El señor Embajador de la República de Argentina en Colombia, Celso Jaque, también Embajador del gran Malbec. Foto: La Pluma & La Herida |
Ricardo Rondón Ch.
En reciente editorial (jueves 19 de junio de 2014) del diario
Los Andes, de Mendoza (Argentina) -una de las provincias vinícolas del país del
fútbol, el tango, y por supuesto los buenos vinos-, destaca, como cepa
emblemática y de alta distinción a el Malbec mendocino, que acaba de obtener el
máximo puntaje -100%- por un experto norteamericano, a propósito del remate
que, en Estados Unidos -primero en la lista de importadores de vinos
argentinos- se realizó con una caja de Malbec a cargo de una de las casas de coleccionistas
más selectas en el mundo de esta bebida espirituosa.
Una vez más y por antonomasia, desde que esta simiente fue
propagada en suelos gauchos desde 1853, particularmente en las fértiles campiñas
mendocinas, el Malbec continúa erigiéndose como honroso modelo de calidad, posicionamiento y
variedad a nivel internacional.
Resaltamos uno de los principales apartes del editorial
antes mencionado, como un reconocimiento a un trabajo arduo, de años, de muchos
esfuerzos y de un sentido de pertenencia único, que pone de presente el
entusiasmo y el talento de los grandes cultivadores y hacedores de estos vinos,
a través de su tradicional cepaje:
“(…) El Malbec, entonces, ha ganado su espacio en el mundo y
la máxima puntuación lograda por un producto local no es casual. Alcanzar 100
puntos en la calificación significa que el vino debió contar con la excelencia
absoluta tanto en color, en aromas y en boca (donde se prioriza la textura, la
acidez, la carencia absoluta de defectos y la permanencia del gusto), a lo que
debe sumarse el equilibrio entre esos tres pasos. Otras muestras, también de Malbec,
alcanzaron los 98, 97 y 96 puntos, puntajes logrados solamente por los grandes
chateaux franceses, por ejemplo”.
Una gratificante noticia para sus productores y
exportadores, que cala de maravilla justo ahora que Expovinos Colombia (Corferias), abre sus puertas (entre el viernes 21 y domingo 23 de junio), evento que año tras año viene
superando expectativas entre cultores y seguidores de vinos. Uno de ellos, el
señor Embajador de la República Argentina Celso Alejandro Jaque, oriundo de Mendoza,
ex Gobernador de la provincia, a quien hemos invitado para hablar, no sólo de
vinos, sino también de fútbol, de tango, y de la euforia que vive nuestro país
con la Selección Colombia.
¿Sigue siendo el Malbec el Rey de los vinos en
Latinoamérica?
“El Malbec sigue siendo la cepa que nos ha
permitido que a mi país se le conozca en el mundo por su calidad, su excelencia
y demanda, que es muy elevada. Argentina produce muchas otras variedades, pero
el Malbec es y seguirá siendo nuestro embajador”.
Independiente de ese destello de marca y exquisitez, ¿cuál
es el origen de ese fonema atractivo que es el Malbec?
“El Malbec es una cepa originaria de Francia, que llegó a la
Argentina por allá en 1853, de la mano de un enólogo, el ingeniero Michel Pouget,
quien fue el primero en llevar esta variedad, y que tomó unas características
muy particulares, especialmente en Mendoza, que en un principio se pensó que
era un vino para dar color, para después tomar en sí mismo la importancia de un
vino que, siendo genérico, hecho con uvas Malbec, tiene unas cualidades y
características que lo hacen único. Por esta razón es que en Argentina, desde
el año de 2011, cada 17 de abril se celebra el Día Mundial del Malbec, en
conmemoración de aquel 17 de abril de 1853, que fue la fecha en que Domingo
Faustino Sarmiento, Maestro de América y Presidente de la República de
Argentina, junto con este ingeniero francés, presentaron un proyecto para
fundar la Quinta Enológica de Mendoza, que en 1940 se transformó en lo que hoy
se conoce como la Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad Nacional de
Cuyo. Pero es a partir de 1853 que el
Malbec se arraiga en Argentina, cuando se descubre que esta cepa, con estas
particularidades únicas, es considerada como un patrimonio de nuestra cultura
vinícola, no obstante ser originaria de Francia”.
Sí, espíritu grande, esos es Mendoza, la provincia que honra al Malbec desde 1853. El 17 de abril de cada año, se le rinde especial homenaje |
A la fecha es de imaginar la variedad y la riqueza de
ramificaciones que ha tenido el Malbec en su historia. ¿Podríamos destacar
algunos?
“Argentina tiene 970 bodegas, y diría que un gran número de
ellas, especialmente las radicadas en la zona de Mendoza, elaboran y presentan
el vino Malbec, que no es la única variedad que tiene la Argentina. Hay muchos
tipos de cepas como el Bonarda, un vino de gran calidad que está dando de qué
hablar en el mundo, justamente por las características que ostenta. De otro
lado se puede hablar del Cabernet Franc, el Cabernet Sauvignon, por mencionar
algunas de las cepas vino tinto. Pero también los hay en blanco, como el
Torrentés, de extraordinarias virtudes, que es el vino blanco característico de
la Argentina, fundamentalmente de las zonas de Salta y Rioja, un vino noble, de
sabor afrutado, fresco y de agradable aroma. En todo caso son cepas que no más
llegar a la Argentina se han adaptado muy bien y que hoy permiten integrar esta
rica gama. De estas 970 bodegas ya hay 100 presentes en Colombia, con un 30 por
ciento del mercado de vinos, en un país que está empezando a conocer del vino,
a consumir vino”.
¿Qué porcentaje de consumo de vino hay en este momento en Colombia?
“Tiene un consumo per cápita anual de 1,5 litros al año por
persona, frente a países europeos que superan los 40 litros anuales; o en
nuestro caso, la Argentina, que en la actualidad registra un consumo per cápita
de 25 litros por año, habida cuenta que el vino gira en torno de las
actividades cotidianas, de la vida social, de la familia, porque es una bebida
natural, sin ningún agregado, saludable, que de hecho la Organización Mundial
de la Salud no la considera una bebida alcohólica sino un alimento”.
¿Cuál es la cosecha más importante para mostrar en Expovinos
2014? La joya de la corona.
“Una de las principales características que tiene la
producción vinícola argentina, que la ha permitido abanderar los mercados que
ha ganado en el mundo, como por ejemplo Estados Unidos, seguido de Canadá, es
que dadas las condiciones de clima que tiene, no es tan importante la añada
como puede ser en el Viejo Mundo, donde prevalece el registro de la cosecha,
porque según ella se concluyen sus características. En nuestro país no es así,
porque como tiene una variedad en cuanto a condiciones climáticas, que no son
tan grandes y fuertes como en Europa, permite que a lo largo del tiempo no se
encuentren diferencias si un vino es de 1998 o de 2010, 2011, 2013; es en sí
mismo la esencia del vino. De modo que las características no pasan por el año
en que fue elaborado. Así usted puede encontrar vinos de más de 10 años que han
sido conservados en barricas de excelente calidad, o sorprenderse con vinos muy
jóvenes, incluso de una cosecha actual al año que nos corresponde”.
Pero de lo más recomendados en esta exposición, ¿cuáles
sugiere?
“Por supuesto, todos los que lleven impreso el sello Malbec,
de la mima forma que van a encontrar Cabernet Franc, Cabernet Sauvignon,
Merlot, Bonarda; en fin, una cantidad de vinos de estupendas características en
tinto y blanco, sin dejar de lado el espumante, cuyo consumo está creciendo
mucho en Colombia, por su calidad, competitividad y precio. También van a poder
degustar los vinos de nueve bodegas que aún no figuran en Colombia, pero sí en
el stand de Argentina presente en Expovinos, estarán a disposición de
visitantes e importadores. Hay cantidad de etiquetas, más de cien. Recomiendo
no temer al año sino degustarlo en función de lo que a uno le agrada, sin
marcar diferencias de etiquetas y precios. Hay que tener en cuenta que no
siempre porque un vino sea más caro, es mejor”.
¿Qué hay con el maridaje de nuestra gastronomía colombiana?
“Yo siempre he dicho que Colombia es rica, versátil y
variada en su gastronomía, con la cual uno puede disfrutar del vino con
cualquier tipo de sancocho, con el ajiaco; o sino vamos hacia la costa, con un
buen pescado, con un arroz con coco, acompañado de un Torrontés espectacular;
una arepa de huevo, con un Bonarda, por ejemplo…”.
¡Menos con un tamal…!
“Con un tamal también, con lo que sea; yo le aseguro que con
cualquier comida colombiana, un vino viene bien. Obviamente, teniendo en cuenta
la temperatura ambiente de cada región. Esto quiere decir que no es lo mismo
tomarse un tinto en la costa, conservado en un sótano, que un tinto que se
consuma en el interior del país. Y, en lo que corresponde a los blancos, entre
más fríos, mejor”.
Si ahora mismo se le antojara elegir una botella de vino
para compartir, ¿cuál sería?
“En tinto hay dos cepas que me gustan mucho: el Malbec y el
Bonarda, cualquiera de los dos es muy bueno. Y para compartir ahora que estamos
en pleno campeonato del mundo, elegiría un Malbec Rosé, es decir un vino rosado
hecho de uvas tintas, bien fresco, acompañado de un buen queso, que los hay en
calidad y variedad en Colombia, en la sabana bogotana, en Ubaté. Eso sería
fantástico”.
Embajador, ya que tocó el tema del fútbol. ¿Cómo ha visto a
la Selección Argentina?
“Creo que todavía no ha podido demostrar todo su potencial.
No digo que los argentinos estemos esperando más, porque la Selección puede dar
mucho más, pero tenemos la firme convicción de que será uno de los finalistas,
y que nos estamos preparando para eso. Ojalá que este sábado, contra Irán,
pueda demostrar toda esa potencialidad. Está claro que todos los argentinos
anhelamos llegar a una final en Brasil”.
Que como van las cosas a lo mejor no sea con Brasil. ¿Con
qué selección la visualiza?
“Yo hasta ahora sueño la final Brasil-Argentina”.
El profesor José Pékerman y el Embajador Celso Jaque |
¿Y cómo ve a Colombia?
“Bueno, el sábado estuve viendo el partido con varios amigos
y fui el único que acerté en el resultado. Dije 3-0 y fue 3-0. La he visto muy
bien, tiene solidez, Pékerman está trabajando con rigor y disciplina en lo
suyo, que es consolidar un equipo compacto, no obstante la ausencia de Falcao,
y seguramente contra Costa de Marfil va a hacer un gran partido. Estoy
convencido de que va a ganar. Ojalá vuelva a acertar”.
¿Cómo son sus afectos con el tango?
“Yo vengo de una zona donde el tango no es tan arraigado
como lo es en Buenos Aires. Pero el tango es nuestra música popular, nuestro
embajador y lo disfruto escuchándolo. Oír a Gardel es una ceremonia, y como se
dice en mi país, cada que se oye pareciera que canta mejor. Pero también
hay muchos hacedores de este género, incluso en la actualidad, que estimulan el
culto y la permanencia de este bello patrimonio de nuestra nación. No soy un
bailarín de tango, no lo he logrado; aunque sí me gusta bailar el folclore
argentino. Me gusta ver bailar tango y ese propósito ha sido en Medellín, cuna
del fervor gardeliano, donde cada año se celebra un festival extraordinario.
Está visto que el paisa, como pocos, disfruta y siente el tango. Eso nos
hermana de manera determinante”.
¿Un tango de sus afectos que le repique en la memoria,
cuando está disfrutando de un buen vino?
“’Volver’, bien en la voz de Carlos Gardel o de otros
intérpretes. ‘Volver’ es un tango muy lindo”.
¿Y a propósito de ese título tan sentido, a qué le gustaría
volver?
“Soy soñador por naturaleza, por lo tanto uno añora el
volver, lo que pasa es que siempre pienso más en avanzar; pero el volver es
hacer reminiscencias de aquellas cosas de nuestra vida que nos traen gratos
recuerdos. Siempre es importante, cuando uno sueña, volver a esos pagos que a
uno lo marcaron por los objetivos alcanzados, que contribuyen a esa energía
para seguir concretando logros”.
Vea el documental Malbec, Cosecha del Bicentenario:
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