jueves, 23 de julio de 2015

'Colombia, tierra mía': Hermanos Tejada interpretan a Fabio Polanco

Portada del álbum que enaltece la creación y tradición de los aires representativos de la música del interior de Colombia. Foto: La Pluma & La Herida 
Ricardo Rondón Ch.

Colombia, tierra mía, es el título del nuevo álbum del poeta y compositor tolimense Fabio Polanco, en esta oportunidad interpretado por el dueto de los Hermanos Tejada, quienes a lo largo de treinta y tres años ininterrumpidos, desde su talento y vocación de intérpretes, han dado lustre y trascendencia a la melodía ancestral del interior del país.

La novedosa producción discográfica del sello Semilla Music comprende veintiséis melodías originales del destacado bardo y letrista de Dolores (Tolima), en ritmos autóctonos de guabinas, pasillos, valses, bambucos, pasajes y danzas.

Un viaje de ida y vuelta por la geografía sentimental del autor, que va de lo más entrañable de sus cuitas y nostalgias, como la canción que le da el título a su producción, la guabina Tierra mía, a lo desenfadado y bucólico de su repertorio, que se puede apreciar en el bambuco Carajo, a mí qué me importa, certera sátira a aquellos compatriotas de cubiertos de plata, que desprecian lo nuestro por consumir lo del extranjero.

Otras creaciones como El Libro, El Ladrón, La Duda, Por no poder olvidar, El Muro, Chiquitín, Buscando un amor y Tierra de las maravillas, revelan la mirada prismática de Polanco a través de su memoria latente, de su aguda percepción de la vida y el hombre, y de las hondas y fuertes raíces que lo atan al territorio de su inspiración, que no es otro que la patria de su nacencia con sus fértiles campiñas y esa romería de labriegos que al final de la jornada agradecen el milagro de la semilla rasgando cuerdas de tiples y guitarras, al compás de rimas y tonadas.

Colombia, tierra mía, es un ramillete de melodías que, por fortuna, satisface el gusto de cientos de seguidores de la música que nos identifica como criollos, como hijos de esta nación musical por excelencia, que pese a la desatención de las grandes cadenas radiales, sigue vigente, acuñada en el corazón de quienes la han sabido apreciar y enaltecer de generación en generación.

Para dar prueba fehaciente, no hay sino que darle una mirada a los grandes festivales que se programan al año en diferentes regiones del país, con auditorios y espacios abiertos abarrotados de público, reservas de hoteles con varios días de anticipación, y un desfile permanente de talentosos artistas en tarima, y en diversos géneros.

Por nombrar algunos: el Festival ‘Garzón y Collazos’, de Ibagué; el ‘Mono Núñez’, en Ginebra, Valle; el ‘Antioquia le canta a Colombia’, en Santa Fe de Antioquia; el antiquísimo Festival de Cootrafa, de la Cooperativa de Trabajadores de Fabricato, en Medellín; o el Encuentro de Música Colombiana, de la Corporación Cortiple, también en la capital antioqueña.

Si los medios masivos de comunicación, en especial la radio, incentivaran el amor por la música que nos identifica, tal y como la hacen con ritmos foráneos y atronadores ruidos prefabricados, seguro que otra sería la suerte de este país donde lo auténtico y legítimo de nuestras costumbres y tradiciones musicales, es relegado a la amnesia y a la desmemoria.

El dueto de los Hermanos Tejada, con 33 años de trayectoria artística. Foto: La Pluma & La Herida
Contra todo lo anterior han tenido que bregar los Hermanos Tejada, uno de los duetos de arraigo y permanencia en el quehacer musical del interior del país, ya como intérpretes, compositores y arreglistas, a la fecha con trece trabajos musicales en todos los formatos: acetatos, casetes y cds.

En su acreditada carrera, Gustavo y Roberto, tiple y guitarra, primera y segunda voz respectivamente, no han bajado la guardia en la firme convicción por sublimar las letras y los aires representativos del folclore de la región andina, inspirados desde niños en los programas musicales que a diario sintonizaba su padre José Enrique Tejada, en el pintoresco municipio que los vio nacer: Morelia, en el departamento del Caquetá.

Aún de pantalón corto de género, Gustavo, de quince, y Roberto, de diecisiete, se lanzaron a la aventura de grabar su primer Lp., Haciendo folclore, en 1982, gracias al mecenazgo del compositor e intérprete caqueteño Ismael Téllez Valenzuela, autor de los doce temas de esa discografía.

Dicho longplay  fue la punta de lanza de una carrera cimentada por el estudio, la vocación y el profesionalismo del dueto que tomó la antorcha del legendario Garzón y Collazos, sin descontar a Silva y Villalba, quienes no obstante la gloria musical que representan, en los últimos años se han visto disminuidos por quebrantos de salud.

De ese primer título a 2015, los Hermanos Tejada han rubricado trece producciones discográficas, de las más recordadas: Déjame quererte (1984), del maestro José A. Morales, con el sello Fonosón, del doctor Rito Antonio Galvis; Amo mucho tus ojos (1986), pasillo del maestro César González; Dime corazón (1988), bambuco del compositor huilense-caqueteño Dídimo Cubillos; el compilado Estrellas de la Música Colombiana (1991), en donde con los Tejada resaltan firmas como las de Silva y Villalba, los Hermanos Martínez, Jaime Llano González, y los tenores Víctor Hugo Ayala y Julio César Alzate.
     
Además de producciones especiales como Tierra de las maravillas, del maestro Fabio Polanco, con el sello Semilla Music; tres álbumes (1998), con el sello Sonotec: Colombia y su Música (I y II), Treinta Éxitos de Música Colombiana (I y II), y Treinta Éxitos de Música Latinoamericana (I y II), con la colaboración del genial arpista venezolano Manuel J. Larroche; el álbum Quiéreme ahora (2003, disco de oro), del recordado compositor tolimense José Faxir Sánchez; y en 2010, el homenaje a los dos compositores más importantes de la música colombiana: Los Hermanos Tejada les cantan a Jorge Villamil y a José A. Morales (Yo Yo Music), con invitados en el órgano y el piano de Jaime Llano González y Jorge Zapata.

El maestro Fabio Polanco en las faldas del cerro de la Virgen de los Dolores, municipio tolimense que lo vio nacer. Foto: La Pluma & La Herida
Ahora, en la media luna de este año que nos acontece, 2015, Gustavo y Roberto Tejada afinan voces y se ajustan en acordes, armonías y tonalidades con un repertorio que pone de presente el acervo y la grandeza cultural de nuestra música, en la virtud y la perseverancia de quien hace más de veinte años ha sido una fuente inagotable de inspiración y trabajo de escritorio con horario de oficinista: el poeta Fabio Polanco.

En el buen oído de los cultores de la bella música colombiana queda la estima, el disfrute y la reflexión de este trabajo discográfico, hecho a mano, a pundonor, con el amor y la dedicación al territorio de nuestras quimeras y sufrimientos, de los grandes logros, pero también de las inexplicables frustraciones que hacen parte de la totalidad de la existencia, y de las que sólo el prodigio del verso, en franca ceremonia con la música, nos redime y reivindica.

Presentación en vivo de Colombia, tierra mía

Lugar: Biblioteca Nacional de Colombia (sala ‘Aurelio Arturo’)
Dirección: Calle 24#5-60 (Bogotá D.C.)
Fecha: Jueves 30 de julio de 2015
Hora: 6:30 pm.
Entrada libre

Al final del recital se ofrecerá un coctel

Fabio Polanco en Las mañanas con Uno: http://bit.ly/1LFSSB0

Fabio Polanco, el poeta: http://bit.ly/1yzvUrd

Fabio Polanco, auténtico poeta de la memoria: http://bit.ly/1LxVhz6
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