Gardezábal no se pudo despedir de sus oyentes. Su retiro oficial de 'La Luciérnaga' se lo hizo vía telefónica el nuevo director del espacio radial: Gustavo Gómez. Foto: Segundo Ortega |
Ricardo
Rondón Ch.
A escasas
horas de conocerse las declaraciones en Semana.com de Gustavo Gómez Córdoba,
nuevo director de ‘La Luciérnaga’, de la salida de Gustavo Álvarez Gardezábal
del programa, y cuyo reemplazo será Paulo Laserna, presentador del concurso ‘Quién
quiere ser millonario’ y ex presidente de Caracol Televisión, el polémico escritor
vallecaucano y columnista del diario ADN, quien estuvo por nueve años en el segmento
de mayor audiencia de la radio colombiana, recibió la llamada telefónica de Gómez
Córdoba para hacerle efectivo su retiro.
Con la
renuncia de Hernán Peláez Restrepo, quien permaneció 22 años al frente de ‘La
Luciérnaga’, con afortunados resultados en la franja de la tarde, se conoce entonces
de otra baja, la de Gardezábal, pilar incólume de los secretos, las críticas y
las punzantes denuncias del acontecer político, social y económico del país,
pero más de la corrupción administrativa y la seguridad ciudadana.
En
entrevista concedida esta mañana a La Pluma & La Herida, el autor de ‘Cóndores
no entierran todos los días’, ‘El Divino’, y ‘La misa ha terminado’, entre otras novelas trascendentales en la literatura nacional, da
puntadas sobre los motivos que pudieron conducir a su despido; su experiencia
en ‘La Luciérnaga’ por casi diez años y las propuestas que le han hecho de
diferentes medios, una vez se propagó la primicia de su salida.
Sorprendente e inexplicable para muchos de los oyentes de ‘La Luciérnaga’ el vacío que dejará Gustavo Álvarez
Gardeazábal. ¿Qué dice al respecto?
“Usted que
manejó un medio y que también sufrió el retiro, debe saber que en Caracol han
corrido un riesgo económico y radial bastante difícil de entender. Pero déjeme
decirle que una vez se conoció oficialmente la noticia, me han llovido cantidad
de propuestas”.
¿Esa salida
suya venía de atrás?
“Es probable.
Nunca me enteré exactamente por qué Peláez salió. Yo lo alcancé a sugerir en
una de mis columnas de ADN, cuando escribí que si nos poníamos a averiguar a
fondo, de pronto terminábamos todos de sospechosos. A Peláez pudieron haberlo
presionado para que me sacara. Y él es muy leal y respalda la gente que está
con él. Alguna vez me dijo: ‘Nadie es indispensable. Pero no se puede ocultar
que este programa se sostiene es porque nosotros, en nueve años, hemos logrado
una llave perfecta’”.
¿O sea que
usted ya tenía calculado su retiro?
“Veo que el
puntillazo final fue mi columna en ADN sobre Peláez. Pues yo decía que sin Peláez
‘La Luciérnaga’ se desbarataba porque él es único e irremplazable. Y eso pudo
tocar muy profundo el ego de Gustavo Gómez, que es muy grande”.
Se habla
también de que usted era en ‘La Luciérnaga’ una piedra en el gobierno de Santos
por las constantes críticas y denuncias que usted hacía.
“Pues usted
lo ha dicho. Y eso significaba que había que sacar a Peláez y a Gardeazábal, y
así sucedió. Como quiera que sea, reitero que han corrido un riesgo radial muy
costo, y un riesgo de rating más costoso todavía”.
¿Usted se
afinca en la idea de que ‘La Luciérnaga’ tienda a desaparecer a futuro, como
lo ha recalcado en sus columnas de ADN?
“Puede pasar
cualquier cosa. Pero por lo pronto, con la salida de Peláez, ya se empieza a
desbaratar”.
¿Tuvo
alguna comunicación con Gustavo Gómez, luego de la despedida ante micrófonos de
Hernán Peláez?
“No. Apenas
conversé con él anoche por teléfono. Sólo duró un minuto confirmándome mi
retiro”.
¿Qué futuro
le ve con Gustavo Gómez a ‘La Luciernaga’?
“Yo no le
veo futuro. Yo deseo que el programa que hizo Hernán Peláez, que fue tan
excepcional, su equipo actual no lo deje desaparecer”.
¿Qué valora
de ‘La Luciérnaga’, independiente del gran aporte que en todos estos años hizo
su director saliente?
"'La Luciérnaga’
logró el éxito que todos conocemos, gracias a la coordinación y el repentismo de
su equipo, a la habilidad y el talento de sus integrantes, con una forma de
construcción que la gente no sabe de qué tamaño es. Y que pienso es muy difícil
mantenerla viva”.
Muchas
opiniones coincidieron en que la persona indicada para reemplazar a Peláez era
usted. Las disposiciones empresariales fueron otras y su nuevo titular tiene
nombre propio: Gustavo Gómez. Pero si usted hubiera sido nombrado para ese
cargo, ¿habría dejado el mismo equipo o le habría hecho cambios?
“Yo habría
dejado el mismo equipo, y obviamente habría llamado otro para que me
reemplazara. La nómina de ‘La Luciérnaga’ es demasiado buena, pero hay que
saber en el interior qué se monta: los libretos, la selección de temas, su estructura,
todo eso”.
¿Y quién
hubiera sido su reemplazo en caso del Gardezábal director?
“Seguramente
un buen periodista del acontecer bogotano para interactuar con todos los voceros regionales,
como se venía trabajando: Pascual (Gaviria) la región antioqueña, por ejemplo. Entonces
se necesitaría esa representación de la capital que tiene tanta influencia”.
‘La
Luciérnaga’ fue su primera experiencia en radio, ¿verdad?
“Era la
primera vez y creo que me fue muy bien. Gocé desde del primer día que entré a
trabajar en la radio, y seguramente podré seguir gozando más adelante”.
¿Del pool de
propuestas que usted dice en las últimas horas le han hecho, ¿le ha quedado un
espacio para pensar cuál podría ser la más atractiva y conveniente?
“Si uno en
nueve años no aprende a manejar con tranquilidad cuál va a ser su futuro, pues
perdió el tiempo. Yo aspiro a no haberlo perdido”.
¿Pero hay
alguna oferta que le llame la atención de las inmediatas?
“Creo que
hay tres que están muy buenas”.
¿Una de
ellas…?
“Cuando esté
concreta lo llamo para anunciársela. Pero sí le puedo asegurar que una es sorprendente
en el contexto del mundo de la radio actual. Y el capital humano que yo
ofrezco, es para eso”.
A nivel
nacional, por supuesto…
“Usted me la
quiere sacar como sea: Hay dos ofertas que son a nivel nacional, y la tercera
internacional”.
¿Acaso La W?
“Pase a la
siguiente pregunta”.
¿A qué se va
a dedicar mientras tanto, maestro?
“Yo sigo con
mi columna en ADN, que es la columna que más lectores tiene en diferentes estratos
de cinco ciudades del país y con circulación gratuita”.
¿Cuál es su
balance en ‘La Luciérnaga’ como uno de los principales pilares de la
información, la denuncia y el entretenimiento?
“Aprendí
mucho y le ayudé mucho a este país. Y me gustaría seguirle ayudando a Colombia”.
¿Con todo lo
que ha denunciado con nombres propios en ‘La Luciérnaga’ y en ADN, usted se
afianza en quedarse en su tierra, en Tuluá, pese a las constantes amenazas de muerte
que son de conocimiento público?
“Pues no me
queda de otra…”.
¿Le han
reforzado su esquema de seguridad?
“Sí. Pero
sigo convencido que nací en un pueblo violento y voy a morir en un pueblo
violento”.
¿Cómo observa
a Colombia en el despertar de un nuevo año, el 2015?
“Aspiro que
finalmente todos coincidan en apoyar el proceso de paz, así sea muy doloroso y
muy caro”.
¿Tiene alguna
novela en remojo después del éxito de ‘La misa ha terminado’?
“Estoy
trabajando con la traductora al inglés y el traductor al alemán de ‘La misa ha
terminado’ para lanzarlas el próximo año: Una labor rigurosa que demanda
tiempo y paciencia. Y vengo trabajando en otra, de años anteriores, que se llama
‘El violín’. Pero se demora mucho”.
Ya que no pudo
despedirse al aire de sus oyentes, ¿qué les desea a los colombianos para 2015?
Vea entrevista a Gustavo Gómez en Semana.com: http://bit.ly/1xdgzdj
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