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| La Gran Cruz de la Catedral de Sal de Zipaquirá, reliquia histórica y religiosa de Colombia para el mundo, recién acreditada por los títulos editoriales de Ripley's. Foto: Archivo institucional. |
Ricardo Rondón Ch.
Que la Catedral de
Sal de Zipaquirá, considerada
como la Primera Maravilla Turística de
Colombia haya recibido el aval de Ripley
Entertaiment, espacio por antonomasia dedicado a resaltar lo extraordinario
y sorprendente del ser humano y de su poder creativo, es un logro que no solo llena
de orgullo a los lugareños de esa querida y pintoresca localidad
cundinamarquesa, sino al país en general, que abriga esta joya arquitectónica
como un entorno de culto, historia y turismo, de puertas abiertas a los
visitantes del planeta.
La afortunada noticia la dio a conocer el artista plástico
y tenor colombiano Mateo Blanco,
portavoz para asuntos relativos a América Latina de Ripley Entertainment, al destacar que la Catedral de Sal de Zipaquirá era ese lugar ideal que estaban
esperando las páginas de Ripley’s,
una de las publicaciones trascendentales en el inventario y registro de hechos
sobresalientes y excepcionales, luego de un riguroso estudio e investigación
que garantizan una impronta única en el mundo.
“En nuestro viaje a Colombia
-puntualizó Blanco- encontramos personajes, historias, objetos y lugares
maravillosos como la Catedral de Sal de
Zipaquirá. Pero lo más extraordinario, su gente. Queremos educar de una
manera divertida y lo más importante, mostrarle al mundo lo fantástico que es Colombia, transmitiendo siempre una
imagen positiva de este país y de sus habitantes”.
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| Capilla dedicada a la Virgen de Guasá, recinto de veneración a la Santa Patrona de los Mineros. Foto: Archivo institucional |
Por su parte, el alcalde del municipio y Presidente de la
Junta Directiva de Catedral de Sal de
Zipaquirá, Luis Alfonso Rodríguez Valbuena, aseguró que la inclusión de
esta reliquia, Primera Maravilla Turística
de Colombia, en las publicaciones Ripley’s
2017, “se constituye en un enorme
privilegio de gran trascendencia para nuestro país y nuestra región, por la importancia
que estos archivos alcanzan a lo largo de su historia”.
Justamente, el pasado domingo 14 de agosto, en el marco de la Feria Colombia Trade Expo Miami 2016, en el stand de la Catedral de Sal,
el burgomaestre zipaquireño Luis Alfonso
Rodríguez Valbuena y el gerente de la Primera
Maravilla Turística de Colombia, Raúl Alfonso Galeano, recibieron de manos
del artista Mateo Blanco el
certificado que acreditará para la posteridad este significativo monumento
nacional en la edición 2017 de Ripley’s
Book.
Vale la pena recordar que el legado de Robert Ripley, gestor y fundador de
esta marca de reconocimiento mundial, famosa por su eslogan Aunque usted no lo crea, se mantiene vivo y siempre renovador, y amplió su
cobertura del impreso a la radio, la televisión, al cada vez más vertiginoso
mercado cinematográfico, y desde luego a las nuevas tecnologías del
ciberespacio, aplicadas en las redes sociales.
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| Monumento al Minero |
Con dicha certificación, la Catedral de Sal de Zipaquirá se convierte en la primera obra
arquitectónica en sal de Latinoamérica
incluida en los prestigiosos títulos editoriales -próximos a celebrar un siglo
de existencia- como Patrimonio
Histórico, Cultural y Religioso de Colombia.
Y es que el visitante local o el que viene de remotas
latitudes, de entrada se deja sorprender por los espectros luminosos que varían
de tonalidades en las catorce estaciones del Viacrucis, en la Cúpula
máxima, en las naves centrales, a lo largo y ancho de catacumbas, imágenes
y crucifijos; en los imponentes ángeles
centinelas armados de trompetas y clarines, y en la imagen emblemática de este
recinto sagrado, la Virgen de Guasá,
con su capilla propia, Santa Patrona de
los Mineros y de la Catedral de Sal de Zipaquirá, la maravilla
arquitectónica y religiosa más importante de Colombia, destino turístico de primer orden para el mundo.
Es un hábito entre murmullos de creyentes hacer un alto
en la Quinta Estación del Viacrucis,
donde narran los escribas bíblicos que Jesús
fue ayudado por Simón de Cirene
en su pedregoso y fatigante camino al Gólgota
(el monte conocido como de la Calavera,
donde fue crucificado), para interceder por los favores de necesitados, enfermos
y cautivos.
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| La sorprendente y admirable obra de los talladores de sal, en las catacumbas, a 180 metros de profundidad. Foto: Archivo institucional |
La paleta de luces y colores de sus grutas: esos verdes
intensos como del follaje en las profundidades del Catatumbo; esos azules imposibles del cielo estival del Mediterráneo; esos magentas de los
arcángeles derrotados de Caravaggio;
y esos rojos incandescentes como del despertar del mundo en los tiempos en que
el globo terráqueo estuvo bañado por un mar infestado de criaturas abominables
y fabulosas, retroalimenta el imaginario de creadores, poeta y literatos.
El engranaje técnico de la iluminación y el sonido de la
suprema catedral es la obra de ingeniería eléctrica más importante y de mayor
cobertura de la que se tenga cuenta en un espacio cerrado de Sudamérica, con una inversión de 4.100
millones de pesos, que fue el costo preliminar de remoción de 80 toneladas de
roca y 1500 metros cúbicos de tierra; y la instalación de 99.005 diodos de
emisión lumínica (LED), 546 luminarias de última tecnología a 180 metros de
profundidad que tiene la Catedral, y
más de diez kilómetros de cable especial; todo esto agregado a la tecnología de
punta en manos de ingenieros, sonidistas, luminotécnicos, diseñadores, entre
otros profesionales y operarios.
La
Primera Maravilla Turística de Colombia representa todo un universo
por descubrir 180 metros bajo tierra.
Este Patrimonio Cultural, Histórico y Religioso de nuestro país, es uno de los
principales atractivos para los visitantes extranjeros, y motivo de orgullo
para los colombianos.
Además del encanto que representa la joya de la
arquitectura mundial por su diseño sin igual, la Catedral de Sal de Zipaquirá ofrece un rico y variado abanico de
atracciones para cualquier temporada.
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| Imperdible la experiencia, para chicos y grandes, de ser minero por un día, con equipamiento y guía personalizado. Foto: Archivo institucional |
Capilla
de la Virgen de Guasá
Lugar de oración y recogimiento para venerar la sagrada
imagen que por años simboliza la custodia y protección de los mineros de Colombia, en este caso específico, quienes
se han dedicado a la explotación de la sal que, contrario al mito y al agüero
de mala suerte que se le adjudicado al producto,
ha sido desde culturas precolombinas, fuente de sabor y vida. “Sin sal no
podríamos vivir”, expresaban entre fogones las abuelas de antaño.
Este ícono también es motivo de veneración y celebración en
regiones salinas del territorio nacional como Manaure, en La Guajira,
y Restrepo, en el departamento del
Meta, centros de explotación y
acopio.
En Zipaquirá
está entronizada en su Catedral como
Santa Patrona y su recinto es
recomendado a católicos, agnósticos y visitantes de distintas creencias por la
leyenda que se le atribuye, por la mano inteligente con que fue construida, y
por el respeto y la espiritualidad que inspira.
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| El fascinante espejo de agua |
Ruta
del Minero
Descubra la fantástica experiencia de ser un minero 180
metros bajo tierra, donde con un equipamiento adecuado y guía personalizado
podrá reconocer las capas geológicas, y verificar de primera mano la extracción
de la roca salina.
Esta atracción, que se encuentra dentro de Catedral de Sal, cuenta con unas
dimensiones aproximadas de 1.50 Mts de ancho y 2.20 Mts. de alto, donde al
desplazarse con luz de casco se puede vivir la experiencia de ser minero por una jornada .
El recorrido, que tiene una duración entre treinta y
cinco minutos y una hora, ofrece la oportunidad de apreciar formaciones
geológicas de sal, miradores únicos para observar el yacimiento de la Cascada de Sal, y el Arcángel Custodio (ángel guardián),
entre otros espacios que hacen parte de la construcción de la mina, a la vez
que elementos de época como martillos neumáticos usados por mineros en sus
jornadas de explotación.
Espejo
de agua
Dicho lugar recrea el momento en el que la sal, extraída de la mina, se disuelve en agua hasta obtener una concentración de 310
gramos/litro; con una composición de 85% de cloruro de sodio y 15% de arcillas
carbonosas.
Al momento de disolverse, las arcillas quedan en el fondo
y el agua saturada simula un espejo perfecto, que, al recibir un poco de luz,
refleja las paredes y los techos de sal generando un espléndido efecto de
profundidad para deleite visual del turista.
Show
de luces
En la zona comercial de la Catedral, el visitante podrá disfrutar de una malla con tecnología Led desplegada en el techo, a más de dieciséis metros de altura, con el fin de realizar una recreación de diferentes eventos e
imágenes de Colombia.
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| El artista Mateo Blanco y el representante de Ripley's Edward Meyer, sostienen la acreditación que confiere a la Catedral de Sal de Zipaquirá un registro privilegiado en la edición 2017 |
Museo
de la salmuera
En medio de los que antes fueron tanques y cuartos de
bombas de procesos de saturación y disolución de la roca de sal, se conduce al
visitante a reconocer las diferentes épocas del proceso de conformación del domo salino, por medio de salas
didácticas.
Cuando el turista ingresa a estos antiguos tanques, hace
un recorrido en el que se muestra la manera como llegó la conquista al interior
del país, y también cómo el científico y expedicionario alemán Alejandro Von Humboldt, adelantado en
conocimientos a su época, les enseñó a los mineros a ingresar dentro del macizo
rocoso por medio de túneles.
Muro
de escalar
Una experiencia imperdible, llena de vértigo y adrenalina
en el muro de escalada más grande de Colombia.
Una imponente estructura inspirada en el legendario Árbol de la Ceiba por su fuerza y gran
tamaño.
Película
Núcuma en 3D
En el imponente auditorio de la Catedral, con una
capacidad para 400 personas, niños y adultos podrán disfrutar de Núcuma, un corto animado en 3D que
revela la interesante historia de la formación del domo salino y los métodos de explotación que llevaron a construir la
Catedral en su majestuosidad arquitectónica
y en la supremacía histórica que representa para Colombia y el mundo.
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