El pabellón indígena, depósito variopinto de mano de obra, mitos y leyendas, uno de los más visitados, año tras año, en la Feria de las Colonias. Foto: Corferias |
Ricardo Rondón Ch.
Sí, Colombia está de fiesta, por muchas razones, porque es
un país privilegiado en mucho aspectos: por su posición geográfica, entre dos mares;
por sus extraordinarios recursos naturales, por su talento, su gente ingeniosa,
pujante y productiva, y porque aún seguimos celebrando la enorme hazaña de
nuestra Selección en Brasil 2014.
Suficientes motivos para decir que estamos de fiesta, que la
vida nos sonríe en medio de las urgencias y las premuras cotidianas. Y todo esto
se refleja en uno de los eventos más significativos de la tradición, la cultura,
el capital humano y la idiosincrasia de nuestros pueblos: La Feria de las Colonias,
que este año llega a su décimatercera versión, cada vez con un cúmulo de
novedades y una creciente asistencia, que pone de presente el interés de
locales y foráneos.
‘Colombia está de fiesta’, es el eslogan de este certamen,
que se puede inscribir en el vehículo ancestral que identifica en su pulso el
jolgorio y la creatividad de los colombianos: la chiva rumbera que se desplaza
a lo largo y ancho del territorio patrio, por ciudades, veredas y caminos, desde
la Costa norte de Colombia a Nariño, y de ahí al Amazonas, en un trepequesube por
sus departamentos, Antioquia, Tolima, Boyacá, Huila, Valle, Cauca,
Cundinamarca, Meta, los Santanderes, Cesar, Bolívar, Magdalena, La Guajira,
Guaviare, Vichada, Putumayo, la Orinoquía; en fin, todas las regiones que hacen
de este, un país único, legítimo, de grandes contrastes y posibilidades étnicas,
pero con un objetivo fundamental: su sentido de pertenencia.
El maestro concertista Julián Rodríguez Blanco, uno de los atractivos culturales de la decimotercera Feria de Colonias que por estas fechas se vive en Bogotá. Foto: Archivo particular |
La Feria de Colonias es justamente el encuentro directo con la
nación que en días recientes cantó con más fervor el himno de Colombia en
tierras de Brasil. El país donde “todos unidos, somos más”, frase que hizo
célebre al capitán Mario Alberto Yepes; el país abierto a la hospitalidad y al
espíritu generoso; el país orgulloso de sus héroes, bien sobre la bicicleta, o
con las gambetas y los golazos irrepetibles del gran James; el país que se la
juega en el día a día y sin escatimar recursos para lograr sus propósitos personales y en
familia; el país, Colombia, espléndida vitrina de su ingenio, su mano de obra,
su pluriculturidad.
Esa Colombia grande sólo es posible verla, admirarla palparla, en una cita
como esta, la Feria de las Colonias, cada año, por esta fecha y en un mismo lugar:
el amplio y moderno recinto de Corferias que, con mayor cobertura, gracias a la
ampliación de su infraestructura, recibe a miles de visitantes, en esta oportunidad,
entre el 10 y el 20 de julio, alterno con la Exposición Nacional Ganadera (del
16 al 20 de julio).
Más de 600 expositores de diferentes regiones colombianas tienen
su espacio propio en la Feria de Colonias para participarle al público lo más
representativo de sus costumbres y tradiciones, su folclore, gastronomía, bebidas
típicas, artesanías, industria y comercio, con tarimas estratégicas durante
toda la jornada, con una permanente programación de actividades artísticas,
lúdicas y culturales.
Para no perderse el pabellón de Joyería, respaldado por
Fedesmeraldas, donde se pude conocer en detalle la explotación, el
procesamiento, la técnica y la talla de metales y piedras preciosas, ilustrado
por expertos en la materia, a través de réplicas de las minas de Muzo y Chivor,
dos de los emporios más fecundos y prósperos de esta valiosa gema en el
departamento de Boyacá.
O el pabellón indígena, con sus exóticas artesanías, mitos y
creencias, pero también el notable trabajo de mano de sus talladores en madera,
tal es el caso del consagrado maestro en estas lides, Arturo Ibadango, célebre
en varios países por sus Cristos y sus monumentales obras desde su taller de
Chachagüí, en el departamento de Nariño; amén de las emblemáticas mochilas arhuacas y wayuús; las hamacas de Morroa, los sombrero 'vueltiaos', la maravillosa cestería del Chocó, las ruanas y los tejidos de Nobsa (Boyacá), y de esa misma población sus campanas, sus muebles de madera rústica y forja; los telares de Cajicá, o las bellas artesanías en barro y cerámica de Ráquira, entre otras atracciones.
Lo más exquisito y variado de la cocina colombiana, en el pabellón de gastronomía de la Feria de Colonias. Foto: Corferias |
Infaltable en este viaje, el pabellón gastronómico, con su
rica y variada muestra de manjares y delicias de la cocina criolla, desde el
típico puchero santafereño, la longaniza de Sutamarchán, los aborrajados del
Valle, la morcilla de Cáqueza, las butifarras y carimañolas de la Costa, la
pepitoria de Santander, el asado, la lechona y los tamales huilenses, la
bandeja paisa, el asado pastuso de cuy, el bien mentado cocido boyacense y sus
tradicionales arepas y envueltos e Arcabuco, lo mismo que bebidas y acompañantes de
antología como la lulada, el masato, el guarapo y, cómo no, el aguardiente, el
aguardiente de caña, como reza el famoso pasillo, “de las cañas de mis valles y
el anís de mis montañas”.
Y en ese periplo, disfrutar con la máxima expresión del arte
representado en un ambicioso abanico de músicas: desde la guitarra magistral
del concertista de Boavita (Boyacá), Orden Gran Caballero de Las Artes el Congreso
Nacional, Julián Rodríguez Blanco; pasando por los bullerengues y la timba ancestral
de Herencia de Timbiquí; los Carrangueros de Ráquira, la revista de folclore
llanero Arpa y Leyendas, los Gaiteros de San Jacinto, la orquesta de Salsa
Remanbaramba, el Coro Polifónico de Girardot o la Banda Sinfónica de la Policía
Nacional, entre otras agrupaciones.
Un espectáculo digno de admirar en la Feria de las Colonias: La exhibición de caballos de paso fino. Foto: Corferias |
De todo para ver, oír y admirar, sin descontar la exposición
de los mejores ejemplares de la ganadería nacional, lo mismo que la exhibición
de los caballos de paso fino, en manos de experimentados jinetes de concurso,
espacio propicio para presentar el desarrollo a escala en materia de cría,
producción y actualización académica de las más representativas asociaciones
ganaderas del país.
Cinco días de muestra ganadera y comercial, pistas de
juzgamiento, shows, contactos comerciales especializados y posicionamiento de
marcas que promueven la competitividad de los ganaderos del país y sus negocios.
Por esto, en el marco de esta exposición se llevará a cabo
la 67ª Feria Nacional Cebú, la cual contará con la participación de más de
1.200 ejemplares, un gran remate de potrero, uno de ejemplares de cabezal y un
concurso lechero.
Sí, ‘Colombia está de fiesta’, y el lugar óptimo para
celebrarlo, hasta el 20 de julio, es la Feria de las Colonias.
¡Sean ustedes bienvenidos!
Julián Rodríguez Blanco en concierto:
Herencia de Timbiquí, 'A tu manera:
Clase carranguera, con Jorge Velosa:
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