre tantos escenarios donde brilló a todas
luces su calzado.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgP6m2zEDLmcj8vI-VMKx6mE-iMq9tXzTQCGHAReu2IDFB8WlcLlkrx9Jzm__c3no58a3H9fBkXOlmmvbZVt7ZWx0TbZaF6gS5sgx3ueHxn8VCQOOLMpZXnzg6LLdIepb4Wn6xhs2zlKiQ71xkTIjJhDbfD7TCFrQgpa8PTTJvEtFM5JmoCIjTO_x_x/s4032/chucho%20ajedrez.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="3024" data-original-width="4032" height="480" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgP6m2zEDLmcj8vI-VMKx6mE-iMq9tXzTQCGHAReu2IDFB8WlcLlkrx9Jzm__c3no58a3H9fBkXOlmmvbZVt7ZWx0TbZaF6gS5sgx3ueHxn8VCQOOLMpZXnzg6LLdIepb4Wn6xhs2zlKiQ71xkTIjJhDbfD7TCFrQgpa8PTTJvEtFM5JmoCIjTO_x_x/w640-h480/chucho%20ajedrez.jpg" width="640" /></a></div><br /><span style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;"><b><i>Chucho con los cerebros del juego ciencia de la avenida Séptima, en Bogotá</i></b></span><p></p><p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><span style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;">En esos años dorados de la rumba bogotana, Chucho vivía entre la capital
y Cali, cumpliendo a compromisos artísticos. El fin de año, entregado a la
Sultana en tiempo de feria, pasando de largo en los bailaderos de Juanchito y
sus alrededores, y en la caseta internacional Matecaña con Sady Rojas, su
animador estrella, hasta que decidió radicarse en Bogotá. Ya con familia
residió en Chapinero, La Perseverancia, el Gustavo Restrepo, el Santa Fe, el
Inglés, y ahora en el 20 de Julio, donde a sus 72 años asiste al maestro de
ritmos afroantillanos John Arnelys Racero, en la Fundación para el Desarrollo
del Talento Artístico y Social (Fundarttes).</span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><span style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;">En 2013, en el marco de Salsa al Parque, </span><i style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;">El Rey del Picado</i><span style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;"> recibió de la Alcaldía de Bogotá el homenaje a
una vida dedicada a la cultura de la danza ancestral, que en el repertorio de
Solarte comprende dieciocho bailes con puesta en escena: charleston, rocanrol,
twist, guaracha, pachanga, charanga, fox, pasodoble, bosanova, mambo, bogaloo,
chachachá, son, montuno, y de su autoría, </span><i style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;">el
mío, el</i><span style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;"> </span><i style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;">aguaje</i><span style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;"> y </span><i style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;">el vacilón</i><span style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;">.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><span style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;">"Mis tres hijos, mis dos nietos, mi música, mi baile, mi
testimonio, los escasos amigos que me quedan, eso es lo que tengo por fortuna.
La riqueza no es la que se mohosea en las bóvedas de los bancos. La riqueza es
lo que se vive", refrenda el veterano bailador.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><b><span style="color: #222222; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;">-¡Vaya!, Chucho, si
has llevado una vida sabrosa, y te pagan por gozártela. ¿De qué porrazos o
sufrimientos te quejas?</span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><span style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;">"Ay, profe, caras vemos, corazones no sabemos. Estuve casi diez
años parado por una fuerte maluquera en los huesos que los médicos
diagnosticaron como osteoporosis degenerativa, ¡válgame, Chuchito, qué susto!,
pero acudí a la medicina alternativa y a los rituales santeros del negro
Lucumí. Me hicieron el </span><i style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;">curado</i><span style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;">, un
amarre con pita de seis nudos en el vientre, riegos y rezos durante siete
noches, que pagué con las treinta monedas de Judas. Y aquí estoy otra vez, como
me ve, sano y listo, y pa' las que sea".</span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><b><span style="color: #222222; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;">-Chucho, ¡de dónde
sacas tanto cuento, hombre! Ponte a escribir que la tienes clara en ese oficio.</span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><span style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;">Chucho estalla en estrepitosa carcajada, simula a boca de jarro el
introito frenético del </span><i style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;">Jalajala</i><span style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;">,
crispa los dedos, se despatarra; con la punta del zapato traza lento una media
luna sobre el pavimento, como tentando una guaca; levanta los hombros, arquea
las cejas, abre los ojos de hechicero hutu, descarga un grito tenebroso y a la
vez una palmada que espanta a un desprevenido indigente conectado a una bolsa
de pegante, y Chucho explota otra vez en risotadas, y se burla y se jacta:
“¡Agúzate, </span><i style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;">brother</i><span style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;">, que te están
velando!”.</span></p>Ricardo Rondónhttp://www.blogger.com/profile/02023732023252028316noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6403704431056921554.post-68089023627471596922022-04-26T11:58:00.002-05:002022-04-26T12:00:47.612-05:00La guitarra sanadora del virtuoso concertista boyacense Julián Rodríguez Blanco<p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjkLf-A8uB_xC3AhvQcTvbDOtdGmS2T7jGltooqW39FWgYweFVh_DKd1HjmlAkb-1ND1OvJUIyqQIWhnIzQLFwm7COQZEwoS3folLsacjgte3rz1QR_-CoE_4w-MoFNoeyP0RVukzp6gwTlSIHuMYOBHSTscKGFcz8kO9wIOtmyR75TcWJy7OixN1-8/s1024/juli%2004.JPG" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="683" data-original-width="1024" height="426" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjkLf-A8uB_xC3AhvQcTvbDOtdGmS2T7jGltooqW39FWgYweFVh_DKd1HjmlAkb-1ND1OvJUIyqQIWhnIzQLFwm7COQZEwoS3folLsacjgte3rz1QR_-CoE_4w-MoFNoeyP0RVukzp6gwTlSIHuMYOBHSTscKGFcz8kO9wIOtmyR75TcWJy7OixN1-8/w640-h426/juli%2004.JPG" width="640" /></a></div><br /><p></p><p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;"><i><b>El destacado concertista Julián Rodríguez Blanco, oriundo de Boavita, Boyacá, y su método musicoterapéutico para menguar traumas como la depresión</b></i><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><b><span face=""Arial","sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;">Ricardo Rondón Chamorro</span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt;">(Fotos: Ricardo Rondón y archivo
particular)</span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt;">En el principio fue la noche y el cri-cri de los
grillos, la grillera, como llaman en el campo a esa clepsidra
providencial con la que los viejos labriegos calculaban los tiempos de la
siembra y la cosecha, la tempestad y el verano. Si la grillera era pausada y
lenta, advertía invierno, pero si se oía acelerada, anunciaba estío.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt;">A ese sonido noctámbulo que emiten
los grillos, los entomológos lo llaman estridulación: una suerte de arpegio
natural que los insectos producen cuando friccionan los élitros, sus alas
externas, una vibración similar a la de los instrumentos de cuerda cuando son
ejecutados a mano, o con un arco, como cita el experto José Luis Gallego (La
Vanguardia, España).</span></p><p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span></span></p><a name='more'></a><p></p><p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;">Esto lo sabía por conocimiento
ancestral y matemática primitiva don Martín Rodríguez: agricultor, fundidor,
maestro y músico empírico, cuando se aferraba a su tiple para celebrar las
arduas jornadas del arado con serenatas dedicadas a su mujer y a sus diez
hijos, alumbrado por un par de velas de sebo, o por el sortilegio de la luna
creciente que asomaba por las montañas de Tabor y Sacachova, santuarios
tutelares de Boavita, paraíso de todos los verdes de la Provincia del Norte y
Gutiérrez del departamento de Boyacá, que en lengua muisca traduce <i>punta del sol</i>, cuando era comarca del
cacique Tundama.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt;">Esas veladas musicales en el entorno
familiar que ofrecía don Martín, con la complicidad de la grillera y otras
tonalidades de la noche campesina, marcaron la inspiración y el apego por la
música de dos de sus hijos: Javier, intérprete del piano, y Julián, quien se
animó por las cuerdas, con las pautas y las instrucciones de su padre en la
ejecución del tiple, instrumento con el que a temprana edad se matriculó en las
preciadas artes de Euterpe.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt;">Lo primero que Julián aprendió a
interpretar en el tiple fueron las melodías de Guillermo Buitrago y de
Bovea y sus vallenatos, que en los años de su adolescencia sonaban en toda
Colombia, pero con profusa exaltación en la campiña boavitana, en las
temporadas de fin de año, y en las fiestas patronales de su pueblo, que honran a
la Virgen de Nuestra Señora de las Mercedes.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><b><span face=""Arial","sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;">La señorita María</span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt;">En el marco de esas festividades,
donde bullía la carranga y otros ritmos como el pasillo, el torbellino y la
guabina por doquier, Julián tuvo las primeras noticias de María Luisa Fuentes
Burgos, natural de Boavita, la tristemente célebre mujer transgénero que el
director de cine Rubén Mendoza dio a conocer al mundo en su premiado documental
'La señorita María, las faldas de la Montaña', que hoy atraviesa una precaria y
dolorosa situación en Bogotá, tras haberle escriturado la tierra y el rancho
donde vivía a un diseñador venezolano, de quien se enamoró hasta la perdición.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt;">Cuenta, Julián, que a María Luisa
solo se le veía en el pueblo los domingos en misa, en Semana Santa, o en las
fiestas de la cosecha, que iniciaban el 4 de enero y terminaban el 7. Una mujer
tímida y reservada, que de oídas se sabía que permanecía en su ranchito veredal
haciendo de comer en un fogón de leña, y que se ganaba el sustento sembrando
maíz o haciendo mandados a los finqueros vecinos, y al cuidado de su vaca, sus
perros y gallinas. </span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt;">Han pasado muchas hojas de calendario
de aquellas evocaciones, pero a Julián todavía le resuena la grillera en los
oídos. Dice que es como un metrónomo que lo guía y le da las pautas y las
claves como compositor, intérprete, productor y arreglista. De esa aritmética
de los ortópteros variopintos, que acompasan en la noche la vibración
universal, que los científicos remiten al equilibrio del planeta, el consagrado
músico se sigue nutriendo.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><b></b></p><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgVzfMfghU3Kix91F95-vDrckkPSYPZLY5y9eX3dzDiFuPCwTBO1TQ2df6gnj_lahbOzFEMiKIcjo5pTvCQaK-LsojmXJo9DdJM4eor43gImPYYPqFs6WbdqwN0uLue3Vh4oKCRVAc3-nWS6qPd6duwRC9IlTU8sqRKPwd7cRRDpZDUl3Cd5J6TLQuw/s1024/juli%200.jpg" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="768" data-original-width="1024" height="480" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgVzfMfghU3Kix91F95-vDrckkPSYPZLY5y9eX3dzDiFuPCwTBO1TQ2df6gnj_lahbOzFEMiKIcjo5pTvCQaK-LsojmXJo9DdJM4eor43gImPYYPqFs6WbdqwN0uLue3Vh4oKCRVAc3-nWS6qPd6duwRC9IlTU8sqRKPwd7cRRDpZDUl3Cd5J6TLQuw/w640-h480/juli%200.jpg" width="640" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><i><b><span style="font-size: medium;">El concertista boyacense ha recorrido con su música grandes escenarios de Colombia como el Teatro Colón de Bogotá y el auditorio del Museo Nacional </span></b></i></td></tr></tbody></table><b><span face=""Arial","sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;">De cuna musical</span></b><p></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt;">"Mi pasión por la música nació
alrededor del fogón de leños de la casa, cuando después de la cena mi padre
despuntaba el tiple para entonar estrofas que le salían del alma por su arraigo
a la tierra donde nos criamos, y la gratitud por todo lo físico y
espiritual que nos rodeaba: el amor familiar, los animalitos domésticos, los
frutos de la cosecha. Tocar y cantar era la forma de expresar nuestro
agradecimiento", dice el maestro Julián Rodríguez Blanco, heredero del
sabio Martín, destacado y laureado concertista de guitarra.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt;">Rodríguez Blanco recorre con brújula
memoriosa los senderos boavitanos de su naciencia, con las nítidas postales de
una infancia poblada de amorosos recuerdos: la romería de los fieles en pos de
sus rogativas a la Virgen de las Mercedes, en el Alto de Socachova; las
representaciones de Semana Santa con el impactante dramatismo de histriones
naturales voluntarios; las escalofriantes historias que los viejos de
guaraperías contaban de la violencia bipartidista, con sus arrumes de muertos
sangrantes a lomo y paso de mula por los empedrados del pueblo, rumbo a los
barrancos de la vereda Chulavita; sus primeros romances de colegial, y las
lecciones de música de don Pedro Murillo, recordado luthier boavitano, inventor
del simbiófono, instrumento que, por sus dos caras integra el tiple y la
guitarra.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt;">"Tuve la fortuna de nacer en un
hogar donde se sigue rindiendo culto a la música -comenta Julián-. Esa música
de nuestros ancestros, entre inocente, alegre y jocosa, que en mi pueblo se
honra por costumbre y estrecha lazos familiares. A falta de luz eléctrica
teníamos la luz de la inspiración. Las noches, en casa, antes de irnos a dormir,
transcurrían entre el jolgorio de cuerdas y cantos de la música campesina, y
los cuentos y leyendas de la tradición oral. Mis primeros flirteos con el tiple
de mi padre, salieron del legado vallenato de Julio Bovea y Guillermo Buitrago.
Así fui descubriendo la magia que contiene la música y el poder magnético y
terapéutico que irradia, tanto del que la ejecuta como del que la oye. Eso
tiene su ciencia y su esencia, y uno lo va descubriendo en este camino del
arte, que sabe dónde comienza, pero jamás dónde termina".</span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><b></b></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><b><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgE9M5E9cWpmMA69ePBF7OOyFQbBIoL4CFAaC4ug1Ulqs9fwsJujPFBx0AG4V-V5bUG0SXCAbzI0-LsTcjuV-pR5ldmHEQ_fuJagWMlbsCHXRBknYuB5EVkQC0-UHNH5dGRv1ahYEhNcQD_fB1BvxatCeTYX0NXnT0sSWQ_tc9Jh1hr44lDM5XIUT90/s1024/juli%2005.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="682" data-original-width="1024" height="426" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgE9M5E9cWpmMA69ePBF7OOyFQbBIoL4CFAaC4ug1Ulqs9fwsJujPFBx0AG4V-V5bUG0SXCAbzI0-LsTcjuV-pR5ldmHEQ_fuJagWMlbsCHXRBknYuB5EVkQC0-UHNH5dGRv1ahYEhNcQD_fB1BvxatCeTYX0NXnT0sSWQ_tc9Jh1hr44lDM5XIUT90/w640-h426/juli%2005.jpg" width="640" /></a></b></div><b><br /><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222;"><i><span style="font-size: medium;">La brillante carrera del maestro Rodríguez Blanco ha sido reconocida en varias oportunidades. Aquí en el Congreso de la República, en compañía de sus padres </span></i></span></b><p></p><p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><b><span face=""Arial","sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;">Con Juan Gabriel</span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt;">Julián tenía trazada su bitácora con
el encordado, y una vez culminado el bachillerato se embarcó a Bogotá con el
aliciente de</span><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt;"> </span><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt;">pulir sus conocimientos en
la academia, empresa nada fácil para un jovencito provinciano y soñador, de
escasos recursos, que llegaba a la capital con un equipaje ligero y la
incertidumbre de morir en el intento.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt;">Su primera morada fue Villas de
Granada, barrio popular del noroccidente de la capital, donde tomó una
habitación en arriendo. Como no tenía guitarra, consiguió un retazo de triplex
en una carpintería, y con un micropunta y una escuadra marcó sobre la madera
las cuerdas y trastes del improvisado instrumento, para ensayar en sus noches
frías y solitarias.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt;">En el transcurso de los días, un
vigilante del sector, de quien Julián se hizo amigo, al ver que el muchacho
ensayaba con una tabla, le propuso venderle, como se la pudiera pagar, una
guitarra que hacía años le había regalado su hija y que él tenía por ahí
arrumada. El instrumento le salió por $18.000, que Julián fue pagando por
cuotas de $1.000.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt;">Sus ilusiones se fueron concretando
cuando empezó a dictar sus primeras clases de tiple y guitarra, a domicilio.
Con el voz a voz de un nutrido grupo de aprendices, creció su cotice. Alternaba
su pedagogía con sus estudios de música en la prestigiosa academia Luis A
Calvo, que fue su base para ingresar al Conservatorio de la Universidad
Nacional, donde muchos eran los convocados, pero pocos los escogidos. En ese
claustro, Julián Rodríguez Blanco se recibió con méritos como concertista de
guitarra, luego de diez años consagrados, con todas las pruebas y exigencias de
una de las más estrictas y acreditadas aulas musicales de Colombia y
Latinoamérica.</span></p><p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEghqRtfZg-6fCRa-QecGbAzTd0tc26SiXydvtxYrHKFh5G9mdoHSrsG_4tAuPmsyBVUHxc0lvLgy8sdvNNwfvFRVRFQqx_AXtDUbp03VAJXwBxvcsyWJA_Cceso9hfJXTFONsD0s2l7wSsGgpd1E6rl2YRmlnAaklaU5h6WIK92Wqf7-6txIpvH6Oi6/s1024/juli%205.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="768" data-original-width="1024" height="480" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEghqRtfZg-6fCRa-QecGbAzTd0tc26SiXydvtxYrHKFh5G9mdoHSrsG_4tAuPmsyBVUHxc0lvLgy8sdvNNwfvFRVRFQqx_AXtDUbp03VAJXwBxvcsyWJA_Cceso9hfJXTFONsD0s2l7wSsGgpd1E6rl2YRmlnAaklaU5h6WIK92Wqf7-6txIpvH6Oi6/w640-h480/juli%205.jpg" width="640" /></a></div><br /><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222;"><i><b><span style="font-size: medium;">'Pasión mexicana', que incluye varias interpretaciones del recordado Juan Gabriel, ha sido uno de los álbumes más exitosos del concertista boyacense Julián Rodríguez Blanco </span></b></i></span><p></p><p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt;">Por esos derroteros de la música y
con su guitarra, que es el gran amor de su vida, Rodríguez Blanco ha labrado
una carrera brillante que hoy lo colma de orgullo y satisfacción. Ha grabado
una docena de discos, ocho en solitario con músicas del mundo (The Beatles,
música del Brasil, Argentina, Chile, Cuba, Estados Unidos, México, España,
Colombia), cuatro como productor, entre ellos el disco de celebración de los
300 años de la Congregación de La Salle, que integra a más de ochenta países.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt;">En su calidad de concertista, Julián
se ha presentado en prestigiosos escenarios colombianos como el Teatro Colón,
el Jorge Eliécer Gaitán, el Auditorio León de Greiff de la Universidad
Nacional, y el más anhelado por los profesionales de la música: la Sala de
Conciertos de la Biblioteca Luis Ángel Arango. Antes de la pandemia, era el
artista nacional más solícito del calendario de eventos y actividades de
Corferias, con un promedio de 300 presentaciones al año. </span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt;">En agosto de 2016 fue noticia
internacional al publicar un tributo a Juan Gabriel, que tituló 'Pasión
mexicana'. La anécdota deriva de 2015, cuando Julián sorprendió al legendario
cantautor mientras se maquillaba en el camerino del exclusivo Carmel Club, y le
interpretó en la guitarra varios de sus clásicos, entre ellos 'Hasta que te
conocí’. Cómo sería el impacto que sintió el Divo de Juárez cuando oyó sus
melodías en la magistral ejecución de la guitarra, que a escasos minutos de
salir a escena, lo acompañó con su voz. Julián quedó de enviarle el disco a
México, como efectivamente lo hizo en agosto de 2016, pero no sabe si llegó a
sus oídos, porque Juan Gabriel partió a la eternidad el 28 de ese mes.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt;">La cuota musical con su tierra,
Boavita, está plasmada en una decena de producciones: con el piano de su
hermano Javier, en las composiciones: 'Boavita' y 'Paisaje boavitano'; también
en fusiones carranga-vallenato, y carranga-llanero, con el juglar venezolano
Cheo Silva, entre otros trabajos, además de sus contribuciones musicales para
distintas causas benéficas: el Ancianato de Boavita, la Fundación San Juan
Eudes, El Club de Leones, el Instituto Cancerológico, la Fundación Hospitalaria
Juan Ciudad, Las Voces del Secuestro, con el recordado Herbin Hoyos Medina.
Entre sus proyectos está crear una fundación para jóvenes extraviados en el
vicio y la delincuencia, con el fin de brindarles rehabilitación a través de la
música.</span><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt;"> </span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt;">Julián Rodríguez Blanco ha sido
nominado en cuatro oportunidades al Grammy Latino. Ha recorrido medio mundo con
su guitarra, invitado a festivales de Suiza, Italia, Francia, Estados Unidos.
En Los Ángeles fue distinguido con la Medalla de Plata, en las Olimpiadas de
las Artes. En Colombia ha sido congratulado con la Orden de la Democracia Simón
Bolívar en el grado Gran Cruz, del Congreso de la República; con la Cruz Punta
del Sol, de Boavita, y como invitado de honor en el Festival Internacional de
la Cultura de Tunja.</span></p><p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgeaVVJMTnB84yM6LtgmB8oVSm_BjldR5uOmHE6Kx3CseweUYrmOYXAObe_5_-5oTsGlTuKwgY2NqaP0GV3Wwzom3ckLo0C6YOY4zzOX5Mk2_pyG6AmzlbQ5Yjp5aIKSkYQ50Y46Eosb1g2ypgzZoPAY5YuIhhhYla7nSDkRHqgYuC_E1YGUn6wTARn/s1024/juli%2009.JPG" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="683" data-original-width="1024" height="426" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgeaVVJMTnB84yM6LtgmB8oVSm_BjldR5uOmHE6Kx3CseweUYrmOYXAObe_5_-5oTsGlTuKwgY2NqaP0GV3Wwzom3ckLo0C6YOY4zzOX5Mk2_pyG6AmzlbQ5Yjp5aIKSkYQ50Y46Eosb1g2ypgzZoPAY5YuIhhhYla7nSDkRHqgYuC_E1YGUn6wTARn/w640-h426/juli%2009.JPG" width="640" /></a></div><br /><span style="color: #222222;"><b><i><span style="font-family: arial;">Julián Rodríguez Blanco en Boavita, la cuna campesina que lo vio nacer, donde vio las primeras luces del arte musical, de la mano de su padre </span></i></b></span><p></p><p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><b></b></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;"><b><b style="text-align: justify;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;">Musicoterapia</span></b></b></div><p></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt;">De unos años a la fecha, el maestro
boavitano de la guitarra viene incursionando en la terapia musical para
enfermos de depresión y pacientes terminales, basado en estudios científicos
del músico terapeuta norteamericano Kenneth Bruscia y del español Mariano de
Vena Salvador, y en su propio método constructivo de rehabilitación y sanación
de pacientes con anomalías neurológicas y padecimientos de enfermedades
definitivas.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt;">"No es novedad que la música es
terapéutica -refiere Rodríguez Blanco-. Eso se entiende por razón natural y
desde lo clínico, desde tiempos inmemoriales. No hay sino que repasar los
descubrimientos terapéuticos de la milenaria cultura oriental y sus efectivos
resultados. Para ello es importante auscultar en los traumas, dolencias y
eventos tóxicos del paciente, y empezar a despertar su oído. Hay pacientes
depresivos que por mucho tiempo han estado negados para la música, y que han
preferido sumirse en el silencio y el aislamiento, que son las peligrosas
cárceles de la depresión”.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt;">“La música libera esas cadenas
angustiantes que acorralan y mortifican la conciencia. Hoy, con más razón,
cuando los índices de depresión están disparados y las enfermedades mentales a
la orden del día en todas las edades y estratos, consecuencia de los estragos
que ha dejado la pandemia y las pésimas condiciones de vida: esa lucha
desaforada por cumplir contra lo imposible, las imposiciones del capitalismo a
ultranza, la esclavitud del trabajo como supervivencia, la crisis económica, la
falta de oportunidades, el desgaste emocional, la carencia de afectos, la
agresividad, etc. Está comprobado que la música nos sana y nos salva".</span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt;">Que lo diga el maestro Julián, que
durante el prolongado confinamiento, que lo agarró en Santa Marta, aprovechó
para escribir y musicalizar treinta composiciones, entre ellas un homenaje a
Juanes y otro a ChoQuibTown, </span><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt;"> </span><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt;">con miras a
producir un doble compilado. Otro de sus proyectos, grabar un sinfónico con su
guitarra, de la media docena de guitarras del mundo, su mayor tesoro, que son
sus compañeras inseparables en su estudio del sector de Metrópolis, en Bogotá.
Hace un mes ofreció un recital en el auditorio Teresa Cuervo Borda, del Museo
Nacional, con un repertorio variado de la geografía musical colombiana. El
auditorio, en pleno, cantando y coreando vallenatos, con un clima y una alegría
de festival, en una ciudad que tiene fama de fría y apagada. La música es
terapéutica, usted lo asegura, maestro.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt;">"La música es mi razón de ser y
mi guitarra mi amada. Tengo poderosas razones para reafirmar su poder
revitalizador: me ha curado de muchos males, me ha hecho mejor ser humano,
comprensivo, humilde y solidario; me ha salvado de los infortunios de la vida,
de la indiferencia del hombre, de su ingratitud y soberbia; y me ha hecho ver
con más transparencia la vida y el mundo, el breve y valioso paso terrenal, que
hay que aprovechar y disfrutar al máximo. Los políticos también están invitados
a mi método de musicoterapia. Extraño, que en este preámbulo electoral, a
ninguno se le haya oído hablar de música, de cultura musical. Les aseguro que
eso les va a servir para aplacar sus acalorados ánimos, y a actuar con
prudencia, respeto y sensatez". </span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt;">Julián Rodríguez Blanco acaba de
llegar de Boavita, donde estuvo compartiendo la Semana Santa con sus padres y
hermanos. Para él, volver a los surcos de la infancia es un ejercicio espiritual
que agenda cada vez que tiene un tiempo libre. Tocar la guitarra bajo el cielo
estrellado, dejarse envolver por el dulce y medicinal aroma de cipreses,
cerezos y eucaliptos, cerrar los ojos y quedar en silencio para atender con
veneración la sinfonía de los grillos: "Esa es la verdadera vida que nos
merecemos, y que no nos cuesta nada. Solo despertar la conciencia para apreciar
y celebrar el prodigio de la naturaleza, en su simplicidad y grandeza",
concluye.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><b><span face=""Arial","sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;">Contacto del maestro Julián Rodríguez Blanco para conciertos y asesorías
terapéuticas: 3153547070. Correo: guitarraapasionada@gmail.com</span></b><span face="Arial, "sans-serif"" style="background-color: transparent; font-size: 12pt; text-align: left;"> </span></p>Ricardo Rondónhttp://www.blogger.com/profile/02023732023252028316noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6403704431056921554.post-79685322260712513292022-03-26T22:48:00.001-05:002022-03-27T20:48:29.616-05:00El vicio, la suciedad y la decadencia de la transitada Plazoleta de las Nieves de Bogotá <p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiGFS-p-HslSvHmW5fRm4CEUxVoXBU7q1Owe49iu4ZzGClqtO8S9LFDtGvpo-DgWGuLBZdk5Pe2H4kRrqQmICBjr8z68hjjv5nkj5qDfGL8U46xs3zSgGeqmyCpRudiHv3icF9hrHyvc1t-CMM_ZBcBlD7QzAC6wyjV4ch4DTJln3qtwGG-im-KkdVV/s2139/nieves%200.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="2110" data-original-width="2139" height="632" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiGFS-p-HslSvHmW5fRm4CEUxVoXBU7q1Owe49iu4ZzGClqtO8S9LFDtGvpo-DgWGuLBZdk5Pe2H4kRrqQmICBjr8z68hjjv5nkj5qDfGL8U46xs3zSgGeqmyCpRudiHv3icF9hrHyvc1t-CMM_ZBcBlD7QzAC6wyjV4ch4DTJln3qtwGG-im-KkdVV/w640-h632/nieves%200.jpg" width="640" /></a></div><br /><div style="text-align: center;"><i style="font-family: arial;">Una enfermera que lleva más de veinte años tomando la presión, testigo inerme de la ruinosa cotidianidad de este sector capitalino </i></div><p></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;">Ricardo Rondón
Chamorro<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;">(Fotos: La Pluma & La Herida)<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt;">Como si se tratara del beso de despedida en el último día de sus vidas,
en el acabose del mundo, y muerta toda esperanza, Mónica y Leonardo afanan sus
lenguas de saurio hasta anudar una sola, una lengua bífida bajo el ardiente sol
de mediodía. </span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt;">Detrás del pedestal del bronce erigido a la memoria del sabio Francisco
José de Caldas, en la Plazoleta de las Nieves, centro de Bogotá, la escena del
ósculo trenzado a lengüetazos por esta pareja de punketos abandonados a la suerte
de la alucinación, pareciera extraida de una película </span><i style="color: #222222; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;">freak</i><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt;"> de Alex de La Iglesia.</span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span></span></p><a name='more'></a><p></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt;">Mónica y Leonardo hacen una pausa en el besuqueo delirante para
abrevar los sorbos restantes de una lata de cerveza. Emiten un par de frases
ininteligibles. Leonardo se mete la mano al bolsillo del pantalón y saca dos
billetes arrugados: Uno de $2000 y otro de $5000. Los extiende en la palma y se
los enseña a su compañera.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt;">-¡Limpios, nena -le dice-, apenas pa'l "John".</span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt;">Mónica responde con una torcedura de labios, como si no le importara
nada, como si ya le diera lo mismo caer que quedar colgando. Leonardo le dice
que la espere y avanza lerdo, zigzagueando. Su cresta engominada replica
destellos bajo la canícula.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt;">-Qué es el "John"-, le pregunto a Mónica mientras su donjuán
regresa.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt;">-Whisky-, responde a secas.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt;">-¿También consumen "Chamberlain"?</span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt;">-Lo que sea...-, asiente ella.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt;">El "John", después de pesquisas, es un trago hechizo de color
amarillo oscuro, como el del ACPM, de 25 grados de alcohol, que en ciertas cigarrerías
venden a $5000 la "caneca", traducido en media botella.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt;">"Chamberlain" es un cóctel que los dipsómanos -en la jerga
"piperos"- preparan con alcohol antiséptico, gaseosa o “tuti fruti”
para mitigar el ardor en boca y garganta. </span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt;">No es una mezcolanza novedosa. Hace décadas, en la Plazoleta de las
Nieves, las botellas de esta demoledora ingesta pasan de boca en boca, y
alrededor de estas y otras insólitas preparaciones etílicas, el consumo a su
aire de sustancias psicoactivas, marihuana, bazuco y pegante, están a la orden
del día.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; font-weight: bold; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhj1PUnQADgZ2V7li06N8U5dnzJbjENsEMqNo34X1csIl4AU-jTeDdJQxf9kbt0TiO400rem9swt1B_lFtgI1tvDb7P8ZqnFI3CqzTZ_gltLROHg31PvkNu2maOeOV0WB4kHZgHN7TZITBjoOTJUzFjai_L3OJJK8yiDBUYygtQQ-3AyzTH58mIn3Pa/s3731/nieves%201.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="3082" data-original-width="3731" height="528" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhj1PUnQADgZ2V7li06N8U5dnzJbjENsEMqNo34X1csIl4AU-jTeDdJQxf9kbt0TiO400rem9swt1B_lFtgI1tvDb7P8ZqnFI3CqzTZ_gltLROHg31PvkNu2maOeOV0WB4kHZgHN7TZITBjoOTJUzFjai_L3OJJK8yiDBUYygtQQ-3AyzTH58mIn3Pa/w640-h528/nieves%201.jpg" width="640" /></a></div><br /><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt;"><i>La enfermera Martha Lucía Noval ausculta la presión arterial de un profesor de historia de la Universidad Nacional</i></span><p></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><b><span face=""Arial","sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;">Alta tensión</span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt;">Martha Lucía Noval Ordóñez, bogotana, enfermera de profesión, llegó
señorita a la plazuela (de 28 años), y a la fecha completa treinta años tomando
la tensión en el costado oriental, frente a la iglesia de estilo románico de
Nuestra Señora de las Nieves, a espaldas de las vitrinas de la librería de la
Universidad Nacional. Ella ha sido testigo inerme del consumo rutinario de
droga, a cualquier hora, y en consecuencia, del estado deplorable del espacio
público. </span><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt;"> </span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt;">Noval Ordóñez, egresada de la Fundación Universitaria de Salud, arribó
en la época de esplendor de la plazoleta, cuando estaba sembrada de floridos
urapanes, cabinas telefónicas de monedero y cómodas bancas de madera donde se
ubicaban bogotanos de raigambre, desempleados y foráneos "a echar carreta"
y a tomar el sol, o a lustrar el calzado de la veintena de embellecedores de
overol verde oliva, dotación del Banco Popular. Hoy apenas quedan dos de la
vieja guardia de lustradores: don Navas y don Zacarías.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt;">"A donde llega el vicio, llega la ruina, la degradación y la
muerte", manifiesta la enfermera Noval, que en todos estos años de
prosperidad y decadencia de la plazoleta, armada de tensiómetro y fonendoscopio,
ha visto caer de la tóxica juma, o reventados por la cirrosis, o de fulminantes
paros cardíacos, y en ocasiones de puñaladas traperas, a decenas de adictos.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt;">Noval conoce de tiempo atrás a Mónica, la punketa, y dice que es de
buena familia y que llegó "sanita", pero que "la demora es que
envenenen a la persona para que le dañen la vida para siempre". Martha
Lucía refiere "envenenar” a la primera dosis, por lo general gratis, “de
cualquier porquería que le den a probar", droga, quiere decir ella. </span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt;">Mientras conversamos, frente a su puesto, en la tarde soleada de finales
de marzo, nos abruman penetrantes fumarolas de bazuco que una terna de
harapientos viciosos, de rostros sucios y descompuestos, a escasos metros,
aspiran de una pipa forrada en un mugriento papel aluminio.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt;">"No le digo -recalca la robusta enfermera-. ¡Qué descaro!, soplando
aquí encima de nosotros, como si nada. Qué falta de respeto. Desde que quitaron
el CAI esto se convirtió en un cartucho chiquito. Es que vea no más el degenere
del sector. Y yo no me muevo de mi puesto porque aquí vienen a buscarme mis
clientes de siempre", remata la enfermera, que atiende un promedio diario
de veinticinco personas a $2000 por toma de tensión.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; font-weight: bold; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgwEwtZMbMSahVgxDXoWAIih0rZuApaCZRra_cDilXN8Up5e7qJrO1o_p9_BWjre91mL9agKfRlH6E0IUUJbfZXPwUXtfXIaT-fKPWYoGZrJtvMjiDgA91njCcBBUY1vooRqBOLzekkLiMuwViSG49iPCeiFsIclajOaQsw-OCyYwKqLuzVOKvMDhpu/s4160/nieves%204.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="3120" data-original-width="4160" height="480" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgwEwtZMbMSahVgxDXoWAIih0rZuApaCZRra_cDilXN8Up5e7qJrO1o_p9_BWjre91mL9agKfRlH6E0IUUJbfZXPwUXtfXIaT-fKPWYoGZrJtvMjiDgA91njCcBBUY1vooRqBOLzekkLiMuwViSG49iPCeiFsIclajOaQsw-OCyYwKqLuzVOKvMDhpu/w640-h480/nieves%204.jpg" width="640" /></a></div><br /><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt;"><i>Punkeros de todas las edades y pelambres se reúnen detrás del bronce del sabio Caldas </i></span><p></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><b><span face=""Arial","sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;">Otras épocas</span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt;">El Hotel Las Nieves, de balcones republicanos, en la plazoleta que lleva
su nombre, se resiste al paso del tiempo, a la debacle de precipitados
urbanizadores, y al descalabro económico de la arrasadora peste.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt;">Fue escenario de varias películas y series de televisión, si la memoria me
ayuda, "¿Por qué mataron a Betty si era tan buena muchacha?", y
"Soplo de vida", de Luis Ospina, con Flora Martínez y Fernando
Solórzano como protagonistas. </span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt;">Al lado del hotel funcionó por años el Café Centauro, con una rocola
preñada de melodía descorazonada y suicida, y sobre la carrera Octava, el
Teatro Lux, con sus dobletes de pistoleros y karatecas, en jornada continua,
desde las dos de la tarde hasta las diez de la noche.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt;">Ese pintoresco entorno: hotel, café, teatro, plazoleta, era la querencia
de parroquianos de otras tierras escapados de los desmadres de la violencia, que
llegaban a Bogotá en busca de oportunidades de empleo o de negocio. Narran
cronistas de época que sobre esos adoquines se apretujaba el gentío para
deleitarse con los disparates y las ocurrencias que el Artista colombiano,
personaje típico de la fauna citadina, sorteaba tardes enteras con su secretario.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt;">En el día, los lustrabotas compartían el diario El Espacio con la clientela
para que se enteraran de las noticias escabrosas de la ciudad, mientras
culebreros, organilleros de periquito, vende suertes, adivinos y curacas de
rezos estridentes, bejucos y chuchuguaza, se desgañitaban en oratorias
populacheras para ofrecer sus menjurjes y bebedizos contra los maleficios del
cuerpo y del alma.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt;">Por la noche, la plaza se convertía en una suerte de la Garibaldi del
D.F. mexicano, repleta de serenateros y mariachis de distintas procedencias,
que disipaban el frío de la madrugada y el tedio de la espera de borrachitos
despechados a punta de café y aguardiente donde doña Eloísa, el tinto parado
más antiguo de la capital. </span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt;">Por ahí pasaron Lucho Bowen, Pepe Aguirre, Olimpo Cárdenas y su
inseparable guitarrista puntero conocido como "El Perica"; el
director de orquesta panameño Marcos Gilkes, que animaba el show del comediante
uruguayo Hebert Castro, presentado por Jorge Antonio Vega en el Radio Teatro de
Caracol. También Washington Cabezas, de Washington y sus Latinos
("Se fueron los bravos"), entre otros. </span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh7cJCa6yB6IGSBosGFbDmsPVifOzMKDlGHJUoZSk5V4vgIuw4F76IuISCfvsb66GvAxH8SqWNGd_pe0vHpENiPsuAJeKQkaqPcC14wz9FklgIFAFTMLvCqcSRxAgB-zJwSkrpJSQqpZ7u4_OMPyZDoGa7X8yOxmgyVtKAilcHeqvcV4fVFbgPiZKJU/s4160/nieves%2001.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="3120" data-original-width="4160" height="480" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh7cJCa6yB6IGSBosGFbDmsPVifOzMKDlGHJUoZSk5V4vgIuw4F76IuISCfvsb66GvAxH8SqWNGd_pe0vHpENiPsuAJeKQkaqPcC14wz9FklgIFAFTMLvCqcSRxAgB-zJwSkrpJSQqpZ7u4_OMPyZDoGa7X8yOxmgyVtKAilcHeqvcV4fVFbgPiZKJU/w640-h480/nieves%2001.jpg" width="640" /></a></div><br /><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt;"><i>El viejo Hotel las Nieves, donde se han filmado varias películas y series de televisión</i></span><p></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt;">Media cuadra abajo, diagonal al mercado del Pasaje La Macarena (más
conocido como de Las Nieves), estaba el café-billar Windsor, paradero infalible
de la tribu artística, de beodos amanecidos, extraviados del mundo, rufianes y
rebuscadores. </span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt;">Allí, muchacho, íngrimo y despistado de la cruda realidad de la
existencia, inicié el kínder, taco a manos con las carambolas, y sentí los
primeros estertores de la carne con una joven coperita de Armenia, Irma, se
llamaba, que a diferencia de la trajinada Irma, la Dulce, del poeta Mario
Rivero, tenía el piadoso rostro de las virgencitas de procesión de los
pueblos. </span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt;">Cae la tarde en la Plazoleta de las Nieves, y ya entre </span><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt;"> </span><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt;">penumbras se observan como de zombies las
siluetas de los habitantes de calle que merodean y escarban en canecas y en
arrumes pestilentes de desperdicios. </span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt;">Como reza en su Prontuario de abril el bardo Juan Manuel Roca, "es
curioso pasar de los vitrales de los santos de la iglesia de Nuestra Señora de
las Nieves a los bloques de hielo donde duermen los pargos en las pescaderías
que la circundan".</span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt;">A medida que avanza la noche, frente a las rejas pintarrajeadas de los
establecimientos que han quebrado por la pandemia, pero más </span><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt;"> </span><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt;">por </span><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt;"> </span><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt;">el
lamentable estado de la plazoleta, el olor a hierba y a bazuco se hace más
denso y penetrante. El sórdido panorama indica que ya es tarde para la
redención del hombre. Entre los cocuyos de las ardientes pipas se alcanza a oír
el coro bronco de los adoradores de la patrona de los descarriados:</span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;">Sigan falaces, no tengan miedo/ que en este antro la muerte fía/, que no
te coja el alba dormida/, que si te agarran no estás perdido/, porque ella te
salva/, la madre mía...<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><b><span face=""Arial","sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;">Virgen de los
Malandros, señora incasta/, ama caterva, fogón de fiesta/, a tus pies rendidos
los forajidos/, las damiselas y sus bandidos/, desharrapados y mutilados/,
linaje abyecto, nadie es correcto.</span></b></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt;">En vez de velas te ponen balas/ y entre rosarios y escapularios/ el
brillo franco de una navaja/, la cara oculta del asesino/, el diente de oro de
un pervertido.</span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt;">Santa odalisca, sobre tu manto/, la sangre hierve, provoca espanto/ y
tus milagros no esperan tanto/. En tu regazo no duerme un niño/ sino un esbelto
aprendiz de pillo/ que cobra diezmos sin dar primicias/ y burla leyes a las
franquicias.</span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt;">Señora infame que adula el vicio/ y pone al gil en el precipicio/,
ruedas con suerte y hasta la muerte te alcahuetea/. Que no te busquen, que no
te vean/, allá el incauto que se lo crea.</span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt;">Sólo la turba del malevaje/ sigue la senda de tu pillaje/: las
torceduras, los cambalaches/, los caraduras y los apaches/. Mártir del hampa,
del escondido/, del que se fuga, del malherido/, de la que vende su cuerpo
frío/ en una esquina o en el presidio.</span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt;">Contigo no hay ruegos, tampoco salmos/, menos altares ni yertos santos/,
ni advocaciones ni letanías/, sólo pecados, manos impías/, condenas largas,
pactos suicidas/.</span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span face="Arial, "sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt;">Ni paraísos, ni eternidades/, ni cielos limpios con sus deidades/. Basta
el oprobio, la mala vida/, la que se juega sin más salida/ puñal en mano o bala
perdida.</span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><b><span face=""Arial","sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;">Virgen de los
Malandros/, señora incasta/, ama caterva, fogón de fiesta/, a tus pies rendidos
los forajidos/, las damiselas y sus bandidos/, desharrapados y mutilados/,
linaje abyecto, nadie es correcto.</span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="color: #222222; font-size: 12pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-CO;"><o:p> </o:p></span></p>Ricardo Rondónhttp://www.blogger.com/profile/02023732023252028316noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6403704431056921554.post-2841488156203086822022-03-24T09:12:00.002-05:002022-03-31T12:31:09.481-05:00Jorge Antonio Vega, el maestro de la radio que se agarraba a trompadas en el viejo San Bernardo<p> </p><div style="text-align: left;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg-QInPfklzEKO1mpBkOuTgmzq-ESRzdHOIIC8qXUJ6Ga4b7gQ0oXzMjsp7amC1D1uQeNMLLZ0XU-CAKXGOOf-16xxRenfp9TbGoCpLTyqyY_IFNKCaRNYvJJx-y2nQW5yJlmSRwU6BumyDoBzuSdUV1vOLAYJoJdD4SFaDliK2LjpP9lw-cvL_qOgQ/s2250/vega%204.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1500" data-original-width="2250" height="426" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg-QInPfklzEKO1mpBkOuTgmzq-ESRzdHOIIC8qXUJ6Ga4b7gQ0oXzMjsp7amC1D1uQeNMLLZ0XU-CAKXGOOf-16xxRenfp9TbGoCpLTyqyY_IFNKCaRNYvJJx-y2nQW5yJlmSRwU6BumyDoBzuSdUV1vOLAYJoJdD4SFaDliK2LjpP9lw-cvL_qOgQ/w640-h426/vega%204.jpg" width="640" /></a></div><br /><span face="Arial, "sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><br /></span></div><div style="text-align: left;"><span face="Arial, "sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><i>Al
borde de los 90 años, lúcido y memorioso, el legendario profesional del micrófono desanda
los pasos del barrio bogotano donde nació y se formó como uno de los grandes de
la radiodifusión en Colombia.</i></span></div>
<p class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-family: arial; font-size: 12pt; line-height: 115%;">Ricardo
Rondón Chamorro<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: arial; font-size: 12pt; line-height: 115%;">(Fotos: David Rondón Arévalo / Archivo particular)<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: arial; font-size: 12pt; line-height: 115%;">Lo de los bofetones en la calle fue a principios de los
años 40, cuando Jorge Antonio llegaba del colegio a su casa, chillando y con
las narices reventadas.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: arial; font-size: 12pt; line-height: 115%;">Por eso, su padre, don Carlos J. Vega, empleado civil del
Ejército, lo matriculó en un gimnasio. Jorge Antonio frisaba los diez años, y
el desquite y la disciplina con los guantes arrojó un temible trompadachín,
cuando las peleas de los más verraquitos se casaban entre pupitres y "a la
salida nos vemos".<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal"><span style="font-family: arial;"></span></p><a name='more'></a><p></p><p class="MsoNormal"><span style="font-family: arial; font-size: 12pt; line-height: 115%;">"Sígame jodiendo y le pongo a Vega", era la
amenaza de los debiluchos a los pendencieros del Colegio Figueredo, cuenta
sonriente y con fino humor cachaco Jorge Antonio Vega Baquero (Bogotá 17 de
mayo de 1933, barrio San Bernardo, calle Cuarta, carrera Once).<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: arial; font-size: 12pt; line-height: 115%;">Así rememora, quien por décadas ha sido referenciado como
tutor y mentor de grandes talentos de la radiodifusión nacional, aquellos
tiempos del pugilato a puño limpio en la vía pública, y el de las cuerdas en
los primeros escenarios bogotanos, con figuras que brotaron como el diente de
león bajos los techos de teja colorada de esas "casas del ayer" del
San Bernardo: <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: arial; font-size: 12pt; line-height: 115%;">"Conocí a Francisco Anastasio Pérez, el polémico y tristemente
célebre "Mamatoco", ex policía, sindicalista y gacetillero de La voz
del pueblo, asesinado por uniformados; Guillermo "Memo" García,
Carlos González, conocido como "Kid Bogotá"; Mario Rojas y el Pambelé
Nicaragüense, un monstruo del cuadrilátero, como su apodo lo autenticaba: El
Asesino de Managua".<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: arial;">Pero en el tarot de Jorge Antonio Vega no aparecía una
apoteosis con los guantes -aunque ya mayor oficiara como empresario de veladas
boxísticas-, sino una carrera pujante y de notable brillo en el mundo de las
comunicaciones: la radio, la publicidad y el espectáculo.</span><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"></b></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjUauIagNNXlg0R3Q75SRk-t5TIxk5wrGr-JX3H7lNpx0IN9nNo0nXYiJfEuV9kPZEqCRC3fx9XSUiVWv8fpLz2CZPu1fzGRQ3J_AsOxywm8F7sQX8m89k-XKUigNDxgX1EIMZ3s4tSto7v3G9QX1RYz5q6qNK_-sb3gGfN-MlyE85mkELTt8iTMe4t/s2250/vega%205.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1500" data-original-width="2250" height="426" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjUauIagNNXlg0R3Q75SRk-t5TIxk5wrGr-JX3H7lNpx0IN9nNo0nXYiJfEuV9kPZEqCRC3fx9XSUiVWv8fpLz2CZPu1fzGRQ3J_AsOxywm8F7sQX8m89k-XKUigNDxgX1EIMZ3s4tSto7v3G9QX1RYz5q6qNK_-sb3gGfN-MlyE85mkELTt8iTMe4t/w640-h426/vega%205.jpg" width="640" /></a></b></div><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><br /></b><span face="Arial, sans-serif"><i>Jorge Antonio, en la soledad de sus días, evocando entrañables reminiscencias</i></span><p></p><p class="MsoNormal"><b><span style="font-family: arial; font-size: 12pt; line-height: 115%;">Por
la vía de la nostalgia</span></b></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: arial; font-size: 12pt; line-height: 115%;">Estas evocaciones las hace Vega ya en el umbral
nonagenario, aferrado al volante de su automóvil plateado, con la frescura de
un jovencito vanidoso a toda marcha y a contracorriente del endemoniado tráfico
capitalino. Jorge Antonio conduce, cuenta, canta, y celebra lo que narra,
siempre atento a los retrovisores. En un trancón de medio día, subiendo por la
avenida Diecinueve con carrera Octava, su mirada de elefante queda fija en el
viejo edificio contiguo a la Plaza de Mercado de La Macarena (o de Las Nieves),
que por veintisiete años fue su casa: Caracol Radio.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: arial; font-size: 12pt; line-height: 115%;">Al frente, la acera invadida de vendedores ambulantes de
insólita mercadería, entre ellos un anciano de cárdena melena, espigado y de
sombrero a lo Franco Nero, botas texanas y un humeante chicote entre sus
colmillos de oro, atiende sobre el andén un reguero de zapatos viejos, que es
su rebusque diario.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: arial;">Le confieso al maestro del dial que en los años 80 ese
edificio de Caracol era mi querencia citadina, cuando polluelo y soñador anclaba
en el radio teatro, donde él, oloroso a <i style="mso-bidi-font-style: normal;">María
Farina</i> y plantado frente al micrófono de pedestal, presentaba con su
vozarrón El Gran Show de Hebert Castro, con la orquesta del gigante de la
trompeta, el panameño Marcos Gilkes. Del show, salía a almorzar de pie con dos
robustas empanadas y una colombiana en el chuzo de al lado, y de ahí feliz al
Teatro Lux, que quedaba a la vuelta, por la Octava, donde por $5 tenía uno
acceso al doblete continuo, hasta las diez de la noche, que variaba entre
películas de extraviados vaqueros solitarios, karatekas voladores y melodramas
de la época dorada del cine mexicano.</span><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: arial; font-size: 12pt; line-height: 115%;">"Pues al lado de ese chuzo de las empanadas estaba
la cantina donde pasaban a desaguar los transeúntes acosados por la prostatitis
y las vejigas apremiantes. Por eso la bautizamos 'Orines Hilton'. Caray, ¿cómo
era que se llamaba la dueña?", remite burlón el veterano de la radio, que
ignora que por las noches, quien escribe estas líneas, frecuentaba el bebedero,
ofreciendo por propinas, declamaciones de la tragicomedia popular, entre
sudoraciones y vahos pestilentes de borrachines, canturreos desafinados de
musiqueros en ruinas, y el penetrante hedor amoniacal que llegaba del desaguadero.
Jorge Antonio era asiduo cliente de ese novelesco bar. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: arial; font-size: 12pt; line-height: 115%;">Por la avenida Caracas, con sexta, pasando la estación de
Policía, observamos los consultorios de los 'mecánicos de huesos', como se les
conoce a los empecinados sobanderos de toda la vida, y a la vera de la Tercera,
los escombros de las demoliciones del San Bernardo, otrora uno de los barrios
emblemáticos del centro de Bogotá, hoy azotado por la inseguridad y plagado de
drogadictos, locos y pordioseros, que pernoctan en cambuches o a cuerpo suelto
sobre el pavimento.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"></p><div class="separator" style="clear: both; font-weight: bold; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiAlObJKJJDRC-bMz-a_v_frcAaBjZb_jJWGToUNHd8u9Y-RMJCuA6x4DxXT_kRwRuLVA_cJhLiCcP1Eul9ZEIFgzhxZ-SkDu3QLKvi-r4uEOE2yQo-QPEiVmLN4WshHbsVTxb64A4YoX6KkKLfwAtAjD86noYYh5huf-823XGuZGHKRpmepe7p3w-C/s2250/vega%203.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1500" data-original-width="2250" height="426" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiAlObJKJJDRC-bMz-a_v_frcAaBjZb_jJWGToUNHd8u9Y-RMJCuA6x4DxXT_kRwRuLVA_cJhLiCcP1Eul9ZEIFgzhxZ-SkDu3QLKvi-r4uEOE2yQo-QPEiVmLN4WshHbsVTxb64A4YoX6KkKLfwAtAjD86noYYh5huf-823XGuZGHKRpmepe7p3w-C/w640-h426/vega%203.jpg" width="640" /></a></div><br /><span face="Arial, "sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><i>El veterano de la radio en el Parque del Educador, junto al busto de Juan Bautista La Salle, del San Bernardo</i></span><p></p><p class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-family: arial; font-size: 12pt; line-height: 115%;">Casas
viejas <o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: arial; font-size: 12pt; line-height: 115%;">Del viejo barrio, territorio de su nacencia, Vega Baquero
publicó en este mismo diario, en enero de 2017, una bella crónica con el hilo
conductor del tango "Casas viejas", de Ivo Pelayo y Francisco Canaro,
donde, enchufado a su memoria borgiana desgrana reminiscencias de la infancia y
la adolescencia, de sus pacientes romances con ruborizadas señoritas castas, de
vecinos ilustres y legendarios como Indalecio Líevano Aguirre, Julio César
Turbay Ayala, Antonio Reyes 'El Nacional' (empresario taurino) y Félix María
Garzón, padre del asesinado humorista y periodista Jaime Garzón, que rodearon
su casa paterna, y del fascinante descubrimiento que señaló su destino: el de
la radio, "la magia de la radio", como él subraya.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: arial; font-size: 12pt; line-height: 115%;">Frente a las ruinas del vecindario sanbernardino que fue
su cuna, Jorge Antonio comenta, que antes de ingresar al colegio ya sabía leer
por obra de su señor padre, quien lo instruyó en la interpretación y
comprensión de la lectura en voz alta, con la dicción y el ritmo de los
narradores profesionales. De esa oportuna instrucción quedó su arraigada pasión
por los libros.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: arial;">En el antiguo San Bernardo había una emisora -adelanta-,
Ondas de los Andes, propiedad del capitán Roberto Laignelet, piloto de Avianca,
que muchos años después fue Radio Reloj, cuando la compró Fernando Londoño
Henao, a futuro, mentor y promotor de Jorge Antonio Vega Baquero en su
brillante periplo como locutor y presentador por varias estaciones radiales.</span><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: arial; font-size: 12pt; line-height: 115%;">A los doce años, Vega, atribulado por la severidad de su
padre, se fue de la casa y encontró empleo como mensajero en una litografía
vecina del Palacio de Nariño, la de los hermanos Cabrera Lozano, Álvaro, Jaime
y Carlos, este último encargado de la página deportiva de El Tiempo. Corría el
año 45 con las desafiantes borrascas políticas de godos y cachiporros, y un
engominado Jorge Eliécer Gaitán que tenía hipnotizado el pueblo con sus
furiosas arengas de mano alzada, y su verbo demoledor.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: arial; font-size: 12pt; line-height: 115%;">En el taller de los Cabrera, Jorge Antonio aprendió el
arte de la impresión artesanal que, antes del linotipo, se realizaba en un
componedor de cajas. En corto tiempo, se cotizó como un hábil y acreditado
cajista, el más solicitado por políticos y comerciantes para imprimir
gacetillas y volantes.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: arial; font-size: 12pt; line-height: 115%;">En el 47, se reencontró con su padre, ya más comprensivo
y blando de carácter, y reanudó sus estudios de bachillerato en el Externado
Nacional Camilo Torres, que en 2000 le confirió en acto solemne el título Honoris Causa. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: arial; font-size: 12pt; line-height: 115%;">En esas aulas, cuenta Jorge Antonio, el profesor López
Giraldo, titular de la asignatura de castellano, le reconoció que el timbre de
su voz y su fluida lectura, eran ideales para la radio, cuando ser locutor en
Colombia representaba una distinguida vocación como la de médico, cura o abogado.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: arial;">Sin dudarlo, Jorge Antonio hizo los trámites de la
licencia ante el Ministerio de Correos y Telégrafos, en ese entonces al mando
del general Gustavo Rojas Pinilla. Acudió al programa de capacitación para
emisoras y se alistó entusiasta para el examen. Le expidieron la licencia de
segunda, porque la primera la otorgaban a los experimentados lectores de
noticias.</span><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"></p><div class="separator" style="clear: both; font-weight: bold; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhzqB_2hVFI9Hnr681Ja1s6jKREFq2AFt8_flciuOcDPwSG_kTkw-HcaSe4aDbMWIA-M86choNTwe2sYISmI8uKraOWGnZ21f7qEhekMIrSvC7biPWGBjVr6uKdbujtE_Z-CuU8M7aA2OkYC0ZduGEtqlI3bVwrotnMw3HhbziNUUtlu_vZ-Peaciil/s2250/vega%206.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1500" data-original-width="2250" height="426" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhzqB_2hVFI9Hnr681Ja1s6jKREFq2AFt8_flciuOcDPwSG_kTkw-HcaSe4aDbMWIA-M86choNTwe2sYISmI8uKraOWGnZ21f7qEhekMIrSvC7biPWGBjVr6uKdbujtE_Z-CuU8M7aA2OkYC0ZduGEtqlI3bVwrotnMw3HhbziNUUtlu_vZ-Peaciil/w640-h426/vega%206.jpg" width="640" /></a></div><br /><span face="Arial, "sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><i>Casas en ruinas del San Bernardo, que en el remoto pasado albergaron familias ilustres y personajes de leyenda.</i></span><p></p><p class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-family: arial; font-size: 12pt; line-height: 115%;">Al
aire<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: arial; font-size: 12pt; line-height: 115%;">Su primera incursión ante micrófonos, fue a mediados de
1949, cuando aún se respiraba el humus de pólvora y sangre del devastador <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Bogotazo</i>. Vega contaba diecisiete años y
asumió como locutor auxiliar en Radio Cristóbal Colón, cerca de la Iglesia de
las Nieves.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: arial; font-size: 12pt; line-height: 115%;">El lector estrella de noticias en esa emisora era Jaime
Pardo Parra. Un día, Pardo amaneció enfermo y no pudo cumplir con su jornada.
Vega, perspicaz, se ofreció para leer las noticias de la emisión matutina.
Apenas concluyó el noticiero, las reacciones no se hicieron esperar. El gerente
llamó sorprendido a preguntar quién era el locutor que había reemplazado al de
planta, y pidió que se lo pasaran para felicitarlo. Pero la llamada de la
suerte ocurrió cinco minutos después, cuando el operador de audio le pasó a
Jaime Sotomayor López, jefe de redacción del Radio periódico El País, "El
diario hablado de Colombia".<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: arial; font-size: 12pt; line-height: 115%;">-Señor Vega -recibió Jorge Antonio-, lo espero mañana a
las siete en punto para que nos tomemos un tinto y conversemos... No me vaya a
fallar, por favor.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: arial; font-size: 12pt; line-height: 115%;">El recién estrenado lector de noticias, correspondió
desconcertado a la invitación, y cuando colgó la bocina quedó estupefacto y
como si los ratones le hubieran devorado la lengua.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: arial;">Al otro día, Sotomayor no podía dar crédito a sus ojos,
cuando observó que aquella potente voz de galán de radionovela que lo había
cautivado el día anterior, emergía del fondo del diafragma de un menudo
muchachito de diecisiete años, con traje de primera comunión y ojos vivarachos.</span><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgjiV2Ig1hU_E8akB0WQOg1_c8CMvxOk8BgDEPVd-mB3wogYjRnsIyrafchgnWiw7niqch2L2rad2VkN4FK2695rs65pPtH5ZdxLm1dJCmPm26BPRO1ULZge2vNbyTnOS9sFeSChwGu1Ufi0xsbEZuvbEU27JVWsQ3WMdPt-RlIH3Z3u6qMQryyJyjk/s4160/vega%209.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="3120" data-original-width="4160" height="480" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgjiV2Ig1hU_E8akB0WQOg1_c8CMvxOk8BgDEPVd-mB3wogYjRnsIyrafchgnWiw7niqch2L2rad2VkN4FK2695rs65pPtH5ZdxLm1dJCmPm26BPRO1ULZge2vNbyTnOS9sFeSChwGu1Ufi0xsbEZuvbEU27JVWsQ3WMdPt-RlIH3Z3u6qMQryyJyjk/w640-h480/vega%209.jpg" width="640" /></a></div><br /><i>En su egoteca, abundante en trofeos y reconocimientos a toda una vida dedicada a la radio.</i><p></p><p class="MsoNormal"><span style="font-family: arial; font-size: 12pt; line-height: 115%;">La única exigencia que le hizo el jefe del Radio
periódico El País, fue por la licencia de primera para firmar contrato por un
salario extraordinario para un novato. Vega corrió al ministerio y granjeó a la
funcionaria encargada de licencias para que le redactara, con prontitud, una
carta donde certificara que su licencia de lector de noticias cursaba trámite. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: arial; font-size: 12pt; line-height: 115%;">Ese fue el comienzo como profesional de la radio de un
virtuoso joven sanbernardino, que aún no completaba dieciocho años, y que con
su voz y precoz maestría compartió micrófonos con locutores y periodistas mayores como Humberto Bernal Tirado, y el
columnista de El Tiempo y jefe de redacción de la France Press, Édgar Gómez
Ospina, conocido entre cuartilleros como "Pertinaz".<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><b><span style="font-family: arial; font-size: 12pt; line-height: 115%;">Vida
y obra</span></b></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: arial; font-size: 12pt; line-height: 115%;">Avanzamos a pie por el complejo residencial Campo David,
donde se conserva intacto en su interior el torreón de vigilancia del asilo
psiquiátrico, que a principios del siglo pasado fue refugio de pacientes de
distintas latitudes, hombres y mujeres, y que en 1980 fue trasladado a Sibaté.
En una panadería compartimos onces, mientras Vega Baquero prosigue su
fascinante relato por las veredas del pasado.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: arial; font-size: 12pt; line-height: 115%;">El trabajo en el radio periódico de Sotomayor dio pie
para que Jorge Antonio se multiplicara en simultánea, por la noche, en
estaciones como Sutatenza, Radio Mundial, Ecos del Tequendama y la Voz de la Víctor,
de Libardo Naranjo, el popular "Ciego de oro".<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: arial; font-size: 12pt; line-height: 115%;">De ahí partió a Ibagué seducido por mejores ofertas
salariales. Estuvo un año trabajando como lector de noticias en Ecos del
Combeima. En la capital tolimense, tocado por distintas corrientes musicales,
afloró su entusiasmo por la empresa artística, en calidad de manager y
presentador de espectáculos, una iniciativa que con el tiempo le generó jugosos
dividendos.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: arial;">De regreso a Bogotá, y con la experiencia adquirida, se
vinculó a La Voz de Colombia, emisora oficial del partido conservador, donde
llegó a ser director. La anécdota cumbre con una audiencia tradicional, fiel a
la doctrina católica y a los preceptos patriarcales, éticos y morales, que a
las seis de la tarde emitía el sagrado rosario, tuvo que ver con una proeza
inaudita de Jorge Antonio al transmitir en directo y con lujo de detalles el
juicio de uno de los casos más sonados de la historia criminal en Colombia, el
de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Teresita, la descuartizada</i> (1952).</span><o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgurclrh6WPdV-srLVwrVyDwpej8LXe8R5-D4z6skEhkp-9SHd8kD_HUweRMdQrLLCIILCl5KTKrxa8qdWrBymJZPeFEapad7D1ILbR-1iK8MBLuT-RzGebfoBeBt7pjSol2FvHHHidzblvkFENDImEeFIqkyJTly-1zJFCxIIu4lpEzjOzgArVo8Mv/s3454/vega%2013.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="2230" data-original-width="3454" height="414" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgurclrh6WPdV-srLVwrVyDwpej8LXe8R5-D4z6skEhkp-9SHd8kD_HUweRMdQrLLCIILCl5KTKrxa8qdWrBymJZPeFEapad7D1ILbR-1iK8MBLuT-RzGebfoBeBt7pjSol2FvHHHidzblvkFENDImEeFIqkyJTly-1zJFCxIIu4lpEzjOzgArVo8Mv/w640-h414/vega%2013.jpg" width="640" /></a></div><br /><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><i>La fina estampa ante micrófonos de una de las grandes voces de la radio en Colombia</i></span><p></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: arial; font-size: 12pt; line-height: 115%;">Esa absurda hazaña, en la solemne rutina de una
frecuencia que destilaba el azul metileno de la <i style="mso-bidi-font-style: normal;">godarria</i>, le valió a Vega un fuerte llamado de atención del gerente
Jesús Álvarez Botero, por profanar<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>las
incontrovertibles políticas de la empresa, al pasar un ruin y escandaloso hecho
de sangre y empatarlo con las plegarias y rogativas de la santa madre iglesia
católica, apostólica y romana. Sin embargo, uno de los locutores más
influyentes de Emisoras Nuevo Mundo, que estuvo atento a la transmisión del
horrendo crimen de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Teresita</i>, lo llamó
para felicitarlo.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: arial; font-size: 12pt; line-height: 115%;">Ese toquecito de hombro del colega, fue suficiente para
que Fernando Londoño Henao, director de Emisoras Nuevo Mundo -en quien pesaba,
por su espíritu creativo y su sagacidad empresarial, el auge y la modernidad de
la radio- vinculara a Jorge Antonio como locutor súper numerario.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: arial; font-size: 12pt; line-height: 115%;">Esa fue la puerta grande de la consolidación de su
carrera. En esa pujante empresa radial, Jorge Antonio hizo realidad su sueño de
presentador de espectáculos en el flamante teatro de la emisora, con capacidad
para 300 personas, donde tuvo la oportunidad de prologar y anunciar
celebridades de la música internacional como Pedro Infante, Carlos Julio
Ramírez, Olimpo Cárdenas, y una de las grandes figuras de la canción
norteamericana, la portentosa intérprete negra Josephine Baker, reina del <i style="mso-bidi-font-style: normal;">voudeville</i> parisino, que terminó como
espía en la segunda guerra mundial.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: arial;">El talante, la voz y el estilo sin par de Jorge Antonio
Vega en el escenario, abonó con creces en el departamento comercial de la
empresa, con la copiosa demanda patrocinadora de importantes marcas, entre
ellas Esso, Coltejer y Coltabaco.</span><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"></p><div class="separator" style="clear: both; font-weight: bold; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiMSu99fNHPlnznTU0Jq0BbvtYsMf_hsUppgicI4_DrzyyRfj36HNIn73JilHLuoa5LPLEXcEI6m9FEWKUuM49EWd_SvgAdIegZaIxwhPNQ4p0pvS7suo7vmqA-uHZwAX0IbDspwN7_w7o5TEMrSuNcLiyn_oriq4t4Z3LATKsaDo5vK7tqMSMl8wbK/s2250/vega.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1500" data-original-width="2250" height="426" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiMSu99fNHPlnznTU0Jq0BbvtYsMf_hsUppgicI4_DrzyyRfj36HNIn73JilHLuoa5LPLEXcEI6m9FEWKUuM49EWd_SvgAdIegZaIxwhPNQ4p0pvS7suo7vmqA-uHZwAX0IbDspwN7_w7o5TEMrSuNcLiyn_oriq4t4Z3LATKsaDo5vK7tqMSMl8wbK/w640-h426/vega.jpg" width="640" /></a></div><br /><span face="Arial, "sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><i>Jorge Antonio guarda un cúmulo de vivencias y anécdotas del barrio donde transcurrió su infancia y adolescencia</i></span><p></p><p class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-family: arial; font-size: 12pt; line-height: 115%;">Publicista
y empresario<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: arial; font-size: 12pt; line-height: 115%;">En 1954, Vega fue convocado por Jorge Valencia Torres y
Enrique Rasmufen, socios de la prestigiosa agencia Atlas Publicidad, para que
se uniera al staff de creativos. "No tengo experiencia en ese campo, lo
mío ha sido la radio", les dijo. "Eso no importa -resolvió Valencia-.
Déjalo de nuestra cuenta, que aquí te vamos explicando cómo es el
proceso".<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: arial; font-size: 12pt; line-height: 115%;">Vega lo asimiló rápido, y en el trayecto de la inducción
se disparó como un bólido en materia de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">copys</i>,
conceptos, diseño de campañas publicitarias, con el agregado potencial de su
reconocida voz, y la tolerancia de sus jefes al permitirle continuar en la
radio, que por obvias razones de poder mediático y cobertura comercial, a ellos
les resultaba provechoso.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: arial; font-size: 12pt; line-height: 115%;">En esa afortunada faceta de publicista, Jorge Antonio fue
el cerebro de grandes campañas como la que replicó en la radio con el eslogan:
"Tarde o temprano, su radio será un Philips", que años más tarde
reforzó con un acaudalado cliente, propietario de una cadena de almacenes,
cuando popularizó: "Tarde o temprano su radio será un Philips. ¡Y Murcia
se lo vende!". También fue promotor de la campaña presidencial de
Belisario Betancur, con el referente "Belisario es necesario", y en
su voz, la recordada "Mejor mejora Mejoral".<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: arial;">La Hora Philips, uno de los segmentos musicales de mayor
audiencia en la historia de la radio colombiana, nació de una alianza entre los
directivos de la Philips y los de Atlas Publicidad, en 1960. Vega se comprometió a
presentar un programa en vivo de una hora diaria, que a los socios del genial proyecto
les pareció un enorme desafío, pero así trascendió arrollador.</span><o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEivK_Px1k9YtE7UxmdRihwmrXi0-_-5fLnGtsukXRZWUSv90Lm7Szw07p90XIwWAcAywMOHFjVCUY3TCFVDZK41JwV-ilAQXu130-BRLJnwcOneIqmuxAaMA4NAbXhqZfQqhp-J__UGbR-mPbwwlLbhqde_hawkd35mI4WH70VIOcninXgQzPWVXZ4r/s4160/vega%2018.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="3120" data-original-width="4160" height="480" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEivK_Px1k9YtE7UxmdRihwmrXi0-_-5fLnGtsukXRZWUSv90Lm7Szw07p90XIwWAcAywMOHFjVCUY3TCFVDZK41JwV-ilAQXu130-BRLJnwcOneIqmuxAaMA4NAbXhqZfQqhp-J__UGbR-mPbwwlLbhqde_hawkd35mI4WH70VIOcninXgQzPWVXZ4r/w640-h480/vega%2018.jpg" width="640" /></a></div><br /><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><i>Con sus añoranzas, en su oficina de publicidad y mercadeo, en el norte de Bogotá </i></span><p></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: arial; font-size: 12pt; line-height: 115%;">Por esos telones de la espectacularidad, Vega se dio el
lujo de presentar a estrellas como Charles Aznavour, Olga Guillot, Armando
Manzanero, José Alfredo Jiménez, entre una larga lista de artistas extranjeros
que alternaban con talentos nacionales de la talla de Nelson Pinedo, Jairo
Villa, Gustavo López, la inolvidable Berenice Chávez, las orquestas de Manuel J Bernal, Pacho
Galán y Lucho Bermúdez, en transmisión por Caracol y en cadena con noventa
emisoras.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: arial; font-size: 12pt; line-height: 115%;">"La Hora Philips fue una experiencia artística sin
precedentes que cobró más réditos con la Orquídea de Plata, al catapultar la
industria discográfica con el respaldo y la promoción del sello Philips a
grandes artistas del momento, y el galardón que sustentaba su nombre",
resalta Jorge Antonio, que fue el primer empresario para Bogotá de Pacho Galán
y su orquesta, con el exitazo de 'Ay cosita linda, mamá', "que para mí fue
una lotería por las giras que programé con Pacho en distintas partes del país y
en Bogotá, con escenarios repletos y boletería agotada. Entonces ya no
celebraba 'Ay cosita linda, mamá', sino Ay casita linda, porque gracias a ese
pegajoso merecumbé, pude comprar mi primera vivienda en el barrio Santa
Bárbara, y como caída del cielo, porque ya tenía señora y familia".<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: arial; font-size: 12pt; line-height: 115%;">Pacho Galán fue la punta de lanza en el itinerario
promisorio de Vega como empresario musical. Fichaba a cantantes y agrupaciones
musicales de Venezuela, Panamá, Ecuador, México y Argentina, sin perder del
todo su relación con la radio.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"></p><div class="separator" style="clear: both; font-weight: bold; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi6LC81qds4YLPBnfVVr4ZzayIY4OHVq96_Qhkhbw5X_g-hwkv1Er98ChUNPj8lVj1-BAbzuHtVNwJ78DBbmlp8ldZtQyBaVGGsCzE-7AyybG5ekmAV8nTM06d3XOqrXyNsGjBuUbZM1W87ZHeYKy1B-A7a9QtNM732Opf8yXW3pIqgF8mBt3IShUMV/s2439/vega%2017.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1582" data-original-width="2439" height="416" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi6LC81qds4YLPBnfVVr4ZzayIY4OHVq96_Qhkhbw5X_g-hwkv1Er98ChUNPj8lVj1-BAbzuHtVNwJ78DBbmlp8ldZtQyBaVGGsCzE-7AyybG5ekmAV8nTM06d3XOqrXyNsGjBuUbZM1W87ZHeYKy1B-A7a9QtNM732Opf8yXW3pIqgF8mBt3IShUMV/w640-h416/vega%2017.jpg" width="640" /></a></div><br /><span face="Arial, "sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><i>En su calidad de presentador de grandes espectáculos. Aquí con Nelson Pinedo y la Guarachera de Cuba. </i></span><p></p><p class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-family: arial; font-size: 12pt; line-height: 115%;">Con
los grandes<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: arial; font-size: 12pt; line-height: 115%;">Pero como toda fortuna cumple su ciclo y se le echa
aldaba, la del espectáculo llegó a su final en 1975, y Vega decidió hacer un
alto en los micrófonos para irse independiente con una empresa de publicidad y
mercadeo, con oficinas y taller de litografía en un edificio de su propiedad,
en el barrio Rionegro. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: arial; font-size: 12pt; line-height: 115%;">Sin embargo, la piquiña de la radio persistía, al punto
que aceptó la oferta de los Pava Navarro para leer noticias en la cadena Súper.
Allí estuvo hasta el 78, cuando Yamid Amat lo llamó para que se reintegrara a
Caracol (en el vetusto edificio de la Diecinueve con Octava) con el
revolucionario formato noticioso 6 AM 9 AM.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: arial; font-size: 12pt; line-height: 115%;">"Era el Olimpo de la información -evoca Jorge
Antonio-. La mesa de trabajo la integraban Yamid Amat, Alfonso Castellanos,
Juan Gossaín, Julio Nieto Bernal, Antonio Pardo García y Javier Ayala. Caracol
fue mi casa, la gran escuela de la locución y el periodismo, donde fui director
general, nombrado por Diego Fernando Londoño hasta 1987. Después trabajé en
Todelar, y en RCN, de 1989 a 1999, con Juan Gossaín. Y de ahí pasé a leer
noticias en Radio Melodía, por tres años. Hasta en Candela, estuve, la emisora
de William Vinazco. Es que ya son setenta y dos años de carrera, y sigo vigente
como publicista. En mayo cumplo 90. Báileme ese trompo en la uña,
Ricardo".<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-family: arial; font-size: 12pt; line-height: 115%;">-¿Qué
opinión le merece la radio en la actualidad, maestro?<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: arial; font-size: 12pt; line-height: 115%;">"Me reservo opinar de la radio del momento. Yo sé
que en este oficio se tiene su cuarto de hora. Supe aprovechar el mío. Los
demás, que lo vivan a su manera".<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-family: arial; font-size: 12pt; line-height: 115%;">-¿Y
qué representa para usted el universo de la radio?<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: arial; font-size: 12pt; line-height: 115%;">"La radio es magia. Y el que hace radio, no debe
permitir que se note el truco. Hay que tener <i style="mso-bidi-font-style: normal;">feeling </i>para seducir una audiencia. El micrófono no es para hablar
por hablar sino para dejar huella. Lo demás es disciplina, honestidad y respeto
con el público, y una entrega total por el oficio, pero esos principios son de
crianza".<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"></p><div class="separator" style="clear: both; font-weight: bold; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh_PZJdakQLcJhnQtZ4EN3Xcm0v6k0U-UA7KKqtXw7W09kVes3Um8xRQWxyDts7M18rJKQ0DbH9_sfkKGqiM9r7NoO_3Wh7xXD7q9Rd1mzio0pDw00r0o4eD6kX0xNttylwSAupRIIakf21r01bfBX8xmDvQhamGGQOXmZEYEyJhmLhDL15RErm1_WI/s2250/vega%208.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1500" data-original-width="2250" height="426" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh_PZJdakQLcJhnQtZ4EN3Xcm0v6k0U-UA7KKqtXw7W09kVes3Um8xRQWxyDts7M18rJKQ0DbH9_sfkKGqiM9r7NoO_3Wh7xXD7q9Rd1mzio0pDw00r0o4eD6kX0xNttylwSAupRIIakf21r01bfBX8xmDvQhamGGQOXmZEYEyJhmLhDL15RErm1_WI/w640-h426/vega%208.jpg" width="640" /></a></div><br /><span face="Arial, "sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><i>Vega Baquero acompañado de unos vecinos del barrio San Bernardo, quienes le reconocieron su brillante carrera como radiodifusor</i></span><p></p><p class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-family: arial; font-size: 12pt; line-height: 115%;">La
fidelidad del oyente<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: arial; font-size: 12pt; line-height: 115%;">El honroso legado de Jorge Antonio Vega Baquero sigue
latente en la memoria de quienes disfrutaron de su voz y su magisterio en
distintas épocas, ese recuerdo imperecedero de varias generaciones de
profesionales y oyentes; en los anaqueles de la Asociación Colombiana de
Locutores (ACL) que él y Carlos Pinzón crearon en 1954, y en la cantidad de
trofeos y reconocimientos que engalanan su oficina:<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: arial; font-size: 12pt; line-height: 115%;">El premio India Catalina a Mejor Presentador de Noticias,
el Premio Nacional a la Comunicación y el Periodismo 'Alfonso López Michelsen',
el Premio a Mejor Locutor de la Cadena Todelar de Colombia, el codiciado Premio
Julián Ospina, el Premio Gama a Mejor Locutor de Radio y Televisión, el Premio
Cacique de Oro, por su consagración a las comunicaciones, pero de todos, para
Vega, el más importante, el que llevará entre pecho y espalda hasta el final de
su existencia: el del cariño y la fidelidad de sus oyentes: "Ese no tiene
precio", remarca.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: arial; font-size: 12pt; line-height: 115%;">Justo en las postrimerías de este inventario con el
hombre que ostenta orgulloso el ejercicio y la gran memoria de la radio
colombiana, lo abordan dos vecinos del San Bernardo frente al busto de Juan
Bautista La Salle, el educador francés que inspiró el parque principal del
antiguo barrio y el respetado colegio que lleva su nombre. Pedro Gómez,
psicólogo y pedagogo de 55 años, y Ricardo Hernández, líder comunal y
comerciante, de 58, le expresan con fervor su gratitud y admiración, y
reconocen su fidelidad por haber sido el conductor de uno de los mejores
programas de humor de la radio: El Gran Show de Hebert Castro.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: arial;">-De todas las anécdotas que tengo de Hebert, el coloso
del humorismo -agradece Vega-, con quien trabajé casi treinta años, hay una muy
simpática: cualquier tarde caminábamos por la Séptima, cuando nos encontramos
con el poeta Mario Rivero. Castro cubría su calva con un bisoñé ennegrecido.
Rivero se quedó mirándolo, y con ese desparpajo cruel que lo caracterizaba, le
dijo: "Hebert, no sé si te ves como un hombre joven, o como un marica
viejo". Al tiempo explotamos los tres en risotadas.</span><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"></p><div class="separator" style="clear: both; font-weight: bold; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhv0qMDea7lYlWmb-71oIwBohybNv7d49nrlRUejYZ4rf4CQcvQ6kUJes7vdYRLzZuag_fh7ztahBdmXpnNV8HfrmqXZcbaRfIV8eIzJnLOltMURWx15T-F55lxAVPA6ySdc_b2vVjNMi9PBflqCfxpqqSJPgNYi9l6bXf5M3GxMR0DHcJE7tzrL1lN/s2250/vega%207.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1500" data-original-width="2250" height="426" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhv0qMDea7lYlWmb-71oIwBohybNv7d49nrlRUejYZ4rf4CQcvQ6kUJes7vdYRLzZuag_fh7ztahBdmXpnNV8HfrmqXZcbaRfIV8eIzJnLOltMURWx15T-F55lxAVPA6ySdc_b2vVjNMi9PBflqCfxpqqSJPgNYi9l6bXf5M3GxMR0DHcJE7tzrL1lN/w640-h426/vega%207.jpg" width="640" /></a></div><br /><span face="Arial, "sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><i>Fiel a su afición por la lectura, rodeado de libros en su apartamento del sector de Teusaquillo.</i></span><p></p><p class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-family: arial; font-size: 12pt; line-height: 115%;">Bajo
un cielo de estrellas<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: arial; font-size: 12pt; line-height: 115%;">De regreso, al centro, y con la libreta anillada al tope
de apuntes, después de un día de larga, entretenida y enriquecida conversa,
anclamos en el Café Mercantil para rematar, con un último tinto, la diligente
jornada.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: arial; font-size: 12pt; line-height: 115%;">En ese barco ebrio de melodía de arrabal que es el cafetín,
Jorge Antonio le pide a Mario Echeverri, su dependiente, el precioso vals 'Bajo
un cielo de estrellas', en su versión preferida: con la Orquesta de Miguel Caló
y en la voz de Alberto Podestá. Al viejo locutor se le nubla la mirada de
elefante, y entre murmullos sigue el recorrido de la letra:<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: arial; font-size: 12pt; line-height: 115%;">Mucho
tiempo después de alejarme / vuelvo al barrio que un día dejé, / con el ansia
de ver por sus calles / mis viejos amigos, el viejo café...<o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-family: arial; font-size: 12pt; line-height: 115%;">-¿Qué
queda por hacer, Jorge Antonio-, le pregunto conmovido.<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: arial; font-size: 12pt; line-height: 115%;">"Seguir viviendo. Porque si hay algo seguro, es la
muerte, la vida no... Cometí el inocente pecado de nacer, y fui condenado
irremediablemente a la pena de muerte".<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-family: arial; font-size: 12pt; line-height: 115%;">-Y,
bajo esa sentencia, ¿cuál sería su epitafio?<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: arial;">"Aquí yace Jorge Antonio, muerto de la dicha".</span><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: arial; font-size: 12pt; line-height: 115%;">A la orilla de los 90 años y en la soledad de sus días,
Vega Baquero dice que no ha podido superar el reciente fallecimiento (noviembre
de 2021), a los 67 años, de Jorge Andrés Vega García, su hijo mayor, periodista
y comunicador, que lo acompañó hasta el último día en su agencia de publicidad.
<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: arial; font-size: 12pt; line-height: 115%;">"Esa dolorosa ausencia ha sido el golpe más duro que
me ha dado la vida. ‘¡Hay golpes en la vida, yo no sé…’, decía el gran Vallejo.
Me quedan mi hija Patricia Beatriz, que es docente y está vinculada a la
Fundación Merani, mi hijo Mauricio Fernando, impresor, mi mano derecha, y mi
nieto Santiago Guadarrama Vega, que es mi adoración".<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: arial; font-size: 12pt; line-height: 115%;">Para el jueves 24 de marzo de 2022, Armando Plata
Camacho, actual presidente de la Asociación Colombiana de Locutores (ACL),
convocó a la inauguración, en su sede, del Gran Salón de la Fama, que
rinde<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>homenaje a personalidades<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>destacadas (vivas y fallecidas) de las
comunicaciones. El nombre de Jorge Antonio Vega Baquero, leyenda viva de la
radio ("el papá de todos nosotros", como lo expresó en una emisión
Julio Sánchez Cristo, director de W Radio) no aparece en la lista de los
ilustres homenajeados, lo que pone de presente un vacío enorme y lamentable.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: arial; font-size: 12pt; line-height: 115%;">Me comuniqué con Plata Camacho para preguntarle al
respecto, y esto contestó:<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: arial; font-size: 12pt; line-height: 115%;">“Jorge Antonio, como otros colegas que son muy
importantes, están para la próxima sesión, en 2023. No podíamos acabar en la
primera gala con las grandes figuras. ¡Por favor, Jorge Antonio!, maestro de
maestros, mi maestro, será tenido en cuenta con absoluta relevancia”.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: arial;">Bondadoso sea el tiempo, admirado Jorge Antonio. Entre
tanto, estos párrafos como tributo a su grandeza y legado.</span></span></p>Ricardo Rondónhttp://www.blogger.com/profile/02023732023252028316noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6403704431056921554.post-55824638756008263152022-03-07T05:18:00.004-05:002022-03-07T10:31:24.560-05:00La dura faena de un humilde pescador artesanal que aspira al Senado para rescatar a su gremio <p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEh-cibub3TB-HiP2zs0dXTOxRb0hNExkhme-Q4ruWFp6yJ2zb8uC-Lf4gO8iy7yZfIyejQooG_R7qJMMfLpflnrVjTRZD6n76Om7IC9JJfCsMcqcS-8oJn9IEqsppMlDuX-hRFAF8Kkfi2kd5lO8BrRrIgIn7X7qR2b-QbfcCJhlh7Q8xcd7iBT_pQK=s1280" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="957" data-original-width="1280" height="478" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEh-cibub3TB-HiP2zs0dXTOxRb0hNExkhme-Q4ruWFp6yJ2zb8uC-Lf4gO8iy7yZfIyejQooG_R7qJMMfLpflnrVjTRZD6n76Om7IC9JJfCsMcqcS-8oJn9IEqsppMlDuX-hRFAF8Kkfi2kd5lO8BrRrIgIn7X7qR2b-QbfcCJhlh7Q8xcd7iBT_pQK=w640-h478" width="640" /></a></div><i>Omar Guarín Villazón bambolea la atarraya sobre las aguas de la ciénaga de Cascajal y Rafael de Cortinas</i><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: 12pt; line-height: 115%;"><i>Con
mínimos recursos económicos, Omar Guarín Villazón, líder social y ambiental de
Magangué, se la juega en su propósito legislativo con la atarraya al hombro y
el respaldo de la comunidad pesquera de Colombia <o:p></o:p></i></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-family: arial; font-size: 12pt; line-height: 115%;">Ricardo
Rondón Chamorro<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: 12pt; line-height: 115%;">(Fotos: Milton Villazón)<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: 12pt; line-height: 115%;">Omar Guarín Villazón,
pescador artesanal de Magangué, Bolívar, tiene 53 años, 1,75 de estatura, pesa
52 kilos, y está voleando anzuelo, flecha y atarraya desde los 12. La primera
vez que se puso unos zapatos fue a los 24, para cumplir a una reunión de
líderes comunales en Cartagena.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: arial;">Omar conoce desde niño la
cultura anfibia de la pesca. Ha cursado a su aire el Río Grande de la Magdalena
por sus brazos, cuencas y ciénagas, desde Honda y La Dorada, pasando por la Depresión
Momposina, Magangué, Pinillos, Malibú, hasta El Banco, Plato y Barrancabermeja;
y se ha asomado perplejo a su desembocadura en Bocas de Ceniza, que él define
como "una sinfonía mística ante la compresión de las aguas de sal y de
dulce, que forman unos marrullos fosforescentes de una belleza y una magia
indescriptibles". </span><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: 12pt; line-height: 115%;">También está enterado de sus
mitos y leyendas, y en épocas de subienda ha bailado cumbias hasta el amanecer
con vela encendida, "porque el Magdalena es el río de la cumbia cienaguera.
Después de muchos días de espera, el milagro pesquero se celebra con sancocho
magangueleño, que es un trifásico de gallina, cerdo y doncella, con papa, yuca,
plátano y ñame, que se sirve en totuma, se come con cuchara de palo, y se pasa
con guarapo o cerveza".<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: arial;">Omar pondera orgulloso la
tierra fértil que lo vio nacer, y los hijos de esa comarca que han hecho
historia en Colombia: José Francisco "Chico" Cervantes, genio de la
música tropical, pionero de la Salsa y fundador de los Corraleros de Majagual;
su hijo Omar Cervantes, que mantiene vivo su legado; y con ellos los recordados
compositores Martín Madera y José M Leal; y el excampeón mundial de boxeo en la
categoría welter junior Ricardo "Mochuelo" Torres.</span><o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEgHq9Ox1oalZxL_2KLNNN66EAPMD3DqeZDrBSS275hcZPr4vaDRFh_VG0bfI0_HV-NMJYNK9cH1HTRO8DQEO8oEVMbXnBpjXgzuzgzis9YuZyd-bbD5iK5yCV7NWnBpD53JJFU3Vvpf6NT-_Aejll1h69hfmvqr2z6pp2OxfrEL8MvYfxnzaKXrZ33x=s1280" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="957" data-original-width="1280" height="478" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEgHq9Ox1oalZxL_2KLNNN66EAPMD3DqeZDrBSS275hcZPr4vaDRFh_VG0bfI0_HV-NMJYNK9cH1HTRO8DQEO8oEVMbXnBpjXgzuzgzis9YuZyd-bbD5iK5yCV7NWnBpD53JJFU3Vvpf6NT-_Aejll1h69hfmvqr2z6pp2OxfrEL8MvYfxnzaKXrZ33x=w640-h478" width="640" /></a></div><br /><span face="Arial, "sans-serif"" style="line-height: 115%;"><span style="font-size: x-small;"><i>Líder social y ambiental por 20 años, Guarín Villazón fue elegido como Personaje del año, en 2017, por el periódico El Espectador </i></span></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: 12pt; line-height: 115%;">Omar jamás ha lucido traje
ni corbata. En su cédula de ciudadanía, su piel está registrada como trigueña,
pero bajo la canícula, en plena faena de atarraya, destella un cuero recio y
cobrizo como el de la majagua, macerado por el trajín ante la brisa y el
inclemente sol cienaguero.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: arial;">Tiene Guarín Villazón la
mirada humilde y paciente de los pescadores ancestrales que viven al diario de
su trabajo, entre el entusiasmo y la incertidumbre, los días buenos y las
jornadas nulas, las intempestivas tormentas río adentro, y los ataques de las
fieras que acechan en las tumultuosas aguas, el caimán de aguja o la babilla
negra.</span><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: 12pt; line-height: 115%;">Como reza el verso de La
Piragua, del compositor banqueño José Barros, Guarín Villazón, desde muchacho,
está acostumbrado a "capotear el vendaval", y a lidiar con esos
imprevistos de la naturaleza, porque dice que "eso se lleva en la
sangre,<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>una enseña de padres y abuelos,
y del río maestro que nos adoctrina en el amor por la vida y el respeto por las
aguas. Porque el río es fuente de vida", aclara él, que brotó del mágico
territorio de la magangueleñidad, donde se cruzan tres ríos: el Magdalena, el
Cauca y el San Jorge.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: arial;">Las cuarteadas callosidades
de sus manos y pies así lo atestiguan, cuando sembrado en una rústica canoa de
ceiba tolúa (la preferida de los galapateros, fabricantes de canoas como Gener
Bustamante y Wilson Arrieta), y al vaivén de las aguas de la ciénaga de
Cascajal y San Rafael de Cortinas, bambolea la cintura y extiende sus brazos
nervudos por el jaleo de los remos, para lanzar una red de aproximadamente 11
kilos de peso.</span><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">-Cómo
es eso del verbo remar?-</span></b><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">, le pregunto al maestro Guarín.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: arial;">“Remar es entender el
comportamiento de las aguas. Ellas mismas se encargan de enseñarle a uno el
arte de dirigirlas al ritmo de la corriente, y de los tiempos y las condiciones
del viento. En la canoa de pescar intervienen dos personas: el que va atrás, el
patronero, que señala el curso de la embarcación, y el de adelante, que es el
orientador, el que define las coordenadas. El mismo río le da uno la sabiduría
para enfrentar una contracorriente, un caudal embravecido o el temor de una
tormenta. Este oficio requiere de habilidad, de paciencia y de confianza en sí
mismo”.</span><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-family: arial; font-size: 12pt; line-height: 115%;">-¿Y
cuál es el secreto de una buena faena? <o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: 12pt; line-height: 115%;">“Aquí sí aplica el proverbio
que dice que al que madruga, Dios lo ayuda: en la madrugada, o a eso de las
nueve de la mañana. La seña es cuando un punto de las aguas empieza a moverse
de forma circular. Ahí es cuando uno lanza la atarraya, y lo que Dios nos
traiga. En épocas buenas, entre varios pescadores, en un procedimiento que
llamamos <i style="mso-bidi-font-style: normal;">corraleo</i>, con varias atarrayas,
se puede lograr una faena de entre 300 y 400 pescados de varias especies como
bocachico (el rey del Magdalena), bagre blanquillo, vizcaína, nicuro, arenque,
dorada, sábalo, bagre rayado y doncella, entre otras”.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: arial;">Contaminación
y pobreza</span><o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEikSLp9op8dq6pihSMhYA5ScInOzwuW2PstCzZO1co-jS4dkjgDBjUYEX23EPvY4bpXE8msLXD4e49NYFkIG0c9Z5pYsIaoBMzCFjJc8Uza2El_9IwveZJYvQ-uBmxGpYhyVvBcdHYCIm7p6lTicqnhfqomnr47WbcfzEUeUkPC8Q9UeYYBTK5Swq5Z=s1280" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="957" data-original-width="1280" height="478" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEikSLp9op8dq6pihSMhYA5ScInOzwuW2PstCzZO1co-jS4dkjgDBjUYEX23EPvY4bpXE8msLXD4e49NYFkIG0c9Z5pYsIaoBMzCFjJc8Uza2El_9IwveZJYvQ-uBmxGpYhyVvBcdHYCIm7p6lTicqnhfqomnr47WbcfzEUeUkPC8Q9UeYYBTK5Swq5Z=w640-h478" width="640" /></a></div><i>Humilde, pero con la fortaleza y la confianza en su gremio pesquero, Guarín aspira a una curul en el Senado, con el número 43 en el tarjetón</i><p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"><span face="Arial, "sans-serif"" style="font-size: 12pt;">Es un medio día de finales
de febrero. El sol reverbera y permite ver en su esplendor el grueso del río
perlado que avanza majestuoso. Ese río que ha inspirado a juglares y letristas
de distintas estirpes. El río promisorio de los viejos vapores repletos de
comerciantes, aventureros y turistas. El río con sus mitos y </span><span face="Arial, "sans-serif"" style="font-size: 12pt;"> </span><span face="Arial, "sans-serif"" style="font-size: 12pt;">leyendas, el de la reina cumbia que cruzó un
jovencísimo Gabriel García Márquez en su afán de probar suertes como periodista
y escritor en la capital. El río que impulsó al antropólogo, biólogo y
explorador canadiense Wade Davis a narrar su poderoso libro ‘Magdalena:
Historias de Colombia’, que definió contundente en uno de sus párrafos:</span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: arial;">“El río Magdalena no es solo
la principal arteria del país. Es la razón por la que Colombia existe como
nación (…) En los tiempos más oscuros, fue convertido en cementerio, una
corriente amorfa de muertos. Sin embargo, siempre regresa como un río de vida.
Durante los peores años de la violencia, el Magdalena nunca abandonó a su
gente. El Magdalena es la historia de Colombia”.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="mso-spacerun: yes;"> </span></span><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: arial;">“Mire, amigo periodista, en
un tiempo, todo esto estuvo poblado de manglares", prosigue Omar Guarín
Villazón, refiriéndose a esos humedales costeros que retroalimentan los
ecosistemas y redundan en la producción pesquera, pero que han sido arrasados
por la maquinaria pesada de los terratenientes del ganado.</span><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: arial;">"Aquí, lo más grave, es
la contaminación de las aguas por residuos de metales pesados como el mercurio,
que deja la minería ilegal, lo mismo que agroquímicos de alta toxicidad, y de
aguas residuales que han convertido los ríos en cloacas, como en el caso de
Magangué, que teniendo acueducto, carece de una planta de tratamiento de aguas
residuales", reclama Guarín.</span><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: 12pt; line-height: 115%;">"Este flagelo viene de
muchos años, de los gobiernos que no nos han parado bolas, porque el de los
pescadores artesanales es el gremio más abandonado. Con solo decirle que
nuestra población pesquera artesanal, en el país, sobrevive entre la pobreza y
la pobreza extrema", denuncia el pescador, mientras una garza morena cruza
con un graznido bronco la limpia bóveda celeste de la ciénaga.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: 12pt; line-height: 115%;">En 2010, por la venenosa
contaminación del Magdalena, en este punto de la costa caribe colombiana, se
vieron afectados 78 niños por serias enfermedades gastrointestinales, de la
piel y de la sangre. Uno de ellos, Remberto Guarín, de diez años, hijo de Omar,
falleció. Una tragedia imborrable que en su relato le inunda la mirada de
lágrimas.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: 12pt; line-height: 115%;">Sin haber cursado más
estudios que la secundaria, Omar Guarín Villazón viene ejerciendo hace veinte
años como líder social y ambiental, representante del gremio pesquero en su
región, vocero oficial de la Cuenca del Magdalena y presidente de la
Confederación Mesa Nacional de Pesca Artesanal de Colombia (Comenalpac). En
2017 fue elegido Personaje del Año por el periódico El Espectador.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: 12pt; line-height: 115%;">Sobre la tumba de su amado
retoño, Guarín hizo la promesa de luchar hasta lo indecible para lograr, desde
su liderazgo, la reivindicación de los pescadores artesanales, y brindarles el
respaldo que nunca han tenido, "porque la situación en este momento es de
vida o muerte -puntualiza-. Jamás hemos tenido un doliente en el Congreso de la
República". Y alerta: "No podemos esperar más, y llegó la hora de
actuar desde las leyes que nos otorga nuestro deber de ciudadanos: somos 70.000
pescadores que vivimos de este humilde oficio, el mismo que bendijo Jesús a sus
discípulos".<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: arial;">Sin
recursos</span><o:p></o:p></span></b></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; font-weight: bold; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEiuFYj9MZPmgYWii0BW7K6iB4GiMeL6hRmTPNzGSRZmJJvHsFTicqqYFxsfOyINQs9LDSukey7qY505ZVLABbYMOFbdLoNwnCVKZ3gUTOr0-TKXu2KxFmRuiP9fQzwkAxYiBjv6ua17x1KC8aWLrsybpyNE1l55RzbgYPwV5FQQyXluv5ypXZrkgDOd=s1280" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="957" data-original-width="1280" height="478" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEiuFYj9MZPmgYWii0BW7K6iB4GiMeL6hRmTPNzGSRZmJJvHsFTicqqYFxsfOyINQs9LDSukey7qY505ZVLABbYMOFbdLoNwnCVKZ3gUTOr0-TKXu2KxFmRuiP9fQzwkAxYiBjv6ua17x1KC8aWLrsybpyNE1l55RzbgYPwV5FQQyXluv5ypXZrkgDOd=w640-h478" width="640" /></a></div><i>Guarín, con su familia, en la puerta de su casa de interés social, en el corregimiento de Santa Fe, municipio de Magangué, Bolívar </i><p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: 12pt;">Bajo esa premisa, Omar
Guarín Villazón inscribió su aspiración al Senado por el Partido Verde y la Coalición
Centro Esperanza, con el número 43 en el tarjetón, para las justas electorales
del 13 de marzo de 2022. Como los recursos de su campaña son mínimos, la
inscripción la hizo desde Magangué para ahorrar el desplazamiento a Bogotá. Se
podría afirmar que, en medio de las escandalosas trapisondas de compra y
tráfico de votos, la campaña de Guarín Villazón es la más austera en la
actualidad, pues a la fecha, en el registro del Consejo Nacional Electoral,
solo aparece $1'800.000.</span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span></span></p><a name='more'></a><p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: 12pt; line-height: 115%;">Esa cuantía salió de los
ahorros de la santandereana Adriana Cadena Cancino, directora ejecutiva y
representante legal de Comenalpac -"un ángel que se cruzó en mi
camino", en palabras de Guarín-, profesional en alta gerencia, relaciones
económicas internacionales, <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>magister en
gobierno y doctora en ciencias políticas.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: 12pt; line-height: 115%;">Desde 2017, la doctora
Cadena se vinculó al gremio de los pescadores artesanales, conmovida por la
precaria situación que vive este sector de la población en todo el país,
indiferente ante los ojos del gobierno, marginada por la depredación de sus
territorios a órdenes de latifundistas y mineros piratas, con catastróficas
consecuencias sociales ambientales y sanitarias.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: 12pt; line-height: 115%;">Fue Cadena, que ante el
Congreso de la República, en 2017, intervino a favor de los pescadores
artesanales en la ley 1851, que penaliza la sobreexplotación de pesca ilegal, y
con la que también se logró la caracterización y formalización de los mismos
(registro tipo censo), con el fin de garantizarles condiciones legítimas
ambientales, socioeconómicas y de productividad.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: 12pt;">Guarín Villazón es
consciente, que de no haber sido por la intervención de la doctora Cadena en la
consecución de dicha ley, no se hubiera podido lograr el reconocimiento de los
34.000 pescadores artesanales marítimos ni de los 70.000 pescadores artesanales
continentales que operan en los ríos Magdalena, Cauca, San Jorge y Sinú.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: arial;">Contra
viento y marea</span><o:p></o:p></span></b></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; font-weight: bold; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEhhhTv2GSdNymhXpgJo-vjsRtSYkBrcsLFz2_eXAKJrRYmcIi1Ss6fzd0GHYBloGCWl2geNZSNzWwszgncOCLA61lSqZ5c4UQkqbrYV0AVe-g2FeQFqwCP6KmXagYfu3aA58xvdCCH7qI6AvHt0y217Jwk3BX176-wRnrugPTASDtbfS5FMqw3E4rNE=s881" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="587" data-original-width="881" height="426" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEhhhTv2GSdNymhXpgJo-vjsRtSYkBrcsLFz2_eXAKJrRYmcIi1Ss6fzd0GHYBloGCWl2geNZSNzWwszgncOCLA61lSqZ5c4UQkqbrYV0AVe-g2FeQFqwCP6KmXagYfu3aA58xvdCCH7qI6AvHt0y217Jwk3BX176-wRnrugPTASDtbfS5FMqw3E4rNE=w640-h426" width="640" /></a></div><br /><span face="Arial, "sans-serif"" style="line-height: 115%;"><span style="font-size: x-small;"><i>Maestro de la pesca artesanal, don Omar se mueve desde niño, como pez en el agua, en el Río Grande de la Magdalena</i></span></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">E<span style="font-family: arial;">sto le dio a Guarín más
bríos para continuar en su misión de liderazgo y trabajar de forma mancomunada
con su gremio: propender en soluciones a los problemas emergentes que padece su
comunidad, y de urgentes medidas sanitarias que resuelvan enfermedades y plagas
de suma gravedad como el dengue, la gastroenteritis y el mal de Chagas, entre
otras que atacan con mayor incidencia a la población infantil.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: arial;">"Carecemos de
inversión. -agrega Guarín-. El 95% de nuestras necesidades no han sido
solucionadas. Los administradores de turno han sido indiferentes a los
problemas de toda índole que nos aquejan. Ni hablar de la corrupción. La pesca
industrial también nos ha perjudicado mucho, al dejar un preocupante lastre en
el ecosistema".</span><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-family: arial; font-size: 12pt; line-height: 115%;">-Don
Omar, ¿y usted sí cree que salga elegido con los mínimos recursos económicos
que cuenta, y a punta de atarraya?</span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: arial;">"Tengo depositada mi fe
en Dios, en mi familia y en mi gremio. La lucha ha sido dura. Nos ha tocado
hasta sacrificar del mercado para cumplir las correrías, pero ahí vamos: en
moto, en lancha, en flota, en lo que sea, hemos recorrido más de 190
municipios. La respuesta de los pescadores ha sido positiva. Ellos me conocen
de hace más de veinte años en estas batallas, y saben, que si no aprovechamos
esta oportunidad, corremos el riesgo de desaparecer. La pesca artesanal es un
patrimonio cultural e inmaterial de la nación, y es nuestro deber salvarla, por
nuestras familias, por nuestros hijos, por mi muchachito que todos los días me
inspira y me motiva desde el cielo".</span><o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Como en el verso de Borges,
Omar Guarín Villazón “mira el río hecho de tiempo y agua, y recuerda que el
tiempo es otro río, sabe que nos perdemos como el río, y que los rostros pasan
como el agua”. Por eso, convencido, apuesta sus restos y finca su confianza en la comunidad pesquera de
Colombia, con el agregado providencial de que, con todas sus bregas y
sufrimientos, sigue creyendo en milagros.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: arial;">Agenda
prioritaria</span><o:p></o:p></span></b></p><p class="MsoNormal"></p><div class="separator" style="clear: both; font-weight: bold; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEgOfFdsoZKC2CZr_9c4q7yySNdFWxPm64m_NZo4j2hNfV4HsisqP9JHaZcLJWjxlBTUGMgCP_wvtRE2lOGJNfz87XpVu4cUPLOWIKa1W7vY3R6LXF5maI8a4y7zTNxRQinWaxgM8rI7IWdI6LODUG0Vypn-dnkZ71CWiYWawiI-iTGXmQhCZDznTPgm=s1279" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1279" data-original-width="1177" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEgOfFdsoZKC2CZr_9c4q7yySNdFWxPm64m_NZo4j2hNfV4HsisqP9JHaZcLJWjxlBTUGMgCP_wvtRE2lOGJNfz87XpVu4cUPLOWIKa1W7vY3R6LXF5maI8a4y7zTNxRQinWaxgM8rI7IWdI6LODUG0Vypn-dnkZ71CWiYWawiI-iTGXmQhCZDznTPgm=w588-h640" width="588" /></a></div><i>Ilusionado en la "pesca milagrosa" de las justas electorales del 13 de marzo de 2022 </i><p></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: arial; font-size: 12pt; line-height: 115%;">Puntos fundamentales a desarrollar en la agenda de Omar
Guarín Villazón, en caso de ser elegido.<span style="mso-spacerun: yes;">
</span><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: arial; font-size: 12pt; line-height: 115%;">*Plan emergente de descontaminación de ríos y ciénagas. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: arial; font-size: 12pt; line-height: 115%;">*Restauración de cuerpos de agua estratégicos para
incremento de la producción pesquera.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: arial; font-size: 12pt; line-height: 115%;">*Proyecto de ley que reconozca un seguro de desempleo a
pescadores en tiempo de veda, y que incluya seguridad social y alimentaria.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: arial; font-size: 12pt; line-height: 115%;">*Diálogo abierto entre gobierno nacional, corporación
legislativa y comunidades pesqueras en aras de un desarrollo integral de la
pesca artesanal.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: arial; font-size: 12pt; line-height: 115%;">*Emprendimiento económico y social en los territorios
para garantizar una mejor calidad de vida a los pescadores y a sus familias.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: arial; font-size: 12pt; line-height: 115%;">*Lograr el reconocimiento del pescador como sujeto
especial de derechos.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><br /></p>Ricardo Rondónhttp://www.blogger.com/profile/02023732023252028316noreply@blogger.com0