jueves, 21 de abril de 2016

Svetlana Alexiévich, Premio Nobel de Literatura: "Hay que aprender a combatir las ideas y no a las personas"

Svetlana Alexiévich, Nobel de Literatura 2015, ha brillado por su sencillez y simpatía en lo que va recorrido de la 29° Feria Internacional del Libro de Bogotá. Foto: Alirio Guisa/FILBo
Ricardo Rondón Ch.

La Premio Nobel de Literatura Svetlana Alexiévich, de Bielorrusia, se ha ganado el cariño y la admiración del público, a escasos días de la apertura de la 29° Feria Internacional del Libro de Bogotá.

La periodista, escritora y gran visionaria de los conflictos bélicos y los procesos de paz en el mundo, ha dejado su impronta no solo por su enorme investidura literaria, sino por su carácter sencillo y jovial, no obstante su procedencia del legendario territorio de Tolstoi y Dostoievski, y de ese estigma de que los rusos padecen por siglos de un sufrimiento y una frialdad históricas.

Desde su primera aparición en el certamen ferial, la señora Alexiévich, autora entre otros libros de La guerra no tiene rostro de mujer, Voces de Chernóbyl: Crónica del futuro, Fascinados por la muerte y El fin del ‘Homo Sovieticus’, entre otros, dejó clara su postura con el momento crucial que vive Colombia en vías del proceso de paz:

“Ni siquiera la persona más grande del mundo es capaz de hacer una labor titánica como el restablecimiento de la paz. Por eso es que cada uno de ustedes, cada uno de los miembros de la sociedad, tiene que hacer su aporte a esta gran causa. Cada uno tiene que ser y vivir consciente de lo importante que es la paz, que con el odio no se logra absolutamente nada, que lo único que se puede lograr es un baño de sangre. Este gran objetivo que es la paz en este país sólo se logra con el amor”.

La congratulada con el máximo reconocimiento que se conceden a las letras universales ya había puntualizado su simpatía por Colombia y por la esperanza de perdón y reconciliación que abrigamos los colombianos, en sus sentidas palabras que pronunció en el acto inaugural, al que asistió el presidente Juan Manuel Santos:
    
“Escribo esto en un mes de marzo y hace frío en los Países Bajos –recalcó la Nobel-, pero mis pensamientos no están con el frío nórdico y la inclemente luz de Ámsterdam, sino con el mapa de Colombia que tengo abierto frente a mí y que me llena de pensamientos y sensaciones nostálgicas”, un introito en el que no se hizo esperar el abrazo rotundo del respetable, y de poetas e intelectuales invitados, como el holandés Cees Nooteboom, y los colombianos William Ospina y Juan Gabriel Vásquez.

En sus encuentros con la prensa y con las juventudes que a la fecha han frecuentado el recinto ferial para oírla y abordarla, Svetlana Alexiévich hizo énfasis en el respeto con el que se debe ver y tolerar las opiniones, la importancia de recobrar las voces de las víctimas, y el interés mancomunado por la lectura, como vehículo transformador de una sociedad inteligente y con proyección hacia el futuro:

“Es una tarea obligatoria dejar que todos hablen, dejar que todos griten su verdad. A victimarios y verdugos también hay que escucharlos. Nuestra vida es trivial y los medios de comunicación lo reflejan, pero la lectura es la forma de pensar en el gran enigma de la vida. El arte refleja nuestra cruda realidad y nos pone de frente con nuestras circunstancias”.

El tema más sensible, que para ella es el fundamental en su actual visita a Colombia, es el de las mujeres en la guerra, como lo subraya su libro: La guerra no tiene rostro de mujer. Al respecto, la señora Alexiévich, destacó:  

“La voz de las mujeres es importante porque los hombres son rehenes de la cultura de la guerra. La guerra y la mujer son incompatibles”.

Imperdibles los conversatorios de la Premio Nobel Svetlana Alexiévich, dentro y fuera de la Feria Internacional del Libro. Foto: elmundo.es 
Tocada por las tempranas lecturas de Fiodor Dostoievski, de quien la escritora se refirió como pilar y aliciente en su arduo camino por el periodismo y la literatura, la autora bielorrusa también recalcó en los temores de la condición humana, esos miedos que compartimos a diario, y justamente sobre el miedo a la muerte narró una jocosa anécdota de su época de reportera, alrededor de una entrevista a una mujer víctima del horror y los vejámenes del régimen soviético:

“Le pregunté: ¿tiene miedo de morir? A lo que la mujer respondió: ‘¿‘Tú crees que uno piensa en morir heroicamente o solo tiene miedo de morir? Sí, realmente sentíamos este miedo, pero lo que más me daba miedo no era morir al amanecer cuando se despierta la naturaleza, cuando cantan los pájaros, sino morir con estos espantosos calzones masculinos que me tocó usar durante cuatro años. Todas las mujeres que estábamos en el batallón teníamos este miedo de morir con estos interiores masculinos que nos obligaban a usar porque no habían interiores femeninos…Estaba dispuesta a morir por mi país, pero no con los calzones que tenía puestos’”.

La guerra, el conflicto, las víctimas, los reintegrados, la incertidumbre del posconflicto, cualquier cantidad de temas para debatir con quien es considerada una erudita, escritora, investigadora de a pie, con un compromiso irreductible por la verdad, el reconocimiento y la defensa de los desprotegidos y caídos ante las vilezas y los abusos del poder.
   
“Sabía muy poco de este país y no pensé que se pareciera tanto al nuestro. Uno de los temas al cual estoy dedicada es a la escritura de la historia de la ‘civilización roja’, o cómo la gente se ha vuelto rehén de una utopía, y cómo esta utopía dejó un mar de sangre”, afirmó Alexievich.

La escritora narró un fragmento del recorrido que su pueblo ha transitado en busca de la libertad y lamentó la situación actual de su país:

“Hoy en día, en Rusia y Bielorrusia estamos retrocediendo a la cultura de la guerra. Rusia representa un cuadro muy triste. En el mundo le tienen miedo; ya no tenemos nada que decir aparte de que tenemos buenos aviones y construimos con petrodólares. Es muy triste hacer constar este hecho”.

Luego de hacer un llamado para que los colombianos puedan recorrer un camino hacia la libertad sin violencia, Svetlana Alexiévich invitó a reunir buenos libros y escritores en un mismo lugar para hablar de cómo debe ser el mundo y de cómo aprender a combatir las ideas y no a las personas.

El regocijo colectivo alcanzó su máxima temperatura cuando la ganadora del Nobel extendió su invitación a vivir, ¡a vivir la vida! sin temores ni fantasmas, con el desparpajo y la libertad que nos endilga ser habitantes de este planeta, que por cierto, nos resistimos a rescatar y proteger del marasmo en que se encuentra:

Necesito almas que reflexionen. Lo que más teme el ser humano es que su vida carezca de sentido. Después de todo, nuestra vida es una constante búsqueda de significado”, concluyó.

Jueves 21 de abril, ‘La guerra no tiene rostro de mujer’, conferencia de la Premio Nobel rusa, en conversación con la escritora colombiana Laura Restrepo. Lugar: auditorio ‘José Asunción Silva’. Hora: 6:30 p.m.

Sábado 23 de abril: ‘Las mujeres en la guerra’, debate de Svetlana Alexiévich con la periodista colombiana Marta Ruiz. Lugar: Biblioteca Pública ‘Virgilio Barco’. Hora: 11:00 a.m.

Algunos enlaces de interés
“Svetlana Alexiévich: La victoria del reportaje literario”, un detallado perfil de la nobel por la periodista Pilar Bonet.
Fragmento Voces de Chernóbil y una columna de Carolina Sanín sobre el libro.
Fragmento La guerra no tiene rostro de mujer
Consulte y amplíe información en la web oficial FILBo: http://feriadellibro.com/ 
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