martes, 15 de agosto de 2017

Anímese a contar a Bogotá en 100 palabras

Hasta el 30 de septiembre estará abierta la convocatoria, en tres categorías: Infantil, Juvenil, Adultos, para participar en el concurso Bogotá en 100 palabras. Logo: Leer es volar  
  
Ricardo Rondón Ch.

¿Se acuerdan del cuento más corto y célebre de habla hispana, autoría del escritor guatemalteco Augusto Monterroso?

Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí.

Siete palabras, cuarenta y tres letras, un microrrelato que, desde su publicación en 1959, no ha parado de motivar sesudos ensayos y cuestionamientos, y de imponerse a la fecha como material de análisis en facultades de filosofía y letras, o en academias de literatura.

Bogotá en 100 palabras es la convocatoria de la Alcaldía Mayor y la Cámara Colombiana del Libro para que niños, jóvenes y adultos participen en este concurso de relato breve, que en el marco del Plan Distrital de Lectura y Escritura Leer es volar, incentiva el pulso y la imaginación para respirar, vivir y sentir la ciudad a través de su narrativa.

Bien se sabe que la capital es, desde todos los ángulos, una fuente de inspiración permanente, no solo para la escritura sino para todas las artes. Siempre encontrarás un lugar, una situación, un personaje, que jamás podrás desprender de tu memoria.

El programa Libro al viento, también de la Alcaldía Mayor de Bogotá y de la Secretaría de Cultura, Recreación y Deporte, ha publicado media docena de volúmenes sobre crónicas y relatos de Bogotá, con reconocidas plumas del quehacer narrativo latinoamericano y local.

Ahora la oportunidad para públicos de todas las edades apunta al microrrelato, con un máximo de 100 palabras, en el que se pone a prueba el poder de síntesis de un escrito, el argumento, su estructura y la belleza de su lenguaje.

El concurso Bogotá en 100 palabras es un proyecto inspirado en Santiago en 100 palabras, de Chile, que nació hace diecisiete años por iniciativa de la poeta, escritora, socióloga y tallerista Carmen García, a través de la creación de la Fundación Plagio y de la revista literaria que lleva el mismo nombre.

Cuenta García que en la primera convocatoria de Santiago en 100 palabras -sin las herramientas y los dispositivos tecnológicos actuales- se recibió un promedio de 270 relatos, y que fue tal la expectativa que despertó en lectores y escritores (Chile, uno de los países con mayor índice de lecturabilidad en Latinoamérica, con Argentina, Uruguay y México), que se vieron obligados a abrir concursos en otras ciudades como Antofagasta, Valparaíso y Concepción, y más adelante retomaron el modelo capitales del mundo como Puebla (México) y Budapest (Hungría).

Panel de presentación oficial de Bogotá 100 palabras, encabezado por el alcalde Enrique Peñalosa. Foto: Carlos Mario Lema
En la presentación oficial de Bogotá en 100 palabras, acto que se realizó en la Biblioteca Virgilio Barco, y en la que se concertó un conversatorio en el que participó el alcalde Enrique Peñalosa, el presidente ejecutivo de la Cámara Colombiana del Libro Enrique González Villa, la escritora y gestora cultural chilena Carmen García y la escritora bogotana Irene Vasco, con moderación del periodista, economista y catedrático Mauricio Rodríguez Múnera, el burgomaestre enfatizó que la construcción de una ciudad no sólo está en las obras físicas, que son importantes, sino en la construcción de una sociedad encausada en una óptima calidad de vida a través de la cultura y el amor por los libros.

“La lectura nos hace mejores seres humanos, más tolerantes y respetuosos, cuidadosos del entorno y con un alto sentido de solidaridad y convivencia”, recalcó Peñalosa.

De ahí su preocupación por incentivar la lectura en los niños, y lo más importante, la comprensión de la misma, que es el obstáculo que no permite que una población importante de lectores fluya y se multiplique.

De hecho, el presupuesto para el fomento de la lectura en la capital, es el más alto del país, con una cifra ambiciosa de $150.000.000.000, que incluye programas como Leer es volar y la infraestructura de escenarios y bibliotecas, de cincuenta más que está pactado Peñalosa entregará durante su administración.

Para Enrique González Villa, de la Cámara Colombiana del Libro, Bogotá en 100 palabras es una invitación para que los habitantes de la ciudad cuenten de manera espontánea sus experiencias y la relación con su territorio, esto para estimular el amor por la escritura y la lectura, como se observa  en la Feria del Libro de Bogotá, que años tras año supera su caudal de visitantes. La cifra de la edición de este año: 550.000.

El concurso, respaldado por las secretarías de cultura y educación del distrito, tendrá como jurados a los narradores Hugo Chaparro Valderrama, Darío Jaramillo Agudelo e Irene Vasco.

La convocatoria estará abierta hasta el 30 de septiembre del año en curso. Los aspirantes podrán inscribirse en una de las tres categorías habilitadas: Infantil (menores de 13 años), Juvenil (14 a 17 años) y Adultos (18 años en adelante).

De cada una de esas tres categorías saldrá el cuento ganador, cuyo autor recibirá un generoso premio equivalente a $8.000.000. El jurado seleccionará un primer puesto y tres menciones especiales por categoría. A su vez, los 100 mejores relatos serán publicados en un libro de bolsillo de distribución gratuita, y los diez mejores serán ilustrados y divulgados en espacios públicos: parques, plazas, transporte masivo, etc.

Programa bandera de la Alcaldía Mayor de Bogotá y de las secretarías distritales de cultura y educación, con una ambiciosa inversión de $150.000.000.000. Foto: Bogotá Mejor para Todos   
Los concursantes deberán ingresar a www.bogotaen100palabras.com , diligenciar el formulario con sus datos personales y montar su relato (de máximo 100 palabras) en la plataforma. Los relatos deben ser inéditos y sus autores deben tener domicilio en Bogotá. Sólo se recibirá un microrrelato por participante.

El concurso, además, estará acompañado de un componente de formación que tiene como objetivo dar herramientas de escritura creativa para sus aspirantes. Los talleres se realizarán en instituciones educativas, bibliotecas públicas y comunitarias, universidades y librerías.

El fallo de los ganadores se conocerá el 30 de noviembre.

Algunos ejemplos de microrrelatos, tomado del libro Antofagasta en 100 palabras (los mejores 100 cuentos en su VI edición):

El loco Z

Fue oveja negra. Fue cantante de prostíbulo. Fue rockero con famita y drogadicto. Fue solitario y putero. Fue obrero y hasta capataz. Ahora es ilusionista de sueños, fundidor de cuarzo reciclado, constructor de casas en el aire, despistado con pierna enyesada en el hospital de Antofagasta, y candidato al manicomio.

(Valérie Silvestre, 46 años, San Pedro de Atacama).

Papa pescador
De chico veía a mi viejo sacar pejerreyes en La Chimba, cabrillas en el puerto y apañaos en Juan López. Hoy madrugo, recorro casi los mismos lugares, sonrío después de horas sin éxito y lla mo a mi viejo pa’que me invite a almorzar.

(Rodrigo Álvarez Mazú, 31 años, Antofagasta).

El Colombia
En la pega me pusieron a trabajar con un colombiano. Mi cara fue de espanto, pero terminamos la pega al tiro y nos ganamos el tremendo bono al fin de mes. Lo invité a mi casa y juntos con nuestras señoras hicimos un asado: Nuestros hijos jugaban play. Las mujeres intercambiaban recetas de cocina. Semanas después mi mujer me esperaba con arepas calientitas. Le llevé unas cuantas al Colombia, como le puse, “un manjarsh”, dijo.

 (Yerko Ayán Figueroa, 28 años, Antofagasta).
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