El ídolo vallenato se prepara con todos los hierros a la reconquista de España, gira que iniciará en la primera semana de mayo. Diseño de arte: Juan Carlos Roncancio Mendoza |
Ricardo Rondón Ch.
Jorge Celedón marca la andanada de sus años a
ritmo de son, de son vallenato, que es lo suyo, su querencia, la savia de sus
ramificaciones genealógicas en esa aldea guajira que es Villanueva, donde en cada esquina se ve un grupo de párvulos con
sus respectivos fuelles al pecho, entre pitos y bajos, cumpliendo a los dictámenes
de la leyenda garciamarquiana de ‘Francisco El Hombre’.
O desgranando
décimas y versos a todo pulmón en el meridiano de una calle polvorienta del
barrio El Cafetal, escenario de ‘Drama provinciano’, esa letra con la que se estrenó como cantante,
a los 12 años, un muchachito delgado de ojos como cocuyos, más bien tímido, a
quien su padre, Alfonso Celedón, afiebrado
por las rancheras, llamaba ‘Zongo’.
Jorge dice que es la hora en que no sabe el
porqué de ese remoquete, en una época en que la muchachada del barrio se largaba
a montar las bicicletas que prestaba el chino Nilson Martínez, cuando la profesora Olinda Celedón, cuasipariente del hoy ídolo, les daba como premio al
rendimiento y a la disciplina, una merecida tarde deportiva.
De hecho el Jorge colegial no dio guerra entre
aulas. Era un muchacho aplicado, decente, de buena crianza provinciana, la que
se “mama en casa”, distante de los desmadres juveniles que se ven hoy en las
grandes ciudades, y hasta en las ‘mejores’ familias, proclives a la violencia, la
vulgaridad, el vicio y la criminalidad.
El pasado
miércoles 4 de marzo Jorge Celedón
Guerra (hijo de Maura Guerra),
celebró, como diría Jorge Barón, sus
primeros 47 años. Que en su físico, la sencillez y la naturalidad con que ha
tomado la vida, no lo enteran para nada de esos complejos y pesares propios de
aquellos que, con el ego engrandecido, recurren precipitados al estiticista de
mayor prestigio, a las cremas protectoras de Hilda Strauss, o las revitalizadores de Jorge Hanné.
La sonrisa de siempre, la de la sencillez y la naturalidad, no obstante el reconocimiento y la fama adquiridas. Foto: Prensa Jorge Celedón |
Celedón es un tipo sin prisas que la tiene clara.
Y todos estos recuerdos antes mencionados los va deshilvanando con la misma
sonrisa de niño, y con tres palabras, que sin ser muletillas, pronuncia con un
dejo cantarino: ‘bonito’, ‘compartir’ y ‘aprendizaje’.
No pierde la compostura ni siquiera con las largas filas y las tensionantes
esperas de esos trámites engorrosos que ahora se inventó la Embajada de España con la creación de
la Oficina de Asuntos Consulares, en
la calle 81 con 19ª, al norte de la capital.
Allí lo
acompañaba el viernes su manager Alfonso
‘Poncho’ Castro y el empresario José
Porras, con quien Celedón firmó
una gira de conciertos por Europa,
España, como cabeza de este itinerario que comienza en la primera semana de mayo, y que podría
prolongarse por Bruselas, París y Londres.
Una de
tantas giras que el dos veces ganador del Grammy
Latino en la categoría Cumbia-Vallenato
(2007 por ‘Son… para el mundo’ y 2014 por ‘Sin Fronteras I), ha cumplido en
Colombia y en el exterior, en esos ires y venires que le exige la vida
artística a una figura de su talla y renombre, gran parte del tiempo entre
jumbos y hoteles de categoría, pero también en camionetas todo terreno por
caminos ásperos como lo hizo hace poco en Chámeza
(Casanare).
Nunca, que lo
haya oído su mánager, Celedón ha
dicho: “Yo por allá no voy”, porque
para el villanuevero la patria de la música no tiene razas, ni estratos, ni
distingos sociales. Es única y el público se lo reconoce con creces, desde el
encopetado de una discoteca de Atlanta
o de Nueva York, hasta el novio más
tragado y humilde del planeta -como aconteció en Chámeza-, que pidió permiso para subir a la tarima, y con la
complacencia del artista, pedir en matrimonio la mano de su pretendida y
dedicarle la canción ‘Esta vida’,
con los acordes de Gustavo ‘Tavo’ García.
Con Luis Quizá, el aficionado que en Chámeza (Casanare) pidió en matrimonio a su novia durante un concierto que el villanuevero ofreció en esa población. Foto: Prensa Jorge Celedón. |
Ese es Jorge Celedón: Un prolífico juglar
vallenato abierto a los requerimientos y las consideraciones de sus seguidores,
que son muchos, en ésta y en otras naciones, en Ecuador y Costa Rica,
por ejemplo, en su reciente gira por Venezuela,
donde para carnavales se llenaron las playas de Higuerote de Caracas,
por segunda vez en la capital venezolana, a petición del público, y a lo largo
de esa geografía que él recorre en Norte,
Centro y Sudamérica, con ese propósito palpitante de dar a conocer lo bello
del folclore.
En esa trashumancia
de rapsoda vallenato, de mensajero de la paz, el amor y la reconciliación a
través de sus melodías, Jorge Celedón
y su compañero de fórmula, el jovencísimo y talentoso Gustavo ‘Tavo’ García, no sólo está atento a lo que hay que
resolver entre partituras, sonido, instrumentos y tarima.
Es cabeza de
grupo de una de las organizaciones artísticas más sólidas que hay en Colombia, donde todo funciona con un
mecanismo de relojería, desde las contrataciones, el diseño y la dirección de
proyectos alternos, el cubrimiento de sus espectáculos y sus consecuentes
boletines y reseñas en medios de comunicación y redes sociales, con un credo
como columna vertebral: disciplina,
respeto, puntualidad y criterio profesional.
He ahí una
gran parte de la abundante cosecha de la Organización
Jorge Celedón en todos estos años de consolidación, de triunfos a granel,
de plazas y coliseos repletos, de premios y reconocimientos por doquier -discos
de oro y platino, y ese par de codiciados gramófonos que lo llenan de orgullo-,
y del top imparable en la radio, el número
uno, como ha sido el éxito de ‘Lo
que no me gusta de ti’, original de Iván
Calderón, que ya completa medio año en el primer lugar.
En el lanzamiento del Festival 'Francisco El Hombre', a celebrarse en Riohacha, entre el 20 y el 22 de marzo. El valduparense Éibar Gutiérrez le sigue la cuerda. Foto: Prensa Jorge Celedón |
La misma
caja de resonancia a principios de los años 70 con ‘Drama provinciano’ (letra de su tío Daniel Celedón, con el acordeón de Ismael Rudas, y la voz femenina de la India Meliyará), que tiene como moraleja, en la actualidad, con
incisiva razón ante el penoso panorama familiar, el sufrimiento de los niños por los errores de los mayores.
Que no es el
caso de Jorge Celedón, ni más
faltaba, quien habla por sí solo de ser un padre ejemplar, no obstante la
cantidad de compromisos que registra su agenda de ídolo vallenato. “Siempre que
aterrizo en Bogotá -ciudad donde está radicado-, le doy gracias a Dios porque sé que me voy a olvidar por
un momento de todo, para dedicarle el mayor tiempo posible a mis hijos y a mi
familia”.
En el instante
en que salió de tramitar su visado en la Oficina
de Asuntos Consulares de la Embajada de España, varias mujeres que
circundaban dicho sector lo reconocieron y lo abordaron para solicitarle una
foto o un recuerdo con su firma. Celedón,
como es habitual en él, no tuvo inconveniente en complacer los deseos de sus
admiradoras, pese a las premuras de sus diligencias (al siguiente día debía
partir a Cali).
Aprovechamos
para conocer su opinión, a propósito del Día
Internacional de la Mujer, sobre las desmesuradas cifras que se registran
alrededor del maltrato femenino en todos sus niveles: Abuso sexual, violación,
agresiones físicas y psicológicas, atentados con ácido, homicidios, violencia
intrafamiliar, entre una alarmante serie de vejámenes a que viven sujetas a
diario las mujeres colombianas.
Celedón fue enfático al respecto:
“Primero, un
mensaje a los hombres, porque yo no veo necesidad de maltratar a una mujer. Si
hay problemas, inconvenientes, diferencias que nunca faltan, para eso existe el
diálogo. Si ven que ya se agotó el amor, pues piénsenlo, analícenlo y tomen la
decisión en común acuerdo, pero sin peleas, sin enfrentamientos, como personas
civilizadas. La gente en general tiene que convencerse de que la violencia es
el camino más equivocado, que la agresión trae más agresión. Hay que propender por el respeto y la
tolerancia, y más en el caso de la mujer, que es símbolo de amor y vida. ¡Hombre!,
si es que de ellas venimos todos. Sin ellas la vida sería imposible. La
mujer nos la regaló Dios para quererla, comprenderla y disfrutarla”.
El cantor que con sus sentidas melodías, ha hecho posible un sinnúmero de enamoramientos y reconciliaciones. Foto: Prensa Jorge Celedón |
De todas sus canciones a las mujeres,
que son muchas ¿cuál les regalaría a ellas para homenajearlas en su día?
“‘Cuatro rosas’, pero con ramillete
incluido. Porque hay que ver cuántas parejas disueltas se han vuelto a reunir
con esa canción, que también ha sido motivo de cantidad de enamoramientos”.
Y de la paz, ¿que piensa Jorge
Celedón de la paz? Está en un momento crucial el proceso de los Diálogos de La
Habana y hay una inmensa expectativa para que se firme el acuerdo. ¿Usted
también lo ve de esa manera?
“Bueno, yo
creo con vehemencia en ese proceso. Al Presidente
Santos le veo las mejores intenciones. Pienso que por primera vez están
ambas partes frente a frente, y hasta una delegación de altos mandos militares
ya entró en el debate para priorizar cómo sería el posible desarme y lograr ese
objetivo que los colombianos venimos soñando por años. Nunca antes se había
adelantado tanto, y estoy convencido que esta vez la paz va a ser posible para
fortuna de nuestros hijos y de las nuevas generaciones”.
¿Cómo hace para conservar la
naturalidad de su carácter, la prudencia y la sencillez, en medio del éxito y
el reconocimiento, la cantidad de discos honoríficos, y dos Grammys a cuestas?
“No más que
compartir estos logros con la gente donde uno esté, porque es el público el
gran promotor y mediador de lo que uno alcanza como artista. De modo que uno se
toma la vida con agradecimiento, primero con Dios, y segundo con los seguidores que hacen posible que el
cantante siga abriendo caminos. Yo quiero a la fanaticada del género,
independiente de que esté de parte de Jorge
Celedón o de otros intérpretes, porque estamos hablando de la gran familia
del vallenato y a todos hay que apoyarlos y respetarlos”.
¿Cómo observa a las nuevas
generaciones del vallenato que siguen sus pasos, sus huellas, hoy en día en un
momento tan difícil y competitivo en diferentes aspectos, principalmente en la
debacle de la industria del disco?
“Hay que
hacerles saber que esto es una lucha permanente y que cuando se comienza hay
que llenarse de valor y sabiduría para superar los obstáculos que se presenten.
Que no es fácil, pero tampoco imposible cuando se tejen sueños, siempre y
cuando exista el anhelo y la motivación, y la disponibilidad de seguir aprendiendo en el camino. Hay que saber
asimilar más los tropiezos que los grandes logros. Porque de los tropiezos y las derrotas, es de los que más se aprende”.
¿De todos los conciertos a la fecha,
después de recibir el segundo Grammy, cuál es el que más lo ha conmovido, el
que le ha hecho tambalear la tarima?
“Siempre hay
cosas bonitas que lo van sorprendiendo a uno. No necesariamente tiene que ser
el país tal o la ciudad tal. Pero sí es preciso destacar el concierto de Monterrey (México), cuna del vallenato
azteca, donde nos fue muy bien nuevamente; pero también San José de Costa Rica, Caracas,
donde la gente disfrutó mucho”.
Con el empresario tolimense José Porras, gestor y promotor de la próxima gira de Jorgito en España y otras regiones europeas. Foto: Archivo particular. |
“España, un placer estar de nuevo con
todos los amigos de la Madre Patria,
con eventos y empresarios serios, que por eso no habíamos ido anteriormente
porque no visualizábamos una propuesta sólida. Pero esta gira que ha programado
el empresario José Porras nos
pareció interesante y vamos a ir. Estaremos
el jueves 7 de mayo en Madrid, el viernes 8 de mayo en Milán (Italia), el sábado
9 de mayo en Barcelona, y el domingo 10 de mayo en Logroño, en la plaza de
toros de Logroño, y en la semana siguiente, viernes 15 de mayo en Málaga, sábado
16 de mayo en Alicante, y hay posibilidad de hacer París y Londres. El
ánimo está vivo para compartir con el público colombiano en tierras europeas”.
¿Qué le significa haber sostenido
durante medio año, en el primer lugar, su éxito, ‘Lo que no me gusta de ti’?
“Es una
canción que cayó muy bien, que hacía falta, porque tiene un mensaje que,
cualquiera que escuche el título la remitirá a una diatriba o a un sinsabor de
pareja, pero es todo lo contrario: Resalta los momentos bonitos, los tiernos
detalles y esos sentimientos que nutren una relación”.
¿Qué le representa cantar en
Villanueva, tierra de acordeones, la patria chica de su nacencia, subirse a la emblemática
tarima ‘Escolástico Romero’ que lo vio nacer a usted como artista?
“Eso es algo
muy bonito porque siempre que me paro ahí, con el orgullo y el respeto que me
inspira esa tarima, veo algunas caras conocidas, unas más envejecidas, pero
igual, con el mismo cariño de siempre, sabiendo que uno se alejó tanto por
razones de la profesión. Allá me siento en mi patio, en fiel camaradería con
los vecinos, con los viejos, con la parvada, con ese nuevo semillero de acordeoneros que es el futuro del folclore que amamos y
cultivamos. Todo eso me llena de un profundo sentimiento”.
¿Y acostumbra darse su vuelta por la
casa paterna del barrio El Cafetal, que inspiró su memorable canción, darle un
repaso a las vaquitas, los becerros, y las gallinas en corrales?
“Ya no como
antes, porque la casa está cada vez más sola. Y me da mucho guayabo porque mis
padres tampoco están allá”.
¿Pero sí se encuentra con ese amigo
de la infancia que le prestaba la bicicleta para echarse a correr por la
serranía?
“Sí, siempre,
Nilson Martínez nos prestaba
bicicletas a los muchachos, y estamos planeando volver a repetir esa excursión
en la serranía, como solíamos hacerlo con ‘El
Negro’ Orozco y todos los de la gallada”.
Jorge Celedón marca de nuevo su andanada en tiempo
de son, de son vallenato. Con la misma
sonrisa del niño de la época de ‘Drama provinciano’, se despide de su
gente, de sus admiradoras. Aborda la pomposa camioneta cuatro puertas de su
manager ‘Poncho’ Castro. Hoy, entre
afanes de visados, la capital colombiana. Mañana, como decía don Julio E. Sánchez Vanegas, “desde cualquier lugar del mundo”.
Jorge Celedón, grandes éxitos: http://bit.ly/1aTz8ve
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