jueves, 24 de abril de 2014

Gabo, entre supersticiones y premoniciones

El maestro Gabriel García Márquez entre fetiches y premoniciones
Las rosas amarillas, el número 13, los acuarios dentro de las casas, las flores de plástico, los vestidos de ceremonia, fumar desnudo, hacer el amor con los calcetines puestos, los mancos que tocan batería con los pies o hacen sonar un cornetín con la oreja, o la relación que siempre estableció entre el color del oro y la caca de perro (como dice un personaje suyo en ‘Cien años de soledad'), son algunas de las tantas supersticiones que, en serio y en broma, y como buen pisciano con ascendente tauro, acuñó Gabriel García Márquez en su vida personal y narrativa.

Así se lo hizo saber a su amigo y compadre, Plinio Apuleyo Mendoza, en un capítulo aparte, curioso y por demás divertido, que hace parte del libro ‘El olor de la guayaba’. El propio Plinio, varias veces ha contado, entre muchas anécdotas, de la aguda intuición y las premoniciones del laureado escritor, como cierta vez en una recepción en París, cuando se quedó viendo una copa de  cristal y le advirtió que se iba a caer. En efecto, el recipiente, sin que nadie lo tocara, se derrumbó y se hizo pedazos.

O una más precisa aún, cuando soñó en una noche remota en un hotel de Leipzig (en esa época Alemania Oriental), que “el socialismo no iba a funcionar”. Muchos años después, lo corroboraría alborozado Mendoza.

Una entretenida conversación que, por el interés y admiración de miles de sus seguidores, reproducimos en su totalidad.
      
Lo dijiste alguna vez: ‘el que no tenga Dios, que tenga supersticiones’. Es un tema serio para ti.

“Muy serio”.

¿Por qué?

“Creo que las supersticiones -o lo que llaman supersticiones- pueden corresponder a facultades naturales que un pensamiento racionalista, como el que domina en occidente, ha resuelto repudiar”.

Empecemos por lo más corriente: el número 13. ¿Crees realmente que trae mala suerte?

“Pues yo pienso todo lo contrario. Quienes lo saben hacen creer que tiene efectos maléficos (y los gringos se lo han creído: sus hoteles pasan del piso 12 al piso 14), sólo para que los demás no lo usen y ser los únicos beneficiarios del secreto: lo mismo sucede con los gatos negros y con el hecho de pasar por una escalera”.

Siempre hay flores amarillas en tu casa. ¿Qué significado tienen?

“Mientras haya flores amarillas nada malo puede ocurrirme. Para estar más seguro necesito flores amarillas (de preferencia rosas amarillas) o estar rodeado de mujeres”.

Mercedes, tu mujer, siempre pone una rosa amarilla en tu escritorio…

“Siempre. Me ha ocurrido muchas veces estar trabajando, sin resultado; nada sale, rompo una hoja de papel tras otra. Entonces vuelvo a mirar hacia el florero y descubro la causa: la rosa no está. Pego un grito, me traen la flor y todo empieza a salir bien”.

¿Es para ti el amarillo un color de suerte?

“El amarillo, sí; pero no el oro, ni el color oro. Para mí el oro está identificado con la mierda.  Es en mi caso, un rechazo a la mierda, según me dijo un sicoanalista. Desde niño”.

En ‘Cien años de soledad’ un personaje compara el oro con la caca de perro…

“Sí, cuando José Arcadio Buendía descubre la fórmula para transmutar los metales en oro y muestra a su hijo el resultado de su experimento, éste dice: ‘parece mierda de perro’”.

De modo que nunca llevas oro encima…

“Jamás. Ni pulsera, ni cadena, ni reloj, ni anillo de oro. Tampoco verás en mi casa un objeto que tenga oro”.

Tú y yo aprendimos en Venezuela una cosa que nos ha servido mucho en la vida: la relación que existe entre el mal gusto y la mala suerte: la ‘pava’, como llaman los venezolanos a ese efecto maléfico que pueden tener objetos, actitudes o personas de gusto rebuscado.

“Es una extraordinaria defensa que levantó el buen sentido popular en Venezuela contra la explosión de mal gusto de los nuevos ricos”.

Has hecho, creo, una lista completa de objetos y cosas que tienen ‘pava’. ¿Recuerdas algunas?

“Bueno, están las obvias, las elementales. Los caracoles detrás de las puertas, por ejemplo…”.

Los acuarios dentro de las casas…

“Las flores de plástico, los pavos reales, los mantones de manila… La lista es muy grande”.

Mencionaste alguna vez a esos muchachos que en España entran a cantar en restaurantes con largas capas negras.

“Las estudiantinas: pocas cosas hay tan pavorosas como esa”.

¿Y los vestidos de ceremonia?

“También, pero gradualmente. El frac tiene más ‘pava’ que el ‘smoking’, pero menos que el ‘sacoleva’. El ‘smoking’ tropical es el único traje de este género que se salva”.

Habíamos encontrado otras formas más sutiles de la ‘pava’. Decidiste una vez, por ejemplo, que fumar desnudo no tenía efectos maléficos, pero que fumar desnudo y paseándose, sí.

“Y andar desnudo y con zapatos”.

Claro.

“O hacer el amor con los calcetines puestos. Es fatal. No puede resultar bien”.

¿Qué otras cosas?

“Los inválidos que sacan partido de sus defectos para tocar un instrumento musical. Por ejemplo, los mancos que tocan batería con los pies o una flauta con la oreja. O los músicos ciegos”.

Supongo que habrá palabras con efectos maléficos. Quiero decir, palabras que no usas nunca escribiendo…

“En general, las palabras tomadas del  lenguaje de los sociólogos: nivel, parámetro, contexto. Simbiosis es una palabra con ‘pava’”.

Tus famosas premoniciones. ¿Cómo las explicas?

“Creo que obedecen a informaciones o pistas recogidas por el subconsciente”.

¿Esas premoniciones se manifiestan de un modo muy nítido?

“No, confusamente, como un temor relacionado;  sí, con una cosa concreta. Fíjate, una vez estando en Barcelona, al anudarme un zapato, tuve de pronto la corazonada de que algo acababa de ocurrir en mi casa de México. No necesariamente algo malo. Algo. Pero me asusté porque aquel día mi hijo Rodrigo salía en automóvil hacia Acapulco. Pedí a Mercedes que llamara a casa. Había ocurrido algo, en efecto, en el momento en que anudaba el zapato: la muchacha que trabajaba con nosotros había dado a luz un niño. Respiré aliviado, porque la premonición no tenía nada que ver con Rodrigo”.

Creo que tus premoniciones e intuiciones te han servido de mucho. Muchas decisiones importantes de tu vida se basan en ellas.

“No solo las más importantes. Todas”.

¿Todas realmente?

“Todas y todos los días. Cada vez que decido algo lo hago de una manera intuitiva”.

Hablemos de tus manías. ¿Cuál es la más grande de todas?

“La más antigua y permanente de todas es la puntualidad. La tengo desde niño”.

¿Tienes manías con la ropa? Quiero decir, ¿hay prendas que no te pones porque te traen mala suerte?

“Muy rara vez. En realidad, si tiene algo de ‘pava’, lo sé antes de comprarla. Una vez, sin embargo, dejé de ponerme una chaqueta por culpa de Mercedes. Volviendo de la escuela con los niños, creyó verme en una ventana de la casa con aquella chaqueta, que era de cuadros. Yo estaba en realidad en otra parte. Cuando me contó aquel cuento, jamás volví a ponerme la chaqueta. Y me encantaba, por cierto”.

Hablemos de tus gustos, a la manera de las revistas femeninas. Es divertido preguntarte las cosas que entre nosotros les preguntan a las reinas de belleza. Empecemos:

¿Tu libro preferido?

“Edipo Rey”.

¿Tu músico favorito?

“Béla Bartok”.

¿Y el pintor?

“Goya”.

¿Los directores de cine que más admiras?

“Orson Wells, sobre todo por ‘Una historia inmortal’, y Kurosawa, por ‘Barbarroja’”.

¿La película que más te ha gustado en toda tu vida?

“’El general de la Rovere’, de Rosellini”.

¿Cuál otra?

“’Jules et Jim’, de Truffaut”.

¿El personaje cinematográfico que te hubiera gustado crear a ti”.

“Julio César, pero desde un punto de vista literario”.

¿El que más detestas?

“Cristóbal Colón. Además, tenía la ‘pava’. Lo dice un personaje en ‘El otoño del patriarca’”.

¿Tus héroes de novela favoritos?

“Gargantúa, Edmundo Dantes y el Conde Drácula”.

¿El día que detestas?

“El domingo”.

Tu color favorito es conocido, el amarillo. ¿Pero qué clase de amarillo, exactamente?


“Lo precisé alguna vez: el amarillo del mar Caribe a las tres de la tarde, visto desde Jamaica”.

Vea película 'Crónica de una muerte anunciada':
https://www.youtube.com/watch?v=UOiEbAbGd8c


Audio de 'El coronel no tiene quién le escriba' Cortesía HJCK:
https://www.youtube.com/watch?v=nJ60Bn0PaUY&feature=youtu.be

Vea documental: 'Gabo: la escritura embrujada'
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