Otro de la larga lista de sueños hechos realidad, en la historia musical de Misi. Foto: La Pluma & La Herida |
Ricardo Rondón Ch.
Podría
decir, sin temor a equivocarme, que María
Isabel Murrillo Samper ha vivido gran parte de su vida en las neblinas
oníricas donde habitan los personajes que ha trabajado, que en la realidad,
muchas veces cruda y áspera, que atañe a lo terrenal. Con todo eso, me afinco a
la certidumbre de que es una de las creativas y empresarias artísticas que
mejor tiene puestos los pies sobre la tierra.
Como en las fantásticas historias de autor y propias que ha llevado a escena, más de cuarenta en su rutilante currículum de teatro musical, Misi, para quienes la rodean, la quieren y han creído y trabajan con ella, sigue subiendo los peldaños de esa escalera al cielo -parafraseando el título de Led Zeppelin´- que forjó cuando era niña.
Es más, en
sus sueños -no ha habido para ella ninguno imposible a la fecha-, Misi no ha salido aun de la enorme casa
de muñecas con todos los juguetes que su padre Hernando Murillo (hermano del célebre compositor Emilio Murillo) les fabricó a ella y a su hermana
Josefina como regalo de navidad en los albores de los años 60, en una antigua
morada, la paterna, ubicada en lo que hoy se conoce como la Zona T de Bogotá.
La
compositora, pedagoga musical e inagotable empresaria, ha hecho de su trabajo
un decimotercer planeta, fabuloso por excelencia, que ha venido compartiendo
por décadas y varias generaciones con niños y adultos por igual, en el género
de mayor complejidad, tiempo, inversión y producción cuando de una puesta en
escena se trata, de las macro que ella, a la batuta de su compañía, se le ha
medido: el Musical.
Con la misma
capacidad, exigencia y sentido de perfeccionismo con que narra en las tablas
sus relatos de Navidad, Misi lo hace
con sus grandes producciones, tan exitosas y de localidades agotadas que ha
llevado orgullosa a Broadway y al Lincoln Center de Nueva York, por nombrar solo dos: ‘West Side Story’ y ‘Annie’,
aplaudidas y reconocidas con creces por la crítica especializada.
Sin
descontar ‘Jesucristo Superestrella’, ‘Grease’,
‘Oliver’, ‘El Mago de Oz’, ‘Aladin’, ‘Avenida Q’, ‘La más grande historia jamás
contada’, su ‘Tributo a Michael
Jackson’, y más reciente, a finales del año anterior’, ‘Por siempre Navidad’.
Ahora se
enfrenta, según ella, a su reto mayor (en Misi
siempre ha habido un reto en crescendo).
Correr el telón del Teatro Colsubsidio,
el 17 de abril, para el estreno de ‘La
Novicia Rebelde’ (El Sonido de la Música),
original de Richard Rodgers y Óscar
Hammerstein, clásico del cine protagonizado por Julie Andrews y dirigida por Robert
Wise, que en marzo de este año cumplió 50
años y recibió memorable homenaje en la ceremonia de los premios Óscar (con Julie Andrews presente) por parte de Lady Gaga, en una vibrante interpretación de la melodía que inspiró
su banda sonora.
Julie Andrews, inolvidable en su protagónico de 'La Novicia Rebelde', película que en marzo pasado cumplió 50 años. Foto: RCA Víctor |
Con el
cronómetro a mil entre ensayos y preparativos para la gala inaugural, y esos
pequeños detalles de los que ella siempre está atenta en sus producciones, Misi hizo un alto en su comprometida
agenda para adelantar detalles de este súpermontaje que a ella le venía
rondando en la cabeza de tiempo atrás, y
que en esta versión para Colombia contará con los roles protagónicos de Mónica Danilov y Hyalmar Mittroti, un elenco de 35 artistas, la dirección y coreografía
de Mitch Sebastian, la dirección
musical del maestro Ricardo Jaramillo
y su Nueva Filarmonía, y la
traducción (libreto original de Howard
Lindsay y Russel Crowse) y
dirección general de María Isabel
Murillo, Misi.
Da la impresión de que en cada
proyecto, en los que se mete de cabeza hasta el fondo, sufre un cambio de piel.
¿Hasta dónde llegan la pasión y el entusiasmo en todo lo que hace?
“Uno siempre
debe pensar cómo reinventarse y superarse a sí mismo. Esta profesión que elegí
exige enorme preparación y trabajo. La formación y la disciplina son claves.
Nosotros nos hemos preparado formando gente todos los días cada vez más en
escalada. No es algo eventual ni esporádico. Aquí nos las jugamos todos. Desde
el tramoyista y el utilero, hasta el coreógrafo y la directora. El equipo
trabaja por y para un mismo objetivo: brindar el mejor espectáculo”.
¿Es un decir que en su carrera todo
lo que sueña se le cumple? o ¿Hay algo que realmente no se le haya cumplido a
la fecha?
“Tengo que
afirmar que ninguno de mis sueños se ha quedado a mitad de camino. En algún
instante me entró la duda que Proscenio,
el gran centro cultural que estamos adelantando, con una capacidad para 1.500 personas y espacios de academia y
formación, se iba a quedar en el aire. Lo sentí en mi corazón, pero no pasó de
ser una falsa corazonada, porque ahora
veo que va por buen camino y es una realidad, algo trascendental en la historia
cultural de Colombia”.
Mónica Danilov, Hyalmar Mittroti y los niños cantores, en un ensayo de 'La Novicia Rebelde'. Foto: Missi Producciones |
¿En qué momento germinó ‘La Novicia
Rebelde’ como proyecto en Colombia, un espectáculo macro al mejor estilo
Broadway?
“Yo llevaba
como dos años detrás de los derechos. Eso fue lo más difícil. El año pasado
estábamos en plena temporada de ‘Por
siempre Navidad’ con el coreógrafo Mitch
Sebastian, con quien he fortalecido una alianza creativa y artística
difícil de encontrar. Él es un genio para mí, un hombre brillante, y en algún
momento nos sentamos a hablar sobre qué íbamos a hacer para este año. Le
comenté que no nos habían dado los derechos de ‘La Novicia Rebelde’. Le pareció extrañísimo e inmediatamente se
comunicó con su agente, quien a su vez habló con los representantes legales del
musical. Para sorpresa mía, al día siguiente recibimos el comunicado de
autorización. Fue como un milagro, una bendición. Gracias a Mitch se hizo realidad este sueño, pero
también gracias a la trayectoria de la compañía y del proyecto que habíamos
presentado con antelación. Como tú dices: una macroproducción”.
Igual, todo estaba como confabulado
para que la Novicia tomara forma y contenido en escena. La bella y virtuosa
Mónica Danilov, su protagonista, les cayó como del cielo…
“Desde
luego. Mónica es una niña
carismática, maravillosa. Además que me pareció como de fantasía, porque cuando
anunciamos que íbamos a hacer las audiciones, tuvimos que confesarle al público
que lo hacíamos, no porque no tuviéramos una Novicia Rebelde al interior de la compañía. Mónica hubiera podido aparecer o no aparecer. Hemos contado siempre
con un ángel de la guarda y esta niña, además de su talento, es fuente de un
trabajo y una inspiración increíbles. Así corroborábamos que Misi Producciones está abierta al
talento nacional. No somos una empresa de puertas cerradas”.
El maestro Ricardo Jaramillo, director musical de 'La Novicia Rebelde'. Foto: La Pluma & La Herida |
¿Cuántas aspirantes se presentaron al
casting?, y en qué momento Misi, refiriéndose a Mónica dijo, ‘esta niña es’.
“Las
aspirantes que se presentaron por audición pública fueron noventa y cuatro. De
la compañía teníamos como ocho o diez candidatas, cualquiera hubiera podido
ser. El final fue bien difícil porque quedaron cuatro, maravillosas todas. Y la
decisión definitiva recayó en Mónica
(Danilov) por su ángel, su figura,
su derroche de voz”.
¿Cuántas veces vio en su niñez ‘La
Novicia Rebelde’ y si se le pasó por la mente, tiempo después, llevarla a
escena?
“Vi la
película dieciocho veces o más. De modo que con eso te respondo todo”.
¿Cabría la posibilidad, en un futuro,
de llevar a Broadway ‘La Novicia Rebelde’ hecha en Colombia?
“No creo que
nos lo permitan, pero sí podría hacer una gira por América Latina. El musical, en inglés, se ha presentado en muchas partes
del mundo y ha agotado boletería en Broadway,
Londres, Madrid,
Roma. etc. Pero ojalá a los países
de habla hispana les interese y estaríamos gustosos en presentarla, porque tenemos mucho qué dar. El éxito está más que
asegurado”.
¿Y después de ‘La Novicia Rebelde’?
“¡Ufff!, en
este montaje hemos invertido cantidad de energía, recursos y fortalezas, y
tendríamos que hacer un alto en nuestra bitácora de sueños para pensar qué más
vamos a hacer”.
¿Se le mediría a hacer ‘Cien años de
soledad’, algo que no ha podido hacer ningún coreógrafo hasta el momento,
justamente por la complejidad de la historia y la cantidad de personajes?
“Sería un
gran proyecto. Una oportunidad para hacerle un homenaje a nuestro Nobel Gabriel García Márquez. Algún día
lo haré. Sería la gran realización, el Summum
Cum Laude de Misi Producciones”.
Con todas las empresas imposibles que
ha sacado adelante, ¿se atrevería a hacer el gran musical de ‘Cien años de
soledad’?
“Absolutamente,
sí. No te quepa la menor duda. Ese es un sueño consentido. Tomará su tiempo
considerable, pero lo haré”.
La versión colombiana
de ‘La Novicia Rebelde’
Elenco de la versión colombiana de 'La Novicia Rebelde'. Foto: Misi Producciones |
Ganadora de cinco premios Tony, incluido Mejor Musical, ‘La Novicia Rebelde’ fue inspirada en una historia real: la de la
bella aspirante al convento de Nonnberg,
María Augusta Kutschera (1905-1987),
que en el período de entreguerras fue encomendada como institutriz de los hijos
del viudo barón austríaco George von
Trapp, con quien luego contraría nupcias.
Corrían las
borrascas trepidantes de la guerra en
1938, cuando la familia se vio forzada a abandonar el país huyendo de los
nazis porque el barón se negó a ingresar en la Marina del Tercer Reich y a rendir culto al dictador nazi Adolf Hitler.
Cuna del
genio de la música brillante Wolfgang
Amadeus Mozart y situada en la alpina región de Salzburgo, la ciudad austríaca del mismo nombre, donde se rodó la
mayor parte de la película, es conocida por su célebre festival de música,
ópera y teatro, así como por su rancio esplendor arquitectónico.
Al
celebrarse medio siglo del estreno de la película, el 2 de marzo de 1965, bajo la dirección de Robert Wise, con los protagónicos estelares de Julie Andrews y Christopher
Lummer, la ciudad austríaca ha sido motivo de peregrinaje de foráneos del
mundo, ávidos de conocer el escenario real que dio lugar a la historia, y recorrer
los bellos paisajes donde se rodó gran parte de este largometraje musical, el
más visto de la historia del cine.
María Augusta von Kutschera nació en un tren rumbo a Viena (Austria), el 25 de enero de 1905. Su madre murió
cuando tenía dos años y la niña pasó al cuidado de su tía en una pequeña aldea.
Creció como atea y socialista, pero su vida dio un vuelco radical tras asistir
a un concierto de Bach en una
iglesia.
Imagen en primer plano de María Augusta von Trapp, que inspiró el musical de 'La Novicia Rebelde'. Foto: mentafloss.com |
Así ingresó
en la Abadía de Nonnberg, en Salzburgo, para convertirse en monja,
pero antes de profesar, la Madre Abadesa
decidió enviarla un año a la Villa von
Trapp para cuidar de la hija del capitán, dolido este por una fiebre
reumática.
Fue apenas
el comienzo de un mítico romance que después del éxito de la película y durante
ciencuenta años, le ha dado varias veces la vuelta al mundo como el musical más
aplaudido y de localidades agotadas en la historia de Broadway (más de 1.000
funciones, desde su estreno el 16 de
noviembre de 1959, con Mary Martin
y Theodore Bikel), que ahora Misi Producciones y Casa Editorial El Tiempo llevan a
escena para Colombia, a partir del 17 de
abril, en el Teatro Colsubsidio.
Con una
escenografía que evoca los Alpes
austríacos a través de once impactantes paneles, la voces angelicales de
los niños de la familia von Trapp, vestuario
de época, 35 artistas en escenario, y los acordes de la Orquesta Nueva Filarmonía bajo la batuta del maestro Ricardo Jaramillo, ‘La Novicia Rebelde’ a la colombiana, con la producción y dirección
general de Misi, y el montaje y dirección
coreográfica de Mitch Sebastián, promete
ser un éxito sin precedentes en la cronología de los grandes musicales en
Colombia.
Mónica Danilov, ‘La Novicia
Rebelde’
La virtuosa mezzosoprano colombiana Mónica Danilov en el rol protagónico de 'La Novicia Rebelde'. Foto: La Pluma & La Herida |
Como una de esas
fortuitas maniobras del destino que sólo se dan cada siglo, la aparición de la
colombiana Mónica Danilov Márquez en
el musical de ‘La Novicia Rebelde’,
para Colombia, estuvo signada por una serie de coincidencias que suelen
revelarse en la mente de un escritor. Al igual que Misi, Mónica, en los albores de su adolescencia, vio la película diecisiete
veces, y a lo largo de su carrera musical, cursada en Nueva York, abrigó la ilusión de interpretarla.
Hoy,
realizado ese sueño, aduce que no tiene palabras para expresar la felicidad que
la embarga. Asegura que sólo su corazón es el portador de esa alegría que para
ella significa haber podido cristalizar un anhelo que, en su infancia, no pasó
de ser una de las tantas fantasías que vuelan en la imaginación, propias de la
edad pueril.
Además de su
interés por la obra como tal, y ese reconocimiento postrero que le hizo a la
protagonista de la película, Julie
Andrews, de quien ha releído sus memorias, y que tomó como modelo a seguir
en su formación musical en el prestigioso Manhattan
School of Music, de Nueva York,
donde se graduó.
A principios
de este año, mientras cursaba una maestría de Canto en el Brooklyn College
Conservatory, se enteró por el link
que le envío una amiga de la convocatoria de Misi, que buscaba a la Novicia
Rebelde colombiana para su producción.
El bajo colombo-francés Hyalmar Mittroti interpreta al capitán George von Trapp. Foto: La Pluma & La Herida |
Fue Mónica una de las noventa y cuatro
aspirantes, que luego de enviar su currículum y vídeo (grabado en un iPhone por
su compañera de apartamento), resultó entre las cinco finalistas. Luego vendría
la prueba reina, representada en audiciones a puerta cerrada con un grupo de
quince artistas más, a principios de febrero, que también superó para ser
elegida como la Novicia que se
ajustaba a los requerimientos esenciales de la macroproducción.
En ensayos, cuando
alcanza el tono de mayor escala de su prodigiosa voz de Mezzosoprano, a Mónica Danilov le brillan sus preciosos
ojos como si fueran a estallar en lágrimas. Vestida a la usanza de las nodrizas
de Salzburgo en la época que
irrumpió el genio de Mozart, la
artista se apersona de su rol en cuerpo y alma.
Hay que ver
la energía que irradia al lado de su galán, el capitán von Trapp, interpretado
por el Bajo colombo-francés Hyalmar Mittroti
(hijo del destacado director y hombre de teatro Mario Mittroti), o cuando interpreta la guitarra y canta al unísono
con los niños cantores.
Su
profesionalismo, su presencia escénica y el ángel de enormes alas que la habita
y que contagia al auditorio, ponen de presente que el espíritu de María Augusta Kutschera, o María Rainer, como figura en el guión
del musical, estaba clamando desde las antípodas a la señorita Danilov, hija de padre serbio y madre
colombiana, para ‘reencarnar’ en su preciado talento.
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