Portada del álbum que enaltece la creación y tradición de los aires representativos de la música del interior de Colombia. Foto: La Pluma & La Herida |
Ricardo Rondón Ch.
Colombia, tierra mía, es el título del nuevo álbum del poeta
y compositor tolimense Fabio Polanco,
en esta oportunidad interpretado por el dueto de los Hermanos Tejada, quienes a lo largo de treinta y tres años
ininterrumpidos, desde su talento y vocación de intérpretes, han dado lustre y trascendencia
a la melodía ancestral del interior del país.
La novedosa
producción discográfica del sello Semilla
Music comprende veintiséis melodías originales del destacado bardo y
letrista de Dolores (Tolima), en ritmos
autóctonos de guabinas, pasillos, valses, bambucos, pasajes y danzas.
Un viaje de
ida y vuelta por la geografía sentimental del autor, que va de lo más
entrañable de sus cuitas y nostalgias, como la canción que le da el título a su
producción, la guabina Tierra mía, a
lo desenfadado y bucólico de su repertorio, que se puede apreciar en el bambuco
Carajo, a mí qué me importa, certera
sátira a aquellos compatriotas de cubiertos de plata, que desprecian lo nuestro
por consumir lo del extranjero.
Otras
creaciones como El Libro, El Ladrón, La Duda,
Por no poder olvidar, El Muro, Chiquitín, Buscando un amor y Tierra de las maravillas, revelan la
mirada prismática de Polanco a
través de su memoria latente, de su aguda percepción de la vida y el hombre, y
de las hondas y fuertes raíces que lo atan al territorio de su inspiración, que
no es otro que la patria de su nacencia con sus fértiles campiñas y esa romería
de labriegos que al final de la jornada agradecen el milagro de la semilla rasgando
cuerdas de tiples y guitarras, al compás de rimas y tonadas.
Colombia, tierra mía, es un ramillete de melodías que,
por fortuna, satisface el gusto de cientos de seguidores de la música que nos
identifica como criollos, como hijos de esta nación musical por excelencia, que
pese a la desatención de las grandes cadenas radiales, sigue vigente, acuñada
en el corazón de quienes la han sabido apreciar y enaltecer de generación en
generación.
Para dar
prueba fehaciente, no hay sino que darle una mirada a los grandes festivales
que se programan al año en diferentes regiones del país, con auditorios y
espacios abiertos abarrotados de público, reservas de hoteles con varios días
de anticipación, y un desfile permanente de talentosos artistas en tarima, y en
diversos géneros.
Por nombrar
algunos: el Festival ‘Garzón y Collazos’,
de Ibagué; el ‘Mono Núñez’, en
Ginebra, Valle; el ‘Antioquia le canta a
Colombia’, en Santa Fe de Antioquia; el antiquísimo Festival de Cootrafa, de la Cooperativa
de Trabajadores de Fabricato, en Medellín; o el Encuentro de Música Colombiana, de la Corporación Cortiple, también
en la capital antioqueña.
Si los
medios masivos de comunicación, en especial la radio, incentivaran el amor por
la música que nos identifica, tal y como la hacen con ritmos foráneos y atronadores
ruidos prefabricados, seguro que otra sería la suerte de este país donde lo
auténtico y legítimo de nuestras costumbres y tradiciones musicales, es
relegado a la amnesia y a la desmemoria.
El dueto de los Hermanos Tejada, con 33 años de trayectoria artística. Foto: La Pluma & La Herida |
Contra todo
lo anterior han tenido que bregar los Hermanos
Tejada, uno de los duetos de arraigo y permanencia en el quehacer musical
del interior del país, ya como intérpretes, compositores y arreglistas, a la
fecha con trece trabajos musicales en todos los formatos: acetatos, casetes y cds.
En su
acreditada carrera, Gustavo y Roberto,
tiple y guitarra, primera y segunda voz respectivamente, no han bajado la
guardia en la firme convicción por sublimar las letras y los aires
representativos del folclore de la región andina, inspirados desde niños en los
programas musicales que a diario sintonizaba su padre José Enrique Tejada, en el pintoresco municipio que los vio nacer: Morelia, en el departamento del Caquetá.
Aún de
pantalón corto de género, Gustavo,
de quince, y Roberto, de diecisiete,
se lanzaron a la aventura de grabar su primer Lp., Haciendo folclore, en 1982, gracias al mecenazgo del compositor e
intérprete caqueteño Ismael Téllez
Valenzuela, autor de los doce temas de esa discografía.
Dicho longplay fue la punta de lanza de una carrera
cimentada por el estudio, la vocación y el profesionalismo del dueto que tomó
la antorcha del legendario Garzón y
Collazos, sin descontar a Silva y
Villalba, quienes no obstante la gloria musical que representan, en los
últimos años se han visto disminuidos por quebrantos de salud.
De ese
primer título a 2015, los Hermanos
Tejada han rubricado trece producciones discográficas, de las más
recordadas: Déjame quererte (1984),
del maestro José A. Morales, con el
sello Fonosón, del doctor Rito Antonio
Galvis; Amo mucho tus ojos (1986), pasillo del maestro César González; Dime corazón
(1988), bambuco del compositor huilense-caqueteño Dídimo Cubillos; el compilado Estrellas
de la Música Colombiana (1991), en donde con los Tejada resaltan firmas
como las de Silva y Villalba, los Hermanos Martínez, Jaime Llano González,
y los tenores Víctor Hugo Ayala y Julio César Alzate.
Además de
producciones especiales como Tierra de
las maravillas, del maestro Fabio
Polanco, con el sello Semilla Music;
tres álbumes (1998), con el sello Sonotec: Colombia
y su Música (I y II), Treinta Éxitos de Música Colombiana (I y II), y Treinta
Éxitos de Música Latinoamericana (I y II), con la colaboración del genial
arpista venezolano Manuel J. Larroche;
el álbum Quiéreme ahora (2003, disco
de oro), del recordado compositor tolimense José Faxir Sánchez; y en 2010, el homenaje a los dos compositores
más importantes de la música colombiana:
Los Hermanos Tejada les cantan a Jorge Villamil y a José A. Morales (Yo Yo
Music), con invitados en el órgano y el piano de Jaime Llano González y Jorge
Zapata.
El maestro Fabio Polanco en las faldas del cerro de la Virgen de los Dolores, municipio tolimense que lo vio nacer. Foto: La Pluma & La Herida |
Ahora, en la
media luna de este año que nos acontece, 2015, Gustavo y Roberto Tejada afinan voces y se ajustan en acordes,
armonías y tonalidades con un repertorio que pone de presente el acervo y la
grandeza cultural de nuestra música, en la virtud y la perseverancia de quien
hace más de veinte años ha sido una fuente inagotable de inspiración y trabajo
de escritorio con horario de oficinista: el poeta Fabio Polanco.
En el buen
oído de los cultores de la bella música colombiana queda la estima, el disfrute
y la reflexión de este trabajo discográfico, hecho a mano, a pundonor, con el
amor y la dedicación al territorio de nuestras quimeras y sufrimientos, de los
grandes logros, pero también de las inexplicables frustraciones que hacen parte
de la totalidad de la existencia, y de las que sólo el prodigio del verso, en
franca ceremonia con la música, nos redime y reivindica.
Presentación en vivo de Colombia,
tierra mía
Lugar: Biblioteca Nacional de
Colombia (sala ‘Aurelio Arturo’)
Dirección: Calle 24#5-60 (Bogotá
D.C.)
Fecha: Jueves 30 de julio de 2015
Hora: 6:30 pm.
Entrada libre
Al final del recital se ofrecerá un
coctel
Fabio Polanco en Las mañanas con Uno: http://bit.ly/1LFSSB0
Fabio Polanco, el poeta: http://bit.ly/1yzvUrd
Fabio Polanco, auténtico poeta de la memoria: http://bit.ly/1LxVhz6
Fabio Polanco en Las mañanas con Uno: http://bit.ly/1LFSSB0
Fabio Polanco, el poeta: http://bit.ly/1yzvUrd
Fabio Polanco, auténtico poeta de la memoria: http://bit.ly/1LxVhz6
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