La gran familia del Teatro Nacional, protagonista de la atractiva programación 2017, para todos los públicos. Foto: La Pluma & La Herida |
Ricardo
Rondón Ch.
Con una original y novedosa presentación a manera de sketchs de algunos de sus atractivos
escénicos, el Teatro Nacional, a
través de su directora Ana Marta de
Pizarro y de su nuevo director artístico, el actor y dramaturgo Nicolás Montero, presentaron esta semana
la programación oficial en sus tres escenarios (Teatro Fanny Mikey, Teatro La Castellana y Casa del Teatro),
correspondiente a 2017.
El encuentro con los medios se llevó a cabo en la Casa del Teatro, con la participación
del comediante Alejandro Riaño,
quien ofició como presentador, con su habitual desparpajo.
Directores, creadores y actores de las obras agendadas se
integraron como la gran familia del teatro, en esta jornada de presentación,
que promete ser una de las carteleras mejor confeccionadas y para todos los
gustos, de cara a la edición 26 del Festival Iberoamericano de Teatro de Bogotá
(2018) que, en palabras de Ana Marta de
Pizarro, seguirá su curso con la voluntad férrea y el esfuerzo mancomunado,
que en su trayectoria ha trascendido
como el más importante, comentado y aplaudido del mundo.
'Las 7 vidas de Belgrado', imperdible en la cartelera de la Casa del Teatro. Foto: La Pluma & La Herida |
Nicolás
Montero, quien asumió su responsabilidad y compromiso como
director artístico, pronunció un breve pero contundente discurso entre bretchiano y kantiano, que sintetizó en una máxima de su cosecha: privilegiar lo mejor del ser humano a través
del acto creador, y de la conexión de este impulso de la imaginación con el
espíritu colombiano, como una celebración de la vida a través de la exploración
de la condición humana.
En buenas manos queda la batuta escénica del Teatro Nacional, toda vez que Montero, además del consagrado actor
que representa, es un atento vigía, no solo del panorama teatral colombiano,
sino del periscopio de la realidad nacional, desprendido de la oficialidad,
incluyente y amplio en su diversidad y pluriculturidad, como fue su gestión en
el pasado Festival Iberoamericano de
Teatro al respaldar y hacer visibles
talentos en sus distintas expresiones, de los territorios olvidados y heridos
por el conflicto.
El destacado actor y dramaturgo Nicolás Montero, con un emotivo discurso, asumió como nuevo director artístico del Teatro Nacional. Foto: La Pluma & La Herida |
Antes y después del acto protocolario, Riaño convocó a varios de los artistas
y a las compañías que nutrirán durante el presente año la programación del Teatro Nacional.
En escena se lucieron Yolanda Rayo, Diana Ángel, Majida Issa y Verónica Orozco, con sus estelares interpretaciones de Mujeres a la plancha, un espectáculo que luego de un año de rotundo éxito,
continuará su curso en 2017, para ratificar
que este género se mantiene vigente, no solo por el arraigo y por las “malditas
primaveras”, sino por el fervor latente que despierta en las nuevas
generaciones.
Juan
Carlos Moyano, una de los dramaturgos más serios,
profundos y comprometidos con el teatro de culto, llegará este año a la Casa del Teatro con su más reciente
montaje: Los cinco entierros de Pessoa,
basado en la vida trágica y solitaria del gran poeta lusitano, que en 2016 fue
aclamado de pie en escenarios como el Teatro
Mayor Julio Mario Santo Domingo, el
Teatro La Candelaria y el Teatro Colón de Bogotá.
'Los cinco entierros de Pessoa', del dramaturgo Juan Carlos Moyano. Foto: Teatro Tierra |
Quién se haya asomado subrepticia o profundamente a la
obra de Fernando Pessoa. Quien haya husmeado desde la
ventana de su buhardilla la cotidianidad de su calle en Lisboa, frente a La Tabaquería (su poema mayor). Quien haya
navegado entre saudades por su Libro del desasosiego y haya compartido
una botella de oporto a la salud de sus heterónimos y fantasmas, se verá
reflejado como lector penitente de su descomunal obra, o quizás como un
espectro más en este desgarrador poema histriónico de convulsiones, retratos y
metáforas, que es la puesta en escena de
Moyano y su colectivo Tierra.
Los Hermanos Dávila
(Ricardo y Nicolás), una versión bogotana de los Hermanos Coen (Ethan y Joel), repuntan esta vez con un drama
psicológico que tiene notas de Fiodor
Dostoievsky, Raymond Carver, Edgar Allan Poe, Luis Noriega en su premiado libro de cuentos Razones para desconfiar de sus vecinos; incluso de las crónicas
judiciales del periódico El Espacio
en su mejor época, cuando se escribía, como en las canciones de Julio Jaramillo, “con tinta sangre del
corazón”.
Después de un año de éxitos en el Teatro La Castellana, regresa 'Mujeres a la plancha'. Foto: La Pluma & La Herida |
Las
7 vidas de Belgrado (El fin
justifica los miedos), pone en tensión durante 75 minutos al espectador con un
collage siniestro que acontece en un
domicilio de Chapinero, y que
involucra a una artista plástica, un escritor desequilibrado, el ex novio de la
pintora, una vieja casera asesinada, un detective alcoholizado y un gato, Plutón, que termina atascado en la
canaleta del piso de abajo.
Los Dávila, su
equipo técnico y de producción, y el elenco de primera línea de esta obra: Santiago Londoño, Cristina Restrepo,
Anderson Balsero y Arnold Cantillo,
bajo la dirección de Rafael Sánchez,
rubrican un trabajo de genio y nervio creativo y actoral, con significativos
aportes estéticos como las puertas móviles y laberínticas que hacen honor a Kafka, y que se encargan de ahondar en
la narración. Uno de los platos fuertes de la Casa del Teatro, laboratorio de formación y creación.
Flora Martínez y su montaje unipersonal con música en vivo, 'Frida Libre'. Foto: archivo particular |
Otros montajes como El
nombre, El amor de las luciérnagas, Los monólogos de la vagina, Tratado de culinaria para mujeres tristes
(basada en la novela de Héctor Abad), Lo que queda de nosotros, el Festival de magia, stand up comedy como Nidea, el nuevo, de Julián Arango; El traductor, de Primo Rojas;
Entre perros nos entendemos, de Alejandro Riaño; Frida libre, el impactante monólogo de Flora Martínez; Conversaciones con mamá, Woyzeck, Bonobos, Mi puta obra, y el musical caribe Porro, sin descontar espectáculos
dominicales para la familia como Cenicienta, El meñique, El jorobado
y El flautista de Hamelin, colmarán
las expectativas de un ingenioso paquete de entretenimiento para todos
los públicos en esta Bogotá, que
gracias a su Festival, el Iberoamericano, es reconocida en el
mundo como Capital de las artes
escénicas.
Ana
Marta de Pizarro también hizo énfasis en los esfuerzos que el
Teatro Nacional, en conjunto con su escuela
de formación, brindará al Festival
Estudiantil de Teatro de Bogotá,
que este año, en su 5° versión, promueve un semillero cada vez más creciente en
talentos, y desde luego, en públicos, que es el principal cometido del artista.
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