lunes, 23 de abril de 2018

Fútbol y ciencia, ¿un contrasentido?


Por: Eduardo Yáñez Canal

Lo dijo el escritor argentino Eduardo Sacheri y lo confirmó su compatriota el científico Diego Golombek: el fútbol es el deporte mas popular del mundo porque, según investigaciones adelantadas en prestigiosos centros académicos, tiene una gran ventaja sobre los otros deportes: su carácter impredecible, pues son muchos los casos donde el favorito es apabullado por el equipo chico. Y el que pierde hoy mañana puede ganar de manera contundente.

Establecido lo anterior, Golombek y Sacheri acuñaron, en charla efectuada en el pabellón
argentino en la Filbo 2018, el término fútbol-ciencia, combinación que parecía imposible de concebir. Porque ¿cómo es posible unir inspiración y lógica? ¿o el juego con la rigurosidad del científico? ¿o el deporte de lo impensado con la reflexión precisa de las cifras? Pues eso hicieron el viernes 20 de abril ante la expectativa de un público amante del fútbol y la literatura.

-Vamos a ver qué saben ustedes...- se lanzó a fondo Golombek- ¿creen que el balón puede hacer la comba o doblarse en el aire tanto en canchas a nivel del mar como a 3.000 y más metros de altura sobre el nivel del mar?

El experto aludía a la excusa de los argentinos al caer 6 a 1 en La Paz (Bolivia), hace unos años, en una eliminatoria para un mundial. Ellos, entrenador y algunos jugadores, pretendieron con el asunto de la densidad del aire responder al interrogante sobre cómo había sucedido una derrota tan humillante para el fútbol rioplatense. 

Sin embargo, la ciencia tenía la última palabra: “Estudios hechos en la Universidad de Amsterdam (Holanda) determinó que se podía lograr la curva en uno u otro escenario. No era el aire el que determinaba el efecto sino la pegada y la técnica del jugador la que permitía que el balón cayera en comba sobre el arco enemigo”, sentenció Golombek echando al traste la excusa asumida por los integrantes del equipo perdedor en territorio boliviano.

-¿Se dan cuenta cómo es posible aplicar los métodos investigativos de la ciencia en el fútbol?- continuó el científico.Y añadió que ante las numerosas preguntas que se hacen los aficionados al mayor espectáculo del mundo, es posible encontrar respuestas con el apoyo del trabajo metódico y organizado.

-Por ejemplo, ¿Saben ustedes cuantos kilómetros, en promedio, corre un jugador de fútbol en un partido de 90 minutos?

Fue aquí cuando surgieron las respuestas del público. Ante las diferencias observadas Golombek mencionó una investigación que afirmaba que el promedio universal era de 10 kilómetros. 

Pues aunque en algunos países, caso Brasil, es de 9 kilómetros, en otros de Europa se puede llegar a los 13 o 14 kilómetros. Claro está que influye el tamaño de la cancha, el clima, la competencia o el grado de compromiso que lleva a esforzarse más o menos en el terreno de juego.

-Va una fácil -continuó Diego Golombek- ¿quiénes recorren más en un partido de fútbol, exceptuando, claro está, al guardameta?

En esta pregunta hubo mayor aproximación pues los asistentes afirmaron que los marcadores de punta y los mediocampistas. El científico argentino felicitóa los asistentes por sus respuestas.

Amplió diciendo que son los delanteros los que menos se mueven, aunque un poco más que los defensas centros que se limitan a patrullar su área y cerrar cuando los marcadores son desbordados por los delanteros contrarios.

-Va la pregunta final. En un penal, ¿quién tiene mayores probabilidades de vencer: el portero o el que patea el balón?

Antes de que el público respondiera mencionó casi a dúo con Sacheri que recordaba una situación que se presentó en Argentina en los sesenta, cuando se enfrentaron en el clásico de clásicos Boca Juniors y River Plate

Se presentó la llegada al área de un delantero de River y cuando estaba en situación de anotar, fue derribado por un defensa xeneize. El árbitro, imperturbable, pitó penalti. Cobró el brasileño Delem y atajó Antonio Roma, legendario arquero que estuvo en dos mundiales de fútbol.

Sin embargo, el portero se había salido del marco antes que sonara el pito, acción a todas luces irreglamentaria. Fue entonces el alegato de los jugadores de River que pedían se volviera a patear el penalti, pero el árbitro no cambió su decisión. 

A raíz de este hecho, los científicos trataron en condiciones controladas de establecer quién podría ser, en un número suficiente de penaltis, el que venciera con mayor frecuencia.

-La respuesta -concluyó Diego Golombek- es que el delantero tiene mayor porcentaje de
anotaciones que los porteros de detener los remates. Aunque en el caso de Roma se rompió lo establecido por la ciencia, si nos animáramos a ejecutar un número representativo de penaltis, ganarían los delanteros.

Al final de la charla vino el aplauso cerrado para los argentinos que permitieron a los asistentes darse cuenta de que a pesar de lo imprevisible que es el fútbol, se puede, en condiciones adecuadas, establecer algunas predicciones acertadas en un juego que sigue dando sorpresas. 

O, como dijera Eduardo Sacheri: “se trata de un deporte de dudas para llegar a certezas”.

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