jueves, 13 de noviembre de 2014

"Nos resistimos a que nos prohíban y nos manden"

El maestro César Rincón durante su conmovedora alocución interrumpida por lágrimas. Foto cortesía: Alejandra Parra

Ricardo Rondón Ch.

Con una nutrida asistencia de público, agremiaciones taurinas, empresarios, ganaderos, toreros, novilleros, subalternos, mozos de espada, cronistas, escritores, fotógrafos y aficionados, se celebró en las afueras de la Plaza de Santamaría uno de los actos más significativos y trascendentales que a la fecha se hayan realizado en aras de defender los derechos de una fiesta milenaria, una expresión legítima de la cultura por antonomasia, como es el arte del toreo: el último rito pagano de la humanidad.


La proclama tuvo el protocolo habitual de las corridas, a la hora inicial de las mismas, 3:30 p.m., con los acordes del Himno Nacional de la República de Colombia, el Himno de Bogotá D.C., y el emblemático pasodoble, ‘El Gato Montés’, toque de apertura del paseíllo.

El cronista taurino Iván Parra ofició como maestro de ceremonias en una tarima donde se ubicaron los toreros de América y del otro lado del Atlántico, de la España que erigió el toreo como su fiesta nacional, en un acto de solidaridad y hermandad con los nuestros, los novilleros en huelga desde hace tres meses, tras la alcaldada de prohibir las corridas de toros en Bogotá, y no obstante la Corte Constitucional fallar a favor de la fiesta brava, persistir en la negligencia y demora de la administración distrital en las reparaciones locativas del edificio taurino, para dar continuidad a la expresión artística de la tauromaquia.


Entre los toreros de otras latitudes (España, Francia, México) figuraron: Curro Vásquez, Juan José Padilla, Miguel Abellán, Julián López ‘El Juli’, Sebastián Castella, José María Manzanares, Iván Fandiño, Octavio García ‘El Payo’, Miguel Ángel Perera, Manuel Escribano, Alejandro Talavante, Diego Silveti; y los colombianos Pepe Manrique, Paco Perlaza, Cristóbal Pardo, Ramsés Ruiz, Juan Solanilla, Guerrita Chico, Sebastián Vargas, César Camacho, Juan Rafael Restrepo, entre otros.

Una de las intervenciones más aclamadas y conmovedoras, fue la del maestro César Rincón, que sin un papel de por medio expresó con elocuencia el derecho a la libertad, a las minorías, el sentido de pertenencia y el respeto a los protagonistas de la tauromaquia, a las numerosas familias damnificadas por la censura oficial, y su alocución alcanzó topes de efervescencia y sentimiento al punto que tuvo que hacer un intervalo para dar paso a la lágrimas, en medio de una pertinaz lluvia.

La emoción de la máxima figura del toreo nacional cundió entre la concurrencia que rompió en aplausos, lo mismo que en el estrecho abrazo de los toreros invitados. Otra disertación ovacionada fue la del cronista taurino Guillermo Rodríguez Muñoz, impresa en su característico lirismo, con la sindéresis, el tono y las pausas de oradores de épocas rancias.

Rodríguez Muñoz también fue el vocero del Manifiesto Libertario, en propiedad y defensa de la fiesta, autoría del escritor y cronista taurino Antonio Caballero -que a continuación reproducimos en su totalidad-, firmado por los toreros y novilleros presentes, y avalado de igual forma en su rúbrica por personalidades como el Premio Nobel de Literatura peruano Mario Vargas Llosa y los cantautores españoles Joan Manuel Serrat y Joaquín Sabina.

Manifiesto Libertario  

Nutrida asistencia de aficionados en el Plantón Taurino, en las afueras de la Plaza de Santamaría. Foto cortesía: Alejandra Parra
Para nosotros, los aficionados a los toros, el toreo es una manifestación de alta cultura. No porque lo hayan cantado los poetas o pintado los pintores, ni porque Francia, burocráticamente, lo haya declarado patrimonio cultural intangible de su tierra. Sino porque es una actividad que se expresa de muchos modos y es a la vez muchas cosas: una fiesta, un rito, un espectáculo, un combate, un sacrificio, un juego. Y un arte.

Las artes se definen por sí mismas, sin necesidad de demostración teórica: son como el movimiento, que se demuestra andando. Y en consecuencia se defienden también por sí mismas. Pero el arte del toreo, como todas las artes, tiene un enemigo, que es el poder. El de la Iglesia lo ha perseguido durante siglos, el de las autoridades civiles ha querido prohibirlo en muchas épocas y lugares, tanto cuando son despóticas – dictaduras o monarquías de derecho divino –como cuando se pretenden democráticas en virtud del derecho de las mayorías a gobernar. Olvidando el otro elemento esencial de la democracia, que es el respeto por las minorías.

Es esta última modalidad de acoso la que nos tiene reunidos hoy aquí, ante esta plaza de toros de Santamaría arbitrariamente clausurada por el capricho de un alcalde, que lo justifica en nombre de la estrecha aritmética que le dio el triunfo electoral.

Los aficionados a los toros somos una minoría, y sabemos que nuestros gustos no son universalmente compartidos. Por eso no aspiramos a imponerlos sobre los de otras minorías haciéndolos obligatorios, ni queremos tampoco prohibir los suyos, que pueden ser tan variados como la ópera o las carreras de motocicletas o la práctica del espiritismo, las procesiones religiosas o las maratones de marcha a pie. Sólo pretendemos que, recíprocamente, no nos impongan los suyos ni nos supriman los nuestros. No queremos ni mandar ni prohibir. Pero nos resistimos a que nos prohíban y nos manden.

No se trata únicamente de reclamar el derecho a asistir como espectadores a las corridas de toros. Se trata también de defender el derecho a elegir el propio oficio. En este caso, la profesión de torero, como lo desean estos jóvenes novilleros que llevan meses acampando frente a las puertas cerradas de la plaza de toros, como refugiados de una guerra. O como lo hicieron estas figuras del toreo venidas de España, México y Francia, y por supuesto también de Colombia, para acompañarlos en persona en una manifestación de solidaridad con ellos y de coherencia con sus propias vidas. Estamos aquí, en suma, para exigir la libertad. La libertad de expresión. La libertad de elección. La libertad del placer. Contenidas todas en el eterno sueño libertario que es la prohibición de prohibir.

Quien quiera suscribir este Manifiesto, bienvenido sea. Ya lo haga por su afición a los toros, o por su interés en el arte, o por su tolerancia hacia los gustos ajenos, o por su respeto por los derechos de las minorías, o por su amor a la libertad. Este es un Manifiesto para hombres libres.

Antonio Caballero Holguín, Bogotá, 13 de noviembre de 2014

Julián López 'El Juli', encarando con solidaridad la censura y prohibición de las corridas. Foto cortesía: Alejandra Parra
El maestro César Rincón y el cronista taurino Iván Parra Díaz. Foto cortesía: Alejandra Parra 
El rejoneador Juan Rafael Restrepo y Juan del Mar. Foto: La Pluma & La Herida 
El escritor y cronista taurino español Felipe Garrigues. Foto: La Pluma & la Herida
Los toreros colombianos Cristóbal Pardo y Ramsés Ruiz. Foto: La Pluma & La Herida
El torero y empresario colombiano José Porras. Foto: La Pluma & La Herida
Carlos Barbero, ganadero del hierro Santa Bárbara. Foto: La Pluma & La Herida
La periodista taurina Diana Carolina Baquero. Foto: La Pluma & La Herida
El periodista Juan Carlos Arenas entrevista a Miguel Abellán. Foto: Alejandra Parra
Felipe Negret, gerente de la Corporación Taurina de Bogotá. Foto: Alejandra Parra
Infaltable Noel Petro, torero y folclorista. Foto: La Pluma & La Herida
Estrecho abrazo de César Rincón y José María Manzanares. Foto cortesía: Alejandra Parra
Salud Hernández-Mora tomando atenta nota. Foto: La Pluma & La Herida
Leonidas Manrique y don Luis Galindo. Foto: La Pluma & La Herida
Alejandro Talavante celebra un apunte de Luis Bolívar. Foto cortesía: Alejandra Parra
El abogado y aficionado Neftalí Montaña. Foto: La Pluma & La Herida
Mario Villamil y Joselito Borda. Foto: La Pluma & La Herida
Muy elegantes los matadores Fernando Rozo y Paco Perlaza. Foto: La Pluma & La Herida

Share this post
  • Share to Facebook
  • Share to Twitter
  • Share to Google+
  • Share to Stumble Upon
  • Share to Evernote
  • Share to Blogger
  • Share to Email
  • Share to Yahoo Messenger
  • More...

0 comentarios

 
© La Pluma & La Herida

Released under Creative Commons 3.0 CC BY-NC 3.0
Posts RSSComments RSS
Back to top