La emblemática India Catalina, imagen del FICCI 2017, en su versión 57°. Foto: FICCI |
Entre el 1° y el 6 de marzo, Cartagena
de Indias abre sus puertas al festival cinematográfico más antiguo de Latinoamérica, y una de las vitrinas
más significativas para tomarle el pulso a creadores y realizadores del mundo,
desde los más reconocidos, hasta los nóveles que se unen a la competencia de
los primeros escalones de una ardua y pujante carrera.
El Festival Internacional de Cine
de Cartagena (FICCI), que en 2017
alcanzó su 57° versión, comparte la afortunada noticia de que no solo quienes asistan a la Heroica tendrán el privilegio de disfrutar de una atractiva programación,
sino que un par de semanas después de concluido el certamen, cinéfilos de
ciudades como Bogotá, Pereira,
Barranquilla y Cali, tendrán la
oportunidad de ver una selección de recomendadas películas.
El magno evento cinematográfico de Cartagena
tendrá una inauguración a la colombiana con el estreno del documental El silencio de los fusiles, dirigido
por la periodista y documentalista Natalia
Orozco, quien después de cuatro arduos años de trabajo, cientos de
entrevistas y una investigación a fondo -que ha caracterizado la brillante
carrera de Orozco-, ve la luz justo
en este periplo de acuerdos, implementación, reintegración y próxima entrega de
armas de las FARC.
El silencio de los
fusiles es un documental excepcional que no se enfoca únicamente en la
coyuntura del proceso de paz, y que muestra, a través de un impactante archivo,
la historia más larga de una guerra cuya víctima es la sociedad colombiana.
También se puede leer como un thriller
de envergadura política, que se construye con base en las tensiones y el
suspenso de una negociación frágil y amenazada desde muchos frentes.
La directora no cede a la lógica que divide los conflictos en bandos
buenos y malos; tampoco cae en triunfalismos ni peca de ingenuidad ni hipoteca su rigor periodístico a ninguna
ideología.
Mira a la cara a unos y otros, oye argumentos, se concentra en lo
esencial, pregunta con su propia voz y reflexiona sobre lo que siente y ve. Al
dejar traslucir su realidad, revela la de todos.
'El silencio de los fusiles', de la periodista y documentalista Natalia Orozco, abre oficialmente el telón del 57° Festival Internacional de Cine de Cartagena. Foto: FICCI |
La premier inaugural con El
silencio de los fusiles, que compite en la categoría Oficial Cine Colombiano, está programada para el miércoles 1 de marzo, a las 8:00 p.m., en el Centro de Convenciones ‘Julio César Turbay Ayala’.
En lo que concierne a la Competencia
Oficial Ficción, el FICCI trae
platos fuertes como Arábía (Brasil),
de Alfonso Uchoa y Joao Dumans; El auge de lo humano (laureada
producción (Brasil, Argentina y Portugal), de Eduardo Williams.
En el apartado de la Competencia
Oficial Documental, Los niños
(coproducción de Colombia, Chile, Holanda y Francia), de Maite Alberdi, comparte favoritismo junto a Resurrecting Hassan (Chile, Canadá), de Carlo Guillermo Proto.
Y en lo que corresponde a la sección de Gemas, pónganle el ojo a una que brilla con luz propia, aunque
ciertos críticos la hayan etiquetado de tremendismo
dramático, que para algunos puede ser un halago: para otros, una ofensa. Se
trata de Godless (Bulgaria,
Dinamarca, Francia 2016), ópera prima de Ralitza
Petrova, ¡señora historia! que se alzó con el premio mayor en el Festival de Sarajevo.
Con Godless, Austerliz (Alemania 2016), de Sergei Losnitza; La doncella, del coreano Park Chan-Wok, Fuego en el mar (imperdible), de Gianfranco Rossi ("cuando el periodismo se convierte el cine, y el cine se vuelve necesario"), y Aquarius (Brasil, Francia), de Kleber
Mendoca Filho, con una Sonia Braga
rutilante y devastadora.
Vale la pena resaltar que en el presente año la sección de Gemas conlleva una mirada crítica a la
belleza y calidad artística de nuevos realizadores -a excepción del bielorruso Loznitsa y de la chilena Alberdi- , que no obstante su corta
trayectoria, revelan un compromiso poderoso con el oficio, que los ubica a la
altura y la admiración de directores consagrados, como en el caso de la búlgara
Petrova, que ojalá sea abordada por
los medios.
Por tercer año consecutivo, el
Festival Internacional de Cine de Cartagena de Indias recoge en su imagen
oficial un tributo a su memoria. Para este año, la organización retomó a la India Catalina, escogida en 1960 como el símbolo del Festival por parte de Víctor Nieto, su fundador.
La estatuilla, que se entrega a las películas ganadoras, fue diseñada
por el artista Héctor Lombana. En
1974, el escultor español Eladio Gil
se inspiró en la estatuilla del Festival
para diseñar el monumento que desde entonces es también un emblema de la
ciudad.
Homenaje a un grande, polémico y controvertido director asiático, el maestro tailandés Apichatpong Weerasethakul. Foto: FICCI |
El personaje histórico de la India
Catalina ha sido desdeñado y controvertido por su papel de traductora y
puente entre culturas en los tiempos de la conquista. Este año, el FICCI honra esa memoria, que es tanto
de la ciudad como del Festival. El estilo y la propuesta gráfica dan un giro que
permite apreciar y sentir el peso histórico bajo la piel de la India Catalina, que se revela imponente
bajo una trama de hojas de bijao.
Esta planta tradicional ubica al visitante en la atmósfera propia del
Caribe, una región que como esta mujer contradictoria y aguerrida, simboliza la
condición mestiza de la nación y el continente.
Son ya 57 años de la India Catalina como partícipe y
reconocimiento de la calidad del cine mundial, y 33 en los que distingue lo mejor de la televisión colombiana a
través de los premios que llevan su nombre.
Este año, el FICCI rinde un
merecido homenaje al maestro tailandés Apichatpong
Weerasethakul, purista de las artes visuales, inagotable narrador y cultor
de la memoria de su país, y varias veces premiado y cuestionado por tocar a
fondo la realidad social, las injusticias y los desmanes de la corrupción en el
entorno asiático, con fino humor, y a la vez con una poética impresa.
Del director Weerasethakul, presente
en Cartagena, el FICCI presentará siete largometrajes,
tres cortos y un Master Class en el
salón oficial, todo esto, gracias al patrocinio de la Revista Kinetoscopio y el Kick
the Machine.
El Caribe, que ha sido
inspiración permanente de artistas, escritores y realizadores de incalculable
oficio y memoria, para fijarse no más en el legado de Gabriel García Márquez, tiene este año en el Programa Cines del Caribe, un magnífico puerto de intercambio a sus
más variadas y nutridas narrativas.
Visiones de La
Ruina, Lo Sumergido y Lo Emergente, mostrará un panorama de
producciones de distintos países en las que el Caribe es más que una zona geográfica o cultural, y se convierte en
una experiencia de muchas capas, extraterritorial y universal.
Después de varios años, regresa al FICCI la aclamada 'Memorias del subdesarrollo, del cubano Tomás Gutiérrez Alea, esta vez en el Programa Cines del Caribe. Foto: FICCI |
Dicho programa contó con la curaduría de Francisco Hernández Adrián, doctor de la Universidad de Nueva York, director de la maestría en Artes visuales y cultura de la Universidad de Durham, Inglaterra,
quien se ha enfocado como investigador en las culturas insulares y caribeñas.
Su curaduría acercará a los espectadores a los imaginarios y narrativas
en conflicto que caracterizan el Caribe, tanto el de la experiencia, como el
del pensamiento cultural: isla / continente; adentro / afuera; plantación /
ciudad portuaria; experiencia insular / visión cosmopolita; paraíso turístico /
infierno sociocultural; cabaret tropical / rigidez sociopolítica. Un Caribe marcado por el contacto, a veces
trágico u opresivo con la tierra, el agua y el aire.
El Programa presentará ocho
producciones, tan variadas como la región. Se exhibirá la versión restaurada
del clásico cubano y latinoamericano Memorias
del Subdesarrollo (1968) de Tomás
Gutiérrez Alea, que presenta una mirada lúcida e irónica sobre la sociedad
cubana y la energía revolucionaria de los años sesenta, desde la perspectiva de
un burgués aislado. Caballos (Cuba,
2015), ópera prima de Fabián Suárez,
quien revisita desde nuevos puntos de vista la experiencia histórica y estética
de la obra maestra de Gutiérrez Alea.
Para abrir el panorama y la discusión sobre el Caribe actual se proyectarán tres producciones recientes: Meurtre à Pacot (Asesinato en Pacot,
2014) del haitiano Raoul Peck; Beira-Mar (Brasil, 2015) de Filipe Matzembacher y Marcio Reolon; y el documental mexicano
Ruinas tu Reino (2016) de Pablo Escoto.
Cerrando la muestra de películas producidas en la región se presentará
el documental dominicano Jeffrey
(República Dominicana y Francia, 2016) de Yanillys
Pérez, que se acerca a las duras realidades de la pobreza infantil.
Recomendada 'Godless', de la búlgara Ralitza Petrova, que compite en la categoría de Gemas. Foto: FICCI |
Finalmente, desde el Caribe colombiano, se estrenará Keyla (2016), dirigida por Viviana Gómez Echeverry y filmada en la
Isla de Providencia, que narra una
bella página del universo femenino que se debate entre sueños, frustraciones y
reencuentros.
Por último, y como apertura a un sugerente contrapunto insular, estará
la multipremiada película taiwanesa Stray
Dogs (Perros de la calle, 2013), en la que un padre alcohólico y sus dos
hijos intentan mejorar su vida en un entorno que va desde los bosques y los
ríos, hasta las calles de una ciudad devastada por el capitalismo.
El actor francés Vicent Cassel,
reconocido internacionalmente como uno de los histriones europeos más
talentosos y prolíficos, estará en Cartagena,
donde se exhibirán cinco de sus películas y participará en el Salón FICCI. Su visita hace parte de
las actividades del Año Colombia Francia
2017, gracias al Institut Français
y a la Embajada de Francia.
Caracterizado por papeles de gran complejidad expresiva y psicológica,
así como por sus rasgos fuertes y su penetrante mirada, Cassel, una versión cinematográfica de Charles Bukowski, supo desde los quince años que quería ser actor,
y a los diecisiete huyó del internado al que su padre, el también actor Jean-Pierre Cassel, lo había enviado
para integrarse a una escuela de circo y tomar lecciones de danza.
Su trabajo y dedicación lo llevarían a debutar en la serie de televisión La belle Anglaise, en 1988,
y posteriormente en la gran pantalla con Las
cigüeñas hacen lo que se les da la
gana (1989), de Didier Kaminka.
Hizo parte de la comedia romántica Métisse
(1993), de Mathieu Kassovitz, y
de la mano de este director, en 1995, vendría su salto a la fama internacional
con la película El Odio (La Haine),
en la que encarnó a un joven de clase media después de un día de disturbios en
París.
Por esta producción recibió dos nominaciones en los Premios César, en las categorías de Mejor Actor y Actor Promesa,
mientras que Kassovitz recibió el
Premio a Mejor Director en el Festival de Cannes de ese año.
El actor francés Vicent Cassel, otro de los homenajeados del magno evento cinematográfico de Cartagena. Foto: FICCI |
Los cineastas con los que Cassel
ha trabajado lo eligen para encarnar personajes extravagantes, malvados y
temperamentales. Se caracteriza por su pasión y su instinto a la hora de
interpretar roles que, en muchos casos, están marcados por conflictos fuertes
con mujeres. Quizá por eso ha llegado a decir que para él "todos los
buenos actores, son actrices".
El FICCI también es coherente
con el momento histórico que atraviesa Colombia a través del Programa Especial La Guerra y la Paz.
Con una selección de ocho largometrajes y cuatro cortos que se enfocan
en conflictos armados y procesos de reconciliación alrededor del mundo, este
Programa apunta a incentivar en el público una mayor comprensión y una
reflexión mejor informada sobre la
guerra y la paz.
Como parte del Programa Especial
se presentarán los largometrajes documentales El Fin de Eta (2017) de Justin
Webster, producción española que registra el proceso de una década que
culminó con la dejación de las armas de este grupo terrorista; el
estadounidense, nominado al Oscar en 2001, Long
Night's Journey Into Day (2000)
de Deborah Hoffmann y Frances Reid, que relata cuatro
historias del apartheid sudafricano
vistas a través de la Comisión de Verdad
y Reconciliación; A Syrian Love
Story (Reino Unido, Francia, Siria, 2015), de Sean McAllister, nominado a un Premio
BAFTA, presenta una visión de la primavera árabe y los conflictos en Siria a través de la historia de una
pareja; en Nueve Disparos (2017), el
sargento de la Armada Nacional Jorge
Giraldo, después de sufrir un atentado a causa de su trabajo, realiza un
auto-retrato personal y familiar de madres e hijos afectados por la realidad
colombiana; Lecciones para una Guerra
(México, Guatemala; 2011) de Juan Manuel
Sepúlveda, celebra la resistencia de
los pueblos indígenas que han sobrevivido al genocidio perpetrado por los
gobiernos guatemaltecos, al tiempo que se preparan para seguir enfrentando y
sobreviviendo a nuevas guerras; y Depth
Two (Serbia, Montenegro; 2016), producción que indaga sobre la historia
detrás de las múltiples fosas comunes descubiertas en los suburbios de Belgrado en 2001, durante la guerra de Kosovo.
'El fin de ETA', documental que hace parte del Programa Guerra y Paz, a propósito de los conflictos armados que han sacudido al mundo, incluido Colombia. Foto: FICCI |
Dentro de la programación se presentarán los largometrajes de ficción Bloody Sunday (Reino Unido, Irlanda;
2002), de Paul Greengrass, ganador
del Oso de Oro y del Premio del Jurado Ecuménico del Festival de Berlín en 2002, que describe con acento documental la
protesta por los derechos civiles irlandeses que culminó en una sangrienta
masacre, un domingo de 1972; y Días de
Santiago (Perú, Holanda; 2004) de Josué
Méndez, sobre la vida de un soldado después de la guerra que enfrentó al Estado y la guerrilla en Perú, y que
mereció el Premio de la Crítica y el
Premio a Mejor Actor del Festival de Cine de Lima, entre otros.
El especial La Guerra y la Paz
cierra con cuatro cortometrajes colombianos que brindarán al público diferentes
perspectivas del conflicto y la reconciliación. La Impresión de una Guerra (2015), de Camilo Restrepo, ganador como
mejor cortometraje en el FICCI 56,
que muestra, en una narrativa de múltiples capas y escrituras, las marcas de la
violencia en Colombia; con Guerra y Paz
(2001), el artista plástico Juan Manuel
Echavarría pone en escena, a través de dos loros entrenados, la
tragicomedia de la política colombiana luego de una de las fracasadas
negociaciones de paz; Parábola del
Retorno (2016) de Juan Soto,
acompaña el regreso de un exiliado colombiano en Londres, que 30 años después intenta reencontrar a su familia; y Resistencia en Paz (2017) de Edison
Sánchez, sigue la reconstrucción y reinterpretación que un sobreviviente hace
de la tragedia de Bojayá.
El realizador boyacense Rubén
Mendoza ya tiene afincado su propio nicho en el FICCI. Él que ha recorrido una cantidad de festivales del mundo,
sostiene que el de Cartagena es su
mara y su mantra. Hace dos años se llevó el premio a Mejor Película por Tierra en la lengua.
'La Señorita María, la falda de la montaña', estreno en FICCI 57° del realizador boyacense Rubén Mendoza. Foto: FICCI |
Ahora regresa con Señorita María:
De carácter fuerte, invencible, que ama a los animales, la tierra y sus
creencias, con una fe que no conoce fronteras. Así es la Señorita María. Una campesina inmersa
en las montañas de Colombia que
nació con un género distinto al que escogió. Su historia logró conquistar la lente de Mendoza.
Boavita es un pueblo
campesino, conservador y católico, incrustado en los Andes boyacenses y detenido en el tiempo: entre las faldas de sus
montañas vive la Señorita María Luisa.
Tiene 45 años y
nació siendo niño. Su vida esconde una amarga e inimaginable historia familiar, adobada
con odio desde sus más profundas raíces, y cuyo chivo expiatorio es la Señorita, desde antes de pisar este
mundo. Pero su poder se alimenta de esas mismas fuerzas, la de los animales
y la montaña. No ha habido oscuridad capaz de derribarla ni de eclipsarla.
El film Señorita María, la
falda de la montaña, producido por Amanda
Sarmiento, es el quinto largometraje de Mendoza y en esta edición del festival tendrá su premier con dos de
las competencias oficiales del certamen: Cine
Colombiano y Documental.
“Estoy feliz de saber que pronto la Señorita
María, la falda de la montaña, verá la luz y podremos compartir justamente
esa luz que llevamos seis años tejiendo junto a otros colaboradores, al ritmo y
a la cadencia de la personalidad y de los pasos de la Señorita María.
Una película que nos obligó a reinventarnos en la montaña y a entenderla
de otra manera. Tuvimos el privilegio de la luz de la Señorita, de su existencia, de su fuerza: la fuerza de las personas
que conocen el dolor de la manera más pura y sonríen de la forma más cierta.
El amor es un animal capaz de adaptarse a las más áridas montañas del
odio. Esta película, es fundamentalmente un retrato. El retrato de una fuerza
descomunal, femenina y desconocida para mí, para muchos”, asegura Rubén.
En su búsqueda por darle voz a quienes no la tienen, Rubén Mendoza se ha consolidado como
uno de los directores colombianos más reconocidos en el mundo. Ha rodado más de
8 cortometrajes y 15 videoclips.
Primer plano del director colombiano Rubén Mendoza, en pantalla, la voz de los que no tienen voz. Foto: FICCI |
En 2010 estrenó su primer largometraje La sociedad del semáforo y cuatro años después Tierra en la lengua y Memorias del calavero. En 2015 estrenó
el documental El valle sin sombras. Sus trabajos han sido Selección Oficial y ha obtenido premios y fondos en más de 40 festivales del mundo, incluidos Cannes, Cartagena, Berlín,
Clermont-Ferrand, Toulouse, Huelva, Huesca, Beijing, La Habana, Mar del Plata
y FonSud (del Ministerio de Cultura
de Francia), entre otros. Tras finalizar el documental Señorita María, la falda de la montaña, se encuentra en el rodaje
de su nuevo proyecto: Niña errante.
El FICCI 2017 rinde homenaje
a dos grandes figuras del cine mundial, con dos programas que también son un
tributo a la memoria. Ocho de las producciones más reconocidas de Eduardo de Oliveira Coutinho, un
documentalista definitivo, y la serie de seis películas conocidas como Los cuentos morales de Éric Rohmer, del
icónico director francés, conforman estos dos programas.
Como parte de las actividades del Año
Colombia Francia 2017, que cuentan con el apoyo del Institut Français, Unifrance y la Embajada de Francia, se presentará la serie fundacional del cine de
Éric Rohmer, conocida como Los seis cuentos morales.
Estas películas, esenciales para entender no solo la obra de Rohmer sino todo el cine moderno, se
distinguen por un extenso uso del lenguaje como principal puente entre los personajes
y el mundo, un estilo que en su apariencia naturalista filtra las referencias
pictóricas y literarias, y un cuidadoso examen de la moral y las idiosincrasias
burguesas, puestas en crisis por el deseo.
La Francia de 1960,
conmocionada por las tensiones de la Guerra
Fría, la lucha por la liberación en Argelia,
y movimientos sociales como el de los estudiantes, la revolución sexual y el
feminismo, es el escenario en el que se plantea cada una de las historias de
esta serie, en la que Rohmer hizo el
ejercicio de analizar la historia en tiempo real y críticamente, mientras un
nuevo e incierto orden simbólico se instauraba en el aire.
Retrospectiva de Eric Rhomer y Eduardo de Oliveira Coutinho, dos grandes de la cinematografía de todos los tiempos. Foto: FICCI |
La retrospectiva está compuesta por los largometrajes Ma Nuit chez Maud (Mi noche con Maud), Le Genou de Claire (La rodilla de
Clara), L’Amour l’Après-midi (El
amor después del mediodía) y La
Collectionneuse (La coleccionista), junto a los cortometrajes La Boulangère de Monceau (La panadera
de Monceau) y La Carrière de Suzanne
(La carrera de Suzanne).
Eric Rohmer (1920-2010) es
recordado por ser el realizador más conservador a nivel político, y el más
cercano estéticamente al clasicismo norteamericano del grupo de directores de
la Nouvelle vague. Con una prolífica
carrera, Los seis cuentos morales le
llevaron al realizador diez años para su conclusión, convirtiéndolo en una de
las figuras esenciales del cine europeo de la segunda mitad del siglo XX.
Por supuesto que en el FICCI 57
no podría faltar la ya legendaria presencia
de Martin Scorsese, quien estrena Silencio,
su película más íntima y personal, que será protagonista estelar del certamen,
y que tendrá cuatro funciones gratuitas.
La función más esperada de Silencio
en el marco del FICCI será el viernes 3 de marzo, a las ocho de la noche, en pleno corazón de
la Heroica: La Plaza de Banderas, para una jornada al aire libre de Cine Bajo Las Estrellas.
Las demás proyecciones se realizarán en diversos Multiplex de Cine Colombia el 2,
4 y 5 de marzo.
El público de todas las ciudades de Colombia
podrá ver la historia de los jesuitas que arriban a Japón a partir del 16 de
marzo. Un trabajo que, además de estar nominado al Óscar por mejor fotografía, es protagonizado por Liam Neeson, Andrew Garfield y Adam
Driver, tres de los actores más reconocidos actualmente.
Silencio está basada en la
novela homónima de Shusaku Endō,
escrita en 1966. Es una reflexión profunda sobre
la existencia de Dios y del silencio que a veces parece guardar frente al
sufrimiento de la humanidad.
En FICCI 2017, Martin Scorsese presenta 'Silencio', la película más íntima de su cinematografía. Foto: FICCI |
La buena nueva de Scorsese
retrata a dos jóvenes misioneros, el padre Sebastião
Rodrigues (Garfield) y el padre Francisco
Garupe (Driver) en la búsqueda de su maestro y mentor perdido, quien fungía
como ministro de forma secreta en una aldea cristiana en Japón.
En ese tiempo, el país nipón estaba gobernado por señores feudales y
samuráis determinados a erradicar el cristianismo de sus dominios, por lo que quienes
profesaban la fe católica fueron perseguidos y torturados, forzados a renunciar
a sus creencias, y obligados a sufrir una prolongada agonía antes de morir.
Scorsese comenzó a adaptar
el guion de Silencio a finales de la
década de los 80 junto a su colaborador Jay
Cocks, pero la falta de fondos para realizar el proyecto lo obligó a
postergar el proyecto hasta 2016, cuando finalmente salió a la luz pública.
La intención de Martin Scorsese,
de hacer este filme, se remonta a su juventud, inspirado por el padre John Príncipe, quien lo introdujo a
nuevas películas y músicas relacionadas con la espiritualidad, por lo cual
decidió comenzar una carrera sacerdotal. Asistió a una escuela de seminario en
su adolescencia, pero fue expulsado por su impuntualidad.
Respecto a su experiencia, comenta "Pensé que si me convertía en un
cura, podría ser como él (padre John), o tan influyente como él lo fue para nosotros
en ese entonces. No me di cuenta de que una vocación es un verdadero llamado.
Es mucho más que querer ser como alguien más".
Don't Swallow My Heart Alligator Girl, del brasileño Felipe Braganca, es la película encargada de clausurar el 57° Festival Internacional de Cine de Cartagena. Foto: FICCI |
La gran fiesta del cine cerrará con Don't
Swallow My Heart, Alligator Girl.
La película del director, editor y productor brasileño Felipe Bragança, estrenada en el
reciente Festival de Cine de Sundance,
será la encargada de cerrar, el 6 de marzo, luego de la Ceremonia de Clausura, en el Centro
de Convenciones, a las 7:00 pm, la edición 57° del Festival Internacional de Cine de Cartagena de Indias (FICCI),
con un relato de amor entre dos jóvenes que enfrentan la huella de antiguos
conflictos, y las divisiones impuestas por una frontera cultural y racial.
Don't Swallow my
Heart, Alligator Girl se desarrolla en las riberas del río
Apa, puente de comunicación y, a la vez, separación natural entre Brasil y
Paraguay.
El universo que propone Felipe
Bragança se enfoca en la atracción entre una joven guaraní llamada Abasano, que se auto-proclama como La reina tatuada del Río Apa, y
Joca, un muchacho brasileño que vive
al otro lado de la frontera.
Esta película está basada en la novela Curva de Rio Sujo (2003), del también brasileño Joca Reiners Terron y retoma motivos de
Romeo y Julieta, mezclados con
elementos de los cuentos fantásticos y los dramas realistas de frontera.
En esta Noche de Clausura,
también se darán a conocer los ganadores de la India Catalina en las diferentes categorías en competencia.
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