viernes, 13 de junio de 2014

Nelson Paviotti, el rey de la 'verdeamarela'

La vida del abogado brasileño Nelson Paviotti gira alrededor de los colores que identifican la selección de su país. Foto: cortesía Reuters 
Ricardo Rondón Ch.

Hace justo 20 años, cuando se jugaba la copa del mundo en Estados Unidos (1994), el abogado paulista Nelson Paviotti encaró la promesa de que si la Selección de Brasil se alzaba con el título, el honraría, como nadie en la historia de su país, los colores de su amada divisa.

Pocos le pararon bolas creyendo que lo de Paviotti no era más que una retórica de buen hincha, excitado por el fervor de su equipo, con la adrenalina que genera la máxima cita del fútbol mundial, y quizás estimulado por unos caipirinhas de más.

Pero el jurisconsulto cumplió lo prometido, después que el combinado brasileño se impuso a su rival de Italia, aquella memorable tarde del 17 de julio de 1994 en el estadio Rose Bowl de Pasadena, en la ciudad de Los Ángeles, en esa suerte de ruleta rusa que son los disparos desde el punto penal.

Paviotti no podía dar crédito a sus ojos, lloró de felicidad y asumió, a partir de ese momento, el cambio anunciado: rendir homenaje a las tonalidades emblemáticas de su equipo. Empezó por revolucionar su ropero, poco a poco, con la asesoría de su sastre de confianza; renovó por completo sus trajes elegantes, atuendos deportivos, zapatos de calle, camisas, corbatas, franelas, calcetines, y hasta la ropa interior.

Sus vestidos, su ropa deportiva, sus camisas, sus corbatas, sus zapatos y accesorios, tienen la 'verdeamarela'. Foto cortesía: Reuters
Su esposa creyó que se había chiflado, como también coincidieron sus compañeros de trabajo en el Palacio de la Suprema Corte, cuando el abogado marcaba la diferencia de sus colores vistosos, con los serios y sobrios del resto de funcionarios.

Pero ahí no paró la cosa. Cumplido su cometido con las prendas de vestir, pasó a decorar la casa con los mismos colores, por encima de las reflexiones de su mujer, que no tuvo otro remedio que terminar aceptando sus caprichos paulatinamente.

Paviotti remodeló en su totalidad la pintura y el decorado de su morada: las alcobas, la cocina, los baños, la sala, el estudio, el patio de descanso, el garaje, el mobiliario, los electrodomésticos, entre otros enseres, toallas, manteles, sillas, cuadros,  llevan en conjunto y disposición los colores amarillos, verde y azul.

Cuando todos en la casa respiraron profundo creyendo que la misión del jefe del hogar, hasta ahí había llegado, entraron en preocupación, esta vez de asesoría clínica, al advertir que don Nelson se había matriculado con una dieta especial de ingredientes naturales, frutas, legumbres, hortalizas, quesos y demás, con los matices de la escuadra brasileña.

Esta novedosa disciplina gastronómica hizo que Paviotti rebajara 13 kilos de peso, que él celebra satisfecho, ya que contrario a las críticas y objeciones de sus seres queridos, lo que le ha aportado este cambio a manteles es una magnífica salud: “Confieso que me sentía acomplejado por mi barriga. Ahora tengo otro aire, me siento más fresco y liviano, y mucho más saludable”, asegura.

Metódico y ordenado, con ese rigor casi que cuadriculado de los nacidos bajo el signo Piscis con ascendente Tauro,, Nelson Paviotti, a sus bien vividos 63 años, podría considerarse como el rey de los fanáticos, el más elegante, y el que lleva con hondo orgullo el amor por la camiseta de su selección, la 'verdeamarela', que de ellas tiene una ambiciosa colección, la mayoría firmadas por algunos de los jugadores. Igual, de los mismos, una envidiable galería de retratos, posters y caricaturas que él exhibe como trofeos de caza a los reporteros gráficos en cada visita.

Paviotti ostenta una galería con fotos, retratos y posters de las estrellas de la Selcción e Brasil. Foto cortesía: Reuters  
La vecindad ya se acostumbró a verlo desplazarse campante en cualquiera de los dos Volkswagen esacarabajo, por supuesto, con los colores amarillo, verde y azul, tanto en su carrocería como en su interior, y ríanse, hasta en su motor, con la particularidad de que hizo instalar dos parlantes fijos en el techo del automotor, que en el trayecto señalado repican las notas del himno nacional de la República de Brasil. A 200 metros de distancia, el personal  adscrito a la Suprema Corte ya sabe que el abogado Paviotti está próximo a hacer su aparición por el alto voltaje de las bocinas.

Residente en el sector de Campinas, estado de Sao Paulo, el exótico personaje tiene fincadas las esperanzas para que Brasil se corone nuevamente campeón en la justa mundialista que nos acontece, y que tiene como sede su país. “Me siento como un verdadero patriota que ama a su bella nación y que tiene mucha fe en que todo va a cambiar para bien, para que todos disfrutemos de una mejor calidad de vida. Por eso mi pasión por la Selección, sin dudas, la mejor del planeta y la que nos ha dejado con la moral en alto en otras fronteras”, ratifica emocionado el profesional del Derecho.

Seguramente, Paviotti vitoreó hasta el cansancio los goles de Neymar en el primer partido de la escuadra auriverde en su triunfo ante Croacia, en el reciente cotejo del Arena Corinthias, de Sao Paulo. Pues ahí está el detalle, como diría el gran Cantinflas: Paviotti acaba de hacer una nueva promesa: cambiar su nombre de Nelson por el de Brasil, así como suena, ‘Brasil Paviotti’, si los muchachos al mando de Luis Felipe Scolari, el excéntrico 'Filipao', conquistan la anhelada copa el próximo 13 de julio.

Pues en manos de Scolari y su combo estelar, está que el señor Paviotti conserve o no su gracia bautismal. Porque está dicho y está hecho: el hombre, cumple lo que promete. Y quién sabe, a futuro, con qué más sorprenderá. 
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