La mezzosoprano colombiana Mónica Danilov, en una conmovedora interpretación de un fragmento del aria Pensieri von mi tormentate, de la ópera Agripina, de G.F Händel. Foto: La Pluma & La Herida |
Ricardo
Rondón Ch.
Alto
serio y espacioso cielo / que con tus influencias enriqueces / la hermosa parte
de mi suelo / y la engrandeces con tu alto vuelo, / y si al afligido tú
favoreces / favoréceme en el clamor de mi plegaria / que soy la pobre y desdichada
patria / ¿Será posible que yo siga siendo esclava de las más atroces guerras?
En vísperas de los funerales de la guerra fratricida, la Patria, aunque dolida y apaleada, pero
entera, convocó a la Memoria y a la Palabra, y a las mujeres que por siglos
han sido víctimas del conflicto, a las madres que nunca pudieron recobrar los
cuerpos de sus hijos caídos en el campo de batalla, y a las Penélopes homéricas que pacientes, siguen
tejiendo para menguar la eterna espera de sus hombres, los guerreros.
Y la Patria
fue enfática. Su voz hizo eco en los confines de la tierra, gracias a la Palabra sanadora y conciliadora,
artífice del perdón y de la reivindicación de los pueblos. Y después de muchos
años opacos de violencia y dolor, la Patria
recuperó la Memoria para que las
mujeres y madres ordenaran a sus hombres y a sus hijos un alto definitivo en el
absurdo y pedregoso camino del rencor y de la muerte.
Leonor González Mina, La Negra Grande de Colombia, representa a la Patria. Foto: La Pluma & La Herida |
La
Patria: Leonor González
Mina, La Negra Grande de Colombia,
que hace más de cuarenta años entonó en su voz de negra herida la cumbia
desgarrada del maestro José Barros,
con música de Gabriel Romero:
Violencia, ¡maldita violencia! / Por qué no permites que reine la
paz, / que reine el amor, / que puedan los niños dormir / en sus cunas sonriendo de amor.
La Memoria: Alejandra Borrero, actriz de connotada trayectoria y una de las
activistas más incisivas y frecuentes desde la creación y la sensibilidad contra
el maltrato a la mujer.
La Palabra: Carmenza Gómez, genio
histriónico y parlante permanente de los despropósitos y las iniquidades sociales
a través del lenguaje teatral, verbigracia sus recordadas interpretaciones en La Cándida Eréndira, Electra, Bodas de sangre
y La Siempreviva, clásico del teatro
colombiano.
Carmenza Gómez lleva impresa la Palabra, fuente de amor, perdón y reconciliación. Foto: La Pluma & La Herida |
Montaje trascendental
En el Día Internacional de la Paz (21 de
septiembre), estas mujeres, ataviadas con mantas guajiras impresas de fonemas Wayuú y marcadas expresiones castizas,
rodeadas de reconocidas figuras de la actuación como Kepa Amuchastegui, César Badillo, Ramsés Ramos, Fabián Medina, Carolina
Cuervo, Rodrigo Candamil, Karoll Márquez, Luis Fernando Hoyos y Maia Landaburu,
entre otros, con el magistral marco sonoro de la Orquesta Sinfónica Nacional de Colombia, el Coro de la Ópera de Colombia, y de veinte miembros del Laboratorio Víctus: civiles, militares
en retiro, desmovilizados de la guerrilla y de las autodefensas, son los
convocados para invitar a los colombianos de todas las edades y condiciones
sociales a iniciar en conjunto el Tejido
de la Paz que delegaremos con entusiasmo y esperanza a las generaciones venideras.
Karoll Márquez, Maía Landaburu y Rodrigo Candamil, prestos al ensayo final. Foto: La Pluma & La Herida |
Desde la Memoria, Alejandra Borrero invita a reflexionar sobre el gran daño que se le ha hecho al país en todos estos años de violencia. Foto: La Pluma & La Herida |
Autores y voces
En ese entramado
de Numancia, rico en alocuciones de clamores
y proezas, al mejor estilo del gran Cervantes,
se integran relatos y pasajes de autores memorables como Gabriel García Márquez (en el prólogo), Eurípides, Sófocles, Aristófanes, Miguel Rocha Vivas, Alfredo Vaním,
Miguel Ángel López, María Zambrano, Hugo Jamioy Juajibioy, Yenny Muruy Andoque,
y de los poetas Caros Castro Saavedra
y Jotamario Arbeláez.
Alterno a la
lectura dramática de los diecisiete actores, la Orquesta Sinfónica Nacional de Colombia y las sesenta voces del Coro de la Ópera de Colombia, con sus
respectivos directores invitados, Alejandro
Roca y Luis Díaz Hérodier,
interpretarán fragmentos pertinentes de tres oratorios del compositor alemán George Friedrich Händel como Zadock The Priest, Israel in Egypt y de El Mesías.
A su vez, la voz privilegiada de la mezzosoprano
colombiana Mónica Danilov (La Novicia Rebelde, de Misi),
interpretará la conmovedora aria: Pensieri,
von mi tormentate, de la ópera Agripina,
de Häendel, que narra la
tragedia de la madre de Nerón, implicada
en el Imperio romano por el complot contra el emperador Claudio, para entronizar al hijo que más tarde ordenaría su muerte.
No podía faltar una de las voces dramáticas más relevantes y recordadas del teatro colombiano: la de Kepa Amuchastegui. Foto: La Pluma & La Herida |
El gran tejido
En el tránsito
del espectáculo, ilustrado en los muros del Capitolio con una secuencia de imágenes multimedia, y un programa
de mano que al abrirlo toma la forma de una paloma de origami, los asistentes podrán disfrutar de manera gratuita de una
velada óptima para sanar corazones y comenzar con todos los ánimos y la fe que
atestigua la firma del Acuerdo entre el
Gobierno y las Farc, el Gran Tejido Redentor
de una Paz Estable y Duradera.
Al final de la propuesta performática, los integrantes del
Laboratorio Victus, integrado por
víctimas del conflicto armado, utilizarán más de 3.000 metros de cinta
para generar de manera lúdica una trama
que representa el Tejido de la Paz.
La bella y talentosa Carolina Cuervo interpreta a todas las mujeres víctimas del dolor y la desolación de la guerra. Foto: La Pluma & La Herida |
Personajes
y actores
La narración estará a cargo de un elenco de diecisiete
actores, quienes han aportado su talento para darle vida a los personajes de la
obra: Palabra (Carmenza Gómez) / Memoria (Alejandra Borrero) / Cipión (César
Badillo) / Jugurta (Luis Fernando Hoyos) / Quinto Fabio (Ramsés Ramos) /
Numantino 2 (Jacques Toukhmanian) / Patria (Leonor González Mina) / Río (Daniel
Díaza) / Teógenes (Kepa Amuchastegui) / Corabino (Fabián Mendoza) / Numantino 1
(Manuel José Chávez) / Leoncio (Karoll Márquez) / Morandro (Rodrigo Candamil) /
Mujer 1 (Carolina Cuervo) / Mujer 2 (Liliana Escobar) / Lira (Maia Landaburu) /
Hijo (Matías Ramírez). El público también podrá apreciar la interpretación de
la cumbia Violencia, del compositor José Barros, en la voz de Leonor González
Mina.
Tejiendo la Paz, un espectáculo de profunda sensibilidad y reflexión, abierto gratuitamente a todos los públicos. Foto: La Pluma & La Herida |
Tejiendo
la Paz, es una iniciativa del Ministerio de Cultura y el Teatro
Colón (con su director Manuel José
Álvarez), que se lleva a cabo para
celebrar el momento histórico que vive el país y el Día Internacional de la Paz proclamado por la Asamblea General de las Naciones Unidas en la Resolución 36/67, y en el que se invita a todos sus países
miembros a “conmemorar y fortalecer los
ideales de Paz en cada Nación y cada pueblo entre ellos”.
Tejiendo
la Paz se presentará este miércoles
21 de septiembre, a partir de las 6:00
p.m., en la Plaza de Bolívar de Bogotá, con entrada libre y transmisión
por televisión a través de señal pública y vía streaming en portales y redes
sociales.
Camino
de la Patria
(Carlos
Castro Saavedra)
Cuando
se pueda andar por las aldeas y los pueblos sin ángel de la guarda.
Cuando
sean más claros los caminos y brillen más las vidas que las armas.
Cuando
los tejedores de sudarios oigan llorar a Dios entre sus almas.
Cuando
en el trigo nazcan amapolas y nadie diga que la tierra sangra.
Cuando
la sombra que hacen las banderas sea una sombra honesta y no una charca.
Cuando
la libertad entre a las casas con el pan diario, con hermosa carta
Cuando
la espada que usa la justicia aunque desnuda se conserve casta
Cuando
reyes y ciervos juntos al fuego, fuego
sean de amor y de esperanza.
Cuando
el vino excesivo se derrame y entre las copas viudas se reparta.
Cuando
el pueblo se encuentre y con sus manos teja él mismo sus sueños y su manta.
Cuando
de noche grupo de fusiles no despierten al hijo con su habla.
Cuando
al mirar la madre no se sienta dolor en la mirada y en el alma
Cuando
en lugar de sangre en el campo corran caballos, flores sobre el agua
Cuando
la paz recobre su paloma y acudan los vecinos a mirarla.
Cuando
el amor sacuda las cadenas y le nazca dos alas en la espalda.
Sólo
en aquella hora podrá el hombre decir que tiene patria.
Marta Gómez, 'Para la guerra nada': http://bit.ly/1yDhV40
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